Capitulo 8 – El desayuno

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Casi al llegar al salón de clase, Sakura noto que su celular estaba sonando.

Sakura – ¿Bueno?

Tomoyo – Sakura, Syaoran esta aquí, ayer...

Sakura – (interrumpiéndola y tranquila) Lo se, ayer lo vi. Hoy vamos a desayunar juntos. Pero... ¿Cómo lo supiste?

Tomoyo – Ayer me hablo Meilin... y me platico que... había venido.

Sakura – Bueno. Me tengo que ir a mi clase. Nos vemos luego, OK?

Tomoyo – Sakura, ¿que tal si nos vemos hoy en la tarde?

Sakura – OK. Te hablo después, debo entrar a mi clase. Bye bye.

Tomoyo estaba preocupada por Sakura. Pensó que ver a Syaoran después de dos años seria un shock, pero no fue así. Quería saber que era lo que pasaba.

Sakura entro a su clase detrás del profesor.

Sakura – (pensando) Simplemente no entiendo por que nunca puedo llegar a tiempo. Debo hacer algo con eso. Total, siquiera llegue al comienzo de la clase.

Cuando se sentó en su banca, comenzó a pensar en la relación del chico del sueño, las cartas y ella. Tenia muchas ganas de preguntarle a uno de sus profesores que significaba, pero... ¿Cómo explicar el detalle de las cartas?

Al terminar su clase, el miedo de ver a Syaoran la invadió. Y esa tranquilidad de la noche pasada no volvió a ella, por más que lo intentaba.

Al estar parada en la puerta de la Universidad, preparándose para salir y enfrentar a Syaoran, el viento sopló muy fuerte, y sintió una extraña sensación que no lograba identificar. Regreso en si y siguió caminando hacia Syaoran. Cuando el escucho sus pasos, volteó bruscamente, como si también hubiera sentido algo extraño. Pero al voltear, la mirada de Sakura lo jalo y...

Syaoran – Hola, ¿Qué tal tu clase?

Sakura – Bien, pero sigue sin gustarme esto de las clases los sábados.

Syaoran la vio toda, se veía muy linda, llevaba el cabello amarrado en una cola, con un listón azul amarrado. Iba con una blusa azul de manga larga y cuello cuadrado, y unos jeans. No entendía como lograba cautivarlo cada vez que la veía.

Sakura – (sonriendo) Y bien, ¿Cuál es el plan? ¿Qué hacemos ahora?

Syaoran – ¿Ya desayunaste?

Sakura – Mmm... no, creo que no.

Syaoran – (con una gota en la cabeza) ¿Crees?

Sakura – (apenada) Es que se me hizo tarde.

Syaoran – (serio) De plano no cambias, ¿Qué quieres desayunar?

Sakura – No lo se, se me fue el hambre.

Sakura estaba muy nerviosa. Y sentía un enorme hueco en el estómago. Si comía algo iba a vomitar.

Sakura – Que tal si vamos por un café, y ya ahí decidimos que hacer, ¿te late?

Syaoran – OK, vamonos entonces.

Al llegar al café, se sentaron, Sakura dejo su mochila, y volteó a ver a Syaoran. El se veía diferente, como molesto, pero no quiso preguntar por que. Un horrible silencio inundó la mesa.

Mesera - ¿Qué van a ordenar?

Syaoran – Yo quiero un latte, ¿y tú?

Sakura – Un chocolate caliente, por favor.

Syaoran recordó la vez que fueron a las montañas con la escuela, y como había querido decirle a Sakura lo que sentía. Pero ella había malinterpretado las cosas.

Al pensar esto, Syaoran había quedad con una vista perdida.

Sakura – Syaoran, ¿estas bien?

Syaoran – (regresando en si) Si, claro.

Sakura – (apenada y con la vista en el chocolate) Este... ¿para que querías verme?

Syaoran – (viéndola a los ojos) Lamento mucho la forma en la que me comporte ayer.

Sakura – (sonriendo) No te preocupes, pero... hay algo que quiero preguntarte.

Syaoran no dijo nada, dijo que si con la cabeza, tomo la taza de café, y cerro los ojos.

Sakura – ¿A quien o que te referías con que me viste con alguien?

La mirada de Syaoran cambio totalmente, ahora sus ojos expresaban dolor e ira.

Syaoran - (después de un trago de café y un poco tranquilo) Había venido a verte, era sorpresa, te vi caminando, entraste a un edificio, y al salir venias con un chavo, tomados de la mano.

Sakura no recordaba nada de eso, hasta que recordó que ese día había sido el día que recibió la carta de Syaoran. Y a su mente llego el favor que le había pedido a "Mirrow". Y entonces una desesperación por explicar lo pasado la inundo.

Sakura – Syaoran... no... estas confundido...

Syaoran – No, se lo que vi, y me dolió, y creí que querías seguir tu vida, y pues... adelante, has lo que quieras.

Sakura sintió un nudo en la garganta, y las palabras no lograban salir de su boca. Sus ojos se pusieron llorosos, pero fue fuerte, y logro contenerse de llorar.

Sakura – Entonces, ¿Qué es lo que quieres?

Syaoran – Nada, ya no quiero hablar de eso. ¿Quieres mas chocolate?

Sakura - No, quede de verme con Tomoyo, ya me voy.

Saco de su mochila el dinero, dejo el dinero en la mesa, se levanto y se fue.

Syaoran sintió unas enormes ganas de ir tras ella, pero el orgullo le gano, tomo un sorbo de café. Pago, y se fue al departamento.

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