Antes de comenzar… Ya saben, ninguno de los personajes de Shaman King me pertenecen son de Hiroyuki Takei y TV Tokio.
Este fic toma la trama de una canción ranchera de un grupo del cual desconozco su nombre. Andaba por el centro de la ciudad y ahí la escuché. Quizás ustedes la reconozcan. Como amante de la música clásica y de todo tipo antes de los años 90's, tenía prejuicios respecto a este tipo de canciones, "las rancheras"; pero me di cuenta que narran anécdotas muy interesantes. Bueno, si ustedes saben de qué canción salió este fic, por favor me dicen. Aún así, desde este momento dejo dicho que respeto la autoría de su creadores. No les cuento la historia completa porque si no, pues no tiene caso que lean el fic, jajaja. ¡Disfruten!
Al fin! El tercero!
Juego Perdido
Un fic de Shaman King
Por AmalteaSíbila
En su orgullo y soberbia todo lo jugó. Más que con su vida, con la de ella lo pagó. Nunca pongas sobre la mesa lo que no estás dispuesto a entregar.
Capítulo Tres
Y como Prueba de mi Amor…
¿En dónde se había metido ahora su prometido? Su maestra Kino dice que lo vio ayer al caer el sol con su traje de combate y sus armas al hombro con dirección al bosque, sin dar razón a alguien, como ya otras veces. Esperaba que estuviera ahí para recibirla después de casi dos semanas de no verse. Un suspiro. No podía culparlo, Yoh era el viento, al viento no se le puede contener cuando sopla con energía; y a él le sobraba. Si se había marchado el día anterior, no tardaría mucho, preocuparse estaba de más.
La señora Kino la llamaba, Tamao ya tenía lista la comida. Un minuto más para sentir la brisa. Yoh era el viento, el viento de del crepúsculo se lo había llevado y el mismo aire se lo devolvería para que durmiera a su lado esta noche.
En el desierto de Gobi la tierra cimbraba como cuando era joven y enormes placas de su corteza se sobreponían unas a otras tratando de no hundirse en el mar de roca fundida. El cielo rugía tanto como entonces, con el sol apenas visible y los elementos en un caos de energía, produciendo millones de reacciones en forma de luz.
Parecía el principio del tiempo y sus esencias, sus espíritus materializados en magníficos floretes, eran la Tierra luchando por nacer.
Sobre aquella parte del mundo la negrura toca el cielo con más demora, mas el encuentro de los gemelos Asakura se había prolongado de tal manera, que el alba estaba tres horas de distancia.
"Debiste utilizar a los Grandes Espíritus. " Dijo Hao a Yoh durante un acercamiento en el cual, su hermano menor apenas logró protegerse de su estocada.
"No los necesite antes ¡y mucho menos contigo!" Exclamó justo cuando tomaba fortaleza para repeler el ataque de Hao y dejarlo a unos veinte metros de distancia.
Hao con el Espíritu de Fuego. Yoh con Amidamaru. No quiso ir donde los Apaches e inventarse una insulsa mentira para tomar a los Grandes Espíritus, o alarmar a toda la comunidad shamánica por esta apuesta con Hao. Su presencia pasaría desapercibida al terminar la pelea con otra victoria más para él.
Pero corrían los minutos, para Yoh eran horas. Y ataque tras ataque, sólo él parecía debilitarse. Evadió otro más.
Un escaso trecho lo separaba de su hermano, quien estaba de pie en medio del polvo limpiándose la comisura de la boca, por donde un hilillo de sangre le corría. Tenía la camisa hecha jirones, manchada de un café rojizo en el lado izquierdo por la sangre seca. Esa era la única evidencia del poco daño que hasta ahora había logrado hacerle.
Hao extendió su mano derecha y de nueva cuenta materializó su espada en medio de pequeñas llamas danzantes. Le sonrió, invitándolo a que hiciera lo mismo y continuar.
También se burlaba de él. Porque si bien ésta era la doceava vez que Hao perdía su posesión (cuatro más Yoh), al joven monarca le fue más difícil volver a lograr la fusión de su espíritu con Haru-same y la Espada Sagrada en las postreras dos ocasiones.
Le tembló el alma. Y no quiso aceptarlo, pero poco a poco caía en la desesperación al ver cuán sencillo le resultó a Hao retomar su poder y como él mismo ni siquiera estaba erguido para hacerle frente. Le expuso entonces:
"No logro comprender cómo te has hecho tan fuerte, pero te venceré." Enterró su katana en la arena; con ambas manos en la empuñadura, la utilizó como apoyo y así fue como lentamente, tiritando, se incorporó.
"Domino los cinco elementos de la tierra y los espíritus por igual, fui el shaman más grandioso de la antigüedad, he vivido tres existencias sin otro objetivo más que el de perfeccionar mis artes, los conocimientos de mis Memorias te brindaron enormes poderes y aún te preguntas la razón." Explicó como quien da cátedra. "Pero está bien, no te voy a negar el crédito de mi último saber. Lo que has dejado atrás con tu discreta soberbia..." Rió maliciosamente. "¡Si tus amigos, si Anna, si todos tus súbditos supieran cómo se ha llenado de vanidad el corazón de su amado soberano¿Pero cómo¡Si ni tú lo sabes! La locura que antes me mató a mí, terminará contigo y podrá a Anna en mi lecho."
"¡AMIDAMARU!" Llamó con furia Yoh para reanudar la posesión. Y apareció por supuesto, pero no lo obedeció porque los ojos de su amo estaban blancos de locura. Sus muñecas sobre las armas se movían en trémolo, totalmente fuera de sí Trató calmarlo, pero al primer intento, Yoh gritó: "¿QUÉ DEMONIOS ESTÁS ESPERANDO!"
El samurai obedeció, rogando por paciencia, dominio para su amo y repitiendo para sí, que debía confiar en él como siempre lo había hecho; trató de escuchar su tono alegre diciendo que la situación se solucionaría, si bien, lo único audible al final, fue la voz de Hao sentenciando.
"Victoria."
Cuando un hombre da su palabra, debe respetarla. No hay documento, papel o certificado para reclamar, es sólo el verbo, juramento entre hombres igual de válido. Si no tiene los medios, deberá buscar sin importar cuanto tarde y cumplirla. Y si lo puesto sobre la mesa está a la mano, se debe entregar sin titubear. Así es para la más humilde de las personas, igual se aplica a los reyes más grandes. Cuando un hombre da su palabra, debe honrarla, sea lo que sea.
Si le hubiera prometido a Anna que la convertiría en su esposa, ni siquiera habría podido participar en esa absurda apuesta. Pero no hizo votos. Le dijo que la amaba, que por ella se convertiría del ganador del Torneo y sin embargo nunca reafirmó con su propia voz el compromiso que los uniría. Es lamentable, pero los hombres suelen no recordar "detalles" como ese; es decir, aquellas cosas siempre presentes en la vida y que por eso mismo se olvidan.
¡Vaya momento para traerlo a la memoria!
Yoh regresó a Izumo, deseando que todo fuera un sueño, pero no, no lo era. Llevaba una hora sentado junto al un pequeño altar en lo alto del monte, un lugar donde solía ir cuando niño y para no ser molestado por lo demás. Encerró a Amidamaru en su tablilla y lo abandonó en la capilla más vieja de la casa con el fin de que alguien, lo pudiera liberar más tarde. En esos instantes necesitaba estar solo.
Mañana temprano Hao volvería para reclamar su premio. ¿Cómo mirar a sus amigos¿Cómo mirar a su familia¿Cómo mirarla a ella, qué le diría? La falta de sueño, aunada a su desesperanza, le provocó delirio; una efervescencia de imágenes con rostros silenciosos en la tierra, mirándolo acusadoramente y más tarde, gritos de muerte diciendo algo imposible de descifrar. En todo su conocimiento, era muy poco lo que sabía del infierno, pero quizás no era muy distinto a lo que ahora estaba pasando.
¡Kami-sama¡Nunca a querido hacerla sufrir, nunca más de sus ojos una lágrima de tristeza ver derramar¡Y ahora sacrificaría su felicidad por vil vanidad¡Cómo entregarla cuando ella jamás dudo de él, cómo entregar el soporte de su alma!
Se dejó caer de rodillas a la tierra, con las mandíbulas ejerciendo tal presión que comenzó a sangrar igual que la punta de sus dedos al arañar el suelo rocoso, rascando como si ahí pudiese encontrar viático a su error.
Si ella se iba, no podría seguir con vida. ¡Y se iría con Hao odiándolo a él por traicionar su confianza! Maldiciendo el destino al cual la condenaba, escupiendo el nombre de Yoh Asakura cada minuto, cuando su hermano prácticamente la violara, transformando en averno lo que debió ser la más dulce de las noches.
¡NO, NO¡No podía permitir eso!
¡No podría ni ver su rostro cuando le dijera que ahora era de Hao, menos aún seguir existiendo, tratando de borrar de su cabeza la imagen de Anna mirándolo con odio¿Huir? Como si su hermano no fuera capaz de encontrarlos. ¿Huir¿Con qué maldita excusa¡De todas formas debía confesarle a Anna su estupidez! Y cómo lo despreciaría ella al saberse jugada como cualquier cosa.
Pronto cayó en cuenta de que la tarde estaba por irse. Vendría la noche y el nuevo día.
Ella ni siquiera lo sabría, no¿qué caso tiene angustiarla, estropear su alegría?
Se alzó con resolución. Tomó la katana y emprendió camino abajo.
¡Asquerosa mentira estuvo viviendo! Todo saldrá bien, todo tiene solución. ¡ESTO NO TIENE REMEDIO!
Jamás notó su presencia oculto tras las sobras. Pudo verla sin interrupción alguna, disfrutando cada minuto como nunca antes lo había hecho.
Hermosa con el marco surrealista del atardecer tras ella. Hermosa con los destellos dorados de su cabello, el brillo de la felicidad en su ojos y el divino rubor que coloreaba sus mejillas.
Cuando se puso el kimono perla sobre ella, Yoh casi cae de la amargura, sabiendo que nunca lo iba a utilizar. Pero logró contenerse. Una suave brisa le trajo su 0delicado perfume de mujer, cerró los ojos y lo contuvo todo lo que le fue posible. Divino.
Ella abraza el lienzo como su posesión más preciada, suspirando y sonriendo plenamente. Se ha sonrojado y parece flotar en un sueño. ¿Pensará en él, en su boda? Es tan bonita.
¿Está bien, está mal¿Regocijarse con la belleza de su amada y víctima a la vez¿Es correcto o erróneo no decirle que la estaba observando, esperando armarse de valor suficiente y acabar con su vida?
Ya lo sabría más tarde. Dejó que lo viera. Y fue tan grande su impresión al observar a Yoh harapiento, sangrante, que dejó caer la bata al piso.
"Kami… sabes que no hay otra cosa que yo pueda hacer."
"Te amo tanto." Le dijo a los ojos. Anna pudo leer sus intenciones en su mirada y si había alguna esperanza de que su interpretación fuera errónea, murió al ver a Haru-same en manos de Yoh.
"¿Me perdonarás algún día, Anna?"
"Te amo tanto." Repitió con el corazón destrozado.
"No hay otra cosa…"
Su pie izquierdo dio un paso hacia atrás, giró el pecho con dirección siniestra. Mano izquierda en la funda, con el pulgar listo para empujar la empuñadura de la espada y la mano derecha en el mango.
Fue tan rápido. Anna no notó su movimiento al desenfundar la katana e impulsarse en el aire para llegar hasta ella y herirla justo en el corazón. Se la retiró con la misma velocidad.
"Yoh…"
Arrojó el chico entonces la espada y la tomó a ella entre sus brazos antes de que cayera. Hundió su rostro entre sus cabellos y comenzó a llorar, a llorar con lagrimones silenciosos para que nadie lo escuchara.
"¡Anna, Anna!" Decía mordiéndose los labios con tal de no dejar escapar sus gritos. "¡Anna, perdóname, perdóname!" Decía aunque ella no pudiera darle su indulgencia, ya había dejado de respirar y su cuerpo se tornaba blanco y frío.
Tomó entonces la yukata que su amada se había probado y la vistió con ella. El precioso lienzo terminó por teñirse de bermellón brillante porque la sangre derramada era mucha. Quedó completamente arruinado.
Y aún así se veía hermosa. Hermosa en su palidez, en la nueva blancura que adquirió con la muerte y que reflejaba una luz azulosa proveniente de la recién nacida luna. Hermosa con su vestido de novia blanco y escarlata. Hermosa incluso sin vida.
Tendió el futón, acomodando bien la almohada y sacando la colcha más linda que encontró para acomodar el frágil cuerpo como si simplemente durmiera.
Se dirigió entonces al rincón donde había tirado su espada. La tomó y echó un vistazo al paisaje de la noche.
Hao nunca iba a tomar posesión de su Anna, no era digno de ella. Sin embargo, él tampoco lo era ya. No pasaba de ser un ruin criminal.
Con movimiento de violinista, pasó el filo de la espada por su garganta. Dejó caer el arma. Y así como si nada, con la tranquilidad que siempre lo acompañaba, se acostó junto Anna, abrazándola. Cerró los ojos y le confesó en el rumor de sus pensamientos, cómo aún le era vívido el día en que se conocieron, que le había parecido la niña más bonita sobre la Tierra y que desde ese instante la había amado. Y así continuó, remembrando todo momento con ella, sin saber en qué instante de su duermevela, se le escapó la vida.
Fin de la Historia
Mayo 20
8:15pm, Zapopan, Jalisco México.
Revisado en Mayo 21
10:40am
Notas de la Autora:
¿Qué tal¡Que dramático¿no, jajajaja. Bueno, pues ya está. Y yo sigo sin saber que canción es. Les cuento el argumento general: Un jugador de cartas que se creía increíblemente bueno y que nunca había perdido, apuesta a su mujer en un juego, pero ah, sorpresa, pierde. Y en vez de entregar a la susodicha mujer, regresa a casa para matarla y luego él se quita la vida. Muchas gracias por leer esta historia.
May sk:
Mil disculpas por la tardanza, esto no tiene justificación. Lo siento. Aún así, espero que puedas leer el final de esta historia y darme tu opinión. Para la otra prometo no subir algo, hasta que la cosa esté terminada y no volver a esta irresponsabilidad de dejar todo a medias. ¡Muchas gracias por tu review que fue el primero!
Hanna Asakura:
Sip, Anna estaba viendo su vestido e Yoh es quien la mata. Siento mucho haber tardado en actualizar, como dije, no tengo perdón. Gracias por tu review.
Minamo:
Jajaja, igual de dramática que yo amiga. Ojalá la historia no te haya decepcionado. Gracias.
Bichigangan:
Wow, lindo nick (no es sarcasmo), de dónde lo sacaste? Significa algo en especial? Muchas gracias por tu review e igualmente, perdón por mi irresponsabilidad. ¿Te gustó la historia enterita? Jeje, digo, ojalá la leas. Bye!
Priss:
Amiga, no estoy segura de si esa es la canción… debería averiguarlo, jejeje. Como siempre, tus comentarios me halagan. Otra disculpa por tardar SIGLOS en continuarlo. Bueno, creo que al final uno siente medio lástima por Yoh. ¿Tú que crees? Ah, por cierto, sí estoy leyendo tu otra historia de SK, pero cada que intento poner review la cosa no me deja, error del servidor, tú sabes; pero por aquí te digo que me encanta, es de lo más romántica y Hao es taaaaaaaaaaaaan lindo nn, lo quiero por marido! Jajaja, con lo del jardín me acordé de la película "el jardín secreto". Bellísimo. Gracias por leerme.
Sailor Psycho:
Ay, como que todos los locos por el anime vemos south park, jajaja. Gracias por tu comentario. ¿Tahúr, la voy a bajar y averiguaré si es esa. Muchas gracias por la referencia. Espero te haya gustado la historia.
