Bosque Kokiri, 11:00 p.m. Zero Link llega con uniforme de soldado y se presenta ante Saria haciendo señal de firme.

Zero Link: ¡Zero Link reportándose con las últimas noticias del reino de Hyrule!

Saria: ¡No hagas bromas, Zero Link ¬¬X! ¡Esta es una situación crítica!

Zero Link: Lo siento u_u, pero... ¡es importante 00! ¿Link aún no se levanta? ¿Encontrará a Zelda a tiempo? ¿Descubriremos quién es el nuevo enemigo antes de que sea muy tarde 00UUU?

Saria: ¡Haces demasiadas preguntas! Estoy tan preocupada como tú, pero debes calmarte.

Zero Link se queda pensativo, y luego...

Zero Link: ¡Ya sé!

Saria: ¿Qué? ¿Sabes dónde está Zelda?

Zero Link: No, sé como relajarme. Iré al mercado a buscarme una linda novia Gerudo, oí que van ahí a buscar novio, je, je, je ^¬^... (otro chisme de las piedras)

*POW*

Saria le revienta un puñetazo en la cabeza a Zero Link.

Saria: ¡ESTE NO ES EL MOMENTO DE PENSAR EN ESO ¬_¬XXXXX! Mejor piensa en cómo le vas a hacer para encontrar a Zelda y avisarnos luego para ir a controlar la situación.

Zero Link: Sabes tan bien como yo que sólo Link irá a "controlar la situación"; tanto tú como yo sólo estaremos de observadores, así que iré a investigar para escribir el siguiente capítulo.

Saria: Ya era hora de que te pusieras a trabajar.

Zero Link: No fastidies ¬_¬...

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Caballero de Hyrule

Capítulo 5: Una búsqueda contrarreloj.

-¡Link, despierta!- gritaba una chica de cabello verde, angustiada por el estado del joven Hylian. Link había sido llevado esa noche al bosque Kokiri, más muerto que vivo, para que pudiera descansar; pero, él pensaba en otras cosas sin importarle su salud –Debo... rescatar a Zelda- decía, en un tono apenas audible, entre sus gemidos de dolor –No tenemos mucho tiempo; Link está muy mal, y mañana a las diez y media de la noche, será demasiado tarde... para Zelda... y para la tierra de Hyrule- decía Malon, preocupada por la salud del joven Hylian, por la cautiva princesa y por el destino del reino -¡Esperen! Acabo de recordar que el viejo del lago Hylia hace medicinas de muy buena calidad; talvez nos ayude con una medicina que recupere las fuerzas de Link en un instante- sugirió Ruto, quien recordó que el viejo y su padre eran conocidos y que su padre siempre recurría a él cuando se sentía mal. –Esa es una buena idea, Ruto- dijo la chica Kokiri, reanimada por la oportuna propuesta –Pero hay un problema, necesitamos darle los ingredientes para que los haga medicina- dijo esta vez la princesa zora, bajando de nuevo los ánimos de Saria –Lo bueno es que sé que ingredientes necesitamos ^^- repuso Ruto –Di todo de una vez ¬¬- dijo Malon, desesperada por los rápidos cambios de actitud de Saria y por la actitud de Ruto, que iba cambiando esos ánimos con su tardanza para explicar las cosas... –Entonces... ¿Qué necesitamos Ruto?- preguntó la chica Kokiri –Necesitamos: Una lágrima del enfermo, un pedazo de corteza del árbol más viejo en todo Hyrule, una libra de arena movediza, tres pelos de la crin de un caballo blanco, polvo de las alas de una hada y cinco gotas de la poción azul de la vieja de la tienda de medicinas- especificó Ruto -¿Porqué no vamos simplemente por la poción azul?- preguntó Malon –Porque sólo eso no restablecerá totalmente sus fuerzas; es una medicina fuerte, pero no lo suficiente para esta situación- explicó Ruto –Ya veo; en ese caso, será mejor que nos movamos- dijo Saria.

Todos en el bosque Kokiri pusieron de su parte; como Link estaba casi agonizando y estaba muy preocupado por Zelda, no fue difícil el conseguir la lágrima (no me sorprende, yo estaría igual en esa situación). Malon cortó tres pelos de la crin del caballo más blanco que encontró en el rancho; al enterarse de la situación, Nabooru les proporcionó la libra de arena movediza. Mido fue con un grupo de Kokiris a cortar un poco de la corteza del ya difunto árbol Deku, quien se sabe que es el árbol más viejo de todo Hyrule; Saria consiguió en la fuente de las hadas un hada que le diera un poco del polvo de sus alas que, según se dice, es polvo de las mismas estrellas. Sólo faltaba la poción azul, y la anciana no bajaba el precio de la medicina de 100 rupias, pero por fin lograron convencerla de que se los diera gratis con una conmovedora súplica de Malon (toda una actriz, si me permiten decirlo ^^) –Ya tenemos todo. Vamos con el viejo del lago Hylia- dijo Ruto, una vez que comprobó que tenían reunidos todos los ingredientes.

Ya en el lago Hylia, entregaron los ingredientes al anciano –Por favor, haznos la medicina que llamas "resucitador"; hay un joven que la necesita ahora, y si no la toma, no creo que sobreviva- le imploró Ruto, con ojos casi llorosos de preocupación por Link –Está bien, entréguenme los ingredientes- dijo el anciano; entonces, le entregaron los ingredientes que había mencionado Ruto –Hmmm... están todos los ingredientes, empezaré a trabajar- dijo finalmente el viejo. Era rápido para hacer medicinas a pesar de su edad, en diez minutos tuvo listo el remedio –Aquí tienen, la medicina más poderosa que puede haber, el "resucitador"- dijo al momento de entregársela a Ruto, quien rápidamente la llevó al bosque Kokiri junto con Malon, Saria y Nabooru, quien se les unió luego de entregarles la arena.

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Los gemidos de dolor de Link se oían desde la entrada al bosque Kokiri, pues ya eran gritos los que daba el joven Hylian en su padecimiento; los lugares donde los murciélagos habían dado mordidas mostraban llagas poco comunes en forma de calavera. Pronto los demás llegaron con el medicamento, y las chicas se sobresaltaron al ver las inusuales heridas en el cuerpo de Link -¡Debemos darle pronto la medicina o morirá!- exclamó Saria -Yo me encargo- intervino Ruto. Le administró la medicina con sumo cuidado para no derramar ni una gota; en unos instantes ya la había bebido toda, excepto un poco que Ruto dejó por si acaso, y se levantó de golpe para sorpresa de todos -¡Qué bueno que ya estás bien, Link ^_^!- dijo Saria al verlo levantarse completamente sano -¡Sí, nos tenías muy preocupados a todos!- manifestó Malon –Lamento haberlos preocupado ^^, pero... ¡tengo que ir a rescatar a Zelda antes de que sea tarde!- dijo Link, más preocupado por su amada Zelda que por su propia vida. –Espera, no es bueno que te vayas así sin más- lo detuvo Ruto –Sí, además todavía no sabemos ni dónde empezar a buscar- dijo Saria –Ustedes no, pero yo sí ^_^- repuso Link, bastante confiado. Acto seguido, se concentró profundamente, como si buscara algo en su mente, estaba tratando de hablar con Zelda telepáticamente (a través de la mente, por si no lo sabían); al principio fue difícil, pues era la primera vez que lo intentaba, pero dio por fin con la princesa -¡Link!- oyó por fin la voz de Zelda, quien se oía muy asustada -¡Zelda! ¿Estás bien?- preguntaba el joven Hylian, angustiado por la suerte de su amada –Estoy en una especie de calabozo, tengo miedo... – la voz de Zelda se oía cada vez más acongojada, y Link se inquietaba por ello –No te preocupes, pronto iré a salvarte ¿Tienes alguna idea de dónde estás?- le consultaba Link, desesperado por la situación –Este lugar es... húmedo, oscuro... parece una tumba, o una cueva- describía lentamente Zelda. Link iba mencionando cada detalle para que los demás se dieran una idea, y pudieran imaginar dónde iniciar la averiguación de su paradero. -Podrían ser unas tumbas que se encuentran en el desierto, fuera del camino marcado con banderas- sugirió Nabooru, al recordar ese lugar.

Todos iban a prepararse para salir en busca de la princesa, cuando Link recordó otro detalle, sacó su ocarina y empezó a tocar la melodía "Arrullo de Zelda". De inmediato, el joven Hylian comenzó a desvanecerse y, ante la sorpresa de todos, se transportó como un rayo de luz en dirección de donde se encontraban las tumbas que mencionó Nabooru; todos los demás tomaron camino en la misma dirección. Link estaba ya en la entrada de las criptas, cuando oyó un ruido; no parecía una voz, se oía más bien como un lamento profundo, como el de los Re-dead. El joven Hylian se alertó por el ruido y desenvainó su espada; repentinamente una multitud de espíritus salieron de las tumbas soltando clamores y quejidos –Vete de aquí, los vivos no son bienvenidos... - decían los desdichados fantasmas -... nosotros entramos y nos volvimos alimento del Señor de la Oscuridad- seguían los sombríos entes, mientras Link sólo pensaba en la desventura que le esperaba a Zelda si él no la rescataba a tiempo. Sin perder tiempo entró en las oscuras fosas, listo para enfrentar cualquier peligro con tal de salvar a su querida Zelda -¡Zelda!- gritaba al tiempo que entraba, con la esperanza de que la encerrada princesa le escuchara... pero sin éxito.

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Saria y los otros se encontraban a la entrada del desierto, listos para entrar en busca de las tumbas –Tengan cuidado, la arena movediza los puede tragar- advertía Nabooru a Saria, Ruto, Malon, Darunia y Link / goron, quienes se les habían unido poco después. Iniciaron entonces, la búsqueda de las tumbas para encontrar a Link y a Zelda; lo que no sabían era que no sería nada fácil llegar hasta allá, el desierto era de por sí difícil de cruzar en el camino que indicaban las banderas, mucho más lo era fuera de este camino. Era bien sabido que el que intentara alejarse del camino de las banderas regresaba a donde iniciaba, pero ese conjuro no se llevaba a cabo en una determinada sección del camino, ahí estaba el camino a tomar para llegar a las mencionadas tumbas. Era un camino complejo de hallar, pero Nabooru había memorizado cada punto del camino, y no tardaría en avisar cuando y donde había que desviarse del sendero para tomar la ruta alterna hacía los antiguos sepulcros.

Mientras tanto, en las tumbas, nuestro héroe no encontraba un pasaje hacia la mazmorra donde se encontraba su amada Zelda; al entrar, se encontró en un gran salón circular con un gran símbolo que parecía ser de fuerzas malignas  en el piso (dos serpientes enroscadas en una espada, encerradas en un escudo) y múltiples caminos, cada uno al que entraba le regresaba al salón luego de un largo pasadizo. Para no perder el tiempo, se le ocurrió dejar el hechizo del "Viento de Farore" para regresar pronto a la salida luego de rescatar a Zelda. Fue entrando pasadizo por pasadizo, esperando encontrar el correcto, pero sólo hallaba más enemigos, débiles pero numerosos. -¡Zelda!- gritaba hacia todas las direcciones, esperando una respuesta de la princesa, pero sólo oía regresar el sonido de su propia voz; intentó comunicarse por telepatía, pero había un hechizo en ese lugar que impedía que sus pensamientos se encontraran con los de ella, parecía ser que el siniestro individuo que la raptó se dio cuenta del lazo mental que tenían, y conjuró ese maleficio para evitar que Link y Zelda se comunicaran. También parecía que había prevenido la magia de la ocarina, pues Link en un principio quería llegar al calabozo dónde estaba la princesa, pero llegó a la entrada nada más. Tenía todo en su contra: La magia, el tiempo... todo; no estaba muy cansado, solo harto de pasar tanto enredo. Entonces notó algo extraño, cuando entraba a un pasaje, el símbolo de las tinieblas que había en el salón brillaba. El joven Hylian se concentró en el extraño signo, trató de golpearlo con la espada, utilizó el Longshot, las bombas, pero nada funcionaba; luego se le ocurrió utilizar la lógica, y probó con las flechas de luz, ¡fue un éxito! El hechizo que estaba en toda la habitación se desvaneció, y Link trató de seguir el camino correcto con su propia magia. Se concentró en una flecha y ésta empezó a brillar –Muéstrame el camino hacia Zelda- dijo una vez que la flecha estaba brillando y, tomando el arco, la lanzó hacia arriba. La flecha comenzó a dar vueltas por el cuarto, y se detuvo por fin en una puerta, entrando en la misma. Link pasó por oscuros pasadizos, enfrentándose con enemigos más difíciles de los que se había enfrentado en ese momento, pero estaba determinado a encontrar y rescatar a su querida princesa, a la que había jurado proteger, no por que fue nombrado para ello, sino por una promesa que se había hecho a sí mismo, por el amor que siente por ella...

Link iba descendiendo poco a poco dentro de los pasajes de las tumbas, como si se dirigiera al centro del mundo; luego de haber pasado algunas dificultades, entre las que se pueden mencionar un ejército de Stalfos, un Iron Knuckle y cincuenta stalchild, encontró con un gran problema: una gigantesca puerta de acero protegida por cinco Iron Knuckle, que por cierto se veían más fuertes de lo normal. Se preparó con el conjuro del "Amor de Nayru", su espada y su escudo en posición de ataque, y se lanzó contra los poderosos guardias, sosteniendo una brutal batalla. A Link se le acababa el tiempo y el hechizo, pero logró vencer a los terribles enemigos esquivando sus ataques y atacando al que tenía más cerca en cada ocasión. Cuando por fin había terminado con los Iron Knuckle, quiso abrir el gran portal, pero estaba sellado por una especie de magia -¡¿Y ahora qué hago?!- se preguntó el joven Hylian, ya fastidiado con los acertijos -¡Vamos, piensa Link! ¿Qué hacer? ¿Qué puede abrir una puerta de acero sellada con magia?- se decía a sí mismo, desesperado, porque esta vez no eran siete años de viaje en el tiempo, ¡eran menos de veinticuatro horas! De repente vino a su mente una idea, como si hubiera sido iluminado en ese momento -¡Claro! ¡Una llave con un contra-hechizo!- había dado en el blanco, tomó una de las viejas llaves que usó en los calabozos de su anterior aventura, y concentró la magia que le quedaba en ésta. Intentó introducirla en la puerta, y ésta se amoldó a la forma de la llave; le dio vuelta a la llave, y se abrió la inmensa entrada. Link entró rápidamente, y se encontró con el ser que lo había empezado todo, el supuesto Señor de la Oscuridad, quien estaba notablemente sorprendido de verlo, además de gravemente molesto -¡Link!- el joven Hylian oyó una voz familiar, era Zelda, encerrada al fondo del inmenso recinto, que parecía sacado de un cuento de terror –Zelda, no te preocupes, todo saldrá bien- decía dulcemente -¡¿Cómo pudiste pasar mis trampas, sirvientes y acertijos?!- vociferó el maligno ente al ver entrar a Link sin un rasguño –Valor, magia, confianza y... amor, es todo lo que necesito para vencer cualquier dificultad- dijo Link en tono triunfante, mientras mostraba la resplandeciente insignia en su mano izquierda, ¡era la Trifuerza del Valor! Link había demostrado que él es y será el Héroe del Tiempo -¡Muy bien! ¡No más juegos! ¡Esta vez me aseguraré que no vuelvas a interponerte en mi camino! Prepárate para la última batalla- decía el temible engendro, al tiempo que se ponía en posición para pelear, ahora era en serio y pelearía con todas sus fuerzas, también Link.

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¿Y bien? ¿Creen poder esperar hasta la batalla? Si yo fuera ustedes, no. Sólo espero que manden muchos reviews para saber qué es lo que opinan. No puedo dejarles más dudas porque sería cruel, pero espero que les haya gustado hasta este momento, esperen el próximo capítulo. Se despide Zero Link desde Hyrule...