Zero Link y todos los demás están en el salón principal del castillo de Hyrule festejando.
Zero Link¡Hola a todos! Decidí hacer el capítulo como me saliera. Aquí pasaron muchas cosas, no sabía si escribirlas todas o evitar algunos detalles, pero... ustedes son mis lectores y quiero que lean lo más relevante de lo que vi en esos momentos, hasta llegar al evento principal por el que estamos celebrando.
Link: Además, queremos que se enteren de cosas que en el capítulo anterior pudieron no quedar del todo explicadas .
Zelda: Y agregar algunas cosas que darán más sentido a las respuestas nn.
Ruto: Por eso, tal vez este capítulo les resulte un poco más largo que los anteriores... o más corto, nunca se sabe con ZLink U
Saria: Pero es para darle un buen final a esta historia que sabemos que a muchos de ustedes les ha gustado bastante.
Malon: Y para que dejen un review, aunque sea el único para algunos.
Darunia: Así que, por piedad al pobre de Zero Link y su bajísima autoestima ¬¬U, dejen un review.
Nabooru: Sí, no tienen idea de lo insoportablemente deprimido que se puede poner este sujeto, sobre todo cuando tarda dos semanas que reciba review.
ZLink¡Oye ¬¬X! Sólo me deprimo si no llegan en tres semanas, y ¡no soy insoportable!
Impa: Eso dices tú.
Zero Link¡Basta 0 ! Sólo... vean lo que ocurrió. He aquí el capítulo final y, disculpen el que el intro haya sido tan al estilo de los finales de telenovela U. Me gusta pensar que es más bien la última puesta en escena de una gran obra; es, mi primer fic, y está llegando a su fin... se siente, diferente uu... espero que les guste .
Caballero de Hyrule
Capítulo 7: Un final feliz siempre es un nuevo inicio...
Dentro de los muros del castillo de Hyrule, una bella princesa despertaba. Al abrir sus ojos de azul cristalino, se dio cuenta que un muchacho de vestimenta verde, con apariencia de haber luchado en una terrible batalla, dormía sentado cerca de ella. Sonrió levemente y se sentó a la orilla de su cama para acercársele. Comenzó a juguetear con el dorado cabello del chico, esbozando una mayor sonrisa al ver el aniñado rostro de éste. Parecía que los años no habían pasado, y que él seguía siendo un niño... ¡Cómo quisiera Zelda que los años no hubiesen pasado para disfrutar más tiempo del cariño y las atenciones de Link! Repentinamente, el joven héroe despertó, encontrándose con la entretenida mirada de su amada princesa. –Buenos días, dormilón – Zelda lo veía con ternura, él se quedó así, mirándola a los ojos, hasta que se le acercó con una mirada inquisitiva. –¿Cómo que dormilón¿Tienes idea de a qué hora me dormí esperando que el veneno que inhalaste en la cueva saliera del todo?– le dijo Link con tono entre bromista y de reproche. –¿Inhalé veneno en la cueva?– preguntaba la chica mientras su faz pasaba a una mueca de asombro. –En la cueva había veneno en el aire, así que la medicina empezó a sacártelo lentamente. Cuando llegamos aquí era casi medio día, y aún seguías expulsándolo; me quedé contigo todo ese tiempo, hasta que terminó de salir casi a media noche... Parece que la dormilona es otra ... – agregó el muchacho, besándola suavemente. –Gracias por estar conmigo. Pero... ¡no cuenta! Estaba liberando veneno, así que no cuenta; normalmente yo me levanto temprano– le contradijo ella con tono burlón. –De cualquier manera, tenemos que salir, los demás también están preocupados– expresó Link. Ambos salieron para encontrarse con todos sus amigos alrededor de la puerta. –¡Qué bueno que ya estás bien, Zelda !– Malon la abrazaba fuertemente. –Nos tenías preocupados a todos nn– intercalaba Saria. –Lamento haberlos angustiado... de no ser por Link, yo... – la princesa no pudo contener más sus lágrimas, y se echó a llorar en el hombro del joven hylian. Para todos, sobre todo para Zelda, esos momentos fueron sumamente dramáticos y, era natural que hubiera reacciones así por parte de algunos. –No te preocupes, Zelda, ya todo está bien... yo estoy contigo– Link intentaba tranquilizarla como podía, dado que Zelda nunca había llorado de esa forma antes, estaba realmente asustada; parecía como si, de repente, todo el miedo, el sufrimiento y la angustia de lo ocurrido esa noche la abrumaran en conjunto. La pareja se retiró nuevamente a la habitación de la princesa, buscando recuperar la calma. –Olvida ya todo lo malo... o piensa que, a pesar de las cosas malas, seguimos tú y yo juntos... – las palabras del muchacho eran dulces y consoladoras, como sólo él podía hablarle. Ella poco a poco se fue sosegando, mirando a su amado protector a los ojos, y abrazándolo luego. Él se limitó a corresponder el abrazo y continuar con sus frases reanimadoras, mientras acariciaba el cabello de la hermosa joven. Era necesario calmarla, sí; pero, en cierta forma, le gustaba tenerla así, como si fuera una niñita que él podía consentir a su gusto.
Paulatinamente Zelda fue calmándose del todo, pero Link no daba señales de querer soltarla, le encantaba tenerla tan cerca, estar tan juntos... Con un ligero esfuerzo, ella se fue separando, para acercarse al rostro del Héroe del Tiempo y de su corazón, y unir sus labios con los de él en un delicado beso. El joven se dejaba llevar por las emociones y entornaba la cabeza para hacer encajar sus labios con los de ella perfectamente, tomando pequeños respiros y llevando un ritmo perfecto. De repente se detuvieron para verse directamente a los ojos, no pudieron encontrar en los ojos del otro cosa distinta a amor puro y sincero, el cual nunca tuvieron el valor de demostrarse hasta hace un mes. Cuando reflexionaban en sus mentes lo ocurrido en todo ese tiempo, un suceso de la batalla contra el Señor de la Oscuridad los inquietó. –Link¿qué le ocurrirá ahora a la Trifuerza?– indagó Zelda. –Hmm... no sé 99, habría que consultarlo con alguien que sepa de la leyenda– contestó Link, pensativo. En ese instante, la marca del poder dorado resplandeció en la mano izquierda del hylian, separándose de ésta y flotando frente a él. –Héroe del Tiempo... – dijeron al unísono tres voces femeninas, provenientes de la Trifuerza, quienes hablaban con autoridad. –... somos Farore, Din y Nayru... el mal al que os enfrentasteis no desapareció, mas lo habéis hecho dormir, no os preocupéis más de él; sin embargo, la Trifuerza debe ser separada una vez más... el poder que poseéis retornará a su dueño... – de inmediato la Trifuerza del Poder se separó y desapareció. Mientras que, en otra dimensión, un malvado rey celebraba el retorno de su gran energía mágica. –... la sabiduría con que pensáis volverá al ser del que la tomasteis... – en el acto, la Trifuerza de la Sabiduría abandonó la formación, y se posó en la mano de la princesa ahí presente. –... y vuestro valor permanecerá en vos... Habéis logrado unir el Poder Dorado con la ayuda del oculto cuarto poder, con el cual podéis reunir la Trifuerza, si llegaseis a necesitarlo... – dicho esto, la presencia de las diosas desapareció del recinto, y la Trifuerza del Valor se reintegró, junto con la Trifuerza del Amor, al cuerpo de Link. –Bueno, creo que ahí está la respuesta – dijo éste, abrazando a Zelda y elevándola del suelo con giros de alegría. –Ahora por fin estaremos juntos... –
Unas semanas después...
Vemos a Link despierto desde muy temprano; el hábito de dormir hasta tarde le había sido arrebatado por las constantes salidas con Zelda, las cuales no le molestan en absoluto, claro 0. Esta vez hay algo diferente, el día de hoy arreglaron verse un poco más tarde, mas el joven hylian tenía una preocupación lo suficientemente grande como para levantarse incluso más temprano que Saria. Cuando ésta entró se encontró con un Link con cara de no haber dormido bien, dando vueltas de un lado a otro y con algo entre las manos. –Buenos días, Link ... ¿qué tienes en las manos o.o?– el chico se sobresaltó al percatarse de la presencia de su mejor amiga. –Saria¿de dónde saliste? Bueno, no importa¡necesito que me ayudes!– le rogó el héroe con ojos lastimeros y revelando el secreto entre sus manos: un humilde anillo forjado por él mismo, con oro puro obtenido con todo el dinero que le quedaba, y un diamante no muy grande sacado casi de la lava de Death Mountain (lo de "humilde" es por lo tosco del forjado, recuerden que la única herramienta que puede usar para forjar es el Megaton Hammer). –¿Tú lo hiciste ? Déjame adivinar ¬w¬¡¿es para Zelda¡¡¿Le vas a proponer matrimonio!– la chica de cabello verde no cabía en su asombro. –Sí, pero no lo digas tan alto, ni siquiera sé cómo se lo voy a decir; por eso quería tu ayuda, Saria ó.o. Por favor¡ayúdame!– le suplicó el rubio, de rodillas y con los ojos vidriosos. –No te preocupes, te ayudaré ; de hecho, se me acaba de ocurrir una idea... actúa normal con Zelda hoy, que Impa y yo nos encargamos del resto... – le aseguraba ella con semblante seguro. –... sólo asegúrate de llevar el anillo, te darás cuenta cuando llegue el momento, confía en mí. Respecto a cómo decírselo, no me preguntes, lo único que te puedo aconsejar es que dejes salir lo que sientes, eso será mejor que cualquier discurso– Link se incorporó, intentando ahogar sus más que obvios nervios y disponiéndose a desayunar para estar listo.
Un par de horas después, una silueta a caballo se ve salir del bosque Kokiri; lleva en sus manos un ramo de flores y, escondida en una de las bolsas de su cinturón, una cajita con un anillo en su interior. La faz del joven se ve al mismo tiempo emocionada y nerviosa, con la vista fija en su destino: el castillo de Hyrule; desmontando, atraviesa presurosamente el mercado y saluda a los guardias de la puerta principal del castillo, quienes, conociendo al chico, lo dejan pasar sin tardanza. Apenas entró al castillo, fue bien recibido por Impa, la cual ya había sido informada por Saria, a través de cartas llevadas por los guardias, de las intenciones de Link para con la princesa Zelda. –Buenos días, Link, ya estoy enterada de todo; tú diviértete con Zelda, que nosotras nos haremos cargo de prepararte el momento 0– expresó la Sabia de las Sombras, al momento que cierta princesa corría a abrazar a su Héroe del Tiempo, claro, sin haber oído lo anterior. –¡Buenos días, Link !– dijo Zelda, dándole un dulce beso en los labios. –Hola, Zelda¿salimos ya?– indagó el joven hylian luego de corresponder el beso y entregarle las flores. –¡Claro, vamos!– la princesa se lo llevó emocionadamente del brazo. 'Me encanta que haga eso, hemos salido todos los días desde que ella se recuperó y sigue jalándome con el mismo entusiasmo de la primera vez' pensó sonriente el chico mientras intentaba mantener el paso de su amada. En pocos minutos estaban en campo abierto, montaron a Epona rápidamente y emprendieron su cabalgata sin rumbo por la gran tierra de Hyrule. Pasadas un par de horas, se detuvieron en una sección del río ubicada al norte del castillo, un pequeño paraje aislado del resto de la pradera (ustedes saben, esa parte a la que solo se llega cruzando el río, cerca también de la entrada a Gerudo Valley); con una pequeña ayuda del Longshot, alcanzaron ese pequeño trozo de tierra cuya frontera era el río Zora (lo sé, un poco brusco, pero aún así es algo romántico). Se sentaron a disfrutar del sol y a hablar placenteramente; sin embargo, un diminuto escalofrío recorrió la espalda del joven héroe, la duda acerca de cuándo o cómo hacer la pregunta más importante de su vida, de cuya respuesta dependía su futuro al lado de Zelda. Mil batallas contra las más temibles criaturas de este mundo y otros tantos, cientos de experiencias cercanas a la muerte, nada de eso se comparaba con lo que seguía: preguntarle a la dueña de su corazón y causante de sus latidos si estaba dispuesta a pasar el resto de su vida con él; esta vez, ni la Trifuerza del Valor le daría el coraje suficiente para afrontar el desafío, todo corría por su cuenta. Su único apoyo era la Trifuerza del Amor, y la promesa de Saria e Impa de un momento adecuado y mágico para hacer la pregunta.
–Link¿pasa algo malo?– el chico estaba congelado¡ella se había dado cuenta! No podía exteriorizar su temor o, peor aún, preocuparla; debía ahogar toda duda, reprimir todos sus temores y pensar en el amor que le tiene para seguir adelante con esto. –No, nada, sólo pensaba en tonterías nñ– tonterías... eso es lo que son sus temores... ¡sólo un montón de tonterías¡¡Y ningún héroe respetable deja que las tonterías le impidan hacer algo importante! En ese instante, Link sintió un golpecito en la nuca; se puso de pie, esperando que el agresor se mostrara. –Ahora sí pasó algo; dime qué, Link o.ó– demandó Zelda, poniéndose también de pie. Cuando el confundido joven se puso la mano en la nuca, encontró una Deku Nut con un mensaje en la letra manuscrita más reducida que se pueda imaginar¡Ahora! Al voltear en dirección del disparo vio aparecer hadas esparciendo su milagroso polvo de estrellas sobre él y la princesa de Hyrule, además de un trozo de tela verde en la rama de un árbol, era el momento. –¡Qué hermoso¿No te parece, Link?– decía Zelda, extasiada por la repentina aparición de las hadas, sin darse cuenta de que Link se arrodillaba frente a ella y aclarando su garganta, buscando en su corazón las palabras más adecuadas. –Zelda... – la muchacha ahogó un suspiro mientras que sus ojos azules se llenaban de lágrimas de emoción al adivinar lo que ocurría. –Zelda, amor mío, hemos pasado por mucho y, aunque nos estamos demostrando nuestro amor desde hace poco, sé que lo nuestro está destinado a durar el resto de nuestras vidas y aún más... por eso, quiero saber si me harías el hombre más feliz del universo y me concederías... el honor inmenso de ser mi esposa– dijo, al tiempo que le mostraba el anillo, forjado con puro amor. –Yo... ¡sí!– exclamó ella, con la voz entrecortada, lanzándose a los brazos de su amado héroe para llorar de felicidad. –¿En serio!– preguntó él, sin creerlo... –Sí, acepto– decía una Zelda vestida de pies a cabeza con hermosa seda blanca, mirando a los ojos a un Link en resplandeciente armadura ligera color verde con detalles dorados. –En ese caso, yo los declaro marido y mujer, puede besar a la novia– pronunció el ministro, siendo sus palabras obedecidas como ley, y los labios de los ahora esposos encontrándose en un apasionado beso. Las campanas se hicieron sonar por todo Hyrule y la celebración explotó apenas la feliz pareja salía del Templo del Tiempo...
Se supone que ahora debería escribir "fin", pero esto es sólo el principio: ahora la historia la escribirán Link y Zelda, este es el primer día del resto de su vida... juntos.
Antes que nada, creo que los decepcioné, pues prometí un capítulo largo; la verdad yo me decepcioné a mí mismo uù, creí que tenía demasiadas ideas, y cuando despejé mi mente, esto fue lo único que salió a flote, al menos el momento de la proposición fue mágico¿no les parece ? Creo que muchos ya sabían que esta era la fiesta que celebrábamos , algunas cosas son muy obvias... En fin, es el fin de mi relato, de mi versión... pero no de esta historia de amor, siempre saldrán a la luz nuevas leyendas, por otros autores, mi única esperanza es que esta leyenda sea su favorita, es corta, pero la he escrito para que la vean a través de mis ojos.
En caso de que se lo preguntaran, no estoy saliendo ya con Malon U, ella conoció a un chico que es un excelente jinete, además de que Ruto acaba de conocer a un Zora de un reino vecino y Saria al fin se decidió por Mido... no se preocupen por mí, es hora de que me mueva con mis otros fics... He terminado con mi primer fic, espero haber llenado sus expectativas, sobre todo las de Fairy Li. Antes de retirarme, quiero pedir a ustedes, apreciables lectores que me disculpen por la tardanza, la universidad es una carga muy pesada; y, finalmente, quiero pedirles dos favores más: que los lectores que no se han perdido ni un capítulo pero no han dejado review, dejen uno en este capítulo, al menos. Y el segundo es que, si les gustó como escribo, estén al pendiente de mi otro fic publicado, "Megaschool X", un crossover de las sagas de MegaMan en universo alterno; salió después, pero es más largo UU. Esperando que esta historia haya sido de su agrado, me despido.
Zero Link... reporting to base.
