DISCLAIMER: Nada ni nadie de lo escrito a continuación me pertenece, salvo mi locura y mi persona... ô.o que hasta donde tengo entendido sí son mías, pero en este mundo matraca donde el que no cae, resbala, no podría asegurarlo con certeza.

(música matona)

Poco tiempo hay para conquistar

la medalla que te calificará

y deberás caer

para volver

a la liga otra vez

Es Yoblade! Yoblade!

(más música matona)

Hazlos luchar siempre de ese modo

y "¡Pokébola, ve!" deberás gritar,

mi Pikachu siempre ganará,

no lo puedes evitar...

Es Yoblade! Yoblade!

(un último cachito de música matona, y luego...)

Es Yoblade! Es Yoblade!

YoBlade!

¡Qué más da!

Los amigos vienen y se van... los enemigos, en cambio, se van acumulando, pero para eso se inventaron las bazookas. (Cuando los amigos se convierten en enemigos)

Y aquel extraño grupo estaba compuesto por el tal Kane, un individuo con cerebro de paja llamado Goki, un sujeto con cara de borracho drogadicto llamado Jim, y una chica muy extraña llamada Salima.

Los Psykotick, pues, se dirigieron al laboratorio del Dr. Vemimollerapelona para empezar las pruebas con los nuevos cyber-pokemon bit. El primero fue el tal Jim, cuya mirada sicótica daba escalofríos, con el tal Cyber-Blastoise.

Resultados del experimento: Los dos mil quinientos setenta y cuatro yoblades lanzados contra Cyber-Blastoise fueron reducidos a su más nimia e irrisoria expresión.

Lo mismo pasó con la escasa cordura de Jim.

Mientras, en el laboratorio del malvado Sr. Dickenson, las computadoras enloquecieron también. Así pues, fue a su oficina, donde estaba la última computadora cuerda. La encendió. Y también se descompuso.

Dos horas después, descubrieron el porqué de tan tortuosa situación: un correo electrónico, con un extraño virus de broma. El correo decía, con la severidad de Mandos ante los Noldor exiliados de Aman, que el equipo Psykotick retaba a los Bladefixers a un reto.

Eso los extrañó mucho, porque no sabían que ya hubiera un equipo Psykotick oficial.

Pero pronto se enteraron de quiénes eran los miembros de tal agrupación, pues el Dr. Vemimollerapelona había ordenádoles que atacaran a yo-luchadores amateur por toda la ciudad.

Estos individuos, obviamente derrotados, obviamente enojados, le soltaron los pelos y señales de los psykoticks a los bladefixers.

Después de hacer un retrato hablado, se percataron de que eran idénticos al grupo aquel del lago. Tyson se negó a creerlo.

— TT-TT no puede ser...

— Pero es — le espetó Morgan, saboreando su extraño momento de seudo-crueldad. Rogran la fulminó con la mirada.

— ¡-¡ y si... y si... ¿y si es cierto eso de la deformación metafórica? — preguntó Tyson, suplicantemente. Quería creer que era así.

— ... y dale... — masculló Morgan, conteniendo la ira. Había que quitarles esa extraña idea de la cabeza antes de que se volvieran total, absoluta e irreversiblemente locos.

— ... puede ser — concedió Max.

— u-u sólo hay una forma de saberlo — dijo Rei

— ¿cuál? — preguntó Tyson

— n-n yendo al laboratorio de los psykoticks y viendo si están ahí "de planta"

— tiene lógica — reconoció Kenny

— pero...¿qué tal si los atrapan? — divagó Kai

— ô.o ¿"los"? — se extrañaron los demás.

— ô-o ¿qué no piensas ir? — preguntó, inocentemente, Hilary

— ... alguien se tiene que quedar a cuidar al abuelo, ¿no?

— yo me quedo — dijo Jenny rápidamente.

Rogran sacudió la cabeza lentamente. Eso no le daba buena espina.

— ¿y si tiene una crisis? Alguien tiene que quedarse a cuidarlo mientras alguien va por el doctor, y quizá otro alguien tenga que salir corriendo por alguna medicina — dijo Kai.

— cierto — opinó Rei.

— ... ¿por qué evades esta situación, Kai? — preguntó Tyson

— ... la verdad... es que no me gusta ir por ductos de ventilación y todo ese asunto — aceptó Kai.

— además, mientras más personas vayan, es más difícil mantener el secreto — divagó Rogran. — yo también me quedo.

— bien, está decidido — dijo Tyson, y él, Hilary, Kenny, Rei y Max salieron.

— ... voy a prepararle un té al abuelo, ¿quieren uno? — preguntó Kai, mientras iba hacia la puerta.

— No, gracias — le respondieron los otros dos, y él siguió su camino.

— ... bien, Rogran, ya puedes decirme la verdad — comenzó Morgan con su tono más... angelical — ¿por qué te quedaste?

— ... sabes que no confío en ti — respondió él con una sonrisa amarga — si al abuelo le diera un ataque, le practicarías una eutanasia para que ya no siguiera sufriendo.

— no veo qué tiene de malo.

— ... y seguramente, también le harías ese favor a Kai, para que no llorara por el abuelo, a quien quiere tanto

— tampoco veo lo negativo de eso.

— ... ése es el problema, Flint. Seres de tu calaña no aceptan lo perjuicioso de sus intentos de "buenas acciones". Si...

Rogran se interrumpió al notar que Hilary, que había escuchado la conversación desde atrás de la puerta porque había tenido que regresar por uno de los tantos aditamentos de la laptop de Kenny, se había apoyado de más en la puerta y la había abierto. Se excusó, dijo que iba por el tal aparato, y salió, actuando como si no hubiera oído nada.

— es tan patéticamente obvia... — suspiró Morgan, y se fue a donde el abuelo, para darle la medicina.

Rogran, ignorando el comentario, la siguió, para asegurarse de que fuera la medicina y no cualquier otra sustancia.

Y los peores temores de Tyson se confirmaron. Kane y toda su pandilla eran el equipo Psykotick por antonomasia.

— TT-TT NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO ! — gritó Tyson, olvidando que iban de incógnito. Esto hizo que el equipo Psykotick y el Dr. Vemimollerapelona voltearan a donde la mayoría de los bladefixers y Hilary estaban — No, Kane, tú no! — prosiguió Bachoco, desgarrándose, suplicándole, intentando hacerle recordar... Pero él... sólo dijo...

— ô.ò ¿te conozco?

— o.o sí, sí me conoces! Ayer jugamos yoblade cerca del lago de verano de Nessie!

— ô-ó no me acuerdo. ¿estás seguro?

— segurísimo!

— ... pues no, no me acuerdo.

Tyson, herido, salió corriendo. Su Compañía lo siguió.

Y Kane, Goki y Salima se negaban a usar Cyber-Pokémon-Bit, pues habían visto sus extraños efectos. Pero claro, esa parte no la oyó Tyson, porque casi los atrapan a él y a su grupito, de no ser porque Tong, James Tong ζ el héroe de la película "El Esmoquin", interpretado por Jackie Chan ζ llegó y los rescató con sus famosas habilidades. Tampoco oyeron la parte en que Kane decía que si no peleaban en igualdad de términos y condiciones, aquel tipo de cuyo nombre no podía acordarse tal vez se obsesionara y se volviera demente y tratara de asesinarlos uno por uno.

Pero al Dr. Vemimollerapelona eso le importaba un rábano. Con el tiempo, estaba seguro, podría convencerlos de que usaran los cyber-pokémon-bit.

Y lo bueno de todo esto, es que el abuelo estaba absolutamente curado.