DISCLAIMER:

¡He aquí lo que les diré!:

El Conejo de Pascua posee la Pascua.

Lo demás, son sólo tonterías innecesarias.

(música matona)

Poco tiempo hay para conquistar

la medalla que te calificará

y deberás caer

para volver

a la liga otra vez

Es Yoblade! Yoblade!

(más música matona)

Hazlos luchar siempre de ese modo

y "¡Pokébola, ve!" deberás gritar,

mi Pikachu siempre ganará,

no lo puedes evitar...

Es Yoblade! Yoblade!

(un último cachito de música matona, y luego...)

Es Yoblade! Es Yoblade!

YoBlade!

¡Qué más da!

¡Santos progenitores, Batman! (¿Quién es tu papá?)

Zeo fue al campeonato,

Primeramente porque es un apostador nato,

Y segundamente porque le tocaba jugar.

Sus "compadres" lo iban apoyar,

Y ya conocemos su identidad:

Tyson, Kai, Rei, y Max,

Además de otros que no vale la pena mencionar.

Pero Zeo, ya se sabe,

Es un ente sobrenatural,

Que se sale de lo normal

Con su inteligencia artificial,

Sus alas de vinilo

Y su conducta de niñito.

Con tales cualidades, a su enemigo desesperó;

Y en su desesperación se enojó,

Y en su enojo se desconcentró,

Y en su desconcentración perdió,

Y en su derrota, lloró.

Su caudal de lágrimas al público conmovió,

Y Zeo, estupefacto, casi se auto-linchó.

Pues había herido a un ser humano

Y eso iba en contra de su código binario,

Además de que rompía su corazón aviario.

"¿Ves? ¡Cien mil veces ya te he dicho que es un ave de corral!"

"¡Y dale! ¡Que es un montón de metal!"

Así discutían,

Cual es tradición,

Jenny y Rogran,

Más que nada por aburrición.

Tyson estaba molesto

Por presenciar un espectáculo tan funesto.

Pues nunca habría creído

Que así de desconsiderado resultaría Zeo.

"¡Y pensar que he visto el día

en que has actuado con tal felonía!

¿Puede saberse qué pensabas?

¡Él ningún daño te deseaba!

¿Y todo por qué? ¿Por ganar?

Has perdido tu honor,

Y todo por un juego intrascendental.

¡No digas nada! Es tanto mi dolor,

Que no sé si deba darte una bofetada

O un certero puntapié.

Lo único que sé

Es que todo esto es una gran jalada."

"¡Pero Tyson!" trató Zeo de defenderse,

"¡Te juro que no me enorgullece

hacer tal daño a un simple mortal!"

"¿Has dicho mortal?

Entonces, ¿qué eres tú?", preguntó Jenny, sorprendida.

"Los pollos también tienen fecha de caducidad."

"Lo mismo va para las tarjetas madre", agregó Rogran,

"que quedan fundidas

con suma facilidad."

"He dicho mortal, en efecto,

porque morirá de tal dolor,

dolor que he causado yo,

el ser que no merece ningún afecto."

Ésas fueron las sombrías palabras de Zeo.

Max intentó desviar el tema.

"¡Calma, tíos!

¡Que el pobre infeliz se deprima!

Es su decisión,

Y no tiene caso que peleemos

Por su aflicción,

Que ni la debemos ni la tememos,

Ni nos importa un cacahuate."

"¡Debería latiguearte!"

exclamó Tyson,

"¡y después apalearte por toda la eternidad,

a ver si así despierta tu corazón

del largo letargo de la frialdad!"

"¿Crees que te temo?",

replicó Max con desdén.

"El Planeta Tierra está muerto,

y nada más puede hacerme ni mal ni bien."

"¡Podrías, al menos, intentar superarlo!"

exclamó Rei, medio desesperado.

"¡BASTA!" gritó Zeo, y se fue corriendo de lugar.

Mientras tanto, la Dra. Katipunan

Trabajaba sin descansar

En extraer un pokémon bit

Para dárselo a alguien digno,

O al menos no del todo indigno.

Pero, ¿qué puede decir de indignidad

Quien ha traicionado a su lealtad?

Pues la Dra. Katipunan desobedecía

las órdenes de Zagart, y lo sabía.

Zagart, naturalmente, enfurecióse,

Y a punto de que el coraje lo ahogase

Echó a patadas a la Dra. Katipunan.

La Dra. lo tomó con absoluta naturalidad.

"¡Como si me importara!

Vendrá rogando cuando vea

Que sin importar lo que haga

Todo al caño se irá."

Decidme, oh, Musas,

Si debiéramos saber algo más.

"¡Claro!" susurra Melpómene a mi oído,

"Pues la triste historia de Zeo

está por comenzar."

¿Cómo? ¿Hay algo más triste

que ser un pollo sin saberlo?

"Lo que te revelaré

conmoverá al pueblo,

pues el padre de Zeo

es un mal individuo."

¿Es malo?

Rehúsome a creerlo.

Rehúsome a escucharte,

Hija de Júpiter.

Zeo está tan lleno de bondad...

No, me es imposible creerte.

... ya no está.

Me ha abandonado aquí,

Todo por negarme a aceptar

Lo que sin duda es verdad,

Al menos a medias,

Al menos si se entiende así.

Me dijo que el padre de Zeo es malo...

Y tal vez sea un hijo del nabo,

Pero la maldad es subjetiva

Y la subjetividad no es objetiva.

Juzgue cada cual a su criterio:

Zagart es el padre de Zeo.

Y Zeo, para su desgracia,

Se enteró de que era él quien pretendiera

Arrebatar a los pokémon bit sagrados

De sus ilegítimos propietarios.

Fue tal su azoro,

Que cayó al suelo sin decoro.

Petrificado, esperaba en vano una explicación,

Que no le causó gracia ni alivio le dio.

Y he aquí que este cantar termino

Porque se acabó el vino

Y el tepache demasiado fuerte quedó,

Por lo que me despido,

Con mi lira y mi canción,

Hasta otra ocasión.


Del 17 al 24 de Marzo de 2005: Semana de las Rimas.