He aquí el esperadísimo final que resolverá todas sus dudas... o les creará más. Hasta la tercera temporada!

DISCLAIMER: Azetrec noc olrarugesa aírdop on, alabser, eac on ek le ednod acartam odnum etse ne orep, saím nos odidnetne ognet ednod atsah ek... anosrep im y arucol im ovlas, ecenetrep em nóicaunitnoc a otricse ol ed eidan in adan. Olnaczónocer, otse reel ek recah ek rojem adan neneit on.

(música matona)

Poco tiempo hay para conquistar

la medalla que te calificará

y deberás caer

para volver

a la liga otra vez

Es Yoblade! Yoblade!

(más música matona)

Hazlos luchar siempre de ese modo

y "¡Pokébola, ve!" deberás gritar,

mi Pikachu siempre ganará,

no lo puedes evitar...

Es Yoblade! Yoblade!

(un último cachito de música matona, y luego...)

Es Yoblade! Es Yoblade!

YoBlade!

¡¡Qué más da!

Ángel que pasa, besa y te abraza, ángel para un final. ζ "Ángel para un final", Silvio Rodríguez ζ

Los Libros de la Verdad Absoluta en Yoblade (LIVAY's, para abreviar)no eran, en modo alguno, fáciles de entender. La simpleza no venía definida en ellos. Bueno, sí venía.

Simpleza: lo que no encontraréis aquí.

Estaban llenos de retruécanos, sinécdoques, alegorías, metáforas, yuxtaposiciones, confusiones, revoltijos, recetas de cocina, chismes de barrio, Epítetos de Inmensurable Largaria, Imposible Pronunciación e Increíbles Raíces; garabatos, verbos subrayados, notas al pie, notas en el encabezado, signos del código ASCII, escrituras en alfabeto griego, cirílico, cuneiforme y sánscrito; retazos de canciones en inglés, español, italiano y totonaca; textos yuxtalineales y fotos de las vacaciones de alguien en Atotonilco el chico.

Flint no se complicaba la existencia: sabía lo que decían, por sus amplios estudios en el tema, y no se molestaba en explicarle nada a nadie. Más bien parecía que estaba abstraída en la eterna búsqueda de orzuela en su cabello y no se había percatado de la Inmensa Sabiduría que había a su alrededor.

Rogran suspiró de cansancio. Él había leído gran parte de los LIVAY's, y sólo le faltaba el último, que se creía perdido desde antes de la muerte de Gea. Ahora lo había encontrado, pero por más que lo intentaba no daba con la decodificación apropiada.

Los Bladefixers se estaban quebrando la cabeza con la Introducción del Libro Primero. Así siguieron por un buen rato, hasta que decidieron descansar.

—¡¿Se puede saber qué te pasa, Flint! —exigió saber Rogran—. ¡¿Cómo puedes estar ahí tan tranquila sin aprovechar la inmensa sabiduría a tu alrededor!

—Simple, mi estimado. Si no existo, no importa que sepa o no sepa lo que dicen. También es probable que no los descifre correctamente. O podría ser que fueran falsos. Pero sin importar todo eso, mi probablemente falsa memoria me dice que conozco su significado desde tiempo inmemorial.

—¿Ah, sí? ¿Desde cuándo?

—... más o menos desde antes de que los bladefixers ganaran el campeonato mundial.

—... ¿Y SE PUEDE SABER PORQUÉ NO HABÍAS DICHO NADA? —preguntaron todos los presentes, fúricos.

—Pues porque no preguntaron, ZOPES.

— ¬¬U qué frase tan choteada —comentó Rei.

—¡Y si te gusta! Ultimadremente, no es que no me importe lo que pienses, pero me vale.

—¡Uy, sí, tú! ¿Sabes qué? No te creo nada —dijo Rogran con vehemencia.

—Mira lo que me importa.

—A ver, si es cierto, descifra esto —dijo, tendiéndole el Libro Último en la página.

—Nada más simple —sonrió Morgan, y comenzó a leer.

Por tanto, el término "deformación especular" contiene el sentido (si no la sustancia) de nuestro pensamiento. Pues, como hemos visto, el Mundo Tortuoso sic cumple la función, tan necesaria como odiosa, de infundir determinación a todas las entidades y procesos, con lo cual hace que el universo sea ineluctable, tanto en la teoría como en la práctica.

—Evangelio de Edgar Hope Grief

—... no entendí ni papa —dijo Max tras cinco segundos de silencio general.

—El Mundo Tortuoso... es una leyenda, ¿o no? —se dijo a sí mismo Rogran.

—Nada de leyenda. Es más real que tú y yo. Verán, mis niños —dijo Morgan, volviéndose a los bladefixers—, el Mundo Tortuoso es un mundo donde todo es posible, donde nada es siquiera improbable. Tiene algunos inconvenientes, como todos los mundos, pero sinceramente creo que es la única posibilidad que tenemos de existir fuera de esta bodega.

—¡¿ESTÁS LOCA! —explotó el demontre—. ¡SÓLO UN SUICIDA SUGERIRÍA IR AL MUNDO TORTUOSO COMO SI...!

—¡DA LO MISMO QUE VAYAMOS O NOS QUEDEMOS!

—... ¿qué tiene de malo el Mundo Tortuoso? —preguntó Max con timidez.

—El Mundo Tortuoso —empezó Rogran— es como Whacky-landia. Un extraño y bizarro mundo donde cualquier cosa te puede pasar, o no pasarte, en un tiempo que pasa a la velocidad que se le dé la gana; donde los muertos hablan sin ser zombis, vampiros o momias; donde puedes convertirte en una nación y nombrar especies animales, vegetales o bacterianas; un mundo que te enloquecerá y nunca te dejará escapar.

—Exageras —comentó Morgan—. No es tan malo.

—Hablas como si hubieras estado allí.

—He pasado un tiempo considerable en él, sí.

—Eso explica porque te faltan algunos tornillos.

—Oh, bueno, pero ya los encontré —dijo Morgan, al tiempo que mostraba los tornillos y uno a uno se los volvía a poner en la cabeza.

—Ahora que los has encontrado, podrías proceder a ponértelos

—¿Y qué parece que estoy haciendo? —replicó, con un desarmador en la mano.

—Parece que están en uno de esos días —comentó Tyson con un suspiro.

—¿"Uno de esos días"...? —preguntó Hilary

—Sí, uno de esos días en que pelean por todo. La verdad, la mayoría de las veces es divertido —agregó Kai.

—Si tú lo dices...

Kai se encogió de hombros, y de repente un espasmo de dolor apareció en su cara. Cayó de rodillas... deshaciéndose.

—¡¿Es esto la inexistencia! —exclamó Rei, mientras Kai se ponía cada vez más verde, grumoso y... apestoso.

—¡Yiak! ¡Kai se está echando a perder! —comentó Tyson, tapándose la nariz.

—Ah, ya decía yo que era demasiado bondadoso como para existir —suspiró Kenny.

—... no. Kai nunca fue, ni será, bondadoso —sentenció Max, leyendo el último de los LIVAY's—. Tyson nunca ha tenido la más mínima habilidad ni inteligencia para nada, yo siempre he podido controlar Matrix, Kenny no es el más popular del universo, los pokémon bit no existen, y Marta Eugenia no ama a Clodomiro Adrián.

—¿Te volviste loco? —preguntó Flint inocentemente.

—¡No! Lo único loco es el mundo entero. Gea no está muerta. Los Cuatro Faros Elementales de la Alquimia están en Weyard, no en este mundo. Y, sobre todo, nosotros existimos.

—La Inexistencia tiene consecuencias funestas en los seres susceptibles —dictaminó Rei en un susurro.

—No. Max tiene razón —señaló Rogran—. Siempre la tiene. Aquí hay algo muy raro...

—¿Como qué? —quiso saber Hilary.

—Bueno, la bondad de Kai y el cerebro de Tyson son básicos. Recuerdo que Kai es un gruñón antisocial maldito bastardo traidor sin nacionalidad, y Tyson un completo idiota.

—La memoria es pariente de la verdad, pero no su hermana gemela —citó Morgan.

—Eso sólo aplica en los alzheiméricos como tú —retrucó Rogran, mordaz—. No sé porqué, pero sospecho que otra vez eres la culpable de todo.

—Era de esperarse. Siempre me quieres culpar de todo. ¡Eres un infeliz misógino!

—¡¿Misógino! ¡Estás mal de la cabeza!

—No, ciertamente nunca he estado más en pleno uso de mis facultades mentales. ¿Sabes? Infiero que eres el causante de todo esto, y por lógica pretendes cargarme el muerto a mí, siendo que no tengo vela en ese entierro.

—Y yo infiero que estás usando el viejo truco de tratar de desenmascarar al culpable en fragante intento de inculpación, para salvar tu miserable pellejo.

—¿Pellejo? Ni que fuera pollo.

—¡Basta! Te diré lo que creo. No, más bien, estoy seguro. De alguna estúpida forma que no comprendo, has deformado esta dimensión. Eso, o nos has transportado a Max, a Rei y a mí a una realidad alterna en la que Kai es un pan de Dios y...

—No, Kai no es un pan. Es un queso —interrumpió Flint—. Un queso tallado en forma de jarrón. Permíteme demostrártelo —extendió su palma ante Kai y recitó—. Lácteo que guardas los secretos de la tortuosidad, muestra tu verdadera forma ante Nos, los Inexistentes. ¡Libérate!

Kai dejó de retorcerse en el suelo con su repugnante aspecto y asumió su verdadera forma: un queso en pésimo estado en forma de jarrón.

—Queso azul, qué maravilla —dijo Tyson, comiéndoselo—. Ordeña del 92, sin duda. Era un queso Gouda antes de añejarse.

—Bueno, como sea —prosiguió Rogran, molesto por la extraña interrupción y la revelación implícita, además de por la estúpida parodia a SCC—. "Kai" ha demostrado no ser Kai. Ahora, Tyson es demasiado inteligente para creerlo. Max está deprimido. Y todas estas extrañas situaciones empezaron desde que llegaste.

—Claro que no. Empezaron desde que Tyson tuvo que decidir entre ir a la escuela y enfrentarse a Hilary o quedarse en casa y soportar a su abuelo.

—Bueno, pero empeoraron cuando llegaste.

—¿Cómo puedes saberlo, si llegamos casi al mismo tiempo? Además, vine ex profeso para protegerlos de tu loco plan de asesinarlos.

Yo nunca dije nada sobre matarlos. Y si alguien no me cree, que vea el capítulo 7.

—¡No pretenderás que lo hayan grabado!

—Pues que vean la repetición.

—Yoblade, a diferencia de beyblade, no se repite.

—¿Ah, no? ¿Y porqué?

—Pues porque no pega, grandísimo tarado. No hay nadie tan ocioso como para ver yoblade tres veces seguidas, y nadie puede perderse un capítulo.

—Oh. ¡Como sea! Más vale que digas que está pasando aquí.

—Rogran, la Inexistencia también está perturbando tu pequeña mentecita. Reitero mi sugerencia de ir al Mundo Tortuoso.

—¡JAMÁS!

—¡Pero bueno! ¿Habráse visto? En fin, no importa. Si Los Inexistentes no van al Mundo Tortuoso, el Mundo Tortuoso va a Los Inexistentes.

Dicho esto, una televisión vieja apareció de la nada y empezó a pasar un infomercial.

¿Cansado de no existir? ¿Harto de tener que escuchar tonterías sin sentido sobre un tal Mundo Tortuoso al que no quiere ir porque sería suicida? ¡No se preocupe! ¡Mundo Tortuoso para llevar! ¡Todo lo ilógico de su existencia sin acabar muerto ni más loco de lo normal!

La quintaesencia del Mundo Tortuoso en pequeños y discretos dispositivos, capaces de ocultarse bajo una gorra, una larga cola de caballo, un copete que cubra sus inexistentes ojos, una playera que le quede grande, o el amuleto que le regaló su peor enemiga!

Flint arrojó una vaca a la televisión.

—Si en realidad piensan que alguien puede creer esas tonterías...

Demasiado tarde.Tyson estaba revisando su gorra, Rei su coleta, Kenny su copete (¿cómo? A saber), Max su playera y Rogran el amuleto. Todos encontraron un pequeño aro dorado-rojizo.

—¡En la torre! —exclamó Max—. El anillo único.

—¡¿Cómo osas confundir el anillo único con una entrada portátil al Mundo Tortuoso! —se escandalizó Jenny—. u-uU No sé quién es el ofendido...

—Eso lo explica todo. La tortuosidad no invadió el mundo, sólo la llevamos con nosotros por meses, lo que alteró nuestra percepción de la realidad. Supongo que Zeo no es un flan. ¡En fin! Será mejor que deshagas esto ya —advirtió Rogran con una mirada asesina ultra-potenciada.

—Eeeh... no quiero.

En el mismo momento en que Flint declaraba su inacción respecto al estado de las cosas, las ventanas que daban al lado de la noche se iluminaron, y los cristales se rompieron, así como gran parte de la pared.

—Esto no me hace gracia —masculló Morgan, retrocediendo hasta la pared opuesta. Cuando el polvo se convirtió en malvaviscos sabor fresa cubiertos de grageas de chocolate amargo de Suiza, vieron a...

A... horror de horrores...

—¡No! ¡Todos menos ! —chilló Flint.

—Sí, Morgan. Soy yo, Arrômigoškelûnæruš

—¡Cómo te atreves a decir eso en un programa para niños! —reprochó Flint—. Deberías decir tu diminutivo.

—¡¿Esperas que tu jefa directa te permita llamarle por su diminutivo!

—Miren nada más —sonrió Rogran con malevolencia hacia los bladefixers—. Chicos, la patrona de Flint, la pequeña Arrai.

—¡Y encima no has matado a éste! —prosiguió Arrai con furia—. Dame una razón para no suspenderte por cuatro siglos mínimo.

—Eeeeh... no tengo ninguna.

—¡ENTONCES ELIMINA TODO LO TORTUOSO AQUÍ Y PREPÁRATE SICOLÓGICAMENTE PARA LO QUE VIENE!

—Pero, Arrai, ¿pretendes que te mate o que te tire a la basura? —preguntó Flint, confundida.

—... ¡SUFICIENTE!

Como la algorítmica de la lógica del extraño conjuro de Arrai es indescriptible, simplemente digamos que los pequeños Mundos Tortuosos portátiles desaparecieron como los ceniceros de los restaurantes y las toallas de los hoteles; además de darle un buen golpe kármico a Flint.

—Aaaaaay...

—¡Que eso te enseñe! ¡Y no vuelvas hasta dentro de cuatro siglos! —amenazó Arrai, y se fue.

—... estúpida vieja —gruñó Morgan—. Debió haberme despedido. Ahora tendré que idear otra cosa para que me despida dentro de cuatro siglos. Tal vez si la mato...

—¡¿QUÉ! —exclamó Rogran, atónito—. ¡¿QUIERES DECIR QUE PARA ESO ERA TU PLAN!

—Pues claro, ¿qué te creías? Oye, ¿Serías tan amable de ayudarme a levantarme? Me duele todo.

—Con sumo gusto —replicó el demontre, con una mirada rara. La agarró de la solapa de la casaca—. Te juro, Flint, que la próxima vez que te vea, te mato —dijo, y se fue igual que Arrai.

—¿Y ahora qué hice? —preguntó Jenny con absoluta inocencia a los bladefixers, quienes menearon la cabeza y se fueron por la puerta de atrás, que les quedaba más cerca que la abertura de la pared, por la que habían salido Arrômigoškelûnæruš y Rogran.

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—Tardaste mucho —dijo Arrai

—¿Qué haces tú aquí? —espetó Rogran

—No confío en que alguno elimine al otro, así que... será mejor que me deshaga de ti —Arrai hizo otro de sus extraños hechizos y...

"Éstas han sido los problemas con el Mundo Tortuoso,

y en llegando a este punto se acaba la ficción"

—¡CORTE! —exclamó el Director. Acto seguido, los ojos se le inundaron de lágrimas—. ¡Terminamos! ¡Terminamos! TT-TT es el día más feliz de mi vida...

El Eq de Prod empezó a llorar a mares, mientras el Elenco miraba a todas partes sin saber qué hacer. Flint, que no sabía si pertenecía a un lado o al otro, decidió llorar también. Súbitamente, todos dejaron de llorar, sonrieron, y exclamaron al mismo tiempo: "¡PEDAMADA!"