Nota: Todos los personajes de este fic son propiedad de la grandiosa Rumiko Takahashi

"Contigo

o

sin ti..."

Capitulo Primero

Nuestras amigas regresaron con sus amigos como si nada, por lo que ninguno sospecho por el momento los cambios que se darían lugar entre dos miembros del grupo.

Partieron apenas pudieron, caminando durante todo el dia, todo era casi normal, digo casi porque a diferencia de otras veces Kagome viajaba junto a su amiga Sango y no junto al hanyou, mas nadie le tomo demasiada importancia.

Cuando llego el atardecer, Inuyasha se separo del grupo inesperadamente sin decir nada, mas las palabras sobraban, todos imaginaban los motivos del arrebato del hanyou al ver unas almas que brillaban a la distancia.

Todos voltearon a mirar a Kagome quien seguia impasible ante la situación dándose por desentendida, por lo que todos optaron por actuar como si nada y seguir el camino sabiendo que el hanyou regresaria con Ellos mas tarde como siempre.

Estaba oscureciendo en el Sengoku por lo que nuestros amigos decidieron buscar un buen lugar para pasar la noche, Miroku preparaba la fogata mientras, las dos jóvenes decidieron ir a tomar un baño a unas termas calientes que habia cerca del lugar, Shippou no habia ido con Ellas como otras veces, ya que le habian encomendado la misión de ir por algunas ramas para encender una fogata.

En la fuentes termales...

-Kagome, realmente estas decidida, en cuanto a seguir con tu vida sin Inuyasha o no?- decia Sango mientras miraba las expresiones de Kagome buscando alguna señal de duda, duda que no encontro.

-Si Sango, creo que es lo mejor..., ya no soy una niña y tengo otras necesidades, como el sentirme amada... ya no quiero ser la sombra de Kikyou, y ser parte de un sentimiento compartido, quiero que sea solo mio, lo cual creo que es imposible, y si me quedo viviendo en una falsa ilusion, nunca podré saber que se siente amar a alguien y ser amada por completo..., solo espero que mi corazon me permita darme ese gusto, porque realmente quiero a Inuyasha...- decia la joven mientras lavaba con cuidado su cabello

-Tienes razon amiga, aunque hubiera deseado que llegaran a algo serio, veo que Inuyasha nunca podra olvidar a Kik...- al notar que habia hablado de mas, tapo su boca, mirando a Kagome con temor, mas esta seguia con una expresión tranquila

-No te preocupes Sango, ademas creo que tienes razon- decia Kagome con una apacible sonrisa

-"Realmente se ha resignado..."-pensaba la joven Taijiya mientras miraba el rostro tranquilo y decidido rostro de su amiga

Despues de conversar por un buen tiempo decidieron regresar, ya casi era hora de cenar, y sus estomagos habian comenzado a reclamarles por algun alimento.

Mas tarde Inuyasha regresaba de su "encuentro" topándose de frente con la vista de las dos chicas que conversaban.

No pudo evitar sonrojarse levemente al ver a Kagome quien aun tenia el cabello mojado, por lo que varios mechones de cabello caian traviezamente a través de su rostro, además la sonrisa que tenia en sus labios no se quedaba atrás, se veia hermosa.

Cuando llego a la fogata salió de su ensueño, ya que todos lo miraron de reojo notando su regreso.

Sintió un ligero temor por la actitud que pudiera tomar la joven miko, ya que generalmente esta se molestaba aunque no lo admitiera al imaginar donde habia ido, pero para su extrañeza esta actuó indiferente ante esto y siguió con su charla amena con su amiga.

Inuyasha la analizo bien buscando algun signo de molestia mas no encontro nada, y prefiriendo evitar cualquier pelea, se acerco a la fogata y se sento junto a Ella en silencio, no pudiendo evitar sentir el suave aroma de Kagome, el cual lo hizo entrar nuevamente en un trance.

-Inuyasha...-

-.............-

-¡Inuyasha...!

-............-

-¡¡¡Inuyasha!!!-

El hanyou despavilo poniendo atención a su interlocutor

-Keh!! ¡¡Que quieres Kagome!!- respondiendo con insolencia, para ocultar cualquier indicio de que Ella era la culpable de su trance.

-¡Solo quiero que nos digas si te vas a comer tu ramen o no!- haciendo el gesto de alejar el plato de El, mas Inuyasha actuó rapidamente y se lo arrebato de las manos para comer como normalmente lo hacia, sin educación alguna por los demas.

Cuando hubieron terminado de comer, se dispusieron a conversar, planeando el camino que seguirían para seguir su búsqueda de fragmentos, que ya no debieran ser mas de unos cuantos los que quedaban, cuando de repente el ceño de Inuyasha se frunció mientras olisqueaba el aire rememorando molesto al dueño, de aquel olor que se acercaba a Ellos, Kagome tambien pudo reconocer de quien se trataba, ya que sintió los fragmentos que este llevaba en su poder

-Grrrrrrrr- gruñía el hanyou molesto-¡¡No puede ser!!¡¡Otra vez este lobo apestoso!!-

En ese momento un pequeño remolino se acercó a Ellos, del cual aparecio Kouga, quien sin tomar en cuenta los gruñidos de Inyasha se dirigió directo hacia quien según El era "su mujer" para entregarle unas hermosas flores.

-Que tal Kagome! Traje esto para Ti, espero te gusten- dándole una tierna mirada a la joven mientras le daba las flores, Kagome no pudo evitar sonrojarse ligeramente por la atencion.

Por primera vez desde que conocia a Kouga, se habia dado tiempo de mirarlo mas detenidamente, aquel joven tenia un atractivo impresionante, a pesar de ser Youkai, aquellas orbes azules tenian una mirada demasiado intensa, que la hizo perderse en ella por unos segundos.

Inuyasha miraba la escena cada vez mas furibundo, en especial al ver que Kagome no quitaba su mirada de los ojos del lobo, la gota que rebaso el vaso fue cuando Kouga se dirigió a tomar las manos de Kagome entre las suyas, los gruñidos de Inuyasha se dejaron oir, y rapidamente este se coloco entre ambos, haciendo que Kagome saliera de su trance, dejándola ver delante suyo a Inuyasha quien gruñia con rabia hacia el lobo que lo miraba molesto.

Cuando vio que Inuyasha tenia pensado tomar a Colmillo de Acero para atacar al joven lobo decidió intervenir de una vez, dejando ver así su molestia.

-¡Inuyasha! ¡¡Abajo!! - dejando al hanyou estampado en piso, mientras mantenia su mirada molesta hacia El, quien la veia con el ceño fruncido y gruñendo por lo bajo.

Definitivamente era Hora de aclarar las cosas entre Ellos, sino nunca podría comenzar a dar marcha a su decisión.

Rapidamente volteo hacia Kouga quien insistentemente, nuevamente tomo sus manos entre las suyas

-Creo que será mejor que se vaya Joven Kouga- dijo la joven de manera suplicante y agradable.

-Esta bien Kagome, lo hare, pero solo por complacerte a Ti- Sonriéndole atractivamente

Luego dirigió su mirada hacia el Hanyou que permanecía aun en el piso por el hechizo y de manera altanera dijo -¡Y tu bestia! ¡Sera mejor que cuides bien de mi mujer y no te le acerques mas de lo debido!!¡¿Me oyes?!-

Inuyaha solo gruño –GRRRRRR...¡¡¡Maldito lobo apestoso, ya te dije que Kagome no es ni será nunca tu mujer!!!- Mas se quedo hablando solo ya que Kouga despues de haber hablado se habia marchado tan rapido como vino sin prestarle atención.

Cuando logro levantarse seguia mascullando maldiciones hacia el lobo, Kagome se acerco a El con seriedad y dijo – Inuyasha, creo que tenemos que hablar...-

Todos los demas miraban la escena que se daba frente a Ellos silenciosamente, estaban acostumbrados a esto, mas algo había diferente y solo uno de Ellos sabia que era.

El monje instintivamente al ver la seriedad de la joven dedujo que la conversación que Kagome y el hanyou tendrían, traería mas de un cambio entre Ellos.

La pareja se alejo silenciosamente, Kagome tomo la mano de Inuyasha para guiarlo, mas este noto una indiferencia en su toque hacia El que lo desconcertó, mas guardo silencio.

Internándose en el bosque alejándose para poder encontrar un lugar donde estar solos, el Hanyou se sentía curioso por lo que la joven pudiera querer decirle, no imaginaba que podria ser, ademas la actitud extraña de la joven hacia El no aligeraba las cosas...

Cuando Kagome vio que ya estaban lo suficientemente lejos de los demas se detuvo y se sento sobre un tronco que había, Inuyasha la siguio y se sentó junto a Ella en silencio, sintiendo un ligero temor por dentro sin entender porque.

-Inuyasha...-

El hanyou al escuchar su nombre volteo a verla, notando la seriedad y tristeza? en el rostro de Ella, el cual a pesar de eso seguia conservando su dulzura

-¿Estuviste con Kikyou esta tarde, no es asi?- Inuyasha no pudo negarlo y solo miro al suelo culpable, esperando algún reclamo por parte de Ella..

-No te preocupes, no estoy molesta ni nada...-

El volteo a verla un poco mas tranquilo, pero aun temeroso ante el comportamiento esta.

-Inuyasha, lo que quiero conversar contigo es algo que nos afecta ambos, pero creo que mas a mi que a Ti...-

En ese momento Kagome miro al hanyou fijamente y sin decir nada acerco su rostro al suyo robándole un tierno y cálido beso.

Inuyasha se estremeció al sentir sus suaves labios sobre los suyos, e instantáneamente le correspondió, recargandose mas hacia Ella deseando más.

Despues de unos momentos, Inuyasha quizo profundizar su beso y abrirse paso entre los labios de la joven, intentado saborear al máximo tan maravillosa sensación que la joven le daba, mas Kagome intentando mantener la lucidez y al darse cuenta de las intenciones del hanyou, alejo su rostro del suyo rompiendo el momento mágico que se habia creado entre Ellos.

Inuyasha la miro suplicante a los ojos, queriendo expresarle su necesidad por Ella, mas Kagome juntando todas sus fuerzas internas se lo negó, parándose rápidamente de su lugar para poder decirle de una vez la difícil decisión que había tomado.

Inuyasha se sintió decepcionado, mas al verla nuevamente con esa extraña actitud opto por el silencio esperando a que la joven hablara.

Kagome se recargo comodamente en un arbol a sus espaldas, su piernas aun temblaban ante las sensaciones que le habia provocado ese sencillo beso, pero debia seguir adelante con su decisión, ya no podia hecharse para atrás.

-Inuyasha, recuerdas la vez que te decidiste por Kikyou??- Inuyasha solo asintió sintiéndose mal por Ella, y a la vez preocupado por el rumbo que estaba tomando la conversación

Ignorando las expresiones del hanyou Kagome dirigió su mirada hacia el cielo esperando que esto le hiciera mas facil hablar.

-Aquella vez, te pedi permanecer a tu lado, no es asi?- Inuyasha solo asintió, recordando la hermosa imagen de la joven aquella vez que la encontró sentada en el pozo esperándolo

-Al principio pense que podria con eso, pero con el tiempo esto se me ha ido haciendo cada vez mas difícil... ya no puedo aceptarlo-

Inuyasha la miro con temor por lo que escuchaba.

-Lo siento Inuyasha, pero esto se acabo. Si quieres estar con Ella puedes hacerlo, pero no esperes tenerme aqui esperandote como siempre- Mientras hablaba no pudo evitar que unas fugitivas lagrimas escaparan de sus ojos.

Inuyasha la miraba sin entender, o mejor dicho, sin querer entender.

-No digo que me vaya a ir de esta epoca para siempre, porque no lo hare, a parte de ti hay otras personas que quiero y mucho, y no dejare de verlas solo porque Tu prefieres a Kikyou que a mi-

Inuyasha la miro suplicante

– Pero Kagome...Tu prometiste que estarias a mi lado...- Mientras se colocaba de pie para tenerla frente a frente

Kagome se decidio a verlo a la cara intentando mantener la calma

-Lo se Inuyasha y no voy a romper mi palabra, seguire junto a ti y los demas, pero no de "esa" manera...- haciendo una pausa y mirando hacia el cielo -Yo tambien tengo una vida Inuyasha y quiero vivirla, ya no soy una niña, ya no quiero que te entrometas cada vez que hablo con alguien del sexo opuesto marcando el territorio como si Yo fuera de tu propiedad o en tus terminos compañera, porque si asi fuera ¡¡no irias detras de Kikyou cada vez que aparece, quiero encontrar alguien a quien poder entregarle y que a la vez tambien me entregue, pero con tu actitud me lo haces imposible!!-

Kagome a pesar de sus intentos comenzo a alterarse molesta

Inuyasha intentaba asimilar lo que la joven le decia, en su interior le dolia, y mucho, pero su orgullo se antepuso ocultando aquel sentimiento que intentaba salir

Molesto tomo a la mucha por los brazos apretándola bruscamente contra el árbol mientras susurraba apoyando su cabeza en su hombro.

-Kagome... porque dices que no puedo entregarte si no es asi...

Y sin darle tiempo de responder la miro a los ojos y la besó, dando todo de si en ese beso.

Kagome apretó los puños con fuerza, enterrando sus uñas en sus manos, intentando asi mantener la cordura y no caer ante las acciones del hanyou, manteniéndose rigida y sin corresponder.

Inuyasha molesto y herido en su orgullo, ante la terquedad de la joven la dejo ir, ya que habia sentido el aroma de la sangre que salia de la herida que esta se habia hecho en sus manos, no queriendo que esta se hiciera mas daño.

Kagome lo vio aliviada, y triste, pero manteniendo su determinación

-¡No me refiero solo a eso Inuyasha! Dijo la joven ligeramente alterada

-¡¡¡KEH¡¡¡ ¡¡¡¡¡Haz lo que quieras, no me importa!!!!!- dijo el hanyou de manera altanera y molesta.

-Eso es lo que quiero Inuyasha, espero y seas feliz con Kikyou y tambien espero podamos seguir siendo buenos amigos- dándole una hermosa pero triste sonrisa.

Lentamente dio la espalda al hanyou que la miraba de reojo intentando conservar su postura de orgullo e indiferencia

Esta antes de desparecer de su vista dijo casi en un susurro que sabia que el hanyou lograria escuchar

-Entiéndeme Inuyasha...Yo, ya no quiero ser la sombra de Kikyou...

Desapareciendo de la vista del hanyou, quien se desarmo por completo ante aquellas palabras dejándose caer arrodillado al suelo con frustración y golpeándolo con sus puños con todas sus fuerzas una y otra vez

-¡¡¡Maldición Kagome!!!¡¡ Porque tienes que ser tan tonta!!

Cuando sus puños comenzaron a sangrar por los golpes, el hanyou se puso de pie y se sento en el tronco que huebieran estado junto a Kagome.

Inuyasha sabia que Kagome en parte tenia razon, pero no queria admitirlo, la joven se habia tornado una parte demasiado importante en su vida, al igual que lo era Kikyou o quizas aun mas, pero no era suficiente para dejar por completo en el olvido a Kikyou.

Cuando penso en resignarse ante la decisión de la joven, penso en la posibilidad de que Ella siguiera con su vida, mas no pudo evitar sentir gran dolor y temor al pensar en que otro pudiera ocupar el corazon de Kagome en su lugar, llevándosela incluso de su lado por siempre.

La rabia y los celos comenzaron a aflorar en El, al imaginarla con cualquier otro, incluso Kouga, era inaceptable para El y sin darse cuenta golpeo una gran roca junto a El, pulverizándola por completo.

-GRRRRRR- Kagome...-

Decia para si mismo con impotencia, mientras apretaba sus puños con fuerza, y dejando ver en el interior de sus orbes amarillas un ligero destello rojo, que fue desapareciendo poco a poco a medida que lograba mantener la calma.

Después de dar vueltas al asunto una y otra vez, regreso al campamento encontrando que todos dormian ya placidamente.

Silenciosamente dirigio sus pasos hacia el lugar de descanso de la joven miko, quien dormia profundamente.

Su mirada se perdio al encontrar sus labios, que se mantenian entreabiertos, dejando salir la calida respiración de la joven.

Estuvo tentado a dejarse llevar por el impulso de apoderarse de Ellos y sentirlos nuevamente con los suyos, mas un ligero movimiento de la joven lo hizo despertar de su ensueño.

Al recuperar la razon opto por irse a alguna rama cercana para tratar de conciliar algun sueño, si es que era posible, mas las palabras de la joven miko seguian dando vueltas en su cabeza.

Despues de un tiempo opto por pensar en las veces que habia logrado sentir sus labios, como la vez que gracias a un beso de Ella, habia logrado controlar su transformación en un demonio completo, desde aquella vez habia deseado repetir el acto, mas no habia logrado los nervios para hacerlo, y ahora que lograba sentirlos de nuevo esta le daba termino, dejándolo libre para ir junto a Kikyou y Ella por su parte junto a cualquier otro, lo cual hizo salir nuevamente su rabia y celos, lo que hizo que apretara con fuerza la espada en sus manos, diciéndose a si mismo que no lo permitiria, ya que aunque sabia que podria sonar egoista, no estaba listo para no saberla suya...

Continuará...

Riosaku