Nota: Todos los personajes de este fic son propiedad de la grandiosa Rumiko Takahashi

"Contigo

o

sin ti..."

-Eso no importa Sango, tomé una decisión e Inuyasha no quiere respetarla, asi nunca podré conseguir olvidarlo si espanta a cada chico que se me acerca-

-Tienes razón Kagome. Pero sabías desde un principio que la situación no se te haría tan fácil ¿No?-

-Si sé, por lo mismo estoy molesta con El, es muy testarudo, espero que con el tiempo me deje en paz, y me deje seguir adelante con mi vida-

-Eso espero amiga…-

Ambas jóvenes conversaban sin saber que afuera del baño un hanyou las escuchaba, sintiendo la frustración cada vez mayor a medida que la conversa entre Ellas avanzaba.

-Lo siento Kagome, pero jamás te dejaré seguir Tu vida con otro que no sea Yo, Tu me perteneces…- Decía en un susurro extraño el hanyou, dejando ver nuevamente el destello rojo en su mirar, que esta vez se había hecho mucho mas notorio.

-"Muy bien Inuyasha, nunca lo olvides Ella nos pertenece, y nada ni nadie se interpondrá, Tu y Yo nos encargaremos de que así sea"- Decía la voz en la cabeza de Inuyasha.

Capitulo Tercero

Cuando ambas jóvenes terminaron su baño, regresaron con los demás, los cuales ya estaban en su quinto sueño, incluido Inuyasha, quien había regresado antes de que pudieran notarlo.

Sango al ver al hanyou no pudo evitar hacer una mueca de molestia hacia Él, para luego acostarse en su futón. Kagome también le dio un vistazo, quedando ligeramente hipnotizada por la tranquilidad que este mostraba cuando dormía, agitando su cabeza hacia los lados alejó esos pensamientos de su mente y se acomodó para dormir.

Al ver que ambas jóvenes se habían quedado dormidas, Inuyasha abrió los ojos dando a Sango una pequeña mirada de molestia por la actitud de esta al verlo, luego dirigió su atención a Kagome, acercándose a donde esta estaba, se dedicó a observar su dormir. Después de un tiempo mirándola, su atención se vió abordada por unas luces desde afuera, moviendo ligeramente sus orejas para poner atención se levantó y salio del lugar, sin notar que su movimiento repentino provocó que Kagome despertara.

La chica dio un vistazo alrededor del cuarto buscando cualquier anormalidad, encontrándose con que Inuyasha faltaba.

Sin querer siquiera imaginar donde podría haber ido intentó recuperar su sueño, mas le fue imposible. Resignada se levantó y salió un momento para ver si con un paseo lograba recuperar el sueño.


Inuyasha fue al punto donde se dirigían las luces, terminando en la entrada del bosque, que se encontraba no muy lejos del lugar donde se quedaban, descubriendo que las luces no eran otra cosa que serpientes caza almas.

Kikyou…-

Hola Inuyasha-

Dime ¿Te encuentras bien?-

Claro que si Inuyasha, se defenderme perfectamente sola-

Inuyasha se acercó hacia Ella hasta quedar frente a frente

¿Qué haces aquí?-

¿Encontraron ya algún rastro de Naraku?- Preguntaba Kikyou calmadamente

No, aun no. Pero ya te dije antes que te quedes tranquila, Yo destruiré a Naraku, no permitiré que vuelva a hacerte daño Kikyou- Decía el hanyou mientras la tomaba de los brazos

Lo siento Inuyasha, pero esta también es mi pelea y no me esconderé. Destruiré a Naraku completamente y después…- Kikyou no termino la frase, solo desvió la mirada, para luego cambiar el curso de sus palabras – Así que Inuyasha deja de decir que no pelee porque si lo haré- Decía decidida

Pero Inuyasha no lo dejó así nada más, y volvió a retomar el tema -¿Y después que Kikyou?-

Kikyou viendo que no podría eludir la pregunta respondió -Ya sabes que viene después Inuyasha…- Decía la joven dejando ver una ligera sonrisa en los labios que demostraba tanto alegría como tristeza.

Inuyasha la quedo viendo al rostro unos momentos para luego tirarla hacia El y abrazarla apoyando su cabeza en el hombro de la miko.

Kikyou…-

Kikyou no dijo nada solo colocó sus brazos ligeramente sobre la espalda del hanyou.

Inuyasha…-


Kagome en su paseo nocturno había terminado frente al pozo, aprovechando decidió tomar un poco de agua para beber cuando sintió algo acercándose; asustada volteó quedando frente a frente con el joven Takeshi quien la vio sorprendido.

Señorita Kagome ¿Qué hace despierta a estas horas?- Decía el joven con ligero temor a acercarse a Ella por temor a que el hanyou estuviera cerca.

Kagome notó su comportamiento y dijo –No te preocupes Inuyasha esta "ocupado" en cosas mucho mas importantes para Él en estos momentos- Decía la joven dejando ver la tristeza mientras bajaba la mirada.

¿A que te refieres?- Preguntó el chico preocupado al verla tan desolada.

La chica viendo que estaba preocupando de mas al joven intentó ocultar sus pesares -A nada, nada. Además ya te dije que Inuyasha no es nada más que un amigo-

Lo sé, pero Tú sabes lo fuerte que es y realmente temo por mi vida-

No te preocupes, jamás permitiría que te dañara-

Takeshi sintiéndose ligeramente mas tranquilo se acercó a Ella –Bueno y no me has dicho que haces despierta tan tarde-

Pues desperté de repente y ya no pude dormir, por lo que decidí dar un paseo, y pues terminé frente al pozo por lo que decidí beber un poco de agua- Decía la joven para terminar en una sonrisa – ¿Y Tú¿Que haces en pie a estas horas?-

¡Je! Pues la verdad me pasó algo similar jeje-

Pues entonces ¿Que te parece caminar conmigo? realmente me haría bien algo de compañía –

A mi también – Decía el joven con una sonrisa- Solo espero que ese hanyou no nos vea sino veo difícil llegar vivo a la mañana jejeje Aunque creo que tu compañía lo vale – Decía el joven viéndola.

Kagome no pudo evitar sonrojarse por sus palabras

Vamos Takeshi no exageres jaja-

Así continuaron su caminata charlando animados, recorriendo cada parte del lugar.

Por azares del destino y mala suerte de Kagome se toparon con las serpientes caza almas de Kikyou, siguiéndolas con la mirada vieron a la distancia al hanyou abrazado a la sacerdotisa muerta.

Kagome sintiendo la pesadumbre nuevamente en su corazón habló en un susurro que pasó desapercibido para cualquier oído –Inuyasha…-

Takeshi veía la escena confundido no entendiendo demasiado.

Dime Kagome ¿Acaso ese de ahí no es Inuyasha?-

…….-

Takeshi al no recibir respuesta volteó a ver a Kagome, encontrándola con la mirada triste y vidriosa, imaginando lo que podría pasarle, colocó su mano en la espalda de la joven y sin decir nada, la guió en dirección contraria del hanyou.

Cuando estuvieron a una distancia prudente, Takeshi preguntó - ¿Te encuentras bien Kagome?-

Kagome lo miró intentando mostrar una sonrisa, pero el aspecto vidrioso en su mirada la delataba –Si estoy bien ¿Ves? Te dije que Inuyasha y Yo no tenemos nada jeje- Su voz sonaba ligeramente quebrada- Disculpa Takeshi pero debo regresar con mis amigos, si despiertan y no me ven se preocuparan-

Y dejándolo solo comenzó a correr al lugar de descanso.

Takeshi se mantuvo en silencio, solo la siguió con la mirada, triste al comprender que la joven se intentaba auto convencer de que no había nada mas que una amistad con ese hanyou.

Pobre Kagome…-


Kagome llegó donde sus amigos, quienes permanecían dormidos, mas al ver que no podría controlar su pena mas tiempo, decidió ir a otra parte para no alertarlos.

Sigilosamente esperando que no la vieran se metió en uno de los establos y se sentó apoyada en la pared, abrazando sus piernas y escondiendo su cabeza entre ellas, dando rienda suelta a las lagrimas.

¿Porque¿Porque tengo que siempre tener la mala suerte de topármelos cuando están juntos?- Se preguntaba la joven entre sollozos – Si al menos el verlos me ayudara a olvidarlo, en cambio me hace pensar aun mas en El, imaginando que quien esta entre sus brazos podría haber sido Yo, si Ella no estuviera… Tengo que ser fuerte-


Inuyasha iba de regreso donde sus amigos, cuando sintió el aroma del Kagome, le pareció extraño que este viniera de una dirección que no era la debida, preocupado lo siguió.

Cuando estaba cerca, sus orejas captaron el ruido de sollozos, Inuyasha temeroso de que algo pudiera haberle pasado se entró rápidamente al establo donde según sus sentidos se encontraba la chica.

Ya dentro del lugar dio un vistazo rápido, encontrando a Kagome acurrucada en un rincón sola y desprotegida, sin pensarlo dos veces se acercó a Ella.

Kagome...-

La joven al escuchar su nombre levanto la cabeza y lo vió ahí de pie frente a Ella.

Inu…yasha…-

Él era la última persona o bestia que deseaba ver en esos momentos, sin decir nada volteó su mirada hacia un lado intentando ignorarlo, sin poder detener las lágrimas.

Inuyasha preocupado se acercó hacia Ella estirando su mano para tomar su rostro, mas Kagome rechazó su toque esquivándolo. Inuyasha frunció el ceño con molestia, no entendiendo el porque de su actitud, inconcientemente dejó escapar un ligero gruñido dejando salir su mal carácter.

¡Oii Kagome¿Qué te pasa¿Por qué me evitas de esa forma!- Decía el hanyou sin poder ocultar su enojo.

La chica volteó a verlo dejando ver molestia y sin decir nada se levantó para marcharse, mas un apretón en su muñeca se lo impidió.

¡Déjame Inuyasha!-

El hanyou se puso de pie afrontándola y tomándola de su otra muñeca haciéndola verlo a los ojos -¿Se puede saber que te pasa!-

Kagome lo vió con mirada desafiante - ¡No¡No se puede!- Respondió la joven, haciendo que Inuyasha aminorara su agarre, aprovechando esto, se soltó dispuesta a escapar - ¡Déjame en paz!-

Sin mirar la dirección que seguía corrió con todas sus fuerzas. Cuando se sintió lo suficientemente alejada de Él, prestó atención a su entorno, descubriendo que se había adentrado un poco en el bosque.

Un poco asustada comenzó a regresar sus pasos al lugar donde se quedaban no queriendo tentar su suerte y ser atacada por algún youkai. Al menos estaba aliviada de haberse librado de Inuyasha.

Realmente se le estaba dificultando realizar su decisión de olvidarlo, al verlo ahí con Kikyou se dio cuenta que lo que sentía por Él, era mas grande de lo que había pensado; pero no daría pie atrás, si Inuyasha quería estar con Kikyou lo aceptaría, pero Ella no se incluiría en el paquete.

Tan embebida estaba en sus pensamientos que no se dio ni cuenta cuando había sido abordada por la espalda terminando con su cara contra el suelo.

Asustada cerró los ojos esperando su destino de ser alimento para algún ser, cuando una voz ronca y enojada le susurró al oído

No vuelvas a huir de mi de esa manera Kagome ¿Me oyes!-

Inuyasha…-

El hanyou provocó mas presión sobre Ella con su cuerpo, sin cambiar su tono siguió hablando – Deja de lado las niñerías y dime ¡que es lo que te pasa de una maldita vez!-

Kagome comenzaba a sentir temor, Inuyasha no se comportaba como siempre, no había querido prestarle atención a su cambio de actitud pero esto ya era demasiado, de manera precavida respondió – No… no me pasa nada, por favor deja que me levante ¿si?- Sin poder evitarlo una lagrima escapó.

Al sentir el aroma salino el hanyou reaccionó, dándose cuenta de lo que estaba haciendo, rápidamente se levantó y ayudo a la joven a ponerse de pie, mientras el destello rojo en sus ojos se desvanecía, pasando nuevamente desapercibido por Ella.

Lo siento Kagome, no se que me pasó ¿Estas bien?-

La joven sintiendo nuevamente al hanyou que conocía se relajó, no queriendo mas discusiones por esa noche dijo amablemente –No te preocupes, Yo tampoco tuve la reacción mas acertada- Comenzando su camino de regreso –Regresemos antes que los demás noten nuestra ausencia y se preocupen-

El hanyou manteniéndose en silencio la siguió, mientras en su mente – "Kagome nos pertenece… deberá comprenderlo sea como sea…"- Inuyasha inconscientemente asintió a las palabras de su mente sin decir nada.


Al día siguiente continuaron con su viaje no sin antes agradecer a los dueños del lugar por su hospitalidad.

Cuando se despidieron del joven Takeshi, este no pudo evitar darle a Kagome unas palabras de aliento –Todo saldrá bien…- Decía en suavemente a su oído, provocando la sonrisa de Kagome.

Esto no pasó desapercibido por Inuyasha, quien aunque no logró descifrar sus palabras lanzó una mirada amenazante al joven, quien al verlo se alejó rápidamente de la chica.

Kagome no notó la acción del hanyou por lo que no dijo nada.


Viajaron durante dos días más, pero nada nuevo sucedió, todo estaba muy tranquilo y no había pistas de Naraku o de fragmento alguno. Kagome continuaba con su actitud indiferente hacia Inuyasha, lo cual hacia que hanyou se dejara llevar cada vez mas por la voz en su mente, mas esto seguía pasando desapercibido por los demás, la única que notaba que Inuyasha no actuaba normalmente era Kagome, mas no decía nada, no queriendo sonar paranoica.

Como nada nuevo sucedía Sango dio la idea que mejor le pareció en esos momentos.

¿Por qué no regresamos al pueblo? Quizás la anciana Kaede tenga alguna noticia que nos pueda guiar a algún fragmento o a Naraku-

A Kagome le brillaron los ojos, desde que había tomado la decisión de no luchar más por Inuyasha que había deseado volver a su tiempo para despejar su mente de cualquier pensamiento hacia el hanyou, mas sabía que si se atrevía siquiera a mencionarlo Inuyasha se opondría rotundamente; en cambio el hanyou tomaba en gran consideración la opinión de Sango y difícilmente contrariaba alguna de sus ideas.

¡Keh! Esta bien regresemos- Decía el hanyou mientras daba camino de regreso al pueblo.

Kagome se animó al escuchar la respuesta de Inuyasha -"¡Bien! Ahora solo debo encontrar una excusa para que Inuyasha me deje regresar a mi época sin problemas"- Pensaba la chica sin decir palabra alguna.


El camino de regreso fue tranquilo sin inconvenientes, cuando notaron el pueblo de la anciana Kaede a la distancia, Kagome después de pensarlo mucho decidió probar decirle a Inuyasha la pura y santa verdad –Inuyasha ¿habría algún inconveniente que aprovechara que estamos aquí para regresar a mi época?-

Al escuchar la petición de la joven Inuyasha de inmediato cambió su actitud y la fulminó con la mirada, que poco a poco comenzaba a dejaba ver un pequeño destello rojo. Sintiendo sospechas por la necesidad de la chica de querer regresar a su tiempo dijo – ¡Keh! Dame la razón para querer regresar a ese tiempo-

Kagome intentó pensar en una buena razón que darle y no prestó atención a los cambios que tenía el hanyou en el color de sus ojos, como los demás como ya estaba acostumbrados a esta escena que se venía, no les prestaron demasiada atención y siguieron su camino hacia la cabaña de la anciana Kaede, más Sango en su interior, rogaba por que su amiga lograra su objetivo, imaginando que la verdadera razón de querer regresar a su tiempo era solo estar un tiempo lejos de Inuyasha.

Mientras Inuyasha miraba inquisidoramente a Kagome, quien comprendió que debería pensar bien en su respuesta, ya que como venía notando hace unos días Inuyasha estaba comportándose de forma diferente y quizás sería aún menos indulgente que antes en autorizarla. Lo mejor esta vez sería quizás atacar por el lado familiar.

Inuyasha hace días que no veo a mi familia y no quiero preocuparlos-

Inuyasha frunció el ceño luchando en su mente en si aceptar su razón o no, ganando la razón al verla con tanta necesidad de ver a su familia Inuyasha aceptó – ¡Keh! Esta bien, pero debes regresar en dos días a lo máximo-

"¿Dos días? Ese tiempo no me será suficiente para limpiar mi mente… ¡Rayos! No tengo opción, además el que me deje ir ya es un avance ¿Quién dice que no puedo quedarme unos días mas? jeje"- Pensaba la chica en su mente – Esta bien, cuando regrese traeré alguna provisiones también, por favor despídeme de los demás-

Y dando media vuelta dirigió su camino hacia el pozo, sin notar que entre los árboles Inuyasha le seguía procurando que ningún ser la atacara en su camino al pozo.

No debiste dejarla ¿Que harás si no regresa?- Decía la voz en su mente reprochándole, mientras en los ojos del hanyou se mostraba el color rojizo.

¡Keh! Ya cállate, regresará en dos días- Decía el hanyou mientras veía a la joven desaparecer en el fondo del viejo pozo.

Después no me vengas con que no te lo dije…- Decía la voz dejando finalmente en paz al hanyou, a quien poco a poco le regresaba el color dorado de sus ojos.


Esa noche Kagome ya en su propio cuarto intentaba pensar en alguna forma de poder olvidar finalmente a Inuyasha, no lograba concebir porque se le hacía tan difícil¿acaso sus sentimientos se habían transformado en algo mas poderoso que solo querer¿Esto era amor de verdad¡No! Ella no podía amarlo, no debía, Inuyasha amaba a Kikyou, no a Ella.

"Vaya, pensaba que solo degustaba Inuyasha… Pero al parecer he llegado a amarlo como a nadie podría amar alguna vez… ¿Qué puedo hacer para remediarlo? Si tan solo Kikyou no existiera Inuyasha podría corresponder mis sentimientos en la misma intensidad, se que el siente algo por mi, pero el amor que tiene hacia Kikyou lo desplaza a penas la ve"- Divagaba la joven en su mente mientras comenzaba a caer poco a poco en el mundo de los sueños.


A la mañana siguiente Kagome decidió que lo mejor por ahora para quitar a Inuyasha de su mente sería quizás el ir a la escuela.

Ya en el recinto escolar la joven saludó a sus amigas y se dispuso a disfrutar su tiempo con Ellas, aunque pasó más de algún desanimo al ver que nuevamente estaba muy atrasada en sus clases.


Mientras en el pasado, Inuyasha se encontraba haraganeando sobre la rama de un árbol, pensando en todas las cosas sucedidas ese último tiempo, desde que comenzó a escuchar aquella voz en su mente, hasta ahora no se había detenido a pensar en su procedencia ni de quien era, además ¿Por qué siempre que se refería a Kagome o Kikyou las mencionaba como nuestras y no tuya como debería ser? Al pensarlo sintió sus celos comenzar a hervir, se supone que Ellas eran suyas y no estaba dispuesto a compartirlas con nadie.

Como si la hubiese llamado la voz se dejó escuchar nuevamente -¿Qué es lo que pasa¿Acaso estas celoso? – Preguntaba la voz con cierto grado de malicia en su cabeza, mientras el color rojo comenzaba a consumir el dorado en los ojos del hanyou.

El enojado hanyou respondió – ¡Dime quien eres! Y ¡Por qué te atreves a entrar en mi cabeza!-

¡Keh¿En realidad quieres saberlo?- Decía la voz, mostrando un ligero tono de diversión.

¿Por quien me tomas¡Claro que quiero saberlo!-

Está bien, entonces cierra los ojos-

Inuyasha un poco desconfiado hizo lo que la voz le pidió. Sin saber como, se encontró de pie en un bosque muy frondoso.

¿Dónde estoy¿Cómo llegué hasta aquí!- Preguntaba el hanyou mirando hacia todas partes.

Tranquilo, estamos en un sector de tu mente nada más. Es donde vivo cuando estoy inactivo- Se escuchó la voz

¿En mi mente?- Un poco desconcertado el hanyou decidió no dejarse amedrentar y siguió con su objetivo –¡Keh! Bueno si ya estoy aquí ¿Por qué no dejas de esconderte y te muestras de una vez!-

¿Quién dijo que me escondo?- Decía la voz con diversión.

Al escucharlo, Inuyasha volteó de inmediato en la dirección que la voz provenía, encontrándose frente a frente con la ultima persona que pudo esperar.

¿Qué rayos!-


Kagome había terminado sus horas de clases y se disponía a regresar a su casa cuando sus amigas la abordaron.

¡Hey Kagome¿Por qué no vamos a comer algo?-

Lo siento pero no puedo- Respondió la chica. En otro momento habría aceptado gustosa, pero ahora solo deseaba irse a casa y pensar.

Vaaaamos ¿O es que acaso te sientes mal?-

Kagome viendo que serviría de excusa asintió de inmediato – ¡Si! Eso mismo, no me siento bien –Decía simulando decaimiento.

En eso llegó junto al grupo Hojo, quien al ver a Kagome se le iluminó la mirada

– ¡Kagome-chan! Hace mucho que no te veía-

La joven mostró una hermosa sonrisa – Hola Hojo-kun-

Las amigas de Kagome al ver al recién llegado, aprovecharon la situación.

Hojo-kun ¿por qué no acompañas a Kagome hasta su casa? No se siente muy bien y tememos que le pase algo en el camino- Decía Eri.

¡Buena idea! Así Kagome estará segura- Aportó otra de las chicas.

Hojo inmediatamente aceptó –Claro que si, sería un honor-

Kagome al no tener escapatoria, no tuvo más remedio que aceptar, quizás Hojo podría darle una mano para olvidar a Inuyasha.

Entonces vamos- Dijo Kagome con una hermosa sonrisa y despidiéndose de sus amigas.

Si, vamos- Dijo el chico mientras tomaba la mochila de la chica para llevarla.

¡Adiós Kagome¡Esperamos te recuperes!-

¡Adiós chicas, eso espero, muchas gracias!- Decía la chica mientras comenzaba a caminar junto a su amigo, quien se mostraba ligeramente nervioso al estar solos.

Dispuesta a hacer lo posible por sacar a Inuyasha de su cabeza Kagome se dispuso a iniciar la charla –Y bueno Hojo-kun ¿que me cuentas?-

Hojo volteó a verla y contestó a su pregunta un poco mas tranquilo –Pues nada nuevo, lo mismo de siempre-

Viendo que con su pregunta no llegaba a ninguna parte se dispuso a ser mas directa - ¿Y

Ya tienes novia? -

Al escuchar la pregunta el chico volteó a verla sobresaltado, sin poder evitar sonrojarse respondió – Aun no…-

La chica de inmediato pensó –"Quizás esta sea mi oportunidad"- Se decía, esperando no estar cometiendo un error – ¿Acaso no hay ninguna chica que te interese?-

El chico ya no podía más de su sonrojo, respirando profundo y eliminando su nervios se dispuso a aprovechar la ocasión – Si la hay- Respondió mientras detenía sus pasos y volteaba a verla directo al rostro.

Kagome lo vió sobresaltada por su cambio de actitud, más siguió con su plan –Y ¿se puede preguntar quien es?-

Hojo tomó aire y juntó toda su voluntad para responder -¡Estoy enamorado de Ti Kagome-chan!-

La chica se desconcertó y sonrojó por la respuesta, sabía que el chico sentía algo por Ella, pero jamás pensó que pudiera llegar al extremo de estar enamorado. ¿Y si Hojo no le sirviera para olvidar a Inuyasha? De seguro lo lastimaría demasiado al no poder corresponderle como se merecía, no sabía que responder.

El chico al ver su silencio decidió relajar un poco la situación –No te preocupes Kagome-chan. No tienes porque responder nada, si te lo dije fue para poder quitarme este pesar del corazón. No tienes porque sentirte obligada a corresponderme, ya que me pone feliz el solo poder pasar mi tiempo contigo- Decía el chico con una amable sonrisa.

Kagome se sintió enternecida por la actitud del chico, y aunque antiguamente se hubiera sentido ligeramente atraído hacía Él, las cosas se habían cambiado al conocer a Inuyasha.

Gracias Hojo-kun, realmente me halaga saber que sientes algo así por mi- Decía la chica con un leve rubor en las mejillas y una hermosa sonrisa.

Sé que ya tienes novio, pero necesitaba decírtelo-

La chica al recordar a Inuyasha sintió su corazón comenzar a latir con fuerza, sacudiendo sus pensamientos dijo –Estas equivocado Hojo-kun, ya no tengo novio-

El chico sintió gran alegría al saber que aun tenía posibilidades de ser correspondido, más no queriendo presionarla dejó el tema hasta ahí –Ya veo. Bueno será mejor sigamos antes que te dé alguna recaída-

Kagome se sintió agradecida con el chico ante el cambio de tema –Si, vamos-

Dejando el tema de lado ambos jóvenes reanudaron su camino hacia el hogar de la joven, conversando amenamente de otras cosas.


Paralelo a lo anterior, en la mente de Inuyasha se desarrollaban sucesos que jamás pensó podrían suceder.

Inuyasha se encontraba frente a frente del dueño de la misteriosa voz, no podía creer lo que veía.

El dueño de la voz lo miraba con una sonrisa divertida pero a la vez bastante siniestra.

¿Que¿Sorprendido?-

Continuará…

Riosaku

Hola! Que tal les pareció?

Perdonen la demora pero como pueden ver he logrado darbuena actualizacion de cada uno de mis fics, espero ya despues de esta semana tener mas tiempo y asi poder actualizar constantemente.

Les agradesco todas sus reviews, y espero sigan siendo tan sinceros como hasta ahora en sus opiniones ok?

Dedico este cap a mi querida amigaAyame quien me mantuvo con los animos para lograr actualizar hoy jeje.

Nos vemos en el proximo cap