Nota: Todos los personajes son de Rumiko Takahashi

"Una Relacion Sin Nombre"

Por la mañana cuando ambos chicos, cada uno en su propio cuarto, despertaron dándose cuenta de que se habían quedado dormidos y faltado a su cita nocturna, lo que hizo que pusieran bastante nerviosos.

Ranma para evitar una nueva pelea con Akane se fue a la escuela antes evitando verla, sabia que en la casa no podría hablar con Ella tranquilamente, prefería esperarla en la puerta de la escuela para pedirle perdón por plantarla la noche anterior.

Akane al bajar a desayunar y no ver a su prometido pregunto a Kasumi, quien le dijo que se había ido hace unos minutos, Akane se entristeció pensando que este estaría molesto por haberlo plantado la noche anterior, así que rápidamente tomo sus cosas y se fue para alcanzarlo y pedirle disculpas.

TERCER CAPITULO

Ranma esperaba a Akane en la entrada de la escuela, estaba tan inmerso mirando en la dirección por donde debería venir la chica, que no se percato cuando de la nada apareció Shampoo, quien sin pensarlo dos veces se abalanzó sobre el chico y sin darle tiempo para reaccionar lo abrazo melosamente y le beso apasionadamente en los labios. Ranma sin ocurrírsele nada mejor, la tomo inútilmente de los hombros para quitársela de encima, pero lamentablemente eso no mejoro las cosas sino que las empeoró, ya que para ojos de un tercero parecía como si el muchacho estuviera correspondiendo el beso, así lo pudo comprobar Akane quien para mala suerte venia llegando justo en ese momento a la escuela, viendo así a su prometido en los brazos de otra besándose de manera muy apasionada según su perspectiva, mas no dijo ni hizo nada, simplemente los ignoro como si no hubiera visto, caminando con la mirada hacia el frente sin ninguna expresión de tristeza ni dolor, su orgullo no permitiría tal humillación frente a toda la escuela etiquetándola como una enamorada mas para el gran Ranma Saotome; pasó al lado de ambos dignamente, sin perder los estribos ni decir palabra alguna.

Ranma ante la situación quedó helado, ya que sabia que a pesar de que Akane no hubiera mostrado dicho nada, habría pensado en lo peor, como siempre lo hacia, por lo que al lograr reaccionar de nuevo y darse cuenta del problema en que estaba metido, sin saber como se soltó de las garras de Shampoo y fue a buscar a Akane para decirle la verdad de los hechos y congraciarse de nuevo con Ella.

Shampoo al ver lo que había provocado en la pareja, se dio por satisfecha y prefirió regresar al Neko-hanten con una sonrisa maliciosa en el rostro.

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Akane al entrar al edificio, fuera de la vista de todos, sintió que todo se le vino encima, ya no soportaría contener la tristeza por mas tiempo, así que en vez de ir al salón de clases, optó por dirigirse a la azotea de la escuela sin que nadie la viera, necesitaba estar sola, su corazón y orgullo estaban desechos por completo.

Al llegar a la azotea y ver que nadie estaba por el lugar, no pudo mas y dejó salir las lagrimas de una manera desbordante; la pobre muchacha fue sintiendo poco a poco como desfallecía su corazón que se encontraba roto en mil pedazos, todas aquellas ilusiones y esperanzas que se había creado en su mente la noche anterior se habían esfumado; tan poco le podía importar a su prometido lo que tenían, que a la primera molestia con Ella, iba y buscaba a otra para saciar sus necesidades sin importarle lo que Ella pudiera sentir.

-¡¡Maldito imbécil!! ¡¡ Baka!! ¡¡Mujeriego!! ¡¡ Inconciente!! ¡¿Como pude ser tan idiota de pensar que era especial para ti?!

¡Ahora me doy cuenta que para ti esto no era mas que un juego¡ Y Yo la muy tonta buscándote para disculparme por plantarte el día de ayer, de seguro al ver mi falta, no lo pensaste dos veces y te fuiste a juntar con otra para no quedarte con las ganas; y Yo encima alucinando porque sentías celos hacia mi, como si te importara ¡¡¡Ya veras Ranma que Yo también puedo jugar tu mismo juego y mucho mejor que Tú, ya verás que con Akane Tendo no se juega!!!- Sentenciaba la joven mientras las lagrimas corrían por sus mejillas.

Después de gastar todas las lagrimas que pudiera tener, cambio su gesto de tristeza por uno de determinación y se dirigió al salón de clases como si nada hubiera pasado; había tomado una determinación y nada ni nadie la haría cambiar de idea, ya no seria la Akane sumisa, fiel y devota a un solo hombre. El cual ni siquiera la respetaba o apreciaba, ahora haría lo que le viniera en gana, tendría lo que quisiera cuando quisiera y lo disfrutaría.

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Ranma busco a Akane para explicarle, pero le fue imposible encontrarla y las clases ya iban a comenzar, por lo que opto por ir al salón, imaginando que donde estuviera, Akane tendría que ir a clases al final, ya tendría oportunidad de hablar con Ella a la hora de almuerzo.

Casi era la hora de empezar las clases y Ranma comenzaba a preocuparse por Akane quien aun no aparecía, justo cuando se había decidido a ir a buscarla nuevamente, la vio entrar detrás d el profesor tan sonriente como siempre, lo que dejo al chico demasiado descolocado, en especial porque cuando esta lo vió, le saludó con una bella sonrisa.

-¡Ranma, buenos días¡- Decía la joven como si nada

- "¿¿QUE??¿¿ NO ESTA MOLESTA??"- Pensaba extrañado, para luego responderle -Ho...hola Akane ¿Te encuentras bien?-

- Claro que si ¿Porque lo preguntas?- Viendo que el profesor ya había tomado su lugar fue a su asiento como si nada.

Ranma se la quedo viendo sin entender mucho, para luego prestar atención a la clase lo cual se le hacía imposible.

La clase transcurrió bastante tranquila, mas no para Ranma que estaba desconcertado con la actitud de su prometida, y no pudo evitar darle vistazos a cada momento durante la clase, algo extraño estaba sucediendo y debería averiguar que era.

Akane noto la mirada de Ranma sobre Ella, pero hizo como si no lo notara.

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Cuando llego la hora del almuerzo cada uno de los chicos salio con sus respectivos amigos, pero Ranma estaba tan intrigado con el comportamiento de Akane que disimuladamente guió los pasos de Él y sus amigos cerca del lugar donde se encontraban Akane y sus amigas, para ver si lograba algún momento para hablar con Ella..

Mientras, Akane conversaba animadamente con sus amigas como siempre, cuando de repente apareció Kuno con un gran ramo de rosas en sus manos

-¡¡¡¡¡Akane Tendo mi amor!!!!! ¡¡¡¡¡Acepta este bello ramo de rosas como muestra de mi amor por ti!!!!!-

-¡¿Eh?!- Akane volteó a verlo

Ranma solo miraba la escena divertido, imaginando que como siempre, Kuno saldría volando por los cielos gracias a algún golpe por parte de la chica o que simplemente seria ignorado como solía hacer Akane con la mayoría de sus pretendientes.

Pero nada de eso ocurrió, es mas no se escuchó ningún estruendo ni nada parecido a un rechazo, al contrario al ver en dirección a la muchacha, comprobó que Akane recibía agradecida el ramo de rosas con una hermosa sonrisa en su rostro.

- Muchas gracias Kuno, son hermosas- Decía la joven para luego besar su mejilla agradecida.

Kuno estaba en la luna, Akane había aceptado su presente y lo mas importante, le había agradecido con un tierno beso.

- Akane Tendo me has hecho el hombre mas feliz del mundo, tu belleza no se compara con nada ¡¡VEN A MIS BRAZ...!!- Kuno no pudo terminar la frase porque un furioso Ranma lo había golpeado con furia dejándolo inconsciente y fuera del camino.

Todos en la escuela estaban atentos a la escena, quedando impresionados por el comportamiento de Akane, en especial los chicos, quienes al ver que la muchacha aceptaba el presente de un pretendiente, sintieron aflorar sus esperanzas con Ella nuevamente.

Ranma después de golpear a Kuno dirigió la mirada a su prometida, mostrando la misma expresión del día anterior, aunque era mucho mas severa y seria; ante esto Akane solo lo miro a los ojos y le sonrió con inocencia, mientras hablaba como si nada.

-¿Mira Ranma, no te parecen preciosas estas flores?- Decía amorosamente mientras tomaba una y se la daba al chico, quien la acepto mecánicamente sin saber que decir, ya que había quedado helado con el gesto.

Cuando Ranma logró reaccionar nuevamente disponiéndose a reprocharle a Akane su actitud, se vio interrumpido por una gran cantidad de chicos que le atropellaron para llegar donde Akane y declararle sus sentimientos e invitarla a salir; la chica ante esto, solo les sonrió agradecida y se excuso diciendo que era hora de entrar a clases, y tranquilamente se fue con sus amigas quienes reían al ver a un Ranma aplastado en el suelo.

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Durante las clases Ranma solo se dedico a mirar a Akane, sus celos y rabia estaban al 100 tenia mas que claro exigirle las debidas explicaciones por su comportamiento apenas tuviera la oportunidad.

Cuando las clases hubieron terminado Ranma había tomado la decisión de ignorar a su prometida hasta que viera el momento en que pudieran estar a solas, además la rabia aún se encontraba muy latente en Él y no seria conveniente para ninguno hacer una escena frente a todos, pero al levantarse de su puesto para irse, se vio detenido por unos hermosos ojos cafés frente a El observándole.

- Ranma ¿Nos vamos?- Decía Akane mientras le sonreía de manera cautivadora.

Ranma al verse envuelto por esos ojos y esa hermosa sonrisa sintió que el enojo y la rabia que sentía se iban desvaneciendo como por arte de magia, no podía estar molesto con Ella y menos al ver tan bella sonrisa dedicada solo para El.

Ranma estaba embobado mientras respondía – Si, vamos -

Cuando logró reaccionar nuevamente, ya iban llegando a la casa, Ranma caminaba junto a Akane serenamente, decidió que ese no era el momento para hablar de nada, prefería disfrutar de su compañía.

- Ranma ¿Porque estas tan callado?-

-.........-

-¡¡Ranma!!-

Al escucharla el chico despabilo -¡¿Eh?!

-¿¿En que pensabas??-

Akane lo miro tiernamente a los ojos, el chico se puso muy nervioso al sentir los bellos ojos café de su prometida sobre los suyos y cada vez mas cerca, la tentación para El era demasiada, pero no se atrevía, por temor a que alguien los viera.

Sin embargo para Akane eso no fué impedimento, por lo que tomo suavemente la barbilla del muchacho y le beso tiernamente en los labios dejándolo completamente en las nubes, el éxtasis que sentía en ese momento al tener esos tiernos labios sobre los suyos era demasiado, definitivamente no podría estar sin Ellos.

Después de un momento Akane termino el beso y sin decir nada, para luego seguir su camino a la casa, con una hermosa sonrisa en su rostro, sin preocuparse por el chico que había quedado como una estatua perdido en su ensoñación.

Continuará...

Riosaku