Nota: Todos los personajes son de Rumiko Takahashi
"Una Relacion Sin Nombre"
- Mousse...gracias...-
Y estirando su mano le sacó los lentes al chico, para observar aquellos ojos azules que sus lentes ocultaban, tomo su mejilla y lentamente acerco su rostro hasta darle un tierno beso, el chico pato al sentir aquella calidez se dejo llevar correspondiéndolo, fue corto, cuando separaban nuevamente sus rostros Mousse la miro a los ojos.
- Gracias Akane, no sabes cuanto has hecho por mi en este dia- Decía el chico sonriéndole mientras volvía a colocarse los lentes.
-Créeme que lo se, solo espero no haberte ofendido-
- Claro que no, pero creo que hay alguien a quien no le va aparecer como a mi – Decía el chico mientras guiaba su mirada hacia el lugar donde supuestamente estaba solo la amazona.
Akane volteo a mirar triunfante en aquella dirección, imaginando la cara de rabia de Shampoo, mas su rostro se puso palido y su expresión se ensombreció repentinamente.
- ¡¡Ranma…!! -
CAPITULO SEXTO
Ranma se encontraba parado ahí viéndola seriamente, a pesar de que no mostraba emoción alguna en su rostro, en sus ojos si lo hacia, dejando ver decepción y frialdad en ellos.
Akane temió, sobretodo por Mousse al recordar la amenaza que el chico le hiciera hace unos dias si la descubría con otro, mas quedo desconcertada al verlo dar media vuelta e irse sin decir nada.
Ranma pasó silencioso por el lado de Shampoo, quien seguía observando todo silenciosamente, la muchacha sentía un gran dolor en su corazón, pero no lograba aun entender el porque, ya que según Ella no había nadie mas para Ella que Ranma. En su mente busco varias razones para justificar su sentir y negar la realidad, mas no encontró ninguna, después de unos momentos lo entendió, unas lagrimas asomaron en sus ojos, el dolor era demasiado grande; si se suponia que Mousse la amaba a Ella, ¿Porque había besado a Akane? sintiendo frustración y celos al no sentirse única, después de darles un ultimo vistazo a Akane y a Mousse siguió los pasos de Ranma dando media vuelta y marchándose dejando en su lugar solo las lagrimas que habían logrado escapar de Ella.
Akane y Mousse al verse nuevamente solos, hablaron.
-No puede ser... se suponía que solo Shampoo nos veía, Ranma no estaba incluido en esto- Decía la joven preocupada.
-Akane ¿No deberías seguirlo?- Preguntaba Mousse preocupado al ver la aflicción de la chica.
Akane lo vio resignada –No Mousse..., quizás sea mejor dejarlo así-
Akane no entendía porque se sentía tan mal, si se suponía que Ellos se lo merecían ¿seria que acaso la venganza no era tan dulce como dicen? o quizás su amor por Ranma era tan grande que no soportaba verlo lastimado de esa forma y menos por su culpa, aunque se lo mereciera.
Pero ya estaba hecho, no se podía hacer nada mas que aceptar las consecuencias, su orgullo y testarudez de nuevo habían ganado terreno en su actuar.
Mousse se decidió acompañar a Akane a su casa, y se pusieron a caminar mientras hablaban
Akane simuló una sonrisa - Mousse ¿¿No crees que deberías ir a ver a Shampoo?? No parece haber quedado muy bien, ahora todo depende de ti amigo- Decia la joven mientras le guiñaba un ojo.
- Tienes razón Akane, pero creo que primero debo pensar un poco las cosas...- Decia Mousse mirandola por un momento, para despues mirar al cielo -¿Y dime Akane que piensas hacer?-
Akane bajo la mirada -Creo que lo mejor será dejar así las cosas... Ranma no me quiere, solo he sido un juguete para El, jamás me ha visto de otra forma que no sea como si fuera un objeto de su propiedad-
- Eso no es cierto Akane...-
- Tu sabes que si Mousse, si me quisiera realmente como crees, lo que vivimos este ultimo mes habría significado algo para El y no habría andado por ahí besándose con Shampoo y quien sabe con quien mas – Decía la joven, con una mirada vidriosa por las lagrimas que intentaban escapar- Definitivamente Mousse creo que es lo mejor, aunque lo ame-
-Akane Yo se que El te quiere porque...- Mousse no pudo seguir hablando ya que Akane lo interrumpió
-Ya llegamos, gracias por acompañarme a casa- Decía la joven intentando fingir una sonrisa - ¡Nos vemos Mousse y suerte!-
Y sin escuchar lo que el joven quería decirle entro en su hogar, necesitaba estar sola, ya no podía contener la tristeza que embargaba su corazón por mas tiempo.
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Desde el tejado un joven miraba la llegada de ambos chicos, mostraba un rostro dolido y molesto, al ver que se iban a despedir, prefirió dar la vuelta y entrar al lugar donde había pasado los momentos mas felices ese ultimo tiempo, el atico, necesitaba desahogarse, mas no permitiría que nadie lo viera, su orgullo y honor estaban primero
En el ático.
-"Akane... porque me traicionaste de esa manera, y Yo que creí que me querías, mas me equivoque, solo jugaste conmigo ¡Encima Yo defendiendo tu lealtad como un idiota! Se que Yo tampoco he sido un santo, pero siempre eran Ellas las que me besaban Yo jamás les correspondí a ninguna solo a Ti, en cambio Tu vas y besas a otro, tirando a la basura todo lo que vivimos"-
Unas fugitivas lagrimas cayeron por sus mejillas.
Después de mucho tiempo de estar ahí se paró, pero algo había cambiado en El, su mirada era fría, sin sentimientos, ya no permitiría que Ella jugara nuevamente con El, desde ahora en adelante Akane no tendría mas poder sobre El, si era posible haría como si no existiera, solo seria una mas de sus prometidas.
Saliendo del ático y dirigiéndose sigilosamente al baño de la casa, limpio de su rostro las huellas de cualquier sentir, sacando toda la fortaleza que le fuera posible y dejando ver al guerrero arrogante y egoísta que alguna vez fue, antes de conocerla a Ella...
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Ranma bajo justo a la hora de la cena, Ella estaba ahí en su lugar de siempre, Ranma la miro fríamente, pero Ella se mantuvo cabizbaja no deseando verlo a la cara, estremeciéndose por el sentimiento frío que le daba aquella mirada. Ranma se sentó a su lado tranquilamente, poniendo su atención en la cena.
Akane al sentirlo junto a Ella, no pudo evitar notar que el aura que alguna vez fue cálida se había tornado fría e indiferente, sintiéndose culpable, optó por ignorarlo y prestar atención a su familia y lo que decían.
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En el Nekohanten
Shampoo se había encerrado en su cuarto, las lagrimas no dejaban de salir, su orgullo y ego estaban por el suelo, mas también su corazón, ya que se había dado cuenta de su sentir.
Ella sentía algo fuerte por Mousse y jamás se había pasado por su mente que el muchacho se podría fijar en otra, que para peor había sido su mayor rival Akane Tendo.
Pero esto no se quedaría así, buscaría la manera de vengarse de Ella, nadie había tomado algo suyo y había vivido para contarlo.
En cuanto a Mousse, hablaría seriamente con Él cuando llegara, mas el chico pato no apareció ni ese día, ni el siguiente...
Esto provocó que su ira contra Akane aumentara aun mas, por lo que decidió ir a espiar a la joven para buscar la venganza perfecta, cuando la vio descubrió el ambiente tenso entre Ella y Ranma, por lo comenzó rápidamente a maquinar algún plan para vengarse de Ella.
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Mousse desde aquel día había decidido alejarse de Ella un tiempo, debía aclarar sus sentimientos, para así decidir de una buena vez el rumbo que tomaría su vida, Shampoo no era la única mujer en el mundo ahora lo sabia ¿valdría la pena seguir buscándola?
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En el Dojo los dias antes del viaje habian sido tranquilos, Ranma ignoraba e evitaba a Akane lo mejor que podía, no habían vuelto a dirigirse ninguno de los dos la palabra.
El dia antes del viaje, Akane tuvo que ir con la Tia Nodoka a ver las cosas que necesitaría, la muchacha no pudo negarse, no quería que la familia supiera nada de sus problemas con el chico.
- ¡¡Akane este bañador es precioso, este tambien, y este!! – Decía la mujer emocionada
Akane en cambio intentaba no pensar en Ranma -Si Tía tiene razón... pero sabe, prefiero este- Decía la joven mostrándole el clásico bikini con amarras, era azul marino y era bastante sencillo.
-Bueno si te gusta ese llévatelo, con lo que sea que elijas mi hijo quedara fascinado- Decía la madre de Ranma emocionada.
Akane sin poder evitar bajar la mirada por el comentario -Si Tia… Bueno porque no seguimos las compras- Decía la joven mientras simulaba una sonrisa.
- Esta bien Akane vamos-
Estuvieron todo ese día paseando por las tiendas, Akane intentaba por todos los medios no tener que hablar sobre Ranma, para su suerte la Tía no lo notaba.
Cuando hubieron terminado las compras, Akane tuvo que esperar a su Tia, quien dijo que necesitaba comprar solo una cosa mas, cuando regreso le entrego un paquete a Akane, dejándole claro que era una regalo de parte de Ella, pero que no quería que abriera hasta que llegaran a Hokaido, Akane no queriendo contradecirla acepto, guardando el regalo en su maleta apenas hubieron regresado al Dojo.
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Lo que es Ranma, paso esos días encerrado en el dojo entrenando, necesitaba desquitar su rabia de alguna manera. Cuando había ido a Mousse para darle su merecido le fue imposible encontrarlo, por lo que decidió descargar su ira entrenando, además así evitaba tener que toparse con Akane.
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Llego el dia del viaje, la familia los fue a despedir, dejándolos en el tren.
Cuando este partió, Ranma dejo su asiento sin decir nada, y desapareció, Akane solo miraba el paisaje, intentado contener su tristeza, quedándose finalmente dormida.
Cuando el tren llego a su destino Ranma regresó, tomo su equipaje y bajo del tren, sin decir nada, Akane hizo lo mismo.
Cuando llegaron al hotel, se llevaron la sorpresa que quizás unos días atrás les habría encantado, pero esa no era la situación ahora, sus padres les habían alquilado la suite matrimonial, Ranma y Akane miraron la habitación, tenia solo una sala de estar y un cuarto donde había una cómoda cama destinada para dos, también estaba el baño que se veía bastante amplio, el primero en entrar fue Ranma, Akane opto por seguirlo en silencio, el ambiente que se formo en la habitación era demasiado denso.
Ranma dejo sus cosas en un rincón y salio sin decir nada, Akane al verse sola, fue al cuarto y dejando las cosas a un lado se tiro sobre la cama y dio rienda suelta a sus lagrimas intentando así apaciguar un poco su pena por el chico de la coleta.
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Ranma caminaba tranquilamente por la playa, evitando que el agua lo tocara, lo que menos quería en esos momentos era transformarse.
-"Debo ser fuerte y mantener la compostura ¡Akane no jugara mas conmigo, no me voy a dejar amedrentar ni humillar de nuevo!"- Se decía en su mente
El muchacho estuvo todo el día caminando por ahi, mas no prestaba ninguna atención a su alrededor, ni siquiera a las chicas que lo miraban de manera muy notoria al verlo pasar.
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Akane estuvo durante todo el día en la habitación desahogando su dolor, no tenia ganas de salir, sólo se quedo recostada en la cama.
Por una parte se encontraba aliviada de que Ranma no llegara, necesitaba estar sola y pensar.
-Aaaaayyy Ranma , no se como soportare tenerte tan cerca, si estas tan lejos, Te quiero demasiado... No entiendo tu manera de actuar, pensé que al menos me pedirías alguna explicación con respecto a lo de Mousse, pero me has ignorado por completo. Eso me demuestra que para Ti no significo nada, si al menos sintieras algo por mi habrías hecho algo, pero solo me ignoras, se ve que tu orgullo es lo único que se daño en todo esto. Ya no se que hacer, si al menos supiera que es lo que sientes, dejaría todo lo que pasó en el olvido y estaría dispuesta a comenzar de nuevo- Se decía la joven, para luego quedarse pensando un momento, hasta que reacciono nuevamente - ¡¡Esta bien!! Ranma si tu no quieres hablarme de nuevo alla Tú, pero tampoco pienso quedarme aquí a hecharme a morir por eso ¡Disfrutare este viaje contigo o sin Ti!- Se decía Akane de manera decidida.
En eso miro hacia afuera, ya era de noche, su estomago comenzó a reclamar la falta de comida, por lo que pidió servicio a la habitación y después de tomar un baño decidió irse a dormir.
Cuando abrió su maleta para sacar el pijama, se topó con el regalo de la Tía Nodoka, con curiosidad se decidió a abrirlo, cuando vio lo que era su rostro se torno rojo como tomate.
El regalo era una camisola de dormir azul, con tirantes, el escote era bastante pronunciado y con encajes en los bordes, cuando se lo probo vio que le quedaba perfecto, aunque se sentía un poco incomoda ya que esta apenas y le cubría hasta los muslos y su busto quedaba bastante sugerente a la vista, además que marcaba suavemente las cuervas de su cuerpo.
Después de mirarse un rato decidió cambiarse y colocarse su pijama de siempre, ya lo usaría cuando regresara a la casa y no hubiera nadie que pudiera verla.
Junto al paquete del regalo encontró también una carta dirigida a Ella de parte de su Tía Nodoka, por lo que la abrió.
La nota decía:
"Querida Akane, espero mi regalo te haya gustado, quería darte un babydoll pero creo que abría sido demasiado atrevido, (Akane tenia una gota en la frente) espero que sea de tu medida, lo que creo es lo mas seguro ya que Kasumi me dio tu talla jeje.
Espero que a mi hijo tambien le guste, dile que cuide no destrozarlo ni nada porque no salio nada barato. (Akane ya no podia del sonrojo)
Se despide tu Tia y futura madre
Nodoka Saotome
PD: No busques tu pijama, porque yo misma me encargue de sacarlo de tu maleta antes de que te fueras. J"
Al terminar de leer Akane sin esperanza alguna volcó el contenido de su maleta esperando que todo fuera una broma, mas no era asi.
Resignada se dio una ultima mirada al espejo, no se veía mal, es mas, se veía bastante bien, si las cosas con Ranma estuvieran bien no habría dudado en usarlo para Él, pero no era así.
Derrotada se fue a dormir, tapándose bien con las sábanas esperando que Ranma no la viera, después de un rato se abandono al mundo de los sueños.
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Cuando Ranma regresó, encontró la sala de estar vacía, se sentó a ver televisión, notó que Akane ya había comido, y que le había dejado su parte lista para que se la sirviera, por lo que no se hizo de rogar y se la comió
-Esto se ve bien-
Después de comer llevo su maleta a la pieza, cuando entro vio que Akane al parecer ya se había acostado, sin poder evitar darle un vistazo se le acerco sigilosamente.
Cuando la vio se sintió estremecer
Akane yacía sobre la cama cubierta con una fina sabana solo hasta la mitad del muslo, mostrando una pijama que no le conocía y que era bastante sugerente.
Estaba durmiendo de lado por lo que la línea media de su busto se remarcaba bastante, además el tirante se le había resbalado por los hombros dando una imagen demasiado atrayente para cualquiera.
Ranma sacudió su cabeza para evitar pensar en eso, dio la vuelta y se fue a la sala de estar, dispuesto a estar despierto el mayor tiempo que le fuera posible para no tener que irse a acostar.
Mientras veía la televisión la imagen de Akane durmiendo de esa manera y tan indefensa se le venia a la mente, intentando sacársela de la cabeza, trató de recordar algún momento que lo supliera, mas fue peor ya que recordó las de veces que por error la viera desnuda.
Nunca lo admitió, pero cuando eso pasaba, no desaprovechaba la oportunidad para darle un buen vistazo al cuerpo de la chica, al recordar las imágenes no pudo evitar sonrojarse
Ranma sacudía la cabeza queriendo borrar las imágenes de su mente - ¡No! debo dejar de pensar en Ella de "esa" manera y cualquier otra- Se decía a si mismo, para volver endurecer su rostro - Ella me traicionó y no se lo voy a perdonar... a no ser que me de una buena explicación… ¡¡NO!! ¡¡Debo mantenerme firme en mi desicion!!-
Después de tomar un vaso de agua bien fría se recostó en el sofá de la sala intentando conseguir algún sueño.
- Definitivamente.... esta será un decisión muuuyyy difícil de cumplir...-
Después de unas horas sin lograr dormir por la incomodidad, desafiantemente se levantó y se dirigió al cuarto que se supone debían compartir con Akane.
Evitando verla se acerco al lado libre de la cama y sacándose la camisa y los pantalones se metió bajo las sabanas, llevando puestos sus clásicos boxers y camiseta negra sin mangas.
En ese momento Akane abrió ligeramente los ojos y dio un vistazo a su compañero de cuarto un poco asustada al principio, cuando iba a abrir la boca para hablar Ranma la interrumpió de manera bruta
- ¡Ni pienses que voy a dormir en el piso! Asi que ponte bien hacia tu lado, no quiero tener ningún contacto contigo- Decía el chico de mala manera mientras se acomodaba para dormir dándole la espalda.
Akane se molesto por la actitud del chico - Haz lo que quieras ¡me da igual lo que hagas¡-
Y sin decir nada mas se dio nuevamente la vuelta si preocuparse de si la sabana la cubría o no, en cambio Ranma si lo noto y a pesar de que se coloco de espalda a Ella para evitar mirarla, el solo hecho de sentirla tan cerca y de manera tan provocativa lo ponía demasiado tenso al igual que a Ella.
Después de una hora intentando ignorarse ambos lograron entrar al mundo de los sueños, en los cuales no pudieron evitar convocarse el uno al otro.
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Por la mañana la luz de un hermoso día se filtro por las ventanas haciendo que Akane abriera suavemente sus ojos, cuando recordó donde estaba y con quien, se sobresalto, pero cuando miro a su lado lo encontró completamente vacío, haciéndola sentir ligeramente decepcionada.
Ranma seguramente había salido de nuevo, dejándola sola, mas esta vez decidió en vez de quedarse lamentando en la casa, salir a disfrutar del lugar, después de ducharse, colocarse su bikini nuevo y encima de este colocarse aquel vestido amarillo que generalmente usaba cuando iba a la playa, tomó las cosas necesarias salió del hotel para dirigirse a la playa a disfrutar el bello día.
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Cuando Ranma había despertado esa mañana se encontró con la visión de Akane aun dormida, destapada por completo, y con el pijama bastante mas arriba de sus caderas dejando a la vista la fina lencería que a pesar de ser bastante infantil, en Ella no dejaba de ser sugerente, sintió que sus instintos lo comenzaban a dominar, por lo que rápidamente se levantó y fue a tomar una ducha bien fría y luego una de agua tibia para regresar a la normalidad y escapo del hotel para dirigirse hacia la playa, planeando desaparecer nuevamente todo el día.
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En la playa
A pesar de ser época de clases, había bastante gente en el lugar, sobretodo jóvenes que de seguro aprovechaban el fin de semana.
Akane se sentía bastante avergonzada, ya que varias miradas estaban posadas en Ella, en especial cuando se saco el vestido para quedar tan solo en su sencillo bikini azul.
Después de un rato, decidió ir a la orilla del mar para mojar sus pies, arrastrando a la mayoría de los jóvenes de los alrededores al agua también.
- Aaaaay que bien se siente el agua, ojala supiera nadar...- Se decía a si mismaanimada y a la vez decepcionada.
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Mientras Ranma seguía su caminata sin rumbo especifico, a pesar de intentar borrar la imagen de Akane se le hacia imposible, de repente algo llamo su atención.
En la playa la mayoría de los jóvenes miraban un mismo punto, Ranma ignorando el porque decidió dirigir su mirada hacia donde miraban todos, encontrándose con una hermosa Akane en bikini, que inocentemente jugaba con el agua a la orilla de la playa.
Quedo completamente embobado viéndola, cuando recordó que no era el único con tan gloriosa vista, intento calmar sus celos ya que Akane ya no era asunto suyo, mas le fue imposible cuando vio que dos jóvenes bastante insistentes se le habían acercado para hablarle, cuando Ella regresaba al lugar donde estaban sus cosas.
-Hola preciosa ¿No quieres ir a dar un paseo con nosotros?-Decía uno de los jóvenes.
-Seria una gran honor tener tu compañía ¿Como te llamas?- Le preguntaba el segundo chico.
Akane los miro sin interés y amablemente se disculpo.
-Mi nombre es Akane y lo siento no puedo ir con Ustedes-
El primer muchacho se comenzó a poner insistente
-Vamos muñeca, se que quieres venir, además por lo que se ve estas sola ¿o no? – Decía el chico mientras le tomaba insistentemente la muñeca.
Ranma sin pensarlo dos veces dirigió sus pasos hacia Ellos, para darles el respectivo merecido a cada uno, cuando vio que alguien le había ganado.
-¡Dejen tranquila a la dama, viene conmigo!-
Akane estaba impresionada al escuchar la voz y volteó a verle agradecida.
Continuará...
Riosaku