Capítulo II
Los recuerdos de los últimos días pasaron como una ráfaga de viento en su cabeza:su llegada al pasado, su viaje a Diagon Alley, su cumpleaños. El Profesor Dumbledore y la profesora McGonagall junto con Hagrid la habían visitado, los primeros le regalaron un diario con su nombre grabado en letras plateadas sobre una cubierta azul marino y, una cámara fotográfica, respectivamente. Aparte del día de su santo siempre estuvo sola, por lo que tuvo tiempo para pensar y analizar su situación. Había vuelto a celebrar su onceavo cumpleaños, su físico era el de una niña, no tenía amigos más que Hagrid y Eros, si se podía contar a su búho; su nombre había cambiado, tenía otros padres y si mal no recordaba, Dumbledore, le había dicho durante su cumpleaños que él era su padrino, y que si habían estado separados estos últimos días era porque se imaginaba que ella quería estar sola.
Ahora se encontraba en la plataforma 9 ¾, el tren partiría en 20 minutos. Podía ver a los alumnos despidiéndose de sus padres, algunos buscaban a sus amigos, otros ya los habían encontrado y otros, como ella, abordaban solos el tren. Sumergida en sus recuerdos estaba cuando alguien la devolvió a la realidad.
"Hola. Soy Alice Grant" dijo una niña de cabellos rubios, cara redonda y enormes ojos azules "Perdón pero no encontré otro compartimiento donde ubicarme. ¿Y tú cómo te llamas?; ¿Estás en primer año?; ¿En qué casa quieres estar?; ¿Me puedo quedar?; ¿No te importa?"
"No importa puedes quedarte. Yo también estoy sola. Y sí, soy de primer año, mi nombre es Hermione Atena Belmondo, puedes llamarme como quieras. Y me atraen Gryffindor y Ravenclaw." Hermione pensó que Alice era la viva imagen de Neville.
"¡Yo también pienso lo mismo!; ¿De dónde eres?; ¿Tus padres eran magos? Los míos son sangrepura, no es que me importe pero no sé si a ti sí.'
"Mis padres ambos son magos creo que se puede decir que, sí,soy sangre pura pero eso no me importa en lo absoluto. Mis padres murieron hace unos meses. Vivíamos en Francia, mi papá era francés y mi mamá irlandesa" contestó Hermione repitiendo lo que Dumbledore le había explicado el día de su llegada.
"Lo siento mucho yo no quería abrir tus heridas. Discúlpame, si así lo deseas me puedo ir" dijo levantándose y dirigiéndose a la puerta.
"No, no por favor quédate. No conozco a nadie y no quiero estar sola. ¿Podemos ser amigas?" contestó una tímida Hermione "¿Qué dices Alice?"
"Por mi encantada tampoco tengo amigos ¿Sabes? Creo que me va a gustar mucho Hogwarts"
"Sí a mí también" Pasaron unos minutos y la puerta volvió a abrirse, esta vez era un chico de cabellos negros algo grasosos, y tez pálida
"lo siento no quería interrumpir" dijo sin dejar de ver a la puerta
"Me llamo Severus Snape y sólo estaré aquí un rato." Hermione no podía creerlo, estaba frente a frente con su temido profesor de pociones.
"Yo soy Alice y ella es Hermione. Disculpa pero ¿te estás escondiendo de alguien?" Le preguntó Alice un poco curiosa.
"Sólo de unas muy molestas bestias eso es todo" le respondió con un tono de desprecio. Y volteándose para verlas les dijo "¿Son de primer año?"
"Sí" le dijo Alice "¿y Tú?"
"Yo estoy en segundo año, pertenezco a Slytherin" le contestó con un tono de orgullo. Hermione estaba impactada con la visión que tenía ante ella.
"¡Aja! sangre pura me imagino" le dijo Alice un poco temerosa. "¿Son difíciles las clases en Howgarts?; ¿Cómo es el ambiente de tu casa?; ¿Tienes amigos?; ¿Tienes novia?; ¿Juegas Quidditch?"
"Ja ja no tan rápido" le dijo el joven, con un tono divertido que sorprendió y relajó a la vez a Hermione. "pues bien, Alice, sí soy sangre pura, y las clases son muy interesantes y difíciles para aquellos de lento aprendizaje, y no te puedo decir como es mi casa" hizo una pausa para observarlas con mirada penetrante, examinándolas de pies a cabeza "Y tengo los amigos necesarios, no tengo novia, y no, no juego Quidditch" esta última frase la dijo con un tono muy amargo pero sin dejar de verlas.
"¿Cuál es tu clase favorita?" Le preguntó Hermione, sonrojándose un poco por la mirada del chico.
"Me gusta Defensa contra Las Artes Oscuras y Pociones. Soy muy bueno en eso. Las artes Oscuras son muy interesantes sino le temes a aquello que no puedes comprender" les respondió, con un tono más amigable.
"Entonces te tomaré la palabra Severus. ¿Te podemos llamar así verdad?" Le preguntó Hermione mirando al suelo.
"Claro que sí, ese es mi nombre sino mal recuerdo" Le dijo, mirándola a los ojos
"Sabes Severus creo que la gente se equivoca cuando dice que todos los de Slytherin son despreciables, me agradas. ¡Ah! y otra cosa ¿podríamos llamarte Sev? Es que Severus se escucha muy drástico. Tú nos puedes llamar Al y Herm" dijo Alice, muy emocionada.
"Claro que sí, pero solo cuando estemos los tres juntos" Le dijo, entre risas "Tengo una reputación que defender dentro de mi casa"
"Severus" le dijo Hermione, levantándose y dirigiéndose hacia donde estaba él "¿Qué pasaría sí Alice y yo quedáramos en Gryffindor?; ¿Nos dejarías de hablar?" sus hermosos ojos avellana traslucían el miedo que había en su corazón ante la respuesta del chico.
Severus la tomó de la mano y mirando a Alice y después a ella les dijo "Bueno creo que por ustedes dos podría hacer una excepción. Las dos me caen muy bien, creo que no me importaría aún sí ambas fueran sangre sucias ¿No lo son, verdad?"
"No, no lo somos" Hermione soltó las manos de Sevrus con brusquedad. "Pero eso habla muy mal de ti Severus Snape. Esas cosas no importan. Lo esencial es lo que llevamos dentro" lo reprendió, mientras regresaba a sentarse al lado de Alice.
"Creí que me llamarían Sev cuando estuviéramos los tres juntos" le dijo, fingiendo un tono inocente.
"Sí, pero cuando te comportas como un niño malcriado prefiero tu nombre completo" le contestó Hermione, con fingido enojo.
"Esta bien" le respondió "Ya es hora de irme. Nos vemos en la Escuela y si no quedan en Slytherin siempre tendremos la biblioteca o los jardines" Les regaló una última mirada y una sonrisa, y se marchó.
"Bueno Herm creo que ya tenemos un nuevo amigo" dijo Alice, muy complacida.
"Sí, tienes razón. ¿Sabes? creo que me va gustar mucho este colegio" respondió Hermione, con una gran sonrisa.
Poco a poco iba entendiendo su misión y ya se empezaba a acostumbrar a este nuevo tiempo y a su gente. El tiempo pasó rápido y muy pronto estaban en Hogwarts. Hagrid llevó a los de primer año a través del lago. Más tarde la profesora McGonagall les explicaría la ceremonia. Alice y Hermione se mantuvieron unidas en todo el proceso intercambiando miradas furtivas. Cuando las puertas del gran salón se abrieron los alumnos de primer año avanzaron, mientras lo hacía, Hermione no pude evitar posar su mirada en un grupo de alumnos sentados en la mesa de Gryffindor "Harry" pensó para sí, pero no podía ser él, sus ojos eran diferentes y la cicatriz no adornaba su frente. De ahí en adelante, Hermione se convirtió en una autómata, no escuchó a la profesora McGonagall llamarla, ni colocarle el sombrero, sólo podía escuchar murmullos. Sus recuerdos habían invadido su mente, llevándola lejos de su cuerpo. No se dio cuenta ni cuando el sombrero la colocó en Gryffindor y mucho menos cómo llegó a la mesa.
"Hermione, Hermione" le gritó Alice, desde el otro lado de la mesa "¿Hermione que te pasa? pareces un robot. ¿Si tan siquiera te diste cuenta de los que acaba de pasar?; ¡Fuimos colocadas en Gryffindor!; ¡Ambas!; ¡Hermione Atena Despierta!; ¡Hola!; ¿Hay alguien?; ¡Hola!" Alice seguía intentando llamar la atención de su amiga haciendo gestos que hicieron voltear a más de uno.
"Ah. Yo...qué pas... Harry... No yo..." Hermione se sentía perdida y volteándose hacia Alice, le dijo "Esta bien, esta bien solo me dejé llevar por los recuerdos. ¡Oh ya deja de reírte!" respondió Hermione, fingiendo estar molesta con su amiga, que en ese momento se encontraba al borde de las lágrimas de tanto reírse.
Tornándose un poco seria, como comprendiendo algo le dijo "¿Qué pasa contigo?; ¿No tienes hambre? Ya sé, debes extrañar tu casa y a tus padres. Vamos come algo por favor, mira la comida..." pero no pudo terminar su frase,un joven sentado al lado de Hermione, las interrumpió.
"Siento interrumpirlas, señoritas, pero nos fue imposible escuchar su conversación" dijo un chico de cabellos negros y ojos color miel " Me llamo Sirius, Sirius Black y estos son mis amigos" continuó, señalando a otros tres "él es James Potter, Remus Lupin Y Peter Pettigrew. Estamos en segundo año."
Hermione estaba muda del asombro, tenía a los merodeadores enfrente y no podía articular ni una sola palabra. James estaba vivo, Sirius era libre, el profesor Lupin era feliz y Peter no era un traidor. Todos eran tan inocentes.
"Hola, yo soy Alice Grant y esta atolondrada es mi amiga her..."
"Sí, Hermione Atena" interrumpió de nuevo Sirius "escuché cuando le gritabas ¿pero ese no es tu apellido o sí?" Alice iba a responder cuando Hermione le hizo un ademán.
"Soy Hermione Atena Belmondo" una muy sobrepuesta Hermione, le contestó "Es un placer conocerlos"
"Igualmente" Esta vez fue James quien contestó "Nos dicen los merodeadores" con una sonrisa maliciosa, continuó "Entonces ¿de dónde eres? Nunca había escuchado ese apellido."
"Soy de Francia." Contestó Hermione perdida en los ojos de James
"¿Por qué no fuiste a Beauxbatons?" preguntó Peter. Tenía una voz baja y unos ojos azules tan pálidos como aguados.
"Mis padres murieron y me dejaron al cuidado de mi padrino Albus Dumbledore" le explicó, con un tono triste y un poco tímida mirando a los otros tres.
"Lo siento. Yo no quería traerte malos recuerdos" se disculpó Peter, agachando la cabeza.
"No importa Peter" le sonrió "Además esos son mis más bellos recuerdos. Ahora soy una peregrina tratando de empezar de nuevo. ¿Me ayudarías?"
"Claro. Te puedo llamar Tena" le preguntó, un muy emocionado Peter.
"Bueno, bueno basta de memorias tristes" esta vez era su ex profesor y amigo, Remus Lupin "Espero que te sepas acoplar al colegio y a su gente" le dijo. Su voz era grave y profunda. Sus ojos eran color ámbar y sus cabellos castaños claros.
"Creo que Remus tiene razón. Hermione necesita diversión" le sonrió, desde su asiento Alice " creo que nos llevaremos muy bien" les dijo, con un tono de complicidad.
"Yo opino lo mismo" respondió Sirius "Necesitas diversión y quien mejor que nosotros para dárselas y enseñarles algunos trucos" dijo Sirius, con un brillo malicioso en sus ojos miel.
"Yo que ustedes me alejo de ellos" interrumpió, una niña. Sus cabellos eran rojos y sus ojos eran de un verde intenso "Me llamo Lily Evans. voy en segundo año, y si mi consejo les vale, no se junten con ellos solo traen problemas"
"Mira Evans nosotros no te hemos hecho nada ni hablamos mal de ti ante nadie, así que, por favor haz lo mismo" le contestó, James con tono alterado. Si las miradas pudieran matar Lily ya estaría dos metros bajo tierra. "Vete nadie te llamó" le gritó James.
"Ya basta James" lo reprendió, Alice "No le grites así ella es una niña"
"Sí, James, Al tiene razón, le debes respeto" intervino Hermione, un poco asombrada "Y en cuanto a ti Lily, muchas gracias por el consejo, pero te aseguro que si alguien les puede dar problemas a ellos soy yo. Espero que podamos ser amigas las tres" Hermione miró a lily a los ojos, eso ojos que ella tanto conocía, "¿Qué dices lily?" Lily asintió y le sonrió dulcemente para después seguir conversando con una chica al lado suyo. Hermione la observó. Aún no le cabía en la cabeza que James Potter pudiera odiar a Lily Evans ¿Cómo era posible? Ella tendría que intervenir para que eso cambiara y para llevar a cabo su plan debía conocer ambos bandos.
"Hermione disculpa comportamiento" James la miró con ojos suplicantes "Es que ella y yo no nos llevamos muy bien."
"Así es, Evans cree que el único que vale la pena de nosotros es Remus" le dijo, Sirius mirando a Lupin "La chica con la que habla es Hestia Jones, una de sus amigas y el muchacho de al lado es Frank Longbottom, es amigo nuestro también, es muy inteligente y amigable" dijo Sirius, señalando a una niña de pelo negro y mejillas sonrosadas y a un chico de cabellos cafés claros y ojos azules, tenía un semblante muy dulce.
Los seis chicos siguieron comiendo y cuando el banquete hubo terminado se fueron juntos hasta la sala común de Gryffindor. En la sala los merodeadores les contaron todo sobre las clases, los maestros, los alumnos, sobre Filch, y un poco de cada uno de ellos. Se fueron a acostar a eso de las doce de la noche, cuando su curiosidad estuvo satisfecha. Sirius había monopolizado la conversación hablando de él. Les había contado que su prima favorita, Andrómeda Black, era la prefecta de Gryffindor, mientras que su otra prima Bellatrix Black, estaba en cuarto año pero no le agradaba mucho, ella junto con su prima menor, Narcissa Black, estaban en Slytherin, ésta última también estaba en primer año. Había escuchado muy poco sobre Remus pero ya se imaginaba porqué. Peter no había hablado mucho y James le contó sobre sus padres y su casa.
Cuando estuvo sola en su cama se puso a recordar que diferente era todo. No podía esperar a que fuera mañana, quería conocer todo de nuevo, los jardines, la cabaña de Hagrid, el lago. También quería volver a ver a Lily, inclusive al profesor Snape, él era tan distinto hasta amable. Sirius era un demonio, le encantaba divertirse y hacer bromas; Peter era tierno pero débil de carácter y Remus era encantador y muy inteligente. Alice era muy alegre, tan distinta a Neville, en cuanto a Frank Longbottom, sólo le había visto de lejos, pero Alice le había susurrado que era el chico más guapo que había conocido en su vida.
