Disclaimer: no pertenece nada solo la trama y algunos personajes nuevos.
Capítulo VI
La historia del diario y las fotografías le habían interesado mucho, pero ahora solo quería escuchar mas historias acerca de sus padres y se podía imaginar que Neville ansiaba lo mismo.
"Hermione, eso es muy interesante¿Pero, qué pasó durante ese verano?" Le preguntó lleno de curiosidad.
"Al principio todo era tranquilo y divertido. Frank, las chicas y yo nos pasábamos todas las noches en vela hablando de cualquier cosa, en ocasiones nos despertábamos hasta tarde. Nadábamos en el lago, el agua siempre esta tibia aunque sea invierno. nos pasábamos siglos en el jardín o nos aventurábamos por toda la mansión tratando de descubrir sus secretos." Hizo una pequeña pausa y agregó "Claro, Alice y yo recibíamos cartas de los chicos cada dos horas. Aunque ella siempre estaba ocupada hablando con Frank.él era muy tímido en ocasiones, por lo que era Alice la que siempre estaba hablando, nunca se cansaba de escucharla" Neville se emocionaba cada vez más al escuchar historias sobre sus padres.
"En otras palabras, muchachos, todo era aburrido hasta que nosotros llegamos" la interrumpió Sirius mientras Remus les miraba un tanto serio.
"Querrás decir que la paz se acabó cuando ustedes arribaron dos días antes de lo previsto" le contestó con ironía su esposa "Casi matándome del susto"
"Sólo queríamos darte la sorpresa querida Hermione" continuó la frase Lupin "Además, James, estaba loco por verte y no digamos Sirius y yo. Nosotros no sabíamos que ibas a reaccionar así. Aún no nos enterábamos de tu condición" agachando la mirada. Sirius la abrazo fuertemente mientras una lágrima rodaba por su rostro. "Alguna vez nos perdonaras, mione" ella le sonrió amablemente diciéndole que no tenía nada que perdonarles.
La noche había caído hacía rato y una tormenta de rayos azotaba el valle de Las Hadas, en cuyo centro se ubicada la mansión Belmondo. Un grupo de jovencitas y un muchacho se encontraban en una de las habitaciones de la gran casa. Algunos más asustados que otros. Un joven de cabellos castaños claros le susurraba palabras consoladoras a una niña de cabellos rubios que se aferraba fuertemente a su pecho cada vez que se escuchaban el estallido de un trueno, o un relámpago iluminaba la habitación. Un grupo de jovencitas, sentadas en una de las camas, se abrazaban unas a otras. Mientras que dos niñas, una de cabellos cafés y otra de cabellera roja se encontraban acurrucadas en uno de los sofás que adornaban la recámara. Una de ellas se dirigió al joven diciéndole
"Frank, tengo miedo"
El joven levantó la cabeza "No te preocupes, Hermione. Nada malo pasará solo es una tormenta. No nos puede hacer nada"
"Y el profesor Dumbledore no vendrá hoy, Herms"
"No, Hestia"
"Intentemos dormir. Tal vez así nos calmemos"
"Marlene, no creo que eso nos calme" respondió Lily aterrada desde el sofá sin soltar a Hermione "Además con el rugir de esos truenos solo pesadillas podría tener"
"Lily tiene razón. Es mejor que esperemos a que pase la tormenta. No creo que falte mucho" dijo una Emmeline más calmada que Lily
Un estallido se oyó y la habitación se volvió a iluminar por unos instantes. Las chicas gritaban aterradas cerrando los ojos, esperando a que pasara el momento. De repente el fuego de la chimenea se apago dejando la infantil habitación totalmente a oscuras. Todos guardaban silencio, sólo se podían escuchar las respiraciones agitadas de los miembros del grupo. Súbitamente el fuego se volvió a encender y a apagar varias veces, una risa macabra inundó el cuarto, las ventanas se abrieron de par en par dejando entrar una brisa, silbadora y helada, que alborotó la recamara. Todos corrieron hacia la puerta sin pensarlo dos veces. Frank intentó abrirla, pero estaba atascada. La empujó, pero aun así no se abrió. El grupo se arrinconó en una esquina y Frank se colocó enfrente con los abrazos abiertos. En ese momento la luz de otro relámpago iluminó la habitación nuevamente y pudieron observar cuatro siluetas encapuchadas entrar por la ventana, se escucharon pasos y otra vez las risas macabras que les helaron el alma.
"¿Quién anda allí?" Gritó Frank sin bajar los brazos.
Por la mente de Hermione cruzaban mil pensamientos. No podían ser mortífagos aun era muy pronto para que Lord Voldemort saliera a la luz, no podía ser. Empezó a sentir un dolor en el pecho y no pudiendo aguantar más la tensión ni el pavor que sentía, y mucho menos el dolor,cada vez más fuerte, se desvaneció. En el mismo instante la habitación fue iluminada por otro destello dándole un aspecto mortal a su cara. Uno de los encapuchados dejó salir un grito de su garganta y corrió hasta donde yacía el cuerpo casi inerte de Hermione. En un momento la habitación estuvo completamente iluminada y los otros tres personajes dejaron ver sus caras. Sin importarles las miradas de reproche de los demás los cuatro merodeadores llevaron a su amiga hasta la cama.
"Te dije que no lo hiciéramos, Sirius" le gritó James muy asustado e intentando reanimar a Hermione.
"¿Qué pasa, James, por qué no despierta?' Pregunto Peter con sus ojos más aguados que nunca. "No esta muerta¿Verdad?"
"No digas boberías, Pit, sólo se ha desmayado" le dijo Remus sin poder ocultar su angustia y mirando de reojo a Sirius.
"Frank, envíale una lechuza al Profesor Dumbledore. Dile que lo necesitamos con urgencia. Eros debe de estar en salón de música" Le ordenó Sirius con una mirada impenetrable. Frank obedeció de inmediato.
"¿Qué le pasa¿Qué le han hecho?" Les reclamo Lily muy angustiada pero no obtuvo respuesta.
Hestia le hizo una señal para que guardara silencio. Las chicas se sentaron en los sillones sin dejar de ver el rostro de su amiga. Pasaron unos minutos. Frank regresó diciendo que Eros estaba en camino a Hogwarts. Otros quince minutos pasaron hasta que por fin vieron entrar a Dumbledore seguido de la Profesora McGonagall y de Madam Pomfrey. El director les pidió una explicación; al terminar de escucharla sus ojos estaban llenos de cólera y los echó a todos del cuarto exceptuando a la profesora y a la enfermera.
Ya estando afuera Lily encaró a James gritándole "MIRA, JAMES POTTER SI ALGO LE LLEGA A PASAR A MI AMIGA PORCAUSA DE ESTA BROMITA DE USTEDES, TE JURO QUE TE MALDIGO."
"MIRA, EVANS, TU NO ERES NADIE PARA AMENAZARME Y SI QUIERES UN DUELO LO TENDRAS, PERO TE ADVIERTO QUE NO CONOCES NI LA MITAD DE HECHIZOS QUE YO."
"CUANDO QUIERAS, PEDANTE"
"YA CALLATE, IDIOTA. NO VES QUE NO QUIERO OIRTE NI VERTE. DEJAME EN PAZ"
"OYEME, CABEZA DE ALCORNOQUE¿QUIEN TE CREES PARA INSULTARME? CLARO, SIEMPRE CON TUS AIRES DE SABELOTODO"
"YA CALLATE, EVANS. ME ATURDES. NO TE SOPORTO. ME ENFERMAS"
"¡YA BASTA! CÁLLENSE LOs DOS. JAMES A 'HERM' NO LE GUSTARIA VER COMO ESTAS TRATANDO A LILY" le gritó Alice muy seria. James miró por última vez a la pelirroja y fue a sentarse entre Sirius y Remus. Lily no pudo evitar sentir escalofríos ante la mirada llena de rencor y desprecio de James. La chica pensó enla suerte que tenía Hermione al tener amigos que, por lo que se podía ver, darían la vida por ella.
Mientras tanto en la habitación Dumbledore le preguntaba a Madam Pomfrey "¿Qué crees que sea?"
La enfermera no contestó seguía muy ocupada examinando a la chica. Su mirada era indescifrable y su semblante inexpresivo. Después de unos minutos, le contestó llena de angustia. "Albus, Tengo la leve idea de la causa pero no estaré segura hasta que ella despierte y me lo confirme."
El director entendió y dijo "pues entonces no nos queda más que esperar" se dispuso a sentarse en el sillón donde antes Lily y Hermione estuvieran sentadas. Una hora después Hermione despertó un poco aturdida, pero igual de pálida. Al ver que ésta despertó, madam Pomfrey se acerco a su cama.
"Hermione ¿Cómo te sientes,Te duele algo? Contéstame, por favor"
"Hermione¿te sientes bien, mi niña?" esta vez fue la profesora McGonagall "Si esos pillos te hicieron algo juro que los azoto"
Aclarando su mente Hermione exclamo muy asustada "Profesor¡eran mortífagos! Los sirvientes de Voldemort. ¿Dónde están los demás¿Qué les hicieron¡Eran Cuatro! Frank trató de defendernos pero..." Su explosión verbal fue interrumpida por Albus Dumbledore.
"Hermione, cálmate. Todos están bien, están afuera esperando noticias. Solo fue una broma muy pesada de unos muy conocidos merodeadores" Tomando una silla y colocándola al lado de la cama le pregunto "Madam Pomfrey tiene una teoría de que fue lo que te sucedió y sólo necesita que le confirmes algo. ¿Crees que puedes hacerlo?"
"Sí" contestó mientras pensaba en la mejor forma de matar a sus mejores amigos. Pero la pregunta de la enfermera la sacó de su abstracción.
"Hermione¿has recibido alguna maldición con anterioridad?" le preguntó la enfermera.
No pudo contestar tuvo miedo de decir algo indebido, no sabia si ella supiera su verdadera procedencia. Como si adivinara lo que la chica estaba pensando Dumbledore le dijo "No te preocupes, ella sabe de dónde vienes"
Al oír esas palabras Hermione se apresuró a explicarles los sucesos de su quinto año. De cómo Dolohov le había infringido una maldición. YTambién les nombró algunas de las pociones que tomaba pero que debido a su viaje no pudo seguir el tratamiento.
"Me lo suponía. Esa maldición no era otra que la Avada Kedavra. Ya sé que el rayo de luz es verde, pero la persona que la conjuró no pudo decirla debido al hechizo de silencio que tú le mandaste. Tu conjuro hizo que la imperdonable maldición no actuara como debía de hacerlo. Pero eso no impidió que te dañara gravemente y como no pudiste terminar el tratamiento tu condición fue empeorando poco a poco, el susto que recibiste sólo fue el catalizador que apresuró tu descalabre nervioso"
"¿Entonces Mia, nunca se restablecerá totalmente?" Preguntó la profesora guía de Gryffindor
"Con el tratamiento correcto y si esta señorita lo sigue al pie de la letra, su salud volverá a estar alciento por ciento,Aunque siempre tendrás que cuidarte mucho, eres tan frágil y delicada como una muñequita de porcelana." Le dijo muy sonriente "¡Ah! Casi lo olvidaba otra broma como la de hace poco y esta muñequita no la cuenta. Bueno al menos mientras dure el tratamiento" le dijo la enfermera guiñándole un ojo.
"Ya lo oíste, Hermione, reposo absoluto, buena alimentación y tomar tus pociones a la hora, si queremos que te recuperes. Hablaremos más delante del tema ese de Voldemort" Le dijo Dumbledore con sus ojos chispeantes.
"Albus, yo me encargo de esos rufianes" dijo una muy severa McGonagall.
Hermione sonrió al pensar que no le gustaría estar en el pellejo de esos cuatro bobos.
Al terminar de oír el relato Harry se quedó mirando a su amiga y de nuevo las culpas volvieron a atormentar su corazón adolescente. Se recriminó en silencio el no haberle hecho caso cuando ella le dijo que podía ser una emboscada; y por si fuera poco hace unas horas le había gritado tan fuerte que le había propiciado otra recaída. Es que él siempre la haría sufrir o la pondría en peligro.
"No lo hagas, Harry" le dijo Hermione que conocía muy bien a su amigo "No te culpes por lo que pasó en el ministerio de magia"
"Sí, Harry. Tú no nos obligaste a acompañarte, si mal no recuerdo nos dijiste que no querías que te acompañáramos" le dijo Neville
"pero si tan solo te hubiera escuchado nada hubiera pasado"
"Te equivocas, Harry. Todo debía de suceder exactamente así"
"No lo entiendo"
"Déjame continuar y al final lo comprenderán los dos"
"Harry ya te lo advertí no interrumpas mucho" le dijo Remus. Harry guardo silencio al instante. "Además nosotros también tuvimos culpa de que ella se enfermara"
"Moony tiene razón nuestra tonta broma casi le cuesta la vida a nuestro ángel" comentó Sirius sin apartarse de Hermione.
"Ya basta. Ni Harry ni ustedes tuvieron la culpa. No lo entienden, yo iría hasta el fin del mundo sin alguno de ustedes estuviera en peligro. Y aun sabiendo que fuera una trampa los acompañaría por el simple hecho de que los amo con todo el corazón" les dijo un tanto exasperada.
Harry y Neville le sonrieron diciéndole que ellos harían lo mismo por ella, en cambio, Sirius besaba sus cabellos sin cesar y le repetía cuanto la amaba. Remus le dijo lo mismo, mientras le mandaba besos soplados a su amiga. Ella solo se reía de las demostraciones de afecto de los cuatro. Reponiéndose un poco y haciendo que los demás guardaran la compostura siguió con su historia.
"En fin, como se imaginarán por culpa de estos graciosos, pase en cama la última semana de ese verano. Madam Pomfrey y mi madrina jamás se separaban de mi lado y mantenían a raya a estos cuatro. Desde ese entonces me dan terror las tormentas. A pesar de todo fue una semana divertida, Lily y James por primera vez no pelearon tanto. Las chicas y Frank siempre me entretenían con sus pláticas. Y todos los días mis cuatro personajes favoritos llenaban los jarrones de mi habitación con flores del jardín diciéndome que si yo no podía ir, ellos lo traerían a mi recamara."
"Esa fue idea de James" dijo Remus
"No te olvides de los juegos que solíamos inventar para pasar las noches" dijo Sirius
"Es cierto una vez que nos quedábamos despiertos hasta el amanecer. Madam Pomfrey se puso roja del coraje. Pero jamás durante esa semana pudo echarlos de mi habitación, era simplemente imposible"
"Primero me despelleja antes que separarme del lado de mina" dijo Lupin imitando un tono de vos que le resulto familiar "esas fueron las exactas palabras de James Potter" explicó casi llorando de tanto reír.
"Sabes, se me había olvidado que él solía decirte así"
"Ese era uno de los tantos nombres que ustedes me daban" le contestó.
"¿Cómo fue el siguiente año Hermione?" le preguntó esta vez Neville interrumpiendo el momento
"Por supuesto, Neville, perdóname por desviarme. ¡Moony, Padfoot, ya cállense!" Dejando pasar un rato prosiguió "En nuestro tercer año Alice y yo nos la pasamos muy bien. Claro siempre divididas entre las chicas y lo muchachos. Y por supuesto siempre visitábamos constantemente a Severus en la biblioteca, eran unos momentos fantásticos los que pasábamos hablando escondidos de todo el colegio"
"¿Mi mamá y el profesor Snape eran mejores amigos?"
"¡Ah! Neville, Neville te sorprendería saber quien es en realidad snivellus" dijo Sirius
Hermione lo reprendió con la mirada y dirigiéndose a Neville le dijo "Los tres éramos muy buenos amigos, nuestro secreto era que mientras estuviéramos junto no existía nadie más, ni mucho menos las cuatro casas del colegio"
Dos chicas corrían por los pasillos de Hogwarts, se dirigían a la biblioteca "Hermione te voy a matar ¿dónde te metiste esta vez?"
"No me regañes, Alice, ya sabes como son los chicos."
Ya estaban llegando a la biblioteca, aminoraron su velocidad y guardaron silencio al entrar al recinto. Se dirigieron directamente hacia uno de los últimos estantes de la biblioteca. Al final del pasillo un muchacho pálido de cabellos negros las esperaba impacientemente, al verlas llegar sus ojos se iluminaron
"¿Creí que se habían olvidado de mi?"
"Eso nunca, Sev" le dijo Alice dándole un gran abrazo y un beso en cada mejilla.
"Ay, Sev, te extrañé tanto" le dijo Hermione enlazando sus brazos en el cuello del muchacho y besándolo repetidamente en las mejillas.
"Estas más delgada y te ves muy pálida. Pero este no es el lugar para hablar" le dijo observándola con sus impenetrables ojos.
Con su mano libre empujó uno de los libros colocado en un pequeño librero. Al hacerlo el librero se deslizó hacia un lado dejando ver una pequeña puerta, Alice la abrió con una pequeña llavecita que llevaba colgada en su cuello. De inmediato las antorchas se encendieron alumbrando la cámara secreta. Su mobiliario consistía en varias mesas y estantes llenos de botellas, jarras, calderos, algunos ingredientes y varios otros instrumentos. Además, había tres pequeños sillones formando una pequeña salita frente a la chimenea. Cuándo estuvieron sentados Severus les preguntó
"¿Qué pasó durante el verano? Y no me mientan"
Alice le contó acerca de la broma de los muchachos y de la convalecencia de Hermione. Cuando escuchó el fin de la historia sus ojos estaban encendidos de rabia y odio, sus facciones se tornaron más rígidas que de costumbre, y con una vos llena de amargura, dijo "¿Cómo fueron capaces de hacer eso? Esta vez los mato y no me mires así, 'Herm' sabes que se lo tienen bien merecido. Pudieron matarte"
"Pero no lo hicieron. Además dudo mucho que esa fuera su intención"
"Es cierto, Sev, no te enojes. Es la primera vez que nos vemos y no quiero pasarme el rato discutiendo acerca de algo que no tiene importancia" le dijo Alice
"Esta bien. Pero ¿Tienes todas tus pociones, Has descansado?"
"Sí, papá" se burló Hermione de la preocupación de su amigo
"¡Ey! no te burles, esto es serio" le dijo Severus a su amiga.
Así pasaron las horas entre anécdotas y bromas. Ya había pasado el toque de queda cuando los tres amigos salieron del cuarto secreto, pero esta vez bajo una capa de invisibilidad, la misma que le había dado Dumbledore a Hermione el día de su llegada.
"Bueno, Severus, hemos llegado a tu calabozo" bromeó Hermione. Ignorando su comentario las besó a ambas en las mejillas y se marché por un pasillo que conducía a la entrada de Slytherin.
"Me quieres decir que hay un cuarto secreto en Hogwarts del cual nosotros no sabíamos nada" le reclamó Sirius en tono de broma. "Ta ta, Hermione. Has sido una niña muy mala creo que Moony y yo deberíamos dejar de hablarte. Imagínate compañero, traicionarnos de esa manera y con snivellus"
"No le digas así. Por otra parte no creo que duren un minuto sin hablarme" les dijo mientras les sacaba la lengua en son de broma.
"Buen punto, Mione. Pero Sirius tiene razón eso fue una gran traición. Aunque ahora que recuerdo los primeros días de ese curso Snape no dejaba de tirarnos maldiciones cada vez que nos miraba. Desde ese entonces nuestras guerras se volvieron más constantes"
"Es increíble¿Pero entonces por qué me odia tanto Snape?" preguntó Neville.
"Porqué debía guardar las apariencias y si te fijas bien a mi me trataba igual o peor que a ti" Neville le contestó con un gesto afirmativo.
"Entonces esa era otra razón por la que Snape odiaba a mi padre. Pensándolo bien yo también lo hubiera odiado."
"Esos dos se odiaron siempre. Estaba en su naturaleza el odiarse mutuamente, Harry"
"Snape jamás nos perdonó el hecho de que nosotros pudiéramos andar y hablar libremente por los pasillos con Alice y Hermione. Aunque nosotros no sabíamos esto todavía" le explicó Sirius.
"En ese año también ocurrió el baile, se acuerdan" dijo rápidamente Moony
"Claro el baile de intercambio o baile de la amistad. Hermione y Alice se miraban bellísimas"
"¿Con quién irás al baile, James?" le preguntó Alice.
"Bueno ya que he sido brutalmente rechazado por las chicas más bellas del colegio" dijo fingiendo un tono de dolor "tendré que ir con Jeanne Boucuse, una hermosa estudiante del colegio Beauxbatons" dijo con tono de orgullo.
Hermione lo miró con sus grandes ojos desde su asiento "¡James Potter!"
"Ya que ni tú ni Alice estaban disponibles, tuve que buscar alguien para consolarme. Ya sé que esa chica no les llega ni a los talones pero no había nadie más que valiera la pena"
"Ay, James. Eres imposible" le dijo Hermione pegándole traviesamente en su brazo, Pero el joven fue más rápido y la atajó en sus brazos obligándola a recibir una lluvia de besos.
"¡James Potter! Suéltame en este instante. ¡No! cosquillas, no ¡James por favor ¡Déjame!"
sin soltarla le dijo "Entonces discúlpate por haber rechazado al chico más guapo del colegio por ir con un rufián como Sirius"
Hermione sin poder parar de reír u atrapada entre los brazos del joven de catorce años le dijo "Esta bien, Esta bien, me disculpo por rechazar a un Dios por un simple mortal"
Sirius que había presenciado la escena con el ceño fruncido se levantó de su asiento y salió de la sala común rojo de la cólera. "Ups creo que Siri se enojó"
"James, sabes le enoja que le digas así. Solo yo que soy su novia le puedo llamar de esa forma" y liberándose de los brazos de James salió en busca de Sirius.
"Hay que ver que a veces te pasas, James" le reclamó Peter
"Sí, compañero. Bien sabes que Sirius la cela hasta del viento" le dijo Lupin
"Esta bien ahorita que regrese me disculpo" en ese mismo instante Lily que estaba sentada cerca en otro de los sofás le dijo
"Esto si será interesante: el gran James Potter bajando de su pedestal para disculparse ante alguien"
"Evans, Evans, Evans. Por alguien que valga la pena soy capaz hasta de morir. ¿O es que soñabas que te invitara a ti Evans? Ni en un momento de locura haría tal idiotez." le dijo sin mirarla
"Al menos mírame cuando te dirijas a mí, Potter. No eres más que un arrogante" le dijo furiosa y sin moverse de enfrente.
James se levantó lentamente del sillón. La miró con una mirada tan penetrante que hizo que Lily retrocediera "¿Qué pasa Evans¿Me tienes miedo? Si mi consejo te vale no hurgues a un lobo con rama corta, podría morderte. Y ahora ¡sal de mi presencia!" vociferó James.
Lily regresó a su asiento asustada y herida por las palabras de James. Peter y Remus miraron a James y luego a Lily con un gesto indescriptible. Alice la miró con lástima. En ese instante Hermione entraba del brazo de un muy sonriente Sirius. Lily y las demás la siguieron con la vista, mientras James los esperaba sin moverse
"Sirius, compañero discúlpame. Tú bien sabes que Hermione sólo te quiere a ti de esa manera. Ella es tu 'My', Sirius" James sonrió inocentemente mientras esperaba la reacción de Sirius.
"No tengo nada que perdonarte, compañero. Perdóname tú a mí, en ocasiones soy muy atravesado, Pero tú bien sabes que no podría vivir sin Mine" le dijo abrazando a la niña que le miraba con ojos radiantes.
"Entonces ya aclarado el malentendido. ¿Quién es tu pareja Remus?" dijo Hermione sentándose al lado de su amigo "Y Peter tu tampoco me has dicho"
"Mi pareja es Adriana Ranger" le contestó Lupin sin inmutarse
"Y la mía es Sophia Portier. Es estudiante francesa al igual que la pareja de James"
"Peter, me alegra que te hayas atrevido a invitarla. Y tú no te quedas atrás, Lupin. Creo que la conozco, esta en mi mismo año sólo que en Ravenclaw ¿verdad?" Remus asintió con la cabeza y Peter le regaló una gran sonrisa.
Hermione volteó mirar a Alice y por la mirada que esta le dio supo que iría con Frank Longbottom. No pudo evitar dejar escapar una sonrisa juguetona mientras miraba a sus amigos, pero esta se desvaneció de sus labios al encontrarse con unos tristísimos ojos color esmeralda, su dueña volteó inmediatamente hacia el fuego que ardía en la chimenea.
Hermione se cambió de lugar y sentándose en las piernas de James le dijo en voz baja "¿Qué le hiciste a Lil?" El chico la miró con ojos inocentes. Los demás, exceptuando a Sirius, como adivinando la pregunta voltearon a ver a la pelirroja y después hacia la pareja.
Sirius miraba la cara de culpa de todos, e inclinándose para acercarse a su novia y a James les susurró "¿Qué hiciste ahora, James?
"Eso mismo le estaba preguntando"
James que estaba muy entretenido jugando con los cabellos de su amiga solo dijo "Nada. Ella se lo buscó" dijo volteando hacia Lily Evans.
"Esta vez él tiene razón, Mione" le respondió Lupin desde el otro lado.
Hermione dejó escapar un suspiro. Cada vez las cosas se hacían más difíciles. Pero ya llegaría el día en que James Potter suplique por una caricia o mirada de su amiga.
"No entiendo cómo mi papá se enamoro de ella si era obvio que la aborrecía." Dijo muy intrigado Harry
"Sabes, ahora que lo mencionas, yo también me he preguntado eso muchas veces." Respondió Sirius
"Eso es otra cosa que le debes a Hermione, si ella no hubiera intervenido James jamás se hubiera fijado en ella durante nuestro último verano como estudiante. Y por consiguiente nunca se le hubiera declarado en nuestro último año"
"No entiendo. Sirius dijo que él la había notado en su quinto año. Además cuando estuve dentro de las memorias de Snape papá ya estaba enamorado de mam"
"Sirius siempre se equivoca con las fechas. Fue en el verano antes de iniciar nuestro último año en Hogwarts, antes de esas vacaciones James nunca se fijó en ella" explicó Lupin mientras miraba a Harry hacer un gesto que le recordaba tanto a su amigo del colegio cuando había comprendido una explicación. "Y en cuanto a las memorias de Snape, bueno creo que fueron un poco alteradas"
"Harry, lo que viste no era realmente verdad, bueno estos payasos si le hicieron esa broma de mal gusto. Pero la que trató de impedirlo fui yo no Lily. Severus se imaginaba que algo así podía pasar por lo que tomo la decisión de maquillar mi recuerdo. En algunos recuerdos fui suplantada por Alice, Hestia y como ya viste también por Lily; otras veces era alguien desconocido o un profesor"
"¿Quieres decir que mi papá se estaba dirigiendo a ti todo el tiempo? Pero él te llamó sangre sucia, y supuestamente tú eras su amiga" Harry le preguntó mientras Neville lo miraba muy intrigado pero igual de curioso.
"El nunca me dijo sangre sucia. Me dijo huérfana y traidora" ella lo miró con sus ojos llenos de pena "Es que enfrente de todo el mundo los dos éramos enemigos. No podía ser de otra forma"
"Maldito Snivellus"
"Sirius, no lo llames así. Bien sabes que pagó caro su insulto" lo fulminó su esposa con la mirada.
"Padfoot, viejo amigo yo mejor que tu me callo. Siempre perdimos cualquier batalla que tuviera que ver con Snape" dijo Lupin un tanto serio sosteniéndose la barbilla con su puño.
"Tienes razón, como siempre, Moony" el rostro de Sirius se torno muy severo y su mirada estaba llena de dolor.
"Ya paren con sus reclamos. De igual forma los defendía contra los insultos de Severus. Intento contar la historia del baile así que si no ayudan no estorben. Y en cuanto a tí, Harry, estoy tratando de ir en orden. Y ese episodio tan bochornoso no ocurrió hasta en mi cuarto año y voy apenas por mi tercero" todos guardaron silencio y la dejaron continuar con el relato.
Al fin el tan esperado día del baile de la amistad había llegado. Hermione y Alice ya estaban listas y se encontraban viendo su reflejo en el espejo de su dormitorio.
Hermione vestía un hermoso vestido de falda ancha color dorado que acentuaba sus hermosos ojos avellanados y agraciaba sus formas infantiles que ya dejaban ver una belleza futura. Su cabello lo llevaba suelto en forma de suaves ondas. Estaba simplemente impresionante. Alice llevaba un vestido azul cielo y sus hermosos rizos color oro los tenía recogidos en un moño alto, ella al igual que su amiga estaba hermosa.
Cuando bajaron las gradas los muchachos ya las estaban esperando. Sirius y Frank quedaron anonadados con la belleza de sus novias. Se quedaron parados un buen rato solo admirando la hermosa vista que tenían enfrente. Las dos jovencitas rieron ante la expresión de sus acompañantes.
"Bueno entonces nos vamos a quedar aquí todo el baile" preguntó Alice
"No, claro que no" le dijo Sirius mirando a Frank que parecía estar enraizado al piso. Ofreciendo a Hermione su brazo y golpeando suavemente a Frank en la espalda para hacerlo reaccionar. Frank pareció entender el mensaje e hizo lo mismo con Alice. Muy pronto las dos parejas caminaban por los pasillos rumbo al gran comedor. Frank les había dicho que los demás los alcanzarían en el salón, después de recoger a sus respectivas citas. Al llegar al gran comedor quedaron impactados con la decoración. En el techo la luna brillaba más que nunca. Hermione se preocupó por unos momentos pero luego recordó que no era una luna llena así que no había ningún problema. Había un gran número de mesas iluminadas con bolas de cristal flotantes que en su interior estaban llenas de luciérnagas. Una gran pista de baile se podía ver en el centro y al lado se encontraba un grupo de ninfas sacando hermosísimas notas a sus instrumentos. También se podía apreciar otro grupo musical del otro lado de la pista, y por sus instrumentos pudo mirar que tocaban música un poco más moderna, o al menos más acorde con esa época. Todos los alumnos desfilaban enfundados en sus trajes de gala.
"Mira, Hermione, ahí viene James" dijo Sirius señalando a un muchacho de cabellos desordenados y ojos picarones. James los saludó cuando los vio e de inmediato dirigió sus pasos hacia ellos.
"Se mira muy elegante, Sr. Potter" le dijo cuando su amigo ya estaba frente a ella.
"Usted también, mi pequeña dama" le dijo haciendo una reverencia y besándole las manos "¿Dónde esta mi otra damita?"
"Ella y Frank están en la mesa" le dijo señalándole una mesa del rincón. "Nosotros quisimos dar una vuelta por todo el salón primero"
"¿Y tu pareja, James?" preguntó llena de curiosidad Hermione
"Por las barbas de Merlín, no sé donde la dejé" dijo mientras buscaba por todo el salón.
"No será aquella muchacha vestida de amarillo" le dijo Hermione apuntando a una joven de largos cabellos negros.
"Jeanne, por aquí" exclamó James muy alegre. Se miraba que le gustaba muchísimo.
La linda joven se acercó y Hermione pudo apreciar sus hermosos ojos felinos, era muy hermosa. Luego de una breve introducción el pequeño grupo se reunió con los demás en la mesa. La acompañante de Peter era muy linda y llevaba un vestido rosa que la hacía ver más infantil que Hermione. En cambio la pareja de Remus tenía los cabellos castaño oscuro. Unos inmensos ojos grises y una tez acaramelada, Hermione, pudo ver que la cara de su amigo radiaba de felicidad. Adriana no era simplemente una chica más en la vida de su lobo favorito.
La velada fue hermosa, hablaron y bailaron hasta el cansancio. Por primera vez los merodeadores no estaban interesados en gastar bromas simplemente estaban fascinados con sus parejas. A veces, Hermione, los atrapaba compartiendo miradas de complicidad o contemplándola con ojos solícitos. Todos sabían que ella aún no estaba bien y no debía fatigarse mucho. Desde su asiento Hermione pudo ver a todas las parejas bailando, Andrómeda y Ted Tonks, eran muy tiernos el uno con el otro. También divisó a Hestia, Marlene y Emmeline con sus respectivas parejas, Pero su rato agradable fue perturbado por el grupo de Slytherin que pasaba por enfrente en ese preciso instante. Era Bellatrix acompañada de Lestrange; Malfoy un chico de séptimo se miraba ridículo junto a Narcissa Black de tan solo trece años. Snape iba acompañado de una jovencita de Ravenclaw, se llamaba Selene Buttler, era poseedora de una belleza misteriosa, largos cabellos Negros que contrastaban con su tez de porcelana blanca, su figura era estilizada y delicada, y sus ojos color onix poseían una tristeza inmensa. Eran una pareja muy elegante. Pudo ver que el hermano de Sirius no había asistido al baile y cómo si solo los de cuarto año en adelante tenían permiso y él cursaba el segundo año. Ella volvió a respirar cuando los áspides se habían alejado.
¿Deseas una bebida, mine, o Quieres bailar de nuevo?" Le preguntó Sirius. Para ese entonces ya había bailado con todos sus amigos y estaba exhausta. Le dijo que no y recostó su cabeza en el hombro de su novio. James que en ese momento había llegado la miró con ojos de preocupación
"¿Estas bien¿Quieres que nos vayamos?" Jeanne la miró con desdén y cruzó sus brazos mirando muy enojada a James.
"No, estoy bien. Y Si quiero irme Sirius me acompañara. No te preocupes, James, disfruta de la velada" le dijo acurrucándose aun más en Sirius.
Hermione desvió la mirada y se fijó en Lily. Estaba muy linda en su vestido Verde esmeralda que realzaba su extraña belleza. Iba acompañada de Edgar Bones un buen amigo suyo de quinto año de Hufflepuff.
"Oye yo creí que a Edgar le gustaba Isabel Greenlaf" comentó Peter.
"Sorpresa, sorpresa" se burló Sirius
"Yo pienso que Lily se ve muy bonita" exclamó Hermione pero solo las chicas y Frank asintieron. Los merodeadores se echaron a reír. "¿Qué les pasa babosos?"
"Hermione, para nosotros Evans siempre será Evans" le dijo James muy sonriente.
Hermione sólo observaba como las miradas que debían ser para su pelirroja amiga, James se las daba a esa francesita de quinta. Tenía que hacer algo. Le susurró algo a Sirius en su oído y este le sonrió.
"James, sácame a bailar" le dijo Hermione sin importarle las miradas de rencor de la francesa. Su amigo se levantó sin importarle su pareja, tomándola del brazo la arrastró hacia la pista. Dieron mil vueltas al compás de la música. Cuando Hermione notó que Lily y Edgar estaban cerca los saludó efusivamente. Edgar devolvió el saludo a su pequeña amiga y a James. De pronto Hermione le hizo señas a Bones a espaldas de James y Lily. Este entendiéndolas le arrebató a Hermione a James de sus Brazos cediéndole a Lily, y diciéndole
"Perdóname, Potter, pero he deseado bailar toda la noche con esta graciosa damita" Edgar se alejó un poco con Hermione en sus Brazos para no perderlos de vista y le dijo a Hermione "¿Qué esta tramando la alumna más brillante del colegio?"
"Tratándola de hacer de celestina, nada más" le dijo sonriéndole a su amigo. Este le dijo que ojalá funcionara.
Mientras tanto James y Lily seguían parados en el centro de la pista. James estaba tan furioso con Edgar y ocupado en encontrar una venganza adecuada que no se percató en los ojos verdes que le miraban llenos de avidez y muy ilusionados. Al ver que Hermione y Edgar se habían acercado un poco tomó sorpresivamente a Lily entre sus brazos, dio unas cuantas vueltas para luego soltarla bruscamente y reclamar de nuevo a Hermione. Sin más ni menos se alejó de nuevo con su amiga bien asegurada entre sus brazos y así la retuvo por un gran rato en la pista. Mientras Lily lo miraba bailar y sonreír sosteniendo el pequeño talle de Hermione con sus ojitos llenos de llanto, realmente para él esos momentos habían sido un infierno, en cambio, ella, había alcanzado la gloria por unos momentos. Edgar la miró piadosamente. Disimulando un poco la sacó del salón donde se realizaba la Fiesta.
Mientras tanto James le decía a su amiga "Edgar me las va a pagar. Mira que hacerme bailar con esa pesada. En el próximo partido lo haré añicos"
"¿Tanto la odias, James?"
"Simplemente no me agrada" le dijo con tono indiferente.
Cuando estuvieron de nuevo en la mesa, Hermione, empezó a entretejer un plan para hacer que James amara a Lily. Miraba lo feliz que eran sus amigos y la inocencia que reinaba en el ambiente. Poco a poco se fue olvidando de su futuro, o era su pasado. Ya nada importaba sólo que para ella ya le sería imposible regresar de dónde sea que hubiese venido. Su decisión estaba tomada: se quedaría en esa época e intentaría cambiar todo lo que pudiera, esa era su última palabra. No era sólo una misión eran varias y muchas de ellas ya las había cumplido sin saber. Algún día Harry y Ron entenderían. El futuro de Harry estaba en sus manos y ella se encargaría que fuera cumplido, claro con ciertas variantes.
Empezó a sonreír para sí misma ganándose un que otra mirada de sus amigos. "¿Por qué me ven de esa manera? Bueno ya estoy cansada y quiero dormir ¿Nos vamos Sirius?" Sirius se levantó, le ofreció su brazo para acompañarla hasta su sala común. Los demás también se dispusieron a irse y despidiéndose de sus parejas en las puertas del gran salón alcanzaron a Sirius, Hermione, Alice y Frank que ya se dirigían hacia la torre de Gryffindor. Sin imaginarse que con esa furtiva decisión, Hermione, había cambiado para siempre el futuro del mundo mágico. Pues estaba salvando la esperanza y el corazón del niño que había vivido.
