Disclaimer: ya se lo saben.
Capítulo 15
El nerviosismo de Harry era inimaginable. Se aferraba con todas sus fuerzas a Hermione. Podía escuchar los murmullos que provenían del salón, desde donde ellos estaban.
"Calma Harry. Todo estará bien" Sirius le puso una mano en su hombro "Lo peor ya pasó."
"Tu familia te espera ahí adentro" le dijo Lupin
"Vamos, Potter. ¿O me vas a decir que el mejor buscador de Gryffindor de todos lo tiempos tiene miedo?" La voz de Severus hizo milagros en Harry.
"Yo estoy más que listo" Harry miraba a Neville muy impactado. El chico había cambiado horrores en solo una tarde. Tal vez el saber que sus padres estarían con él en unos meses le había dotado de una tonelada de autoestima y seguridad. Harry sonrió muy suavemente, lo suficiente para hacerle ver a Hermione que estaba listo.
Dumbledore le había dado la espalda a las puertas "Ha llegado la hora que todos esperábamos" Harry y Neville hicieron un gesto de afirmación y se aferraron más a Hermione. Esta les regaló una de sus bellas sonrisas y les dio un leve apretón de manos.
"Bueno, chicos la hora de la verdad ha llegado" dijo Lupin respirando muy hondo "Albus haz los honores" El anciano asintió con la cabeza y abrió las puertas. De inmediato las luces del salón iluminaron el pasillo y Harry pudo divisar un buen número de personas dentro de lugar. Dumbledore entró primero seguido de Arthur y Molly. Sirius y Remus entraron juntos dejando a los chicos junto a Snape y Hermione.
El silencio de que imperaba por la entrada de ellos se vio interrumpido por el grito de la niña de los ojos grises"¡Papá!" La hermosa joven corría con sus brazos extendidos hacia el profesor Lupin "te he extrañado tanto ¿Por qué no viniste a verme cuando llegaste?" le reclamaba mientras Remus le daba un enorme abrazo y la inundaba de besos
"Sabes muy bien que no podía Helena" la jovencita hizo un puchero mientras cruzaba sus brazos en gesto de enojo "Vamos, mi amor, las circunstancias eran especiales. Nada en esta vida puede hacer que yo te ponga en un segundo plano"
"Claro que lo sé papá, solo estaba bromeando" le dijo la niña dejándose levantar por los brazos de su padre. Harry pudo notar que era muy Tímida y muy frágil.
"No, no estabas bromeando" dijo el joven de cabellos negro que se le había presentado a Harry en el jardín "Eres una caprichosa, Helena"
"Cállate Camus o no respondo" la joven lo amenazaba con su varita
"¡Helena!" la niña dejó caer su brazo y clavo su vista en el suelo
"No la regañes. Camus tuvo la culpa" Hermione se había adelantado dejando a Harry solo. "Camus compórtate" el joven agachó la cabeza ante la reprimenda de Hermione
"Lo siento, Helena" dijo con voz muy baja el jovencito
"Así esta mejor, cariño"
"¿Helena?" Lupin empujo suavemente a su hija hacia el joven
"Lo siento, Camus. Yo no debí amenazarte" Helena nunca lo vio a los ojos, su cara estaba tan roja como un tomate. Harry observó que la mirada del joven era fría e inexpresiva.
"Ustedes son incorregibles. No pueden estar ni un momento en paz" dijo Remus muy serio
"Ya basta Remus" dijo Dumbledore "Este no es el momento para reprenderlos" dijo Señalando a unos muy nerviosos Harry y Neville
"Mi padrino tiene razón" Hermione corrió hacia los muchachos, colocándose entre ambos dijo "Niños quiero presentarles a Harry y a Neville" un silencio sepulcral inundó la estancia.
"Yo ya los conocía" interrumpió un joven de cabellos tan rojos como el fuego.
"¡Ron!" Gritó Hermione corriendo hacia su amigo "¡Oh Ron! No sabes cuánta falta me has hecho" Hermione no podía creerlo. Estaba abrazando a su otro mejor amigo después de tantos años.
"Vaya Hermione, se nota que me extrañaste muchos" La sonrisa de Ron era tan grande que casi no le cabía en la cara. "Déjame verte" Ron se alejo un poco y contemplo de pies a cabeza a su amiga. En su mente aun la miraba como aquella niña sabelotodo que siempre estaba dispuesta a ayudarle. "Estás hermosa. ¡Eres increíble! Solo te dejo de ver por unos días y mira todo lo que has hecho, y lo linda que te has puesto" Los ojos de Ron estaban llenos de lágrimas.
"Tú también has cambiado desde la última vez que te vi" sus ojos no podían dejar de observar a su amigo "Estas mas alto y creo que hasta un poco más guapo y rellenito" le dijo apretándole juguetonamente los brazos.
"Para que veas lo que te perdiste al casarte con Sirius" le dijo haciendo un gesto vanidoso. Sirius solo frunció el ceño. Este era uno de los momentos que Su esposa había estado esperando por más de veintitrés años.
"¡Ay! ya cállate Ron" esta vez fue Harry quien habló "Lo que pasa es que estás tan celoso de Sirius"
"¿Y por qué habría de estarlo?" dijo Ron muy serio
"Porqué piensas que nos robo a nuestra Hermione. No lo niegues" Ron lo miro con los ojos entrecerrados
"¿Me vas ha decir que tú no estás enojado?"
"Ya se le paso. Lo hubieses visto unas horas más temprano" interrumpió Neville
"¡Hey Neville! ¿Cómo has estado?" Ron le dio la mano a Neville olvidándose por completo de lo que estaban hablando. Esto le causó mucha gracia a Hermione quien no podía apartar la vista de su temperamental amigo. "¿Me imagino que ya recibiste las buenas nuevas sobre tus padres?" Neville le dijo que sí dándole las gracias con un abrazo que dejo perplejo a Ron.
"Ay Ron. Tú nunca has sabido recibir una muestra de cariño" Dijo Ginny dejando el sitio desde donde había observado toda la escena. Sus ojos se posaron por un momento en Neville.. "Eres un tosco"
"¡Ginny!" exclamó Hermione
"Hermione no sabes que gusto me da verte. Mamá nos contó todo acerca de tu viaje ¡me estaba muriendo por saber todos los detalles, amiga!" Las dos amigas se habían abrazado y hablaban como si nada hubiera pasado. Como si Hermione aun tuviera dieciséis años.
"No te preocupes que te contaré hasta el más mínimo detalle" dijo Hermione viendo de reojo a Sirius que se encontraba sentado entre los gemelos.
"No te vayas a olvidar de nada Hermione" dijeron George y Fred al unísono. Hermione los miró con sus ojitos llenos de emoción. Ahí estaban otra vez todos los Weasley. Nadie podía imaginarse cuanto los había extrañado. Ginny estaba hermosísima, se estaba convirtiendo en una hermosa señorita; los gemelos seguían igual de maliciosos que siempre; Ron se estaba convirtiendo en un guapo caballero que no tardaría en convertirse en todo un Don Juan; Bill y Charlie seguían igual que siempre; y Percy, bueno el se miraba un poco más relajado, menos orgulloso y hasta un tanto travieso.
"¡Hermione!" Molly llevaba rato tratando de sacar a Hermione de su trance.
"Perdón" dijo Hermione muy confundida "Me dejé arrastrar por los recuerdos ¿Necesitas algo Molly?"
"¿Qué si necesito algo? Ay, eres tan atolondrada 'Mia'" Molly colocó las manos en sus caderas "los niños esperan ser presentados" Hermione miró hacia el lugar donde apuntaba el dedo de Molly.
"¡Por los Dioses! Niños perdónenme" No podía creer que se había olvidado de ellos. Se apresuro hacia el piano donde se encontraban contemplando las acciones "Harry, Neville acérquense"
Pero Dumbledore impidió que los chicos hicieran lo que se les pedía "Es mejor que ustedes se acerquen" el pequeño grupo se acercó acompañado de Hermione.
"si no mal recuerdo ustedes ya se han visto" dijo Arthur que se encontraba rodeado de su familia
"Es cierto" dijo Camus muy serio "Esta mañana en el jardín vimos a Harry por primera vez"
"Y les puedo decir que Camus se portó muy grosero" se apresuró a decir Helena, quien había estado sentada junto a su padre.
"¿Es eso cierto Camus?" El guapo joven observaba con ojos llenos de odio a la hermosa jovencita, quien se aterró ante la mirada del joven "¡Camus!"
"¡Camus Black! ¿Qué pasa contigo? ¡Contéstale a tu madre cuando te hable!" Harry se quedó petrificado ese joven era el hijo mayor de Hermione y Sirius. Claro, ahora que lo miraba, él era la viva imagen de su padrino. Los pensamientos de Harry fueron interrumpidos con el ruido de la puerta, Camus había abandonado la habitación, hecho una furia, y gritando cuanto odiaba a Helena. En vano Hermione trato de detenerle. Sirius tenía un gesto indescifrable como quien quiere comprender algo.
"¿Debes de estar feliz, no Helena?" Le reclamo la niña de los ojos tristes "¿Por qué siempre tratas de hacerlo quedar mal ante todos?" Helena agachó la mirada ante los reclamos de la niña que Harry se imaginaba era Eleonora, la hija de Snape.
"¡YA BASTA!" gritó Severus "Esto es bochornoso ¿No pueden comportarse tan solo unos momentos"
"Perdóname papá pero es la verdad. Helena siempre trata de hacer quedar mal a Camus. Cualquier momento es bueno para humillarlo y él no hace nade por respeto" Harry pudo notar con cuanta dulzura Snape trataba a su hija, era como si ella fuera el mundo entero.
"¿Es eso cierto Helena?" Ahora era Remus quien le reclamaba a su hija "contesta" Pero no hubo respuesta
"Cálmense todos" dijo Albus interviniendo "Ya sabemos que entre los chicos siempre hay rencillas. Es normal que esto pase. No deben ser tan severos"
"Es que no entiendo por qué se comportan así" dijo Hermione muy atormentada "Yo quería que todo fuera perfecto"
"Bien sabes que no hay nada perfecto en esta vida Hermione" le dijo Neville quien hasta entonces había guardado silencio. Hermione apretó la mano que Neville le extendía solícitamente.
"Es cierto" dijo Harry "Además tu hijo no me dijo nada grosero. Por el contrario, fue muy amable y hasta se preocupó por mí. Tú sabes en que estado me encontraba cuando salí de aquí esta mañana"
"Esta bien" Hermione se sentía un poco aliviada aunque no dejaba de pensar en su hijo. Le dolía tanto verlo en ese estado. Solo ella sabía con que ansias su hijo había esperado este momento.
"En fin, ya resolveremos estos pequeños inconvenientes más tarde. Ahora lo que importa es que Harry y Neville conozcan a los muchachos" dijo Molly en tono conciliador. "Muy Bien ahora quiero que se presenten uno por uno ante ellos" Hermione la miraba agradecida.
"Mi nombre es Eleonora Snape" la niña hizo una pequeña y elegante reverencia ante Neville y Harry. Los chicos pudieron observarla muy bien. Sus cabellos eran negrísimos, sus ojos color onix poseían un gran misterio y su sonrisa era muy tímida. "Me da gusto conocerles. He escuchado tanto de ustedes dos, especialmente de ti Neville" Neville se sonrojó ante el comentario de la elegante niña. "Ella es Helena Lupin" continuo señalando a la hermosa jovencita.
"Mucho gusto" dijeron al mismo tiempo los dos muchachos.
"Yo también me alegro de conocerles al fin" los chicos miraron a la apenada jovencita. Poseía unos hermosos ojos grises de gran tamaño. Sus cabellos eran lisos y del mismo color que los del profesor Lupin. El color de su piel era similar a la de un atardecer. Simplemente hermosa. La chica buscó refugio en los brazos de su padre.
"Él se llama James Remus Black" dijo uno de los gemelos señalando a su hermano.
"Y él se llama Sirius Remus Black" dijo de igual forma el otro
"Y juntos somos los Remuses" dijeron al mismo tiempo ambos chicos. Todos empezaron a reír ante la ocurrente presentación de los gemelos. Harry y Neville intercambiaron miradas, ambos pensaban los mismo, esos dos deben ser terribles. Eran idénticos y tenían mucho de Hermione desde el color de sus cabellos hasta su sonrisa. Eran el vivo retrato de su madre.
"Nos da mucho gusto conocerles" dijo Neville por ambos
"A nosotros..."
"También nos da gusto"
"Vaya se mira que ambos se complementan en todo" los niños hicieron una chistosa mueca y luego corrieron a abrazar a su madre.
"Yo soy Hermione Black" Harry quedo helado ante la presencia de la joven. Era idéntica a Hermione excepto por sus cabellos y el color de sus ojos que eran guales a los de Sirius "Mamá me ha contado todo acerca de ustedes. Estaba muy impaciente por conocerles" Harry aun no podía hablar. Estaba muy ocupado analizando cada una de sus facciones y expresiones.
"Nosotros hemos escuchado mucho de ti" Neville volteo a mirar a Harry para ver si ya había salido de su estupor "Nos contaron que irás a la escuela con nosotros"
"Así es, tomaré el lugar de mamá" la niña miraba muy extrañada a Harry "¿Harry te sucede algo?" Harry no contestó. Seguía analizándola. Mientras más la miraba mas notaba que solo en las facciones se parecía a su amiga. Sus expresiones, sus mates y ademanes, su sonrisa y su mirada eran idénticas a las de Sirius. En realidad no se parecía en nada a su amada Hermione.
"No, no me pasa nada" contesto al fin Harry "Me da mucho gusto conocerte Ariatna" La joven se sorprendió mucho al escuchar como Harry se dirigía a ella.
"Perdonen a mi hermano. Él no es así, en realidad es muy amable y simpático; y de veras tenía ganas de conocerlos" se disculpo Ariatna "sabemos todo de ustedes dos"
"No te preocupes. Ya habrá tiempo de que nos conozcamos" respondió Neville.
"Creo, que no falta nadie más por conocer" dijo Sirius muy animado
"Sirius por que no vas a traer a Camus quiero que cene con nosotros" Sirius obedecido los ruegos de su esposa y salió en busca de su hijo.
"Camus es muy inteligente y caballeroso" dijo Eleonora "es el mayor de todos."
"Es cierto nuestro hermano es el mejor" dijo uno de los gemelos
"Nos enseñó a montar una escoba" continuó el otro
"Hey. Creí que yo les había enseñado a volar" dijo Sirius quien acababa de entrar al salón acompañado de Camus. "No tuve que buscar mucho. Ya venía de regreso. Entonces me van a decir por qué dicen mentiras, par de merodeadores"
"¡Ay papá! Tu nos enseñaste todas las formas de hacer una broma" dijeron al mismo tiempo los gemelos
"Con qué tú eres el responsable que estos dos demonios anden por los pasillos de la casa hechizando a diestra y siniestra" Hermione trataba de sonar severa sin tener éxito
"Niños ¿Por qué le mienten a su madre de esa forma?" Sirius tenía una cara de inocencia que solo hizo más divertida la escena.
"Yo creo que hoy duermes en el piso, compañero" se burló Remus
"O en la perrera" Dijo Snape
"Ya cállense par de soquetes. Si no me ayuden no me estorben" Sirius miraba a Hermione con ojos de perrito regañado. "Mi amor. Los niños deben aprender todo lo que puedan para sobrevivir en este mundo" Hermione frunció el ceño. "Por favor amor, comprende"
"Mamá no te hagas, que tú fuiste la que nos enseñó el hechizo para teñirle a papá sus cabellos de rosa y naranja" Hermione miraba a sus hijos como si éstos la hubieran traicionado.
"¿Con qué tú fuiste el cerebro tras esa operación?" Sirius se acercaba a su esposa en forma amenazadora. "Eso merece un castigo, mi bella Mina"
"Sirius" dijo Hermione en tono seductor "¿Me vas a decir que no disfrutaste de la bromita?" Sus brazos se habían enroscado en el cuello de su esposo "prometo compensarte durante todas las noches que tú quieras" le susurró al oído para que solo él escuchara "Además te mirabas muy sexy" la mirada de Hermione era picara y muy traviesa.
"Me rindo" exclamó Sirius envolviendo a su mujer con sus brazos "Lo prometido es deuda mi ángel" Los ojos de Sirius destellaban de amor pero Hermione sabía que este no era ni el lugar ni el momento. Mas no pudo evitar besarlo profundamente.
"Ya te acostumbrarás Harry. Así se comportan todo el tiempo" Dijo Camus "Perdona mi descuido. Me Llamo Camus James Black" Harry tomó la mano que él le extendió. Camus era muy elegante y muy parecido a Sirius. "También quiero que me disculpes por lo de esta mañana. Mi intención jamás fue lastimarte."
"No te preocupes. Solo me tomaste por sorpresa. Aun no sabía que Sirius y Hermione habían tenido hijos.
"vaya, vaya ¿quién iba a imaginar que nuestra seria y estudiosa Hermione fuera tan apasionada" interrumpió Ron
"Yo que tú me callo. Hermione ha cambiado muchísimo y no querrás conocer su lado estricto" dijo Harry observando el intercambio de besos entre Hermione y Sirius.
"No sé tú, pero yo siempre conocí ese lado" dijo Ron haciendo una mueca graciosa.
"Tienes razón" dijo Harry.
"Espero no interrumpir" dijo Eleonora con una gran sonrisa "¿Se puede saber de qué se ríen?" dijo Eleonora
"Tu nunca interrumpes. Y solo hablábamos del desenfrenado amor que comparten mis padres" Harry observó con que adoración miraba Camus a la linda niña. Hasta su voz era más dulce cuando se dirigía a ella.
"Amor que es la constante vergüenza de sus hijos" Harry se volteo rápidamente. Esa voz era la de Ariatna.
"Espera que se lo diga a ellos" La amenazó Eleonora.
"No serías capaz" dijo Ariatna escandalizada. Harry observaba cada detalle de la niña. Y cada vez se impresionaba más de que pudieran existir en el mundo dos personas tan iguales y a la vez tan diferentes.
"Pruébame" La sonrisa de Eleonora era diabólica.
"Se ve que eres digna heredera de Slytherin, Nora" Dijo Ariatna
"Pero tiene más de Ravenclaw" se apresuró a decir Camus
"Ustedes dos siempre se defienden" dijo Ary
"eso es porque somos los mejores amigos del mundo" le respondió Camus
"Me voy a poner celosa" dijo Ariatna fingiendo estar enojada
"No tienes porque estarlo hermanita. Tú eres muy importante para mí" dijo Camus abrazándola
"Y para mí también" dijo Eleonora
Hermione se acercó al pequeño grupo. Camus al ver que a su madre, corrió a abrazarla y le pregunt
"¿Mamá, le contaste a Harry que James era mi padrino?"
"No, cariño" Hermione beso los cabellos de su hijo "Esos detalles dijimos que se los diríamos cuando estuviéramos todos reunidos"
"¿Y a mis padres también los conociste?" Neville estaba muy ansioso quería saber todo los que pudiera de sus papás.
"Sí, Neville. A ellos también los conocí."
"Pero si solo tenías dos años cuando mis padres murieron ¿Cómo los recuerdas?" preguntó muy intrigado y a su vez curioso Harry
"La memoria de un niño mago no es la misma que la de un niño muggle, Harry" contestó Snape quien se hallaba sentado en uno de los sofás
"No lo sabía" dijo muy sorprendido Harry.
"él fue quien me enseñó a volar junto con papá y el tío Remus" la voz de Camus era muy alegre y sus ojos brillaban de emoción "Lo extraño mucho"
"él nunca se ha ido Camus" dijo Albus tratando de consolarlo "Recuerda que los que ya se han ido nunca mueren en realidad, siempre y cuando guardemos su memoria en nuestros corazones"
"Tienes razón abuelo" dijo Camus abrazando al anciano.
"Tía Hermione" dijo Eleonora "¿Ya sabe Harry que nosotros iremos a la escuela con él y los chicos Weasley?"
"¿Es eso cierto Hermione?" Interrumpió Ron "¿Mamá por qué no nos dijiste nada anoche?" le pregunto a su madre
"Porqué no quería arruinar la sorpresa" Molly había abrazado a su hijo "Sabía que tú no podrías quedarte callado" Ron trataba en vano de liberarse de los besos de su madre. Fue cuando Harry noto que algo que le impresiono mucho y que hasta ahora había pasado desapercibido.
"Neville" dijo muy suave y jalando al muchacho de las mangas "¿Miras algo diferente en Ron y su familia?" Después de un buen rato de analizar Neville lo vio con sus inmensos ojos abiertos de para en par "Sus ropas no parecen de segunda" Harry asintió por un momento pero no quiso decir nada. Sabía que Neville y él recordaban muy bien que los Weasley siempre compraban cosas de segunda mano. Pero ahora los miraba ataviados en trajes de cortes impecables y capas muy finas, "Mira a Ginny" Harry hizo lo que su amigo le dijo y al instante se impresionó muchísimo. Ginny parecía una muñequita. Sus vestidos eran hermosos y sus zapatos combinaban perfectamente. Sus cabellos estaban arreglados de manera primorosa y una hermosa peineta adornaba su melena de fuego. No se podía negar que algo había cambiado en los Weasley y Ginny era una prueba irrefutable de eso.
"Chicos, no es de buena educación mirar fijamente a las personas de la manera que ustedes lo están haciendo" Hermione se llevó hacia un rincón de la sala a los muchachos. "Estoy esperando sus explicaciones"
"¿Hermione qué les paso a los Weasley? Mira sus ropas. ¡Mira a Ron!" las exclamaciones de Harry estaban llamando la atención de todos los demás
"Harry baja la voz" le dijo Hermione "Cálmate"
"Entonces respóndenos" dijo Neville muy seguro de sí mismo
"Sí Hermione. Ron siempre andaba con ropas usadas. Y míralo ahora sus ropas le quedan bien, no son ni muy chicas ni muy grandes como antes."
"Harry tiene razón. Mira a Ginny. Se ve bellísima en ese vestido" dijo Neville embelesado
"Y a Ron"
"Esta bien, esta bien. Pero ya cállense para que les pueda explicar todo. Miren, cuando estuve en el pasado y conocí a Molly y a Arthur me vino a la mente una idea para poder ayudarlos. Tú y yo siempre supimos lo mal que Ron se sentía al escuchar como se burlaban de él por ser pobre." Harry asintió y volvió a ver a su amigo que se encontraba en gran plática con Eleonora. "Un día le propuse a Arthur que pusiéramos un negocio de artefactos muggles"
"Le ha de haber encantado la idea" Harry pensó en lo mucho que le atraían al señor Weasley las cosas muggles "¿Pero de veras es un buen negocio?"
"No sabes cuántos magos y brujas hay en nuestra sociedad que les encanta coleccionar ese tipo de mercancía. Y en el mercado no había ninguna tienda que los pusiera al alcance del público. Así que después de tener un permiso para poder traficar con la mercancía muggle, abrimos nuestra primera tienda la cual fue un éxito avasallador"
"Vaya eso suena muy bien" dijo Neville quien no podía quitar sus de Ginny
"Sí, a lo largo de estos años nos ha ido muy bien. Ya no solo tenemos tiendas en Londres sino que en Paris, Berlín y otras ciudades de Europa y del continente americano. Es un negocio redondo"
"Ahora entiendo. Ya no son pobres" dijo Harry muy pensativo "Ron es ahora más ricos que yo" dijo muy alegre
"Sí, son una de las familias más importantes de nuestra sociedad junto con los Malfoy y los Black. Y en cuanto a lo segundo todo el dinero que gano en ese negocio es tuyo"
"No entiendo"
"Todo lo que gano esta en una bóveda en Gringotts a tu nombre. Y puedo asegurarte que es muy grande y esta repleta." Harry no lo podía creer. Hermione no solo había arreglado la vida de ellos dos sino la de Ron y su familia, la de Sirius, Remus y Snape. Sus ojos se llenaron de lágrimas al entender al fin cuanto lo amaba Hermione. No pudo articular palabra sólo pudo arrojarse en sus brazos y llorar como un niño agradecido por todo lo que le había dado. "Ya Harry" decía Hermione arrullándolo en sus brazos.
"¿Qué sucede aquí? ¿No creerán que me van a excluir de este momento?" Ron había llegado de improviso con una gran sonrisa. Hermione liberó uno de sus brazos para abrazarlo a él también.
"No es esta escena tierna" dijo Molly estallando en sollozos. "después de tantos años al fin los veo juntos" sonándose la nariz Molly se dejó abrazar por Bill y Charlie
"¡Mamá! Hace apenas unos días nos viste juntos" le dijo George meneando la cabeza
"Sí, mujer ¡por Merlín! ¡Ya cálmate!" termino Fred
"Ustedes no entienden" la voz de la señora "Mejor voy a ver si la cena ya esta lista" y diciendo esto se retiró del salón echa un mar de lágrimas.
"Bueno, esto es una prueba de que hay cosas que no cambian" dijo Percy en un tono de broma que impresiono mucho a Harry.
"Tú no eres una prueba de eso" le dijo Harry muy alegre
"No te entendiendo Harry. ¡Explícate! o hago que George y Fred pongan pica pica en tus interiores" realmente Percy no era ni la sombra del muchacho serio y soberbio que Harry recordaba
"Percy no te atrevas" le advirtió Hermione "Manténganse alejados de Harry muchachos"
"Ay tía realmente que a veces eres muy aburrida" dijo Helena cruzándose de brazos
"¿Qué dijiste pequeña Helena?" Hermione atrapó a la niña entre sus brazos para hacerla estallar de risas producto de las cosquillas que le estaba haciendo. Todos los presentes no pudieron mas que reír ante la graciosa escena.
"¡Me rindo! ¡Tía por favor! ¡Ya basta! ¡tíaaaaaaaaa!" Helena no podía más, sentía que iba a estallar.
"Eso es para que aprenda a no decirme aburrida" Hermione se levantó del suelo ayudada por Remus. Mientras Helena se reponía.
"Querida hija. Si el consejo de este viejo te vale escúchame. Hermione es todo menos aburrida" dijo Remus en tono solemne
"Viejos los caminos, Moony" le dijo Hermione pegándole juguetonamente en el brazo.
En ese momento Molly Weasley entró para avisar que la cena estaba servida. Uno a uno fueron pasando al comedor. La velada fue muy amena. Y durante el tiempo que duro Harry se dio cuenta que Eleonora y los remuses tenían casi trece años, Helena contaba con 14 años y Camus tenía diecisiete años. Iba a su último año en Hogwarts. También observo que había una íntima conexión entre Camus y Eleonora, parecía que él no podía hacer nada sin que ella lo aprobara. Eleonora por otro lado, además de ser bella, se miraba que era encantadora y muy risueña, lo que resultaba muy sorprendente dado al misterio y melancolía que emanaba de ella. En cuanto a Helena, ella era muy tímida y se notaba que adoraba a su padre. Su semblante asustó mucho a Harry. Se miraba débil y muy frágil. Su palidez era muy marcada y sus bellos ojos estaban como apagados, la niña le sonrió dulcemente y Harry se apenó muchísimo de que ella lo hubiera atrapado mirándola. Los remuses eran un caso, Harry se imaginó que así debieron de haber sido, su padre y Sirius cuando tenían su edad. Siempre planeando una maldad. Ariatna, era la que más le intrigaba. Ella era Hermione pero a su vez no lo era. Tenía más de su padrino que de su amiga. Aun así, Harry quería conocerla y saber como era en realidad. Se acordó de su padre al verla, de cómo él había soñado en que ellos dos realizaran el sueño de amor de sus padres. Harry volteo a ver a Hermione y ésta le sonrió. Era a ella a quien amaba y no a su hija. Era a ella a quien quería tener a su lado para siempre y no a Ariatna. Pero sabía muy bien que ya no sería posible. Sus ojos se entristecieron por un momento pero recordó que Ariatna era su esperanza. Los ojos de ambos chicos se encontraron y Harry descubrió en el fondo de los ojos de Ary, todo un mundo nuevo e impresionante. Por varios minutos los muchachos mantuvieron la conexión entre ambos. Sus corazones latían tan fuerte que hasta les dolía. Sus mentes se llenaron de sueños y aventuras que querían compartir. En un segundo la vida de Harry dio un vuelco radical. En su corazón se abría un nuevo espacio para la hermosa hija de su amada Hermione, un sitio único para ella. Hermione que había seguido la escena con atención pensó para sí misma –Lo logramos Jamy. Nuestros hijos cumplirán nuestro deseo, amor mío- Sirius besó suavemente la mano de su esposa trayéndola de nuevo a la realidad. Hermione se encontró con esos ojos miel que tanto adoraba y amaba y no deseó estar en otro lugar que junto a él.
