Granate.
Capítulo 16
Después de la cena todos se dirigieron al gran salón. Minutos mas tarde los Weasleys se despidieron por esa noche.
"Bueno, tribu Weasley, es hora de decir buenas noches. Este ha sido un día muy movido para todos" dijo Arthur mirando su reloj de bolsillo. "Hasta mañana. Mañana nos espera un gran día" su mirada se posó en Neville.
"Hasta mañana, Arthur" dijo Dumbledore "Ha ustedes también los esperamos mañana" dijo dirigiéndose a los muchachos.
"Nos vemos, Mina, y trata de descansar. Sabes muy bien que lo necesitas" Harry notó que la señora Weasley posaba tiernamente la mano en el vientre de su amiga mientras se despedía "También los chicos necesitan hacerlo. Niños digan buenas noches y diríjanse a casa" como era de esperar todos sus hijos le hicieron caso. Ron y Ginny fueron los últimos en despedirse.
"Hasta mañana, compañeros. Hermione trata de no cambiar mucho en esta noche. Creo que no lo soportaría nuevamente" Ron le dio la mano a sus dos compañeros y le dio un suave beso a Hermione en la mano. Harry y Neville intercambiaron miradas de asombro, el comportamiento de Ron era impecable.
"Buenas noches, Harry." Dijo Ginny muy sonriente
"Buenas Noches, Gin" respondió Harry notando que la pequeña hermana de su mejor amigo miraba con ojos anhelantes a Neville.
"Hasta mañana, Neville" el chico quedó paralizado ante el beso que Ginny le había dado en la mejilla. "Hermione, te miro mañana" Ginny se apresuró hacia la chimenea donde Ron la esperaba con el ceño fruncido. Harry pudo ver que la cara de la chica era del mismo color de su pelo. Cuando Ron y Ginny se habían ido Harry se volteó hacia Neville, quien todavía tenía su mano en el sitio de su mejilla que Ginny había besado.
"Neville, ya despierta. Ginny se fue hace medio siglo" Harry encontraba muy divertida la situación
"Harry, no seas tan malo" intervino Hermione muy feliz de haber visto lo que vio "Aunque no sabía que los besos de Ginny fueran tan hechizantes" dijo con sonrisa traviesa
"Ya cállense los dos" dijo Neville saliendo al fin de su estupor "Dejen de reírse. Yo no tengo la culpa que Ginny sea tan linda" Hermione y Harry que habían estado riéndose se callaron al escuchar las palabras de Neville.
"¿Qué fue lo que dijiste, Neville?" Hermione estaba atónita
"Hay si háganse par de mentiroso. Bien que escucharon. Dije que Ginny era Linda, más que linda, primorosa" los ojos color zafiro del chico radiaban de ilusión al solo recuerdo de la pelirroja
"Eres todo un casanova, Neville" dijo Camus muy impresionado y colocando su brazo en el hombro de Neville "Y yo opino que estas en lo cierto. Ella es muy hermosa"
"Mas que Nora, hermanito" dijo Ariatna uniéndose al grupo.
Camus volteó ha mirar a Eleonora, sin soltar a Neville dijo "Eso nunca, hermanita. Nadie es tan bella como mi Leonora" la voz de Camus era grave y llena de pasión. Su mirada estaba clavada en su joven amiga quien se encontraba junto a su padre, totalmente ajena a lo que pasaba al otro extremo del salón.
"Eleonora, no Leonora" corrigió Hermione a su hijo mayor
"¡Ay, mami! No seas tan estricta. Me encanta llamarla de esa forma" Harry notaba la adoración que Camus sentía por su joven madre "Además mis tíos y mis padres te llaman de un sinfín de formas que nunca puedo recordarla todas"
"Por eso digo que eres igual a tu padre. Siempre saliéndose con la suya" Camus le plantó un enorme beso a Hermione en la mejilla. Harry no pudo evitar notar la similitud entre el chico y su padre. Eran como dos gotas de agua.
"¿Qué es lo que pasa aquí?" Dijo Dumbledore uniéndose al pequeño grupo
"Nada. Solo estacamos admirando la belleza que radica en la magia" respondió Camus muy alegre "¿No es así, Harry?"
"Exactamente" respondió Harry.
Dumbledore calló por unos segundos "Ya es muy tarde. Todos necesitamos descansar" dijo fijando su mirada en Helena "Pero no podemos ir a reposar sin antes ponerles al tanto de los últimos detalles"
"Dumbledore esta en lo cierto" Dijo Lupin muy preocupado. Su hija realmente estaba agotada. Necesitaba descansar "Es mejor darnos prisa para acabar pronto"
"¿Qué es lo que falta por saber?" preguntó Harry cuando ya todos estaban de nuevo ubicados.
"Algo muy importante chicos" respondió Sirius
"Disculpen por lo que voy a decir pero ya es muy tarde y mi abuela no ha venido por mí. ¿Es que acaso me quedaré esta noche aquí?" preguntó Neville
"Claro que te quedarás aquí" dijo Snape como si fuera lo mas normal del mundo.
"De hecho, Neville: te quedaras con nosotros hasta que tus padres se recuperen totalmente" Hermione le sonrió dulcemente "Tu cuarto ya esta listo"
Neville le agradeció con la mirada. Hermione y Snape no pudieron evitar sentir como sus corazones se estrujaban al ver en la cara del chico, el rostro de su amiga, pero ya faltaba poco para volver ha verla.
"¿Y yo?" dio Harry un tanto celoso
"¿Tú qué?" Dijo Sirius muy serio
"¿Dónde voy a quedarme?" Harry se estaba empezando a enojar
"Creí que ya tenías bien claro que de ahora en adelante tu lugar es donde este yo, Harry" Hermione estaba un poco enfadada por la actitud de su amigo.
"¿Y que dice Dumbledore a todo esto?" Harry lo miró con altanería "Usted dijo que yo estaba confinado a vivir en esa ratonera para mantenerme a salvo de Voldemort"
Dumbledore se lo quedó viendo por unos instantes. Era impresionante lo temperamental que podía ser Harry. "Debes entender que si pasaste todo ese tiempo con tus tíos fue por tu bienestar. No podías crecer en el mundo mágico"
"Eso es cierto, Harry." Intervino Snape quien estaba sentado al lado de una muy pálida Helena "Hubieras sido un blanco muy fácil para los seguidores de Voldemort que aun están libres"
"¿Y ahora por qué, si puedo vivir aquí¿O es que ya no importa que me suceda algo?" Hermione se puso de pie, Harry estaba colmando su paciencia.
"Harry, es mejor que te calmes o yo mismo lo hago" Sirius intervino al notar el estado de su esposa "Deja ya de comportarte como un niño mocoso. Aún Estoy dispuesto a cumplir mi amenaza" continuó llevándose la mano a su bolsillo donde descansaba su varita.
"Es mejor que le hagas caso, Harry." Dijo Neville al ver la determinación en la cara de Sirius "Deja que terminen de contarnos todo. Me imagino que debe de haber una razón para esta nueva posición" dijo esta vez dirigiéndose a los mayores
"Eso es muy cierto, Neville" respondió Lupin quien estaba parado detrás de su hija "Harry, ese comportamiento sólo te acarreara problemas" Harry se sintió muy apenado. No hallaba donde meterse. Hizo un gesto afirmativo sin tener el valor de levantar la mirada del suelo.
"Ya déjenlo. Entiendan que para él es muy difícil toda esta situación" Harry se sorprendió de escuchar las palabras de la hermosa niña. Snape posó sus manos en las delicadas manos de Helena "Toda su vida prácticamente a sido una cajita de secretos. Siempre le decían verdades a medias" la niña se miraba cansada. Y Sin hacerle caso a las miradas de preocupación de sus mayores continuó "Si alguien hubiera sido sincero con él, de muchos peligros lo hubieran librado, pero no, siempre todo tiene que ser lo que ustedes piensan es lo mejor sin importar lo que la persona interesada piense o sienta"
Harry clavó la mirada en los raros ojos grises de la niña. Una oleada de emociones azotó su corazón hacia esa jovencita que sin conocerlo lo defendía. La niña le regaló una hermosa sonrisa y los ojos esmeraldas de Harry se llenaron de chispas.
"Lena tiene toda la razón" dijo Eleonora poniéndose de pie.
"Nora, siéntate" ordenó Snape. Al ver que su amiga no obedecía Camus la jaló de su falda, obligándola a sentarse. La niña lo cuestionó con la mirada pero el muchacho sólo le respondió con un gesto de silencio, que frustró a Eleonora aun más.
"Ya basta de tanta niñería" todos guardaron silencio ante la voz de Hermione "Es increíble con ustedes. ¿Es que acaso no pueden escuchar?"
"Mina, no te alteres. No es bueno para tu salud" dijo Sirius un poco preocupado por su esposa. Ésta no había descansado en todo el día "Por favor, amor. Siéntate"
Hermione no le hizo caso, su alteración crecía a cada segundo haciendo que Sirius se preocupara aun más.
Sirius al ver el estado de su madre le susurró algo a su gemelo, James le respondió con la mirada y adelantándose hacia su madre dijo "mami, por favor; no te pongas así" dijo abrazándose al talle de su madre.
"Sí, mami. Habla todo lo que quieras y cuánto quieras. nosotros escucharemos. Pero ya tranquilízate." esta vez fue Sirius quien habló. Hermione se tranquilizó al escuchar y ver el rostro dulce de sus remuses.
"Amor, sabes que no puedes enfermarte. Debes cuidarte" La mirada de Sirius era profunda y Harry pudo notar que guardaba un mensaje secreto
"Esta bien" dijo suspirando y dándole un beso en la frente a cada uno de sus remuses. Se acomodó en el suelo con un gemelo a cada lado y se dirigió a Harry. "Harry, quiero que me escuches y que todo el mundo guarde silencio"
Todos asintieron. Al asegurarse de que ya no habría más escenitas Hermione empezó su relato.
"Todo comienza en nuestro primer año, cuando Dumbledore te contó sobre el sacrificio de tu madre y sus consecuencias, Inmediatamente, supe que esa era un tipo de magia muy antigua y poderosa. Por lo que desde ese entonces me dediqué a buscar todo lo relacionado con ese tema. Busqué en todas las secciones de la biblioteca, incluyendo la sección prohibida"
"por eso pasabas todo el tiempo en la biblioteca. Y nosotros que pensábamos que era tu lugar favorito" dijo Harry cruzando los brazos. Hermione sonrió
"Por favor. Hermione iba a la biblioteca porque ahí quedaba nuestra guarida. Su lugar favorito era la torre de astronomía o el campo de Quidditch" opinó Snape
"¡guarden silencio!" exclamó Hermione sin moverse de su lugar. "Como iba diciendo, investigué en todas las biblioteca posibles y no solo de Londres sino también de cada lugar que visitábamos en verano con mis padres. Hasta llegué a ir a una biblioteca clandestina de Knockturn Alley"
"¡Vaya, mamá! Tú si que tienes una vida secreta muy excitante" exclamó Sirius hijo. Hermione le indicó que guardara silencio.
"En uno de mis recorridos encontré un libro sobre ritos antiguos y prohibidos."
"¿Prohibidos?" preguntó Ariatna ganándose la mirada de Harry
"Sí, Hechizos y conjuros demasiado peligrosos y poderosos para que cualquiera los lleve a cabo." Hermione fijo su mirada en la chimenea "En ese libro estaba el Plenilunio Escarlata"
"¿Plenilunio Escarlata¿Qué clase de nombre es ese?" preguntó Harry muy interesado
"El Plenilunio Escarlata, es un muy poderoso ritual. Hace cientos de años fue prohibido en todo el mundo mágico por sus terribles consecuencias" explicó Dumbledore "Tiene la facultad de hacer que un mago o bruja comparta su sangre, su alma con otro. El peligro radica en que muchas veces el mago era obligado a compartir su sangre con seres oscuros o de intenciones maquiavélicas. Cuando la persona no quería podía morir o convertirse en un ser vil, incapaz de sentir amor o sentimiento alguno de felicidad. Esos seres iban por el mundo intentando llenar ese vacío con la emociones de otros sin importar las consecuencias. Un ser cuyo poder es el dolor de los demás"
En la mente de Harry una única visión se levantó
"Un Dementor" dijo en voz baja Harry
"Exactamente, Harry" respondió Dumbledore quien había leído los labios del muchacho "Ellos son esos magos y brujas que fueron obligados ha llevar a cabo el ritual, o eran demasiado débiles para soportar el terrible procedimiento. Pero no sólo ellos terminaban mal sino también aquellos que los obligaban."
"¡Eso es terrible!" exclamó Ariatna llevándose las manos a la boca. "O sea que la debilidad de una persona podía llevar a ese cruel destino a la otra"
"Sí, Ariatna" respondió Remus "Para llevar a cabo ese rito se debe tener las mas puras intenciones" dijo Lupin "Solo aquella persona con un corazón lleno de bondad y amor puede hacerlo, de otra manera, su alma y el de la otra persona se perderían sin importar que las dos estén de acuerdo. Durante este rito ambas partes pueden ver las memorias de la otra parte."
"Se necesita tener un gran poder" intervino Sirius "En ciertas partes del rito algunos magos flaqueaban y solo la fuerza del otro los podía salvar de ese cruel destino"
"Ningún mago o bruja mediocre pueden realizarlo. Se necesita tener mucha fuerza de voluntad para sacar adelante ambas almas" dijo Snape
"Eso suena muy aterrador" dijo Harry "¿Por qué lo hiciste? Te arriesgaste demasiado"
"Mina lo hizo por tí" los ojos de Albus Dumbledore habían perdido su brillo
"Necesitaba protegerte de Voldemort" dijo Hermione sin despegar la vista de las brazas ardientes "Lily y yo hicimos un pacto. Juramos proteger a nuestros hijos si algo llegaba a pasarnos. Yo le hablé del hechizo y ella después de pensarlo por un tiempo accedió. Fue así como a pocas semanas de su muerte lo hicimos".
"Hermione, cielo, Lily quiere hablar contigo. Te espera en el jardín" dijo Sirius tomando a Camus entre sus brazos.
El corazón de Hermione latía con fuerza. Ya sabía a qué venía Lily. Colocó a la pequeña Ariatna en su cuna y se dirigió hacia el jardín. Divisó a su amiga cerca del castaño. Acercándose a ella le dijo
"Hola, Lily"
"Mi respuesta es: Sí" respondió Lily sin decir nada más
Hermione asintió "déjame avisarle a Sirius que saldré. Regreso en un momento"
Volviendo a entrar por donde había salido, Hermione dejó a Lily sola y muy consternada. Ella nunca había sido tan segura como su amiga pero por Harry era capaz de dar la vida misma para que él fuera feliz. Hermione regresó un rato después. Vestía capas completamente blancas.
"Vamos. Ya todo esta listo" dijo sin vacilar. Hermione sacó de su bolsillo una antigua escultura. "Es nuestro portal" después de tocar la escultura de inmediato se transportaron a Hogsmead.
"¿Hacia dónde nos dirigimos, Mia?" Lily cada vez estaba más aterrada.
"Lily, cálmate. Nos dirigimos a la casa de los gritos"
Lily se tranquilizó después de escuchar las palabras de su amiga. Al entrar la pelirroja observó que el lugar estaba completamente arreglado.
"¿Tan segura estabas que diría que sí?" Hermione le sonrió
"Estaba segura de tu amor por Harry. Ponte estas capas." Le extendió unas de color escarlata "Es el último elemento"
"Ojalá todo salga bien" dijo acariciando la fina seda con que estaban hechas las ropas. Eran del vivo color de la sangre.
"Lily, no te preocupes.Si temes que no puedes resistir sólo alarga tu mano y yo estaré aquí."
Lily se abrazó a Hermione con fuerza. Estaba aterrada y se sentía muy insegura. Pero sabía que si algo pasaba Hermione estaría a su lado.
"Vístete. Nos esperan horas muy largas" Lily hizo lo que se le indicó. Cuando estuvo lista siguió a Hermione hasta una terraza de la casa.
"Esto es nuevo. Nunca antes la había visto"
"La construí especialmente para el rito"
"Es usted muy segura de sus facultades persuasivas, señora Black" Hermione la miró con ojos de misterio "Estoy listo, Mia. Cuando quieras"
La viajera del tiempo se acercó a su amiga. Tomándola de las manos la llevó hasta el interior de un círculo, hecho de pétalos rojos y blancos. En el centro había una daga plateada con rubíes incrustados. Hermione pronunció unas palabras desconocidas para Lily, al instante, todo lo que estaba afuera del circulo se oscureció.La daga se levantó del suelo. Hermione la tomó y se hirió con ella, después hizo lo mismo con Lily. Ambas entrelazaron las manos y dijeron al unísono un conjuro diferente. Un cordón rojo entrelazó sus manos sangrantes. La sangre que manaba de sus heridas se entremezclaba.
Cuando la luna llena estuvo en su punto más alto, su luz las iluminó a ambas. Lily observó que el cuerpo de su amiga era transparente. Podía ver el universo a través de éste. Sintió como si una fuerza intentara arrancarle el corazón. Quería gritar, soltarse y salir corriendo pero en su mente las palabras de advertencia que su amiga le había dicho días antes se escucharon en su mente
"Hagas lo que hagas, Lily, no te rindas, no huyas. El resultado sería catastrófico para ambas"
Tenía que resistir. Sintió las manos suaves de su amiga apretar las suyas con delicadeza y firmeza. Sacando fuerzas de donde no, Lily aguantó como pudo. Sintió un enorme vacío por dentro, se quedó totalmente en blanco. Al instante, su mente se vio atormentada por imágenes nefastas de muerte y locura, de un futuro sin esperanza, de Sirius prisionero en Azkaban, de James muerto y de Remus atormentado por largos años. Pronto las visiones se tornaron más pacíficas pero muy confusas. Veía a su amiga junto a un niño que era igual a James, pero no era él. También miraba a este niño llorar, divertirse, enojarse, reír, sonrojarse y pelear. Lo miraba ganar la copa de Quidditch y salir triunfante de un laberinto…
Todo volvió a quedar en silencio y a oscuras, se sintió llena de nuevo. Estaba muy cansada, ya no pudiendo resistir, se dejó caer. Hermione, observando la debilidad de su amiga, la atajó antes que cayera. La atrajó hacia ella, la abrazó con fuerza. Conjuró otro hechizo y una luz emanó del centro de su pecho. El resplandor cubrió a la pelirroja completamente e iluminó las tinieblas en que ésta se encontraba.
Lily escuchó la dulce voz de su amiga, llamándola, se dejó envolver con la calidez de la luz. Ésta era tan reconfortante y tierna, era una sensación indescriptible lo que la luz la hacía sentir. Cuando Lily abrió los ojos pudo apreciar que el brillo salía del corazón de su amiga. Comprendió entonces que lo que la había salvado de una vida sin alegría y felicidad, había sido el alma de su amiga.
Unos minutos más tarde todo volvió a la normalidad. Lily miró a su amiga, ésta tenía los ojos cerrados, un hermoso brillo la cubría, sus ropas ya no eran blancas sino escarlatas. Lily se volvió a mirar sus capas y, con sorpresa, miro que estas también habían cambiado de color, ahora eran de una inmaculada blancura.
Lily casi se muere del susto cuando observó que un viento envolvía a su amiga y la elevaba. Parecía un ángel. El viento se calmó y los pies de Hermione tocaron nuevamente el suelo. Esta abrió sus ojos. Fijó su mirada en Lily, por un momento la chica de los ojos esmeraldas no supo que hacer, se quedó esperando a que su compañera dijera algo.
"Hola de nuevo, Lily" eso fue todo lo que Hermione dijo.
"Hermione. ¿Qué sucedió¿Cuánto tiempo pasó?" preguntó Lily muy angustiada de que las cosas no hubieran salido cono deseaban ambas.
"Todo, esta bien. De hecho todo salió mejor de los que esperábamos" volteó su mirada hacia el horizonte "Creo que ya amaneció"
Lily se sorprendió muchísimo al apreciar que en vez de la luna llena era el sol naciente el que reinaba en los cielos. Estaba amaneciendo. Era un amanecer rojo.
"No entiendo nada. Según yo solo habían pasado unos minutos"
"Lo importante es que lo logramos. Y que ahora nuestros hijos estarán protegidos. Si algo le llegara a pasar a una de nosotras, la otra se encargaría de ellos" Hermione se llevó las manos al pecho, estaba exhausta "Necesito descansar. Llévame junto a Sirius" Suplicó Hermione a su amiga.
Lily se preocupó mucho por la condición de su amiga, Ella siempre había sido frágil como el cristal y la situación que acababa de afrontar había sido extenuante. "Sí, es mejor que te lleve a casa. Nada de esto tendría sentido si algo te pasara"
Hermione se dejó llevar por su amiga hacia el portal, no sin antes hacer desaparecer cualquier huella que indicara que allí se había llevado a cabo uno de los hechizos más poderosos del mundo mágico de todos los tiempos.
Cuando estuvieron en el salón de la mansión Belmondo, Lily, sentó a Hermione en uno de los elegantes sillones. Hermione se dejó vencer por el cansancio y se adentró en un muy profundo sueño. Lily levantó la mirada y se encontró con la figura imponente de Sirius Black delante de ella. Por su expresión se notaba que había pasado la noche en vela, muy angustiado de no saber dónde estaban. Siempre se impresionaba cada vez que se acordaba del gran e intenso amor que Sirius sentía hacia esa frágil joven que se encontraba casi desmayada en el sillón.
"¿Dónde han estado toda la noche? Me he estado muriendo de la angustia." Estaba realmente furioso pero a la vez alegre de que nada malo les hubiera pasado. Al ver que su esposa se encontraba muy débil y de que casi se había desmayado, se asustó muchísimo
"¿Qué ha pasado Lily y Por quéhermione esta en ese estado¿Quién le ha hecho daño¡POR MERLIN, EVANS; CONTESTAME!" Lily se asustó al oír el nombre con que su amigo se dirigía a ella. Debía de estar realmente furioso.
"Sirius, cálmate. Nada malo ha pasado" pero era obvio que su amigo no le creía y cómo iba a hacerlo con Hermione semi desmayada en el sillón. Sirius no quiso saber nada más Solo ansiaba colocar a su esposa en su cama y no dejar que nadie se acercara a ella en una semana o un año si era posible.
"Sirius, escúchame" intentaba detenerlo sin éxito. Sirius ya iba por las escaleras con Hermione en brazos. Lily lo siguió todo el camino hasta la habitación principal. Se quedó en silencio mientras observaba como Sirius despojaba a su esposa de sus capas, dejándola solo con su delicado vestido interior, la arropó y le acomodó los almohadones. Lily se impresionó el grado de ternura y devoción con que Sirius había realizado todas estas acciones.
"Lily" Sirius hizo una pequeña pausa "Perdóname. Perdí los estribos hace un momento en el salón. Pero es que el solo hecho de pensar en que algo pueda dañarla me vuelve loco" Lily acarició las mejillas de Sirius
"No hay nada que perdonar. Se muy bien cuánto la amas y lo que debiste de haber sufrido al ver que no llegábamos"
"James no sabe nada" dijo Sirius "Le dije que ustedes querían estar juntas"
"Gracias. Realmente eres muy considerado, Black" Sirius rió un poco mas relajado.
"supongo que ella me lo explicará cuando sea el momento" Los ojos de Sirius no querían perder de vista a su amada esposa ni un momento. "Si quieres descansar, siempre hay una recámara lista para tí en esta casa"
"Gracias otra vez, pero prefiero acompañarte a cuidarla hasta que se despierte. ¿Por qué imagino que no dormirás hasta que ella abra sus ojos otra vez?"
Sirius le dijo que sí con la mirada.
"tú has de estar muy cansada también, Lily. Si quieres duérmete al lado de Mina. Yo las cuidaré hasta que despierten otra vez"
Lily le agradeció con un beso pero no quiso dormir. No se sentía para nada cansada. Prefirió sentarse en un sillón junto a Sirius. Los dos amigos guardaron silencio, ambos fijaron sus miradas en la figura durmiente de Hermione. El uno pensando en cuánto amaba a esa delicada mujercita y en cuán infernal sería su vida sin esa estrella que era su esposa. Y la otra pensaba o aun recordaba la sensación que sintió al ser rodeada por el alma o la luz de su amiga. Era increíble la bondad, la calidez, la paz y el amor que tenía esa luz. Realmente el alma y el corazón de su amiga eran tan puros y verdaderos que eran capaces de iluminar y purificar hasta el mismo infierno.
"Harry estará seguro a su lado." dijo Lily antes de rendirse ante el cansancio. Sirius la llevó hasta la cama donde descansaba su esposa y no se movió ni un milímetro hasta que ellas volvieron a despertar.
"Mina despertó dos días después" dijo Sirius bebiéndose a su esposa con los ojos. Ésta le mando un beso soplado desde el suelo. Harry suspiró muy hondo. "Fue una de las peores noches de mi vida"
"Ese día, Lily y yo, compartimos nuestras vidas. Ella miró mis secretos pero no pudo descifrar la verdad." Hermione se secó la huella de una solitaria lágrima que rodó por su mejilla.
"¿Entonces todo este tiempo pude haber vivido aquí?" al recibir una respuesta afirmativa Harry se confundió y se resintió un poco "Pero entonces¿Por qué me dejaron vivir en ese infierno de hogar, Alejado totalmente de mi verdadero hogar, Lejos de ti, Hermione?"
"Fue por tu propio bien" contestó Dumbledore
"imagínate crecer con tanta fama, Harry. Creo que Draco Malfoy no sería nada comparado contigo" bromeó Neville. Harry hizo una mueca de disgusto.
"Viéndolo desde ese punto de vista fue mejor vivir con mi fornido primo" Todos rieron, excepto Helena quien se levantó histérica de su asiento.
"No te expreses mal de Draco" Harry se asustó de ver la transformación de esa dulce niña.
"Harry acabas de romper la regla de oro de Helena. 'Nunca insultar al joven Malfoy' se ve que tienes mucho que aprender" dijo Camus con mirada indefinida.
"Cállate, Camus Black." Los exóticos ojos grises de Helena estaban llenos de furia contra el elegante joven.
"Hazme callar, Lena" Harry observó la tensión entre los chicos. Lo que no podía creer era que Draco era la causa.
"Helena, no te enojes. Fue sólo un comentario inocente de los chicos" trató de calmar Eleonora a su amiga interponiéndose entre ella y Camus.
"estoy harta que siempre estén hablando mal de él. Draco es todo un caballero" la respiración de la niña era cada vez más difícil "él no tiene la culpa de haber nacido en el seno de una familia oscura. Los errores de sus padres no tiene porque pagarlos él" Helena palidecía a cada momento que pasaba. Remus Lupin estaba realmente preocupado.
"Mi vida, por favor no te alteres. No te hace bien." Pero Helena hizo caso omiso a las palabras de su hijo.
"Draco es bueno y muy inteligente. Y es un excelente jugador de Quidditch" la opresión en su pecho era insoportable pero no podía permitir que insultaran a su amigo de esa forma "tía Mina diles que él es bueno. Tú sabes que él tiene un corazón noble y bondadoso. Por favor sácalos de su error. Por favor" Helena suplicaba con el corazón en la mano. Harry no soportaba ver a esa bella niña llorar y menos por Draco Malfoy.
"ya mi bella, trata de calmarte. No queremos que te pongas mal." Hermione abrazó a la niña quien se deshizo en llanto en el pecho de su tía. "Harry, Neville a lo largo de este día se han dado cuenta de que muchas cosas no son como ustedes las recuerdan y Draco es una de ellas."
"No entiendo nada" dijo Neville.
"Draco es nuestro Primo" contestó Ariatna
"Y el mejor amigo de Lena" Dijo Eleonora
"Además es mi sobrino" dijo Sirius
"Y todo lo que dijo Helena de él es cierto. En realidad Draco es noble, inteligente, bondadoso, todo un caballero. Es un muchacho muy dulce. Siempre me escribe para saber como nos encontramos todos. Y yo suelo mandarle dulces al colegio y regalos en fechas especiales. Pero claro todo esto debe permanecer en secreto porqué si alguien se llegara a dar cuenta de la relación que hay entre él y mi familia, sería devastador para él, casi mortal. Sus padres no se lo perdonarían" explicó Hermione. Harry se volteó hacia Neville y este solo se encogió de hombros.
"Draco ha fingido todo este tiempo. Tal vez las cosas cambien ahora que su padre esta en Azkaban" intervino Snape.
"Es un muchacho muy inteligente y astuto" dijo Remus "Es uno de mis alumnos más brillantes. Claro ese es otro secreto"
"¿Entonces Draco ha fingido odiarnos todo este tiempo?" dijo Harry sin poder creerlo.
"Bueno si la verdad es esa, no tengo porque oponerme" dijo Neville
"No te arrepentirás de darle una oportunidad a Draco" dijo muy contenta Helena.
"¡JA! Ese es un pedante" dijo Camus
"Camus, ya perdónalo" le dijo Nora con tono suplicante "Lo hizo sin querer"
"Draco hizo una broma que casi le cuesta la vida a Eleonora. Por eso Camus no puede perdonarlo" explicó James "Pero la verdad es que él no tenía intenciones de hacerlo."
"Correcto. Él realmente es muy buena persona" continuó Sirius hijo.
"esta bien me rindo" exclamó Camus alzando los brazos en señal de rendición. Eleonora lo abrazó efusivamente al escucharlo "Vaya, si hubiera sabido antes que perdonar a Draco me iba valer tus besos y abrazos, hace siglos lo hubiera hecho"
"um um No te pases, Camus" le advirtió Snape. Camus palideció al momento. Eleonora estalló en risa al ver la reacción de Camus.
"Eres todo un fanfarrón, Camus Black" dijo sin para de reír "Papá esta bromeando"
"No, no lo estoy" continuó Snape incapaz de contener la risa
"Ay, hijo eres tan igual a tu padre en algunos aspectos" opinó Hermione muy divertida de la actitud de su hijo.
"Ey, Yo siempre tuve el valor de enfrentar los retos" gruñó Sirius.
"Ay si, como no" dijo Remus "Le tenías un miedo a Dumbledore cada vez que lo mirabas. Tenías miedo que te maldijera si le hacías algo a Mina"
"Y aun estoy dispuesto a hacerlo" dijo muy serio Dumbledore.
Sirius palideció de la misma forma que lo había hecho su hijo momentos antes. Hermione se carcajeó al verle la cara a su esposo. Realmente Sirius nunca había crecido, esa era una de las causas por las que tanto lo amaba.
"Parece que ya sabemos de dónde heredó lo fanfarrón Camus" bromeó Remus.
Todos empezaron a reír, exceptuando a Camus y a Sirius, quienes estaban muy enojados y tenían la misma expresión. Eran como dos caras de un espejo, completamente iguales. Harry hallo muy divertida la situación y se olvidó por completo de Malfoy y de que Helena lo defendiera con tanto ardor.
"Bueno aclarado todo propongo que nos vayamos a dormir todos" dijo Dumbledore aplaudiendo un par de veces "Mañana será un gran día y necesitamos recargar fuerzas. Sobre todo tú, Helena." Dijo señalando a la tierna niña.
Harry observó como Remus daba las buenas noches y alzaba a su hija en brazos para llevarla a su recámara. No pudo evitar sentirse preocupado por ella, su semblante no era nada agradable. Estaba muy pálida, respiraba con dificultad y sus raros ojos grises estaban circundados por halos oscuros. Camus, Eleonora, y los Remuses se marcharon después de ellos.
"Hermione" La detuvo Harry cuando ya iban cruzando el umbral de la puerta. "¿Qué es lo que le pasa a Helena?"
"Su corazoncito es frágil y muy delicado" respondió Hermione
"su corazón es muy débil. Con las emociones fuertes o esfuerzos muy grandes le puede sobrevenir una crisis" explicó Dumbledore
"¿No existe alguna poción que solucione ese problema?" preguntó Harry muy interesado
"No, mi niño." Dijo Hermione muy triste
"No se puede tener todo en la vida, Harry. Hay cosas que ni la magia puede aliviar" dijo muy apesarado Snape
"Pero Helena es muy feliz y alegre" dijo Sirius tratando de animar a los demás.
Harry pensó en su profesor y se entristeció un poco. Ya había perdido a su esposa y sería muy injusto que perdiera a su hija. Prometió en silencio siempre protegerla y jamás hacerla rabiar. Después de que los chicos estuvieron satisfechos continuaron su viaje hasta sus aposentos. Primero llevaron a Neville hasta su cuarto. Sirius continuó solo hasta su habitación, mientras Hermione y Snape, acompañaban a los jóvenes.
"Espero que te guste mucho, Neville. Severus y yo pasamos mucho tiempo decorándola" dijo Hermione sin perder de vista al hijo de su amiga.
"Me encanta. Es fabulosa" Neville recorría con sus ojos cada detalle de la cómoda habitación"
"En este cuarto están todos los recuerdos y alguna pertenencias de tus padres." Explicó Hermione abriendo una puerta de la habitación.
"Si no estás muy cansado hoy mismo podemos verlas" dijo Snape temeroso de recibir un no por respuesta. Pero la cara de Neville le dijeron que sí.
"entonces nosotros con Harry nos retiramos" acercándose a Neville dijo "Buenas noches, cariño. Mañana te veo para que me cuentes todo"
"esta bien, Hermione. Y gracias otra vez" el muchacho la abrazó muy fuerte dejando escapar algunas lágrimas, la besó repetidamente en las mejillas. No hallaba otra forma de agradecerle por su Futuro ahora lleno de tanto amor y dicha.
Hermione y Harry caminaron abrazados hasta el final del pasillo donde se encontraban las habitaciones de Harry. Este último quedó con la boca abierta cuando Hermione abrió las puertas.
La habitación era bellísima y muy grande. Su amiga le dio un pequeño recorrido por toda ella. Constaba de un pequeño estudio adornado por numerosos libreros repletos de toda clase de libro y objetos curiosos. Otra de las puertas llevaba hasta un laboratorio equipado con todos los instrumentos y artefactos que un joven mago necesita para llevar a cabo sus experimentos y tareas. También había una pequeña salita de descanso decorada con una infinidad de objetos alusivos al Quidditch. Por último, la cámara principal era realmente espaciosa y muy cómoda. Su cama era gigante y muy esponjosa. Había varias mesitas de distintas formas y tamaños que contenían muchas retrateras y algunos premios y trofeos. Harry se impresionó muchísimo más cuando Hermione abrió de para en par su armario. Éste estaba lleno de ropas nuevas y para toda ocasión. Harry se preguntó si serían de su talla.
"No te preocupes son de tu talla. Las mandé hacer especialmente para tí, Harry." Dijo adivinando los pensamientos de su amigo.
"Eres increíble"
"El baño esta detrás de esa puerta" dijo señalando una cerca de su armario "También tienes una pequeña terraza conectada con uno de los jardines. Claro la apreciarás mejor con un mejor clima" dijo contemplando las nubes de lluvia que se empezaban a formar.
"Parece que tendremos mal tiempo" dijo Harry sin percatarse del miedo en los ojos de Hermione. La atemorizaban las tormentas.
"Esto es muy hermoso. Realmente no sé que decir" Harry ahora si notó la turbación en su amiga. "¿Pasa algo Hermione?" pero no hubo respuesta. Hermione se dejó caer en uno de los sillones de la habitación, Estaba hecha un manojo de nervios, Su corazón estaba acelerado.
"No le gustan las tormentas" dijo Sirius desde la puerta. Harry no se había dado cuenta a qué hora había llegado. Hermione al verlo se puso en pie de un brinco corriendo a refugiarse en los brazos de su esposo. Sirius envolvió las delicadas formas de su esposa en un gran abrazo.
"Shshhhhhh Ya chiquita. Ya no temas" decía Sirius besando los cabellos de su esposa "Yo estoy aquí, y no dejaré que nada te pase" Poco a poco Hermione iba recobrando la calma.
Harry observaba en silencio la escena. Hermione se apretaba con más fuerza y desesperación con cada trueno que estallaba en los cielos. Se acordó entonces del episodio que Hermione le contó en la tarde, sobre la broma que le hicieran los merodeadores. Harry y Sirius dejaron que pasara un buen rato para que Hermione se calmara.
"¿Ya te sientes mejor, Mia?" Hermione lo miró con ojos de asombro. James solía llamarla se esa forma. "No pasa nada." La joven respiró más aliviada.
"Nunca me perdonaré por esa noche"dijo Sirius muy serio
"¡HERMIONE!" Remus Lupin entró a la habitación como un tornado. Fijando los ojos en su amiga y recobrando un poco el aliento dijo "La tormenta...me imaginé que te habías asustado" volvió hacer una pausa para tomar más aire. "Pero veo que todo esta bajo control" Hermione se liberó de los brazos de su esposo para pasarse a los fuertes brazos de Moony. Este la llenó de besos mientras le susurraba palabras de calma al oído. Sirius se puso al lado de Harry abrazándolo como un padre abraza a un hijo.
"No fue tu culpa, Sirius. Ustedes no podían adivinar que esto sucedería cuando planearon esa broma" lo consoló Harry abrazándose a su padrino.
"Esa es nuestra culpa. En el pasado hicimos muchas cosas sin pensar en las consecuencias que nuestras acciones acarrearían" dijo muy apesadumbrado.
"Hermione no te culpa. No veo por qué tú debas hacerlo" Sirius se le quedó viendo. Harry era la viva imagen de James Potter, su mejor amigo. Nadie imaginaba cuánto lo había extrañado todos esos años, pero ahora tenía a Harry y eso era como volver a tener a James de nuevo a su lado.
"Pilgrim¿ya le mostraste a Harry el baúl?" dijo Remus rompiendo el silencio. Hermione hizo un gesto negativo. Sirius sacó su varita e hizo aparecer un baúl antiguo hecho de madera.
"¿Qué es?" preguntó Harry siguiendo con sus dedos los detalles del baúl.
"Contiene cosas de tus padres" respondió Remus sin soltar a Hermione.
Harry estaba muy emocionado pero no hallaba qué hacer. Solo podía ver el baúl pero tenía miedo. "Quédense conmigo, por favor" dijo extendiéndole la mano a su mejor amiga. Hermione la tomó y con una sonrisa le dijo que sí.
Sirius levitó el baúl hasta la cama. Hermione le entregó a Harry una llave antigua, con la que éste abrió el baúl. Una a una Remus, Hermione y Sirius fueron sacando todas las cosas que ahí había y le explicaron el significado de cada una.
Había fotos de James y Lily, de los merodeadores, de Hermione y James, De los padres de Neville, de todas las fiestas que hicieron y de las graduaciones. A Harry le encantaron todas.
También estaban: la medalla que James había ganado en todos sus años del colegio, Las medallas a la excelencia de su madre, Los lentes de su padre, que milagrosamente no se habían dañado en el ataque de Voldemort; El diario de su madre, algunas plumas de James; algunos dibujos que James había hecho, entre otras cosas.
Ya era de madrugada cuando al fin Harry se quedó dormido en los brazos de Hermione. Era una de las noches más felices de su vida, se encontraba junto a Hermione y a los mejores amigos de su padre y, por si fuera poco, estaba rodeado de las pertenencias de sus padres, las cuales parecían guardar un pedacito de ellos. Era como si ellos estuvieran en ese instante con él.
Hermione le quitó los lentes, mientras Sirius y Remus los arropaba a ambos para después acostarse junto a ellos. Y así los cuatro durmieron abrazados y perdidos entre tantos recuerdos.
Los dos merodeadores guardando siempre su promesa de proteger a esas dos personitas que se encontraban en el centro del grupo.
