Hola a todos: la verdad es que yo no quedé muy contenta con el capítulo final, dejé muchos cabos sueltos, en fin, decidí escribir este pequeño epílogo para cerrar un poco más el final, pero dejando siempre muchas cosas para que trabaje la imaginación. Muchas gracias por todo, y sobre todo por leerme.
Granate
Epilogo: Un Futuro de amor para tí
"¿Te gustó la historia pequeña?" preguntó la hermosa mujer
"Me fascinó mamá" respondió la niña con sus brillantes ojos avellanos, llenos de emoción
"Pero parece que en vez de dormirte te puso más activa" bromeó la mamá besando aquella inocente frente infantil
"¡la historia de la bisabuela Hermione es increíble! No podía dormirme hasta escuchar el final" contestó la niña parándose en la cama.
"Hermione, no saltes en la cama" la reprendió cariñosamente su madre. La niña dio un último salto y se dejó caer en la cama con los brazos y piernas extendidas, su madre la contempló con adoración.
"Así esta mejor, princesa"
"mamá ¿es ese el final de la historia?" preguntó la niña levantando su mirada
"No mi vida, ese era sólo el comienzo de otra historia ¡más fabulosa¡Más romántica¡Y más larga!" respondió la mujer haciendo ademanes con sus manos. La pequeña Hermione miraba fascinada como su madre hacía piruetas alrededor de su cama a la vez que cambiaba su voz en algunos momentos de su monólogo.
"¡Me la contarías mamá!" exclamó la niña.
"Por supuesto mi amor, pero por esta noche ya han sido suficientes historias" la niña hizo pucheros al no conseguir que su madre continuara con sus historias "No te pongas así, quién te dice que la segunda parte no te la cuenta tu propia bisabuela"
"¿Tu crees que la bisabuelita Mía quiera contarme el resto de su historia?" preguntó poniéndose de rodillas sobre su cama.
"Todo puede suceder pequeña"
"¡Yupi¡No puedo esperar a llegar mañana a la mansión Belmondo y pedírselo a la Abuelita! Y sino quiere siempre está el abuelo Padfoot para hacerlo ¡será un verano espectacular!" sonrió maliciosamente la pequeña.
"Eso lo sacaste de los Black, no cabe duda" sonrió la joven madre al recordar a la familia de su esposo.
"Pero mamá aun no me has contado qué pasó con el hombre malo de la historia" preguntó Hermione.
"Tienes razón" dijo sentándose, otra vez, al lado de su hija
"Veras, Lord Voldemort fue derrotado por Harry Potter, fue una batalla muy reñida y difícil, pero como siempre, al final, el amor siempre conquista todo, hasta la misma oscuridad es iluminada con su poderosa luz. Ron Weasley y tu bisabuela Hermione Belmondo-Granger, estuvieron a su lado todo el tiempo, juntos los tres encontraron mil formas de atravesar las barreras de la oscuridad y salir victoriosos. En ese entonces Harry y Ron contaban con escasos diecisiete años y tu bisabuela estaba en sus tempranos treinta. Pero parecían que los tres tuvieran cien años, eran impresionantemente maduros y muy poderosos, pero sólo juntos podían alcanzar el máximo de sus poderes. El trío original brilló como nunca aquella noche negra. Y Cuando los tiempos se calmaron y ya no había peligros, la historia de tu Bisabuela fue contada a los medios, y desde ese entonces se convirtió en la historia favorita de todos, ha sido contada de padres a hijos hasta ahora, y lo seguirán haciendo hasta el final de los tiempos.
"¡Vaya! Por eso es que la bisabuela es tan famosa"
"sí, mi ángel. Ella y el abuelo Sirius son muy queridos por su gran aportación al mundo mágico. Pero no solo ellos tuvieron que ver en la victoria, mis abuelos Severus, Remus y los demás fueron héroes, también"
"¿Y el señor Peter?"
"Peter Pettigrew pagó su deuda con su propia vida, murió, y digo murió porqué no se le puede llamar de otra manera, recibió el beso de un Dementor. Es algo espantoso, te imaginas lo que se sentiría vivir el resto de tu vida sin tu alma, sin poder sentir nada, ni siquiera el roce del viento sobre tu piel. Pettigrew es un muerto en vida, incapaz de saber lo que sucede a su alrededor, incapaz de sentir afecto. Pero hay algo más en el castigo de Peter, hay una sola cosa que él puede sentir y recordar.
"dímela mamá" dijo Hermione con su vocecita quebrada por la pena
"Como castigo a su traición y su a intento de dañar a Hermione, Severus Snape, Remus Lupin, Frank Longbottom y Sirius Black, modificaron el efecto del beso del Dementor. Verás, un beso cualquiera te absorbe tu vida, tus recueros, tus sentimientos, en fin, tu alma, te deja solo con tu cuerpo vacío. Pero con el hechizo de tus bisabuelos, el beso que Peter recibió solamente lo despojó de sus pocos recuerdos felices, dejándolo con las memorias de sus traiciones, de sus muertos, de sus brutalidades. Día con día él es atormentado por su pasado, sin poder evitarlo. No duerme, vive en una constante pesadilla donde sus acciones, que llevaron a otros a sus muertes o torturas, son constantemente repetidas, una y otra vez, cuando terminan vuelven a empezar, es un ciclo sin fin"
"Eso es muy triste, mamá. Ha de haber sufrido muchísimo antes de morir" dijo Hermione
"Eso es lo peor, Él no puede morir, esta condenado ha pasar toda la eternidad purgando por sus pecados."
"Pero la bisabuela Mía jamás hubiera sido capaz de hacer eso" dijo sin poder creer lo que escuchaba
"tienes razón, cuando ella se enteró se compadeció de él, tu bisabuelo Padfoot se puso furioso pero sabía muy bien que nada que él dijera iba cambiar la resolución de la abuela"
"¿Qué hizo ella?"
"Lo condenó a vivir atormentado hasta que un Potter y una Black-Belmondo-Granger lo liberaran de su destino" contestó la joven mujer
"No lo entiendo, mamá ¿Un Potter y una Black-Belmondo-Granger?"
"Para serte sincera nadie entendió lo que ella quiso decir, Tu tío Harry pensó que 'su Hermione' quería que él lo perdonara, y que debía ir con ella, pero la abuela le explicó que no se refería a ellos, sus palabras fueron 'ya es demasiado tarde para nosotros, Harry' y con eso inició la eterna interrogante de nuestra familia. Largos años han pasado y el mundo mágico ha visto muchos cambios, unos para bien y otros para mal, pero el paciente de la habitación 26, sigue sin cambiar y sin dejar de gritar por las noches"
"Eso es muy trágico" expresó la pequeña enjugando sus lágrimas en la manga de sus pijamas.
"sí, mi vida. El destino de Peter es muy desolador. Sus cabellos se han tornado completamente blancos, pero al igual que tus bisabuelos no ha envejecido para nada. Nadie sabe qué es lo que ha ayudado a Peter a sobrevivir tal infierno, algunos curadores dicen que cuando las voces se vuelven más insoportables, una tierna y cálida presencia se hace sentir, calmando de esta forma al desdichado, y dándole un pequeño lapso de paz para después volver a la zozobra."
"Un poco de piedad para ayudarlo a llevar su carga" susurró la niña "hay otra cosa que no entiendo¿Por qué la abuela sigue viéndose como si tuviera treinta años?"
"Eso te lo explicará ella el día que se lo preguntes" dijo recobrando la calma.
"ya dejemos al señor Peter a un lado, y mejor cuéntame sobre la Orden del Fénix"
"En cuanto a la orden del Fénix, muchos de sus miembros sucumbieron ante los temibles mortífagos, pero esta vez fueron menos que la primera ocasión. Estaban más preparados y tenían muchos aliados, eso, al final, fue determinante para obtener la victoria sobre el lado oscuro. Ellos se convirtieron en los guardianes del orden durante los siguientes años. Es un honor pertenecer a la Orden del Fénix, sus miembros son secretos, nadie sabe sus identidades y siempre están listos para contrarrestar cualquier indicio de maldad que quiera quebrar el balance de nuestro mundo. Son nuestros paladines mágicos"
"¡Yo quiero ser de la Orden, como mi familia!" exclamó muy animada la niña
"Cuando crezcas lo decidirás, por ahora solo concéntrate en ser mi pequeña princesa" respondió la joven abrazando a su pequeña.
"de acuerdo, pero sigue contándome"
"Bueno, los chicos pasaron su sexto año, Slytherin ganó la copa ese año, Camus James Black fue reconocido como el jugador más valioso de la temporada. Los Slytherin tuvieron, al fin su redención, de ahí en adelante la rivalidad entre las serpientes y los leones se condensa solo al campo del Quidditch, y por supuesto al amor"
"Tu estuviste en Slytherin, mamá" dijo la niña
"y mi madre también" respondió la madre "¿A ver tú en que casa quedas?"
"yo quiero ser una Leona, como la Bisabuela Mía"
"Ya veremos, solo recuerda que son nuestras decisiones las que determinan quienes somos" dijo abrazándola con fuerza.
"¿y que hicieron los chicos en sus últimos años del colegio?"
"es cierto, sabes todo sobre sus vidas fuera del colegio, pero no sabes nada sobre sus dos últimos años, bueno hasta las navidades"
"¡exacto¿Qué fue de ellos cuando regresaron al colegio después de las fiestas?"
"Bueno, ellos siguieron reforzando sus lazos de amistad, siguieron siendo jóvenes con ganas de divertirse y enamorarse, sus mundos se convirtieron en auténticas novelas de amor, gracias a sus hormonas, pero siempre se mantuvieron unidos
Harry Potter continuó amando a la abuela Hermione con todo su corazón, pero aprendió a dividir su corazón con otras chicas, sabiendo muy bien que ella no podía ser para él. Él y Ron Weasley continuaron siendo los mejores amigos del mundo, siempre extrañando a su Hermione, nunca pudieron dejar de hacer nada sin pedirle opinión a ella, le escribían cartas cada dos horas, cartas que ella respondía con la misma frecuencia y avidez. Aunque separados por el tiempo, ellos seguían siendo el famoso trío de Gryffindor cuando sólo eran ellos tres.
Los demás chicos continuaron a su lado, peleando como siempre pero eso era lógico, por algo pertenecían a Slytherin y a Gryffindor, era natural que tuvieran rivalidades. Aunque, la amistad era más grande que cualquier rencilla, siempre se apoyaron en cada paso que daban, nunca se les vio permanecer peleados por más de cinco horas, y no era raro verlos caminar junto al lago, debatiendo sobre teorías de conspiración contra Dumbledore y la Orden del Fénix, o simplemente charlando sobre el siguiente baile de máscaras de la escuela. Y combinado con sus tragedias de adolescentes, la lucha constante con el lado oscuro fueron marcando sus personalidades y voluntades, se convirtieron en hombres y mujeres de bien, sus poderes crecieron al igual que su amor por la luz y sus ganas de derrotar la maldad que Lord Voldemort representaba. Ron, Harry y mi abuela Hermione tuvieron suerte de contar con ellos en ese momento. Para la abuela Hermione era doblemente difícil porqué algunos de los muchachos eran sus hijos y sobrinos, y Luciana sólo tenía año y medio cuando la batalla final tuvo lugar. Su lucha fue única, tenía que proteger a sus hijos, a su esposo y a sus mejores amigos, y en el intento tenía que sobrevivir. Ella nunca dejó de amar, tal vez ahí radicaba la fuente de su inmenso poder."
"ella es grandiosa" opinó Hermione "me encanta llevar su nombre"
"eres la primera Hermione desde Ariatna ¿lo sabías?"
"Sí"
"Es un gran honor llevar el nombre de la heroína más grande del mundo mágico" dijo la madre "tienes que estar orgullosa de eso"
"y lo estoy, mami. Y cuando sea grande seguiré poniendo el nombre Hermione muy en alto, como a ella le gustaría" dijo la niña, estirándose para alcanzar la foto que descansaba en su mesita de noche. Era una foto de Hermione "Ella siempre me cuida" dijo besándola, no cabía duda que la pequeña Hermione Isabela adoraba a su bisabuela Hermione Atena Black-Belmondo-Granger.
"Me alegra, princesa" dijo una voz masculina, interrumpiendo el momento entre madre e hija.
"¡papá¡Que bueno que ya llegaste!" gritó Hermione, en un segundo se puso de pie y corrió hasta el borde de su cama desde donde se lanzó directo a los brazos de su padre. El joven y apuesto mago estrechó el diminuto cuerpo de cinco años de su hija, haciéndola girar como sabía muy bien que a ella le gustaba
"¿Cómo te has portado hoy, mi abejorro? Espero que no le hayas dado mucho trabajo a mami" dijo mientras la llenaba de besos.
"Me he portado muy bien ¿verdad mami? Dile a papi que me he portado como una buena niña"
"¡Aja! te atrapé. Tú nunca te portas como una buena niña, sino como un buen huracán" dijo lanzándola con suavidad a la cama y atacándola con cosquillas. La niña no podía parar de reír.
"¡Basta ya¡Me rindo¡Mami ayúdame!" gritaba la niña vencida por las cosquillas de su padre.
"Cielo ya déjala, o la vas hacer explotar" intervino la joven esposa. Al escuchar la suave y tierna vos de su esposa el mago liberó a su pequeña de la feliz tortura de sus cosquillas.
La pequeña Hermione observó con alegría como su padre caminaba hacia su madre sin despegar su mirada de ella, la estrechó entre sus brazos, con mucho cuidado para no aplastar su voluminosa barriga de siete meses, y la besó con pasión, la misma pasión que ella había visto desde que tenía uso de razón. Siempre le gustaba verlos así de enamorados, nunca se sintió celosa ni relegada porqué sabía que ellos siempre la tomaban en cuenta y siempre la besaban después. Su sonrisa aumentó cuando miró a sus padres dirigirse a su cama desde cada lado para lo que ella ya sabía muy bien, estrecharla fuertemente y bañarla de besos hasta que ella dijera:
"¡Basta!" sus padres se volvieron a abrazar muy divertidos de verla casi sin respiración y muerta de risa.
"ya es hora de ir a la cama princesa. Mañana viajaremos a la Casa de los abuelos. Todos tus primos, tíos, abuelos, y bisabuelos, sin dejar de mencionar a tus tatarabuelos Dumbledore y Minerva, estarán allí" dijo su padre, arropándola muy bien para que no sintiera frío. Apagó todas las luces del cuarto, dejándola al cuidado de la Luna que brillaba en su techo, acompañada por una infinidad de estrellas. Su bisabuela lo había conjurado para ella.
"Buenas noches nana" dijo besando la fotografía de Hermione
"Buenas noches, mi cielo" contestó la foto-Hermione "Hasta mañana"
"despierta bella durmiente" dijo Sirius Black, besando suavemente a su esposa de tantos años "Hermione"
"¿te he dicho que nunca me he cansado de despertar con tus labios sobre mi piel?" contestó Hermione sin abrir los ojos. Sirius siguió con su deliciosa tarea de despertar a su esposa con sus caricias, como lo había hecho desde su primer despertar como esposos.
"Aunque me fascine hacer esto hasta el cansancio"
"¿es que alguna vez te cansas?" dijo atrapando sus labios con los suyos. Sirius contestó apasionadamente ante su acción y decidió que cualquier motivo podía esperar, por ahora lo único que le importaba era amar a su esposa. Hermione escondió sus cuerpos entre las sábanas y agradeció a la vida que le diera la brillante idea, hace muchos años, de colocar un hechizo de silencio permanente en cualquier habitación que ambos decidieran soltar las riendas de su amor. Nadie podía escudarlos y mucho menos acercarse a donde estaban, algo les recordaba que debían estar en otro lado, aunque ese otro lado fuese Zonkos y tú fueras Severus Snape.
"¡nana!" gritó la pequeña Hermione, corriendo a los brazos de su bisabuela Hermione.
"Mi pequeña abejorro" Hermione atrapó el pequeño cuerpecito de su biznieta. La levantó en sus brazos y la besó con cariño. "¿Cómo has estado?"
"Muy bien. Mami me contó la historia de tu viaje al pasado, ahora sé que significa el dije en forma de reloj de arena que siempre llevas en el cuello"
"me alegro princesa" contestó Hermione
"Y tengo algo que preguntarte" dijo aflojando sus brazos para poder ver a su nana cara a cara.
"Dime lo que sea"
"¿Por qué nunca envejeces?" Hermione se rió de la ocurrencia de su pequeña biznieta. La bajó al suelo y le pidió que la acompañara al jardín donde le explicaría todo. Sus padres las vieron alejarse un poco inseguros de la reacción de Hermione, la abuela.
"No se preocupen, la pequeña Hermione no dijo nada malo" dijo Sirius sorprendiendo con su presencia a los jóvenes esposos.
"¡papá!" El joven mago se abrazó a su abuelo con efusión "Me alegra tanto verte"
"¡vaya! Pero si solo ayer nos vimos" dijo Sirius
"Sabes muy bien que eso no importa papá" Sirius sonrió ante la expresión infantil de su nieto, que ahora era ya todo un hombre.
"¿Y tú querida no piensas darme un abrazo?"
"Claro que sí, abuelo. Sólo esperaba mi turno" contestó la joven, Sirius la abrazó con igual cariño que hacía poco había abrazado a su nieto.
"bueno será mejor que las esperemos en la terraza, la pequeña Hermione no tardará en reclamar su pastel de chocolate bañado con fresas y jalea de piña, mientras me cuentas cómo va todo con mi ya no sé que número de bisnieto es" dijo Sirius entre risas. Los jóvenes lo siguieron sin soltarse de su abrazo, mientras charlaban.
Mientras tanto, en el jardín, Hermione le respondía a su pequeña tocaya
"Pues veras, eso es debido a una poción que me regalaron tus bisabuelos Severus y Remus, ellos sabían muy bien que yo siempre había deseado envejecer junto a Harry y a Ron, pero por lo que tú ya sabes, ya no lo iba a poder cumplir. Fue por eso que me regalaron la poción rejuvenecedora, tiene una acción congelante, elimina la acción del pasar de los años"
"¿puedes vivir por la eternidad?"
"No, mi cielo. Sólo me impide envejecer, pero no me exenta de ninguna enfermedad. La tomo para poder ver a mi familia crecer"
"¿y Harry y lo demás la toman?"
"Sí, ellos también. Por eso es que nos conservamos tan jóvenes"
"¿Y no te cansas de vivir?"
"No, mi abejorro. Siempre hay algo nuevo por lo que vivir, tú eres una de esas razones. La vida siempre te da alicientes para que nunca te aburras. Sirius y yo decidimos, hace mucho tiempo que, viviríamos hasta que la muerte nos reclame, pero sin envejecer, conservando siempre nuestra juventud para poder ayudar al mundo mágico"
"yo quiero que tú nunca mueras" dijo elevando sus pequeños brazos para que su nana la cargara. Hermione cumplió sus deseos y después de explicarle otras de sus interrogantes la llevó hasta la terraza donde, un inmenso pastel de chocolate bañado con fresas y jalea de piña, la esperaba.
"¡papá Sirius!" gritó la niña al verlo sentado junto a sus padres, Remus y Severus en la terraza. La niña se bajó de los brazos de Hermione para correr hacia su bisabuelo Sirius.
"Pequeña mía" dijo Sirius, levantándose de su asiento para esperarla al pie de las escalinatas. "Estas más grande, si sigues así me vas a pasar muy pronto"
"He crecido dos centímetros, abuelo Padfoot" dijo la niña estirándose todo lo que podía.
"Muy bien princesa" dijo Hermione, sentándose al lado de un nada envejecido Remus Lupin. "Pensé que cuando regresáramos del jardín ya habrían llegado los demás"
"Harry y el pequeño Héctor ya están aquí. Andan buscando unos jugos" explicó Severus "Los demás deben estar por llegar"
"Que Héctor no te escuche diciéndole pequeño, tiene diez años, es muy maduro"
"¡Ron¿Dónde estabas pillo que te has tardado en venir?" lo cuestionó Hermione, abrazándose a él. "Sabes que me haces mucha falta cuando no estás" le dijo
"A mí también me haces mucha falta Hermione" dijo besándola en la frente "Y contestando tu pregunta, andaba en la tienda de los gemelos buscando algunas bromas para entretener a los chicos durante el verano" explicó Ron
"Querrás decir para que ustedes se entretengan" dijo señalando a Remus, Sirius, Severus y a Ron, y si Harry hubiera estado allí también le habría caído.
"te cuidado hijo, no vayas a derramar los jugos" decía Harry mientras le abría la puerta a su hijo para que pudiera pasar sin problemas. Hermione lo contempló con dulzura. Sintiendo su mirada sobre él, Harry levantó sus ojos esmeraldas y los clavó en ella. Una gran sonrisa se dibujó en sus labios, iluminando sus jóvenes facciones.
"Hola Hermione" la saludó sin poder moverse, siempre le pasaba cuando estaba frente al gran amor de su vida.
"Hola Harry" Hermione corrió a abrazarlo "una semana es mucho tiempo ¿Dónde han estado mis Potter favoritos?" preguntó
"Papá me llevó a Francia" contestó Héctor, acercándose a ella. Hermione se perdió en sus hermosos ojos color miel, los mismos ojos de James Potter. Héctor James Potter, era la viva imagen de su abuelo James. Desde sus ojos miel llenos de picardía, sus cabellos desordenados hasta el último de sus dedos de los pies. Era como si alguien hubiera clonado a James. Le daba gracias a Dios que su pequeño Héctor no hubiera sacado nada a esa horrible mujer que había sido su madre.
"Te extrañé mucho, pequeño mío" dijo Hermione besándolo repetidamente.
"Yo también, mami" Héctor la llamaba así porqué él no había conocido a su madre, y desde que tenía uso de razón la única mujer que había estado a su lado, llenándolo de cariño y afecto, había sido su tía Hermione. Su padre le había contado la historia de la mujer que lo había traído al mundo para después despreciarlo y abandonarlo para irse a gozar de la vida y de la fama que tenía por ser la esposa del hombre que había salvado al mundo mágico. Pero su destino le cobró muy caro su superficialidad, su comportamiento descarriado y ajetreado causaron estragos en su salud causándole la muerte prematura. Harry lo había llevado a su tumba y él pensó que no tenía nada que estar haciendo allí, nunca la vio mas que en fotos o recortes de periódicos. No le importaba, no la amaba. Él tenía a su tía Hermione, con ella le bastaba.
A Hermione se le partía el corazón al saber que Harry había estado renuente a casarse. Le había tomado a ella muchas décadas para convencerlo a comprometerse con alguien, y cuando al fin la había escuchado, la mujer elegida lo había traicionado y abandonado, a él y a su pequeño hijo, para vivir la gran vida. Sólo le había importado el dinero, las frivolidades y el placer que sentían los hombres al poseerla, sólo por ser la esposa del gran Harry Potter.
"¿En qué piensa la mujer más inteligente de este planeta?" dijo Ron
"Y sin olvidarnos que es la más bella de todas" dijo Harry
Hermione volteó a verlos, uno a cada lado. Sus palabras la habían sacado de su estado de abstracción.
"En nada, en lo felices que somos al tener una familia tan grande. Nunca imaginé que iba a tener una familia tan grande como la tuya Ronald" bromeó Hermione. Ron Se rió de su ocurrencia.
"Es mejor que mamá Weasley no te escuche separando a las familias, mira que te puede desheredar" dijo Harry
"Sí, Hermione. Tú sabes muy bien que desde que tu decidiste meter tus narices en el pasado, creaste un vínculo entre todos nosotros, convirtiéndonos en una gran familia, la más grande del mundo mágico" explicó Ron
"Sí, Longbottoms, Potters, Weasleys, Black, Lupins, Snape son una sola familia" dijo Hermione con una gran sonrisa. Harry y Ron la besaron al mismo tiempo en cada uno de sus mejillas, tornando su sonrisa tan grande que casi no cabía en su bello rostro.
"bueno eso y que la mayoría de nuestros descendientes se han casado entre ellos o con Malfoys, Zabinis, Nott, Crabbe o Goyles" dijo Ron
"¡Um¿Quién lo iba adivinar el primer día que pusimos un pie en el tren aquel primer año de escuela1 ¡Increíble!" dijo Harry meneando la cabeza para todos lados. Hermione y Ron se rieron también al pensar en sus palabras. Todo era inimaginablemente mágico.
"Sólo falta James y Lily para completar el círculo" dijo Sirius, viendo a su esposa escoltada por Ron y Harry.
"Yo no estoy de acuerdo" apuntó Remus a las figuras infantiles de Héctor Potter y la pequeña Hermione. Eran la viva imagen de James y Hermione cuando eran niños. Y Lily siempre había estado viva en los hermosos ojos verde esmeralda de su ahijado.
"Tienes razón" dijo Snape. Todos guardaron silencio, disfrutando de la calma y la paz que reinaba en ese momento, dentro de unas horas la casa se llenaría de más niños, jóvenes y adultos que no dejarían cabida para la tranquilidad. Sería un hermoso y bullicioso verano, como todos los años desde hacía ya más de un siglo..
"Todos están muy callados" dijo La pequeña Hermione
"Sólo disfrutan el momento" contestó Héctor, mirándola con ojos soñadores "Nosotros debemos hacer lo mismo"
"Sí, además me enteré de algo que quiero contarte" a sus cortos cinco años, Hermione, era muy inteligente y desenvuelta, era una digna heredera de su bisabuela Hermione.
Héctor escuchó con atención la historia que su pequeña favorita le contó. En su corazón infantil una luz se encendió y supo que el tiempo de la espera había terminado, ya existían en el mundo un Potter y una Black-Belmondo-Granger para poder cumplir las promesas del pasado.
Con sólo cinco años, Hermione, no entendió lo que Héctor ya comprendía, pero a través de los años lo fue descubriendo, al igual que su amor.
Hermione se sintió la mujer más feliz de su vida al presenciar la boda de su adorada Hermione Isabela con Héctor James Potter, sus lágrimas de felicidad no pararon de salir de sus ojos avellanos durante toda la ceremonia. Estaba feliz, el último de sus sueños se había cumplido, un sueño que venía desde su época con James, y luego con Harry. Su amor nunca moriría, su sangre se había unido para siempre, y sus hijos heredarían un legado de amor y amistad como nadie podía imaginar. Ahora la vida le daba otro aliciente para seguir viviendo.
Harry se sentía igual de dichoso que 'su Hermione' el ver a su hijo casarse con alguien que llevaba la sangre del amor de su vida, lo hacía comprender que ahora estaban más unidos que nunca, sus hijos estaban cumpliendo lo que el tiempo no les había permitido a ellos, ni a su padre.
Al llegar a la mansión Belmondo, Hermione, llevó a una mesa aparte a los novios para desearles felicidades y para saber su decisión
"Esta en sus manos destruir el último eslabón que une a nuestra familia con aquel pasado lleno de maldad" les dijo con mucha solemnidad. Los recién casados se voltearon a ver, ambos sabían muy bien lo que el otro había decidido. Hermione lo sabía muy bien, mucho antes de que ellos se lo dijeran. Sus premoniciones se habían cumplido.
"Entonces, vayan y no demoren mucho. La familia los espera para celebrar su felicidad" les dijo, les dio un beso a ambos y les entregó un portal para el St. Mungos.
"¿Qué fue eso?" preguntó Neville Longbottom, con su primorosa esposa colgada de su brazo
"Sí ¿qué esta tramando la inteligente Hermione Granger?"
"hace mucho tiempo no me llamabas así, Draco. Ya me había acostumbrado al título de tía" bromeó Hermione. Draco sonrió ante su comentario.
"Ahora que nos vemos de la misma edad, se me hace muy raro decirte tía. Granger es mejor, y más cuando actúas como ella" dijo Darco sobándose la mejilla. Hermione se echó a reír al recordar el gran bofetón que le dio en tercer año.
"Pórtate muy bien, entonces" dijo Hermione.
"Yo me encargo de eso" dijo la señora de Draco Malfoy. Hermione la miró con la complicidad que siempre habían compartido ambas. Draco se encomendó al cielo al imaginar a esas dos mujeres, que amaba con toda su alma, conspirar para mantenerlo a raya.
"Yo que tu me cuido, Draco" opinó Harry.
"Cierra la boca, Harry, o tú también sabrás lo que es bueno" intervino Pansy. Ginny y Luna se morían de la risa al ver la cara de terror del gran Harry Potter.
"Mujeres" dijo Ron, muy quedo.
"¿qué fue lo que dijiste, Ron?" preguntó Ariatna.
"nada que las mujeres son lo más bello y sublime de este mundo" dijo Ron levantando su copa. Todos los hombres lo imitaron, las mujeres se voltearon a ver muy divertidas, Ron se había salido muy bien de la situación.
"mas te vale" dijo Blaise Zabini. "Bueno yo digo que agarremos a nuestras bellas esposas y las arrastremos a la pista para bailar hasta que la noche nos sorprenda." Y con eso extendió su mano hacia su esposa, ésta lo tomó con gusto, siempre había encontrado muy sensual la manera en que Blaise movía sus manos. Una a una las parejas se fueron alejando hacia la pista, excepto por Harry y Hermione.
"¿Alguna vez pensaste en llevarte así con tus hijos y enemigos? Pareciera que todos fuéramos hermanos o contemporáneos" opinó Harry, atrayendo a Hermione hacia él "Bailemos aquí, sabes que la gente me asusta"
"Encantada, señor Potter" dijo Hermione dejándose llevar por el ritmo "Y no, nunca imaginé que mi vida sería así. No te voy a negar que algunas veces soñé en ser la esposa de Harry Potter, pero la vida no lo quiso así" dijo un tanto nostálgica, Harry la tomó del mentón y la obligó a ver hacia la pista.
"Mira todo lo que nos hubiéramos perdido de haber sido así ¿Cuán diferente sería nuestra realidad¿Cuántos de los que están aquí no estuvieran con nosotros? Nuestros hijos no hubieran nacido nunca" dijo contemplando a sus antiguos compañeros del colegio bailar junto a sus esposas, casi todos los miembros de su pequeña pandilla se habían enamorado y casado entre ellos.
Miraba lo feliz que era Sirius bailando con Luciana, su hija más joven. Azkabán nunca había sido parte de su vida. Lupin era muy feliz con sus nietos y bisnietos, su vida había sido más dichosa con la ayuda de Hermione. Snape bailaba con una de sus pequeñas biznietas, era muy refrescante verlo actuar con espontaneidad solo por divertir a su niña. Los Longbottom bailaban muy enamorados bajo la atenta mirada de su hijo Neville, el joven nunca dejó de custodiar a sus padres, no permitía que nada malo les pasara. Jamás se había separado de ellos desde que los había recuperado. Su abuela ya no estaba entre ellos, ella no había querido vivir tanto como Hermione y los demás, necesitaba descansar y reencontrarse con su amado esposo. Los maestros de Hogwarts también estaban allí, disfrutando de la dicha que ellos habían visto crecer poco a poco y con mucho esfuerzo.
"tienes razón, fue mejor así" dijo Hermione. Sonaron los últimos compases de la canción y Hermione sintió que su corazón se liberaba al fin. Cerró los ojos y dejó que todo pasara. Harry se asustó al mirarla casi desfallecer entre sus brazos
"¿Qué sucede, Mine?" dijo preocupado
"nada, ya esta hecho. Somos libres" dijo, cayendo en la oscuridad.
"Hermione" era la voz de Harry que la llamaba, decidió seguirla. Lentamente abrió los ojos, se encontró con un par de ojos esmeraldas mirándola llenos de angustia. Ella acarició su rostro y sonrió al saber que él siempre estaría junto a ella.
"Hermione ¿estás bien?" dijo Harry, aliviado de verla recobrar la conciencia.
"Sí ¿Alguien se ha dado cuenta?"
"No, no quise perturbar la paz" contestó Harry, abrazándola con fuerza.
"No llores, Harry. Yo nunca te abandonaría. Regresaría desde el mismo infierno para evitar tus lágrimas" Harry se calmó poco a poco, ella estaba bien, había sido solo un susto, su amiga seguía con él. Se separó de ella para poder verla, su rostro había recobrado sus hermosos colores y sus ojos destellaban luz, como siempre. Fueron interrumpidos por Hermione y Héctor.
"¡Nana!" exclamó la jovencita de veinte años al ver a su bisabuela en aquel estado "¿Qué te ha pasado?"
"Mamá, papá ¿qué esta sucediendo?" preguntó Héctor, acercándose a la pareja de amigos
"No es nada" contestó Hermione "Lo que pasó fue que sentí cuando ustedes liberaron a Peter de su castigo"
"Lo imaginé" dijo Hermione Potter. Su bisabuela la miró con orgullo, mientras su esposo y Harry la miraban desconcertados "Desde que mamá me contó hace casi quince años la historia de ustedes supe que eras tú"
"¿De qué hablas, Hermione?" preguntó Harry
"La presencia que todos estos años evitó que Peter se perdiera completamente, en el mar de la locura, era la Bisabuela Hermione. Tú eras su bálsamo, su luz en sus horas más dolorosas y oscuras" explicó Hermione Potter.
"¿Es eso cierto, mamá?" preguntó Héctor "¿tú ayudaste al traidor?"
"No esperaba menos de ti, Mine. Ahora entiendo tu cansancio y desvanecimiento repentinos. Tú también fuiste liberada junto a él. Todos estos años compartiste su infierno para hacérselo más llevadero" dijo Harry, sonriendo.
"No podía decírselo a nadie ¿Me perdonan?"
"No hay nada de perdonar. La bondad no es pecado." dijo Harry " Chicos olviden lo que acaba de pasar y disfruten de su fiesta" dijo Harry llevando a Hermione hasta la pista.
"¿Me haría el honor de bailar conmigo, señora Potter?" dijo Héctor, envolviendo la pequeña cintura de su nueva esposa, cuando sus padres se habían alejado lo suficiente.
"Con gusto bailaría toda la eternidad con usted, señor Potter" contestó Hermione, enroscando sus brazos al cuello de su esposo. La luna bañó la hermosa silueta que formaban sus cuerpos unidos en aquel rincón del jardín.
"¿creí que le temías a la gente, Potter?" bromeó Camus al verlo acercarse a la pista junto a su madre. Helena lo miró con curiosidad, mientras Draco y Theodore intentaban no reírse de Harry.
"ustedes son odiosos" dijo Ginny, quien bailaba con uno de sus hijos.
"No te preocupes, Gin. Camus, Sabes muy bien que por mi mejor amiga haría lo que fuera" respondió Harry con una gran sonrisa en sus labios. Camus se rió de él y siguió bailando con su bella esposa, complacido por la respuesta que él ya se sabía de memoria desde aquel verano que se enteraron de la verdad.
Ariatna los miró también desde donde bailaba con su esposo, siempre había pensado que el amor entre ellos era invencible "nuestro amor es igual de inquebrantable, Ary" le susurró su esposo al oído, enviando chispas hasta el más recóndito lugar de su cuerpo.
Sirius y Luciana los miraban, también. "Mamá y el tío nunca dejarán de ser mejores amigos" opinó Luciana
"Los Potter siempre se han llevado muy bien con ella, son comopiezas de un mismo rompecabezas" contestó Sirius, girando a Luciana hasta hacerla arquearse elegantemente. Era completamente feliz.
Hermione volteó a verlo amorosamente, Sirius le mandó un beso que ella atrapó juguetonamente con su mano para después llevarlo a su boca. Harry se echó para atrás al ver lo cómico que se miraban demostrando su amor, ni con el pasar del tiempo fueron aminorando sus demostraciones afectuosas. Él se sentía dichoso de poder ser parte de ese amor. Hermione le pegó para que dejara de reírse, escondió su cara, enrojecida de la vergüenza, en su pecho al darse cuenta que todos habían visto el intercambio entre ella y su amado esposo, todos reían de su candidez.
"Bueno ya basta de reírse de mi bella esposa, creí que ya tenían muy claro que yo no puedo estar un momento sin besarla, aunque a veces tenga que ayudarme del viento para lograrlo" dijo Sirius, separándose de Luciana para tomar a su esposa entre sus brazos. La besó enfrente de todos sin importarle los gritos y los aplausos que se estaban ganando.
"Bueno creo que si alguien no lo tenía claro, ahora lo tiene. ¡Brindo por este amor que ha sobrepasado las barreras del tiempo y de la oscuridad!" dijo Remus, alzando su copa
"¡por que pasen otros cien años más de amor y felicidad!" Dijo Arthur Weasley
"¡Por que la magia nunca acabe!" exclamó Dumbledore.
"¡Por un futuro de amor y paz para todos!" dijo Harry, henchido de gozo y alegría.
"¡Salud!" gritaron todos al unísono.
FIN
Bueno este si es el final, y para aquellos que me pregunten sobre quién se queda con quién. mi respuesta es: se los dejo de tarea... hasta la próxima historia...Gracias
