CAPITULO 13: MISION RESCATE
Aldebarán y Saga se encargaron de llevar a Mu al hospital lo más pronto posible. Una vez ahí, Clara buscó a su amigo José, el cirujano, para que se encargara de las heridas del caballero de Aries. José entró a operarlo de inmediato, con ayuda de Clara y de Natalia, su novia.
Una vez que Mu salió del quirófano y recuperó la conciencia, los dos caballeros entraron a verlo. No pudieron detener a Kiki, pues también él quería ver a su maestro.
¿Cómo te sientes, Mu?- preguntó Aldebarán.
¿Pues como crees que se va a sentir, Aldebarán?- preguntó Saga, poniendo los ojos en blanco, y luego volvió la vista al caballero de Aries -Mu, ¿qué fue lo que sucedió en Moscú?-
Ellos ya lo sabían, Saga- dijo Mu entre dientes- ellos ya sabían que Lily y yo éramos impostores...-
¿Y Lily dónde está?- preguntó Aldebarán en tono preocupado- no me digas que la dejaste ahí...-
No pude traerla de vuelta...me dispararon, y un par de balas me dieron... no tenía la suficiente fuerza- dijo Mu, aún apretando sus dientes de dolor, y tratando de levantarse- debo ir por ella...-
Saga y Aldebarán se miraron entre sí.
Tú quédate aquí- dijo Saga, mientras Aldebarán evitaba que Mu se levantara- nosotros tenemos que ir a detenerlos, porque parece que también tienen a los dos príncipes...-
Pero no puedo quedarme aquí y...- comenzó Mu.
Claro que puedes- dijo Saga, y volvió su vista a Clara, quien asintió- Clara te pondrá algo para el dolor, pero te hará dormir...-
Entonces, que no me ponga nada, porque yo...- dijo el caballero de Aries.
No, Mu- lo interrumpió Aldebarán- no serás de ninguna ayuda a nadie si vas a pelear medio muerto. Muy al contrario. Saga tiene razón. Quédate aquí hasta que sanes...-
No me voy a quedar aquí esperando mientras Lily está en peligro en Moscú...- dijo Mu, testarudamente. Clara no esperó más tiempo y vertió el líquido de la jeringa que llevaba en la vena de la muñeca del caballero de Aries, quien quedó sumido en un sueño profundo inducido por la anestesia.
Lo siento mucho, Mu- dijo Clara en voz baja.
Iremos por Lily a Moscú y la traeremos a salvo, de eso no hay duda- dijo Saga, poniendo la mano en el hombro de su novia- Shion nos citó ahora mismo en el templo de Atena para planearlo todo...-
Cuídalo bien, Clara- dijo Aldebarán- y no lo dejes que vaya tras nosotros-
Así lo haré- dijo Clara- ustedes vayan tranquilos... y tengan cuidado- añadió, mirando aprensivamente a Saga.
Lo tendremos- dijo Saga. Los dos caballeros salieron del hospital. Kiki se quedó, sentado en el sillón de la habitación de Mu, con instrucciones de avisar a la enfermera si Mu despertaba. Clara salió a hablar con José, y dejó que Zalika le hiciera compañía al pelirrojo.
No te preocupes, Kiki- dijo Zalika, con una sonrisa tranquilizadora para su compañero de juegos- ellos van a hacer que tu maestro se cure...-
Gracias, Zalika- sonrió Kiki.
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Mientras tanto, en el palacio de Moscú, Lily y Milekha estaban encerradas en la habitación de la segunda. El rey Rustam se había quedado con la vara de Lily, y ésta no podía hacer nada para sacarlas de ahí.
Veo que estamos atrapadas- dijo Lily, entrelazando sus dedos nerviosamente- espero que Mu esté bien...-
¡Ese maldito Fredrick!- exclamó Milekha, apretando los puños muy enfadada- ya sabía yo que algo se traía. No alcancé a darle su merecido por completo, pero le di tres buenos golpes que nunca olvidará...-
¿Lo golpeaste?- dijo Lily, sorprendida.
Claro que sí- dijo Milekha con cierto orgullo- soy cinta marrón de Taekwondo... y no iba a dejar las cosas así nada más...-
Menos mal- dijo Lily, mirando a su alrededor- pero dudo mucho que eso nos sirva ahora... hay que pensar como salir de aquí...-
Si tan solo hubiera hablado con mi padre cuando tuve la oportunidad, le hubiera dicho la verdad y nada de esto hubiera ocurrido- dijo Milekha- debí haber escuchado a Camus cuando dijo que no huyera... y ahora estoy totalmente atrapada y derrotada...-
Pues yo no me pienso rendirme ahora- dijo Lily- ya verás que Mu, Camus y los otros vendrán a tiempo para detenerlos...-
¿A tiempo?- dijo Milekha, mirando el reloj en la pared. Ya habían pasado las nueve de la noche- en unas horas todo acabará: Igor se saldrá con la suya...-
¿Acaso te estás rindiendo?- dijo Lily en un tono incrédulo.
¿Y qué esperabas?- dijo Milekha- en este momento lo más probable es que en el Santuario apenas se estén percatando de mi ausencia...-
Pero aún no tienen al príncipe Iván- dijo Lily.
Te equivocas- dijo Milekha- ese traidor de Fredrick hizo otro tanto con él... el jet en el que viene no debe tardar en llegar a Moscú... escuché a Igor mientras hablaba con él por teléfono-
Lily puso cara de angustia.
No importa- dijo Lily- estoy segura de que ellos harán algo para detener esto...-
Milekha miró a su acompañante con algo de incredulidad, aunque en el fondo deseaba que Lily tuviera razón. Miró la lluvia cayendo por su ventana, y dejó escapar un hondo. Esa noche, al parecer, sería la más larga de su vida.
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Tenemos que prepararnos- dijo Shion, una vez que Saga y Aldebarán le dijeron lo que habían escuchado de Mu- porque iremos ahora mismo a Moscú-
¿Qué?- exclamó Máscara Mortal- ¿y porqué?-
Camus le dirigió una mirada asesina.
Porque no podemos permitir que algo malo le suceda a Lily- dijo Shion con tranquilidad- además, tampoco podemos dejar que obliguen a esos dos príncipes a casarse en contra de su voluntad...-
Pero que...- comenzó Máscara Mortal, pero Camus lo interrumpió en su usual tono frío.
Si no quieres ir, nadie te está obligando, Máscara- le dijo Camus entre dientes, en el tono más frío que ninguno de los presentes había escuchado- a menos de que sea porque tienes miedo...-
¡Miedo yo!- exclamó Máscara Mortal, furioso.
Entonces cállate- dijo Camus.
Ya basta de peleas- dijo Milo, cruzando los brazos- tenemos que calmarnos y planear algo, y rápido, si no, no llegaremos a tiempo para detenerlos...-
Ya tengo todo planeado. La mitad de ustedes irá conmigo al palacio de Moscú- dijo Shion, cruzando los brazos con autoridad- sacaremos de ahí a Lily y hablaremos con el zar para que esa boda no se realice... el resto se quedará a proteger el Santuario-
Hecho- dijeron todos los caballeros dorados.
Cuando todos fueron a prepararse, Milo siguió a Camus.
¿Listo?- preguntó el caballero de Escorpión, y Camus asintió- dudo mucho que estés en esto por Lily, ¿verdad?¿tienes alguna otra razón?-
No sé de que me hablas- dijo Camus, quien seguía caminando hacia su templo sin siquiera mirar a su compañero, con la mirada fija hacia delante.
De que una princesa está derritiendo cierto corazón de hielo...- dijo Milo.
¿Y quién te ha dado esa idea tan absurda?- preguntó Camus fríamente, sin dejar de caminar.
Las miradas asesinas que le dirigías a Máscara Mortal- dijo Milo- entre otras muchas cosas...-
Ya no digas tonterías, Milo, que no estoy de humor para eso- dijo Camus- yo le prometí a su padre mantenerla a salvo, y a salvo la mantendré. Esto no es más que mi deber...-
Si tu lo dices- dijo Milo, dejando solo al caballero de Acuario.
"Es mi deber y nada más", pensó Camus, más para convencerse a sí mismo que otra cosa "nada de sentimientos, solo mi deber".
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Mientras tanto, en el palacio de Moscú, Danushka y Anna no habían perdido el tiempo, y se habían reunido con su hermano menor y sus amigos en la habitación del zarevich para contarles lo que habían escuchado.
¿Qué dices?- dijo Zoia, muy sorprendida de escuchar lo que les contó Anna, y apretaba el brazo de Timofei.
Lo que escucharon- dijo Anna- ese traidor de Igor y el rey Rustam tienen a Milekha encerrada a espaldas de mi padre, y sé que ella no desea casarse con el príncipe Iván, ni él con ella...-
¡No podemos permitirlo!- dijo Danushka, apretando los puños indignada- tenemos que detenerlos de alguna manera...-
Se están metiendo en problemas gratis- dijo prudentemente Nicolás, el esposo de Anna- saben que el zar confía ciegamente en Igor y tiene poder casi ilimitado aquí. Su padre no admitirá la palabra de ninguna de ustedes contra la de él...-
No seas aguafiestas, Nicolás- dijo Viktor, el esposo de Danushka, abrazando a su esposa- creo que las chicas tienen razón en defender a su hermana menor... además, ellas nos tienen a nosotros, ¿no?-
Además, quizá papá no admita nuestra palabra- dijo Danushka- pero sí le creerá a Milekha...-
Ya verá ese Igor- dijo Alexéi, visiblemente enfurecido, apretando y retorciendo un calcetín con enojo entre sus manos, al mismo tiempo que apretaba los dientes- ya verá cuando yo le de su merecido por hacerle eso a Mile...-
Se lo daremos todos nosotros, amigo- dijo Timofei, palmeando la espalda del zarevich.
Además, no creo que quede nada vivo de Igor cuando Milekha termine con él- dijo Viktor, recordando el "apacible" carácter de su cuñada.
Chicos, si queremos ayudar a Milekha necesitamos un plan- dijo Vika, la mejor amiga de Milekha- si no, estamos estancados donde mismo...-
Yo tengo uno- dijo Danushka con una sonrisa. Viktor sonrió al ver la expresión de su esposa. Las ideas de Danushka podían ser casi tan malévolas como las de Milekha. Por algo eran hermanas.
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Mis fuentes indican que algunos de los caballeros dorados se dirigen hacia acá, majestad, en un jet de la fundación de Saori Kiddo- dijo Igor, inclinándose ante el rey Rustam.
Que vengan- dijo éste con una sonrisa maligna- peor para ellos... ¿tienes alguna idea de que fue lo que sucedió con el caballero que se hizo pasar por Iván?-
No lo sé con exactitud, alteza- dijo Igor- lo más probable es que haya muerto por las heridas que le causamos...-
Tienes razón- dijo Rustam, atusándose el grueso bigote rubio- y deberíamos hacer otro tanto con la mocosa que se hizo pasar por la princesa y darles un buen escarmiento a los caballeros que casi arruinan mis planes...-
Un sirviente entró en ese momento.
Alteza- dijo el sirviente, inclinándose- su hijo, el príncipe Iván, acaba de llegar-
Que pase- dijo el rey Rustam.
La puerta se abrió, y el príncipe Iván entró, siendo literalmente arrastrado por Fredrick y por Boris. El príncipe, junto a sus dos enormes acompañantes, se veía muy pequeño. Alzó sus ojos llenos de furia hacia su padre.
¿Qué crees que haces, padre?- preguntó Iván de mal humor, forcejeando en vano para librarse de los dos hombres que lo sostenían. Su padre no se inmutó ante el reproche.
No sé a que estabas jugando cuando te fugaste de aquí, Iván- dijo el rey Rustam con una horrible sonrisa- pero me aseguré de que no fueras lejos de aquí, y que estuvieras siempre bien vigilado...- y señaló a Fredrick.
Maldito traidor- dijo Iván entre dientes.
Y no fue fácil- dijo Fredrick en tono de fastidio, aunque con una sonrisa de satisfacción- esa mocosa con la que te vas a casar me dio tres buenos golpes...-
Y bien merecidos los tenías- dijo Iván, furioso- solo lamento no poder hacer yo mismo otro tanto-
Paciencia, hijo mío- dijo el rey Rustam- ten paciencia. Tú eres mi boleto para conseguir el control total del imperio ruso, y no te perderé...-
¡Estás loco!- dijo Iván, forcejeando de nuevo- ¡yo no te ayudaré a destruir al padre de Milekha!-
Lo harás, aunque no lo quieras- dijo Rustam con su sonrisa maléfica- ya es hora que ese gran reino deje de estar en manos de un hombre de corazón tan débil como el zar Aleksandro Shevardnadze-
Iván miró a su padre, incrédulo. Sabía que era un hombre muy estricto, y que a veces hacía cosas poco honestas para conseguir dirigir su país, pero jamás pensó que sería capaz de traicionar a otro rey.
Te desconozco- dijo Iván.
No, mi querido Iván- dijo Rustam, aún sonriendo- este es mi verdadero rostro... y deberías sentirte afortunado por conocerlo al fin, ya que tu hermano Dimitri no lo conoce...-
Entonces, me avergüenzo de ser tu hijo- dijo Iván con resolución.
Ese no es mi problema- dijo el rey Rustam, aunque con un cierto tono de molestia- mientras estés aquí en el momento de la boda, no me molestaré...-
No me quedaré- afirmó Iván.
No tienes opción, mocoso- intervino Igor, y se volvió a los dos enormes chicos- llévenselo de aquí...-
Fredrick y Boris se llevaron al príncipe. Rustam miró a Igor.
¿No quieres eliminar de una vez por todas a esa chica?- dijo el rey al ver la expresión del anciano. Igor sacudió la cabeza.
Tengo un mejor plan- dijo Igor- y será un buen escarmiento, tanto para ella como para los caballeros de Atena-
¿Y de qué se trata?- preguntó el rey.
La destruiremos cuando los caballeros de Atena, quienes ya casi llegan, estén en nuestras puertas, delante de ellos- dijo el anciano- le pediré a Boris que lo haga...-
Perfecto- dijo el rey- manda a tu nieto por ella de una vez-
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Se acercaba la media noche. Milekha miró el reloj e hizo una mueca. Faltaban unos pocos minutos para su cumpleaños número dieciocho.
Y que gran cumpleaños- dijo la princesa rusa en tono sarcástico.
Lily ya se había quedado dormida, abrazando un cojín. Milekha suspiró. Al parecer, la joven hechicera no se percataba del peligro que corría estando con ella en ese palacio, pues dormía como si se encontrara en los brazos de su caballero.
En ese momento, escuchó un ruido proveniente de fuera. Milekha corrió hacia la ventana y miró a través de ella. No podía creer lo que veía. Abajo, en la lluvia, cinco de los caballeros dorados, incluido Camus, marchaban contra el palacio siguiendo al patriarca Shion, mientras algunos soldados detonaban sus armas contra ellos.
Imposible- dijo Milekha- ¿cómo se les ocurre hacer eso? Son siete contra al menos mil soldados de mi padre y del rey Rustam...-
¿Qué sucede?- dijo Lily, despertándose precipitadamente al escuchar el inicio de las fuertes detonaciones.
Los caballeros atacan el palacio- dijo Milekha- tenías razón, vienen a ayudarnos...-
Lily se levantó y corrió hacia la ventana.
Son Saga, Máscara Mortal, Aioria, Milo y Camus- dijo Lily- y también el maestro Shion...-sintió un escalofrío- ¿qué habrá pasado con Mu?-
En ese momento, la puerta se abrió de golpe, y por ella aparecieron Alexéi, Anna, Danushka y sus esposos, junto con Vika, Zoia y Timofei.
¡Ustedes!- exclamó Milekha- ¿qué hacen ustedes...?-
Pero no completó su frase, porque se vio atrapada en un abrazo de su hermano menor y de sus dos hermanas.
¡Mile!- exclamó Danushka- ¡estábamos muy preocupados por ti!-
Ya basta, chicos...- dijo ella- no me dejan respirar...-
Los tres soltaron a su hermana.
Vamos a sacarte de aquí de nuevo- dijo Anna- como ya te dijimos, no podemos dejar que Igor te obligue a casarte...-
Vamos, rápido- la urgió Danushka- te ayudaremos a que escapes de nuevo... los caballeros están esperando...-
No, hermanas- dijo Milekha, sacudiendo la cabeza- esta vez no haré lo mismo. Lo único que logré fue causar problemas a otras personas. No, iré con papá y le diré la verdad...-
¿Qué dices?- dijo Zoia- ¿ir con tu padre?-
Es lo correcto- dijo Milekha- le diré la verad, y estoy segura de que él entendera...-
Anna y Danushka aún tenían dudas, pero el zarevich cruzó los brazos y asintió.
No digas más- dijo Alexéi, apoyando la idea de su hermana- vamos ahora mismo...-
Antes de ir- dijo Milekha, volviéndose a Zoia, Timofei y Vika- tengo un favor que pedirles a ustedes tres...-
Dilo y considéralo hecho- dijo Timofei.
Que lleven a Lily fuera, con los caballeros...- dijo Milekha- su vida peligra si continúa aquí dentro...-
Hecho- dijo Vika- vamos, todos los guardias están distraídos por el ataque de los caballeros...-
Vika, Timofei y Zoia guiaron a Lily escaleras abajo, rumbo a la salida del palacio, mientras que Milekha, Alexéi, sus hermanas y sus esposos subieron rumbo a las habitaciones del zar.
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Vamos- dijo Shion, creando una fuerte pared de cristal para proteger al resto de los caballeros dorados de las balas del enemigo.
Los otros cinco caballeros estaban peleando. Aioria con su plasma relámpago, Milo se divertía con su aguja escarlata y Máscara Mortal con sus ondas infernales. Saga mandaba a los enemigos a otra dimensión. Camus, sin embargo, no peleaba, solo caminaba hacia la entrada del palacio, con una mirada tan amenazante que ella bastaba para que los oponentes que la veían mejor se retiraban.
Cuando Camus estaba a escasos diez metros de la línea de fuego, desde donde los soldados disparaban contra ellos, Mu apareció junto a él.
¡Mu!- exclamó Saga- ¡debiste quedarte en el hospital!-
No podía- dijo Mu, visiblemente pálido, pero con la misma mirada amenazante que tenía Camus- tengo algo importante que hacer aquí-
Saga bufó. A Clara no le haría ninguna gracia cuando se diera cuenta que Mu se había escapado del hospital, pero ya nada se podía hacer...-
Mu, llévame dentro, por favor- dijo Camus. El caballero de Aries asintió, y ambos se teletransportaron dentro del edificio. El resto de los caballeros se quedaron mirando el punto donde ambos habían desaparecido.
¿Qué esperan?- dijo Shion- sigan adelante...-
Pero...-comenzó Aioria.
Calla, Aioria- dijo Milo- ¿qué no lo ves? Somos una distracción...-
Ya veo- dijo pensativamente el caballero de Leo- espero que esos dos encuentren lo que buscan...-
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¿Estamos muy lejos de la salida?- preguntó Lily sin dejar de correr tras los tres chicos rusos.
No, ya casi llegamos- dijo Timofei, casi sin aliento.
No tan rápido- dijo una voz. Lily y los tres jóvenes rusos se volvieron. Era Boris, acompañado por una decena de guardias- esa chica no irá a ninguna parte...-
¿Ah, no?- dijo Timofei, colocándose entre Boris y Lily- ¿y quién lo dice?-
Yo- dijo Boris con una sonrisa- tengo órdenes de cortarle la garganta delante de los caballeros de Atena que están atacando el palacio...-
Tima, estamos en problemas...- murmuró Vika.
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CONTINUARA...
¡Hola! Trece capítulos y faltan dos. Espero que estén todos muy bien. No he sabido de Milekha, pero espero que Igor no haya vuelto aún de su viaje ni le esté haciendo la vida imposible. Me gustaría decirle a Ryu Mari que por fin se me ocurrió una idea, y que pronto recibirá un email de mi parte. También quiero añadir que fue un verdadero y enorme placer platicar a Misao, y solo espero que nadie más sea víctima de los nervios o el suspenso, cosa de la cual yo no me hago responsable.
Muchos saludos. Espero que les estén gustando. Los reviews se agradecen muchísimo.
Abby L. / Nona