N. Autor 1: Mis más profunda gracias a cada uno que ha seguido mandando reviews y enviándome correos electrónicos. ¡No puedo agradecerles lo suficiente! Espero que disfruten este capítulo.
N. Autor 2: O.K. He tenido algunos e-mails y reviews acerca de mis conocimientos de Historia Norteamericana. Déjenme aclarar esto. ESTE ES UN TRABAJO DE FICCI"N. Esta historia esta basada flojamente en la Historia Norteamericana y NO es algo en que basar un informe para la escuela o algún documento. Si quieres saber que pasó realmente, por favor anda a la Biblioteca. Esto es ficción, por favor. Y aunque no lo crean, conozco bastante bien mi Historia. Vivo en Massachussets, y tengo recordatorios todos los días. Si hay dudas acerca de los acentos, las ropas, o alguna batalla, esto esta hecho así en beneficio de la trama del fic. Aprecio la preocupación de la gente por la Historia, pero creí que poniendo a Sarah y Jareth (dos personajes de ficción) dentro de la Historia, la gente se daría cuenta que no es un documento histórico, es una historia de ficción. En mi Disclaimer (rectificación) se lee: "Esta historia contiene algunos hechos de Historia así como también un montón de ficción". Así que la gente fue advertida.
Como siempre, gracias a mi beta Scattered Logic, por su tiempo, paciencia e inspiración. Tambien gracias a The Hooded Crow, Lady Jaime y Sacttered Logic por sus comentarios continuos y su apoyo, ¡Hurra por la "Hermetic Order of the Magic Wand"! (HOMW)
UNEXPECTED CONSEQUENCES
Escrito por Cormak3032
Traducido por BlazeVein
Capítulo 7: De la sartén a las llamas...
La primera cosa que Sarah notó al despertarse fue la temperatura. Se sentía considerablemente más caliente que la noche anterior. Abriendo los ojos, ella vio una manta de lana envuelta apretadamente alrededor de ella así como un caballo desensillado justo a unas pocas yardas de ella.
Aferrando la manta con sus manos, ella comprendió que la noche anterior no había sido un sueño. Ella se puso de pie y se estiró y la manta cayó a sus pies en un montón olvidado. Sarah caminó hacia las bolsas de lona y de cuero y comenzó a revolver en ellas.
Sarah intentó hacer una sopa de frijoles, carne seca y hierbas con las provisiones que habían tomado.
Jareth estaba estirado casualmente a lo largo en una roca cercana como si fuera su trono y él fuera el propietario de los bosques. Él observó a Sarah con curiosidad mientras calentaba el agua y agregaba hierbas, sal, la carne seca y los frijoles. Él se dio cuenta que ella estaba haciendo su mayor esfuerzo para ignorarlo. Un hecho que lo molestó, y uno que se rehusaba a poner en conocimiento de Sarah. Él le había lanzado a la chica una oportunidad con su gentileza la noche pasada, y la verdad sea dicha, él había hecho lo mismo consigo mismo.
Sarah se sentó y sirvió una taza de sopa para ella y una para Jareth. No era la comida más sabrosa del mundo que hubiera comido, pero ella consumió rápidamente su tazón. Un testimonio de su hambre.
"Toma algo de sopa y luego debemos empacar e irnos"
Jareth fue sacado de sus pensamientos por el sonido de la voz de Sarah. "¿Esa fue una orden?" Él explotó. Él estuvo ligeramente sorprendido por el tono de su propia voz, pero la chica lo enfurecía a veces. Ella aun tenía que agradecerle por su bondad de la noche anterior y ella ahora le estaba dando órdenes.
"Puedes tomarlo como quieras," Sarah le dijo estrechando sus ojos.
Jareth revoleó los ojos.
"Mira, no me importa si comes o no," Sarah replicó, poniendo sus manos en las caderas. "Tu me has dejado claro que no me necesitas para encontrar tus alimentos. Estoy tan segura como el infierno que no me quedaré aquí con esos hombres allá afuera. Quiero conseguir estar tan lejos de ellos como sea posible. Viajaremos hoy día".
Jareth se puso de pie y se plantó enfrente de ella con la gracia de una letal pantera. "¿Y adónde iremos, Sarah? Tu me has dejado claro que este es un tiempo y un mundo de peligros. Apenas tenemos provisiones y tu no sabes como guiarnos por este lugar. Viajar podría traernos aun mayores peligros."
"¡Maldito seas! ¡No es mi culpa que hayamos terminado aquí!" Sarah estaba sobre sus pies ahora.
"Esto es tú culpa. Si tu no hubieras destruido mi reino - -"
"Si tú no te hubieras robado a mi hermanito - -"
"Si tú no hubieras deseado alejarlo - -"
"¡Si las palabras no fueran verdaderas, NADA de esto habría pasado!" Sarah gritó. "Yo estaría ahora mismo en mi cama, en mi propia casa, en mi tiempo". Ella se pasó los dedos por el pelo y se repugnó de lo enredado y sucio que estaba. "Estaría aseada y duchada si estuviera en casa. ¡No tendría hambre ni estaría cansada y helada! ¡Y no estaría aquí contigo! ¡Yo preferiría estar en cualquier parte que aquí contigo!" Sarah gritó con fuerza.
Una mirada de dolor brilló brevemente en los ojos de Jareth seguida por una de cólera intensa. Una máscara de engaño para esconder su dolor.
Sarah estrechó los ojos ante él y parecía enojada en el exterior, pero una parte de ella lamentaba haber dicho las últimas palabras. Ella no se había perdido del parpadeo de dolor en los ojos desiguales del Rey de los Goblins. Aun cuando estuvo allí sólo por un momento. Ella era tan condenadamente impulsiva a veces. Pero tan rápido como el pesar llegó, se fue y la ira la inundó.
Bueno, ella le había hecho daño. Déjenle ver lo que era eso. Él nunca había tenido que tratar con una madrastra malvada quien constantemente discutía con ella, un padre despreocupado, un hermanito malcriado, y una madre que había creído que su carrera era más importante que su familia. Su primer novio verdadero la había dejado, y aun él reclamaba las cosas que le había comprado, y todos sabían que él veía a Ellen a espaldas de ella...
Una mirada de dolor y agonía bañó el rostro de Sarah con sus pensamientos. Las lágrimas amenazaron con nublar sus ojos. Ella se mordió el labio inferior con fuerza, e intento forzarlas a remitir. Ella rehusaba aparecer débil frente al Rey de los Goblins.
Sarah bajó la cabeza mientras escuchaba a Jareth moverse cerca de ella. Ella arriesgó darle una mirada y se dio cuenta que él estaba a sólo un par de pies de distancia.
(N. Traductor: 1 pie o 'feet' = 30 centímetros)
Su ira se había desvanecido y él casi lucía preocupado. "¿Sarah...?"
Sarah se retiró brutalmente como si él la hubiese mordido. "Solamente ensilla al caballo y podremos irnos". Ella se agachó, recogió la manta de lana del caballo y se la lanzó a Jareth. Ella se alejó, rehusando mirarlo.
La manta cayó en un montón arrugado a los pies de Jareth. Él la miró brevemente, pero sus ojos regresaron a la figura de Sarah. Él la miró con preocupación un momento y luego caminó hacia el caballo. Él miró la montura que yacía donde él la había dejado anoche y soltó un suspiro.
Sarah estaba devolviendo algo que había tomado de los bolsos.
"No sé cómo, Sarah" Jareth le dijo calladamente.
Ella levantó la cabeza, sus ojos rojos de tratar de luchar contra las lágrimas. "¿Tu no sabes hacer qué?", ella explotó.
"Reensillar al caballo". Ante la cara de disgusto de Sarah, él continuó. "Ni siquiera sé como montar un caballo ¿y tú esperas que yo podría saber cómo ensillar uno? Tu sabes cómo controlar a la bestia. Quizás tu deberías ensillarla."
"¡Yo no sé cómo ensillar un caballo! ¿Por qué diablos le sacaste la montura si tu no sabías cómo ponérsela de nuevo?" Sarah dio golpes en el suelo con su pie.
Jareth frunció el ceño. "No te vi quejarte acerca de la montura anoche, cuando la quité para que pudieras tener la manta para abrigarte".
"No necesitaba la manta. ¡Yo hubiera estado bien sin ella!"
Los ojos de Jareth se agrandaron. ¡Que mujer tan desagradecida era ella! "Esas son tonterías y tú lo sabes. Estaba congelando anoche. Tu podrías haber muerto intentando sobrevivir en esa camiseta."
Sarah subió brazos y luego los bajó con desesperación. "¿¡Por qué debería preocuparte!?"
Jareth se volteó alejándose de ella, desatando a la bestia, puso la silla sobre su brazo y luego giró para encarar a Sarah.
"Tu tienes razón, no debería importarme. No pasará otra vez." Él tiró del caballo detrás de él y se alejó sin dar una mirada atrás.
Sarah lo observó marcharse y después de un momento de mirarlo con enojo en su retirada, ella juntó las bolsas, la manta que él había dejado atrás sobre la tierra y fue detrás de él.
Por los chamuscados resto de la fogata de la noche anterior, una pequeña taza de sopa permaneció allí fría y olvidada.
(((()))))
Jareth caminó por horas sin detenerse. Él no se molestó en darse cuenta si Sarah lo estaba siguiendo. Él solamente siguió caminando, el caballo iba detrás de él y trató desesperadamente de ignorar el dolor que taladraba sus piernas por caminar con botas con tacones.
El cielo se puso oscuro y amenazador antes de la última hora de la tarde. Sarah rezó porque no los golpeara el tiempo de Nueva Inglaterra que ella conocía. Momentos después, la lluvia arremetía desde el cielo.
Los chubascos de Abril traen flores de Mayo. Sarah pensó amargamente. Ella tiritó cuando el viento recogió y tiró la lluvia contra ella.
Ella suspiró profundamente mientras miraba a Jareth seguir caminando en la lluvia como si ni siquiera la hubiese notado. "Jareth", ella lo llamó. Su voz fue aspirada por el viento que aullaba y la fuerte lluvia. Ella lo intentó otra vez. "¡Jareth, por favor! Debemos detenernos"
"Todavía no"
Ella casi se perdió su respuesta cuando los truenos retumbaron en la distancia. "Jareth esta lloviendo a chorros".
Jareth giró para encararla. Su cabello generalmente puntiagudo estaba goteando sobre sus ojos. Con una de sus manos enguantadas él se lo apartó. Su ropa se le adhería como una segunda piel. "No me había dado cuenta, Sarah" Él dijo sarcásticamente. "Hay algunas rocas delante. Tal vez podamos encontrar refugio all".
Sarah desafió la lluvia que la aguijoneaba para poder ver de que le estaba hablando Jareth. Era cierto, un gran cerro de rocas yacía sendero adelante. Sarah apuró el paso, colocando los bolsos más sobre sus hombros. La bolsa de lona se sentía como si estuviera llena de plomo con el agua que la había empapado.
Ellos estaban empapados hasta los huesos para el tiempo en que alcanzaron la colina. La colina era un montón de rocas con árboles creciendo entre ellas. Muchas de las rocas formaban cuevas, pero no eran más que apenas lo suficientemente grandes para que un animal pequeño se arrastrara en ellas.
Frustrado porque las cavernas eran demasiado pequeñas, Jareth pateó un árbol con la punta de su bota. Maldijo en Goblin y luego arrojó la montura del caballo a tierra como un niño teniendo una rabieta. ¿Dónde dormirían ellos esta noche? ¿En el exterior y sin un fuego bajo la lluvia torrencial?. Respirando pesadamente tras su desahogo, Jareth echó un vistazo a su alrededor buscando a Sarah. Ella no se veía en ninguna parte.
"Maravilloso. Ahora mi única compañía ha desaparecido." Él soltó miserablemente. El caballo resopló y luego sacudió su cabeza enviando agua en todas direcciones. "Esta bien, uno de mis compañeros ha desaparecido".
"¡Jareth, por aquí!"
Jareth miró alrededor de las rocas y cerca de los árboles cercanos, y aun no veía a Sarah. "¿Dónde estas?"
"A tu izquierda".
Cuando él miró hacia la izquierda, Jareth vio la cabeza de Sarah y sus brazos saliendo de una de las secciones de rocas. Él ató al caballo a un árbol cercano y caminó rápidamente hacia Sarah.
"Encontré una pequeña caverna subterránea. No es muy grande, pero pienso que ambos podríamos permanecer secos y quizás construir un pequeño fuego. Hay algunas hojas secas y palos aquí."
"Oh, gracias a los antiguos". Jareth observó a Sarah comprimirse hacia atrás en el estrecho agujero. Él se arrodilló y la siguió de cabeza.
Él comprendió lo que ella dijo acerca de que la caverna no era muy grande. Ellos no podían ponerse de pie y estaban forzados a estar sentados o arrodillados y solo tenían suficiente lugar para moverse unas pocas pulgadas hacia la izquierda o la derecha sin chocar entre ellos. La caverna se afilaba hacia el piso en el otro lado. Había espacio para un pequeño fuego.
(N. Traductor: 1 pulgada o "inches" = 2,54 centímetros)
Sarah ya frotaba los palitos juntos y ella juró cuando los primeros dos se rompieron y ella no fue capaz de iniciar un fuego. Después de dos intentos más usando diferentes ramitas, ella logró crear un pequeño fuego. No proporcionaría mucho calor, pero les permitiría ver y cocinar.
La cena se compuso de carne seca, frijoles hervidos y una taza de té. Sarah recogió el agua de lluvia para los frijoles y el té mientras Jareth atendía el fuego y colocaba los platos para ellos. Esa no fue una comida contundente, y Jareth se encontró todavía muy hambriento cuando hubo terminado. Él avanzó lentamente sobre sus manos y rodillas, pasando a Sarah, hacia la entrada de la caverna.
"¿A dónde vas?" Ella le preguntó.
"Todavía tengo hambre".
"Pero no hay nada que comer allá afuera y todavía esta lloviendo torrencialmente".
Jareth levantó las cejas. "Yo no diría que nada. Sólo ninguna cosa en que tu estuvieras interesada". Él sonrió malévolamente a Sarah que hizo una mueca.
"Ugh. Solamente no regreses aquí con ningún roedor semi-comido"
Jareth se rió entre dientes y se volteó para irse.
"Jareth, espera", Sarah comenzó suavemente.
Jareth se detuvo y giró lentamente para ver su cara. Sarah no quiso mirarlo. Ella retorcía nerviosamente su pelo húmedo alrededor de sus dedos. "Gracias por ayudarme con la cena", ella soltó suavemente.
Jareth elevó las cejas. "De nada".
"Y lamento la forma en que actué antes... acerca de la manta". Sus ojos se elevaron despacio para encontrar los de él. "Tu tenias razón. Yo probablemente me hubiese enfermado o algo peor sin ella".
Jareth inclinó la cabeza y la miró fijamente por unos momentos. Bien, esto era una sorpresa ciertamente. "Estas perdonada". Le dijo simplemente cuando abandonó la caverna. En el momento en que regresó a la lluvia, él se transformó a su forma de búho y voló hacia el cielo.
(((())))
Sarah no supo cuánto tiempo había pasado, pero empezaba a haber escasez de cosas para quemar. Ella había salido a la lluvia un par de veces para conseguir hojas secas y pequeñas ramitas de otras cuevas pequeñas, pero sólo sería asunto de poco tiempo para que no hubiera nada seco que se pudiera quemar.
Jareth todavía no volvía y los bosques se habían quedado en silencio, excepto por el viento que aullaba y la lluvia que se rehusaba a dejar de caer. Todavía empapada, Sarah se envolvió en la manta de lana con la esperanza de mantenerse caliente. La caverna se había calentado ligeramente con el fuego, pero no lo suficiente para impedirle tiritar. La lluvia no había empapado completamente la manta de lana, y Sarah se acostó abrigándose con ella. No tomó mucho tiempo para ella se durmiera.
Ella no supo cuánto tiempo había pasado desde que se durmió, pero cuando Sarah se despertó, todavía estaba oscuro, el fuego casi se había extinguido y Jareth estaba en la caverna.
Su cabeza estaba hundida en su pecho, se abrigaba con sus brazos, sus rodillas flectadas hasta su barbilla y él temblaba de manera incontrolable. Su pelo rubio estaba mojado y colgando sobre su cara, y él lucía como una imagen perfecta de miseria.
Sarah se mordió los labios al verlo, y tomó una decisión. Se arrastró lentamente hasta el lado de Jareth y con cuidado lo cubrió con la mitad de la manta. Él levantó la cabeza y la miró fijamente con curiosidad. Ella rehuyó el contacto visual con él, y se sentó rígidamente a su lado de modo que ellos compartieran la manta sin tocarse.
El viento entró por la entrada de la caverna unos minutos después y eso acabó de extinguir el fuego. Jareth sintió a Sarah una pulgada más cerca de él y con un suave suspiro, se recargó contra la pared de la caverna.
(((())))
Un suave ruido llenó los oídos de Jareth y lentamente el mundo de los sueños se desvaneció mientras empezaba a despertarse. Echó algo de menos e instantáneamente se dio cuenta que Sarah ya no se recargaba contra él. Confundido, él movió la pesada lana de sus hombros. La caverna estaba negra como boca de lobo, pero sus ojos se ajustaron a la oscuridad mucho mejor de lo que podrían hacerlo los de un mortal.
Sarah yacía de costado cerca de la entrada de la caverna y ella estaba llorando.
"Sarah, ¿estás bien?" La preocupación llenó a Jareth. Tal vez ella estaba enferma o herida. Se le acercó. "¿Sarah?".
Ella se sacudió y comenzó a darse vuelta y fue entonces que Jareth notó que sus ojos estaban cerrados. Ella estaba dormida.
"Por favor... por favor no te vayas... No me dejes." Ella lanzó una mano hacia delante en el aire como tendiéndosela a alguien más. Ella se retorció y comenzó a llorar más. "¡Mamita, por favor!"
El corazón de Jareth comenzó a golpetear en su pecho cuando él comprendió lo que estaba pasando. Sarah estaba teniendo una pesadilla. Ella se acurrucó en una bola como una niña asustada y siguió llorando y llamando suavemente a su madre. Vacilando, Jareth extendió una mano temblorosa, la dejó suspendida sobre ella un momento y luego despacio la dejo descender para tocar su cara. Usado el dorso de los dedos, él acarició su mejilla con gentileza y Sarah pareció calmarse levemente.
Jareth notó que ella estaba tiritando y que su ropa todavía estaba húmeda. Sin el fuego y la manta ella podría enfermarse. Él puso sus manos debajo del cuerpo de Sarah y la atrajo hacia sus brazos. Mientras ella descansaba su cabeza sobre su hombro, él se preguntó si había hecho lo correcto. Él era impulsivo con frecuencia. ¿Qué pasaría si ella no quería su consuelo? Pero sus miedos fueron hechos a un lado cuando ella dejó de llorar y se acercó más a él.
Despacio, él puso la manta alrededor de ambos. Él dejó salir una profunda respiración que no se había dado cuenta que había estado sosteniendo. Sarah no emitió sonido mientras se movía y enterraba su cara en su hombro. Él suspiró y la observó dormir pacíficamente por unos minutos. Sus propios ojos se sintieron pesados y cedió a la tentación de dormirse.
(((())))
Sarah sintió algo frío presionado contra su mejilla. Ella lo ignoró y se agarró más firmemente a la calidez que la rodeaba. Sus dedos se estiraron y algo que se sentía como cuero restregó las yemas de sus dedos. Cuero. ¿Quién sabía ella que usaba cuero?
Ella jadeó cuando recordó que ella estaba con el Rey de los Goblins. Retirándose despacio, se dio cuenta que su mejilla había estado descansando contra la solapa larga de la chaqueta de cuero de Jareth, a escasas pulgadas de la piel desnuda de su pecho expuesto por su camisa de cuello bajo. Jareth la estaba mirando hacia abajo con una extraña expresión en su rostro y en todo lo que Sarah podía pensar era en salir de ahí. Ella perdió el equilibrio y se cayó de espaldas sobre el piso duro y sucio de la caverna mientras trataba de apartarse de él.
"Cuidado, vas a hacerte daño", Jareth susurró con suavidad.
Sarah se movió tan lejos de él como le fue posible y tembló, su ropa todavía estaba húmeda mientras ella empujaba las rodillas contra su pecho. Ella parecía asustada y confundida.
Jareth se lamió los labios, súbitamente estaban muy secos. "Sarah..." él comenzó, ¿pero qué podría decirle?
"¿Cómo...?" Ella tiritó.
"¿Cómo qué cosa?" Él la miró confundido.
"¿Cómo es que yo termin", ella tragó saliva, "durmiendo apoyada en ti, así?"
Jareth le dio una mirada comprensiva. "Tu habías estado llorando... yo..." Él dejó de hablar cuando la vio fruncir el ceño.
"Yo no lloré." Ella dijo firmemente.
"Sí lo hiciste. Yo desperté para encontrarte agitada y dando vueltas en el suelo, y tu estabas más que definitivamente llorando. Tuviste una pesadilla, Sarah".
"No recuerdo haber tenido una pesadilla". Ella le dio una mirada sospechosa.
Jareth suspiró. "Bien, tuviste una."
Sarah bajó la cabeza. ¿Realmente había tenido una pesadilla? La confusión inundó sus rasgos. "Así que, ¿qué fue lo que hiciste?"
Jareth suspiró. "Traté de consolarte".
"¿Por qué?" No había enojo en su tono y miró calmadamente a Jareth. Él lució confuso e inseguro de sí mismo y sus acciones.
"Yo... yo..." Él sacudió la cabeza y luego miró fijamente a Sarah con la preocupación grabada en sus rasgos esculpidos. "Tu estabas sintiendo dolor..." Él admitió y luego apartó la mirada durante un momento. Cuando miró de nuevo a Sarah, tenía una mirada de comprensión. Él había pasado buena parte de la mañana tratando de comprender la pesadilla de Sarah. "Ella te abandonó, ¿no es así?"
Sarah lo miró con expresión perpleja.
"Tu madre..." Él replicó suavemente.
Sarah retrocedió como si la hubiese quemado. "¿Cómo supiste eso?"
"Tu seguías llamándola. Seguías suplicándole que no se fuera. Incluso trataste de agarrarla".
Los ojos de Sarah se agrandaron cuando se dio cuenta de lo ocurrido. Ella había tenido esa pesadilla horrible otra vez. Esa en que su madre estaba parada lejos al final de una ajetreada calle de Nueva York y cada vez que Sarah trataba de caminar hacia su madre, la distancia aumentaba o se duplicaba. Ella había tenido esa pesadilla muchas veces desde que era una niña. Ella la había tenido a través de sus años de secundaria, con frecuencia cuando estaba alterada o estresada por algo. Parecía que Jareth había sido testigo de que la había tenido otra vez.
Ella comenzó a temblar ante el pensamiento de él observándola llorar y suplicar a su madre que regresara. Aquel sueño siempre le dejaba un sentimiento de vulnerabilidad. Ella ni siquiera recordaba haberla tenido anoche, y aun así recordar las imágenes de su madre alejándose, recordar el sonido de sus propias súplicas a su madre para que volviera, la hicieron sentir extremadamente vulnerable.
Ella tenía que dejar la caverna de inmediato. Tenía que alejarse de Jareth. Ella se volteó y empezó a escaparse hacia el agujero.
"Sarah, espera". Jareth comenzó a ir hacia ella.
"¡Sólo déjame sola!" Su voz sonó alterada y Jareth sólo pudo observar como ella salía precipitadamente de la entrada e iba hacia los bosques. Él aporreó su puño con enojo contra la tierra.
Sarah se precipitó a ciegas por los bosques. Las lágrimas escocían sus ojos, y la húmeda y brumosa mañana la hacían sentir aún peor. Ella finalmente dejó de correr, cayó sobre sus rodillas y enterró la cara en sus manos. Ella se sacudió cuando los sollozos batieron su cuerpo.
Lentamente, sus sollozos disminuyeron y el ruido de una ramita al quebrarse le hicieron tomar una gran bocanada de aire. "Pensé que te había dicho que me dejaras sola". Ella habló entre los dientes apretados y sonó enfadada.
"Oh, ¿así que vos lo hicisteis?"
Sarah saltó ante la voz y se puso de pie para ser saludada por una sonrisa en que faltaban muchos dientes. Sus ojos se fijaron en un pelo negro recogido en una cola de caballo y en unos ojos crueles, pequeños como cuentas. Ella hizo un movimiento para correr y dos perros que gruñían enfocaron sus mandíbulas en ella.
El hombre se rió. "No pienso que sería sabio molestar aquí a mis amigos. ¿Usted sí?" Él acarició a los perros que no rompieron el contacto visual con Sarah y le continuaron gruñendo. "Yo me quedaría quieta si fuese usted".
Sarah se encogió hacia atrás contra un árbol. Ella odiaba admitirlo, pero estaba atrapada y posiblemente solamente una persona podría salvarla. Ella respiró profundamente.
(((())))
Jareth se paseaba justo afuera de la caverna. Con la niebla y la humedad, seria casi imposible rastrear a Sarah. El caballo observó a Jareth continuar paseándose y resopló y cambió su peso de lugar.
"¡¡¡¡JARETH!!!!"
Jareth detuvo su paseo y se quedó completamente quieto.
"¡¡¡JARETH!!!"
Los ojos de Jareth se dilataron. Sarah sonaba como si estuviese en problemas. Él se precipitó por los bosques a toda velocidad, empujando las ramas. Oyó perros ladrando y gruñendo y la voz de un hombre. Él corrió más rápido.
"¡Le dije que cerrase vuestra boca, perra miserable!" El sonido de una mano impactando con piel llenó el aire y Sarah cayó a tierra acogiéndose la cara. Los dos perros se acercaron y gruñeron brutalmente.
"No es de muy buenos modales el golpear a una dama".
"¡Jareth!" Sarah gritó con alivio. El Rey de los Goblins estaba apoyado contra un árbol cercano casi casualmente. Su cabeza estaba levantada en desafío y sus ojos estaban estrechados por la cólera.
"¡USTED! ¡Yo sabía que usted estaría por aquí en algún sitio" El hombre prácticamente gruñó.
"James, creo que está muy lejos de sus compañeros". Jareth dijo en un tono neutro.
James se rió. "He venido para llevaros a vosotros dos de vuelta con el Coronel. Ustedes me van a hacer un hombre muy respetado".
Jareth se rió con malevolencia. "Siento que usted tiene muy arriba sus esperanzas y me temo que el Coronel estará muy decepcionado cuando usted regrese con las manos vacías."
James se rió y luego retiró su mosquete de caza de la montura de su caballo que estaba parado muy cerca. Él empujó una bala de mosquete por el cañón y luego apuntó a Sarah. "Vivo o muerto. Al Coronel no le importa mucho. ¡Pienso que empezaré con ella primero!"
El miedo llenó a Jareth a la vista de Sarah al otro final del cañón del arma.
Con la velocidad de un ave de presa. Jareth se abalanzó sobre él y golpeó al hombre echándolo a tierra. El mosquete se disparó y la bala pasó a unas pulgadas de Sarah. Los perros ladraron y saltaron alrededor de los dos hombres que se revolcaban en el barro y luchaban por estar en control. Pese a los mayores esfuerzos de Jareth, él no era rival para James. Jareth fue arrojado de espaldas y James sacó un cuchillo mientras se erguía sobre el caído Rey de los Goblins.
"¿Alguna última palabra, asqueroso Brit?" James hizo un movimiento para matarlo, pero se detuvo y miró más allá de Jareth con una expresión de horror en su rostro.
Jareth no entendió que lo había asustado, pero él pronto lo averiguó cuando el ruido de un disparo llenó el aire. James se agarró el pecho y cayó al suelo mientras la sangre empapaba su camisa. Tomó dos aspiraciones profundas y su cabeza cayó mientras la vida abandonaba su cuerpo. Sus perros aullaron y corrieron hacia la niebla. Jareth miró a Sarah. Ella todavía estaba reclinada contra el árbol y sus ojos estaban muy abiertos.
"Usted, Señor. Dése la vuelta lentamente. Si coopera pacíficamente, no se le hará ningún daño."
"¿Qué quiere usted con nosotros?" Sarah gritó. Su voz fue fuerte y clara.
"Usted haría bien en contener su lengua, mujer. Ustedes son prisioneros de guerra".
Jareth se levantó lentamente, su espalda todavía enfrentaba a quienquiera que fuese que había matado a James y había salvado su vida y también la de Sarah. Sus ojos se agrandaron.
Un nuevo miedo lo llenó cuando sus ojos se posaron en cuatro chaquetas rojas a caballo. Tres de ellos apuntaban sus sables en su dirección. Y el cuarto sostenía un mosquete que aun tenía humo elevándose del cañón.
N. Traductor: Blaze agradece también sus comentarios y sus reviews. .El original de esta historia tiene casi 700 reviews, y les aseguro que es muy entretenida.
