Capitulo 16: "Posesión"

Tan rápidamente como habían llegado las lágrimas, se fueron, y Jareth se sorprendió al sentir que dos manos lo empujaban y Sarah se apartaba de él.

Ella se limpió los ojos con las mangas de su vestido y se recompuso. Sarah miró al Rey de los Goblins por un momento, notando la rara expresión en su rostro cuando él la examinó a su vez. Estaban parados observándose uno al otro en un silencio tenso e incómodo.

Finalmente, Sarah sacudió su cabeza atrás y adelante y por primera vez en días, Jareth tomó conciencia de su apariencia. Él observó que para su decepción, su hermoso cabello oscuro estaba peinado amarrado atrás en el estilo poco favorecedor que las otra mujeres de este periodo usaban. Él la estudió a medida que ella continuaba sacudiendo su cabeza.

"No puedo cambiar asi", ella le dijo.

"¿Así como?", él preguntó suavemente.

"Así", ella gesticuló hacia él, a sí misma y al cuarto. "La naturaleza de nuestra relación cambia más que cuando tu te cambiabas de ropa la última vez que estuve en le Laberinto"

Las cejas de Jareth se elevaron. "¿Estás insultando mi sentido de la moda?"

Sarah lo sorprendió cuando se rió entre dientes con inseguridad. "Supongo que sí ¿Pero ves lo que quiero decir?" Sus ojos cansados sostuvieron su mirada. "El humor cambia entre nosotros tan rápidamente de la rabia a la broma, del odio a la... preocupación". Ella suspiro. "No puedo seguir así, Jareth"

Él inclinó la cabeza y la miro bajando la nariz. "¿Y que propones que hagamos?"

Ella se hundió en la esquina de la cama, repentinamente lucio muy cansada. "Yo... no lo sé, sólo que no esto".

"La alianza-" él comenzó.

"No funciono", lo interrumpió Sarah.

"Entonces, ¿qué quieres hacer, Sarah? Dices que mi idea no funcionó, bien, déjame escuchar la tuya". No había equivocación en el sarcasmo y el desafío en su tono.

Ella dobló la cabeza, demasiado temerosa de que él se riera o quién sabe que otra cosa si ella admitiera sus pensamientos en voz alta.

"Bien, estoy esperando". Jareth dio golpecitos en el piso de madera con impaciencia con el pie.

"Es estúpido, olvídalo", Sarah le dijo, apartando la mirada.

Él la sorprendió al agacharse y coger su barbilla entre su pulgar y su dedo índice.

"Dímelo", él le ordenó, aunque con suavidad.

La mirada de ella se endurecio. "No", ella le dijo firmemente.

Él le subió la barbilla de modo que pudiera verla directo a los ojos. "Sarah, dime lo que quieres hacer."

Ella rompió el contacto visual. Sus palabras y su proximidad la hacían temblar. "Es una idea estúpida y nunca funcionaria".

"No lo sabrás hasta que se haya intentado.", él le dijo con honestidad. Él se sentó en una silla de madera que no estaba lejos de su cama e hizo una mueca de dolor cuando se sentó demasiado rápido, golpeándose el hombro herido.

"¿Todavía te duele?", ella le pregunt

"Estas evadiendo el asunto, pero sí, todavía me duele. Algunos días es peor que en otros". Jareth observó a Sarah. Ella lucia muy agotada, pero a él le picaba la curiosidad y quería saber lo que tenia en mente. "¿Por qué no funcionaría?", la presion

"Porque requiere de confianza que no puede ser encontrada con facilidad", ella lo miro con profundidad a los ojos.

"Ah, confianza que tu crees no poder depositar en mi".

"¿En realidad esperas que yo confíe en ti después de lo que me hiciste?"

"Eres rápida para olvidar que si no fuera por mi Evan hubiera tenido su oportunidad contigo."

Ella apartó la vista con rapidez, bajó la cabeza e inhaló profundamente antes de volver a mirarlo. "He intentado olvidar..."

Jareth levantó las cejas.

"Pero nunca funciona muy bien."

"Las pesadillas..." Jareth dijo con suavidad.

Sarah cabeceó y se esforzó mucho para impedir que las lágrimas aparecieran en sus ojos.

Jareth se inclinó hacia delante en su silla. "¿Eso es con  lo que sueñas? ¿Con lo que Evan casi hizo?"

"Yo no-"

"Sarah..." Su tono de voz fue inusitadamente suave.

"No voy a volver a hablar de eso".

"¿Por qué no me lo cuentas? No ibas a admitir que las tenias, ¿verdad? Si no hubiera sido por la señora Henry y por el sonido de tus llantos en la noche, yo nunca lo hubiera sabido."

"No quise que tu lo supieras", ella admitió con suavidad.

"Estoy consciente de ello, ¿pero por qué?"

Sarah levantó la cabeza y lo miró a los ojos. "Porque cada vez que pienso que puedo comenzar a confiar en ti, algo sucede y me doy cuenta de que no puedo hacerlo. Quizás yo nunca sea capaz de confiar en ti"

Jareth se echo para atrás despacio en la silla, con la mano en el mentón como si pensara.

"Yo... quiero confiar en ti", Sarah admitió suavemente cuando el silencio fue demasiado para ella.

"Pero aun no lo haces", Jareth no la miró al decirlo.

Sarah lo observó con cautela. "La confianza debe ganarse y tu aun no te has ganada la mía. Tu comienzas a ganártela y luego me lastimas o me traicionas y volvemos otra vez al principio".

Él la miró esta vez a los ojos. "Y es por eso que tu no crees que podamos llegar a tener una amistad".

Los ojos de Sarah se agrandaron en una estupefacción momentánea. Su boca se abrió, se cerró y la abrió de nuevo para hablar. "¿Cómo... cómo es que tu...?", ella tartamudeó.

Jareth la contempló y se sonrió ante su expresión asombrada. "No parezcas demasiado impactada, Sarah. Solo hay dos direcciones en que podemos ir. Alejarnos uno del otro, o acercarnos uno al otro. La última es la que requiere confianza. ¿No es eso lo que tu querías? ¿Que nos hiciéramos amigos?" La última palabra la dijo en un tono casi seductor.

Sarah apartó la vista, sintiendo que su cara enrojecía. Sonaba como una idea muy estúpida ahora que había sido dicha. ¿Ella amiga del Rey de los Goblins? ¡Que idea tan boba!

"Podría funcionar..." Jareth comenzó.

Sus palabras hicieron que Sarah lo mirara.

"Si dejamos de intentar herirnos o de superarnos uno al otro"

"Yo nunca-" Sarah comenzo.

"Deja de mentir, querida niña. No puedes negar el modelo de conducta entre nosotros, haya sido intencional o no." El se levantó de la silla, con una mano hundida en el bolsillo de los pantalones beiges que usaba, la otra mano y el brazo a su lado para no perjudicar su herida.

"Podría funcionar con algo de esfuerzo"

Sarah lo miro cautelosamente. "Estas admitiendo que estas dispuesto a intentarlo porque sinceramente quieres ser mi amigo ¿o esto es sólo parte de continuar con nuestro engaño?"

"Si" Jareth contestó sencillamente.

"¿Sí, a cuál pregunta?" Sarah le preguntó un poco molesta.

Jareth simplemente amplio su sonrisa.

"Me confundes como el infierno", Sarah le dijo estrechando los ojos. "Y lo que es peor, lo haces a propósito".

Jareth rió entre dientes suavemente y sus ojos bailaron de diversión. "¿Y tu no crees que a mí me confundes?" Él se rio. "Pienso que hemos hablado suficiente acerca de esto para una tarde. Después de todo, los reinos no se construyen de la noche a la mañana por una muy buena razón"

"Oh, ¿y cuál es esa razón?" Sarah puso sus manos sobre sus caderas mientras observaba a Jareth caminar lentamente hacia la puerta.

"Las cosas construidas demasiado aprisa se vienen abajo con facilidad" él inclinó la cabeza y la miró intensa y detenidamente.

Sarah sintió calor en las mejillas. ¿Por qué él la miraba así?

Jareth sonrió con satisfacción y abrió la puerta. "Duerme un poco. Luces terrible". La puerta se cerró inmediatamente, dejando a una Sarah aturdida a solas con sus pensamientos.

-.--.--.-

Por primera vez en una semana, Sarah durmió toda la noche. De hecho, ella durmió más de lo previsto esa mañana. Dándose cuenta de esto, ella se vistió con rapidez y salió precipitadamente por su puerta para ir a alimentar a los animales. Elizabeth estaba afuera de la puerta de la habitación de Jareth y estaba dándole golpecitos con impaciencia.

"¿Jareth, está bien allí adentro? Tengo su desayuno preparado. Miró con rapidez a Sarah cuando ella bajaba las escaleras.

Sarah sacudió la cabeza. Eso era mucho pedir a una oportunidad de hacer amistad con Jareth. Elizabeth siempre estaría alrededor de él. Ella se tragó los celos y se apresuró a ir afuera a comenzar sus labores.

Ella se sorprendió mucho de encontrar a Jareth en el granero y nada menos que a solas. ¿Cómo se le había escapado a Elizabeth? Y no menos importante, ¿qué es lo que estaba haciendo en el granero? Sarah de deslizó en las sombras de la entrada  y lo observó.

Él estaba de pie enfrente de una de las casillas de los caballos, con un brazo y una mano estirados. "Tu sabes que lo deseas..." él habló con suavidad.

Lentamente el caballo extendió su hocico hacia la mano de Jareth. Con cautela, tomó la zanahoria que descansaba en su palma. Él acarició el cuello del caballo.

"¿Qué le pasó a este caballo, Sarah?"

Sarah dio un paso fuera de las sombras. "¿Cómo sabias que yo estaba aquí?"

Él se volteó a encararla caballerosamente, con una sonrisa insolente que le era tan propia. "Soy Fae, Sarah. Tengo oídos y vista aguzados. Mi corazón de bestia es de un búho después de todo. Supe que venias cuando escuché cerrarse la puerta del pórtico."

"Oh", dijo Sarah con suavidad.

"No contestaste mi pregunta. ¿Qué le pasó a este caballo?"

"Es uno vagabundo que encontraron Jacob y Thomas un día que montaban en los bosques"

"¿Por qué esta tan delgado? ¿No lo has estado alimentando?"

"¡Por supuesto que lo he estado alimentando! Sólo que no quiere comer. Jacob pensó que tal él tenia alguna enfermedad o que solamente no se adapta. Estaba planeando venderlo y si nadie lo quería iba a dispararle y a terminar con su sufrimiento." Sarah miró a Jareth con curiosidad. "Tu eres la primera persona de la que acepta alimento. Me pregunto el por que"

Jareth pareció insultado por sus palabras. "Aceptó comida de mí porque me reconocio. ¿Tu no lo reconoces?"

Sarah se movió para ponerse junto a Jareth. Ella miró al caballo con atención y negó con la cabeza. "Es tan sólo un caballo bayo castrado"

"No es sólo cualquier bayo castrado, es el que yo robé del campamento de los colonialistas. Este caballo nos llevó  a la seguridad."

"¿Quieres decir que este es el caballo del que te caíste y el que yo traté de conducir? Al que le sacaste la montura para que yo pudiera..." ella se detuvo a mitad de la frase. Él salvarla de Evan no había sido la única bondad que Jareth le había demostrado. Él había desensillado al caballo para que ella pudiese tener la manta para abrigarse. Ella se había olvidado de eso.

"Sí, este es el mismo caballo. Estoy seguro de eso". Sarah se alejó de él. Ella parecía desconcertada. Él observó todos sus movimientos mientras ella comenzaba a alimentar a los animales.

El cubo de alimento para las cabras era particularmente pesado esta mañana. Mientras ella comenzaba a levantarlo, le dijo. "¿Cómo conseguiste salir sin Elizabeth esta mañana?"

"Dejé la habitación antes de que ella se despertara para molestarme" la voz hizo brincar a Sarah y se dio cuenta de que súbitamente él estaba a la derecha de su hombro. El cubo de pronto ya no parecía tan pesado y Sarah se dio cuenta de que él la estaba ayudando a levantarlo con su brazo sano. Juntos, vertieron la comida en la artesa de las cabras.

Sarah se volteó para agradecerle, pero el ya se estaba alejando. Ella lo observó mientras él estaba de pie a la luz del sol que se filtraba en el granero. Por un momento, él pareció olvidar que ella estaba allí mientras miraba hacia el exterior. Sarah aprovechó el tiempo para estudiarlo con cuidado.

A la luz de la mañana, su cabellera era de un rubio blanquecino. A pesar de donde estaban, ella noto que él usaba su caballo  suelto, de la manera que ella lo prefería. Estaba vestido con una de las camisas blancas de Jacob y con su propio chaleco al que le habían lavado la sangre de su herida y remendado el agujero de la bala que la había causado. Llevaba un par de pantalones abajo de la rodilla de color tostado que eran de Jacob, un poco más flojos de lo que él acostumbraba a usar, y sus botas negras altas hasta la rodilla. Su indumentaria no era muy diferente al estilo de ropa que él parecía disfrutar de usar, y Sarah tuvo que admitir que él sabia llevar esa ropa.

"¿Te agrada lo que ves?"

Los ojos de Sarah se agrandaron ante las palabras y luego ella se encogió de hombros, mirando más allá de él. "Si. Es un bonito día". Ella se volteó dándole la espalda y sonrió al captar su expresión molesta.

Ella se sorprendió agradablemente cuando Jareth remoloneo alrededor de ella un rato después mientras ella alimentaba a los otros animales y se ofreció a ayudar.

"No necesito ayuda. Hago esto todas las mañanas," ella le dijo y lo rozó al pasar delante de él para seguir dando heno a los caballos. "Además, tu necesitas descansar ese hombro. No deberías levantar ninguna cosa".

"Tengo otro brazo, Sarah. Pero estoy conmovido por tu preocupación"

"Si no tienes cuidado, te lastimaras tu brazo sano", Sarah continuó intentando ignorar lo que él había dicho. "Todavía no estas totalmente recuperado. Aprecio que quieras ayudarme, pero si te lastimas tendré que dejar algunas de mis labores para cuidarte"

Él se apoyó más cerca de ella, sonriendo ampliamente y revelando unos dientes afilados. "¿Y eso seria algo malo?"

"¿Sarah?"

Sarah brincó ante el sonido de su nombre y cuando ella vio a Jacob entrar al granero, repentinamente se dio cuenta de cuan cerca estaban Jareth y ella. Ella podía sentir el aliento cálido de Jareth en la cara.

Jacob pareció inseguro por un minuto y miró a Jareth y después a Sarah, pero luego sonrio. "Estuve preocupado cuando no vi a los animales alimentados esta mañana. Pero Mama dijo que usted estaba dormida." Él sonrió con calidez. "Eso es maravilloso".

"¿No es así?" Jareth contestó bruscamente antes de que Sarah pudiese hacerlo.

Jacob frunció el ceño.

Sarah sintió la tensión y se movió de entre medio de los dos hombres. "Jacob, tengo algo que mostrarle"

Jacob miró a Jareth por un momento antes de seguir a Sarah quien se había encaminado hacia uno de las casillas de los caballos.

"No puedo creerlo", dijo Jacob al acercarse a la casilla. "¡Esta comiendo!"

Sarah asintió con felicidad. "No me había dado cuenta hasta que Ja-Padre me lo dijo.  Usted encontró a nuestro caballo. Padre lo alimentó con una zanahoria y ahora él esta comiendo".

Jacob sonrió ampliamente. "Esto es maravilloso, realmente no quería acabar con él. Es un animal tan hermoso". Jacob se volteó hacia Jareth quien estaba al otro lado de Sarah. Jacob notó una tensión extraña y muy diferente en el aire. Suficiente como para tocarla. "Estoy seguro de que usted deseara tener su caballo de vuelta"

Jareth asintio. "Me gustaría tenerlo de regreso, pero no tengo dinero que darle por su alimentación. Tan pronto como sea físicamente capaz, deseo ayudar en la granja a cambio de su alimento y por ayudarnos a mi hija y a m

Jacob levantó las cejas y la mandíbula de Sarah se cayo. ¿Jareth, el Rey de los Goblin estaba ofreciéndose a realizar trabajo físico? ¿Estaría todavía enfermo?

Lo que sorprendió aun más a Sarah fue la manera en que Jareth se movió inesperadamente más cerca de ella y colocó su brazo alrededor de su cintura. Era un gesto extremadamente posesivo más que uno paternal y Jacob pareció notarlo.

Jacob se aclaró la garganta. "Fui enviado a decirle que el desayuno esta listo. ¿Le ayudo a terminar las labores?"

"No, esta bien. Casi he terminado. Estaremos allí dentro de poco", le dijo Sarah.

Jacob cabeceó y se fue sin decir otra palabra. Fue sólo después de que desapareció del granero que Jareth quitó su brazo de alrededor de Sarah.

"Danarra", él dijo sencillamente.

"¿Qué?"

"El caballo necesita un nombre, ¿no es así? Será Danarra. Dan para abreviar" él sonrió, luciendo orgulloso de sí mismo.

Sarah vertió la comida para las vacas en una tinaja de latón y luego miro a Jareth. "¿Qué significa?"

"Obstinado. Perfecto para el caballo que no se movió cuando lo necesitamos para escapar. El caballo que no comía." Jareth caminó hacia el caballo bayo y lo observo mientras lentamente comía su heno.

Sarah sonrió "Pienso que es perfecto. Obstinado, justo como su dueño".

-.--.--.--.-

Jacob se encaminó hacia la casa para encontrar a su madre sola en la cocina juntando los últimos platos con comida para el desayuno. "¿Necesita algo de ayuda, Mama?"

"Si pudieras traer el plato de tocino y salchichas seria maravilloso"

Jacob asintió y caminó a la pequeña y vieja mesa de madera de la cocina, pero su madre se paró delante de él.

"¿Pasa algo malo, Jacob?"

Jacob frunció el ceño. El nunca podía ocultar nada de su madre. "Sólo es algo que paso entre Sarah y su padre en el granero"

"Oh, no, ¿estaban peleando de nuevo?" Preguntó ella.

Jacob negó con la cabeza. "No, justo lo contrario. Había algo extraño en el aire. No estoy seguro de si sólo estoy viendo cosas"

"¿Qué tipo de cosas piensas que viste?" Ella balanceó el plato de bizcochos en su brazo y miro a su hijo con cuidado.

Jacob abrió la boca para hablar, pero la puerta se abrió y Sarah y Jareth entraron.

La señora Henry sonrió al ver a Sarah. "Bien, buenos días, querida. Nos habíamos preocupado cuando no vimos a los animales alimentados"

"No necesitaba preocuparse. Sólo me quedé dormida. Lo siento" Ella le sonrió dulcemente a Jacob, y él, encontrando su sonrisa contagiosa, le devolvió la sonrisa. Eso fue todo lo que se necesitó para que Jareth se parara más cerca de ella, y pusiera una mano en su hombro.

"Ah, entonces durmió en la noche, ¿no es así?" La señora Henry continuo.

Sarah asintio.

"Bueno, entonces debe tener hambre. Vayan a sentarse en la mesa del comedor"

Sarah sonrió dándole las gracias y Jareth y ella dejaron el cuarto.

La señora Henry y Jacob se miraron uno al otro después que ellos se fueron.

Jareth casi gimió al ver a Elizabeth colocando la mesa. Tan pronto como lo vio, ella dejo lo que hacia y le sonrió con dulzura. Luego se paró junto a silla esperando que Jareth la sacara para que ella pudiera sentarse.

"Buenos días, Jareth", ella ronroneó.

Jareth sintió que Sarah se tensaba bajo su mano.

"Elizabeth". Él cabeceó como saludo. Luego usando su mano sana, retiró una silla para Sarah. Ella le sonrió vacilante mientras se sentaba. Él usó su cadera para empujar la silla un poco para ella. Luego se sentó directamente al lado de Sarah. Notó que Thomas se sentaba en la mesa y lo saludó con una inclinación.

Elizabeth frunció el ceño, sin temor de demostrar que estaba muy disgustada. Jareth se había sentado en la esquina de a mesa y había sentado a Sarah a su derecha. El padre de Elizabeth siempre se sentaba a la cabecera de la mesa, lo que quería decir que Elizabeth no podría sentarse al lado de Jareth. Y Thomas ya se había sentado enfrente de Jareth al otro lado de la mesa.

"¿No se sentará a mi lado, Jareth?" Ella puso mala cara y luego puso una expresión como si estuviera profundamente herida.

"Me gustaría sentarme al lado de mi hija", le dijo a ella. Él tomó la servilleta blanca de tela y la puso sobre su regazo, en su mente creía que la discusión había concluido.

Elizabeth tenia otras ideas.

"¿Qué haremos hoy día? Es una hermosa mañana de primavera, ¿Se siente usted bastante bien para dar un paseo?"

"Sarah y yo daremos un paseo después del desayuno".

Las cejas de Sarah se elevaron ligeramente ante estas nuevas para ella, pero ella le siguió la corriente.

"Bien, entonces no les importará mi compañía. Podremos ir todos juntos, como una gran familia feliz." Elizabeth sonrio.

Sarah se congeló ante las palabras. La idea de caminar con Jareth y Elizabeth era terrible. Ella supo que Elizabeth probablemente tendría sus manos por todas partes de Jareth, ¿y que haria Jareth? ¿Tendría ella el estómago para observar a Jareth poner sus manos en Elizabeth? Sarah no sabia si honestamente a él le gustaba la muchacha o si había sido parte de su plan para incomodarla.

"No tengo ninguna familia," Jareth prácticamente gruñó, "excepto por mi hija. Aunque disfrute de su compañía, ahora eso se ha terminado. He descuidado a mi hija por demasiado tiempo porque desperdicie un precioso tiempo con ella por estar con usted."

La mandíbula de Elizabeth cayó de la estupefacción. "Yo... pensé que usted, que nosotros... yo pensé que a usted le gustaba".

Jareth inclinó la cabeza, su expresión era de pura insolencia. "Usted pensó mal".

Elizabeth pareció de verdad alterada  por sus palabras mientras se hundía en la silla enfrente de Sarah. Sarah casi sintió pena por ella. Jareth la había usado. ¿Cómo sabría Sarah que él no le haria lo mismo a ella?

La conversación terminó cuando la señora Henry y Jacob entraron al comedor con el ultimo de los platos con comida. "Edgar, la comida esta lista.  Ven a sentarte a la mesa" lo llamo la señora Henry.

Se pudo escuchar que el señor Henry, quien había estado en su estudio, venia caminando con dificultad hacia el comedor usando su bastón. Se sentó lentamente en la cabecera de la mesa, al lado de Jareth. "Buenos días, señor Charles y Sarah. Sarah, luce descansada esta mañana", le sonrió con calidez.

"Lo estoy, gracias"

"Señor Charles, usted también luce mucho mejor"

"Gracias"

"Vaya, esta comida huele bien. Debe ser la cocinera. Ella es tremendamente buena en esto", le dijo a su esposa. Ella sólo agitó su mano y sacudió la cabeza.

"¿Eso significa que podemos comer ahora?" preguntó Thomas. "Porque me muero de hambre, Papa. He estado sentado aquí desde las 6 en punto".

Sarah se rió "Me temo que sea probablemente mi culpa que estemos comiendo a las 8. Yo me quedé dormida".

"Esta bien, señorita Charles. Usted estaba cansada" le dijo Thomas con una sonrisa en que enseñaba todos los dientes. "Usted esta perdonada esta vez, ¡pero la próxima vez comeremos sin usted!"

Todos se rieron en la mesa.

Jacob se sentó al lado de Sarah, para molestia de Jareth. El hombre joven la mimaba, ofreciéndole comida y bebida constantemente y esto irritó sin límite a Jareth.

Elizabeth no habló mucho más de una palabra y empujo la comida por el plato. Pero de tiempo en tiempo fulminaba con la mirada a Sarah.

"Oh, padre, hay algo que debo decirle", le dijo Jacob a mitad  del desayuno.

El señor Henry lo miró y elevó las cejas mientras mascaba un bizcocho.

"El bayo castrado en el granero, ¿el que se estaba adelgazando?"

El señor Henry asintio.

"Bueno, él ha comenzado a comer, y es gracias al señor Charles"

El señor Henry tragó su comida. "¿Cómo es eso?" Brindó su atención a Jareth. "¿Sabe algo acerca de este caballo que nosotros no sabemos?"

Jareth bajó su tenedor a la mesa y tragó el tocino que estaba masticando "Danarra parece ser bastante obstinado, me temo. Una vez que me reconoció, comenzó a comer"

"Bien, alabado sea el Señor. Esperaba no tener que matarlo. Es un animal hermoso. Me recuerda a los de Doc. Hiller. Bien constituido, pero con un aspecto elegante al mismo tiempo.

Jareth sólo cabeceo.

"El señor Charles desea tenerlo de vuelta", continuó Jacob.

"¡Bien, por supuesto! Él le pertenece. Tenemos suficiente con los propios, de todas maneras. Esperemos que puedas terminar de domar algunos de los potros de dos años, para así poder venderlos al final de la estación, Jacob "

Jacob asintio. "Sí, sólo tengo que entrenar a dos más"

"Bien, tendremos que discutir el pago del alimento de su caballo, señor Charles. Tuvimos una mala temporada de heno el año pasado, y no pudimos cortar tanto heno como usualmente lo hacemos. El pasto esta demasiado tierna ahora para ponérsela a los caballos. Ellos se irían a pique, así que  tenemos que mantenerlos con heno, el cual tenemos que comprar"

"Eso es lo que quería mencionarle, padre. El señor Charles se ofreció a ayudar en la granja cuando sea físicamente capaz"

"Cualquier cosa que se requiera", Jareth interrumpió "Esta familia ha sido muy generosa y amable en recoger a dos extraños. Mientras que mi hija ha estado haciendo su parte, me gustaría hacer la mía"

"Bueno, no veo ningún problema con eso. Siempre podemos usar a otro hombre en la casa. Me temo que yo no puedo hacer mucho", dijo el señor Henry, dando golpecitos con su bastón en el lugar vacío donde deberían estar su pierna y su pie. "Y no tenemos dinero para contratar ayuda este año. Necesitamos a alguien que salga a cazar con nosotros. Thomas puede asear las casillas de los caballos para que el señor Charles corte madera y te ayude, Jacob, con las reparaciones en la casa y en el granero. De acuerdo. Tenemos un trato, señor Charles"

Jareth asintio.

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Jacob caminó hacia Sarah, mientras Jareth hizo todo lo posible por ayudar a la señora Henry a transportar los platos sucios a la cocina. Jareth había estado aliviado cuando Elizabeth se excusó para ir a trabajar en el vestido que estaba haciendo.

"¿Esta usted bien, Sarah? No dijo mucho en el desayuno y no comiste mucho", le preguntó Jacob. Ella estaba cerca de uno de los libreros mirando algunos pedazos de la historia de la familia Henry.

"No tenia mucha hambre y tenia cosas en la mente", le dijo ella. No era una mentira. No había tenido mucha hambre. Ella todavía estaba muy ocupada intentando resolver si Jareth la estaba usando o no.

Jacob se apoyó en la estantería detrás de ella. "¿Qué tipo de cosas? ¿Alguna en que yo podría ayudarle? Siempre estoy listo para escuchar. Usted lo sabe, ¿no es así?"

Sarah bajó la cabeza. "Sí, lo sé. Gracias", ella murmuro. Ella sintió que unos dedos cálidos tocaban su barbilla y Jacob la levantó con cuidado para verla a los ojos.

"Bien, ¿cuál es el problema?"

Jareth entró a la habitación para encontrar a Jacob con su mano en la cara de Sarah y se puso blanco de ira. El plato resbaló de su mano al piso y se rompió esparciendo porcelana blanca en todas direcciones.

El fuerte ruido sobresaltó tanto a Sarah como a Jacob, quien se volteó a mirar que había sucedido.

"¿Señor Charles, se encuentra usted bien?" preguntó la señora Henry. Ella entró precipitadamente al cuarto para encontrarlo mirando el plato destrozado en el piso.

"Estoy bien... se resbaló de mi mano." Él la miró excusándose. No había querido dejar caer el plato, pero no había esperado ver a Jacob tocando a Sarah.

"Quizás se ha presionado usted demasiado pronto. Deberemos esperar un poco antes de que usted eche una mano", le dijo ella. "Sarah, querida, ¿le importaría traer la escoba y la cubeta para limpiar esto?"

"Para nada. Iré por ellas". Sarah desapareció de la habitación, así como la señora Henry quien equilibraba unos cuantos platos en sus brazos y regresaba a la cocina como si nada fuera de lo ordinario hubiese pasado.

Jacob se rascó la cabeza con un suspiro y luego caminó hacia Jareth. "¿Usted no se cortó, no es así?", le preguntó con verdadero interés.

Los ojos de Jareth se estrecharon y dio un paso acercándose al joven, sin preocuparse de que estaba aplastando los pedazos del plato con sus botas. Se irguió en toda su estatura y miro a Jacob directamente a los ojos.

"Aunque comprendo que usted solamente quiere ayudar a Sarah, es innecesario".  Su tono era helado. "Ella y yo hemos resuelto nuestras diferencias, y yo solo la confortaré ¿Entendido?"

Jacob arrugó el entrecejo.

"Usted debería hacer bien en recordar que ella es mía" Jareth se volteó y se fue en busca de Sarah dejando a Jacob a solas y mudo de asombro.

-.--.--.-

La señora Henry encontró a Jacob mirando por la puerta trasera. Ella supo que él estaba mirando a Sarah y a su padre. Ella los había escuchado ir afuera después de que Sarah limpió los restos del palto.

"¿Te encuentras bien, Jacob? Siempre sé que hay algo malo cuando estás tan silencioso."

Jacob agachó la cabeza. "Es solamente algo que dijo el señor Charles..." su voz se acalló hasta quedar en silencio.

"¿Qué fue lo que te dijo? Es obvio que algo que te ha alterado". Ella dejó los platos por un momento y dio toda su atención a su hijo mayor.

Jacob suspiró. "Él me dijo que sabia que yo quería ayudar a Sarah, pero que no era necesario. Me dijo que ellos dos habían resuelto sus diferencias y que él solo la confortaría. Eso fue tan raro. Quiero decir él es su padre, después de todo. Él quiere consolarla y protegerla. Pero fueron sus siguientes palabras las que me sacaron un poco de balance."

"¿Qué fue lo que dijo?"

Jacob giro para encararla. Una mirada de confusión y angustia apareció en su rostro. "Él me dijo que yo 'debería hacer bien en recordar que ella es suya'."

"Bien, por supuesto que es suya. Ella es su hija. Obviamente él esta interesado en protegerla y él no ha aprendido a confiar en ti aun". La señora Henry sonrió "Tu has demostrado interés en la muchacha y estoy segura de que eso lo pone incomodo. Ella es su única hija, y lo único que le queda de su esposa. Dejarla ir, me imagino que no será fácil para él"

"Pero la forma en que lo dijo, Mama. Él actuaba como si ella fuera de su propiedad...", él miró a su madre a los ojos. "Casi como si ella fuera su mujer". Como si él estuviera enamorado de ella...

La señora Henry frunció el ceño "¿Qué estás diciendo, Jacob"

Él sacudió la cabeza. "No lo sé. Yo puedo estar muy equivocado acerca de todo esto y probablemente lo estoy. Yo disfruto de la compañía de ella y tal vez veo cosas que no están allí. No te preocupes, me doy cuenta que no es el señor Charles. Soy yo. Tengo unas pocas labores que terminar. Regresaré por un emparedado por la tarde", dio una rápida mirada a su madre y dejó la cocina.

La señora Henry arrugó el ceño y luego caminó hacia la puerta trasera para observar a Jareth y a Sarah caminando alejándose hacia los bosques que los rodeaban. Ya eran dos veces que Jacob sentía que algo andaba mal. Ella dejó salir un suspiro profundo... Quizás si lo había.