CONSECUENCIAS INESPERADAS

Escrito por Cormak3032 / Traducción de BlazeVein

Nota del Autor: Este capítulo a sido editado en su contenido sexual para FFnet, para ver la versión del autor vayan a la página de UC (en el homepage)

Capítulo 30: "Es sólo para siempre, no es mucho tiempo en lo absoluto"

A pesar de los problemas que la señora Henry había causado a Jareth y a Sarah, ella fue la primera del pequeño grupo que se había reunido en apresurarse hacia los recién casados. Ella le dio un abrazo a Sarah, balanceándola en sus brazos. Cuando la mujer mayor se retiró, Sarah advirtió lágrimas en sus ojos.

La señora Henry se volteó hacia Jareth y lo miró con severidad. "Ella es ahora su esposa. Será mejor que cuide de ella o tendrá que vérselas conmigo".

Jareth reprimió una respuesta ácida. Era el día de su boda, se dijo a sí mismo. Él cabeceó educadamente.

El señor Henry era el siguiente en la línea para abrazar a Sarah. Él la atrajo hacia sí, y después de soltarla cojeó hacia Jareth para oprimir su mano. Le deseó a Jareth la mejor de las suertes con su nueva esposa.

El siguiente en abrazar a Sarah fue Jacob, y mirándola profundamente a los ojos le dijo: "Te ves muy feliz".

Ella asintió y sonrió. Ella se daba cuenta que Jacob se preocupaba por ella y una parte de él probablemente siempre lo haría. Él había tomado una decisión muy desinteresada al dejar de ir detrás de ella y permitirle a Jareth hacerse cargo.

Ella dio un paso adelante y lo abrazó con fuerza. "Tu eres un buen hombre, Jacob, y yo nunca olvidaré lo que has hecho por Jareth y por mi". Ella presionó un suave beso en su mejilla y luego se separó para pararse junto a Jareth.

Sarah estuvo sorprendida cundo Jacob le dio unas palmadas en la espalda a Jareth y luego le dio un caluroso apretón de manos. Los dos hombres se habían hecho amigos en un corto periodo de tiempo y esto complacía a Sarah.

Thomas les dio un abrazo rápido a Sarah y a Jareth y luego se fue corriendo hacia Ellie y Abigail para molestarlas acerca de cuando estaría lista la comida. Ellas negaron con la cabeza y le dijeron que fuera a fastidiar a su madre, cosa que él hizo.

Ellie sonrió con timidez mientras se paraba delante de Sarah. "Felicitaciones en su boda", ofreció ella con suavidad.

Aunque Sarah y Ellie habían trabajo juntas, ellas nunca se habían hablado mucho. La joven chica negra era callada y tímida.

Sarah estaba de un humor tan maravilloso que se adelantó y la abrazó.

Ellie se puso tensa al principio, pero luego se relajó y la abrazó a su vez.

Sarah se distanció y sonrió con calidez. "Muchas gracias por preparar la comida de nuestra boda. A ambas," dijo Sarah, extendiendo sus gracias a Abby, quien estaba parada junto a Ellie.

"Fue un placer," le dijo Abigail a Sarah. Ella avanzó hacia delante y el dio un ligero abrazo a Sarah antes de presentar a su esposo y sus niños.

Sarah nunca los había conocido, ya que aunque Abbie trabajaba en la casa, el resto de su familia trabajaba en la ciudad para el herrero. El esposo de Abby, John, era un hombre alto con una voz profunda. Él estrechó la mano de Sarah y le sonrió con calidez. Sus hijos, Alan y William, tenían alrededor de 4 ó 5 años de edad.

Después que se completaron las felicitaciones, el ministro se despidió de todos con educación. Comenzó la música y algunas personas comenzaron a bailar debajo de los manzanos. Sarah y Jareth permanecieron apartados observando a sus invitados.

Sarah sonrió mientras echaba un vistazo a su esposo. Jareth le devolvió la sonrisa.

"Nunca me imaginé que mi boda seria así", le dijo Jareth suavemente.

"¿Es mejor o peor a como te la habías imaginado?"

Jareth se inclinó y besó la mejilla de Sarah. "Mucho mejor. A menudo me imaginaba una ceremonia fastuosa con personas que yo no conocía. Otras veces, yo me imaginaba una ceremonia sin nadie, excepto mi novia y yo. Yo comencé a convencerme a mí mismo que mi verdadera boda, seria algo parecido a esto."

Sarah frunció el ceño. "Una boda sin invitados¿pero por qué pensarías en eso?"

Jareth suspiró. "Yo no soy popular en el Mundo Subterráneo. La mayoría de los Fae no se asocian conmigo". Jareth se encogió de hombros. "Yo había decidido que nadie asistiría o que asistirían todos, pero solamente por la comida y el vino".

Sarah apretó su brazo para consolarlo. "Desgraciadamente, muchas personas asisten a las bodas humanas por la misma razón. Por la comida y la bebida gratis. Yo nunca entendí por qué invitaban a la gente que no eran muy amigas de la pareja que se casaba".

Jareth sonrió con pereza. "Bien, no tenemos que preocuparnos por eso. Nosotros conocemos a todos los que están aquí".

Sarah asintió y dejó que Jareth la acercara más a él.

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Un poco después, Ellie y Abigail anunciaron que la comida estaba lista y todos se sentaron con rapidez.

Las fuentes y los platos se pasaron, y, cuando Sarah le paso el tazón de salsa a Jareth, ella comenzó a reírse suavemente.

Él supo exactamente de qué se reía.

"Paso," le dijo a ella , su expresión seria se convirtió luego en una sonrisa maliciosa.

Sarah se rió y le pasó el tazón al señor Henry quien estaba esperando para verterla sobre su pavo.

"Sin salsa es una decisión sabia", se rió la señora Henry. "De otro modo la primera labor de su esposa sería limpiarla de su ropa".

Los músicos, Stephen, Mark, Peter y Louis parecieron confundidos así que la señora Henry les contó del pequeño accidente de Jareth con la salsa la última vez que comieron pavo.

Mientras que por fuera Jareth pareció aceptarlo bien, Sarah sabia que él estaba hirviendo por dentro.

Cuando unos minutos más tarde el tazón de salsa pasó de regreso, hubo un chillido y la señora Henry se levantó de un brinco de la mesa. El frente de su vestido estaba lleno de salsa.

Jareth ladeó la cabeza y soltó una fuerte carcajada.

"Dios mío¿cómo sucedió esto?" La señora Henry miró hacia abajo con confusión como la salsa goteaba de su vestido. "Mejor iré a limpiarme esto". Aturdida, ella dejó la mesa y empezó a caminar hacia la casa.

En la mesa había aumentado el silencio, mientras que la gente que no estaba segura como actuar comenzaba a comer.

Jareth trataba de refrenar su risa y fallaba miserablemente.

"No fue muy chistoso", le regañó Elizabeth a través de la mesa. "Es muy probable que su vestido esté arruinado."

Jareth enderezó la cabeza y miró a la mujer rubia por debajo de la nariz. "Yo pienso que fue bastante divertido y apropiado. Ella no debería haberse burlado de mí. Ella obtuvo lo que merecía."

Elizabeth resopló y comenzó a comer su comida otra vez. El resto de la mesa comenzó a tener conversaciones ligeras acerca de asuntos en la ciudad o familias que conocían y el incidente quedó olvidado.

Jareth sintió una fuerte mirada sobre él y al dar un vistazo notó que su esposa lo estaba mirando airadamente. Ella era la única que sabia lo que él quiso decir con 'ella obtuvo lo que merecía'.

"Jareth¿fuiste tu?. Por favor dime que tu no lo hiciste", susurró ella, sonando perturbada.

Jareth se limpió la boca con una servilleta de tela y la dejó caer en la mesa. "¿Decirte que no hice qué?". Sonrió con inocencia.

Sarah suspiró. "Que tu no dejaste caer el tazón de salsa sobre la señora Henry", dijo ella en un susurro con los dientes apretados.

"Sarah, tu me conoces", le dijo haciendo un movimiento con la mano hacia ella.

"Te conozco y eso es lo que preocupa."

"Esa fue una broma inofensiva. Es nuestra boda y me permití un poco de diversión", cuando la expresión aproblemada de Sarah no cambió, Jareth dijo: "No permitas que esto nos estropee el día. Odiaría que nos peleáramos en el día más feliz de nuestras vidas."

Sarah suspiró. Sabiendo que él tenia razón. Ella comenzó a comer y no dijo otra palabra.

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La señora Henry regresó unos 15 minutos más tarde usando un vestido limpio. Ella se sentó y comió su cena como si nada hubiera sucedido.

Peter y Jareth hablaban de música y Sarah miró alrededor de la mesa.

La gente que no estaba comiendo, estaba hablando y, mientras ella echaba un vistazo alrededor, notó que había dos sillas vacías. Ella escudriñó la mesa otra vez y se dio cuenta que faltaban Jacob y el señor Henry. Los buscó con la mirada en el patio, pero no se veían por ninguna parte.

Las conversaciones continuaron la mayor parte de la tarde, y Sarah estaba preocupada de que Jacob y el señor Henry no hubieran regresado enseguida.

No fue hasta que comenzaba a hacerse tarde que los vio aparecer, caminando desde la casa para unirse al grupo. Ellos se mezclaron y se comportaron como si nunca se hubieran marchado.

La señora Henry y Ellie encendieron algunas lámparas mientras el sol descendía. El resplandor anaranjado suave era hermoso y muy romántico.

Sarah buscó a Jareth. Él había estado hablando con los músicos y también con el esposo de Abigail, John, acerca de caballos. Sarah había pasado la tarde con las mujeres y estaba realmente cansada de escuchar a Elizabeth lloriquear que no era justo que William no estuviese allí con ella.

Sarah miró alrededor, pero Jareth parecía haber desaparecido. Ella frunció el entrecejo.

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Jareth estaba parado a cierta distancia lejos del grupo. Él estaba mirando el cielo, observando como las estrellas comenzaban a aparecer una por una cuando la oscuridad de la noche las traía a la vida. Él hizo girar un cristal en su mano y pensó brevemente en todo lo que le había pasado durante su estadía en el mundo mortal.

Él sonrió mientras pensaba en Sarah y en todas las luchas por las que habían pasado. Era un milagro que ellos dos hubieran llegado tan lejos. Pero ellos lo habían logrado.

Con su magia haciéndose más poderosa, esto lo hacia ponerse más ansioso por volver a su hogar. Él quería restaurar el Laberinto y vivir en su castillo con su nueva esposa, su Reina.

Su sonrisa se amplió al pensar en Sarah. Él nunca hubiera creído que pudiera enamorarse tan profundamente de alguien, y además de una mortal.

"Eso es asombroso. ¿En dónde aprendiste a hacer eso?"

Jareth saltó ante el sonido de la voz y el cristal de su mano cayó al suelo, fragmentándose por todas partes. Él se volteó para enfrentar a la persona que lo había sobresaltado.

Jacob estaba a unos pies de distancia y estaba mirando los cristales rotos que ahora cubrían el suelo a los pies de Jareth.

"Tu no deberías acercarte furtivamente así a las personas", le espetó Jareth.

"Me disculpo. Yo estaba tan intrigado por lo que hacías que no pensé en que podrías no haberme escuchado."

"Bueno, no te escuché", Jareth prácticamente gruñó.

"¿De dónde sacaste esa esfera de vidrio? Calvin, en el pueblo, ha estado tratando de hacer algo como eso hace años. Él quiere hacer un candelabro para su madre, pero no ha dominado el vidrio soplado para hacer la forma de una bola perfecta. Tu no puedes haberla obtenido de él."

"No la conseguí de él."

"¿Entonces de dónde?", le preguntó Jacob con curiosidad.

"Eso no importa. Ahora esta rota". Jareth sonó agitado.

"Tienes mis disculpas. No tenía intención de sobresaltarte." Jacob lució arrepentido.

"Lo que esta hecho, esta hecho. ¿Qué es lo que deseas?", le preguntó Jareth con un poco de frialdad.

"Tu esposa te esta buscando. Ella esta un poco preocupada." Le informó Jacob.

Jareth cabeceó y se alejó de Jacob avanzando a zancadas, yendo hacia la luz y el sonido de la celebración que aun continuaba.

Jacob observó irse a Jareth y luego miró hacia abajo al vidrio en el suelo, excepto que ya no era vidrio. Era algún tipo de brillo y de masa centelleante. Unos minutos después, se había ido completamente.

Jacob parpadeó y frotó sus ojos, preguntándose si estaba viendo cosas. Él había visto la bola de vidrio romperse en el suelo. Pero ahora había desaparecido.

Jacob se volteó y observó a Sarah correr hacia Jareth y abrazarlo. Repentinamente Jacob se sintió intranquilo.

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Después de unas horas más de risas, bailes y comida la fiesta finalmente estaba llegando a su fin. Thomas seguía bostezando, así como los niños de Abigail. Ellie y Abigail habían limpiado los platos con la señora Henry así que todos comenzaron a darse las buenas noches. Los músicos empacaron sus instrumentos en su carro y cabalgaron hacia la ciudad.

Sarah y Jareth siguieron a los Henry adentro de la casa. Jareth se apoyó más cerca de Sarah y le susurró seductoramente: "¿Qué prefieres, querida mía¿Tu cuarto o el mío?" Él sonreía con malicia y miraba fijamente a Sarah y ella sintió que se ruborizaba. Era muy evidente lo que él estaba preguntando.

"Ninguno de los dos".

Jareth y ella dejaron de caminar y miraron hacia el frente para ver al que había contestado la pregunta.

Jacob estaba parado con las manos en las caderas. "Ninguno de los dos", repitió.

"¿Como dijo?", replicó Jareth.

Jacob no dijo otra palabra, sino que simplemente hizo gestos a Jareth y a Sarah para que lo siguieran. Ellos lo siguieron con curiosidad, mirándose uno al otro de vez en cuando.

Jacob los condijo a través de la sala de estar, escaleras arriba al segundo piso y luego hasta el final del pasillo donde se localizaba una escalera que conducía al ático.

Sarah lo miró con expresión perpleja.

"No comprendo por qué nos has conducido hasta el final del pasillo."

Jacob simplemente sonrió y luego subió por la escalera hasta la puerta del ático. Él la abrió y dio un paso hacia adentro.

Sarah y Jareth se miraron uno al otro.

"Jacob, no tenemos tiempo para juegos tontos. Si no te importa, yo quisiera pasar algún tiempo a solas con mi esposa".

Jacob no contestó, y Jareth subió la escalera de dos en dos peldaños a la vez. Sus ojos se agrandaron al mirar detenidamente el ático buscando a Jacob.

"¿Qué sucede?", preguntó Sarah mientras lo seguía. Frunció el ceño, confundida, mientras miraba alrededor. La mayor parte de los trastos que habían estado en el ático habían desaparecido. Había sido limpiado y vaciado. "No entiendo ¿qué tiene que ver el ático con nosotros¿Quién lo limpió y por que esta aquí la cama de la habitación de Jareth? Y mi tocador." Ella apuntó al tocador de roble oscuro que había estado en su cuarto esa mañana.

"¿Qué significa esto?", preguntó Jareth.

"Esta es su nueva habitación. Siendo recién casados, yo asumí que ustedes desearían privacidad y aquí lo tendrán", Jacob sonrió.

"¿Cuándo tu hiciste... cómo... por qué?"

Jacob se rió cuando Sarah tropezó sobre las palabras.

"Hiciste esto durante la recepción¿no es así?", preguntó Sarah.

Jacob se rió. "Tu eres demasiado lista para tu propio bien. Sí, mi padre y yo trabajamos rápidamente para conseguir terminar. Comenzamos a limpiar el ático al principio de la semana cuando supimos de su compromiso. Mientras ustedes estaban ocupados disfrutando de su boda, nosotros hicimos los arreglos. Aún necesita algo de trabajo menor. Algo de color para alegrarla. También necesita limpiarse la chimenea para que puedan usarla durante las noches frías u... otras veces", Jacob vaciló.

"Este es un regalo muy atento", dijo Jareth con un tono complacido mientras miraba alrededor.

"De nada."

Jareth miró al hombre joven y cabeceó saludando.

Jacob miró fijamente con dureza por largo rato a Jareth antes de regresar el gesto. "Bien, estoy seguro de que ambos están cansados después del entusiasmo del día. Encontrarán que sus ropas y sus pertenencias están todas aquí. Um... Buenas Noches", saludó con nerviosismo.

Él giró para salir, pero no fue capaz de escapar de Sarah quien corrió hacia él y lo abrazó. Había lágrimas en sus ojos. "Gracias. Por todo", ella le dijo al echarse hacia atrás.

Él la saludó con la cabeza y le sonrió con tristeza. Él miró a Jareth otra vez, la confusión nublaba sus ojos antes de irse, cerrando la puerta detrás de él.

Jacob bajó la escalera hasta el pasillo. Se volteó hacia la puerta del ático y con un profundo suspiro fue hacia su propio cuarto.

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Jareth chasqueó los dedos y las velas sobre el aparador chispearon encendiéndose. Ellas inundaron la habitación con un suave resplandor anaranjado.

Sarah caminó por la habitación, inspeccionando su nuevo espacio. Estaba la cama, su tocador, una cómoda alta, así como un estante para libros, un escritorio y dos sillas.

Ella se detuvo delante de una de las pequeñas ventanas del ático. Una ventana daba hacia el oeste mientras que la otra miraba hacia el este. Estas necesitarían cortinas para evitar el sol, aunque pronto la decoración fue la cosa más apartada de su mente.

Su corazón comenzó a acelerarse mientras observaba la luz de la luna brillando sobre el pequeño estanque junto al pastizal contiguo. Ella podía oír el sonido de las botas de Jareth golpeando el piso de madera mientras caminaba hacia ella. Ella sabia lo que vendría después , y aunque ella y Jareth ya habían tenido sexo antes, no podía evitar sentirse nerviosa.

Jareth se detuvo a su lado, sus brazos rodearon su cintura mientras anidaba su cara en el hueco de su cuello. Él besó la suave piel y luego frunció el ceño mientras la acercaba más a él. "Estas tensa... ¿pasa algo malo?"

"N-no."

"Mírame," ordenó él con suavidad.

Sarah se volteó con lentitud y vaciló antes de mirarlo a los ojos.

Él la miró fijamente por unos momentos y no le gustó que ella apartara la mirada. Él levantó la mano hasta su cara y acarició su mejilla con el pulgar. Ella lo miró brevemente a los ojos otra vez.

"Estás nerviosa."

Ella asintió muy lentamente.

"No hay nada de que preocuparse, Sarah," él la calmó. "Hemos hecho esto antes."

Ella bajó la cabeza. "Lo sé," ella susurró.

Jareth alcanzó su barbilla y la levantó con los dedos. "Entonces¿qué es lo que te asusta tanto?"

Sarah tomó la otra mano de Jareth con la suya y posicionó la palma de él contra su estómago. "Esto es lo que me asusta".

Jareth asintió comprendiendo. Él bajó la mano de su cara. "Cierra los ojos."

"¿Por qué?", preguntó ella ligeramente alarmada.

"Sólo confía en mi. Cierra los ojos".

Sarah hizo lo que él le pidió y cerró sus ojos. Unos minutos después, sentía una sensación hormigueante en su sección media directamente bajo la mano de Jareth. La sensación se intensificó y luego desapareció.

"Ábrelos"

Ella lo hizo y sus cejas se unieron. "¿Qué fue lo que hiciste?"

"Alivié tus temores," le dijo él y retiró la mano. Su voz había tomado un tono seductor otra vez y el deseo brilló en sus ojos.

Sarah lo miró atentamente. "¿Es-eso es todo¿Es así de sencillo?"

Jareth asintió y la tomó de la mano. Le dio un ligero apretón antes de colocarla contra su pecho. Se acercó un paso y Sarah cerró los ojos mientras su rostro descendía hacia el suyo.

Los labios de él acariciaron los suyos levemente. Ella respondió instantáneamente a él, la mano que estaba a su costado se unió a la que estaba descansando en el pecho de Jareth.

Las manos de Jareth se deslizaron hacia abajo por el costado de Sarah y se emplazaron en la cintura de ella. Él la atrajo más cerca, desesperado por sentir el calor de su cuerpo contra el suyo. Unos minutos más tarde, él la condujo hacia la cama.

Después de hacer el amor, no se dijo ni una palabra y solamente se podía escuchar la respiración. La luz de la luna brillaba por la ventana desde el este y bañaba parte del cuarto en un misterioso brillo azul.

Los dedos de Jareth se deslizaron ligeramente por los pechos de Sarah y hacia abajo sobre su estómago. Él descansó su palma en su vientre, preguntándose si así era como se sentiría el crear a un niño. Su pulgar continuó moviéndose sobre la piel, y fue con gran tristeza que recordó el hechizo que había colocado sobre ella.

"De todas maneras es para siempre, no mucho más largo que eso...", pensó él.

Pensando en las posibilidades del futuro, Jareth sonrió contra el cuello de Sarah y se dejó llevar por el sueño.


Nota Traductor: Una vez más , mil gracias por el apoyo a Jenny Flint , y un saludo a rose rose .

Y si alguien desea conocer la versión sin editar, ya saben, escriban a mi e-mail .

Abrazos!