- VII -

Mulder estacionó su auto en las afueras del complejo que albergaba la clínica del Dr. Parenti. Hoy no había llovido como en los días anteriores, pero el clima amenazaba con cambiar muy pronto. Se bajó del auto y se dirigió al interior del edificio. Al llegar al consultorio, sintió como si su estómago hubiese decidido encogerse desde adentro, pero respiró profundamente y continuó.

"Hola, mi nombre es Fox Mulder." Dijo anunciándose a la recepcionista. "Tengo una cita con el Dr. Parenti." Esto último como un susurro, algo avergonzado de estar en esta situación.

"Fox Mulder, déjeme buscarlo en el sistema..." Dijo la recepcionista mientras tecleaba algunas entradas en la computadora. "Si aquí está. Tome asiento, ya lo anunciaré" Ella tomó el teléfono y, en un tono de voz que no pudo ser oído por Mulder, habló con una persona del otro lado de la línea mientras le dirigió una sonrisa.

Él estaba notablemente nervioso; había pasado todo el domingo meditando y tratando de asimilar todo lo que iba a pasar en los próximos días. Al llegar a la oficina ese día, Scully le había informado que ella había participado a Parenti de la decisión y que debía pasar por su oficina hoy en la tarde. 'Necesito que esto sea un poco más lento' pensó ante la acumulación de hechos que habían acaecido en las últimas 96 horas. La recepcionista se acercó a él.

"Señor Mulder, acompáñeme" Él la siguió por un pasillo que conducía a unos pequeños cubículos. La recepcionista le abrió la puerta a uno de ellos y le instó a entrar.

"Espere aquí y llene la historia, por favor. El Dr. Parenti vendrá en cualquier momento." Él se sentó en un sillón acolchado y ella cerró la puerta, dejándolo solo dentro del pequeño cuarto. Mulder miró a su alrededor cuando terminó de llenar las preguntas del formulario; un anaquel guardaba algunos recipientes vacíos y en la esquina algunas revistas que no pudo distinguir. Era un cuarto pequeño y, quizás poco iluminado, que le recordaba la oficina de la enfermería de su colegio. De repente se abrió la puerta, dejando entrar al Dr. Parenti.

"Sr. Mulder. Hola, soy el Dr. Parenti" Dijo acercándose y estrechando su mano. "Que bueno que ha venido tan pronto como le avisamos a la Srta. Scully. Es importante que comencemos inmediatamente con el procedimiento." Mulder lo observó mientras hablaba, pero su mente estaba nublada con la anticipación.

"Si, de eso precisamente quería hablar con usted" Comenzó Mulder acomodándose en el sillón, mientras Parenti revisaba la historia médica de Mulder. "¿Cuál sería exactamente el plan a seguir con esto?" Preguntó y Parenti levantó la vista.

"Bueno, ya hemos determinado que los óvulos son viables, el próximo acercamiento será realizar una intervención en la Srta. Scully que reparará algunos tejidos internos" Parenti explicó pacientemente.

"¿Y eso se hace normalmente en casos como este, no interviene con el proceso?" Preguntó Mulder extrañado. Scully no le había participado nada sobre alguna operación, pero en realidad tampoco habían discutido mucho acerca de los pasos a seguir.

"No se preocupe," Dijo Parenti con una expresión condescendiente. "este procedimiento se hace todo el tiempo en nuestra clínica, son solo precauciones." Parenti se levantó de su taburete, le facilitó un recipiente a Mulder y le hizo un gesto con los ojos. "Espero le guste nuestra selección de 'Literatura'." Y con una sonrisa cómplice salió del cubículo. Mulder se recostó del espaldar del sillón, observó el recipiente en su mano y luego las revistas.

'No es como que nunca habías hecho esto...' pensó tomando una de las revistas y luego regresando su vista al recipiente. 'lo único es que nunca habías tratado de "encestar" en un pote de plástico'. Respiró profundamente y concentrándose comenzó a hojear la revista.

El Dr. Parenti se dirigió rápidamente hacia su oficina privada con cierta expresión de anticipación en su rostro. De pronto una de sus asistentes, una mujer de estatura mediana, cabellos rubios y ojos marrones, lo tomo por el hombro y lo detuvo.

"Dr. Parenti" Dijo la mujer que vestía un uniforme de jefa de enfermeras; su respiración algo acelerada. "¿No me escuchaba? Lo he estado llamando desde que salió del cubículo 7" Le dirigió una mirada algo inquisidora, pero Parenti solo se excusó.

"Discúlpame, Brenda" Trató de cubrir su estado de ánimo con un rostro sobrio y profesional. "Es que tengo que hacer unas cuantas cosas rápido en mi oficina." La enfermera le dirigió una mueca cansada.

"Ok, pero no me ha dicho cuáles son los procedimientos a seguir con el caso de la Srta. Scully." Parenti le dirigió una mirada algo extrañada. "¿Debo llevar la muestra del donante de una vez al laboratorio o al almacenaje?" Parenti dejó salir un suspiro de alivio; por un minuto pensó que Brenda estaba inmiscuida en este asunto también.

"No. Colóquela en un dispositivo de transportación, inmediatamente" Dijo Parenti rápidamente y dirigiéndose a su oficina.

"¿No se va a hacer el procedimiento aquí?" Replicó Brenda, curiosa y extrañada.

"NO" Dijo Parenti algo autoritario, provocando el asombro de Brenda. Abrió la puerta de su oficina, entró y trató de cerrar, pero Brenda lo siguió indignada hasta el portal, esperando una respuesta a su actitud tan esquiva. Parenti le devolvió la mirada, primero con algo de dureza, pero se desvaneció al sostener la mirada de la rubia mujer.

"Discúlpame" Dijo casi en un susurro y en un tono mucho más personal. "Estoy algo estresado." Caminó hacia su escritorio y se sentó en su silla. "Por favor, has que no me pasen ninguna llamada." Ella se acercó hasta el escritorio.

"¿Qué vas a hacer con el Sr. Mulder?" Dijo Brenda señalando hacia el pasillo sutilmente. "¿No necesita más orientaciones?" Ella no comprendía la actitud de Parenti. Parenti negó con la cabeza.

"Ok, está bien." Dijo ella frustrada, llevando las manos al aire. "Como tu quieras..." Ella se fue de nuevo hasta la puerta y se disponía a salir, pero se devolvió hasta su escritorio, inclinándose hacia Parenti.

"Richard, no se en qué andas últimamente, pero..." Dijo ella en voz baja. "No me gusta para nada" Ambos compartieron miradas por algunos segundos, hasta que ella dejó salir un suspiro frustrado y abandonó el lugar tirando la puerta.

Parenti no podía contarle a Brenda de sus planes. Nadie los podía saber más allá de los que ya estaban involucrados, y que a su parecer eran muchos. Demasiadas personas que de marchar mal los planes morirían antes de ser dejados libres y continuar con la vida que alguna vez poseyeron.

No, no podía contarle; por más que acabara con su vida, esto era demasiado grande y peligroso. Tomó el teléfono e hizo la llamada.

"Espero que me tengas buenas noticias" Se escuchó por el auricular. La voz de C.G.B Spender era tranquila, pero a la expectativa.

"Todo va según el itinerario" Confirmó Parenti. "Según lo que pude percibir de él, no tienen ningún tipo de sospechas; aunque si me preguntó acerca del procedimiento."

"Es natural" Respondió el fumador. "No sería Fox Mulder sino desconfiara de todos, un colega me hizo el favor de crearle un poco más de paranoia. Espero que lo hayas despistado lo suficiente." Parenti estaba algo dudoso.

"Tuve que decirle que la intervención que haremos en Scully será un procedimiento de rutina en nuestra clínica para este tipo de eventos" Explicó Parenti. "Parecía no tener problemas con ello." Parenti esperó a que le dieran los próximos objetivos.

"Muy bien, asegurese que comencemos lo más pronto posible" Con esto el fumador terminó la llamada y lo siguiente que escuchó Parenti fue el tono de la línea del teléfono. Respiró profundo y esperó a que su asistente le indicara que todo estaba listo.

Scully dejó la oficina y aun Mulder no había vuelto del consultorio del Dr. Parenti. En realidad no habían acordado encontrarse de nuevo, pero ella esperaba poder verlo antes de ir a casa.

Mientras conducía su auto, en medio del embotellamiento característico de esa hora de la tarde, su mente se entretuvo muchas veces en la etapa que podría estar empezando en su vida. Encendió la radio y sintonizó el dial 100.7 FM. Inmediatamente escuchó la voz de la joven locutora que conducía el programa que estaba al aire en ese momento.

"Bueno, parece ser que la lluvia ha decidido que está aquí para quedarse, y aunque ha estado un poco despejado por una parte de esta tarde, los pronósticos para esta noche no son prometedores. La temperatura oscilará entre los 18 y 12 grados, dependiendo de dónde se encuentren amigos..." La voz de la locutora desanimó a Scully que ya estaba algo harta de la cola de carros frente a ella moviéndose a 3 Km. Por hora.

Scully retorció la mirada viendo hacia el cielo y observando los cúmulos grises y negros que se podían ver aun cuando ya el sol estaba poniéndose. Este clima, ciertamente no estaba acorde con su estado de ánimo; éste hubiese sido perfecto cualquier otro día, pero no hoy.

Ella estaba alegre, ansiosa y esperanzada; aunque su mejor criterio le hubiese dicho que era mejor no poner tantas esperanzas en algo que aun no era seguro, ella no podía evitar sentirse feliz. No era el simple hecho, aunque no era simple por nada, de que ella podría tener un hijo o hija en los próximos meses, sino porque dentro de ella algo había despertado por fin: La esperanza.

La esperanza de un mejor futuro, aunque sonara iluso; la esperanza de una nueva vida, aunque no fuese 100% factible; la esperanza de tener algo normal en su vida, aunque estuviese rodeado de anormalidades; y por último, y no por esto lo menos importante, sino todo lo contrario; Mulder estaba con ella y por más que lo hubiese querido, no había podido evitar abrir una puerta que había cerrado con muchos candados y cadenas.

Había sentimientos que no podía negar más; Mulder lo era todo para ella en más de un aspecto, pero el más notorio era el título de propiedad que tenía sobre su corazón. Justo en ese momento, el sonido de las cornetas la trajo de nuevo a la realidad; había un buen trecho de carretera vacío frente a ella. Debió haber estado en sus pensamientos por un buen rato.

La locutora seguía haciendo comentarios acerca de la situación económica del país y ella se disponía a cambiar la emisora, pero se detuvo al ver que estaban anunciando una canción.

"Para despedirnos, amigos oyentes, los vamos a dejar con esta canción antes que comience el noticiero estelar;" Scully se acomodó en su asiento una vez que ya el embotellamiento había recuperado su letárgico ritmo.

"El título es 'From this Moment' de Shannia Twain de su álbum del año pasado, titulado 'Come on Over'; que la disfruten y nos vemos mañana a esta misma hora y por esta misma señal. Este programa fue patrocinado por Tiendas Old Navy y Kauffman's, porque comprar es mejor con comodidad. Les habló Andrea Haley, Que tengan una muy buena noche." Scully sonrió levemente ante el anunció de la locutora, había escuchado esa canción algunas veces durante los viajes que había realizado en los últimos meses; interminables carreteras al lado del Mulder en un auto rentado que posiblemente había olido extraño.

Los acordes de la canción comenzaron luego de la música de despedida del programa y Scully se encontró musitando las primeras estrofas. La voz de Shannia comenzó su declaración:

"I do swear that I'll always be there. I'd give

anything and everything and I will always care.

Through weakness and strength, happiness and sorrow,

for better, for worse, I will love you

with every beat of my heart."

La música continuó y Scully la siguió tamborileando los dedos en el volante. No quería comenzar a cantar porque ni ella misma se soportaría y, además, siempre había criticado a la gente que parecía no importarle verse ridículos vociferando dentro de sus automóviles.

"From this moment life has begun

from this moment you are the one

Right beside you is where I belong

from this moment on

From this moment I have been blessed

I live only for your happiness

and for your love I'd give my last breath

from this moment on"

Scully sintió como si las palabras estuviesen taladrando en su corazón; nunca había sucedido así, nunca en otras oportunidades había prestado tanta atención a las oraciones que acompañaban esta música que muchas veces la había puesto a dormir. Ahora que lo pensaba, Mulder insistía en muchas oportunidades que no cambiara la estación cuando ella se quejaba que ya la había escuchado muchas veces.

"I give my hand to you with all my heart

Can't wait to live my life with you can't wait to start

You and I will never be apart

My dreams came true because of you

From this moment as long as I live

I will love you, I promise you this

There is nothing I wouldn't give

From this moment on"

¿Había querido Mulder decir algo cuando insistió tanto en que disfrutaran de esa canción? Su mente corría a mil kilómetros por hora sin oportunidad de frenar a diferencia de los autos frente al de ella, que no se movían ni un centímetro. Por más que quisiese, No quería embasurarse su mente pensando que la canción había significado algo más que un acompañamiento musical.

"You're the reason I believe in love

and you're the answer to my prayers from up above

All we need is just the two of us

my dreams came true because of you

From this moment as long as I live

I will love you, I promise you this

There is nothing I wouldn't give

From this moment

I will love you as long as I live

From this moment on"

Dos tímidas lágrimas comenzaron a brotar de los ojos de Scully como si trataran de no alertarla en el estado que había alcanzado, mientras sus labios habían decidido pronunciar palabra por palabra las estrofas; internalizando y desintegrando su significado para formar uno nuevo dentro de sí, hasta el momento que terminó la canción.

No podía más con esto, solo estaba desesperada por llegar a su apartamento y tirarse en la cama; estaba cerca de su salida, solo tenía que lograr llegar hasta ella. Sin pensarlo dos veces, golpeó la corneta de su auto, como si se tratara de una emergencia y por alguna razón esto causó algún efecto en los demás conductores que permitieron que ella avanzara los pocos metros que le impedían cruzar hacia Georgetown. Pisó el acelerador y no lo soltó hasta que pudo estacionarse delante de su edificio.

Tomó sus cosas y corrió en la lluvia hasta la puerta, sin descanso, aterrada por alguna razón; esa razón ni ella misma la sabía; Solo debía entrar de una vez por todas a su apartamento.

Luchó con las llaves en la cerradura y cuando cerró la puerta detrás de ella y soltó su maletín y chaqueta; se tiró en el sofá y por fin logró que su corazón empezara a bajar su ritmo. Su mente científica estaba tratando de controlarla, había sufrido un autentico ataque de ansiedad.

"Es solo causa de la anticipación y todas estas emociones" Se dijo, tratando de menospreciar el pequeño descubrimiento que había hecho y el efecto que había tenido sobre ella.

No podía dejar que emociones como esa la embargaran a tal grado en este momento. No lo podía permitir, porque, entre otras razones, ella no sabía que tan cierta podría haber sido su deducción y arriesgarse a averiguarlo de una forma más directa comprometería el futuro de muchas cosas, y pondría en peligro el actual estado de su relación con Mulder, cualquiera que ese estado fuera.

Trató de respirar profundamente pero su aliento se ahogó en medio de un sollozo, mientras más lágrimas se escaparon de sus ojos al cerrarlos y tratar de concentrarse en algo diferente; tenía que aclarar sus sentimientos de una vez por todas.

Se sentía ridícula al ahogarse en un vaso de agua, había pasado mucho tiempo desde que había bloqueado tales sentimientos, pero ahora resurgían con tanta fuerza que le valían tres centavos cualquier restricción; porque, como ahora, solo buscaba algo parecido a una vida normal.

Mulder entró a su apartamento y prácticamente arrastraba sus pies envueltos en sus empapados zapatos. Estaba exhausto, había pasado la última hora, por lo menos, en un embotellamiento infernal que le hizo preguntarse porqué demonios no usaba el subterráneo. Arrojó las llaves en la mesa y se dirigió a la cocina. Allí puso a calentar algo de chocolate para aplacar el frío. En su habitación, arrojó sus ropas húmedas y abrió el agua caliente de su ducha.

'Quizás se caliente antes de que termine de tomarme el chocolate' Hasta sus pensamientos estaban cansados. Había pasado demasiado tiempo en ese pequeño cuarto en la oficina del Dr. Parenti; aun cuando había pensado que le habría tomado solo unos minutos, su mente lo había traicionado. Ni las más insólitas revistas le habían ayudado, ni pensar en tantos videos porno había colaborado con la causa, se sentía presionado, acorralado por alguna razón; se sentía avergonzado de lo que al final había ayudado a que cumpliera su cometido.

-.-

No puedo creer que la haya utilizado de esa forma, pero después de todo, había pasado ya un buen tiempo pensando en las razones por las que estaba en ese lugar y, probablemente no me ayudó para nada; pero bueno, por lo menos hice lo que tenía que hacer. Ya el agua está lo suficientemente caliente, éste chocolate tendrá que esperar; espero que la ducha me distraiga lo suficiente para sacar tanta confusión de mi mente.

Nunca había pensado en Scully de esa manera... Ay, por Dios, Mulder ¿A quién engañas? Claro que si lo habías hecho, pero no con tanta profundidad.

Muchos de estos pensamientos me atacaban en las incontables oportunidades en las cuales había fijado mi vista demasiado tiempo en su trasero mientras se agachaba a recoger algo o se inclinaba sobre el escritorio; sin mencionar las muchas veces que pude dar una ojeada a su escote cada vez que se habría quedado dormida y su blusa insistía en mostrarme más de lo que ella hubiese deseado, no que yo me molestara.

Siempre había tenido la curiosidad de ver que podía hacer en el baño que tardaba tanto, o imaginaba entrar a su cuarto en los moteles que visitábamos y accidentalmente encontrarla desnuda o por lo menos envuelta en una toalla, con su rojizo cabello goteando agua que resbalaría por su pálido y suave cuello hasta la unión de sus senos; como quisiera ser agua para seguir acariciando lugares que... ¡Ay, demonios, se supone que esta ducha debería relajarme y está haciendo completamente lo contrario...! ¿ahora te despiertas, ah? ¿No podías colaborar un poco más cuando estábamos en ese cuartito? Nunca habías fallado, pero hoy de todos los días se te antoja dormir eternamente.

Es que ahora, enfrentándome a tanto, se me hace difícil distanciarme de las cosas preconcebidas en mi cabeza, como la misma idea de concebir un hijo, no debería ser así... es difícil ver a Scully como algo tan separado cuando la quiero tener tan cerca.

Mulder llegó temprano a la oficina; no había podido dormir en toda la noche torturado inclementemente por sus pensamientos de Dana Scully y temía que en el momento en el que ella atravesara esa puerta, todos esos pensamientos volvieran y no pudiera controlarlos. Respiró profundamente y en ese momento, como si lo hubiese ensayado, Scully llegó a la oficina.

Ella vestía unos pantalones azules que le quedaban un poco más ajustados que de costumbre, y al quitarse la chaqueta pudo ver que llevaba una camiseta blanca que se ceñía al cuerpo. 'Esto va a ser difícil' se dijo, culpando a sus previos pensamientos de su reacción ante la llegada de Scully.

"Buenos Días, Mulder" Dijo ella con una voz alegre. "Llegaste temprano hoy" Se sentó en la silla frente al escritorio de Mulder.

"Si, en unos minutos tengo que reunirme con Skinner" Dijo él, tratando de ocultar su distracción. "La revisión mensual. A ver si mi locura no ha avanzado un poco más..." El chiste divirtió a Scully, quien seguía sentada cómodamente frente a él.

"Espero que no hayas empeorado" Dijo ella entre una risa acallada. "Aunque, en estos tiempos, dudo que el entorno te ayude" Continuó Scully con una sonrisa. Hoy parecía mucho más tranquila alrededor de él en comparación con los días anteriores, lo que tranquilizó también a Mulder. Él se levantó de su asiento y se desenrollo las mangas para colocarse la chaqueta.

"Bueno, mejor me apuro..." Dijo mientras se acomodó la chaqueta y recogió algunos papeles. "Antes de que el calvo se sulfure" Dijo con una mueca que fue respondida por Scully con una expresión que le recordó un puchero malcriado.

"¿Ya?" replicó ella. "¿Me vas a dejar sola?" preguntó añadiendo un falso tono dramático que Mulder identificó como aquel que ella utilizaba en aquellos días que estaba de un humor muy particular.

"No me extrañes" Le dijo guiñándole el ojo. "Ya vuelvo" y salió de la oficina, dejando a Scully observando perdidamente hacia donde él había estado sentado.

Mulder presionó el botón del ascensor y esperó a que éste llegara, pero su subconsciente lo llevó a devolverse y averiguar lo que tanto deseaba, cuánto tiempo faltaba para el comienzo del "espectáculo". Se devolvió a la oficina y, apoyándose en el marco de la puerta, le siseó para llamar su atención, ella se volvió hacia él algo sorprendida.

"¿Cuándo es el día?" Preguntó algo dudoso. Ella lo miró cambiando su semblante a uno mucho más serio, pero ya no tan incómodo.

"Hoy deberían llamarme" Dijo ella. "Pero no se cuándo será. Ellos decidirán de acuerdo a lo que digan mis exámenes." Se levantó y se acercó a él, tomándolo de la mano y reafirmándolo en la preocupación que se comenzó a mostrar en su rostro.

"No te preocupes" Le dijo, aun tomándole de la mano mientras le acarició levemente el brazo, mirándolo a los ojos. "Quiero tener esperanzas; si nos preocupamos los dos, no lograremos nada." Él la miró a los ojos y dejó salir un respiro algo ahogado.

"Quiero estar contigo cuando suceda..." pidió Mulder con una expresión algo suplicante. "No quiero que esto sea algo en lo cual yo no participe... un poco más" Scully le dirigió una sonrisa y, llevando la mano que había tenido sujeta a sus labios, la besó tan tiernamente que hizo que una corriente eléctrica invadiera todo el cuerpo de él y que su pulso aumentara a niveles alarmantes, como cualquier roce de ella en su piel lo hacía.

"Gracias, Mulder" Dijo ella aun sosteniendo su mano. "Prometo avisarte" Ella soltó su mano y él se dirigió al pasillo de nuevo, dirigiéndole una sonrisa; el momento pareció interminable, hasta que ella le hizo señas de que debía irse ya.

Mulder tomó el ascensor mientras Scully, cruzada de brazos, examinó la punta de sus zapatos y con una sonrisa algo risueña y pícara, entró en la oficina para continuar con su día.

Spender conducía su auto por una de las transversales a la avenida Pennsylvania. El cigarrillo en su mano estaba casi apagado mientras él se concentraba en los autos frente al suyo. Su teléfono vibró en el bolsillo de su chaqueta.

"Spender" Contestó.

"El programa comienza hoy" La familiar voz del Dr. Lev le notificó. "¿Quiere que le avise de cualquier eventualidad o solo esperará por el resultado final?" Spender aminoró la marcha de su auto.

"¿Realizarán los dos procedimientos del día de hoy?" Preguntó intrigado.

"Bueno, si y no." Explicó Lev. "Decidimos tratar con un embrión, en caso de que la reinserción no funcione." Spender no estaba muy feliz con el cambio.

"Creí que ya habíamos acordado otra aproximación a este problema. ¿A qué se debe el repentino cambio de planes?" Spender no toleraba las acciones espontáneas de sus secuaces.

"La Dra. Gill nos indicó que tomaría mucho tiempo determinar si la reinserción se adaptaría de nuevo al cuerpo de Scully." Explicó Lev. "Dado el tiempo que ha estado fuera del cuerpo, yo considero que podemos tomar ambas posibilidades y evaluar cuál será la más exitosa en cuanto al tiempo de desarrollo."

"¿Aún estamos trabajando en función al más pronto resultado?" Preguntó el fumador.

"Aun estamos trabajando en función a eso, señor." La voz de Lev era algo temblorosa, pero en el fondo estaba convencido de que ésta era la mejor estrategia.

Spender terminó la llamada y continuó conduciendo mientras encendió otro cigarrillo. 'Los planes debían llevarse a cabo' Pensó mientras soltaba una bocanada. De alguna u otra forma debía lograr su acometida antes de que sus enemigos se les adelantaran.

Se detuvo mientras el guardia de la garita constataba su identidad, el portón se abrió y dejó pasar el sedán oscuro hasta los estacionamientos subterráneos de la Casa Blanca.