REALIZATIONS by Wishweaver.
Traducido por Ianthe.
Disclaimer: Ni Harry Potter, ni ninguno de los otros personajes, locaciones, o cualquier otra cosa mencionada en las obras de J. K. Rowling me pertenecen.
Capítulo 12 – Lo Que Tenemos Aquí Es Una Falta de Comunicación...
Sábado, 15 de Julio de 1995
Albus Dumbledore tenía una cierta reputación omnisciente en la comunidad mágica británica, y en el mundo en general. Incluso antes de que derrotara al mago tenebroso, Grindelwald, ya era conocido por su poder mágico, agudo intelecto y una atención meticulosa a los detalles. Simplemente había algo en él que inspiraba confianza. Quizás era la forma en que siempre parecía saber lo que sucedía a su alrededor, o la manera en que podía disminuir a cero las causas de los problemas. Quizás era su acostumbrado buen humor y su actitud de acción. Quizás era sus cristales de media luna, y su gusto por la música de cámara y a los bolos. Lo que fuera, le había ganado la fama y el respeto de muchos. Las personas tendían a lanzar suspiros de alivio y a sentirse casi infantilmente confiadas en que todo estaría bien, cuando Albus Dumbledore tomaba las cosas en sus manos.
Albus se sentía adulado por la confianza que tenían en él, pero en privado la consideraba un poco excesiva. Admitía libremente que estaba lejos de ser perfecto o infalible, pero seguía siendo cierto que era un mago excepcional. La mayor parte de las veces la confianza de la comunidad mágica estaba bien justificada. La mayoría de las veces se podía contar con que tomara la decisión correcta, que eligiera la línea de conducta apropiada, y que descubriera cualquier error que se hubiera cometido.
La mayoría de las veces.
Probablemente cerca del 90 - al 95 de las veces.
Pero no siempre.
Formidable como era, Albus Dumbledore no era inmune a un desliz ocasional, o a un descuido.
Desafortunadamente, la gente tiende a reaccionar mal, y es irracionalmente implacable cuando sus héroes se atreven a de mostrar que de hecho, son humanos.
El Director de Hogwarts examinó a sus huéspedes, con una inquietud cuidadosamente enmascarada, "¿Entonces, con qué puedo ayudarles?" preguntó suavemente, esperando disipar algo de la tensión. Por como parecían las cosas, podía ser que muy pronto tendría un pequeño alboroto en sus manos. El silencio se extendió en respuesta a su pregunta, hasta que Arabella lo rompió. Levantándose de su silla, puso el pergamino que llevaba sobre el escritorio de Albus. Era una hoja que Albus reconoció que mostraba la ubicación de Harry Potter, Estado: Desconocido. ¡¿¿Desconocido??
"El tío y la tía de Harry han dejado Privet Drive," anunció ella en forma tiesa, cuando Los azules ojos de DUmbledore buscaron los suyos. Sin hacer caso de las exclamaciones de shock de Rems, Sirius y Arthur, ella continuó, "llamé a Grunnings, la compañía de talados en que trabaja su tío. ¡Dijeron que Vernon aceptó un puesto en Australia!" ¡Cómo ha podido permitir que esto pasara! Parecía gritar su lenguaje corporal. ¡¿Por qué no sabía?!
Sirius abrió la boca para expresar su protesta porque Harry hubiera sido llevado fuera de Gran Bretaña, pero Arthur lo hizo a un lado, atropellando a todos con su vehemencia. "¡No Albus, es totalmente inaceptable! Harry debe venir a La Madriguera inmediatamente, y deben tomarse acciones legales para sacarlo del cuidado de esos muggles!" Poniéndose en pie y poniéndose juno a Arabella, mostró la "puerta de jardín" muggle que había llevado consigo. "Verano del 92, esa asquerosa excusa de tío suyo lo encerró en su cuarto! ¡Estas barras fueron colocadas en su ventana, y también apenas le dieron qué comer!"
La cara de Albus se ensombreció cuando las sospechas que tenía sobre Harry desde algunos días atrás regresaron. ¡Maldición! Se había permitido que los distrajeran las noticias del chico sobre su conexión de su cicatriz, y no había prestado atención al problema como pretendía. "¿Por qué me dices esto hasta ahora?" exigió saber, sorprendido, de que Arthur Weasley se guardara algo tan importante.
Arthur suspiró pesadamente y se pasó una mano por su cansado rostro. "Porque yo mismo acabo de descubrirlo," dijo, su voz enronquecida de cólera y auto reproche. "¡Me siento como un idiota!" gruñó, haciendo que Sirius y Remus intercambiaran miradas nerviosas. Weasley generalmente era tranquilo y bien comportado. ¿Qué en la tierra lo había sacado así de sus casillas?
"Tal vez deberías volver y comenzar por el principio," sugirió con suavidad Dumbledore, indicando al Sr. Weasley y a la señora Figg que volvieran a sus asientos, y ambos asintieron, manifestando estar de acuerdo.
"Muy bien," dijo Arthur, dejándose caer nuevamente en su asiento, entre Remus y Arabella. Hizo una breve pausa, para ordenar sus pensamientos, después comenzó. "Supongo que el punto natural de partida es el primero de Septiembre de 1991. Molly y Ginny llevaron a los muchachos al expreso de Hogwarts. También se encontraron con Harry Potter y lo orientaron hacia la plataforma 9 ¾. Yo no pude acompañarlos a la estación del tren ese año, pero igual me enteré de todo cuando llegué a casa," dijo Arthur, sonriendo indulgentemente mientras que sus ojos marrones brillaban al recordar la brillante sonrisa de su hija. ¡Mamá le dijo cómo llegar a la plataforma, papá, pero yo lo deseé suerte!
"Ginny estaba tan excitada que se olvidó de estar triste porque todos sus hermanos se habían ido a la escuela. Aunque Molly estaba un poco preocupada," continuó Arthur, sin hacer caso del suave resoplido de Snape. "Cuando le pregunté, se encogió de hombros, y dijo que probablemente no era nada, pero que había visto varias cosas en Harry que le parecían extrañas. No estaba acompañado, no le habían dicho cómo llegar a la plataforma, y su aspecto no era el que uno podría esperar. Ella estaba especialmente sorprendida por los lentes rotos y sus ropas tan usadas y grandes;" dijo Arthur, moviendo los dedos.
"Lo hablamos y decidimos que probablemente la familia muggle de Harry tenía problemas financieros. Eso no explicaba totalmente las cosas, pero era la única solución en que podíamos pensar, y ciertamente podíamos comprenderlo. Incluso Ron lo notó. Mencionó en una carta que Harry nunca recibía correo de su casa, y le preguntó a Molly si podría incluir algo para él cuando enviara el paquete anual de Navidad. Encontramos esto algo extraño, pero pensamos que tal vez los muggles tenían dificultados, o no querían aprender a utilizar el correo lechuza. Siempre teníamos alguna explicación." Al llegar a ese punto Arthur se detuvo por un momento y se limpió el rostro. "Descubrí el verano pasado, cuando fui a recoger a Harry, que esos muggles de hecho viven muy confortablemente. Incluso desahogadamente."
Mientras escuchaba la historia de Arthur, una horrible sospecha comenzó a formarse en la mente de Arabella. Puesto que ella había cuidado a menudo a Harry mientras crecía, se las había arreglado para darle pequeño regalos en las vacaciones de Navidad. Petunia generalmente dejaba a Harry con ella por lo menos una vez mientras que la Navidad se acercaba, lo que le iba bien a Belle. Le daba la oportunidad de darle al niño su regalo sin tener que darlo uno a su latoso primo. Sus regalos nunca eran nada grande o extravagante: algunas galletas o dulces (a Harry le gustaban especialmente las barras de chocolate Mars), una pequeña caja de crayolas, un cuaderno para iluminar, o algún juguete de plástico barato. No era nada, realmente, pero Harry siempre actuaba como si le hubiera regalado el mundo un una bandeja. Generalmente la correspondía con algún dibujo u objeto que hubiera hecho en la escuela.
No le había dado nada en los últimos años, porque se suponía que era una muggle, y como tal, no debía saber de Hogwarts. Dios querido. ¿Eran sus lamentables presentes los únicos regalos de Navidad que tenía el muchacho? No, eso no podía ser. ¡No podía ser cierto! "¿Me estás diciendo que no recibía nada de los Dursley?" preguntó débilmente.
"Le enviaron un poco de dinero muggle el primer año," respondí gravemente Arthur. "0 peniques, creo. Ronal estaba fascinado con eso, así que Harry le dejó quedárselo. Lo recuerdo porque Ron me lo enseñó cuando volvió a La Madriguera en las vacaciones de verano."
La señora Figg parecía un poco pálida, así que Arthur le dirigió una sonrisa tranquilizadora. "Recibe regalos de sus amigos y Molly siempre lo incluye cuando envía el paquete de Navidad para nuestros chicos. No es mucho, pero siempre escribe una nota de agradecimiento, y se asegura de agradecerle otra vez cuando la ve en la estación del tren al final de curso."
"Sí, " dijo Belle débilmente, "también se mostraba siempre muy agradecido por los pequeños regalos que le hacía."
Arthur asintió, después frunció un poco el ceño mientras regresaba en el tiempo. "Antes del segundo año de Ron y Harry, Ron le pidió permiso a Molly para invitar a Harry a que nos visitara, y ella accedió casi de inmediato. No había recibido una buena impresión de Vernon Dursley cuando lo conoció en la plataforma de King's Cross."
"Ron le escribió varias veces a Harry, pero él nunca respondió." Arthur se detuvo como pensando algo. "En ese entonces no le puse mucha atención. Tal vez había ocurrido algo. Tal vez había cambiado de opinión. Tal vez era lento en contestar su correo. Tan sólo tenían doce años, después de todo, y en ese entonces pensaba que Harry debía tener una vida hogareña maravillosa. Incluso si no eran ricos. Su familia sin duda debía quererlo mucho."
"Una mañana a principios de Agosto, llegué a mi casa después de una noche particularmente agotadora en el trabajo, y me encontré a una persona extra en mi casa. Ron y los gemelos habían seguido preocupándose por Harry, así que se levantaron de la cama y lo trajeron desde Surrey en un coche muggle con el que yo estaba jugando. Encontré esto en mi cobertizo ésta tarde," explicó Arthur, señalando las barras con extremo desagrado. Se pasó una mano por su escaso cabello rojo, y después procedió a contar cómo sus hijos habían rescatado a Harry después de encontrarlo encerrado en su cuarto. Cuando terminó, incluso Snape parecía estar en shock.
"Entonces, ¿exactamente cómo fue que las barraspasaron a ser de tu propiedad, Arthur?" preguntó Albus con curiosidad.
"Ron las metió en el coche a toda prisa, así que las trajeron consigo. Evidentemente despertaron a la familia de Harry, y su tío no estaba nada contento. Lo muchachos no querían que Molly supiera que habían salido, así que escondieron las barras en mi cobertizo cuando llegaron a La Madriguera." Arthur se detuvo por un minuto y se limpió levemente el rostro."Tengo un montón de cosas en mi cobertizo, así que eso no fue difícil. Los muchachos planeaban decirle a Molly que Harry había llegado durante la noche, pero ella era demasiado rápida para ellos. Notó que habían salido, y estaba esperándolos cuando volvieron.
"¿Lo estaba, en verdad?" preguntó Dumbledore, sonriendo a pesar suyo al hacerse una imagen mental. Molly Weasley podía ser absolutamente intimidante cuando se lo proponía.
"Oh, completamente," dijo Arthur con una sonrisa pesarosa a peras suyo. "Estaba lívida, por supuesto. Los muchachos trataron de decirle que el chico estaba encerrado y muerto de hambre, pero ella no les hizo caso. En ese tiempo, ella asumió que era otro cuento tonto que habían compuesto los gemelos, y realmente no puedes culparla. Cerca de la mitad de lo que dicen son tonterías. De todas formas, después de regañarlos, los metió a la casa y les sirvió el desayuno. Todo el asunto se olvidó y nunca volvimos a recordarlo. Hasta hoy, Harry nunca dijo nada sobre eso – a nadie. Ron dijo que casi se había olvidado de las barras hasta ahora que las encontramos." El mago guardó silencio cuando terminó su historia, y el silencio no se rompió inmediatamente.
A la larga, se escuchó una voz. "Entonces era por eso, gracias, Arthur. Me lo había preguntado."
Todos se volvieron a mirar la cara de Sirius Black. Arthur posó saliva, un poco nervioso por la mirada de mortal calma en el rostro del otro hombre. "¿Preguntado qué, Sirius?" preguntó vacilante.
"Por qué es que Harry aceptó tan rápidamente mi invitación para vivir conmigo," dijo Sirius en tono neutro. "En ese entonces me lo pregunté, pero estaba tan contento, que no me importó."
"Sentía que necesitaba hacerle esa oferta, " continuó, "porque James y Lily me habían designado como su guardián. Me imaginaba que querría quedarse con sus familiares, y que lo más que podía esperar era una visita ocasional. Era virtualmente un extraño para él, después de todo, y no nos conocimos en las mejores circunstancias."
"Harry todavía creía que Sirius había traicionado a su familia," les comunicó Remus cuando Arabella y Arthur parecieron un poco confundidos. "No hagas encolerizar al muchacho su puedes evitarlo. Tiene un genio impresionante cuando está motivado."
"Y un buen puño derecho," murmuró Sirius, tocándose distraídamente ese lado de su cabeza. Abruptamente salió de su shock. Remus lo advirtió y le puso una mano tranquilizadora sobre el brazo, pero Black logró controlarse a sí mismo. Su mirada iba de Albus a Arthur y a Arabella con un brillo peligroso en sus ojos. "Harry ha admitido que no él y su familia muggle no son precisamente cercanos, pero de lo que están diciendo..." se cortó, y después se volvió hacia Dumbledore con los ojos ardiéndole. "¿Debo entender que mi ahijado creció en una casa donde lo maltrataban y nadie se dio cuenta?"
"Así parece," dijo Dumbledore débilmente. "Aunque creo que Harry recibió una advertencia del Departamento Contra el Uso Incorrecto de la Magia ese verano. Es posible que su tío exagerara un incidente aislado."
"No, eso no suena bien, " dijo Sirius, frunciendo el ceño mientras que trataba de recordar. "Vï a Harry y a su tío el verano antes de su tercer año." Cerró los ojos, tratando de concentrarse con más fuerza, después soltó un sonido de exasperación. "Estaba en mi forma de perro en ese entonces... me es difícil recordar."
Snape se levantó precipitadamente de su silla, y se dirigió a la chimenea del Director. "Tan sólo un momento," dijo, entrando en las llamas con una especulativa mirada en el rostro. Dos minutos después, regresó llevando un pequeño frasco que contenía cerca de una cucharada de un líquido anaranjado. "Aquí," dijo concisamente, dándoselo a Black. "Es la poción de memoria que quiere Voldemort. Veamos cuáles son las posibilidades de que tenga éxito al suministrársela a Pettigrew, ¿te parece?" Cuando el Animago dudóm gruñó irritado. "Es perfectamente segura, Black. ¡No soy la bastante tonto para envenenarte en un cuarto lleno de testigos!"
Sirius lo miró por un momento, pero se conformó cuando Dumbledore lo animó con un movimiento de cabeza. "¡Alégrate!," le dijo a Snape sarcásticamente, antes de beberse el frasco y hacer una mueca ante el sabor. Después de unos momentos, pudo sentir la poción hacer efecto. Tardíamente, deseó haber preguntado qué podía esperar.
"Sentirás un poco de desorientación al principio," dijo el maestro de pociones tranquilamente, cuando vio la mirada interrogante de Remus cuando Sirius cerró los ojos y se movió levemente en la silla. "La poción estimula los centros de memoria del cerebro, haciendo accesibles incluso los recuerdos más vagos. La invasión inicial al pensamiento puede ser un poco abrumadora – probablemente el doble para Black, considerando cuánto le es territorio desconocido." Se movió para colocarse enfrente de Sirius antes de que nadie pudiera decir algo. "¿Puedes oírme Black?" le preguntó. "Vamos, hombre. Concéntrate."
Sirius, por su parte, miraba con algo de temor, cómo las imágenes de su vida comenzaban a salir a la superficie. Era extraño que no hubiera muchos recuerdos recientes. En vez de eso, se encontró recordando su juventud, algunas vagas impresiones de su infancia.
"¿Puedes oírme, Black? Vamos, hombre. Concéntrate.
Con esfuerzo, Sirius trató de enfocarse en la voz que le hablaba. Era una sensación extraña, como tratar de nadar a la superficie de una piscina muy profunda. "Te... te escucho," masculló. "Excelente. Ahora, Black, necesito que te concentres en la primera vez que viste a Potter."
"¿James...? Nos conocimos en el Expreso de Hogwarts."
"No, el hijo de James. Harry Potter."
"Oh, sí. Harry." Profundamente sumergido en el recuerdo, Sirius esbozó una enorme sonrisa, y alzó las manos como si tuviera apoyada en ellas la cabeza de un bebé. "Linda cosita. Acaba de nacer hoy. Inteligente, también. Ya conoce a su Tío Paddy."
Snape se apretó el puente de su nariz y resistió el impulso de jurar, mientras que sus compañeros sonrieron ante la expresión dulcificada del rostro de Sirius. Ni siquiera podía acusar a Black de hacerse el idiota apropósito. Había olvidado cuán malditamente precisas tenían que ser las preguntas cuando se utilizaban las pociones de memoria o de la verdad. Los métodos de intimidación que le eran tan útiles cuando interrogaba a los estudiantes estaban muy frescos en su memoria. Oh, rayos. Si tenía que cometer errores tontos, por lo menos lo estaba haciendo en terreno seguro. Voldemort no sería tan tolerante.
Re - enfocándose en Black, lo intentó de nuevo. "Todavía estás muy lejos. Piensa en la primera vez que viste a Harry Potter, después de que escaparas de Azkaban. Estabaa en Surrey. Estaban en tu forma de perro. Habías encontrado el vecindario."
Sirius funció el ceño. "Sí. Quería ver cómo estaba antes de ir tras Pettigrew. Sabía más o menos dónde vivía Petunia." Conforme se sumergía en sus recuerdos, las observaciones de Sirius comenzaron a ser más entrecortadas, y la influencia canina se volvió más clara. "Estaba oscuro. Sabía que tenía que estar cerca. Comenzaba a percibir olores: ¡gatos, Arabella, y Harry! Su olor había cambiado un poco, pero lo reconocí de todas formas." La voz de Sirius se oía un poco sorprendida ante esto.
"¿Qué pasó cuando encontraste la casa?"
"Me escondí en las sombras. No quería ser visto. Escuché voces. Un hombre hablando en voz alta. Gritos. '¡Ven aquí! ¡Regresa y arregla lo que has hecho!' Un chico. ¡Es Harry! Habla muy bajo, no lo escucho todo. Algo como 'Se lo merecía. No te acerques'. La puerta se abrió y pude oírlos, verlos y olerlos a ambos. Miedo. Rabia. Tensión. Sangre."
"¿Sangre?" preguntó Snape prontamente, mientras que los otros se preparaban para lo peor. "Sí. El hombre," sijo Sirius para sorpresa de todos. "Sagraba de su pierna, tenía los pantalones rasgados. Escuché a otro perro y voces adentro. Asustado. Confuso. Obviamente había sucedido algo. Creo que el perro se asustó y mordió al hombre."
"¿Y qué de Potter? ¿Estaba herido?" "No. Alerta. Furioso, pero no herido. Apuntó a su tío con la varita, haciéndolo retroceder. Le dijo, 'Me voy. Ya he tenido suficiente,' y se fue, tenía su varita en una mano, la jaula de Hedwig debajo del brazo, y arrastraba su baúl detrás de sí."
"Eso debió de ser cuando Harry infló a su tía," precisó Arthur. "Nunca supe la historia completa detrás de eso."
Snape asintió, después se volvió de nuevo hacia Black. "¿Qué hiciste a continuación?"
"Seguí a Harry. Se alejó lo más que pudo, cargando todo aquello. Debe haber sido la adrenalina. Finalmente se detuvo. Para entonces parecía más asustado que enojado. Esperé a ver qué hacía. Me preguntaba si sería inteligente acercarme, pero él me detectó primero. Alzó su varita para hacer un Lumus, y accidentalmente convocó al Autobús Noctámbulo."
"Sí, es cuando Harry terminó en el Caldero Chorreante por las últimas dos semanas del verano," se dio cuenta Arabella.
"Eso es suficiente, Severus," dijo Dumbledore. "¿Hay algún antídoto?"
Asintiendo, el maestro en pociones sacó otro frasco del bolsillo de su túnica y lo puso en la mano de Sirius.
"Eso no suena como el Harry que conozco," se aventuró a decir el Sr. Weasley, mientras esperaban que el antídoto hiciera efecto. "Generalmente es muy amable y domina su temperamento. No creo haberlo oído levantando su voz enojado."
"Yo sí," comentó Remus, "pero tienes razón. No es un comportamiento normal. De hecho, es un indicador de Harry siendo provocado al extremo."
Albus juntó sus dedos y frunció el ceño pensativamente. "¿Harry ha pasado una buena cantidad de tiempo en sus casas? Preguntó a Arthur y a Arabella. Cuando asintieron afirmativamente, continuó, ¿Alguno de ustedes ha observado algún tipo de heridas o de comportamiento inusual?"
La bruja y el mago a los que se dirigía, intercambiaron una mirada de shock, antes de negar con la cabeza. "No, en lo absoluto," dijo suavemente Arabella. "Lo ví de vez en cuando con algún arañazo o golpe, pero la mayoría de las veces, no tenía heridas y no estaba enfermo. Oh, espera," dijo, chasqueando los dedos, "una vez tenía un brazo roto, cuando tenía como tres o cuatro años. Petunia me dijo que fue un accidente. Recuerdo, porque cuidé a Dudley mientras que ella llevaba a Harry a que le quitaran el yeso," terminó, arrugando la nariz inconscientemente enfadada.
"Ah, sí. Un individuo encantador, aquél, " dijo Arthur, con un sarcasmo no característico que se adivinaba en su voz. "Lo conocí el verano pasado," dijo en respuesta a la ceja alzada de Sirius. "Los gemelos le plantaron uno de sus caramelos de broma para que lo encontrara. Se lo comió y las cosas se salieron totalmente de control. Era un simple encantamiento aumentador. Lo arreglé en un instante una vez que finalmente me permitieron acercarme al muchacho. Eran totalmente irrazonables, todos ellos. A Harry se el debería conceder una Orden de Merlín, de primera Clase por soportarlos tan bien cómo lo hacer. ¡Ni siquiera iban a decirle adiós!"
Arabella asintió sin hacer comentarios, entonces frunció el ceño, mientras que se concentraba. "Sabía que las cosas no eran perfectas para Harry," dijo lentamente. "Vernon y Petunia siempre favorecían a su propio hijo. Lo noté la primera vez que los observé, pero Harry acababa de llegar. Esperaba que tan sólo necesitaran un tiempo para acostumbrarse."
"Llamé al Ministerio algunas semanas después, y colicité que enviaran a alguien para checar a Harry. No había tenido tanto éxito como esperaba en hacerme amiga de Petunia. Parecía contenta de simplemente utilizarme como un servicio de niñera de vez en cuando. Traté las aproximaciones usuales: hablarle cuando me la encontraba en público, invitarla al té..." la señora Figg se encogió de hombros y siguió hablando.
"El Ministerio envió a un asistente Junior para checar a Harry. Fue conmigo cuando llegó a la vecindad y se detuvo después de su visita a la casa. Parecía muy impresionado por la protectividad de los Dursley. Evidentemente, escondieron a Harry y lo echaron de la casa una vez que se identificó como un mago."
Dumbledore frunció el ceño. "Creo que tengo ese informe," la interrumpió, buscando brevemente en su escritorio, y sacando una carpeta grande, llena de pergaminos. "Aquí está," anunció después de hojear brevemente entre los documentos. "Habla de que logró llegar al punto asignado, fue con la señora Figg, y se dirigió hacia Privet Drive," resumió Albus mientras exploraba el papel. Cuando llegó a los párrafos que detallaban la visita, comenzó a leer en voz alta:
El Sr. Harry Potter ha sido puesto en un hogar muy aseado, bien cuidado. Su tía, la señor Petunia Dursley, parece ser una madre muy cariñosa. Su propio hijo es un muchacho muy robusto, que parece crecer muy bien bajo su cuidado.
Interactué muy poco con el joven Sr. Potter mientras que su tía preparaba el té. Era más reservado y tímido que el chico Dursley, pero como su primo, estaba limpio y vestido en ropas apropiadas para el clima. No pude ver ningún tipo de lesiones o de tensión nerviosa excesiva, y aunque me sonrió dulcemente cuando le hablé. Noté que no parecía llevarse bien con su primo, pero esta observación se basa en una visita muy corta
La visita fue asombrosamente bien hasta que me identifiqué como un mago del Ministerio. No le habían advertido que haría esta visita, por supuesto. Además, no le había dicho al principio el asunto que me llevaba a su casa, queriendo tener ocasión de observar la casa en su estado normal. El efecto que mi identidad tuvo en ella fue que le inspiré miedo. Agarró al Sr. Potter y lo encerró en una alacena debajo de las escaleras, y colocó a su propio hijo detrás de sí, después se enfrentó conmigo.
No creo haber visto una determinación tan fiera. Me miraba de una forma parecida al odio, me pidió que saliera de su casa y exigió que permaneciera alejado de su familia. Traté de explicar que se trataba tan sólo de una revisión rutinaria para asegurar el bienestar del Sr. Potter, pero tan sólo la hizo enfadar más. Se refirió a los "de mi tipo". Supongo que se refería a los magos. Creo que sus palabras exactas fueron. "Es por causa de ustedes y el resto de los de su tipo que él está aquí! ¡No debería estar aquí! ¡Debería estar con los de su propio tipo!" Por eso asumo que se refería al Sr. Potter y la desgraciada traición a sus padres. Parecía lamentar que hubiera fallado el plan para proteger a los Potter de Quien – Ustedes – Saben.
Intenté tranquilizarla, diciéndole que estaba muy bien protegida, y que yo no era un mago tenebroso, mientras que ella me escoltaba hasta la puerta, pero ella no me hizo caso. Me informó que no quería saber nada de mí y exigió que yo y los de "mi tipo" permaneciéramos alejados. Dijo que "Lily fue lo bastante tonta para confiar en ustedes, ¡y mire qué sucedió! ¿No voy a tenerlos dando vueltas por aquí y poniendo a mi familia en riesgo!"
Para entonces habíamos llegado a la puerta. Exigió que me fuera y no volviera nunca. Me fui, naturalmente, no deseando agitarla más. El Sr. Potter no parece estar en ningún peligro inmediato, y basado en mi interacción con su tía, me atrevo a recomendar que la interacción entre el Ministerio de Magia y la familia Dursley se mantenga al mínimo. Cualquier pregunta respecto a éste asunto debe dirigirse a la señora Arabella Figg. La seguridad estipula que me pondrán bajo un encantamiento de memoria para borrar la localización del Sr. Potter.
"Sí. Eso fue lo que me dijo." Arabella alzó la cabeza cuando Albus terminó su lectura. "Lo dejaban conmigo cuando la familia salía de excursión -- parecía estar de acuerdo con lo que me habían dicho. No lo aprobaba, pero pensé que tan sólo estaban sobreprotegiendo a Harry. Todavía recuerdo la mirada que me lanzó Vernon una vez que sugerí que se llevaran a Harry consigo. No creo que pretendiera que lo oyera, pero murmuró algo como '¿Y arriesgarse a que arruine todo?' Pensé que seguían tomando precauciones para no ser atacados, pero no podía tranquilizarlo, puesto que se suponía que era una muggle. Parecían casi tener fobia a la magia. Petunia me dijo una vez cómo había tirado un libro de cuentos de hadas. Tenía miedo de admitir que era una bruja...." La voz de Arabella se apagó y se encogió desesperadamente de hombros, mientras que se golpeó la frente cuando la verdad la asaltó de golpe. "¡Lo han resentido! ¡Lo han resentido todo este tiempo! ¡No puedo creer que fuera tan ciega!"
"Un error común de los Gryffindor," dijo Snape, pero su voz carecía de su dureza acostumbrada. "Los Gryffindor y los Hufflepuff generalmente no son buenos para darse cuenta de sutiles pistas, y a leer entre líneas, como los Ravenclaw y los Slytherin. Quieren cree que todos tienen las mejores intenciones."
"¿Qué contigo, Arthur?" preguntó el Director, después de sopesar en silencio las palabras de Snape. "¿No notaste nada inusual cuando Harry se quedó contigo?"
"Bueno, Molly siempre decía cuán educado, era," respondió cuidadosamente el pelirrojo. "Podría ser mejor preguntarle a ella, puesto que pasó más tiempo cerca de él. Yo tan sólo he notado que él es tranquilo, paciente, se hace útil, bien comportado... si acaso, él es demasiado bueno. Yo estaba un poco preocupado cuando Ron comenzó a pedir que lo invitáramos a quedarse con nosotros. Pensé que podría estar un poco -- acostumbrado a que lo trataran en forma especial, pero ése no era el caso. Parecía confundirse con el entorno. La mayor parte del tiempo apenas te das cuenta de que está allí. La única vez que nos causó preocupaciones fue cuando él y Ron se asustaron y cogieron mi viejo Ford Anglia cuando no pudieron pasar la barrera a la plataforma 9 y ¾ hacia el Expreso de Hogwarts."
"Bien, creo que entre el estado de Harry en el reloj localizador, el hecho de que tiene en su poder un traslador de la Orden, y lo que acaban de reportar, es seguro asumir que Harry o está actualmente el peligro."
"¿Estás sugiriendo que dejemos a Harry con los Dursley? Exigió saber Arabella, sorprendida.
"No estoy sugiriendo nada de ese tipo," respondió Albus, irritado. "Tengo un colega de la Confederación Internacional de Magos, que reside cerca de Perth. Estoy seguro de que le complacerá ayudarnos a localizar a la familia de Harry y a chocarlo por nosotros. De cualquier forma, son...;" Dumbledore contó brevemente con sus dedos, "... actualmente las 2:00 de la mañana en Perth en este momento. Si tenemos motivos para pensar que Harry corre peligro físico inmediato, lo despertaré ahora. Si no, podría dejar la llamada para una hora más civilizada. De hecho, acabo de recibir un informe de Harry." Alzó el informe que acababan de enviarle y se lo pasó a Sirius.
El ex – convicto sonrió felizmente cuando comenzó a leer, pero pronto frunció el ceño, preocupado. Remus, Arthur, Arabella y Severus también se acercaron para poder leer.
"Si puede ser, Director," dijo Snape cuando hubo terminado, "podríamos utilizar esta situación para nuestra ventaja."
Cinco pares de ojos se volvieron hacia él. "¿Cómo es eso, Severus?" preguntó Dumbledore.
"Las circunstancias de Potter pueden no ser ideales, pero estamos de acuerdo en que está bien por ahora. ¿Correcto?" Cuando sus compañeros asintieron, Snape continuó. "Venía a decirle, antes de que verme desplazado por esta manada de Gryffindors, la poción de memoria está terminada. La entregaré en un rato. Si la reacción que obtuvimos de Black es un indicio, Voldemort podrá sacar cualquier información que desee de Wormtail." Snape se volvió hacia Arthur Weasley. "¿Dices que tus hijos fueron a Surrey a recoger a Potter en el verano del 92?"
"Sí."
"Y en ésa época, ¿Wormtail todavía estaba en tu casa, haciéndose pasar por rata?"
"Sí. Scabbers. Él era la mascota de Percy, y después la de Ron."
"Voldemort está planeando un ataque a Potter. Incluso él se da cuenta," dijo Snape con desprecio, arrancando de un tirón el pergamino de las manos de Black. Se dirigió nuevamente a Arthur. "Me doy cuenta de que tú no puedes responder con certeza, pero ¿es razonable asumir que tus hijos discutieron su ruta delante de Wormtail?"
"Oh, con toda seguridad. Ron casi siempre tenía a Scabbers con él."
"¿Así que crees que Wormtail sabe la dirección de Harry?" dijo Remus, aturdido, "¿Y que Voldemort va a usar la poción para averiguarla?"
"Es una posibilidad muy definida. Sin embargo, si la casa está vacía, podríamos arreglar una pequeña operación," sugirió Snape. "Entre Potter y el propio Albus, deberíamos saber su mis sospechas son ciertas. Luego, podremos enfocarnos en determinar cuándo ocurrirá el ataque, Podemos hechizar la casa, para que nadie la compre, por lo menos a corto plazo. Así el riesgo de muertes disminuirá drásticamente ante el ataque a una casa vacía."
Sí, y seremos muy afortunados si cierta rata esta con ellos," agregó Remus, dando un codazo a su amigo. "Vamos, anímate Sirius, el plan tiene su mérito y podríamos atrapar a Wormtail. Si Harry ha sobrevivido hasta ahora, bien puede esperar una cuantas horas."
"Muy bien, entonces, " dijo Albus, quien era la propia imagen de la determinación, "Vamos a trabajar."
Saludos y gracias a todos. Perdonen el retraso. Se murió mi internet y no tenía modo de actualizar.
Si se llevn mi computadora a servicio, probablemente tenga problemas en actualizar la proxima semana, aunque espero que no sea así.
Gracias a Gandulfo, Maniática Lovegood, Remus-lupin-Blak-darkq, Kat basted, urisk y the angel of the dreams por sus reviews.
Ianthe
