REALIZATIONS by Wishweaver.

Traducido por Ianthe.


Disclaimers/Credits: Disclaimer: Ni Harry Potter, ni ninguno de los otros personajes, locaciones, o cualquier otra cosa mencionada en las obras de J. K. Rowling me pertenecen.

La lectora beta de Realizations es Bored Beyond Belief, muchas gracias por todo.


Capítulo 24 - Conversaciones

Sábado 22 de Julio de 1995.

"¡Hermione¡Tienes una lechuza!"

"¡Gracias, Mami!" respondió Hermione, marcando la página y dejando el libro a un lado. Se detuvo unos momentos, apenas lo suficiente para sacar pequeña bolsa de chucherías lechuciles de su baúl, entonces se apresuró a bajar. ¿Quién habría podido enviarla? Se preguntaba, mientras se dirigía a la cocina. Su mamá y su papá conocían a Hegwig y a Pig, así que probablemente no eran ni Ron ni Harry, y era un poco pronto para que llegaran las cartas de Hogwarts. Hermione frunció ligeramente el ceño, pensándolo. Quizás Ron había pedido prestadas a Errol o a Hermes otra vez.

"Aquí est�, querida," dijo Greg Granger desde detrás su periódico, señalando hacia un pájaro más grande de lo normal, que parecía estar constituido para tener resistencia y velocidad. "Es de Hogwarts¿no?"

Hermione miró a su vez, y notó que la lechuza llevaba el escudo de la escuela. Ah. Ya. Al parecer, después de todo era su carta de la escuela. Quizás las habían enviado más pronto este año.

"Gracias," dijo ella, ofreciéndole algunas chucherías a la lechuza. Su mam�, o su pap�, advirtió, ya le habían proporcionado un poco de agua.

La lechuza ululó, agradecida, después, alargó su pata. Parecía que tenía prisa, pero no partió inmediatamente cuando desató su carta. Hermiione se preguntó un segundo sobre ello, después asintió y abrió rápidamente el sobre. Debía haber sido instruida para que esperara una respuesta.

Querida Srita Granger:

Tengo que hacerle una pregunta referente al Sr. Harry Potter. No se alarme, no está en apuros, simplemente le solicito una cierta información.. Puesto que usted y el Sr. Ronald Weasley son sus amigos más cercanos, ustedes parecían ser las personas más lógicas a las que preguntarles.

En su opinión¿cómo se las está arreglando el Sr. Potter? Nos han surgido algunas dudas acerca de cuán bien se está enfrentando a los recientes acontecimientos. El Sr. Potter me asegura que no está sufriendo de ningún estrés indebido, pero de todos modos encuentro que quisiera una segunda opinión. En ocasiones tiene tendencia a disminuir la importancia de sus problemas.

He instruido a Hércules para que espere su respuesta. Si fuera usted tan amable de responder inmediatamente a esta carta, le estaría muy agradecido. Gracias, y disfrute del resto de sus vacaciones.

Albus Dumbledore
Director, de la Escuela Hogwarts de Magia y hechicería.

Hermione leyó y releyó la carta, frunciendo un poco el entrecejo. Ciertamente no era lo que esperaba.

Se preguntó qué quería cuestionarle el director, cuando dijo que apenas había hablado con Harry. ¿No implicaba eso que había visto a Harry en persona? Bueno, no, se dijo, leyendo nuevamente la frase. Él dijo que, el "Sr. Potter me asegura." Harry habría podido hacerlo por carta, supongo. No obstante, todo el asunto sonaba un poco… extraño. Si el profesor Dumbledore estaba tan preocupado por Harry¿por qué simplemente no iba a verlo por sí mismo?

"¿Malas noticias, princesa?"

"No exactamente," dijo la muchacha, volviéndose para mirar a su madre. "Es de mi director, el profesor Dumbledore. Desea saber cómo creo que está Harry." Ella se encogió de hombros y se mordió un poco el labio. Quizás el director simplemente no tenía tiempo de hacer una visita o los parientes muggles de Harry se rehusaron a permitirla.

Ella mentalmente se apresuró a repasar sus cartas, con lo que recordaba de la correspondencia reciente de Harry, entonces continuó. "Él parece estar bien en sus cartas, pero eso no siempre es un buen indicador."

"¿Sobre qué hablaron cuando llamó hace unos días?" preguntó su padre. "¿Cómo se oía entonces?"

"Un poco preocupado," admitió Hermione. "Quería saber si había hecho algo de cuidado de niños." Sus padres se rieron, y ella los miró seriamente antes de sonreír también. "Evidentemente, uno de sus clientes quería que cuidara a sus niños por la tarde," mencionó ella, encogiéndose nuevamente de hombros. "Quería pagarle, y él no tenía idea de cuánto cobrar."

"Hmm. O de qué a hacer, apuesto, " agregó su madre, con una sonrisa sabia.

Riendo nerviosamente, Hermione recordó cómo Harry la había llamado el Jueves después de la cena. Él le hizo jurar que no le diría una palabra a Ron, entonces procedió con más confianza a preguntarle acerca de una de las cosas de las que ella no sabía nada en absoluto. Cuando ella lo admitió asó, él explotó sorprendido.

"¿Qué quieres decir con que no tienes idea?" exigió saber de forma cómicamente indignada.

"Nunca pretendí saberlo todo," respondió ella secamente, haciendo su mejor esfuerzo para aguantarse la risa. Casi podía oírlo alzar la ceja en el teléfono.

"Habrías podido engañarme," murmuró él, sonando casi ridículamente frustrado. Se detuvo por un momento, y entonces continuó casi gimiendo, "¿De verdad no sabes nada, sobre cuidar niños Hermione¿Nada en absoluto?"

Esta vez Hermione se rió. Harry había sonado exactamente como Ron cuando ella no compartía sus respuestas a las tareas. "Harry, como tú, paso la mayor parte del año en Hogwarts, y soy hija única," le recordó ella, precisando algunos puntos lógicos. "Estoy en mi casa cerca de dos meses en el verano, gran parte de ese tiempo la paso viajando con mis padres, no hay niños pequeños en mi vecindad. Exactamente ¿cuándo crees que he tenido el tiempo o la oportunidad de aprender a cuidar niños?"

"No sé¿en estudios Muggles?" Sugirió Harry esperanzadamente. Hubo una pausa, durante la cual ella se imaginaba que se habría movido nerviosamente, o se habría pasado una mano por el pelo, antes de continuar. "Lo siento, fue algo estúpido. No debí haberte molestado."

"No hay problema, Harry. Puedes llamar siempre que quieras. Lamento no haber sido de más ayuda…"

Habían hablado un poco más antes de despedirse, se habían contado unas cuantas noticias, y compararon sus progresos en las tareas. Ella le agradeció por la camisa que él le había enviado, y le dijo que ella y sus padres habían optado por quedarse ese verano en Inglaterra. No se sentía con muchas ganas de aventuras, así que planeaban hacer algunas visitas locales por Londres, por donde no habían ido en varios años.

Harry había parecido contento de que le hubiera gustado su regalo, y clamó que se mantenía ocupado y estaba muy bien. También prometió preguntarle a Dumbledore si le sería permitido acompañarlos en alguna de sus excursiones. Se suponía que Harry la llamaría de nuevo después de unos días, ya que se hubiera puesto en contacto con el profesor, y probablemente de hablarse a su jefe para pedirle algún tiempo libre.

Hermione consideró nuevamente la carta. Por lo que parecía, Harry todavía no le había escrito al director, o quizás sus lechuzas se habían cruzado. Sí, pensó ella, sintiéndose un poco mejor, ahora que había dado con una explicación razonable. Una vez que el profesor Dumbledore supiera que Harry quería salir y andar por ahí, probablemente ya no estaría tan preocupado. Ella pensó un poco, componiendo un áspero bosquejo en su cabeza, antes de que se le ocurriera algo, y se volvió a mirar a su madre.

"Realmente, mami, eres la única que ha visto recientemente a Harry," dijo Hermione. "¿Cómo estaba cuando fueron de compras?"

Helen se lo pensó un poco, después se encogió de hombros. "Parecía estar muy bien. Un poco nervioso al principio, pero se relajó con bastante rapidez. Creo que tenía miedo de que no nos lleváramos bien, o de algo así de tonto."

"¿Qué hicieron?" presionó Hermione.

"Vino a verme al consultorio, entonces fuimos a la alameda. Te dije eso hace días."

"Sí," convino su hija, "pero, otra vez¿qué hicieron exactamente?"

Helen se sentó en la mesa de la cocina, recordando. "Concertó una cita para que le revisaran la vista, almorzamos, y yo hice algunas de mis compras mientras que a él lo examinaba, y le ayudé a elegir unos lentes nuevos, entonces fuimos a varias tiendas." Ella se detuvo unos momentos y movió la cabeza pesarosamente, antes de volver a sonreírle a su hija. "Necesitaba de todo, podrecido. ¡Ropas, zapatos, artículos de tocador… tanto que no estaba segura de que pudiéramos llevarlo todo!"

Hermione asintió, atentamente. Eso no era del todo sorprendente. ¡El cielo sabía que Harry podía tener algunas ropas Muggles decentes! Se había sorprendido la primera vez que le conoció. Cualquiera que no lo conociera mejor, pensaría que era la familia de Harry la que a veces tenía problemas para llegar a fin de mes, no la de Ron. Los Weasley podían no tener demasiada riqueza, pero la señora Weasley siempre se cercioraba que cada uno tuviera lo que necesitaba, y pareciera elegante cuando salía. Estaba a punto de hacer el asunto a un lado, cuando se le ocurrió algo. "¿Harry compró lentes nuevos?"

¿"Hmm? Oh, sí. Su prescripción había cambiado un poco, y francamente, su lentes viejos eran atroces. También se compro unos lentes de contacto," agregó Helen de paso, sonriendo ante el asombro de su hija. "Pareció pensar que le ayudarían a jugar al Quidditch."

Hermione lanzó un bufido y giró los ojos. ¡Confía en Harry para tomar una decisión como comprarse lentes de contacto en algo tan tonto como eso! "¿Entonces eso fue todo?"

"Eso creo no¡espera un poco! También pasamos con el peluquero."

"¿Con el peluquero?" barbotó Hermione, incrédula, mirando a su madre con un nuevo respeto. Harry parecía tener aversión a esos lugares.

"Sí," dijo Helen, sonriendo ante el recuerdo. "Definitivamente fue una mejora total, debo decir," comenzó ella, entonces abrió los ojos horrorizada y se cubrió la boca con la mano.

"¿Qué pasa, querida?" Frunció ligeramente el ceño Greg.

Helen miró a Hermione con aire culpable, y suspiró. "Me pidió que no mencionara eso. Creo que quería sorprenderte, querida. Por favor, actúa sorprendida la próxima vez que lo veas."

"Claro mam�," aseguró Hermione. Se preguntó un poco por el comentario de su madre, después lo hizo a un lado. Para sí, admitía que incluso un pequeño cambio para mejor podía considerarse una "mejora total" cuando se aplicaba a la ingobernable mata de pelo de Harry."

Hércules parecía estarse impacientando, así que Hermione se apresuró a ir por algunos utensilios de escritura, después se sentó en la mesa.

Estimado Profesor Dumbledore:

No he visto a Harry desde el final del curso, pero hemos mantenido correspondencia, y me ha llamado por teléfono unas cuantas veces.

Hasta ahora, parece estar bien, No sé si le ha dicho, pero tiene un empleo de verano. La primera vez que llamó, deseaba obtener información acerca de dónde podía ir a comprar algunas ropas. Yo estaba en un paseo con mi pap�, pero mi mamá estaba aquí. Ella misma necesitaba hacer algunas compras, así que ella lo escoltó a La alameda.

Hermione parpadeó, mirando lo que acababa de escribir, después frunció el ceño y alzó la vista hacia su madre. "Mam�, si Harry necesitaba ropas nuevas para su trabajo en Surrey¿por qué vino hasta Londres para ir de compras?"

"Él dijo que tenía que ir a Gringott's a sacar un poco de dinero," Helen se encogió de hombros, después de pensarlo un poco. "Puesto que tenía que ir al Callejón Diagon de todos modos, decidió realizar sus compras aquí en la ciudad."

"¿Fue a Gringott's?" preguntó Hermione incrédula. Cuando Harry mencionó lo de tener un empleo, ella asumió que había sido ante la insistencia de su tío y su tía. Además, ella asumió (un poco demasiado optimista, según parecía) que los Dursley habían comprado, o por lo menos, le habían dado a Harry el dinero para que se comprara su ropa nueva.

Sabiendo lo que sabía de los Dursley, sin embargo, estaba muy segura de que ellos no tenían una cuenta en Gringott's.

Eso significaba… ¡Eso significaba que Harry se había comprado todo por sí mismo!

"Bueno… sí," dijo Helen, replegándose un poco ante la feroz indignación que se reflejaba en los ojos de su hija. "Por lo que sé, Gringott's no tiene sucursales en la periferia, y Harry necesitaba las ropas de inmediato. Programaba comenzar a trabajar al día siguiente, y realmente no podía esperar."

Ella se detuvo y se encogió impotentemente de hombros. "Dijo que su tía y su tío no tenían tiempo de llevarlo a las tiendas, así que terminé por conjeturar que tampoco tenían tiempo para ir al ningún banco."

Hermione se mordió los labios, agregando esta nueva información en su recuento mental, después las barajeó y nuevamente mostró las cartas. Harry evidentemente le había dicho a su madre lo suficiente para calmar cualesquiera preocupaciones que pudiera haber tenido ella acerca de su ida a Londres solo, pero dudaba de que le hubiera contado todo. Harry era muy especial en esas cosas a veces.

Algo estaba mal¿pero qué?

Sospechosa, miró la carta de Hogwarts. ¿Era esa la "verdadera" razón de por qué el profesor Dumbledore le había escrito?

"Hermione¿pasa algo malo?"

Hermione se sintió culpable, entonces renuentemente miró a sus pares. Ambos la miraban con seriedad, la preocupación se reflejaba en sus rostros.

"Yo… No estoy segura," admitió ella honestamente. "Tan sólo, algo parece estar… mal." Con Harry, quiero decir. Podría no ser nada, pero…" se contuvo de hacer un gesto de importancia. Por un lado, no tenía bastante evidencia para justificar el asustarse, y ciertamente no deseaba brincar a conclusiones precipitadas. Por otra parte, era de Harry de quien estaban hablando, y los problemas parecían seguirlo siempre a donde quiera que iba. Echó otro vistazo a la carta que tenía en la mano, frunciendo el ceño indecisa.

"Bueno, todavía es lo bastante temprano¿por qué no le llamas?" sugirió su padre. "Como dices, podría no se nada, pero a menos que me equivoque, estarás preocupada hasta que lo sepas de seguro". La miró fijamente por encima de su periódico, y le hizo un gesto que indicaba. "Eso ahorrará tiempo."

Hermione parpadeó, después sonrió¡por supuesto! Pensó ella, feliz. Harry le había dado el número de teléfono de los Dursley después de su segundo año en Hogwarts. Ella nunca lo había utilizado antes, porque Ron le había escrito después de llamarle, y le había advertido que enfadaba mucho a los parientes de Harry. Le contó que había metido a Harry en un apuro. No queriendo causar más problemas a su amigo de cabello oscuro, Hermione había pesarosamente guardado el pergamino del teléfono.

Ella, más tarde, descubriría que Ron realmente no había entendido los teléfonos y pensó que tenía que gritar para que lo oyeran …

Hermione giró los ojos y sonrió, moviendo negativamente la cabeza ante la imagen. El tío de Harry podía no estar en su lista de personas favoritas, pero suponía que realmente no podía culparlo por enojarse por eso.

"Necesito comprobar algo antes de enviarle al profesor Dumbledore su respuesta. Será un momento," le dijo a la no tan paciente lechuza que esperaba, antes de ir de nuevo a su cuarto.

Le tomó un rato de búsqueda, pero finalmente encontró el pedazo de pergamino que Harry le había dado entre las páginas de su libro de pociones. Hermione soltó una risita nerviosa cuando sacó el papel, preguntándose qué pensaría Harry de saberlo. Dado su historial con el profesor Snape, probablemente era mejor no mencionarlo.

Se esperó unos momentos, pensando en lo que diría, después, reunió su valor y se acercó al teléfono. Se sorprendió mucho segundos después, cuando se encontró escuchando una grabación estándar de "Este número no está conectado."

Hermione frunció el ceño. ¿Había marcado mal? Lo intentó de nuevo con el mismo resultado.

Con un suspiro de frustración, Hermione volvió a guardar el número de Harry (esta vez en el libro de encantamientos) y bajó.

Sus padres parecían sorprendidos de verla bajar tan pronto. Ella y Harry habían charlado una buena media hora o más la última vez que había llamado por teléfono.

"¿Nadie en casa, princesa?" preguntó su madre.

"El número no está conectado," resopló Hermione con un ligero fruncimiento de cejas. "Deben tener problemas con la línea. Tendré que probar otra vez por la mañana."

Ella miró a Hércules, entonces se decidió a enviarlo tan sólo con lo que sabía. Si pensaba en algo más, siempre podía ir a la Oficina de Correos Vía Lechuza en el Callejón Diagon.

Con ese plan en mente, volvió a coger su carta a medio terminar.

Señor, para responder a su pregunta, Harry parece estar bastante bien. Sus cartas han sido normales y se oía bien por teléfono. No lo he visto en persona, pero como mencioné previamente, mi madre sí. Le pedí su opinión, y ella me dijo que no había percibido nada inusual.

Su lechuza parece impaciente por emprender el regreso, así que cerraré aquí. Si ocurre algo u sabemos algo más de Harry, enviaré otra lechuza.

Sinceramente,

Hermione Granger

Cogiendo la carta, la ató a la pata de Hércules y lo envió de regreso. La lechuza grande ululó agradecido, después se alejó con aleteos vigorosos.

Hermione estaba a punto de cerrar la ventana de la cocina cuando otro pájaro entró volando. Aunque esta vez, pudo identificar fácilmente al remitente. Ella y sus padres miraron divertidos cómo la pequeña lechuza de Ron, Pigwidgeon, volaba por encima a ella, luchando fuertemente bajo peso de la carta que traía firmemente sujeta entre sus garras.

"Popular esta noche¿o no?" sonrió Helen, ganándose una mirada acusadora de su hija. Ella y Greg miraron afectuosamente mientras que Hermione cogía a la pequeña lechuza y lo aliviaba de su carga antes de salir de la cocina rumbo a su cuarto. Hermione se detuvo lo duficiente para llenar el plato de agua y sacar más chucherías lechuciles, después abrió la carta de Ron.

¡Hermione!

¡Nunca creerías lo que ha hecho ese pedazo de tonto¡Yo mismo no puedo creerlo!

Hermione alzó las cejas y abrió los ojos conforme iba leyendo. ¡Alguien había logrado realmente sacar a Ron de sus casillas! Generalmente por lo menos ponía un "Hola¿cómo estás?" antes de comenzar con sus noticias.

Acabo de regresar de Hogwarts. Continuaba la carta. El Profesor Dumbledore convocó una gran reunión esta noche. ¿Sabes que Harry nos ha estado escribiendo que está trabajando, y todo está muy bien¡Pues escucha esto¡Transfirieron a su tío en su trabajo¡Sus parientes se han trasladado a Australia!

Hermione parpadeó, en shock. ¿Los parientes muggles de Harry estaban en Australia? Horrorizada, ella comenzó a leer la carta con mayor rapide. Ron estaba agitado y la carta daba muchas vueltas muy comprensibles, pero no obstante percibió el mensaje.

¡El Profesor Dumbledore envió a alguien para encontrarlos y para traer a Harry de regreso, pero él no estaba allí¡La única razón por la que mamá dejó atrás a Harry en King's Cross fue porque pensó que se iba con su tío¡Contamos con que Harry debió haber cometido algún error pero simplemente no podemos entender porqué no le mandó una lechuza a alguien de inmediato!

Ron continuó, describiendo la reunión en el castillo por lo menos la parte en la que él había estado presente. De lo que decía, evidentemente había continuado después de que a él lo habían mandado de regreso a La Madriguera. Entonces continuaba con una retahíla muy creativa y detallada acerca de las cosas que planeaba hacerle a Harry la próxima vez que lo viera. Hermione se brincó esa parte. Aunque era divertida, realmente no agregaba nada a los hechos. Terminaba por preguntarle si ella podría ir a verlo al día siguiente en el Caldero Chorreante para tratar de aclarar las cosas.

Horrorizado, Hermione volvió a doblar la carta y a meterla en el sobre. Sintiéndose in poco enferma, pasó saliva y se sentó otra vez en la mesa.

Si los parientes muggles de Harry se habían ido del país, y Harry todavía estaba en Gran Bretaña…

… O el hablaba como si todavía estuviera en Gran Bretaña, de cualquier forma…

¿... qué significaba eso

¿Harry se había negado a acompañarlos?

¿Simplemente lo habían dejado atrás?

¿Era por eso, el porqué trabajaba?

Eso explicaría porqué el número de teléfono de Harry no sirve, pensó la muchacha, distraídamente, dando ligeros golpecitos en la mesa. Su tía y tío lo habrían desconectado antes de irse. Entonces¿de dónde está llamando¿De un hotel¿Un departamento¿Un teléfono público? Ella torció su boca hacia un lado, considerándolo. Un teléfono público parecía lo más probable, pero hizo nota mental de comprobar el número la próxima vez que Harry llamara.

Cogió otra hoja de papel y escribió automáticamente una corta nota de aceptación para Ron. Trabajando en el problema todo el tiempo.

Lentamente, Hermione giró la cabeza y echó un vistazo a la carta que acababa de contestar. El Preofesor Dumbledore dijo que quería saber cómo se las estaba arreglando Harry.

Según la carta de Ron, Harry se había perdido. Decía que todo estaba bien, pero nadie podía encontrarlo.

¿Lo que el director realmente quería saber era donde estaba Harry?

Parpadeó otra vez, Hermione dejó de escribir y se masajeó las sienes. ¡Eso no tenía ningún sentido! Incluso si Harry estaba tratando de esconderse, había montones de encantamientos localizadores y de rastreo disponibles. ¡Ella, Harry y Ron habían encontrado muchos mientras que intentaban ayudar a Harry a prepararse para la tercera prueba¿El Profesor Dumbledore no utilizaría uno de ésos en vez tratar de pescar alguna pista de cartas vagas?

Ella se preguntaba si no se le había ocurrido a Dumbledore utilizar esos encantamientos, pero rechazó la noción casi inmediatamente. Harry podía haber logrado engañar al director pues él los había engañado Ron y ella misma en la creencia de que todo estaba bien, pero ahora que Dumbledore estaba enterado de la situación, no podía creer que hubiera pasado por alto algo tan obvio.

Entrecerrando los ojos sospechosamente, Hermione volvió a considerar la carta de Ron. Éste parecía muy molesto porque Harry no los hubiera contactado con órdenes del profesor Dumbledore o no pero había algo más...

Harry había estado exento de los exámenes finales de este último año, así que había estudiado mucho solo, mientras que ella y Ron repasaban sus notas de clase y tomaban sus exámenes.

¿Cuánto sabe Harryde todas formas? Se preguntaba considerándolo. ¿Se ha figurado una forma de bloquear la magia de rastreo? Debía haber alguna defensa contra ella, si no Sirius habría sido recapturado hacía largo rato.

En el primer vistazo, la idea parecía completamente absurda, pero otra vez, era Harry de quien estaba hablandoCuando quería aplicarse, o un tema atrapaba su interés, podía ser realmente brillante. De hecho, la única vez que ella no había podido obtener la nota más alta de la clase, fue en su tercer año, en Defensa Contra las Artes Oscuras. Ella fue botada del primer lugar por un cierto Sr. Potter.

Después de cerciorarse de que a sus padres no les molestaba que hiciera un viaje al Callejón Diagon, envió a Pig con su respuesta para Ron, después fue a s cuarto y releyó todas las cartas de Harry. Incluso sacó algunas viejas y las comparó con su correspondencia más reciente. Para cuando finalmente se reunió son sus padres en el salón, se había convencido de dos cosas: Harry había sido dejado atrás por sus parientes, y Harry se ocultaba en el Londres Muggle.


Domingo 23 de Julio de 1995

Mi pica el brazo...

Harry Potter se tensó en acto reflejo, después se quedó quieto, mientras su cerebro que comenzaba a despertarse, procesaba esta nueva información.

Algo avanzaba muy lenta y deliberadamente por su brazo.

¿Una araña? él se preguntó adormilado, oponiéndose al impulso se tensarse otra vez. Había aprendido hacía mucho tiempo que era mejor quedarse quieto cuando las arañas le pasaban por el cuerpo. Si se movía de repente, las asustaba, y lo más probable era que le mordieran.

Mientras que su mente semi –dormida se despertaba un poco más, Harry observó que estaba sobre algo muy cálido y suave. Mientras que su brazo, además del cosquilleo, se sentía ligeramente más frío que el resto de su persona.

Hmm. Debo estar encima de la manta en vez de debajo de ella, observó distraídamente.

Y lo que le hacía cosquillas no parecía ser una araña después de todo.

El ligero tacto era verdadero, por no había patitas que lo recorrieran. De hecho, se sentía más como... cabello.

Oh. Bien. Debe ser Patches, entonces, pensó Harrycon otro pequeño gesto cuando abandonaron su brazo a favor de su oído. Ese gato estúpido adoraba saltar sobre su cama y hacerle cosquillas con sus bigotes y la cola. Hizo un ruidito de protesta mientras que la extraña sensación se movió muy lentamente por su oído hasta el lóbulo de la oreja. Desapareció por un segundo, y después regresó, colocado ligeramente sobre su quijada y dirigiéndose hacia su barbillla.

Él movió torpemente una mano para alejarla, y fue recompensado con unas risitas.

�? Pensó Harry. ¿Desde cuándo Patches aprendió a reír? Mientras que pensaba en eso, la cosa volvió, pasando enloquecedoramente por su boca, y después atacando su nariz.

Haciendo otro ruido molesto, Harry birló a su atormentador de nuevo, después se pasó la mano por los labios y la nariz con el dorso de la mano.

Más risitas llegaron a sus oídos. Sonaban sumamente familiares.

Finalmente, comprendiendo quién debía ser, Harry abrió un ojo, y dio a Kitty y a Becky una mirada de reprensión. Katrina, inclinada sobre él, sostenía un mechón de su largo cabello café, y sonreía con travesura. Ah vamos. Misterio resuelto. Rebecca miraba los actos de su hermana y sonreía alegremente. Entonces y ahora, era ella la que se reía alegremente a través de sus manos.

Harry se frotó el rostro, después se incorporó e hizo lo propio con el brazo. "Simplemente me hubieran sacudido, saben," las reprendió, frunciendo un poco el y parpadeó unas cuantas veces.

Kitty se encogió de hombros, sin dejar de sonreír. "Esto era más divertido."

"Oh, realmente." Harry arqueó una ceja, malévolamente, recreándose en su propia expresión. "¿Qué si hubiera estornudado?" preguntó, su tono dejaba muy implícito, el "mocos", o "saliva".

Obtuvo la reacción que buscaba. Kitty, que había estado amenazando con volver a hacerle cosquillas, soltó su pelo con un chillido horrorizado.

Harry hizo gestos, parpadeó, tratando de determinar por qué sus ojos se sentían tan mal. ¡Argggh! Parpadeó otra vez, entonces se dio cuenta de que podía ver. Ah, bien. Debía haberse quedado dormido con los lentes de contacto puestos. Harry hizo una ligera mueca de dolor un poco, haciendo una nota mental para no volver a hacerlo. Se sentían incómodos, secos y pegados a sus globos oculares. Parpadeó otra vez y se frotó los ojos cuidadosamente. ¿Por qué no se los había quitado, por todos los cielos?

Oh, cierto. No había pretendido quedarse dormido. Había planeado quedarse despierto y esperar a Janet, y entonces, regresar al Caldero Chorreante cuando ella volviera.

Tanto por esa idea.

Antes de que comenzara a entretenerse con la idea de irse, las Wrights volvieron, él había planeado levantarse y vestirse al día siguiente antes de que la familia se levantara.

Puesto que obviamente las niñas se habían despertado primero, el quedarse dormido con sus lentes de contacto puestos podía haber sido lo mejor, incluso si era un poco incómodo por el momento. No estaba seguro de cómo habría explicado que repentinamente tenía los ojos verdes. Más "magia," suponía.

Al estirarse, miró a dos muchachas ante sí. Ambas parecían muy satisfechas de sí mismas, con secretos chispeando en sus ojos, y sonrisas conspiratorias en sus rostros.

Hmm. Ésa debía ser la expresión de "planeando algo" que tío Vernon y tía Petunia decían que tenía siempre.

Era curioso, no podía recordar haber sonreído nunca así en presencia de ellos. De hecho, no podía recordar el haber sonreído muchas veces, para nada.

"Muy bien," dijo finalmente, cruzando los brazos sobre el pecho. "¿Qué están planeando ustedes dos?"


Arthur Weasley se rió entre dientes mientras caminaba a través de los pasillos del Ministerio de Magia, desiertos en su mayor parte. Había sido una mañana ocupada.

Había ido a la residencia de los Granger la noche anterior, después que el profesor Dumbledore le enviara la lechuza a Hermione.

Arthur sonrió, recordando la visita. Greg Granger había sido muy generoso con sus conocimientos de los artefactos muggles, y Helen y Hermione habían sido una verdadera mina de oro de información. Ahora podían decir con cierta certeza, que Harry todavía estaba en Gran Bretaña. Londres, de hecho, si las sospechas de Hermione eran correctas.

Impaciente por compartir las buenas noticias, se apareció en la casa de Arabella para tanto para calmar algunos de sus temores, como para mandar una nota a Albus en el pergamino encantado. Remus había prorrumpido en estruendosas risas, cuando Arthur reveló que el "servicio", que había estado proporcionando Harry, era, de hecho, cuidar niños.

Sirius había parecido cómicamente sorprendido por un par de segundos, antes de adoptar una actitud de "Lo – Supe – Todo – El – Tiemppo.". "No puedo creer que estuvieras preocupado, Moony," lo embromó, bajando la vista. "No le tuviste de. Nada de fe en absoluto."

"Eso ni siquiera merece la dignidad de una respuesta, paddy," lo reprendió Remus, pero sonreía al decirlo. "Ahora todo lo que tienes que hacer es disculparte con Harry."

"Ouch, vamos, Moony. Harry realmente no tiene que enterarse¿o no?"

"Oh, supongo que no. Además, piensa en todas las oportunidades de chantaje perdidas... "

Arthur sonrió otra vez, contento de que Lupin y Black hubieran podido continuar su amistad después del fiasco del Guardián secreto de los Potter y de todas las desgracias que sobrevinieron. Aunque resultó, que ninguno de los dos hombres realmente había tenido deseos de creer en la culpabilidad del otro. Su mutuo error había sido subestimar seriamente a Peter Pettigrew.

Weasley frunció ligeramente el ceño, recordando la última parte de los años setenta y principios de los ochenta a medida que andaba. Varias personas, dentro y fuera de la Orden, habían sabido que Voldemort estaba tras los Potter, aunque solo algunos sabían exactamente por qué.

Desafortunadamente, como James y Lily se vieron forzados a ir cortando más y más lazos antes de eventualmente, tener que ponerse bajo la protección del encantamiento Fidelius, la lista de probables sospechosos probables se volvió más y más corta, hasta que tan sólo quedaron los merodeadores. Como James Potter de James era la blanco, y ni Sirius ni Remus consideraba a Peter Pettigrew como una amenaza, se habían visto forzados a considerarse mutuamente.

Arthur suspiró cuando entró al elevador y presionó el botón del piso de Percy. Había sido un error. Un estúpido y trágico error que tuvo horribles repercusiones para todos los implicados. Afortunadamente, las cosas ahora parecían estarse arreglando. Después de todo por lo que habían pasado Sirius y Remus, era bueno verlos dejar el pasado atrás y renovar los lazos que habían forjado cuando niños y adolescentes.

Sintiéndo un poco mejor cuando llegó al piso, Arthur fue en dirección general a lo de Percy, sólo para ser distraído por una luz en la oficina de Amos Diggory. Frunciendo el entrecejo, se aventuró a acercarse más y miró a escondidas al interior. Muy seguramente, Amos estaría sentado en su escritorio, hurgando entre mundanas hojas de pergamino.

Sofocando otro suspiro, Arthur miró al otro mago, observando el cambio en él y moviendo la cabeza tristemente. Amos siembre había sido entusiasta en lo que hacía. Alborotador y amistoso, se le conocía especialmente por su dedicación a su único hijo. Realmente, podía ser un poco pesado con ello. Por lo que se refería a Amos Diggory, el propio Niño Que Vivió, no brillaba tan resplandecientemente como su Cedric.

Mientras que miraba discretamente al afligido mago, Arthur se encontró deseando haber sido un poco más paciente en el pasado. No podía soportar la idea de perder a cualquiera de sus niños. Perder al único, como los Diggory, debía ser una agonía.

Reaccionando, llamó suavemente a la puerta. Diggory se quedó mirando un momento al que lo interrumpió. "¡Arthur¿Qué hacer por aquí?"

"Necesito tener unas rápida conversación con Percy. Si pasa más tiempo aquí, pienso que tendremos que mover sus pertenencias," contestó Weasley, después se tensó reflexivamente cuando los ojos de Amos se volvieron distantes por un momento antes de volver a mirarlo.

"Ah, sí, lo vi antes," dijo Amos después de una corta pausa. "Ayudante Junior del Ministro… debes estar orgulloso."

"Lo estoy, gracias," contestó Arthur cortésmente. La promoción de Percy realmente había venido como una sorpresa después del asunto de Crouch. Para sí, sospechaba que Funge tenía otros motivos más ulteriores, y que esperaba que empleando a Percy pudiera conseguir penetrar en los planes de Dumbledore. Después de todo, era algo sabido que Arthur estaba cerca del director. Nunca le dijo ni una palabra a Percy, por supuesto, porque era posible que estuviera paranoico, pero la duda seguía estando ahí, de todas formas. Afortunadamente, los oh, tan transparentes motivos del Ministro habían sido fácilmente hecho a un lado cuando se discutió el asunto en la Orden, pero no en La Madriguera – algo que Arthur pensaba de todas formas.

Amos asintió sin comentarios, y siguió mirando muy seriamente a Arthur. El mago pelirrojo comenzaba a ponerse nervioso bajo el intenso escrutinio de su compañero, cuando Diggory pareció reaccionar finalmente y suspiró. "No pretendo pretendo entrometerme en tus asuntos, Arthur, pero seguramente, tú, de todas las personas, sabes que el muchacho Potter no es como lo están haciendo aparecer los periódicos."

Ésa era probablemente la última cosa que Arthur que Amos dijera. Parpadeó sorprendido, después logró graznar, "¿Qué!"

"La señora Pomphrey y el profesor Dumbledore nos permitieron a mi esposa y a mí, verlo la mañana después de la Tercera Prueba," dijo Diggory, evidentemente, malinterpretando la raíz de la consternación de Arthur. "Éramos un espectáculos, todos nosotros. Los tres afligidos y en shock. Ni siquiera podía hablar con él correctamente. Nos dijo lo que sucedió, cómo él y Cedric acordaron unirse. Ced lo habría dejado tenerlo, sabes. Ése era el tipo de persona que era."

Arthur se ubicó mentalmente, contento de dejar que Amos hablara sobre su hijo si quería, pero Diggory lo sorprendió volviendo al asunto actual casi inmediatamente. "Podría decir cuándo él habló, que lamentaba su decisión, pero no puedo criticarlo por querer compartirlo con mi muchacho," dijo Diggory suavemente, hablando otra vez de Harry. "Incluso intentó darnos sus ganancias."

Los ojos de Amos se cerraron por un momento, recomponiéndose, después continuó. "No dijo mucho de cómo logró volver, aunque por lo que parecía, pasó por algo terrible. Tan sólo nos dijo cómo Cedric... cómo Cedric había sido golpeado con la maldición asesina... "

"Amos, por favor, no te hagas esto a ti mismo," abogó Arthur cuando DIggory se interrumpió y pasó saliva con dificultad. "Harry es el mejor amigo de mi hijo menor. Sé que no es para nada como dicen los periódicos. De verdad, no le gusta ser el centro de atención. Pienso que en ocasiones, encuentra su fama absolutamente desconcertante, especialmente puesto que él creció en el mundo Muggle."

"Sí, cuanto más pienso en él, estoy más inclinado a estar de acuerdo contigo. Dejé que todo eso se me metiera en la cabeza. Esperé que un niño de catorce años de edad fuera un experto en manipular a la prensa," admitió Diggory, moviendo la cabeza pesarosamente. "Tan sólo trataba de proteger los intereses de mi hijo. Ced intentó decirme que Harry no había sido el culpable de nada, pero pensé que tan sólo estaba siendo Ced. Casi nunca hablaba mal de nadie. No, todo lo que podía ver, era cómo la prensa elogiaba a Harry Potter por ser elcampeón de Hogwarts, mientras que Ced era pasado por alto o hecho a un lado." Amos se encogió tristemente de hombros y se quedó silencioso por u momento, entonces agregó precipitadamente. "Mi petición al Ministor para que mi Ced tuviera un servicio conmemorativo fue aprobado. Lo vamos a programar cerca del final del verano. Casi todos habrán regresado de sus vacaciones y estarán preparándose para volver a la escuela."

Arthur volvió a sonreír. "Es bueno oír eso, Amis," exclamó, para sí, furioso porque hubiera sido necesario todo eso. En la locura por mantener los sucesos del Torneo de los Tres Magos lo más oculto posible, el funeral de Cedric había sido enterrado cuidadosamente junto con todo lo demás, por la maquinaria política del Ministerio. Cedric había sido enterrado tan sólo con la presencia de algunos miembros cercanos a la familia, como si hubiera sido un traidor o un criminal, o no tuviera a nadie que estuviera de luto por él. Eso había sido difícil para todos los que lo conocían bien, especialmente para su padre. Parpadeó y volvió a centrar su atención en Amos, cuando se dio cuenta de que estaba hablando nuevamente.

"¿... crees que querría asistir? Me refiero a Harry."

"Creo que le gustaría, pero no estoy seguro de si podr�, dadas las circunstancias," respondió Arthur, bordeando cuidadosamente el actual estado de "perdido" e "incontactable" del Niño Que Vivió.

"Entonces transmitiré mi pedido al profesor Dumbledore. Quisiera hablarle otra vez, creo, ahora que todo ha pasado un poco. Quizás pueda decir algo más que ' hola ' sin derrumbarme." Amos se detuvo brevemente, después fijó su mirada satisfecha en Arthur, cuando se le ocurrió algo. "Curiosamente, pensé que iba a tener una oportunidad cuando fui a hacer una diligencia el otro día. Hay un muchacho que trabaja en Florish & Blott's que se le parece de manera asombrosa. El cabello negro, la estructura delgada... "

El interés de Arthur fue picado inmediatamente, pero trató de no revelar una indebida impaciencia en su voz. "¿De verdad?" indagó, forzándose a seguir la conversación en forma cortés.

Diggory asintió. "Aunque no era él," lo cual decepcionó mucho a Weasley. "Los ojos oscuros fueron mi primera pista. También era más alto, y un poco más constituido. También su voz era un poco más profunda, y no usa lentes."

Amos se detuvo brevemente otra vez, con una risa ahogada. "Algunos de los otros comerciantes notaron que me fijé en él, y me detuvieron antes de que pudiera acercármele. Evidentemente, algo como lo mío le pasa mucho a las personas que no han estado en el Callejón por un tiempo. De lo que podría decir, se ha convertido en una especie de broma entre el personal."

Arthur asintió, archivando esta información. Hablaron un poco más de asunto de la oficina, y la acertada guardia del hogar de los Diggory, antes de que Arthur se volviera para irse. "Entonces ya me voy," dijo, después se detuvo un poco en el umbral. "Se supone que escolte a mi hijo Ron al Caldero Chorreante poco más adelante. Pensábamos comer unos bocados. ¿Nos acompañarían tú y tu esposa?" preguntó. Los Diggory no habían salido mucho desde el entierro de Cedric. Obviamente no era el único que lo notó.

"Me temo que hoy no. Iremos a almorzar con mis padres el domingo y prometí que no tardaría," dijo Diggory, golpeando ligeramente el pergamino mientras lo colocaba en una ordenada pila. "¿En otra ocasión?"

"Cuando gustes. Salúdame a todos," dijo Arthur alegremente, agitando la mano cuando salió de la oficina de Doggy y seguía pasillo abajo.

Mientras caminaba, Arthur se preguntaba un poco por la preocupación de Amos con respecto a su opinión de Harry. Quizás Percy había dicho algo sin pensarlo. Siempre había sido muy consciente de lo que era o no "correcto." Mucho más que cualquiera de los otros chicos. Era posible que él sin quererlo, estuviera obligado a dejarse llevar por la política actual de la oficina u oponerse a ella el cielo sabía lo que su conducta le había costado a Arthur a través de los años. La simpatía por los muggles era el equivalente a un suicidio de carrera en algunas oficinas. No obstante, se las había arreglado, y le gustaba pensar que había contribuido a hacer una pequeña diferencia a lo largo del camino.

Al llegar finalmente a la oficina de su hijo, Arthur llamó, después abrió la puerta y metió la cabeza. "Perce?"

"¡Pap�!" dijo Percy, alzando la vista, sorprendido. "¿Qué hacer aquí?"

"Dos cosas," respondió Arthur. "Quisiera saber si quieres acompañarnos a mí y a Ron a almorzar al Caldero Chorreante, y tengo un pedido del profesor Dumbledore."

"Lo del almuerzo suena bien, pero hoy no puedo. Cosas que hacer," dijo Percy, indicando el desorden de su escritorio con una mano mientras que seguía escribiendo con la otra. "Sobre lo otro," dijo, deteniéndose incómodo, por un momento, "probablemente tendrías que concertar una cita para ver al Ministro."

"Esperaba que tú podrías ser capaz de ayudarme, Percy," apuntó Arthur.

Suspirando un poco irritado, su hijo soltó la pluma y juntó los dedos. "Muy bien, papá. ¿Qué necesitan?" preguntó, finalmente resolviéndose a encontrar la mirada de su padre.

Arthur dudó por un momento, tratando de decidir dónde empezar. "Ha habito un cierto problema respecto a Harry," indicó finalmente, pero antes de que pudiera explicarse, Percy habló otra vez.

"Siempre hay algún problema con respecto a Harry," suspiró Percy como hablando de algo sabido de seguro. "¿Qué ha hecho esta vez?"

Arthur frunció ligeramente el ceño, no gustándole el tono de Percy. Con cualquiera de sus otros hijos, la declaración habría sido hecha de forma humorística. Percy, por otra parte, sonaba mortalmente serio.

"No ha hecho nada," dijo Arthur un poco a la defensiva. Se preguntó por primera vez si buscar la ayuda de Percy habría sido una idea muy brillante, después desechó el pensamiento. Percy siempre había sido siempre más serio y formal que sus hermanos.

"Basado en cierta información que ha venido a su atención, el profesor Dumbledore tiene motivos para creer que la carpeta del archivo de Harry está funcionando de forma incorrecta," explicó.

Obviamente, Percy no contaba con eso. "¿Qué ha hecho a Dumbledore pensar eso?" preguntó, totalmente en blanco.

"La evidencia sugiere que sus guardianes han sido negligentes," continuó Arthur con cautela. "Se suponía que su carpeta alarmaría si hubiera ocurrido cualquier cosa inusual, y no lo ha hecho," dijo, después explicó brevemente cómo habían encantado aquello.

"Su carpeta no ha alertado quizá porque nada está mal," sugirió Percy, encogiéndose despreocupadamente de hombros.

"Eso es lo que la gente ha estado asumiendo a lo largo del tiempo. Realmente creo que la carpeta ha estado tan silenciosa que todos prácticamente se han olvidado de ella. Desafortunadamente, Harry ha estado en peligro muy real durante su estancia en Hogwarts, y la cosa nunca ha hecho ni un sonido."

"¿Qué tiene eso que ver conmigo?" quiso saber Percy. "Si están tan preocupado, simplemente ve a la biblioteca y a los archivos de censo el lunes, y haz que alguien te lo dé."

"La carpeta de Harry está sellada. Necesitamos la aprobación del Wizengamot y de la oficina del ministro para tener acceso a ella."

Percy pareció escandalizado. "¿Me estás pidiendo que a espaldas de mi nuevo superior permita a Dumbledore el acceso a una carpeta restringida¡No¡Absolutamente no¡El director puede concertar una cita y pasar por los canales apropiados, como cualquier otro!"

"Bien, normalmente lo haría, Perce, pero ésta es una pequeña emergencia."

"No, Papá. ¡Una emergencia sería que ambos, a ti y a mí nos corrieran por hacer algo tan estúpido irresponsable!" dijo Percy, su voz alzaba airada. "¡No arriesgaré mi posición porque Dumbledore juega a favoritismos con Harry Potter!"

"¿Qué?" dijo Arthur débilmente, incapaz de creer en lo que oía. "Percy," comenzó a protestar, pero su hijo lo cortó.

"¡Oh, vamos, pap�¡Cuando era prefecto y Head Boy, él salió de un asesinato!" Percy se detuvo por un segundo, después dijo un poco retorcidamente, "los encantamientos en su carpeta quizá son lo bastante inteligentes para distinguir entra una 'amenaza legítima' y 'en peligro por falta de juicio'."

¡"Percy¡Sé que el tío de Harry de hecho lo encerró en su cuarto el verano anterior a su segundo año!"

"Oh, no me digas que repentinamente has decidido creer en las tonterías de Fred y Geroge. Harry hizo levitar ilegalmente un pudín y lo descargó en la cabeza de la invitada a cenar de su tío!" remachó Percy. "Le enviaron a su cuarto y probablemente tuvo que irse a la cama sin cenar o algo así. ¡Tú y mamá habrían hecho algo igual o peor a cualquiera de nosotros!

"¿Y cómo sabes eso?" barbotó Arthur consternado.

"He almorzado con el Minstro Fudge algunas veces," respondió su hijo, inconscientemente enderezándose un poco más en su asiento. "Me ha dicho algunas cosas, y me ha explicado lo que realmente esta ocurriendo desde la Tercera Parea."

Oh, no puedo esperar por esto, pensó Arthur embotado, sintiendo el inicio de un dolor de cabeza repentimo.

Percy no parecía notar el malestar de su padre. Se dio un aire de importancia y siguió en lo suyo, declarando que a Harry se le habían permitido muchas cosas desde que lo reintrodujeron en el mundo mágico, y ya era tiempo de que se le pusiera fin a esa situación.

"Pasó con tan sólo una advertencia en el incidente del pudín, y no lo disciplinaron para nada cuando infló a su tía el siguiente verano. Por supuesto, todos estaban preocupados por Sirius Black, así que eso fue un comprensible descuido, pero ahora el Ministro siente que pudo haber cometido un error de juicio, alentando intencionalmente el impetuoso comportamiento de Harry al no presentar cargos."

�¿Qué! volvió a pensar Arthur, sintiéndose como si el mundo se deshiciera entre sus manos, mientras que su hijo farfullaba acerca de cómo Harry inventaba historias y cómo Harry adoraba ser el centro de atención y de cómo el Ministerio se había visto forzado a intervenir después de la Tercera Prueba para evitar un pánico a nivel nacional.

¡"Percy! Harry vio Usted-Saber-Que resucitó, y Cedric Diggory fue asesinado en sangre fría por uno de sus comedores de la muerte!" él finalmente interrumpió.

"Sí, bien, el Ministro tomó declaraciones de algunos de los supuestos 'mortífagos' que identificó Harry," dijo Percy, alzando las manos y haciendo signos de interrogación con los dedos cuando dijo la palabra 'mortífagos'. "Todos tenían coartadas perfectamente viables. De hecho, por lo menos tres de ellos eran padres de estudiantes de Slytherin con quienes es perfectamente sabido que Harry no se lleva bien."

"¿Le crees a Malfoy en vez de a Dumbledore?" casi gritó Arthur, sabiendo inmediatamente quién tenía que ser por lo menos una de estas 'impecables' fuentes.

"Pap�, pap�, pap�," suspiró Percy pesarosamente. "no sé si Dumbledore de verdad le cree a Harry, o si piensa que sembrando el pánica será una distracción lo bastante buena para cubrir algún hechizo mal hecho, pero no hay duda de que el hombre finalmente se está volviendo senil. La muerte de Cedric Diggory fué un accidente trágico y nada más. Además, si Quien tú Sabes hubiera vuelto¿no crees que ya alguien lo habría notado?"

Arthur apretó los dientes, frustrado, viendo como cualesquiera esperanzas que podría haber tenido de compartir toda la verdad con su hijo se disolvía en humo. No obstante, tenía que poner sus manos en esa carpeta. "¿Qué si Dumbledore tiene razón, Perce¿Qué si la carpeta no funciona bien, y los parientes de Harry no lo cuidan como debe ser?" preguntó, intentando otro camino.

"Harry siempre parece tener todo lo que necesita," replicó Percy, enrojeciendo ligeramente. "Mira, no te culpo por creerte el acto," admitió cuando la boca de su padre se abrió por el shock. "Es muy sincero y muy convincente¡pero la triste verdad que está jugando con todos como si fueran tontos¡Probablemente se resiente con sus parientes muggles porque lo mantienen en línea, y él se aprovecha de la amabilidad de todos¡Personalmente, no veo cómo puedes estar tan tranquilo y dejar que Ron siga asociándose con él¡Ron se ha lastimado y ha estado en peligro de expulsión más de una vez debido a su amistad con Harry!"

"¡Tu hermana también está viva hoy por causa suya!" apuntó Arthur, después se arrepintió inmediatamente, cuando vio el dolor brillando en el rostro de su hijo.

"Oh, así que Fred y George y yo hicimos mal en seguir las instrucciones y regresar a la Sala común?" preguntó finalmente.

Arthur hizo una mueca de dolor. Eso no había estado muy bien. "No, Percy. No habrías podido entrar a la Cámara de los Secretos incluso si lo hubieras intentado. Ninguno de nosotros podría. ¡La contraseña tenía que ser dicha en Parseltongue¡Simplemente me siento agradecido de que alguien pudiera ayudarla! Cuando la profesora McGonagall nos entró en contacto¡a ella ya la presumían muerta!"

Percy se sometió un poco ante esto. Volviendo a mirar a su padre, suspiró y dijo a regañadientes. "Muy bien, papá. Han pasado años desde que alguien fue a ver a Harry en persona, así que pondré una petición para que alguien le haga una visita a sus parientes. Si hay señales de negligencia, supongo que quedará bajo custodia del Ministerio hasta que pueda ser colocado con otra familia o cumpla los diecisiete."

"¡No seas ridículo, Percy! Tu madre y yo nos lo quedaremos. ¡Las barreras en la casa están listas!" volvió a insistir Arthur. Quería la carpeta, no una investigación. Fudge era la última persona a la que él le confiaría la tutela de Harry. Ya estaba en intimidad con Malfoy. Si Quien Usted Sabes llegaba a enterarse de que Harry ya no estaba detrás de la protección de sangre de sus parientes, el joven Potter estaría en un gran peligro. Aparte de lo cual, su cuidadosamente orquestado plan de capturar a los magos tenebrosos cuando atacaran Privet Drive se haría añicos por completo.

"Pap�¿qué ocurre?" Percy pidió, molestia que brillaba en sus ojos.

"Yo..." vaciló Arthur. "Realmente no estoy en libertad de decirlo," acabó torpemente.

"Mira pap�, no te ofendas, pero ahora Dumbledore está patinando sobre hielo muy delgado, y si no tienes cuidado, te arrastrará con él. ¡Hace acusaciones vagas, sin ninguna prueba y espera que uno se lo trague y presten atención¡Y por si eso no fuera suficiente, está enseñando a Harry a hacer lo mismo¡Necesito alguna evidencia, porque simplemente el que Dumbledore lo diga, no es suficiente para mí!"

"¿Y porqué en la tierra piensas que Quien tú Sabes se revelaría?" silbó Arthur, su genio finalmente comenzaba a aflorar a la superficie. "¡No tiene que esforzarse nada¡Fudge lo está haciendo todo por él¡El Ministerio le está dando abundante tiempo para reagruparse, planear y prepararse, y maniatando a los dos magos a los que él considera su más grande amenaza! "

Percy fue momentáneamente retraído por la vehemencia de su normalmente bien comportado padre, entonces, su rostro enrojeció, y su propio genio "Weasley" subió a la superficie. "¡Quien Tú Sabes está muerto, pap�¡No puedo creer que estés gastando tanta energía en perseguir un cuento de hadas!" Se detuvo brevemente y entornó los ojos resentidamente. "¡Este es el tipo de cosas por los que nunca has podido ascender! "

"Quien tú sabes nunca estuvo muerto, tan sólo se desapareció y ¿de qué demonios estás hablando?"

"Has permitido que varias cosas arrastraran tu carrera. Siempre has dijo lo que pensabas y hecho lo que querías en vez de tratar de avanzar y mejorar. ¡Has preferido a Dumbledore y al maldito Harry Potter en vez de a tu propia familia!" gritó Percy, levantándose de su silla y golpeando su escritorio con el puño.

Arthur pasó saliva, aturdido, mientras que la molestia con su hijo se convertía rápidamente en rabia ciega. Era como si un dique se hubiera roto dentro de la contención de Percy, porque una que vez hubo comenzado, no parecía querer detenerse. Rabió acerca de lo difícil que fue para él sobreponerse y lograr superar las "excentricidades" de Arthur desde su entrada en el Ministerio, y cómo él nunca fue el hijo favorito, sin importar cuánto se esforzara, y cómo sus padres y el resto de la condenada familia en conjunto se desvivían por el Niño Que Vivió. Apuntó cómo siempre había tenido que conformarse con cosas de segunda maño en la escuela y acusando siempre a Arthur y a Molly de gran irresponsabilidad por tener una familia tan grande. Cuando finalmente juró que él seguiría el juego y asistiría a las cenas requeridas y haría lo que fuera preciso para tener éxito de modo que cualquier hijo que pudiera tener siempre estuviera bien cuidado, y tuviera lo mejor de todo, esto finalmente hizo explotar el genio de Arthur.

Más que furioso, Arthur miró fríamente a su hijo, y antes de poder detenerse, dijo lo que se había guardado hasta ese momento para sí: "Tienes este trabajo simplemente porque Fudge deseaba una conexión con Dumbledore."

Percy calmado, con la cólera, y el dolor de la completa traición escritos en su rostro, gritó. "No," negó finalmente. "¡No¡He trabajado duro¡He hecho un buen trabajo¡El ministro me escogió específicamente¡Dijo que creía que tenía potencial!"

"Uno no va directamente de un trabajo del nivel de entrada hasta la oficina del ministro especialmente después de un asunto como el fiasco de Crouch!" replicó Arthur replicó. "Pero puesto que obviamente estoy desperdiciando precioso tiempo y aliento, me limitaré a mis asuntos y me iré." Arthur se detuvo por un momento, recobrándose, después continuó en tono cortante, doblando los dedos de uno en uno. "Primero, no hay necesidad de enviar un representante a los Dursley. Sabemos que Harry ha sido maltratado, y la evidencia del maltrato de Harry se está recolectando mientras hablamos. En segundo lugar, necesitamos ocuparnos de la carpeta de Harry¿serías tan amable de programar una cita con el ministro para mí o para el profesor Dumbledore? A ti puede no importarte, pero no toleraré que Harry o ningún niño sea maltratado."

"Oh¿de modo que era por eso que siempre dejaste a mis hermanos llamarme 'pomposo', 'arrogante' y 'vanidoso'?" dijo Percy resentidamente, hojeando a través de un libro de citas. Encontrando un espacio vacío, escribió el nombre de Dumbledore, después, completó la tarjeta de citas y se la pasó por el escritorio a su padre. "Ahora, si no hay nada más..."

"No, Percy. Nada en absoluto, "contestó Arthur, dándose vuelta tranquilamente para irse.


Gracias a todos por los reviews.

Ahora sí, el 4 de abril tengo un examen importante, así que antes de esa fecha ya no podré actualizar nada. Espero que todo vaya bien, y pueda actualizar pronto.

Ianthe.