De Amor y Dolor.

Fanfiction por Lita Kino.
Todos los personajes pertenecen a Nobuhiro Watsuki.

Capítulo 1: Corazón destrozado.

La vida era perfecta. Finalmente, luego de tres largos años de trabajar despacio y pacientemente, había logrado forjar una verdadera amistad con el hombre que había amado toda su vida. Por fin había logrado que él confiara en ella, que abriera un poco de su corazón a ella... Eso la hacía tan enormemente feliz, que incluso se conformaba con ello: Con estar a su lado y ayudarlo en todo lo que fuera posible. Pero su alma tenía paz, aún tenía fe, tenía confianza en que era sólo cuestión de tiempo para que lo único que de verdad anhelaba, aquél único sueño que deseaba con todo su corazón, se volvería realidad...

Pero hoy... su corazón estaba destrozado... Era como si lo hubiesen apaleado con un duro martillo... un martillo que poseía nombre... Mitsuki... Ninja de una escuela amiga de los Onniwabanshuu, también nieta del Okashira, con sólo dieciséis años... Y todo comenzó con un simple entrenamiento...

Un entrenamiento podría parecer algo muy simple. Pero no para Shinomori Aoshi, el joven ex Okashira, no, no, no... para ese hombre, quien había vivido tanto tiempo luchando, era algo sagrado. Un arte. Se le había pedido de parte de esa escuela de ninjas que entrenara a Mitsuki en el uso de las kodachis, puesto que él era uno de los más expertos en el manejo de esa arma en todo Japón y deseaban que la joven fuera lo mejor que pudiese llegar a ser con ellas.

Para poder entrenar mejor, se decidió que la joven viviese una temporada en el Aoiya, donde se concentraría mejor. Y a partir de ese momento, Mitsuki y Aoshi comenzaron a pasar mucho tiempo juntos en su entrenamiento... Demasiado, desde el punto de vista de cierta jovencita de larga y oscura trenza...

Desde el momento en que Misao vio a Mitsuki, algo dentro de ella sintió apatía por la recién llegada. Había algo en ella que no le agradaba... En cierto modo, parecía una actriz de teatro Noh, cuya bella máscara servía para interpretar magníficos dramas, pero al quitarla dejaba de existir la magia...

Y claro, tanto era el tiempo que el ex Okashira pasaba con ella y tanta la habilidad que ella tenía para aprender, que el mismo Aoshi se quedaba impresionado de sus capacidades y no había ni una sola conversación en la que no hiciese algún cumplido hacia ella... Además de que para todos era evidente que ella sentía más que aprecio hacia su apuesto maestro...

A Misao eso no le agradaba. Es decir, estaba bien que Aoshi forjara amistad con su discípula y que ella le tomase también aprecio, puesto que se trataba de un hombre amable y educado... Pero hasta las amistades tienen un límite, y más de alguna vez se había cruzado por la mente de Misao una idea terrible que ni siquiera se atrevía a mencionar, aunque de haberlo echo, hubiese sonado como "¿Será que se está enamorando de ella?"

Claro que cuando venían a su mente este tipo de pensamientos, mejor sacudía su cabeza para apartarlos de ahí. ¡Era ridículo¿Cómo podría Aoshi-sama fijarse en una niña? No era que Misao fuese muy adulta, pero tenía ya 19 años. Sus sentimientos con respecto a Aoshi se habían estabilizado y ahora sí podía decir con toda seguridad que lo amaba, que no era un simple caprichito de adolescente, sino el amor de una joven mujer...

Cada vez que Aoshi hablaba de Mitsuki, la mirada de Misao tomaba un tono extraño... opaco... Y el gallardo joven no podía menos que notarlo...

Como se gastaba todo el día entrenando con Mitsuki, solía beber su té hasta en la noche, antes de dormir. Y Misao seguía con su costumbre de llevárselo y acompañarlo mientras lo bebía. Había habido una gran evolución en esa costumbre, puesto que al principio él solamente bebía en silencio mientras ella le contaba alguna cosa; mientras que ahora los dos sostenían una animada conversación en donde tocaban desde trivialidades hasta cosas más profundas. Y así era cada noche. Misao lo sentía como su "momento especial", un momento en el que Aoshi era sólo para ella... Un momento que no cambiaba por nada en el mundo... hasta que Mitsuki comenzó a ser un "tema" en sus conversaciones.

Pero nunca olvidaría esa noche en la que su corazón se rompió... Ni mucho menos las palabras dichas por su amado Aoshi-sama, que aún ahora resonaban en sus oídos.
¿Sabes, Misao-dijo Aoshi, dejando de lado su taza de té.- Hay algo que me preocupa con respecto a Mitsuki.
¿Qué cosa es-preguntó Misao, tratando de ocultar el temor en sus palabras.
- Lo que sucede es que... le estoy tomando demasiado cariño...

Misao casi pudo escuchar el sonido de su corazón al romperse... Sus manos se tornaron heladas... tan heladas que sus dedos le dolían... Su cuerpo comenzó a temblar tanto, tanto, que le costaba disimularlo...

Que él, una persona más fría que el hielo, que jamás hablaba directamente de sus sentimientos ni siquiera con ella, hubiese empleado la expresión "tomarle demasiado cariño" , era peor de lo que se escuchaba... No se refería a simple cariño y ella lo sabía... estaba hablando... de amor...

En ese instante se había revelado que todos sus temores eran ciertos, que aquello que ni siquiera se atrevía a pesar... era la triste realidad... Shinomori Aoshi, el hombre que amaba desde siempre... Enamorado de una niña... ¡DE UNA NIÑA! Y ella, quien vivió repitiéndose a sí misma que él nunca en la vida se fijaría en una niña... ¡Para que luego sucediera eso! Sencillamente... quiso morir.
- Aoshi-sama... -fue lo único que Misao consiguió balbucear.- Podría tener líos por ello... Ella es su discípula.
- Lo sé... - Pero... ¿A qué se refiere exactamente con encariñarse demasiado?
- Pues... No lo sé.
- Pero... Si no sabe a lo que se refiere¿por qué dice que se está encariñando demasiado con ella?
- Es algo confuso... -respondió él. Bajó su vista hacia la aún humeante taza de té que tenía en sus manos.- Creo que lo mejor sería que deje de enseñarle...

Confusión... La confusión no existe. Desde el momento en que Aoshi-sama dijo estar confundido, era porque ya existían sentimientos hacia ella... Y claro, ella no podía usar de excusa la diferencia de edades... puesto que ella misma era diez años menor que él...

Ambos se quedaron en silencio un momento. Misao mirando al suelo y Aoshi a su taza. Entonces ella decidió proseguir:
- Bueno... creo que iré a dormir... Estoy un poco cansada... Buenas noches... Aoshi-sama...-hizo una pequeña reverencia y salió de la habitación de Aoshi. Y media vez estuvo fuera de ahí, se lanzó a correr y correr hasta llegar a su propio cuarto, donde se lanzó sobre su futón...

Claro que él no presentó el asunto como algo tan "dramático", aunque en el corazón de Misao sí lo fuera... Porque ella sabía que sí lo era... ¡Aunque en su corazón, su vida se estuviese de nuevo transformando en una maldita tragedia teatral! Había sufrido tanto con la partida de Aoshi-sama, luego con esa obsesión que surgió dentro de él de ser el más fuerte tras la muerte de los Onniwabanshuu, luego aquella vez que casi mató a Jiya y que pasó a su lado sin siquiera mirarla, las lágrimas que derramó en aquel entonces por él...

Esa noche lloró... Y lloró con tanto dolor... mientras le decía a Kami-sama que eso no podía ser... sencillamente no podía ser...

Al día siguiente, partió muy temprano en la mañana y de una u otra manera terminó en el templo, así que entró al santuario y volvió a llorar y llorar, mientras le pedía a Kami-sama que perdonara sus pecados, que ella se arrepentía de todo corazón, pero no le hiciera eso... porque eso en verdad fue más de lo que su pobre corazón puede soportar...

Fin del Capítulo 1


Notas de la autora: Señoras y señores... Esto que estoy escribiendo es una historia real, (y no le sucedió a la amiga de una amiga...) adaptada a Rurouni Kenshin, para ser exactos, a mi pareja favorita.

Cualquier comentario, déjenme un review.

Lita Kino.