Fanfiction por Lita Kino.
Todos los personajes originales de Rurouni Kenshin pertenecen a Nobuhiro Watsuki.
Capítulo 3: Conversando.
La conversación pendiente entre Aoshi y Misao quedó como eso: Como una conversación pendiente. Habían quedado como en un invisible acuerdo de que ese diálogo se reanudaría bajo el mismo Árbol Sagrado en el que se había suspendido.
Por lo demás, todas las noches que llevaba su té y hablaba con él, él le hablaba de ella... De Mitsuki... Y ella se la pasaba llorando y llorando cuando llegaba a su habitación, mientras sus manos dolían como consecuencia de haberse puesto más frías que las de un muerto al estar con él y su corazón sentía el dolor más grande que era capaz de resistir... Y era porque él ya no hablaba de un simple afecto, sino que hablaba... hablaba de amor... Ella, que amaba a Aoshi con todas sus fuerzas, quien nunca antes, en los años que había pasado forjando su amistad con él, lo oyó hablar de sus propios sentimientos, ahora lo escuchaba hablar, noche tras noche, de amor... Amor por ella...
Fueron días horribles en los que se debatía entre morir y no morir... el demonio susurraba a sus oídos palabras de muerte y su mente llegó incluso a escucharlas... Sencillamente no podía continuar así, no podía aguantar más con tanto tiempo sin dormir, tanto tiempo sin comer y con el corazón hecho trizas... Así que decidió que le diría la verdad... Pero en lo que ese día llegaba, su pobre corazón debía seguir resistiendo cosas como estas:
¿A ti tampoco te simpatiza Mitsuki-preguntó una noche Aoshi, consciente de que ninguno de los Onniwabanshuu tenía simpatía por ella.
- Ella no me simpatizaba desde que llegó al Aoiya... - Ella... Ella se metió muy adentro de mi corazón y ahí se quedará aunque me aleje de ella...
Por orgullo, no lloraba frente a él... Pero estando a solas, los surcos dejados por las lágrimas en sus mejillas eran ya como una fuente que no dejaba de fluir... Solamente sentía el tibio ardor acompañado del dolor en su corazón.
- Tú sabes que como guerrero, yo siempre he podido leer la mirada de las personas y rara ves me equivoco... Y en sus ojos veo algo distinto a lo que he visto en las demás... -Las demás... Aoshi era realmente popular con las mujeres y Misao incluso llevaba la cuenta de todas las que afirmaban estar enamoradas de él. Y sin embargo, no lograba ver algo que distinguiera a Mitsuki de las demás.
- Aoshi-sama... -quiso probarlo ella...- Y podría decirme... ¿qué es lo que ve en los míos?
Aoshi la observó con un leve gesto de sorpresa. Nunca imaginó que ella haría esa pregunta.
- Pues... Observo sinceridad... un poco de miedo.
¿Nada más?
- En ella me he quedado bastante tiempo viéndolos.
- No fue eso lo que pregunté.
- Pero ya veremos que pasa - Oiga-se desesperó Misao.- no me deje con la pregunta.
- Tranquila... No tengo necesidad de decirte lo que tú sabes...
"No tengo necesidad de decirte lo que tú sabes..." Esa frase fue la que hizo a Misao perder toda duda de si debía hacerlo: Decirle la verdad o no decírsela... Pero no le quedó mucho tiempo para meditarla, porque el comentario siguiente de Aoshi destrozó aún más su corazón:
- Ella ya sabe lo que siento... y sabe que yo sé lo que ella siente... ya hablamos de eso... -Los ojos de Misao se abrieron desmesuradamente por la sorpresa. Nunca en la vida creyó que Aoshi-sama sería capaz de hablar con Mitsuki al respecto. Él calló unos segundos y viendo la sorpresa de Misao, reafirmó- Si... y le dije que si ella, con el paso del tiempo, sentía lo mismo, las puertas de mi corazón están abiertas, pero que por ahora debe dedicarse a aprender y entrenar... Yo la veía como a una chica de 16 años, y que podía tratarse sólo de un capricho.
Él no comprendía... No podía tratarse sólo de un capricho... ¡Sino que lo era¡Había visto tantas jovencitas persiguiendo a Aoshi-sama desde que él había vuelto a Kyoto hacía tres años! Pero a ninguna le duraba mucho el "eterno amor" ¡La única estúpida que aún con el paso de los años seguía enamorada de él, era ella!
- Bueno... -continuó diciendo.- Si cuando ella cumpla 18 años, sentimos lo mismo, que si ella no cambia no veo por qué yo lo haga... entonces arriesgare todo por ella... sólo si eso pasa.
- Kami-sama dirá... -susurró Misao.
- Arriesgare hasta la vida... -dijo. Estas palabras lastimaron aún más el quebrantado corazón de Misao.- Desde que pasó lo que pasó, mi vida tomo nuevo brillo... pero como lo dije antes, uno se equivoca, y no me gustaría ser el equivocado, pero si así lo es, hay que hacerle frente...
Misao debía reconocer que aunque él ya no estaba actuando como él, seguía siendo una persona impasible... Sabía que si algo malo sucediera con respecto a Mitsuki, el sabría mantener su temple habitual, como si nada, aunque en su interior llegase a sentir tristeza... Si había algo que Misao admiraba de Aoshi, era esa capacidad de controlar sus emociones, cosa de la que ella carecía... Misao era transparente como el agua, pero no en todos los momentos eso era algo positivo.
- Espero no equivocarme... -prosiguió.- pero solo gana el que arriesga, y yo le pido a Kami-sama que me de esa felicidad, pero sino que se haga su voluntad... En tres años puedo ser el ser mas feliz, o simplemente seguiré igual - Ojalá... pueda ser feliz... Aoshi-sama...
Esas palabras salieron de lo más profundo del corazón de Misao. En verdad deseaba que su Aoshi-sama pudiese ser feliz... Pero al mismo tiempo cometía el error de sentir compasión de si misma, compasión al pensar que aunque su corazón se alegrase de verdad al ver la alegría del hombre que amaba, siempre habría "algo" dentro de ella que la haría sentir incompleta... Algo que le faltaba... Y ese algo era él.
- Pero bien... -dijo Aoshi.- Mitsuki ha vuelto a su casa esta semana. Pero lo que los demás no saben es que si estará aquí, aunque no físicamente.
- Yo... -balbuceó Misao.- ...no tengo nada que decir al respecto.
- Es algo sin explicación.
- Bueno... Yo sé a lo que se refiere con eso perfectamente.
¿A qué me refiero?
- Se refiere a que... -los ojos de Misao tomaron un brillo nostálgico, mientras hablaba.- ...a que no se puede explicar esa sensación de que la persona que se ama se encuentra con uno siempre, dentro del corazón aunque esté del otro lado del mundo.
- Eres adivina... -susurró Aoshi un poco sorprendido.
- No... no soy adivina. -Misao esbozó una irónica sonrisa, mientras recordaba todos esos años que él estuvo lejos de ella, pero que ella lo tenía presente en su corazón...
Cómo hubiese deseado decirle todo lo que en verdad pensaba, las cosas de Mitsuki que él no percibía... Pero así son las personas cuando sienten amor... Un poco ciegas y sordas... Indispuestas a creer lo malo, sino a idealizar a la persona amada... Y Misao lo veía a él, dispuesto a arriesgar la vida y el alma por amor a una... ¡Una niña! Una niña que se pavoneaba orgullosamente por el Aoiya, sintiéndose casi como la dueña del lugar... Y más aún, que Mitsuki sabía de los sentimientos de Misao por Aoshi... ¡Todo el mundo sabía que ella amaba a Aoshi! Y más de alguna vez dirigió alguna mueca burlona hacia la joven Okashira, como restregándole en su cara quién era la dueña del amor del apuesto joven...
Lo que más le dolía en el alma a Misao, era ver que Aoshi-sama estaba perdiendo el respeto de los demás Onniwabanshuu... Frente a él mantenían el temple habitual, pero a sus espaldas se pasaban la vida criticándolo por su actitud hacia esa niña... Incluso escuchó a Okon decir alguna vez que Mitsuki usaba a Aoshi como su perrito... ¡Y eso le dolió tanto!
También le dolía saber que los sentimientos de Aoshi por Mitsuki eran auténticos... ¡Y cómo dudarlo, si él nunca antes había sido capaz de hablar de sus sentimientos hacia otra persona! Mientras que dudaba mucho de los sentimientos de ella... Y su corazón le decía que tarde o temprano, algo malo pasaría y el hombre que más amaba quedaría con el corazón destrozado... Con el paso del tiempo y la amistad que habían forjado, ella había aprendido que Aoshi no era tan fuerte de carácter ni tan frío como lo aparentaba...
Pero lo que mantenía su mente preocupada era esa conversación pendiente... Ya se había decidido a que pasara lo que pasara, ella le hablaría de sus sentimientos a él, pero no podía dejar de preocuparle lo que sucediera después... Ni siquiera sabía como concluiría lo que fuera que le dijera... Si con un "No quiero volverlo a ver!" O con un "¿Y sabe lo peor de todo? Que el tiempo que usted va a esperar por ella, yo también voy a seguir esperando..."
La verdad es que se desconocía... Estaba más que consciente de que lo amaba con toda su alma y ya incluso se había hecho a la idea de que tarde o temprano él se marcharía o encontraría a alguien y se casaría... ¡Pero nunca creyó que ese "alguien" fuese una niña incluso más chica que ella! Ni ella misma se esperaba reaccionar de la manera que reaccionó ante esta situación... Lo cierto es que no sabía si luego de todo debía salir corriendo... porque ya no podía más con esto... O seguir confiando en que Kami-sama se apiadaría de mi alma y seguir amando y esperando... Quizá eternamente...
No hacía más que pensar en que debió haber salido corriendo cuando me dio cuenta de que sus sentimientos hacia él eran en verdad algo serio y no una tontería de adolescente. Pero no podía... Era la Okashira de los Onniwabanshuu ¿Cómo iba a abandonar sus responsabilidades por un hombre¿Cómo iba a fallarle a los Onniwabanshuu? Y no iba a dejar sus obligaciones ni mucho menos iba a dejar de luchar... Aunque en realidad, luchar era algo que también le dolía hacer ahora... recordando que fue el mismo Aoshi quien le enseñó a utilizar sus kunais...
Esos días fueron sumamente grises... Y le sucedió algo muy extraño... Era como si el dolor fuese tan intenso que sencillamente ya no sentía nada... Como si ya no hubiesen más sentimientos en su corazón... Como si su capacidad de amar hubiese desaparecido. Pero era una sensación tan... Vacía... Siempre se dijo que ojalá pudiese vaciar su corazón de todo amor por él, pero ahora que lo experimentaba, sentía algo tan... ¡horrible! Era como si sencillamente no tuviese más motivo para seguir... Era la comprobación de todo lo que llevaba pensando estos años: Que lo único que la mantenía con vida, lo único que inspiraba todo su entusiasmo y alejaba al demonio que susurraba en sus oídos las fatídicas ideas del suicidio era este sentimiento...
Fin del Capítulo 3.
Ah, mis lectoras... Un pequeño avance más en este drama.
Siento centrar tanto la historia en ellos dos, pero por el momento quiero dejar las cosas bien planteadas entre ellos. Ya luego se verá el papel que juegan los demás en esta historia. Y vamos a los reviews:
giuliana: Bueno, aquí está el otro capítulo ya... y eso es muy común... Que de pronto te pasas la vida enamorada de alguien y que luego aparezca otra persona de la nada...
HADA: No es por nada, pero los hombres no pueden ver más allá de su propia nariz... No se dan cuenta de que alguien los ama (o si se dan cuenta lo toman a la ligera) y luego, cuando algo malo pasa, se la viven quejándose... Pero en fin...
Numat: Pues lo cierto es que la historia no tendrá un final feliz (y se los advierto desde ya...) pero tampoco un final fatídico. Lo que sí es que el drama aumenta capítulo con capítulo y bueno... Historias felices ya hay muchas, al igual que historias tristes, pero también es bueno mostrar en los fics el lado dramático de la vida.
hikaru: No te preocupes, que pase lo que pase y aunque me tarde mil años (bueno... A lo mucho uno...), la terminaré. Y curiosamente, ese es el objetivo de este fic: Lo he escrito para ayudarme a mí misma a superar una parte de mi vida, a terminar un triste capítulo de mi corta existencia y poder seguir adelante...
Alcione Yil de Cfiro: De verdad que muchas gracias por tus palabras (tanto estas como las del messenger). Nada me hace sentir más feliz que saber que tengo el apoyo de mis lectoras en esta historia de la vida...
catty-ishida: Mmm... Pues sí. La verdad es que tienes razón: Ando con mi pobre autoestima hasta los suelos... Y mis ánimos hasta el mismísimo inframundo... Pero bueno, todo en esta vida pasa¿no? Y no hay nada mejor para desahogarse que escribir sobre ello. Gracias por tus palabras de aliento.
gaby: Pues sí... Supongo que es su manera de levantar los ánimos de la chica.
Gracias por sus comentarios, que son los que me motivan a seguir trabajando capítulo tras capítulo.
Lita Kino.
