De Amor y Dolor.

Fanfiction por Lita Kino.
Todos los personajes originales de Rurouni Kenshin pertenecen a Nobuhiro Watsuki.

Capítulo 4: Confesión.

La falta de sueño se había vuelto una constante en su vida. Por mucho que tratase de cansar su mente o agotar su cuerpo hasta casi desfallecer, al caer la noche era incapaz de descansar...

Una noche de tantas que no lograba conciliar el sueño, a Misao le dio por pensar de una buena vez en lo que le diría a Aoshi llegado el momento. O más bien lo que le gustaría decirle a Aoshi llegado el momento, porque sabía que a la hora de las horas, su bien planeado discursillo no lograría atravesar el corto camino que hay entre su cerebro y sus cuerdas vocales y que no diría ni la quinta parte de lo que verdaderamente pensara o sintiera.

Escribir se había vuelto una de sus formas de desahogo, ahora que no podía contar a nadie las cosas que Aoshi le contaba a ella. Así que tomó un pequeño cuadernillo empastado, en el que solía hacer algunas anotaciones y con una fina caligrafía comenzó a anotar:

Le diré que él debería saber perfectamente que "amor" es una palabra que no alcanza para expresar la vastedad de sentimientos que alberga mi corazón por él...

Que quizás en todo este tiempo que he pasado enamorada de él, he pensado una y mil veces si acaso era una confusión o una broma de mi corazón, o era quizás que lo admiraba y estaba confundiendo esa admiración con amor, o se trataba de algún trauma psicológico por la ausencia de mi padre o alguna otra cosa... ¡Qué se yo! Pero para desgracia mía, comprobé que mis sentimientos hacia él eran verdaderos... pero yo estaba consciente de que él nunca llegaría a tener ese tipo de sentimientos hacia mí... Porque dejando de lado el hecho de que era y sigo siendo un desastre absoluto que nunca será capaz ni siquiera de usar un kimono como toda buena mujer... ¿Cómo iba a ser posible que él, siendo mi tutor, se fijara en una NIÑA que además de su protegida era su DISCÍPULA?

Así que desde ese momento, yo decidí que mi meta sería ganarme aunque fuera un cuartito en su corazón... Prácticamente hice de lado mis propios sentimientos y trabajé todo lo que pude para ser su amiga... ¡La mejor, si se podía! Me interesaba más en sus sentimientos que en los míos, en conocerlo más, en hacerle saber lo mucho que me importa... Incluso me hice a la idea de que quizás algún día conocería a alguna MUJER de la cual se enamoraría y luego se casaría... Porque si él era feliz con ella y si eso era lo que Kami-sama quería, entonces que así fuera... O también cuando decía que se retiraría al monasterio... Yo me tragaba mis sentimientos y sólo le pedía a Kami que él dispusiera, que a mí lo que me importa es que él sea feliz...

Y claro, había llegado a un tiempo de "estabilidad", donde ya no me dolía pensar en ello y comprendí que de la manera que sea, él jamás se iría al monasterio. Y yo era feliz... Hasta que las cosas comenzaron a tomar este rumbo... Y comenzó él con su extraña conducta hacia esa niña... Pero claro, pensar en que había algún sentimiento ahí era algo que no me atrevía ni siquiera a mencionar... la sola idea me llenaba de tristeza... Y claro, las sospechas aumentaron y aumentaron, los muchos comentarios (demasiado positivos, además) con respecto a ella... pero yo aún no me quería creer que algo así pudiera estar pasando. Seguía siendo absurdo...

Hasta esa triste noche que me lo dijo... ¡Y sentí un dolor tan grande que no me cabía en el alma! Y mis pobres sentimientos dejados de lado hace tanto tiempo volvieron a aparecer y a decirme que esto era absurdo, que no podía ser, que él era el hombre que jamás sentiría amor por una niña como yo... ¡y que ahora resultaba que se había fijado en una niña aún menor que yo!

Fue más de lo que mi pobre corazón pudo asimilar... Fue como si de pronto yo hubiera caído en una especie de pesadilla en la que la vida me restregaba en la cara que la palabra "felicidad" más "Misao" jamás van a ir juntas en una sola oración...

Y mi pena es más cuando me habla de sus sentimientos por ella... Porque él jamás habló en esos términos de nadie más... Y yo, una vez más, me siento frustrada, tremendamente frustrada porque una niña consiguió cautivar su corazón, mientras que yo... tantos años enamorada de él, olvidándome de mí en pos de él... sigo siendo invisible como mujer ante sus ojos...

Y luego, no supo como concluirlo... Si con un "No quiero volverlo a ver!" O con un "¿Y sabe lo peor de todo? Que en este tiempo que usted va a esperar por ella, yo también voy a seguir esperando..."

Sabía que él no la había hecho llorar todas esas noches con sus comentarios con respecto a Mitsuki a propósito. Ni ella misma se esperaba reaccionar de la manera que reaccionó, mucho menos lo iba a esperar él... Lo cierto es que no sabía si salir corriendo, porque ya no podía más con esto, o seguir confiando en que Kami-sama se apiadaría de su alma y seguir amando y esperando... Quizá eternamente...

Decidió que lo mejor era cerrar el cuadernillo y tratar de dormir aunque fuese un poco, aunque en su interior, sabía que no lo lograría...

Era una soleada tarde de otoño, época en la que los días se vuelven más cortos y las noches más largas... Sería un poco más de las 4:00 p.m. y los tenues rayos del sol se colaban a penas entre las frondosas ramas de aquel Árbol Sagrado. Bajo él, un apuesto joven de negros cabellos y mirada más fría que el hielo, y a su lado, una hermosa joven con una larga y oscura trenza, que trataba infructuosamente de decirle algo. Era algo mucho más difícil de lo que pensaba...

Llevaban ya más de media hora ahí, hablando... Aunque el diálogo se había transformado en monólogo por parte de Aoshi acerca de Mitsuki y en verdad Misao ya estaba harta de ello... En cierta parte su corazón se alegraba porque su amado Aoshi-sama tenía la confianza suficiente en ella como para haberle contado sobre sus sentimientos; pero en verdad su corazón ya no resistía más el recibir puñalada tras puñalada con cada mención de ese nombre... Mitsuki.
- Y bien... -dijo él, luego de un rato.¿Me explicarás finalmente por qué estás enojada conmigo?
- Eh... Aoshi-sama... -balbuceó.- Ya le he dicho muchas veces que yo no estoy enojada con usted… ¿Entonces¿Si no estás enojada, qué es lo que sucede?
- Lo que sucede... es que... yo... -Las palabras no fluían de sus labios. Ahí estaba en su mente todo lo que deseaba decirle y nunca se atrevía. Ahí estaban todos esos sentimientos que consumían su corazón día y noche desde hace tanto tiempo... pero ella no era capaz de decirlos.- ...pues yo... yo me siento... frustrada.
¿Frustrada -El rostro de Aoshi mostraba ahora una leve sorpresa, mientras observaba a la joven Okashira que mantenía la vista baja.¿Por qué frustrada?
- Porque... porque yo... -Misao levantó la vista y sus ojos chocaron con la profundidad azul de los ojos de Aoshi.- Yo... hace mucho tiempo... que... que estoy... enamorada... de usted...

Misao observó el rostro de Aoshi. Casi pudo percibir cada músculo de su rostro posicionarse de tal manera que su expresión cambió hacia una de... ¿extrañez? No, ella no era tan tonta como para creer que él no sabía nada de sus sentimientos... Lo que sucedía era que seguramente él no se esperaba que ella tuviese el valor de confesarlos de una vez... Si, debía ser eso. Que por lo demás, los sentimientos de Misao siempre habían sido como una especie de secreto a voces, algo que ambos sabían pero ninguno mencionaba.
¿Tú -preguntó finalmente él.¿De mí?
- Si... -dijo Misao casi en un susurro, su corazón palpitándole tan fuerte que creyó que se saldría de su pecho...

Un denso comenzó a reinar en el ambiente. Ni él sabía qué decir, ni ella cómo continuar, aunque su mente daba vueltas y más vueltas... La brisa hizo que su larga trenza ondeara a su compás, mientras servía de fondo musical a la escena.
¿Es esa la razón de tu enojo conmigo -dijo Aoshi finalmente.
- De nuevo... No estoy enojada con usted... Sino frustrada... Porque... porque Mitsuki consiguió lo que yo no pude...

Había tanta amargura y tanto dolor en las palabras de la joven Okashira... Pero mirando los azules ojos de su amado Aoshi-sama, no podía saber qué era lo que él pensaba al respeto; lo que de verdad sentía.
- Supongo... que siempre supe que usted nunca se fijaría en mí... -suspiró Misao.
- Y por eso dejaste las cosas como estaban.
- Creo que... preferí ser aunque sea su amiga... -dijo ella.- Estar a su lado aunque sea de esa manera.
- Misao... -dijo él, con ese tono de voz firme y a la vez profundo que tanto amaba ella.- Yo sé que tú vas a encontrar hombres mucho mejores que yo... Sólo debes tener paciencia.
- Claro... -pensó Misao.- Claro que hay hombres mucho mejores... Pero ¿de qué me sirve que los haya, si a quien yo amo es a Aoshi-sama?
- Deberías... -continuó él.- tratar de olvidarte de ese sentimiento.
- ... -Misao sintió una profunda punzada de dolor ante estas palabras. Pero reuniendo las pocas fuerzas que le quedaban, respondió¿Cree usted que no lo he hecho? Ya estoy agotada de tanto luchar contra esto... Pero aunque mi cabeza sabe que debe pelear contra ello, mi corazón no cede... Y llevo tantos años ya.
- Bueno... no te mortifiques... Mira a Okon y Omasu: Son mucho mayores que tú y a pesar de no haberse casado, son muy felices.
- Claro... -pensó Misao.- Porque no tienen un amor frustrado.
- Animo... -concluyó él.

Misao en verdad agradeció que la conversación terminara... para poder ir corriendo a su cuarto a llorar a mares.

"Yo sé que tú vas a encontrar hombres mucho mejores que yo... Sólo debes tener paciencia..."

Él nunca entendería... Hablaba de que Misao encontraría a otra persona, pero ella no quería a otra persona... Lo quería a él... Era como si él pensara que lo que Misao "deseaba" era sencillamente tener una pareja, pero Misao estaba más que segura que no tendría ese "deseo" de no sentir el profundo amor que sentía por él...

Ella se conocía a sí misma demasiado bien. Había pasado prácticamente toda su vida enamorada de él y sabía que continuaría amándolo, pasara lo que pasara. Aunque sus emociones variaran terriblemente, sabía que sus sentimientos eran tan estables como sus emociones inestables...

Lo cierto es que no podía más con esto... No ella sola. Ahora sí necesitaba recurrir a alguien para desahogar todas estas penas, este sufrimiento... Todo este dolor que estaba consumiendo ahora su alma.
- Amiga Kaoru... -pensó, mientras las tibias lágrimas seguían surcando sus mejillas y mojando la superficie de su futón.- En verdad te necesito...


Incluso creo que tardó demasiado en recurrir a alguien. Ese sufrimiento era demasiado como para cargar ella sola con él...

Reviews:

Karla: Gracias por las flores. (Lita se sonroja) y aquí está ya la actualización.

aLCIONE cHAn: Bueno, muchas veces pasa de que no valoramos lo que tenemos hasta que de verdad lo perdemos... Y eso suele pasarle mucho a los hombres, que suelen ser muy extremistas: O usan mucho la cabeza o usan mucho el corazón, cuando lo que se necesita es un equilibrio entre ambas cosas. Y creeme que aún faltan cosas más tristes por contar en esta historia...

HADA: Oye, no te sulfures... Y ya que preguntas que si lo saco de alguna parte, ya dije por ahí que es una historia real... Muy, pero muy real... (Si quieres, te doy una dirección de e-mail donde puedes dirigir todos los reclamos al Aoshi-sama de la vida real, que por su culpa la historia es así de trágica...)

misao shinomori-12: Bueno, ya se lo dijo. Ahora lo que hay que ver es lo que sucederá luego de la confesión de Misao, la actitud que él tomará y todo lo demás.

Crystal-Darling: Quizás fue una forma en la que la vida le dio un zape a Aoshi: por negarle el amor a Misao siendo una niña, se terminó enamorado de una. Pero bueno, así es la vida.

giuliana: Gracias, gracias. (Lita se sonroja aún más). La verdad no puedo decir si Aoshi se arrepentirá o no de su decisión, porque la historia de la vida real no ha terminado aún y creo que el final de esta historia quedará "abierto." Pero es algo que ya veré más adelante.

gaby: Mmm... Fijate que... creo que no será ni lo uno ni lo otro. Por lo menos no en el final que tengo pensando hasta ahorita.

Y nos vemos en la próxima entrega.

Lita Kino.