Fanfiction por Lita Kino.
Todos los personajes originales de Rurouni Kenshin pertenecen a Nobuhiro Watsuki.
Capítulo 10: La conclusión.
Misao... ¿Misao? -llamaba infructuosamente Omasu a la joven Okashira, cuya perturbada mirada estaba perdida en algún punto lejano.
- ¿Eh? -preguntó distraídamente la joven.
- ¿Te sucede algo? Estás demasiado distraída.
- No... No es nada. Simplemente dormí mal... Eso es todo...
No era del todo verdad. Aunque tampoco era del todo mentira.
- ¿Estás segura de eso? -preguntó Omasu, sin estar muy convencida.
- Sí, no te preocupes. -Misao trató de esbozar una sonrisa, aunque la curvatura de sus labios podría aproximarse más a una mueca que a ese gesto.
Esa madrugada se había levantado en seco, sintiendo las frías gotas de sudor corriendo por su frente. Había tenido una extraña pesadilla, una de sus pesadillas clásicas: Que Aoshi se había casado... No había distinguido quién era la novia, aunque sí podría decir que era una figura familiar. Y su corazón, en ese horrible sueño, estaba más que destrozado, mientras que sus lágrimas eran a penas contenidas...
Estaban en el templo. El lugar no era exactamente igual, pero ella sabía que se trataba del templo... y ella solamente quería marcharse de ahí, porque no soportaba el horrible dolor en su corazón y, sin embargo, se quedó puesto que los invitados estaban haciendo una valla para que la novia entrara y se condujera hacia donde se realizaría la ceremonia... Ella era la última de la valla y cuando la novia finalmente pasó, vio a Aoshi... y vio que él le sonreía y se acercaba a ella, preguntándole si al día siguiente le llevaría su té al templo, mientras ella le afirmaba que lo haría. Pero su corazón ya no podía más... No podía estarlo viendo, no podía estar a su lado, así que solamente le dijo adiós y salió corriendo con todas sus fuerzas del lugar, casi resbalando, con sus manos apartando las lágrimas que entorpecían su vista y tratando sin mucho éxito de ahogar sus dolorosos sollozos... Pero Aoshi se dio cuenta de su reacción, yendo tras ella y, al darse cuenta Misao, huyó de él y se escondió en una bodega. Desde ahí podía verlo, podía escucharlo preguntar a los demás si la habían visto, podía oír su voz llamándola y diciéndole que necesitaba hablar con ella, mientras ella lloraba y lloraba como un río...
No recordaba qué sucedió después, si él habría desistido o qué había sucedido, pero en un momento dado ella se asomó por uno de los pórticos del lado del templo y ahí encontró a su amiga Kaoru... Y cuando ella la vio llorando a mares, la abrazó y Misao se recostó en su hombro mientras seguía llorando, como si sus lágrimas no tuviesen fin y su dolor estuviese apunto de hacer estallar su corazón... Y entonces escuchó la voz de la novia, que reñía con Aoshi porque él la había dejado ahí por ir a buscar a Misao y a la vez se quejaba porque su llanto se había escuchado por todo el lugar...
Cuando Misao despertó, la extraña sensación de dolor estaba ahí... Quizás había tardado un poco en reaccionar y comprender que se había tratado de una pesadilla y nada más, pero esas imágenes estaba grabadas a fuego en su mente...
Misao no comprendía por qué siempre, en todos y cada unos de sus sueños, estaba Aoshi presente. Fuesen verdaderos sueños, fuesen horribles pesadillas, siempre estaba aunque fuera el nombre de Aoshi dentro de ellos, además de esa horrible sensación de dolor en su corazón...
A veces creía que sus sentimientos por él ya no estaban más ahí o que se encontraban un poco apagados, pero viviendo ese tipo de pesadillas y sintiendo ese dolor tan grande comprendía que al decir que su amor por él ya no era el mismo, era sencillamente mentirse a sí misma...
La verdad era que sentía un poco de angustia al ver que los años pasaban y sus sentimientos hacia él no disminuían en lo más mínimo... Sino al contrario: entre más lo veía, entre más estaba con él, entre más lo escuchaba... más lo amaba... a pesar de todo... y más sufría de pensar que su amor no tenía sentido, que es un amor que nunca florecerá, que nunca se realizará...
Estar con él era una agonía permanente, pero Misao la sentía como una dulce agonía... Y tan dulce era, que con tal de sentir esa tierna dulzura, se resistía a llegar a la muerte... Pero esa muerte llegaba cuando él no estaba, cuando se quedaba sola con sus pensamientos y veía cada vez más que pasara lo que pasara y sucediera lo que sucediera, ella nunca sería lo suficientemente... mujer como para que él llegara a sentir amor por ella... Que incluso una niña era más mujer a los ojos de Aoshi que ella...
De verdad se estaba convirtiendo en una Princesa Triste porque él, quizás sin quererlo, hacía que su corazón sintiese dolor y que su alma estuviese triste... Tan triste que de verdad no se soportaba a sí misma...
XXX
Los días seguían transcurriendo. Las hojas del calendario caían cual si fuesen las de un árbol agitado por el viento. Y entre más tiempo pasaba, más se iba oscureciendo el corazón de Misao.
"¿Por qué los seres humanos somos así? Que olvidamos con tanta facilidad las cosas buenas, mientras que las malas quedan grabadas a fuego en nuestro corazón..." Se preguntaba de tanto en tanto, mientras observaba algún punto perdido sintiendo cómo su propia tristeza la consumía profundamente... Y más triste se sentía de tan sólo pensar en que la única persona cuya mirada, aunque gélida, calmaba su ansiedad, ahora era quien la hacía sentir tan... miserable...
Las veces que hablaba con Aoshi, era simplemente por formalidad. Un saludo porque se encontraba presente, aunque de la manera menos afectuosa y espontánea posible. Y lo admitía: A veces era un poco hostil con él... Pero esa era su forma de defenderse: No soportaba que los demás la viesen con ojos de pena al saber que aún amaba a Aoshi. Prefería que todos pensaran que ahora lo odiaba, que ya no podía verlo, que sentía absoluto desprecio hacia él. Y es que aunque su corazón estaba tan herido por Aoshi, luego de haber creído en él y que él le hubiese mentido como a una cría, no lo odiaba... ¡Pero como deseaba poder odiarlo! Sin embargo, llevaba tanto tiempo enamorada de él que no conocía realidad distinta a esa...
Y lloraba...
Atrás quedaron aquellos tiempos en los que pasaban hasta un par de horas hablando como verdaderos amigos. Atrás habían quedado todas esas noches en las que bebían el té y pasaban simplemente el uno en compañía del otro... en verdad extrañaba con toda su alma esos momentos, pero ahora prefería abstenerse de la compañía de Aoshi.
Porque entre más hablaba Misao con él, más miserable se sentía... Ahora se cuestionaba sobre cada cosa que él dijera¿Estaría mintiéndole o le estaba diciendo la verdad? Eso era mortificante... Y además, aunque ella tratase de evitar lo más posible mencionar a Mitsuki en las escasas conversaciones que tenían, él siempre sacaba a relucir ese nombre a pesar de saber lo que Misao sentía...
Cada vez pensaba más en que por mucho que ella sintiese amor por él, por mucho que ella lo amase con toda su alma, por mucho que ella desease con todo su corazón tener aunque sea un espacio del corazón de Aoshi... él siempre preferirá el pseudo amor de una mocosa que de un momento a otro crecería y se daría cuenta que de verdad no lo amaba... o se fijaría en otro y lo dejaría valiendo...
En verdad su mente no podía ni siquiera concebir cómo era posible que él se hubiese fijado en ella... Cómo era posible que su mente creyese en ella... ¡Estaba actuando de verdad como un niño! Y no se valdría que le dijeran que ella también estaba actuando como una niña... porque... ¡Eso es lo que prácticamente era! La trataban como una niña, por ende, ella seguía teniendo algo de comportamiento infantil... Mientras que él era en teoría ya un adulto...
No lo comprendía...
Y aunque Misao rehuía de la compañía de Aoshi, parecía que Aoshi también evitaba por todas las maneras a Misao.
Él ya no la tomaba en cuenta para nada... Aunque no lo dijera, su lenguaje corporal lo expresaba... No la miraba... casi no le hablaba... (aunque antes eso era lo común... Sin embargo, Misao se había acostumbrado demasiado a que sí hablara con ella...) No se sentaba a su lado... Ella sentía que huía de ella... Y la verdad Misao no soportaba eso... No soportaba no valer nada para la persona que más amaba en este mundo...
Realmente estaba tocando el fondo de su propia tristeza...
Era muy irónico. Una parte de sí creía que lo que más le dolía de todo el asunto era que... ella ya estaba acostumbrada a ser feliz... Ya ella estaba acostumbrada a reír de corazón, a soñar con un futuro, a seguir adelante... a tener esperanza... Y la tristeza en su corazón no hacía más que recordar aquellos tiempos felices, en los que estaba viva aún, en los que su corazón gozaba de una pacífica estabilidad...
Claro que en aquellos tiempos también tenía momentos malos, pero entonces bastaba con ver en la mirada de la persona amada y entonces sentía que todo mejoraba, que aunque la noche fuese oscura había una luz, que el mundo era un lugar donde existía la vida... se sentía capaz de llegar tan lejos como deseara, además de sentir la llama del amor arder en su corazón y darle fuerzas para seguir adelante... Era lo que ella llamaba una "Mirada auténtica": el reflejo exacto de la belleza interior de la persona amada... Una mirada que a pesar de ser fría, estaba llena de luz... y que ahora lucía sumamente opaca a sus ojos... y en lugar de calmar la tristeza de su corazón, la aumenta...
Sentía un gran vacío en su corazón... Y se mortificaba a sí misma por no ser capaz de ocultar ese vacío, además de todo el dolor y sufrimiento que sentía dentro de sí. Ahora lo tenía claro: Debía aprender a ocultarlo, a que nadie notase ese tormento interior en su corazón, a tragarse sus lágrimas... ¡Debía aprenderlo! Y lo conseguiría, pasase lo que pasase. Conseguiría endurecer su corazón para que ya no sintiera más... Porque ahora lo sabía: Sus sentimientos la volvían débil... Y ella debía ser fuerte, todo lo fuerte que fuese posible... y si sus sentimientos eran su debilidad, entonces debían ser eliminados... Ya no sentiría más... Nunca más...
XXX
Amor insatisfecho...
Mi corazón se siente satisfecho
de haberte amado y nunca poseído:
así tu amor se salva del olvido
igual que mi ternura del despecho.
Jamás te vi desnudo(1) sobre el lecho,
ni oí tu voz muriéndose en mi oído:
así ese bien fugaz no ha convertido
un ancho amor en un placer estrecho.
Cuanto el deleite suma a lo vivido
acrecentado se lo resta el pecho,
pues la ilusión se va por el sentido.
Y, en ese hacer y deshacer lo hecho,
sólo un amor se salva del olvido,
y es el amor que queda insatisfecho.
- José Ángel Buesa.
Fin del Libro I
Martes, 24 de mayo de 2005.
Esta primera parte va dedicada... a Milton-sama. ¿Sabe algo? Usted nunca leerá esto. Y es mejor así: no creo que le guste mucho ver todo lo que sucedió plasmado a mi dramática manera de ver la vida. Sin embargo, a pesar de todo, sólo hay dos palabras escondidas en todo esto: Lo amo. Así de simple. Y puede más el amor que existe dentro de mi corazón que el dolor que me embarga. Si ella es en verdad la persona que Dios mandó para dar paz a su corazón, entonces... ¡bendita sea! Yo solamente pediré al cielo que, de no ser así, su corazón sufra lo menos posible... Usted mismo tiene siempre presente esa frase que yo le dije más de alguna vez: No quiero, por ningún motivo, tener que verlo sufrir...
(1) Originalmente, "desnuda." Cambié el género.
Oh, sip. En esto termina la primera parte de "De Amor y Dolor", es decir lo real. De ahí, toda la parte dos es totalmente ficción, con un estilo de escritura más... más a mi estilo XD (Es que esto es prácticamente mi diario con los nombres cambiados, por lo que es un texto más narrativo que otra cosa...)
Reviews:
carol: Pues ya merito le sigo! Jeje. Y espera próximamente la introducción y el primer capítulo del libro II.
Boricua 2005: Yo sé que hay hombres guapos... ¡Pero no conozco ninguno! T.T (Aunque lo confieso: hay un chico en la U que me encanta... No lo amo, pero me encanta, aunque es otro de esos tipos que jamás notarán que existo)
Y bueno, la verdad es que yo soy 100 fan de Aoshi y Misao. Y ahora la historia va aproximadamente por la mitad y nadie sabe (sólo yo) lo que podría pasar, jeje.
pau: Mmm... bueno, alejarse de la persona que se ama, aunque nos haga sufrir, no siempre es fácil... (Si lo sabré yo). Pero bueno, ya verás el rumbo que tomarán las cosas, jeje. Y sí, tienes razón: los problemas amorosos te hacen identificarte siempre... pasa igual con las canciones, que todas las románticas te identifican...
Mt Ty-Chan: Uh... ¿Qué tendrán los chicos mayores, me pregunto yo? Pero bueno, si tú tienes oportunidad con él¡aprovéchala! No esperes hasta que llegue el día en el que él se fije en otra persona para arrepentirte... Trata de ser lo mejor amiga posible con él y si algo ha de surgir, pues surgirá. (Y no cometas el error que yo de decirle... snif...)
E. Naomi Yano: Pues justamente se te cumplirá: Ahora al que le toca sufrir es a Aoshi XD Así que espera, que los próximos capítulos ya irán más sazonados con mi estilo de fic XD
Alexandra Shinomori: ¡Jajajajajajaja!
No, no lo mates T.T Que yo lo amo... snif... Pero próximamente tendrás a alguien más para odiar... y sentirás pena por el pobre Aoshi...
mao: Pues me alegro que te encante, jeje. Y espero que sigas leyendo! Gracias por tu review!
hana faiya fujimi: Nahy, hasta yo pienso que Misao es un poco estúpida... (por ser la representación de mi misma. Reconozco mi estupidez...) Pero bueno, las circunstancias hacen que las actitudes de las personas cambien...
Angel Nemesis: Bueno, la verdad es que los pensamientos y sentimientos humanos son demasiado complejos. Una persona puede tener reacciones muy contrarias a lo que siempre suele tener bajo determinadas situaciones. Por lo menos en esta historia, eso es lo que sucede con ambos, tanto Aoshi como Misao. (Y en la vida real es lo mismo...)
Y bueno, nos leemos pronto.
Lita Kino.
