Hola... les agradezco mucho sus mensajes, de verdad n.n… me alegran mucho el día.
En fin, les pongo este otro capitulo, sé que los confundirá un poco… pero bueno… en el otro trataré de aclararles todas las dudas que me dejen en sus rrs ¿ok?
Dreams
A esas alturas de lo que se había convertido el beso, ninguno de los dos tenía camisa. Joey estaba sentado, abrazando la cintura de Yami… el cual estaba arrodillado en la cama, delante de él con sus brazos recargados sobre los hombros del rubio.
- "¿Estás seguro de que no quieres hacerlo?"- Preguntó el faraón
-"Si"- Respondió sonriendo con tristeza –"Te amo y mucho; pero tú lo quieres a él… le perteneces desde siempre y aunque estuvieras conmigo, su recuerdo jamás saldría de tu corazón."- Yami sonrió y le besó por última vez. Luego se levantó y se puso su camisa, Joey hizo lo mismo. –"Creo que ya es hora de irme, teníamos un trabajo que hacer esta tarde; pero con tantas cosas se nos olvidó"- Dijo riendo
-"¿No vas a esperar a Yugi?"- Preguntó bastante sorprendido
-"Eh… Para serte sincero… no lo venía buscando…"- Sonrió apenado, el faraón lo miró confundido –"Tu me dijiste que no estaba; pero yo jamás te pregunté por él, mi intención desde el principio fue hablar contigo"- Ahora que lo recordaba, Yugi le había dicho que llegaría tarde por estar estudiando con sus amigos en casa de Tea y si el rubio estaba ahí quería decir que no estaban estudiando… lo que también quería decir que su hikari ya tenia que estar de vuelta
-"No te habrá dicho que vinieras a buscarme ¿O si?
-"Pues él me dijo que regresaría un poco tarde para que tú y yo pudiéramos hablar"- Yami suspiró, y pensar que por un poco más y abría terminado en la cama con Joey… -"No estas molesto ¿Verdad?"
-"No"- Sonrió con sinceridad –"Me alegra mucho que arregláramos esto"
-"A mi también"- Sonrió el rubio y ambos bajaron para que se pudiera ir; llegando a la puerta y antes de que abrirla, Joey tomó las manos del faraón y le dijo –"Yo sé que no tengo derecho a pedirte esto; pero… eh… yo… quisiera que cuando tú y Kaiba por fin aclaren las cosas, me digas en persona que ya tienen una relación… no me gustaría enterarme por nadie más que por ti"- Yami dudaba mucho que algún día pudiera existir un futuro para él y para el CEO; pero en caso de que los milagros ocurrieran, haría lo que Joey le pedía
-"Te doy mi palabra, tú serás el primero en enterarte"- El rubio la sonrió y besó de nuevo sus labios, sabiendo que no podría hacerlo otra vez… Luego salió de casa de su amigo.
El antiguo gobernante le contemplo desde la puerta, en verdad quería corresponderle… amarlo con la misma intensidad con que él le amaba; pero los labios de Kaiba eran tan difíciles de olvidar e incluso se alegraba bastante de que no terminara en la cama con su amigo, ya que quizá, se imaginaría en sus viejos tiempos con Seth, su amado sacerdote. Soltó un respingo de resignación y cerró la puerta.
… … … … … … … … … …
¿Cuántos días tenia sin verlo? ¿Uno… tres… catorce? En realidad ya había perdido la cuenta de los días que había tratado de verlo sin resultados. El perro, parecía de pronto haber recobrado su alegría habitual, ¿Podría haber pasado algo entre ellos?
¿Por qué se atormentaba? No lo sabia; pero las cosas habían sido así, desde el día del beso… cuando no dejó de pensar en él… en Yami… con sus labios tan cerca de los suyos, el esperando y deseado contacto…
¡Si tan solo no hubiera arruinado todo, el faraón estaría con él y no con el estúpido de Wheeler!
Kaiba sentía que explotaría de un minuto a otro. Necesitaba verlo, hablar con él y decirle que estaba perdido con sus encantos, que no soportaría un minuto más sin él…
-"Te amo"- Dijo el castaño tocando sus labios. Se encontraba en su habitación, dispuesto una vez más a dormir; pero como siempre, o al menos 14 noches atrás, no podría conciliar el sueño. Se reprendía a si mismo por ser tan cursi… por ser tan frágil y por sentir eso hacia él; pero también tenía sentimientos de culpa… de haber sabido antes que ese nerviosismo, que ese deseo desenfrenado y que los latidos de su corazón solo se hacían presentes cuando el faraón estaba cerca, quizá… pudo haberle dicho a Yami que lo amaba y ahora estaría en su cama, con él… sin que Kaiba se atormentara noche tras noche por su infortunio.
Lo peor de todo, era lo bajo que había caído en esas dos semanas; se volvió una sombra de la pandilla, lugar a donde iban, lugar donde él se presentaba, solo para ver si estaba con ellos el antiguo gobernante... más él nunca se aparecía, ni él ni Bakura –el ladrón- ¿Tendrían un romance?...
No, eso sería imposible… si así fuera ¿Por qué Joey se mostraba tan contento apenas ayer en la feria?... Digo, hacia algunos días que tenía un ánimo pésimo…
¿El perro tendría un romance con él? Cabría la posibilidad, ya que Yugi últimamente se veía triste y aunque tratará de aparentar… amaba a Joey… Kaiba lo conocía muy bien…
Tan bien como para querer formar un romance con él y desquitarse de Yami…
Kaiba sonrió para si mismo, ¿Qué haría el faraón cuando lo viera con su Aibou? Era obvio que se molestaría… así que no era tan mala idea… Convencido de que era un buen plan, apago las luces y se dispuso a dormir. Mañana mismo pondría en práctica la tarea de conquistarlo.
Bostezó un poco y se preparó para abrazar su sueño sonriendo…
Para él todo quedo oscuro, no parecía suceder nada en el lugar donde se encontraba… pero que equivocado estaba.
-"¿Seth...?"- Lo llamó una mujer, entonces abrió los ojos
-"Ya te oí Akemi"- Respondió con frialdad
-"Pues no lo parecía… ¿En que estas pensando?"
-"En cosas"- Dijo secamente y se separó del pilar donde había estado recargado –"Quiero dar un paseo"
-"¡Excelente idea!"- Exclamó con alegría
-"Solo"- La mujer de cabello color violeta que estaba con él, frunció el entrecejo y le dio la espalda, Seth puso los ojos en blanco mientras resoplaba con fastidio.
Le incomodaba mucho que aquella mujer, esa tal Akemi, siempre lo estuviera acosando y ahora lo trataba como si fuera un pobre niño idiota que no supiera nada de nada. Su único consuelo, si es que así podría llamarse, era que en pocos minutos, sería presentado oficialmente con el faraón para luego convertirse en su sacerdote… dedicado en cuerpo y alma a él… aunque eso no le gustara del todo, ni siquiera lo conocía, en la fiesta aún no era anunciado y lo peor de todo era que si se trataba de un chiquillo más arrogante que él, terminaría ahorcándolo.
Caminó entre la gente que se encontraba en el gran salón por motivo de aquella fiesta, en realidad no sabia porque tanto relajo si el faraón ya había sido coronado… quizá era pura vanidad de su parte. Arto de estar en medio de tanta gente, camino hacia la salida para tomar un poco de aire fresco cuando al cruzar un rubio chocó con él
-"Disculpe"- Le dijo y se fue rápido, Seth quiso salir del palacio de nuevo, justo a los jardines reales, los cuales estaban solo iluminados por las grandes antorchas pegadas a cada dos metros de distancia en la pared, los árboles no se veían tan verdes, quizá fuera la oscuridad. En realidad el lugar no le impresionó para nada, lo que llamó más su atención fue los pequeños sollozos que se oían, caminó un poco tratando de no hacer ruido y llegó a donde se encontraba una pequeña fuente, ahí había alguien sentado en la orilla, estaba con las manos tapando su rostro y murmuraba
-"Lo perdí… no puedo creer que sea tan descuidado"- Seth quiso saber en ese momento porque aquél personaje estaba llorando; el joven se quitó las manos de la cara y levantó su rostro hacia el cielo, el joven sacerdote contempló embelezado su rostro y tórax bañados en un color broceado que le sentaba muy bien… era el ser más hermoso que jamás había visto en toda su vida…
Y por estar de curioso, hizo un ruido con las hojas de los arbustos desconcertando al joven.
… … … … … … … … … …
En otra parte de la ciudad, en la casa de los Moto, ambos chicos tricolores, también se preparaban para dormir.
-"Recuerden que mañana iremos al museo de ciudad Domino a ver el nuevo descubrimiento que hicieron mis colegas"- Decía muy orgulloso el abuelo de Yugi desde la puerta de entrada de la habitación.
-"Si abuelito, ya no nos lo recordaste quien sabe cuantas veces en todo el día…"
-"Creo que esta es la número treinta y uno"- Comento Yami
-"¿Las estuviste contando?"- Preguntó sorprendido el hikari
-"Si, mira, fue una esta mañana, dos cuando barríamos la calle, tres cuando preparábamos el desayuno, seis en el almuerzo, ocho en la tienda, cuatro en la comida y…"
-"Ya entendí, bueno… los dejo, descansen y recuerden…"
-"Que mañana iremos al museo de ciudad Domino a ver el nuevo descubrimiento que hicieron mis colegas"- Repitieron ambos chicos –"Lo sabemos"
-"Buenas noches"- Dijo enojado Salomón Moto y cerró la puerta. Yugi se echó a reír mientras se acostaba bajo las cobijas, Yami solo se quedo sentado en la cama de tal manera que pudiera ver su hikari
-"Yo no tengo muchas ganas de ir"
-"Será divertido Yami; además, ya arreglaste las cosas con Joey y no tienes que evitarlo más"- Dijo sonriendo
-"Es que me cuesta trabajo estar cerca de él…"
-"¿Acaso tú...?"
-"No Aibou"- Respondió sonrojándose y apartando su vista –"Te conté lo que sucedió ese día, ¿Recuerdas? Pues, a dos días de eso, no dejo de pensar que enserio quiero amarlo.
-"Pues correspóndele, por mi no te detengas"
-"Yo…"
-"Yami, dime, ¿Cuánto más tengo que rogarte? Joey te ama, a mi no me quiere… solo le intereso como amigo"- El faraón por fin lo miró… había lágrimas en sus ojos.
-"Pero te estás lastimando… yo no puedo permitírtelo, te quiero demasiado… eres como mi hermano…"
-"Yo quiero a mi lado a alguien que me ame solo a mí, que yo sea su razón de ser y de existir… y que su corazón encuentre en mi una razón para vivir"
Yami no supo que responder, eso se parecía mucho a lo que Joey le había dicho, «Sé que tú no me pediste que te amara… Yo tampoco le pedí a mi corazón que encontrara en ti una razón para seguir latiendo; pero quiero hacerlo porque no me imagino un solo día sin pensar en ti» Un pequeño sonrojo apareció en su cara, se levantó y se acostó junto a su hikari; le abrazó con fuerza y besó su frente
-"Si eso es lo que deseas, así será y te prometo que Joey no sufrirá más"- Yugi se abrazó más a él buscando un consuelo para su pobre corazón ahora apunto de romperse, el faraón apagó la luz y se acostó abrazando a su hikari.
No tardo mucho en quedarse dormido con la ilusión de ver por la mañana a Joey y decirle lo muy atraído que se sentía por él… por aquél rubio de ojos mieles…
-"Ya basta Atemu"- Dijo sonrojándose y dándose la vuelta
-"¡Oh, vamos! Sabes que me gusta perderme en tus ojos"- Respondió el chico de cabello tricolor sonriendo y poniendo una mano en el hombro de su amigo para que lo mirara, en ese momento tocaron la puerta. –"Adelante"- Respondió con fastidio, más luego sonrió cuando la chica castaña, su mejor amiga, entró en la habitación
-"¿Se puede saber a que están jugando?"- Reprendió –"Los invitados esperan"
-"No quiero que me vean todavía"- Dijo haciendo un puchero, el cual arrancó al rubio una carcajada –"¡Eso me gusta!... ¡Me encanta que sonrías para mi!"- Le guiño el ojo y este volvió a darle la espalda.
-"Atemu y Jono, si no piensan salir…"
-"Ya vamos mujer, no sé porque siempre te comportas de esa manera"- Dijo el faraón mirándola con cara de pocos amigos y cruzando los brazos
-"Yo creo que le falta un novio"- Observó el sirviente. La chica castaña se enfureció y enseño peligrosamente los dientes, ambos chicos se asustaron y se abrazaron con varias lágrimas de sudor en su cabeza
-"Teana, ya sabes que Jono a veces tiene la lengua demasiado larga… todo mundo sabe que eres una de las damas más hermosas de todo el palacio"- Dijo Atemu
-"¿Enserio te parece?"- Preguntó la chica un poco apenada, el rubio miró como si fuera bicho raro su amigo, este le respondió guiñando un ojo, luego fue hacia la chica, le tomó las manos y le dijo una serie de cosas lindas… poco después ella salía de la habitación olvidándose por completo de la verdadera razón a la que había ido a esa habitación.
-"Lo que le dijiste no era cierto… ¿O si?"
-"¿Celoso?"
-"No…"- El faraón soltó una carcajada
-"Teana es muy hermosa; pero no es mi tipo… En fin, necesito que me saques de aquí… no quiero estar encerrado; pero tampoco quiero ir a la fiesta"
-"Atemu, no puedo"
-"Anda Jono, te lo pido…"- Rogó haciéndole ojitos
-"Esta bien, ven conmigo"- Tomó la mano del faraón y salieron por un pasadizo secreto, dieron varias vueltas, en realidad no quiso saber ni por donde iban. Cuando por fin salieron por una de las paredes que rodeaban los jardines reales, se asombró muchísimo, jamás pensó que lo iba a traer para allá.
-"¿Los jardines reales?"
-"Teana no nos encontrara aquí, Atemu"
-"Muy buena idea"- Sonrió el faraón acercándose a su amigo, este retrocedió y por poco cae a la fuente
-"¿Dónde esta su tiara?"
-"¿No la traigo puesta?"- Dijo caminando hacia el agua y viéndose en el reflejo –"Creo que la dejé en el cuarto…"
-"Iré por ella, quédate aquí"- Dijo el rubio corriendo por otro lado y entrando al palacio. Atemu se sentó en la orilla de la fuente y se contempló unos minutos; él era muy vanidoso y como faraón tenía que serlo más, aunque no le gustara. Teana siempre se la pasaba diciéndole que debía caminar con la cabeza en alto y mostrarse orgulloso aunque cometiera errores, Jono por su parte, le decía que con un corazón como el suyo, no hacia faltan esos modismos a menos que quisiera ser un malvado gobernante… Y él no quería ser así, Atemu quería gobernar con justicia y libertad, sabiendo que no solo seria casi imposible sino que también muy difícil… Sin tan solo sus padres estuvieran ahí…
-"Papá… Mamá…"- Dijo con tristeza mientras se agarraba la cabeza, entonces notó que le faltaba algo en la muñeca… un brazalete de oro, último regalo de los faraones antes de morir… -"¿Dónde estará?... No puede ser…"- Comenzó a buscar por todos lados aquél objeto sin resultados, por lo que comenzó a llorar, se sentó de nuevo en la orilla, se tapó el rostro mientras decía -"Lo perdí… no puedo creer que sea tan descuidado"- Atemu se quitó las manos de la cara y levantó su rostro hacia el cielo. En ese momento escuchó un ruido…
¡Había alguien más ahí con él escondido entre los árboles! Sintió un poco de miedo; pero eso no lo demostró, se levantó impotente –"¿Quién anda ahí?"- Él mismo comenzó a temblar al no encontrar respuesta y caminó hacia el arbusto…
… o … o …
¿Les gustó este capitulo? Jajajajaja… espero que no se hicieran bolas xD
mahokka: Bueno… eso no lo controlo yo…todo depende de Kaiba xDDD… gracias por leer, ojalá que te gustara este capítulo, bye!
pierina: Helo!... muchas gracias por tus mensajes… te los agradezco mucho… Y bueno, como ves, Yami y Joey no hicieron nada x cuestiones que puse arriba, creo que eso es a lo que yo llamaría "amor verdadero" ¿No crees?" o.o… En fin, mi pareja preferida, igual es Seto x Yami
Hisaki Radien: Amiga, hola… es muy grato saber que siempre puedo contar con tus rrs n.n… Bueno, la mayoría de las historias sobre romance, son sobre amores no correspondidos que al final se corresponde, mueren o terminan por jampas aceptar que en realidad no pueden vivir sin la otra persona… pero a mi me encantan, es lo que le da la máxima emoción a la historia. Muchas gracias por tu rr.
Yami Atemu Kaiba: Hello my friend! Me dio mucho gusto hablar contigo el domingo, espero que nos podamos encontrar otro día y recuerda lo que te dije sobre las historias, muero por leer una de ellas uno de estos días n.n. Bueno, nos volvemos a ver otro día ok?... bye y saludos a Yami… espero que le vaya súper con Kaiba n.n… BYE!
Forfirith-Greenleaf: jajaja tranquila my friend n.nU… como lees, ellos no hicieron nada o.o… al menos… no aún… xD. Me alegra que te gustara y mil perdones por no poner a Kaiba, es que no le vi sentido... al menos hablé de el… ¿no? xDDD… A mi la vdd me gusta más el Yami x Joey… es que Yugi como que no me cae bien… pero bueno, en todo caso prefiero a Kaiba para el faraón xD. Bien, eso es todo y muchísimas gracias por leer el fic, espero poder leer otro rr tuyo en mis fics de saint seiya y aquí… chao! X cierto… tienes msn,… me gustaría que habláramos uno de estos días… bueno bye!
En el siguiente capitulo continuaré con el sueño y si partes que no entienden, me preguntan en sus rrs ok?... un saludo a todos los yaoi-fans xD… bye!
