Muchas gracias a tod@s los que leen la historia (y especialmente a los que dejan reviews, jeje). Por lo que veo, el capitulo anterior fue agraciado con 2 reviews!!!!, bueno, poquito a poquito :-P
Ya saben, lo de siempre, lean, opinen, y dejen reviews con vuestras opiniones y dudas (¿Seguro que no teneis ninguna?).
Ahora voy a contestar a las dos personas que me han escrito. (por cierto, las dos se han aproximado un poco, jeje)
= Bellatrix_013 : Gracias por decirme que es original, gracias. Lo que intento es hacer algo diferente a lo que leo habitualmente en los fanfics que leo, la idea esta alli y solo la desarrollo (creo que todos los libros de misterio que leo me han influido mucho). Disfruta de este capitulo.
= LoBeZnO: ¿Qué como lo dejo alli?, es que me encanta hacer sufrir a la gente (y a mi misma), es difícil decidir un final para un capitulo y ademas no decir muchas cosas reveladoras. Espero que te guste tambien este capitulo y disfruta.
Ahora si, ya pueden leer y opinen. En este capitulo se desvelan (¿o no?) algunos de los misterios que se han ido dejando en los anteriores capitulos. Disfruten!!!!!!
Por cierto, antes de que se olvide, entren a mi perfil y busquen una historia llamada "Primer encuentro con los Merodeadores", esta dedicada especialmente a los que leen esta historia. Es una historia cortita y en clave de humor, no tiene nada que ver esa con este, pero me gustaria que pasaran y la leyeran.
Muchos besos y disfruten de la historia.
Capitulo 5_ Sin noticias de…. ¿malos augurios?
….. Don, don, don.
El reloj de la habitación dio las doce, apoyado en una pared era testigo de la discusión que dos personas estaban manteniendo en esos instantes.
- Jonathan Alexander!!! Deja de jugar con la varita.
- Oh, Nymphadora…
- No me llames Nymphadora, ME LLAMO TONKS
- Si, si, de acuerdo, TONKS – dijo el muchacho con un tono de resignación en la voz, a la vez giraba entre sus dedos una varita – no pasa nada, no se va a caer y hacer alg…. – en ese instante la varita se le resbalo entre los dedos y, al caer, de ella salio una luz que, de no haber sido por los rápidos reflejos de la otra persona, le hubiera dado – Ups!!!! – el muchacho se agacho a recoger la varita del suelo.
- ¿Ups?, SOLO SE TE OCURRE ESO, UPS, ME PODIAS HABER MATADO!! – la aurora gritaba fuera de si.
- Bueeeenoooo, lo siento, además….. – miro en donde había ido a parar el rayo, no pudo continuar pues le vino un ataque de risa en ese momento.
- ¿Además que? – pregunto en tono enfadado, mientras giraba a ver lo que había pasado, allí, en su espalda se encontraba el viejo reloj de madera adornado con múltiples flores que le salían de todos lados.
- Que hubiera hecho juego con tu pelo – logro decir el muchacho en medio de sus risas. – ¿Te imaginas? – otro ataque de risa le sobrevino al imaginarse la escena.
- No hace gracia – contesto la mujer - Finite incantatem – dijo dirigiendo su varita al reloj, en ese instante desaparecieron todas las flores que le crecían.
- Por Dios, Tonks, riete un rato, no hay que estar tan serio – dijo el muchacho limpiándose las lagrimas que le salían por los ojos consecuencia de toda la risa que le había producido imaginarse esa situación.
- Jonh, estamos en medio de una guerra, ¿Cómo quieres que me divierta?
- Pues….. no se….. pero no puedes estar todo el día preocupada. Desde hace semanas no he visto que te relajaras…… Creo que desde la última reunión…. – dijo pensativo.
- Eso fue hace dos semanas
- Si, si, dos semanas, desde ese "incidente", pero es que desde que te conozco no te había visto tan preocupada.
- Es una sensación extraña, creo que siento que algo muy malo esta pasando….. – pensó en voz alta, inmediatamente deshecho ese pensamiento – Por cierto Jonh, ¿Por qué os quedasteis fuera en vez de entrar detrás de mí?, ¿Pasaba algo?
- Eso – contesto recordando el porque se había quedado fuera con el otro hombre – pregúntaselo a…..
Una alarma se escucho resonar en toda la casa. Como impulsados por un muelle, los dos aurores se levantaron de los sillones donde estaban sentados, cruzaron las miradas y con un "plop" desaparecieron de la habitación.
*****
- ¿Pero que….? – un libro se dirigía directamente a su cabeza, se agacho a tiempo para evitarlo. – Tonks, Timms, ¿Dónde estáis? – volvió a agacharse, ahora era un trozo de cristal el que se dirigía a darle.
- ¿Remus? – una cabeza se asomo de detrás de una mesa tumbada en el suelo - ¡Remus! ¡Remus!
Al advertir que le llamaban se dio la vuelta, vio que las personas que buscaba se encontraban refugiadas tras una gran mesa tumbada puesta como defensa para evitar que los objetos les diesen. Inmediatamente, tras evitar de nuevo el golpe de otro objeto, se agacho y fue a donde estaban sus compañeros.
- ¿Qué es lo que ha pasado? – pregunto – fui al cuartel para descansar de mi misión y al ver como la alarma sonaba vine todo lo rápido que pude hasta aquí. ¿No se supone que vosotros dos os encargáis de él y que no tiene por que pasarle NADA? – la ultima frase la dijo en un tono mas alto de lo normal.
- Remus, calmate, cuando llegamos ya estaba todo esto así – dijo el muchacho refiriéndose a la habitación. Todas las cosas estaban volando de un lado a otro, muchas de ellas ya rotas por haberse estrellado más de una vez contra la pared, los armarios u otras cosas, en medio de todas ellas se distinguían muchas cartas, libros o utensilios de escuela. – Agáchate – un libro volaba en dirección hacia la mesa. – Por poco – respiro tranquilo el muchacho.
- Ese libro casi nos mata cuando llegamos.
Remus dio un vistazo al libro al que se refería Tonks, era "Volando con los Cannons", irónico, pensó.
- ¿Y no habéis intentado algo para pararlo?
- Intentar, intentar, si…. cuando llegamos lanzamos un par de hechizos silenciadores, para que no se oyera nada, y para intentar parar el desastre hechizos como impedimentas, reducios, etc, pero nada daba resultado, nada lo paraba, intentamos defendernos pero lo único que pudimos hacer era refugiarnos.
- ¿Por? – pregunto el recién llegado, pero en seguida comprendió el por qué no podían hacer nada, un rápido vistazo a los otros le indico el motivo. Tonks se encontraba agarrándose fuertemente la muñeca derecha que la tenia en un ángulo extraño y Jonh, el otro auror le mostraba una varita partida en dos.
- Es la segunda que rompo – le dijo este – Así es imposible hacer un hechizo correctamente.
- ¿Y tu varita Tonks? – la auror le señalo con la mirada a lo alto de un armario, allí se encontraba su varita incrustada en la parte mas alta.
- He intentado cogerla, pero es imposible con la cantidad de cosas que van volando. Fíjate como me han dejado la varita, y eso que solo era un zapato.
- Habrá que hacer algo para parar todo este desastre – comento en voz alta.
- ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOO! – un grito se escucho en la habitación, los tres aurores se taparon los oídos, era un grito desgarrador. – ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOO!
- ¿Crees que ha provocado todo esto él? – pregunto Tonks moviendo solo los labios.
- Si, creo que si – le contesto Remus de la misma forma y asintiendo con la cabeza – Tenemos que pararle
- ¿Cómo?
Remus se quedo pensativo, tenían que calmar pronto al muchacho, una idea le cruzo por la cabeza.
- Jonh – se dirigió al otro auror – me cubrirás, tengo que aproximarme a él – señalo con la cabeza a la persona que se encontraba en la cama debatiéndose furiosa mientras dormía. – Accio – la varita que se encontraba encima del armario llego a sus manos, se la entrego al otro auror.
- Si la rompes te aseguro que te mato – musito en tono de amenaza la mujer, el joven solo asintió con la cabeza.
- ¿Listo?, vamos.
Los dos aurores abandonaron el refugio seguro que proporcionaba la mesa y se encaminaron hacia la cama que se encontraba en el otro extremo de la habitación. Los objetos les dificultaban el paso y a pesar de lanzar hechizos de bloqueo, ninguno de ellos resulto ileso en ese corto trayecto.
- ¡Cuidado! – la voz de Tonks les advertía de vez en cuando de que se aproximaba algún objeto por la espalda, como estaba ocurriendo en esos instantes.
- Ay!!! – se escucho una exclamación en medio de todo el caos que formaban muchas cartas cerca de la cama.
- ¿Estas bien Jonh?
- Si, si estoy bien – se toco la parte de atrás de la cabeza, allí donde había sentido el golpe, sus manos tocaron un líquido, bajo la mano rápidamente.
- Estas herido, quédate aquí, e intenta que no me de nada – dejo al muchacho tras verle la herida, esta parecía bastante profunda. – No te quejes – le dijo tras ver la negativa del auror a quedarse allí – Me falta muy poco para llegar hasta donde se encuentra. – En realidad se encontraban a menos de dos metros de la cama del adolescente, pero dos metros plagados de múltiples objetos que volaban en un intento por proteger al ocupante de la cama.
Tras casi obligar a su compañero a quedarse protegido, Remus Lupin se dispuso a traspasar la barrera que formaban todos los libros y utensilios raros que volaban en torno a un mismo sitio. Cogio aire profundamente y armándose de valor corrió hasta la entrada del torbellino, allí, tras todos los objetos que volaban, se distinguía a un muchacho de dieciséis años recién cumplidos (como pasa el tiempo, pensó) que se debatía en sueños y chillaba desesperado. Al ver la imposibilidad de traspasar la barrera decidió mandar el hechizo que había pensado confiando en que este diera resultado, con mucho temor adelanto la mano derecha y lanzo el hechizo. En el instante en que el rayo impacto en el cuerpo del muchacho, los objetos dejaron de volar y todos los ocupantes de la habitación tuvieron que protegerse de la inminente caída tapándose con sus brazos, milagrosamente, ningún objeto cayo sobre el muchacho que en ese instante se encontraba placidamente durmiendo, tumbado en la cama ajeno a todo el jaleo que se había formado en su habitación.
*****
- Ay! Me haces daño.
- Quejica, esto es una herida sin importancia.
- Ya, si te hubiera dado un libro en la cabeza seguro que también estarías quejándote.
……………………
- Trae la mano, vamos a ver que se puede hacer con ella…… Uhmm Creo que esto va a dolerte un poco, en cuanto lleguemos al cuartel que te la curen mejor….
- Bruto, la próxima vez no dejare que me cures
- Lo siento, no se otra forma de curarla, tendrás que llevar puesta la venda hasta que te curen bien.
………………..
- ¿Qué hacemos ahora?
- Esperaremos hasta que despierte.
- ¿Y cuando será?
- Creo que pronto, no le he dado muy fuerte.
………………………..
- Podrías hacer algo útil.
- ¿Como que?
- No se, algo
………………………….
Voces, escuchaba voces de varias personas y trozos de conversaciones que no entendía. Se encontraba en una especie de inconciencia, la que se tiene antes de levantarse, en ese rato en que se tiene conciencia de los sueños hasta poco a poco darse cuenta de donde se encuentra uno. ¿Seria eso un sueño?, no, las voces se oían en la habitación y tampoco estaba soñando, entonces ¿qué era lo que estaba pasando? Se revolvió inquieto en la cama.
- Sshhhh, se esta despertando
Escucho como decía alguien, reconoció la voz como una de las que había oído antes en su duermevela. Sintió como una mano se apoyaba en uno de sus hombros en un gesto tranquilizador.
- Harry, soy yo, Remus, ¿te encuentras bien?
Esta vez si reconoció la voz, era de Remus Lupin, un antiguo profesor suyo, miembro de la Orden del Fénix, y uno de los mejores amigos de sus padres, de hecho, el único que quedaba vivo de todos (quedaba otro, pero ese ya estaba descartado desde hace algún tiempo por una traición que había hecho y que costo la vida de sus padres). Giro en la cama hasta encontrarse cara a cara con Remus, este mostraba un rostro preocupado, vio que en las pupilas del hombre se reflejaba una gran angustia.
- Si, estoy bien, pero….. ¿por que estas aquí?
- ¿No lo sabes?
- No – contesto sinceramente Harry, no se acordaba de nada.
- Mira alrededor tuyo.
Harry miro hacia donde le indicaba Remus, confiaba en ese hombre, lo que vio le impresiono mucho: mirara donde mirara veía cosas destrozadas en el suelo, como si una catástrofe hubiera ocurrido en su habitación y todo se veía muy reciente.
- ¿Qué ha pasado? – se preguntaba. Se sentó en la cama para tener una mejor visión de todo el cuarto, de este modo pudo ver a las otras personas que estaban allí
- ¿Tonks? – dijo en voz alta al ver una persona de pelo rosa chillón que se encontraba en esos momentos recogiendo cosas del suelo y poniéndolas encima de la mesa.
- Harry!!! – la aurora dejo todo lo que tenia en las manos para ir corriendo hasta la cama del muchacho y darle un fuerte abrazo – Que susto nos has dado.
- ¿Qué? – dijo dirigiendo una mirada a Remus.
- Por fin nos conocemos – dijo una voz desconocida para Harry, se dio la vuelta para encontrarse cara a cara con un muchacho unos cuantos años mayor que él y que le tendía la mano – Jonathan Alexander Timms.
- Harry… Harry Potter – dijo mientras le estrechaba la mano el otro.
- Llámame Jonh. – el joven volvió al montón de cartas que estaba ordenando antes de que Harry despertara.
- ¿Quién es? – pregunto extrañado a las personas que se encontraban mas cerca de él.
- Es un auror recién graduado, sufrió hace poco un ataque de Voldemort donde murieron sus padres y varios compañeros suyos – le contesto Remus al oído evitando que le oyera el otro.
- Esta a mi cargo, yo le tengo que enseñar como debe comportarse – siguió Tonks con la explicación.
- Eh, no cuchicheéis a mis espaldas – en ese momento Jonh se encontraba vuelto hacia ellos llevando sus manos repletas de cartas – ¿Dónde dejo esto, Harry?
- No se – dijo encogiéndose de hombros – déjalas allí – le indico un rincón de la habitación.
- No sabia que tenias admiradoras – el joven dejo las cartas donde le indico el muchacho, pero en sus manos tenia varias que miraba de forma curiosa y no es para menos ya que estas tenían dibujadas en el sobre corazones y flores.
- Jonh, no seas tan cotilla – le recriminó Tonks – ¿Ves?, no sabe comportarse, no se como ha podido graduarse como auror.
- Pues…. no decías eso antes – dijo Jonh haciéndose el enfadado y tirándole una pelota de goma que vio en el suelo.
- No se como se soportan mutuamente – rió Remus mirando como Tonks dirigía una mirada de enojo al otro. – Bueno, creo que ya es hora de volver al cuartel. – esto ultimo lo dijo dirigiéndose a Tonks y a Jonh.
- Oh, con lo divertido que es leer estas cartas – levanto la carta que tenia dibujados corazones.
- JOHN!!!!!
- Oh, si, vale – dejo la carta encima de las demás – Bueno Harry, ya nos volveremos a ver, adiós.
- Adiós Harry – se despidió también Tonks.
- Harry, que descanses bien.
- Remus, ¿te podrías quedar un momento? – dijo Harry al ver como el hombre se disponía a desaparecer como lo habían hecho los otros dos aurores.
Remus le miro un momento y en ese instante percibió como Harry lo miraba fijamente a los ojos, permitiéndole ver todo el sufrimiento y angustia que tenia el muchacho en el interior.
- De acuerdo – dijo mientras se sentaba en un lado de la cama del joven. - ¿Te has acordado de lo que ha pasado?
- Si – contesto el muchacho mirando a la cama y retorciendo las sabanas entre sus manos. Un silencio se adueño de la habitación.
- Harry, ¿te encuentras bien? – El joven se encontraba en esos momentos abstraído y mirando al vacío. -¿Harry?, ¿Harry? – Remus zarandeo un poco al joven, lo que permitió que este saliera de su trance - ¿Qué te pasa?
- ¿Remus? – dijo como dudando de la persona que se encontraba con él.
- ¿Si? Harry
- ¿Voldemort ha atacado? – pregunto mientras seguía mirando las sabanas.
- Si
- ¿Ha matado?
- Si – Remus no sabía a donde podía conducir esto.
- ¿Tiene…. prisioneros? – dijo con muchos esfuerzos conteniendo la respiración.
- Si
- ¿Los….. los…. conocía….. yo…? – esto ultimo lo dijo con voz angustiada.
El hombre no sabía que contestar, ya que si le decía la verdad podía lastimar al muchacho, pero si no la decía….
- Harry, ¿confías en mí? – El muchacho seguía mirando abstraído las sabanas. – Harry, dime si confías en mí.- no contestaba. Remus se aproximo al joven, tenia que responderle a esa pregunta antes de responder a la del muchacho. – Harry, dímelo, dime si confías en mí.
El muchacho lentamente levanto los ojos hasta tenerlos a la altura de los ojos del hombre, en ese momento comprendió que podía confiar en todo lo que le dijera el hombre, pues esos ojos reflejaban que todo lo que le dijera era verdad y que podía confiar en que las cosas saldrían bien.
- Si, confío en ti. – el hombre dejo escapar el aire que había estado reteniendo hasta entonces.
- Bien, no se como empezar…….. fue todo tan repentino…….. – no encontraba las palabras para explicarle todo al muchacho – atacaron…….. hubo muertos…….. y prisioneros…….. se los llevaron…….. ellos no tenían que estar allí…….. no estaba planeado así…….. en cuanto los vieron…….. parecía que se alegraron de verlos…….. los ataron…….. y se los llevaron…….. los querían vivos…….. los demás murieron…….. - estaba recordando – yo llegue con Moody…….. era terrible el panorama…….. todos los cadáveres en el suelo…….. y ellos no estaban…….. – se le escurrieron lagrimas de los ojos al recordar la escena. Levanto la vista y se fijo en que Harry le estaba mirando también con lágrimas en los ojos. – Harry, vamos a rescatarlos – dijo con entereza – siguen vivos, nos lo dijo Snape y también nos dio un plan para rescatarlos…….. Esta noche.
- Pero….. he visto como los mataban en las mazmorras…….. Voldemort los mataba a ambos
- Eso no puede ser Harry, los han secuestrado esta noche – pensó en algo que le dijo Dumbledore el año anterior – puede que Voldemort te haya mandado esa visión. – Vio como Harry se quedaba pensativo. – Por lo que sabemos, todavía no los han llevado a las mazmorras, y tenemos un plan para rescatarlos dentro de unas horas………..
Esto le dio esperanzas al joven.
- Espero que así sea Remus – le dijo mientras le daba un gran abrazo al hombre – mientras haya vida, hay esperanza ¿no?
- Si, eso es cierto Harry – acaricio su pelo, como queriendo darle apoyo al muchacho, por lo que había hablado con Dumbledore el año pasado, Voldemort había hallado el modo de mandar visiones a Harry, muchas de ellas falsas, aparto a Harry y mirándole a los ojos le dijo- Harry, quiero que te quedes aquí, no salgas, confía en nosotros, lo arreglaremos, los rescataremos y dentro de unas horas estarán a salvo.
- Gracias Remus, confío en vosotros – ya había aprendido la lección con lo que paso con su padrino, debía dejar que los demás hiciesen lo que tuvieran que hacer y no arriesgarse, que era lo que quería Voldemort.
Remus se separo del muchacho, tenia que irse, había planes que hacer y gente a la que rescatar. Se levanto de la cama y aliso la túnica que llevaba.
- Remus – oyó como Harry decía su nombre.
- ¿Qué Harry? – se volvió para encontrarse con el joven que miraba atónito la habitación.
- ¿Esto lo he hecho yo?
- Si – le contesto con una sonrisa – creo que te cabreaste mucho y tu rabia exploto
- ¿Como cuando infle mi tía?
- Parecido.
- Pero……. – el muchacho se revolvió en la cama – me van a expulsar…….. soy menor de edad…….. tengo antecedentes…….. dijeron que si hacia una vez más…….. magia fuera de la escuela me expulsarían – estaba paseando histérico por la habitación.
- Harry – Remus le volvió a poner la mano sobre el hombro para tranquilizarle – Nadie te va a expulsar.
- ¿Cómo? ¿COMO? SI ES LA TERCERA VEZ QUE HAGO MAGIA FUERA DEL COLEGIO Y ME DIJERON QUE SI LA HACIA UNA VEZ MAS ME EXPULSARIAN – grito mientras recordaba la audiencia del año pasado y como se había librado esa vez por utilizar magia para defenderse – Esta vez no había ningún dementor cerca ni nada…….. – Harry se sentó sintiéndose derrotado en el suelo.
- Harry, nadie te va a expulsar – le dijo Remus en un tono tranquilo para calmarle. Se sentó en el suelo al lado del muchacho – Atacaron el ministerio a principios de verano, todo es un caos, la guerra ya ha empezado y…….. ¿quieres que se den cuenta de que has utilizado la magia fuera del colegio?, no creo Harry, tienen cosas mas importantes que eso.
Esta noticia le alegro un poco, no iba a ser expulsado, no tendría otro juicio por utilizar magia siendo menor de edad, iría a Hogwarts con Ron y Hermione, estudiaría para auror, jugaría a quiddicth, seria capitán y ganaría, este año si, la copa y lo celebraría con todos sus compañeros. Una sonrisa asomo por sus labios mientras imaginaba todo eso.
- Venga, tienes que levantarte del suelo y echarte a dormir, es muy tarde.
Miro hacia arriba, Remus ya estaba de pie y le tendía la mano para ayudarle a levantarse del suelo, le dio la mano y se levanto del frío suelo.
- Por cierto, feliz cumpleaños Harry – Remus le tendía una esfera pequeña blanca. – Te lo iba a dar mañana, pero ya que estoy aquí – dijo Remus levantando un hombro.
- Gra…….. gracias Remus, no tenias porque hacerlo.
- No es problema.
- ¿Qué es? – pregunto Harry mientras contemplaba la esfera, le parecía una recordadora.
- Es un almacén de recuerdos, como un pensadero – le aclaro Remus.
- Y….. ¿Cómo se utiliza? – la miraba, parecía como una de esas bolas que usaban en adivinación, pero esta cabía en la palma de la mano y era totalmente blanca.
- Mira – cogio la esfera de las manos de Harry y la deposito encima de la mesa, en donde se acumulaba muchos objetos que habían estado volando por la habitación un rato antes. Después, volviéndose de espaldas a la esfera miro a Harry – los pensaderos acumulan tus recuerdos cuando los traspasas con la varita – el joven asintió, había visto como se hacia en su cuarto curso – después, puedes meterte en ellos y ver el recuerdo como si fueras un espectador – vio como asentía el otro, así que Remus continuo – eso es porque usan magia, los almacenes de recuerdos, como esta esfera, solo te permiten almacenar los recuerdos, pero no puedes meterte en ellos, por eso no necesitas magia para usarlos.
- Es…….. no tengo palabras para describirlo, muchas gracias Remus. – El hombre sonrió, sabia que el muchacho necesitaba algo para descargar todos los pensamientos que tenia, y como los menores de edad no podían, teóricamente, utilizar magia fuera de la escuela, se le había ocurrido esto (aunque le costo bastante encontrarlo, pues eran bastante escasos debido a que los pensaderos eran mas utilizados). – Ehmm…….. Remus, una última pregunta ¿Cómo se utiliza? – pregunto esto mirando a la mesa.
- Es fácil, pones tu mano encima de la esfera y te concentras en el recuerdo, así queda almacenado. Eso si, tiene que ponerse dorado, eso indica que el recuerdo ha quedado almacenado. Después, cuando quieras ver algo, pones tu mano encima y veras imágenes de ese recuerdo.
- ¿Y…….. si…….. no se toca no tiene por que pasar nada?
- Si no se toca la esfera tiene que estar completamente blanca.
- Remus, date la vuelta y dime que estoy viendo visiones – Harry lo decía con un tono raro.
El hombre se dio la vuelta y contemplo como la esfera, antes blanca, estaba en esos momentos dorada y brillaba intensamente.
- ¿Qué? Esto nunca ha pasado antes.
- ¿Significa que esta almacenando algo?
- Se supone, pero…….. solo si alguien la toca. – dijo Remus confuso. Al cabo de unos segundos, la esfera se volvió de nuevo blanca. – Vamos a ver lo que contiene – alargo la mano para tocarla, que recordara, en todo el trayecto no había pasado nada raro con ella.
Harry alargo la mano a la vez que el hombre, por lo que las manos de los dos se posaron en la esfera al mismo tiempo permitiéndoles ver lo que contenía dentro: se veía a un hombre de espaldas en medio de una gran estancia blanca, se encontraba arrodillado enfrente de una imagen que no se distinguía, en un momento dado, el hombre chilló desesperado y la imagen desapareció de la vista. Después de eso, la escena se volvía borrosa y la esfera quedo completamente blanca.
- ¿Qué ha sido eso? – pregunto incrédulo Harry.
- No…….. no lo sé – le contesto sinceramente Remus.
Ninguno de los dos había podido reconocer al hombre que aparecía de espaldas en la imagen, aunque era alguien muy cercano a los dos, demasiado cercano……..
