Oooohhhh, nadie me dejo reviews en el ultimo capitulo, estoy triste :-( :-(, muy triste…..
Espero que en este si dejeis reviews, please, aunque solo sea para decirme que lo habeis leido (con un "lo lei" me basta), y si no os gusta decirmelo, que tambien me sirven las criticas negativas (aunque mas las positivas, pero no se puede pedir todo en la vida, no es cierto?)
Por cierto, acabo de actualizar mi bio, espero que se pasen por alli y lean la historia que acabo de empezar (lo se, sufro de trastorno maniaco-asesina-mata-personajes, excepto las historias de capitulo unico, las demas sufren eso, ¿o no es verdad?). Agradeceria mucho que se pasasen por el resto de mis historias y que opinen sobre ellas (y dejen reviews, si no es mucha molestia).
Ahora si, les animo a leer el capitulo de hoy.
Capitulo 6_Sucesos inesperados (I)
Un rayo de sol le dio directamente en la cara despertándole de su aturdimiento. Sentía que no podía mover el cuerpo, quizás por la maldición que le lanzaron al verles a ambos en la sala, pero era extraño, ¿por qué seguían vivos?, lo ultimo que recordaba era una gran batalla entre los ocupantes de la sala y los mortifagos, y ellos estaban vivos, prisioneros, pero vivos, ¿a que se debía esto?...
Un golpe le sacó de sus pensamientos, el mortifago que lo trasportaba como si fuera un saco de patatas, había dado un tropezón con una piedra de la senda por donde les llevaban. Abrió un poco los ojos para observar por donde le llevaban, el camino por donde iban era pedregoso y de difícil acceso, a esas alturas de la noche no se distinguía mucho mas, salvo lo que intuía por el ruido que hacían los secuestradores mientras les llevaban a no se sabe donde.
Giró su cabeza hacia la derecha, se encontraba puesto en los hombros de un hombre corpulento, los pies bien sujetos por este delante y en la parte de atrás la cabeza bamboleándose de un lado a otro, se pregunto por qué no había despertado antes con los golpes que se estaba dando. Al mover la cabeza hacia ese lado descubrió que otro hombre llevaba a alguien de igual modo, salvo que en la cabeza del prisionero se veía una brecha bastante grande y la sangre seca que se confundía con el pelo pelirrojo decía que era una herida importante. Concentro su mirada en el muchacho, se quería comunicar con él, pero a pesar de sus esfuerzos comprendió que era demasiado pronto para entablar contacto con el otro prisionero, pues la otra persona estaba desmayada a causa de la grave perdida de sangre.
Volvió a mirar al suelo, poco a poco empezó a distinguir la tierra levantada por donde pasaban, los rayos de sol (amanecía en esos momentos débilmente) pasaban entre la polvadera. En un momento dado sintió como su secuestrador y toda las personas de ese grupo se detenía a la vez. No pudo distinguir nada, salvo asegurarse si el otro prisionero estaba bien, lo estaba, el acompasar de su pecho lo decía, dio un suspiro de alivio, que haría si desapareciera, nunca se había imaginado esa situación…
Su secuestrador dio un fuerte tirón y lo echó al suelo, cerca del otro secuestrado que también lo habían tirado al suelo bruscamente, después, alejándose de él se reunió con los demás mortifagos para distinguir quien sabe que.
Arrastrándose lo mas lentamente que le fue posible se acerco a la figura inmóvil de muchacho pelirrojo, tenia que hacerlo lentamente para evitar que los demás se diesen cuenta, pero este esfuerzo era inútil, pues si se hubiese puesto a mirar la reunión que se estaba teniendo lugar, los mortifagos estaban muy ocupados peleándose y gritándose entre si por algo relativo a los prisioneros.
Llego al otro prisionero y lo zarandeo despacio, este abrió los ojos débilmente.
- ¿Estas bien?
- Creo que no mucho – bromeo el pelirrojo tocándose con las manos juntas (ambos estaban con las manos y los pies atados con cuerdas) la cabeza y la herida que le hicieran en el ataque. - ¿Tu estas bien?
Asintió.
- ¿Ahora que hacemos?
- No se – dijo el otro prisionero alzando los hombros.
Los dos miraron alrededor de ellos, se encontraban en una cueva, o eso parecía, podían asegurar que estaban bajo cubierto de eso no había duda. Unos gritos les sacaron de su observatorio.
- No voy a dejar que tu te lleves toda la gloria del rescate!!! – Oyeron y a continuación vieron como varios rayos cruzaban el aire, los secuestradores se habían enzarzado en un duelo y parecía que no pararían hasta que uno de los dos grupos en que se habían dividido ganase.
Vieron como cerca de ellos caía un cuerpo, la cara vuelta hacia ellos dos, consternados vieron que los ojos del hombre no mostraban vida alguna… estaba muerto. La pelea había alcanzando su máxima violencia y muchos cuerpos caían al suelo, los rayos que mas se distinguían ahora era verdes: la maldición asesina.
Los dos prisioneros temieron en ese momento por sus vidas, pues veían como las maldiciones caían cada vez mas cerca de ellos, varias habían impactado ya cerca de la pared donde estaban apoyados arrancando trozos bastante grandes de roca. Sabían que tenían que salir de allí, pero no vieron ninguna salida, estaban atrapados entre la pared y la pelea. No podían escapar estaban atrapados…
Desaparecer.
Desaparecer.
Desaparecer, ese era el único pensamiento que tenían ambos en la mente, se encontraban apretados uno contra otro…
Desaparecer.
Desaparecer, vieron como un rayo verde impactaba cerca de la cabeza de ambos…
Desaparecer, en ese momento, como a cámara lenta vieron los dos como un rayo de un verde muy brillante se acercaba directamente a ellos…
Desaparecer.
Desaparecer.
Desaparecer.
Desaparecer….
*****
- Has tardado. – una voz fría le recibió a la entrada del cuartel.
Remus Lupin observo a la persona apoyada en el marco de la puerta, los brazos de esta se encontraban cruzados a la altura del pecho y en sus ojos se reflejaba una mirada de burla.
- Déjame en paz – le contestó de malas maneras, todavía seguía pensando en lo que había visto en el regalo de Harry, algo que lo había trastornado de alguna manera… y le hacia pensar bastante.
Dio un pequeño empujón casi sin darse cuenta al hombre apoyado en la puerta, lo suficiente para que le dejase pasar adentro. Severus Snape dejo de apoyarse en la pared y se encamino también adentro de la casa, ya estaban todos y podía dar comienzo la reunión convocada de forma precipitada.
Una vez que Lupin y Snape entraron en la sala empezó la organización del rescate de los dos prisioneros que habían sido capturados en el ataque acaecido hace pocas horas.
La ultima persona que entro a la reunión fue de gran importancia para planear el asalto, pues sus conocimientos sobre los planes del Lord Oscuro y todo lo que sabia sobre el emplazamiento y métodos de los mortifagos eran de mucha ayuda, por algo estaba entre las filas de Voldemort siendo el espía de la orden y un miembro muy valioso por los conocimientos que aportaba (por algo habían podido repeler varios ataques importantes, aunque no todos los realizados hasta el momento que eran una cantidad importante, pero al menos habían podido evitar algunas muertes).
Snape señaló en un gran mapa colgado de la pared la ruta de camino a las mazmorras donde se suponían que iban a llevar a esos prisioneros en espera de mas ordenes (explico que el traslado se iba haciendo en diferentes etapas y por la hora que era seguramente todavía no habían llegado al primer punto de reunión) todos los componentes presentes de la orden miraron el camino señalado, era una senda pedregosa, fácilmente confundible con una ruta de montañeros o con la montaña mismo. Todos siguieron el dedo mientras recorría el camino que se podía seguir: recto hasta una curva, a la derecha, meterse por un camino escondido entre dos árboles en el cruce que seguía, seguir torciendo a la derecha, a la izquierda, de nuevo derecha, derecha, izquierda, otra vez derecha, izquierda, derecha, izquierda, izquierda… si no se estaba bien seguro del camino, mas de uno se hubiera perdido en los primeros cruces, pero no él, su dedo recorría decididamente el mapa hasta que se detuvo…
- Aquí es – dijo señalando donde se había parado su dedo, en el mapa se había estado marcando el recorrido y en esos instantes lo único que se veía era un camino sinuoso que desembocaba en una casi indistinguible cueva.
Como no podían aparecer todos de repente en esa localización acordaron ir unos pocos de avanzadilla mientras los otros se aparecían con refuerzos cerca de esa localización. El plan era atacar de sorpresa.
Acordaron que en el primer grupo irían los mas preparados para repeler los ataques mientras el resto llegaba, por lo tanto, este grupo lo formaron los cinco aurores mejor preparados de la orden mas un insistente Remus Lupin que amenazaba con ir solo si no le dejaban participar en esa avanzadilla, alego que había prometido a Harry que los rescatarían con vida y que se culparía toda su vida si eso no fuera posible, así que cediendo a esa petición, el grupo de seis personas abandono la habitación para aparecerse cerca de la entrada de la cueva.
El aire soplaba calido, los rayos salían poco a poco en el horizonte cuando llegaron a la localización. A todos les extraño el silencio que inundaba esa parte de la montaña, ¿quizás se habían equivocado?, pero eso no era posible, la descripción que les había dado Snape concordaba con el paisaje que tenían enfrente de ellos, el camino de tierra desembocaba indudablemente en una cueva semi-escondida, no había duda, era allí, además, fijándose en la senda pedregosa se distinguía como un grupo numeroso de personas habían pasado recientemente por allí, posiblemente una hora u hora y media antes, no mas de dos.
Poco a poco, el grupo avanzo hacia la cueva, iban ocultándose tras los árboles y escondiéndose a la vista, no se echaron ningún hechizo de invisibilidad encima pues sabían que los mortifagos enseguida les detectarían, tendrían que esconderse de la forma más incómoda posible. Al llegar a la entrada de la cueva la extrañeza se acentuó todavía mas, no se oía ruido alguno, normalmente y por lo que sabían, cuando se hacían prisioneros importantes los mortifagos lo celebraban o bien se divertían torturándolos, pero ninguna de esas dos cosas se oía, ningún grito… nada. Por las mentes de las seis personas paso el mismo pensamiento: quizás los hubiesen trasladado ya.
Adentrándose de forma cautelosa en la cueva, primero sin encender luces y mas tarde, cuando la oscuridad era tan densa que no se veía nada, encendieron las varitas en un intento por distinguir algo, lo que vieron dejo al grupo con la boca abierta, no se habían llevado a los prisioneros, no, porque todo el grupo de mortifagos se encontraba allí, pero… muertos. Miraran por donde miraran solo distinguían cuerpos caídos, muchos de ellos con maldiciones encima, y todos con los síntomas de haber sufrido la maldición asesina en sus carnes. ¿Qué había pasado? y lo mas importante ¿dónde estaban los prisioneros?
En total contaron a más de veinticinco mortifagos muertos, pero ni rastro de los prisioneros. Al llegar los refuerzos también se quedaron extrañados por lo que había ocurrido y nadie pudo dar una explicación lógica a lo que se veía: los mortifagos muertos y los prisioneros desaparecidos pues no se había encontrado ni rastro de ellos en la cueva, nada salvo un mechón de pelo rojo perteneciente a uno de ellos.
Abandonaron todos la cueva llevándose con ellos los cuerpos de los mortifagos muertos (por medio de trasladores que habían traído por precaución para una posible huida), con esos cuerpos podrían demostrar quienes eran algunos de los seguidores de Voldemort y había uno especialmente interesante…
Remus Lupin dio una ultima mirada a la cueva, lamentaba el no poder hacer nada para rescatar a esas dos personas, pensaba en como se lo diría a Harry, había confiado en él para rescatarlos con vida y se iban con las manos vacías (cierto era que llevaban los cuerpos de los mortifagos, pero no lo que habían venido a hacer, que era rescatar a los prisioneros). Dio la espalda y salio fuera de la cueva, donde le esperaba el resto de la orden para volver al cuartel general.
Nadie se dio cuenta de que cerca de una pared, en lo mas profundo de la cueva, escondida de la vista, se encontraban varias cuerdas que poco, muy poco antes ataban las manos y los pies de dos personas y que ahora se encontraban tiradas y enredadas en el suelo…
*****
Harry!!!!
¿Cómo va todo por allí?, espero que bien, por aquí ya sabes, mucho jaleo como siempre. Papa y mama continúan haciendo cosas de la orden, Bill y Charlie también ayudan en lo que pueden, y lo mas extraño, Fred y George hay veces que llegan muy tarde a casa, yo creo que están organizando lo de la tienda de bromas, aunque todavía no me han querido decir cuando la inagurarán (este año será aburrido sin ellos ¿no crees?, pero ya les pediremos un buen montón de bromas para divertirnos nosotros). Aparte de eso, la casa esta como siempre contando que somos más que otras veces, ya sabes por qué.
Por cierto, ya tengo muchas ganas de que pasen pronto estos dos días para darte el regalo de cumpleaños, te aseguro que te va a encantar y que…. - manchón de tinta -
Oh!, ya ves lo que me ha pasado, es Hermione, que no me deja escribirte en paz, estaba leyendo por encima mío y me ha impedido seguir contándote mas cosas, dice que ya lo veras pronto. Ahora me reclama la carta para poder escribir ella, que tortura de mujer (no lo borres Hermione, que te conozco), así que te dejo y nos veremos en la próxima carta o….. - más manchones de tinta indicando que se ocultaba esa parte –
Se despide
Ron
Saludos Harry, creo que ya sabes quien soy, el bocazas de Ron no me dejaba escribirte. Si no llega a ser por mi, él ya te habría dicho en que consiste tu regalo, lo dicho, es un bocazas y no sabe tener la boca callada….
Como ya te ha dicho Ron, por aquí todo bien, y no, no te vamos a decir como esta el mundo mágico, ya lo sabes, no tienes que preocuparte por eso, ya llegara la hora de hacerle frente.
Bueno, no se que mas contarte, esto de enviarnos una carta cada día me deja sin nada que contar y además como Ron ya te ha escrito bastante… no me deja nada que decirte, así que mejor me despido hasta la próxima.
Besos
Hermione
Pd: Todos en la casa te mandan saludos: Papa, mama, Fred, George, Ginny… ya sabes todos los que estamos aquí. ¿Cuándo te dejaran venir? (Ron)
Pd: ¿Te han llegado las notas de los TIMOS?, aquí todavía no han llegado y eso que dijeron que las mandarían en el verano. ¿Quieren que esperemos al 30 de julio para saber lo que hemos obtenido? (Hermione)
Era la decimoquinta vez que Harry leía la última carta recibida de sus amigos, esta le llegó dos días antes de su cumpleaños y desde entonces no había tenido noticias de los dos. Esa noche apenas había dormido, bien por las pesadillas que tuvo (respiro de alivio al conocer que no eran verdad) y por el desorden organizado en su habitación. Después de que Remus se fuera intentó dormir un rato, pero lo más que hacia era dar vueltas y vueltas por la cama, mirando el reloj a cada rato, por lo que al final se desesperó y decidió levantarse con los rayos de sol.
Ordenó el desastre causado en su habitación poniendo cada cosa en su sitio y arreglando un poco el jaleo montado, la mesa en esos momentos estaba despejada, a excepción de una pequeña bola de cristal blanca, regalo de cumpleaños de parte de Lupin y de unos cuantos trozos de un espejo que no sabia donde meterlos (le recordaban sucesos de final de curso). El suelo ya estaba completamente limpio, la cama hecha y todos los libros, plumas, pergaminos y demás utensilios que volaron por la habitación se encontraba cada cosa en su lugar correspondiente.
En una esquina de la habitación todavía seguían encontrándose las cartas que Jonh había apilado esa noche, no le apetecía leer ninguna, todas serian iguales, solo le intereso apartar las cartas de los conocidos para poder leerlas mas tarde, no ahora, las demás ya tendría tiempo para echarlas un vistazo cuando se sintiese con ganas, pero no era ese el momento.
En cuanto termino de hacer todo se sentó en la mesa y saco la carta que en esos momentos estaba releyendo una y otra vez, intentando descifrar lo que se podía esconder en ella, pero no había nada que pudiera hacer pensar que escondía algo. Recordó la ultima vez que se vieron, en el anden 9 y ¾, a final de curso, como deseaba que el tiempo fuera mas deprisa para volver al colegio. A partir de esos momentos la única comunicación que habían mantenido era por carta, una carta casi cada día, de ambos, ya que tanto Hermione como sus padres fueron a pasar el verano a la casa de Ron, eso era una medida de seguridad para los dos, pues sobre esa casa se realizo el hechizo fidelio para mantenerla oculta y protegida, así, al estar juntas las dos familias, se protegía mejor todos.
Recordó con nostalgia las primeras cartas de ambos, como le explicaban la convivencia entre los padres de Ron y los padres de Hermione, los primeros, magos y los segundos, muggles, es decir, personas no mágicas. Todo el mundo pensó al principio que seria un poco extraño, pero nadie se podía haber imaginado la situación en la que acabo todo: las dos madres se habían hecho muy buenas amigas una de la otra y la madre de Hermione estaba maravillada en ver como se hacían las tareas de forma mágica, cosa que Molly se encargo de enseñarle, y la otra le enseñaba recetas de cocina manuales, formaban un magnifico dúo. Con respecto a los padres, paso algo parecido, pero en vez de hablar de cosas de cocina y casa, el señor Weasley le explicaba al otro padre cosas de su trabajo y se las enseñaba y el otro le enseñaba el funcionamiento de diversos aparatos electrónicos (televisión, radio, ordenadores, etc…). Todos se llevaban de maravilla. Hermione dormía con Ginny y sus padres dormían en una ampliación que hicieron a la madriguera para acoger a la familia de invitados (en eso ayudo bastante la orden del fénix).
Un mes había pasado desde entonces, que lejos quedaban esos recuerdos, las cartas recibidas hasta entonces se encontraban apiladas en de la tabla suelta de debajo de su cama. Un buen montón, quizás unas quince o veinte (hubo un lapsus de cartas debido a un incidente que prefería no recordar). Deposito la que estaba leyendo en lo alto del montón, era la ultima recibida y la mas leída esa mañana.
Oyó como abajo se escuchaban ruidos y pasos, sus tíos y su primo se disponían a salir a un congreso o algo parecido al que habían invitado a toda la familia (a él no, por supuesto, su tío se lo dejo bien claro en el desayuno). Eso significaba quedarse solo en casa, otro cumpleaños solo, de nuevo sus tíos prefirieron olvidar su cumpleaños, aunque eso no importaba mucho, ya estaba acostumbrado. Al fin el ruido cesó y dio paso al ruido de un coche hasta que este se perdió en la calle. Ya estaba definitivamente solo en casa.
Se estiro en la silla, no sabia que hacer, se había pasado toda la mañana en la habitación y en el resto de la casa no había nada que hacer, o mejor dicho, su tía le prohibía hacer algo. Se echó hacia atrás en la silla, no se le ocurría nada que hacer y tampoco le apetecía salir de casa. Cerró los ojos y empezó a imaginar como seria un día perfecto, él, solo en casa, pero en compañía de sus mejores amigos: Ron y Hermione. Divagó en lo que harían los tres, como se divertirían, como se reirían y bromearían entre ellos….
El ruido del timbre hizo que casi se cayera de la silla, le había pegado un susto de muerte y por muy poco la silla no se fue para atrás (estaba apoyado con los pies encima de la mesa). Poniéndose en pie fue a la ventana a intentar ver quien era el que llamaba a la puerta, pero desde su habitación no vio a nadie. Hizo un amago de ir a la silla a sentarse de nuevo, pero el timbre volvió a sonar, no le hizo caso.
Tres veces más sonó el timbre insistentemente, como si supieran que había alguien en la casa. Decidió ir a abrir la puerta, pero antes se escondió la varita en una de las mangas del jersey que llevaba, sujetando el extremo de esta muy fuerte, dispuesto a atacar a la menor señal de peligro.
Mientras bajaba las escaleras el timbre siguió sonando una y otra vez. En todo el camino desde su habitación hasta la puerta de entrada no había parado ni un momento.
Ahora se encontraba frente a la puerta, en alerta, preparado para lo que fuera, no se rendiría sin luchar. Intento ver por la mirilla de la puerta quien era la persona o personas que llamaban, pero no vio a nadie, quizás se hubieran ido ya al no encontrar a nadie en la casa. Emprendió el viaje de vuelta a su habitación aliviado, pero no bien avanzo tres metros para alejarse de la puerta, cuando el timbre volvió a sonar. Dio media vuelta y decidió abrir la puerta para ver quien era el que llamaba sin parar a la casa.
Tomando una bocanada de aire agarro firmemente el pomo de la puerta y poco a poco la fue abriendo: no había nadie. De pronto sintió como algo pasaba cerca suyo, como si alguien llevase una capa de invisibilidad, la puerta se cerró tras él, en esos momentos se sintió vulnerable, había dejado pasar a alguien que no sabia si era amigo o… enemigo.
Agarro la varita lo mas fuerte que pudo y la saco de la manga, en señal de amenaza, no querían que le viesen desarmado. Agudizando los sentidos pudo escuchar el sonido de dos respiraciones cerca de él… la tensión se podía sentir en el aire.
Girándose hacia donde podía sentir las respiraciones se dispuso a atacar con un hechizo para desarmar a quien fuera que había entrado. En su boca ya se podía escuchar las primeras letras del hechizo, pero algo le hizo detenerse a mitad, la capa de invisibilidad se estaba moviendo revelando así quienes eran los intrusos. Primero se vieron los pies, y poco a poco el resto del cuerpo de las personas que habían entrado con la capa invisible al numero 4 de Privet Drive, el único habitante que en esos momentos se encontraba en la casa quedo con la boca abierta al reconocer a las dos personas que habían entrado… eran Ron Weasley y Hermione Granger, sus mejores amigos, no había duda de que eran ellos, no los podía confundir con nadie e interiormente sabia que no los habían suplantados, era como si un sexto sentido le dijera que eran ellos dos de verdad.
No sabia que decir al verlos allí a ambos, se había quedado paralizado de la sorpresa, además una pregunta le daba vueltas en la mente al encontrarse con tremenda sorpresa, ¿quiénes eran las personas que habían ido a rescatar la orden del fénix y que él conocía?
++++++++++++++++++++++++++++++++++
Fin capitulo
Siiiiii, lo se, les encantaria martame, soy muy mala, ya se fijaron??.
Dejen reviews con sus opiniones y sus teorias (aunque no se si lo acertaran, pero aviso que en este capitulo se dan unas cuantas pistas y si no, al leer el siguiente lo enterderan, no se preocupen).
Por cierto, no creo que tarde mucho en terminar el siguiente capitulo, es mas, ya tengo la primera escena escrita (o mas bien, se ha escrito ella sola, ya que yo habia pensado una cosa y a los personajes se les ha ocurrido hacerme otra cosa, ehmmmm no se si me entendeis, no se preocupen, son cosas mias…)
Un beso a todos y dejen reviews!!!!!
Ciao
