Oh, lo siento mucho, unos 14 dias en actualizar…. Buff, mereceria que me cuelguen de las orejas (eso no, pobres orejas, jeje) Espero que la espera no les haya traumatizado y no me abandonen, aunque, como dice un refran, "las cosas buenas se hacen esperar"… uhmm… no se si es asi o me lo acabo de inventar, na, que estoy un poco mal de la cabeza hoy.
A lo que iba, muchas gracias a todos por gastar un poco de su tiempo en esta humilde historia y agradeciemientos especiales a los que dejan reviews (espero que con el capitulo 13 no tarde tanto, jeje)
Ahora las contestaciones (que parece que este capitulo gusto, pues tengo unos 5 reviews –aunque uno repe, no vale)
blackspirit = Si, lo se, parece una paranoia, es que soy asi de complicada. Espero solucionar ese "defecto" de ahora en adelante (uhm… ya veremos, conociendome puede pasar cualquier cosa) Espero que tambien te guste este capitulo.
lix = Agradecimientos dobles!!! Muchas gracias por tus dos reviews.!!! En respuesta a tus dudas, pues…. 1_ Si, fue Severus, creo que se aclaro un poco en el capitulo, aunque habia que pensar un poco, pero creo que quedo claro ¿o no? ¿Por qué lo hizo?, eso no va a poder ser respondido de momento.. ya lo veras. 2_ ¿HArry/Ginny?, por si no te has dado cuenta todavía, me encanta jugar al despite, puede ser eso o no puede ser eso… jeje (en el capitul 13 veras respondidas algo esa duda ¿o no?) Pero te digo que Ginny ha madurado mucho y… el lema de esta historia es "Nada es lo que parece" Asi que a pensar toca. 3_ respecto a la muchacha, pues en este capitulo vas a saber algo mas de ella, pero… ya leeras. Por cierto, no me abandonaron las musas, ellas estan todo el dia conmigo (mas quisiera que me dejaran a veces, pero ni a sol ni sombra dejan de estar a mi lado), lo que ocurre es que estuve actualizando la otra historia que tengo y… esta se demoro un pelin. Lo siento y espero que hay merecido la pena esperar tanto por el capi.
Anthony Leed = Yo tampoco me imagine suicidandose antes, pero todo tiene una explicación (y si no, al terminar este capitulo me dices), va a traer algunas consecuencias ese acto, ya veras (no adelanto nada mas, a riesgo de que se me vaya la lengua, jeje) Respecto a lo de caer en el mal… (te refieres al fic de Chistoper Jacques, muy bueno por cierto, el mejor que he leido hasta ahora), como he dicho anteriormente, en este fic puede ocurrir muchas cosas inesperadas…. Espero que este capitulo tambien te guste.
LoBeZnO = ¿Dejas los reviews por triple?... Lo comprendo, si estas con tu historia, cuando se tiene un poco de tiempo se leen las demas (que por cierto, a ver si leo tus ultimas actulizaciones, este capitulo me ha quitado mas tiempo del que pensaba) Respecto a tus dudas, pues alla vamos: 1_ Lo de las decisiones, si te has fijado, al principio parece que el trio (Harry/Hermione/Ron) se han equivocado, pero es por una muy buena razon ¿ o no?, asi que no se equivocaron al fin y al cabo, jeje. 2_ la Muchacha… ya se vera quien es, es una de las sorpresas del fic (aunque te puedo decir que su nombre tiene mucho que ver, ¿el que?, ya veremos – jo, soy mala, muy mala por deciros esto, jeje, dejaros con la miel en los labios) Y la tercera, pues… en este capitulo se resuelve, veras como, aunque, todavía puedes seguir con tu duda, jeje. Disfruta tambien con este capitulo (ya me dejaras reviews cuando puedas) y sigue con tu historia que es muy buena.
Ahora si, ya pueden leer el capitulo 12 y…. no me maten por lo que lean :-P
Capitulo 12_La marca tenebrosa
Dentro de una siniestra y oscura habitación se encontraba encendido un débil fuego que apenas dejaba adivinar lo que ahí había, solamente se podía averiguar un gran sillón, en el cual se encontraba una persona sosteniendo una delicada y fina copa de cristal, llena un poco mas de la mitad con un liquido rojo como la sangre y como los ojos del hombre que la sostenía impasible, reflejándose cada poco tiempo las llamas en el liquido preciado.
Llevaba allí dos días, concentrado totalmente en la llamas que bailaban frente a él y con la única compañía de una gran serpiente que se arrastraba a sus pies, su pequeña mascota de mas de cuatro metros de longitud y la punta de su cola adornada con rombos, los dos se entendían mediante los sonidos siseantes que el hombre pronunciaba, no por nada, ese don lo había heredado de uno de los mas grandes magos de la historia, la posibilidad de hablar lengua parsel, es decir, hablar con las serpientes, eso le había valido de mucho, tiempo atrás.
La serpiente, que en esos momentos se encontraba siseándole algo al hombre, abandonó la habitación, necesitaba comida e iba a cazarla, aunque los manjares con los que su dueño le premiaba a veces le eran muy exquisitos, pero ahora no había ningún prisionero que no necesitasen, ninguno desde que hace mas de una semana le obsequiasen con una pareja que torturaron hasta la muerte para sacarles una preciada información, cosa que no pudieron lograr ya que ambos se resistieron hasta que ninguno pudo mas y sucumbieron a las torturas.
- Nagini, no tardes – susurro el hombre, al ver a la serpiente abandonar la habitación, no era que le importase mucho lo que le pasase al animal, pero era el único medio que tenía para espiar a sus súbditos: los mortifagos. Según una muy fiable información, tenia dentro de sus filas a un espía, un traidor, un maldito que, según creía, pasaba los lugares donde iban a atacar, por eso los últimos ataques habían sido en vano ya que se habían enfrentado a mucha resistencia por parte de los diversos ministerios de los lugares atacados. Ya no había tantas victimas como en el mes de Julio, además, a causa de eso, habían capturado a muchos de sus seguidores, reduciéndose a casi la mitad todos sus efectivos. A principios de verano, sus planes habían sido muy bien planificados, alrededor de mil y pico mortifagos fueron enviados a los diferentes continentes a desatar una horda de terror atacando incesantemente en lugares públicos y haciendo incursiones a casa de muggles y magos, objetivos fijados de antemano. Así había sido hasta…
La copa se partió en mil pedazos, llenándose la alfombra con los pequeños cristales, la furia que se había apoderado del hombre era muy grande, tanta que la fuerza con la que había estado apretando el vaso lo había hecho romper y esparcir su contenido en el suelo. Pensaba en quien, de todos sus mas allegados, podría ser el traidor, pues sólo estos eran los que podían acceder a los todos los objetivos, a los demás sólo se les comunicaba en su momento lo que tenían que hacer, por eso sabían que era del circulo mas cercano a él, pues los últimos ataques infructuosos fueron repelidos simultáneamente. Tenia que averiguar quien era y cuando lo descubriesen… sufriría el mayor castigo jamás imaginado por haberle traicionado de esa forma, a Lord Voldemort no se le podía burlar así como así.
La serpiente regresó al cabo de un rato, su búsqueda de alimento se vería que había tenido éxito debido al bulto que sobresalía en un punto de su cuerpo. En cuanto entro al lugar, fue directamente al charco formado en la alfombra al derramarse el líquido de la copa, estaba acostumbrada a hacer eso, ya que, últimamente, eran frecuentes esos accesos de ira en su dueño.
- ¿Has averiguado algo? – la voz salio desde el otro extremo del sillón, había oído el entrar de la serpiente en la sala.
La serpiente negó en su idioma mientras relamía el líquido derramado, su búsqueda trascurría normalmente por el resto de la casi derruida mansión y lugar de reunión de los mortifagos, muchos de los cuales todavía se encontraban allí ultimando preparativos para sus ataques. Por eso era útil, ya que al buscar las ratas perdidas que deambulaban por la gran mansión podía percibir los susurros de las reuniones y espiar los movimientos de los seguidores de su dueño.
El hombre murmuro un par de maldiciones, tenia que encontrar al traidor pronto, antes de que averiguase lo de la muchacha que estaban buscando, era demasiado importante ese asunto para él, después de que sus intentos de hacer que su mayor objetivo, un simple muchacho de dieciséis años apenas cumplidos, fracasasen al cerrar este su mente hacia una semana, no sabia como, pero desde entonces no había podido enviarle visiones de sufrimiento y muerte como hacia desde hace tiempo. A punto estuvo de hacerle desaparecer, muy poco le faltó, en dos situaciones estuvo a un paso de morir: a principio de verano, cuando este se intento cortar las venas, inducido, aunque no lo supiera. Desde el ataque al ministerio, al finalizar el curso anterior, él mismo había manipulado su mente para que se sintiera culpable, para que pensase que todo lo malo le pasaba a sus mas allegados y por ello, hacerle caer en una depresión tan profunda, que de no ser por la irrupción de unos aurores, había acabado muerto en medio de un charco de sangre tras haberse cortado las venas y causado un gran estupor, porque ¿Quién se hubiera imaginado que un joven tan valiente como Harry Potter se matase a si mismo tras haber perdido a su padrino en un ataque, después de haber demostrado que podía luchar incluso con el mismísimo Lord Voldemort sin inmutarse? Esa ocasión fue la mas clara, la manipulación de la mente del muchacho fue tan complicada y planeada que nadie, a excepción de alguien muy cercano a él, sabia algo del asunto. No habían dejado ni rastro, ni nada que relacionase ese intento de suicidio con la intromisión en su mente del mago más tenebroso y oscuro, eso había sido una gran jugada, ni el mismo Albus Dumbledore lo averiguaría jamás.
El segundo intento había sido hacia tan solo una semana, después de la captura de dos personas pertenecientes a la familia Weasley, todos los componentes de esa familia estaban en el punto de mira y había sido una suerte el capturarlos en un ataque de una reunión de aurores, sus cabezas tenían puesto un precio, mas alto cuanto mas relacionados estaban con el adolescente. Los capturados eran los objetivos numero dos, el primero era el amigo mas cercano al muchacho y el mas complicado de localizar, puesto que era uno de los mas protegidos por Dumbledore. Esa noche, al recibir la noticia de su captura, y puesto que seguía con la manipulación de la mente del joven, decidió mandarle una gran visión, modificando los prisioneros, puesto que informes dados no tenían localizados a los que iba a utilizar en la visión que iba a mandarle. Con esto pretendía que el muchacho decidiese de una vez por todas acabar con su vida y eso hubiera pasado de no ser por algo que ocurrió en el trascurso de ese día, había sido extraño, tenia al muchacho a su merced, y en la noche siguiente iba a seguir incitándole al mundo de las tinieblas, pero… desde esa noche no había logrado acceder a su mente, la había bloqueado por completo y no había logrado que ningún pensamiento exterior entrase desde entonces a la mente del joven.
Todavía se lamentaba de ese fracaso, por eso ahora concentraba todas sus energías en encontrar a alguien, si eso tenia éxito, no haría falta intentar de nuevo entrar en la mente, además que gastaba muchas de sus energías. Si todo salía bien, su poder aumentaría hasta limites insospechados y podría así derrotar a sus mas odiados oponentes: el joven Potter y su antiguo director de escuela: Albus Dumbledore. Pero para ello, antes tenia que localizar a la muchacha, era muy importante para él en el desarrollo de su plan.
- Señor… - la puerta de la estancia se abrió dando paso a una figura vestida de negro, uno de sus seguidores. Al entrar se inclino frente al sillón, esperando una orden para poder hablar.
- Dime – indico a la figura con un movimiento de la mano, tras lo cual esta se levanto, la capucha dejo ver el reflejo de un pelo rubio asomándose por debajo, era la persona mas cercana, en esos momentos, al Lord y la única que conocía la importancia de la búsqueda de la muchacha. Él se había encargado de parte de la búsqueda y había conseguido dar un gran paso al capturar a la pareja que había muerto una semana atrás, aunque… no consiguieron nada útil de ellos, solo que su serpiente pasase un buen rato.
Ahora estaban con la localización de la vivienda, esta era complicada de localizar, puesto que parecía que estaba muy bien protegida. Las pistas que tenían era que se encontraba en algún lugar de Sudamérica, pero quitando eso, nada más: la presa era muy escurridiza.
- Localizamos la ubicación exacta, pero al entrar no encontramos a nadie – una mueca de desagrado apareció en la cara del hombre, sus ojos ahora parecían mas encendidos que nunca y de no ser porque la persona que tenia enfrente le era de mucha utilidad, habría muerto ahí mismo – Pero… - continuo el hombre que estaba de pie – tenemos fotos de la muchacha, así podemos buscarla mejor y…
*****
- Me he acordado de algo – una muchacha de unos diez años se encontraba sentada a la mesa junto con dos adultos que la cuidaban desde que unos días atrás había llegado a esa casa, hasta ese día parecía no acordarse de nada, una fuerte impresión le había bloqueado la mente. El hombre y la mujer se acercaron a oír lo que les iba a decir, era la primera vez que hablaba desde hacia siete días, habían intentado todo para apoyarla y, con otros medios, saber lo que le pasaba, pero ni por unas cosas ni por otras, lo habían podido averiguar. – Mis padres… mis padres… muertos…. – sollozó, el solo recuerdo de esa visión era terriblemente duro para ella y el saber que ya no le quedaba nadie en el mundo, era todavía peor. Escondió la cara entre los brazos, quería llorar y llorar hasta que no le quedase ninguna lagrima más. Sintió que una mano se posaba en su hombro, se volvió y vio como la mujer que estaba con ella se encontraba a su lado. Esta se agacho hasta quedar a su altura, la muchacha la observó, había algo extraño en esa mujer, quitando el pelo de un color rosa chillón que llevaba, parecía esconder algo, un secreto tal vez. Las miradas de las dos se conectaron durante unos segundos, y de repente, como si hubiera visto lo mismo que la muchacha, es decir, la tortura de sus padres y su dolor, se acercó más y la abrazo con más fuerza, como si comprendiera lo sucedido.
- Remus – desde el hombro de la muchacha, la mujer miraba a su compañero de misión, cuando vio que este le miraba, e intentando que la niña no se diera cuenta, pronuncio una frase que el otro comprendió perfectamente aunque no se había oído sonido alguno - tenemos que hablar con Dumbledore, es muy importante. Esta involucrado… - el nombre que iba a pronunciar quedo ahogado tras los sollozos de la muchacha que se giro en ese instante impidiéndole continuar hablando a la mujer, aunque logro articular la primera silaba antes de ese gesto.
Inmediatamente, el hombre abandonó la habitación rumbo a otra estancia de la casa, dejando a las dos mujeres solas; si, como temía, estaba involucrado Voldemort, ese asunto era extremadamente delicado y peligroso. Hasta ese momento, la estancia en la casa de la muchacha había sido complicada, puesto que, como no sabían si era o no maga, habían tenido que ocultar todos los sucesos extraños que ocurrían a su alrededor, desde evitar que se acercase a las chimeneas hasta aplicar hechizos silenciadores por toda la casa y limitar sus accesos a determinadas habitaciones en donde se encontraban todos los artilugios que utilizaban en su trabajo para la orden del fénix. La vigilancia de la joven estaba a cargo de él y de Tonks, por ser estos los únicos que tenían que permanecer fijos en el numero 12 de Grimmauld Place, él por estar cercana la luna nueva y su transformación en hombre lobo; y ella, por estar convaleciente todavía de la lesión de la mano causada una semana atrás en una misión y que era mas grave de lo que al principio parecía. El compañero de Tonks, el joven auror, había sido destinado a otra unidad antes de la llegada de la muchacha y posiblemente hasta dentro de unos meses no le volviesen a ver.
Remus Lupin subió a la parte de arriba de la casa, esa parte de la casa estaba prohibida para la joven que se encontraba abajo con la aurora. El hombre entró a una de las múltiples habitaciones que había en esa parte y, tras aplicar otro hechizo silenciador a la estancia, se dispuso a llamar, mediante polvos flu, al máximo dirigente de la orden y el que mas hacia y dirigía las defensas en esos instantes, tras el súbito asesinato del ministro de magia.
- Albus Dumbledore – dijo mientras lanzaba los polvos a la chimenea encendida previamente. Tras un par de segundos, la cabeza del director de Hogwarts apareció envuelta en llamas.
- ¿Ha pasado algo con Harry? –esa era siempre la primera pregunta que hacia el director, su preocupación estaba fija en el joven debido a las circunstancias que le rodeaban.
- No, por suerte lleva una semana muy relajado y centrado – el director respiró tranquilo, el ser el objetivo principal de Voldemort era una carga demasiado pesada para un muchacho de esa edad. – Me he estado pasando por su casa varios días para estar con él – eso era verdad, ya que desde el ultimo día que estuvo en la casa de Harry, el día de su dieciseisavo cumpleaños, había ido a visitarle a menudo, siempre se encontraban cerca de un parque cercano a la casa del joven, y se pasaban horas hablando los dos, era una manera de estar cerca de él, y el hombre admiraba como el chico se parecía cada vez mas a su padre, un gran amigo suyo. El muchacho había encontrado en el hombre una gran fuente de información con respecto a sus padres, muertos cuando el muchacho contaba con un año de edad, y que le permitía saber y conocer mas, aunque lo que mas le interesaba era las aventuras y como habían trascurrido los años en la escuela: todas las bromas gastadas a los profesores, las aventuras de los merodeadores, etc, etc… Con estos temas, el día pasaba muy rápido para ambos.
- El problema es la chica, Tonks dice que Voldemort esta relacionado.
- Es sospechoso, si – reflexiono el director – aunque, por lo que he podido averiguar, no tiene relación alguna con él. El traslador que utilizo para llegar es especial, y tiene una magia muy antigua. Según he podido averiguar, te trasporta a un lugar seguro, o con alguien que te proteja, en el caso de que los protectores de la personas estén muertos. Solo se activa en determinados casos y se tiene que tener una gran magia para poder utilizarla…
- ¿Eso quiere decir que tiene poderes? ¿Qué es bruja?
- Si, eso pienso. Aunque no he encontrado registro de ella en ningún lado, este año debería empezar la escuela, creo que tendrá alrededor de once años.
- Podría ser que sus padres la escondieran – recordó las palabras de la muchacha – y que fueran sus protectores – eso también concordaba con lo que había explicado el director anteriormente – así que al morir ellos, el traslador se activó – contó al director lo que había sucedido en la parte de debajo de la casa unos minutos antes.
- Todo concuerda. Seguiré buscando para averiguar quien es ella, y si, posiblemente es la muchacha que esta buscando Voldemort, será muy importante que la escondamos muy bien. – el director tenia una ligera sospecha de quien podría tratarse, aunque… hacia años que no se utilizaba un hechizo como ese para ocultar la magia a una persona, eran muy complicados y se requería el poder de magos poderosos para llevarlos a cabo. Y, si se trataba de la persona que pensaba él, era necesario que nadie, absolutamente nadie, tuviera conocimiento de su hallazgo, y menos una persona en concreto, puesto que tenia una relación muy directa con la muchacha, y pondrían en peligro muchas cosas de las que sucedían en esos momentos, aparte de ponerse en peligro ambos. – Remus, te pido que la escondáis en otro sitio, creo que lo mejor es llamar a Arabella y que vaya con ella a Privet Drive, así estará protegida. – el otro asintió, sabia que, en esa calle, estaría incluso mas protegida que en el cuartel general de la orden del fénix, puesto que los escudos y hechizos protectores en esa zona eran extremadamente fuertes debido a una causa en concreto. – Ya me mantendrás informado de como se encuentra cuando vayas a visitar a Harry – dicho esto la cabeza de Dumbledore desapareció de las llamas, tenia que organizar la defensa de una zona, que según los informes de Snape atacarían pronto. Ese mes estaban avanzando mucho respecto a los ataques, casi habían podido repeler a los mortifagos en muchas zonas, aunque… le preocupaba muchas veces que Severus se arriesgase tanto para conseguir la información, parecía que estaba mas furioso que nunca con Voldemort y eso hacia que se arriesgase muchas veces mas de la cuenta, sin contar las consecuencias que esos actos de espionaje podrían llegar a tener.
*****
Un muchacho de dieciséis años, pelo negro azabache, y ojos verde esmeralda (un poco apagados eso si, pero no tanto como un tiempo atrás), se encontraba sentado en un roñoso columpio, con sus brazos alrededor de la cadena que sujetaba a duras penas el asiento y mirando taciturno al suelo. Llevaba ya mucho rato en ese viejo parque, esperando a que apareciera una persona con la que solía hablar desde hacia varios días, un antiguo profesor suyo del colegio y una de las pocas personas en la que, sinceramente, confiaba plenamente, era ya el séptimo día que estaba allí hasta la caída del sol, pero el hombre no aparecía.
Una ráfaga de aire calido sopló dentro del solitario parque, arrastrando tras de sí las primeras hojas caídas de los árboles, el tiempo tan raro acaecido en ese verano había hecho que muchos árboles se estropeasen debido al súbito frío del mes de junio y el tremendo calor que estaba haciendo ese mes de agosto. El muchacho se arremangó todo lo que pudo la camiseta que llevaba, a pesar de ser de manga corta al ser heredada de su primo, varias veces más grande y fornido que él, tenia que dar varias vueltas a la prenda para que mínimamente le sentase decente.
De pronto, movido por la brisa que soplaba a esa hora de la tarde, ante él se enganchó una hoja de papel arrugada, esta se quedó parada unos segundos, los suficientes para que el muchacho se fijase en unas cuantas palabras que en el folio había escritas:
"……sentimientos nobles y generosos, unidos a un gran coraje y a una fuerte dosis de intransigencia moral………………………….. Es afectuoso, honesto, impulsivo, amante de la justicia……. Su mayor peligro desde el punto de vista psicológico es excederse en independencia y en sentido de la justicia……"
Ya no pudo leer mas pues el papel, después de danzar enfrente de sus ojos, se desengancho y fue volando hacia otra ubicación donde el viento le indicase, arriba, abajo, yendo deprisa a veces, otras mas despacio.
Harry siguió el recorrido del papel con los ojos, el formato con el que estaban escritas esas palabras le sonaba mucho, le parecía haber visto antes ese tipo de letra, tal vez en algún sitio…. Decidido, se levantó del columpio, que se quedo balanceándose tristemente, y se dispuso a averiguar que era lo que le había dejado intrigado del papel.
Acercándose lentamente, alargo sus manos hasta la rama donde se había enganchado el pedazo de papel esa vez, un soplo de viento hizo que, en el mismo instante en que sus dedos rozaban una esquina, este se desenganchase, pero gracias a los reflejos adquiridos en el quiddicth, logró dar alcance al papel antes de que este desapareciese entre las concurridas ramas de los árboles.
Poco a poco, desenvolvió el papel hasta que se dio cuenta de que tenía entre sus manos un trozo de una página de periódico. Su vista busco rápidamente el trozo que había atisbado a leer antes en el columpio, ahora ya se leía completo, era un pequeño párrafo donde se leía las características de los pertenecientes al signo de Leo, signo al cual él pertenecía. Nunca antes se había imaginado que una cosa tan absurda, como puede ser el haber nacido un día u otro marcase el carácter de una persona, pero ahí tenia la prueba, ese papel le describía claramente, sin duda alguna, todas las características que se describían allí, él las tenia, aunque… se quedo pensando con el papel en la mano… Neville no las tenía.
Neville era uno de sus compañeros de habitación y había nacido casi el mismo día que él, cosa que descubrió el año pasado tras la charla con Dumbledore. Este muchacho era todo lo contrario a Harry, poco impulsivo y temeroso, con un poco de miedo a arriesgarse… en fin, todo lo contrario a él, pero con una cosa en común, aparte de haber nacido casi el mismo día: que ambos habían crecido sin padres, en eso lo comprendía. Era extraño, haber pasado casi cuatro años con él en la habitación y sólo al cuarto año pudo adivinar eso y no por el muchacho mismo, aunque el año pasado ya habían tenido un avance respecto a ese tema gracias a una visita en el hospital San Mungo donde se lo habían encontrado y había confiado un poco mas en él y en otras personas.
"Que extraño era el destino", pensó, tras acordarse de otra de las cosas que los dos muchachos tenían en común, al sentir un ligero picor en la cicatriz en forma de rayo que tenia en la frente. Podría haber sido Neville el niño-que-sobrevivió no él, todo fue una cuestión de suerte, más bien desgracia, rectifico a su mente, uno de los dos era el protagonista de la profecía perdida a finales del curso pasado. Llevo su mano hasta la cicatriz, ella era la causante de todo, recordó una frase de la profecía, la que explicaba quien de los dos era el destinado para acabar con Voldemort, quien de los dos niños nacidos a finales del mes de julio, y con padres que se habían enfrentado a Voldemort tres veces, tenia el poder necesario para derrotar al señor de las tinieblas, quien de los dos tenia que matarlo o morir en el intento… esa frase lo señalaba a él, precisamente a Harry como el único que podía vencerlo y todo a causa de la cicatriz que en esos instantes tocaba con la mano: "lo marcará como a su igual"
Una fuerte ráfaga de aire arrancó de sus manos el papel, ya no le interesaba mas de lo que en él estuviese escrito, por eso lo dejo marchar aunque siguió con los ojos el recorrido de esa hoja de papel mientras se elevaba por el oscuro cielo que en esos momentos empezaba a relucir con diminutas y centelleantes estrellas y con…
Al observar como la pagina arrancada pasaba por enfrente de la gran brillante y redonda luna blanca se dio cuenta de porque no había visto a Remus Lupin desde hacia una semana, era eso, su transformación en hombre lobo lo debilitaba en los días previos, hasta que la luna no cambiase de nuevo no lo volvería a verle y eso seria hasta dentro de unos cuantos días. Enfadado, dio un puntapié a una lata cercana, ¿como no se había dado cuenta antes de ese "pequeño" detalle? Y ¿Por qué Remus no le había dicho nada?
Caminando de vuelta a la casa de sus tíos fue meditando esas cuestiones mientras seguía dándole patadas a la lata que había elegidos para descargar su rabia.
Al cabo de un rato comprendió que quizás Remus no le había dicho nada por temor a que él se preocupase demasiado por el hombre, pero… eso no lo podría remediar, Remus era la única persona que se encontraba cerca de él en esos instantes, y, además, nadie podía impedir que él se preocupase por las personas que le rodeaban, era su naturaleza…
De repente, su pie dio una pequeña patada en el vacío, donde debería estar la lata no había nada, llevaba desde que había abandonado el parque haciendo ese gesto y ahora, no encontraba nada de nada. Miró al suelo, a sus pies no estaba la lata, si no que esta se encontraba unos cuantos metros mas adelante, no pensaba él que tuviera tanta fuerza.
Siguió caminando por la calle hasta que la lata quedo unos metros detrás de él, ya no le apetecía seguir con ella. Al cabo de unos momentos, sintió que sus pies tocaban algo sólido en el suelo, agachando la vista se dio cuenta de que era la misma lata de antes, pero ¿cómo?, si la había dejado tras él unos instantes antes… Dándole una patada, siguió su rumbo, pero de nuevo comprobó como esta volvía como por arte de magia al cabo de unos instantes a sus pies.
Agachándose, cogio la lata y la tiro a una papelera cercana, no estaba para juegos, suficientes sucesos extraños tenia ya en el curso para que también en las vacaciones le tuvieran que suceder. Tras apartarse de la papelera, comprobó como la lata flotaba en el aire, nervioso, cogio rápidamente la lata en las manos, nadie podía ver eso, estaba prohibido mostrar magia a los muggles según una ley del ministerio de magia. Con la lata en las manos, miró en la amplia calle donde se encontraba, no había nadie, pero… alguien tenía que haber hechizado la lata para que se comportase de esa manera, no había otra explicación.
- ¿Quién ha sido? – Harry preguntó gritando en la calle vacía y débilmente iluminada por las farolas – Se que hay alguien. – Nadie respondió, parecía que sólo estaba él en medio de la calle.
El ruido de unos contenedores de basura en un callejón hizo que el muchacho sacase rápidamente la varita que llevaba escondida, si tenía que luchar lo haría. Con esta en la mano, se encamino hacia donde había escuchado el ruido, tirando tras de si la lata vacía, no sabia lo que se podía encontrar por eso estaba dispuesto a atacar a la primera señal de peligro.
- ¿Quién…? – un gato blanco le salio al encuentro, salía de debajo de los contendedores, la tensión de la situación se disipo y Harry se agacho para acariciar al lindo gato – Así que eras tu, menudo susto me has dado – respiraba tranquilo. Sus manos recorrieron el suave lomo del gato hasta llegar al collar - ¿Qué tienes aquí? – llevaba, en lugar de su placa de identificación, una nota nada más, no había nada que permitiese saber de quien era el gato o por qué estaba en esa zona.
En el instante en las manos de Harry tocaron la nota, el felino dio un aullido en señal de asentimiento para que cogiese y leyese la nota, este, como si comprendiera, desdoblo la nota para ver lo que allí estaba escrito:
"Sigue al gato"
- ¿Qué haga qué? – exclamo Harry al ver lo que estaba escrito en ese trozo de papel. El gato, con movimientos rápidos, subió hasta sus hombros y, con gran agilidad, con una pata señaló una parte que el muchacho no había leído todavía de la nota.
"Un amigo"
El gato saltó al suelo y, sin esperar respuesta, empezó a caminar rumbo al lugar donde, suponía Harry, le estaban esperando.
Tras un par de metros, el gato blanco dio la vuelta y se paro en el sitio mientras observaba al adolescente que se encontraba enfrente de él, todavía en la misma situación donde lo había dejado y todavía con la nota en la mano.
Sacudiendo la cabeza, Harry se dispuso a seguir al gato, su instinto le decía que no pasaría nada malo y esperaba que eso fuera así, de modo que, guardándose la nota en uno de los bolsillos del pantalón, empezó a correr hacia donde se encontraba el gato parado. Este, el ver que el joven se había decido, se levanto y corrió por la calle hacia el rumbo que le habían mostrado antes, aunque esta vez era diferente, esta vez llevaba tras de sí a la persona a la que había ido a buscar por petición de una persona.
Al cabo de quince minutos de correr por las calles, algunas veces varias veces por el mismo sitio, el gato se metió a un callejón semi-iluminado por una pequeña luz proveniente de un escaparate cercano. Al entrar, el gato desapareció de la vista del muchacho, que se quedó solo allí.
- ¿No te han dicho nunca que no confíes en desconocidos? – una voz sonó desde detrás de una columna, se le hacia bastante conocida la voz, como si la hubiera oído antes.
- ¿Quién eres? – las manos de Harry asieron fuertemente la varita, ¿Qué seria eso? ¿Una trampa?
- Harry, Harry, Harry – la persona que se encontraba escondida salio de detrás de la columna, iba vestida toda de negro, contrastando fuertemente con el blanco gato que llevaba en los brazos. Le reñía como si fuera un niño pequeño que se ha equivocado– No estas en situación de amenazar. – alargo la varita que escondía debajo del gato y apuntando directamente al muchacho - ¡Petrifucus Totalus!
El rayo se dirigía directamente a Harry, que estaba como clavado en el suelo sin poder moverse, miraba atónito a la persona que tenia enfrente, tras la capucha que esta llevaba se podía ver varios mechones de pelo rojo.
El rayo impacto en su objetivo, a lo cual, la figura vestida de negro y encapuchada dijo:
- Nos volvemos a ver, amigo – la ultima palabra sonó como si la escupiese de la boca y con mucho desprecio, mirando directamente a la persona que tenia enfrente tendida en el suelo.
++++++++++++++++
Fin capitulo 12.
Lo se, estan deseosos de matarme, dejarlo ahí…. Jeje. Bueeeeeeno, espero no tardar con el siguiente capitulo y recuerden "nada es lo que parece" y "puede ocurrir cualquier cosa" ya veran.
Ah, otra cosa mas, 3ª gran referencia peliculera "Knock, Knock…. Sigue al conejo blanco…." = The Matrix (que final mas rato madre mia, estan peor que yo, jeje)
Como creo que estos dias no tengo ni excursiones, ni películas, ni entregas de trabajos, ni examenes, ni… ni ninguna cosa rara… espero que el siguiente capitulo este terminado dentro de muy poco.
Muchos besos
Lady Lily
Pd: Para amenazas de muerte (se que lo van a querer), dejen reviews. Para opiniones positivas, dejen reviews. Para opiniones negativas, dejen reviews. Para dudas y sugerencias, dejen reviews. Para decirme que estoy loca, dejen reviews. Para opinar sobre esta historia, dejen reviews……….. Y si no saben que hacer… dejen reviews (jo, como estoy de aburrida ahora).
Asi que ya saben, dejen reviews (me repito un poco, ¿no creen?, jejeje)
Hasta el proximo capitulo. Ciao
