Lo dicho, capitulo para el lunes (y eso con una gripe el finde :-P y partido de baloncesto hoy – que hemos ganado oee oee). Ya ven, saco tiempo para todos.

Espero que les guste el capitulo y no les cree mas dudas de las que tienen (aunque, conociendome, creo que sera lo que pase, jeje)

Ahora, para mis queridos lectores (sipi, para los que dejan reviews) les contesto sus dudas (y si leen la historia y consideran que merecen la pena gastar unos segundos de su tiempo en dejar un review, haganlos, please, se lo agradeceria en el alma)

Empezamos con las contestaciones:

Lobezno = Sipi, lo se, pero el cambio de escena esta justificado, como va a pasar en este capitulo, ya veras por qué. Espero que te guste y muchos besos.

Syringen = Lo se, es una lata dejar el ordenador, pero que se le va a hacer. A aguantar toca. Para que veas que cumplo, ya teneis el siguiente capi (el 18 creo que para el jueves/viernes). La espera no sera larga. Muchos saludos y besos. PD: ¿de donde eres?, no me acuerdo.

lix = Si, Liz es un punto bastante clave en la historia (en este capi se va a ver algo, pero no mucho, jeje, pero con algo que sepas de los rumores del 6 libro, puedes sacar tus conclusiones :-P) Ahora tus dudas (pero muchacha, que aburrida estas): ¿Quién es el sustituto?, todavía no puedo decirlo, se dira en su momento (pero puede ser el menos inesperado o el mas, ahhh, ya se vera); El guardian, otro que se desvelara en su momento, todavía no se puede decir; y si, Ron sigue en coma, y lo que le falta, ya veras, jeje, pero puedo decirte que… pronto lo volveras a ver; Snape, bueno, no la conocia de antes (no estuvo en su "aparicion" se fue porque le llamaron, ¿te acuerdas? Y hay va a haber algo importante, ya veras); Y no, Liz no es vidente, solo que a veces ve cosas muy importantes, y en este caso, lo que importa no es como lo ve, si no, LO QUE VE. (y la premonicion, ya se vera lo que es, pero tienes una pista de cuando ocurrira). Lo de Snape, si, fue una llamada, por eso después estaba en el despacho; y los tres personajes que dice, pronto los veras (muy pronto). Espero que te guste el capitulo y disfruta. Muchos besos.

Lanirina = Espero que este capitulo no te llene con mas dudas, pero creo que eso es lo que va a pasar (siempre soy asi, no lo puedo remediar, jeje). Lo de Ginny, pues, que quieres, si va huyendo de sus hermanos, es logico que no vea a nadie (a mi me suele pasar, jeje), pero no te preocupes, no pasa nada alli (creo que esta bien explicado después, pero lo siento si no lo has entendido, es sólo eso) Y ya lo ves, el capitulo esta lo mas pronto posible (siempre cumplo con mis promesas, jeje). Muchos besos y disfruta con el capitulo.

Ya termine de contestar, bueno, ahora un "pequeño" aviso, en este capitulo, al principio se da el punto de vista de dos personas, y después…. Espero que lo entiendan, y si no, pregunten.

Empieza el capitulo.

Capitulo 17_ "Fiat lux"

De nuevo estaba apoyado en una de las múltiples columnas que había en la gran estancia blanca, un punto distinto en medio de toda esa claridad y blancura, lo único que destacaba de aquel lugar extraño. Había regresado, al fin, a salvo de aquel lugar, después de cumplir con mi misión. Si, había sido muy arriesgada, bastante, más de lo que quizás nunca había imaginado, pero… al final había salido bien, o eso esperaba, no lo sabía, aunque, quizás, lo comprobara dentro de poco.

Las gotas, con diferentes imágenes, seguían desfilando por la extraña habitación, me acerqué a un grupo de ellas, después de tanto tiempo allí (cuantos días o meses había pasado, no lo sabia) había conseguido distinguir cuando estas se referían a un sueño, a una invención (como aquella que vi de los dos muchachos que mataron, que al final fue mentira) o cuando estas se referían a cosas que habían ocurrido, ocurrían o podrían ocurrir. Al principio había sido complicado, mas aun cuando las imágenes pasaban a gran velocidad ante mi, sin casi poder distinguir lo que ocurría en el interior, aunque después, ya no era tan difícil, solo me tenia que fijar en las imágenes con el marco blanquecino (las que ocurrían de verdad), las demás: dorado, rojo, verde, azul… eran invenciones, sueños o, incluso, posibles cosas que hubieran ocurrido si en un momento dado se hubiera tomado una decisión u otra; ese ultimo grupo era el que, mayoritariamente, yo ignoraba: no me gustaba ver lo que hubiera sucedido si en un momento de mi vida hubiera hecho una cosa u otra. No, no me gustaba observar esas gotas, no, desde que había visto una escena en que yo estaba rodeado de toda mi gente querida, de Cornamenta, de Lunático, de Lily, de Harry… viviendo todos en paz, sin preocupaciones, sin un Voldemort que nos persiguiese, sin miedos, sin traidores… todos juntos como una gran familia…

Desde aquello ya no me había vuelto a acercar a esos grupos, no me gustaba ver lo que hubiera pasado, lo que tenia que hacer era estar en el presente, aunque, en la situación en la que me encontraba, ya no sabia lo que era presente, pasado o futuro, donde me encontraba o en que fecha estábamos, nada de eso sabia, pero al menos, ya había recuperado la memoria, ya sabia quien era: Sirius Black, aunque no sabia que era peor, saber quien eres y ver lo que sucede a las personas que quieres, o no saberlo y no reconocer a tus seres queridos y su sufrimiento… no se que era lo peor.

De nuevo, tras la arriesgada misión que tuve, pues hube de adentrarme en las profundidades de aquel lugar, buscar una salida de aquella inmensa sala, para poder rescatar a dos personas a las que había cogido cariño ya desde que las conocía, desde que nacieran pues eran, además de parientes, unas extraordinarias personas y, como les dijo mi ahijado, "el mundo necesitará risas en medio de la guerra". Si, estábamos en guerra, y yo de nuevo, ignorado, sin poder hacer nada, sin poder participar en la lucha contra aquel ser, como el año anterior, pero este, en cambio, me encontraba en un lugar del que no podía salir, del que no veía salida, sin poder ayudar… de nuevo… me sentía impotente.

Al menos, en cuanto supe quien era, aunque no donde estaba (eso todavía no lo sabia), todos mis esfuerzos se encaminaron a ayudar en todo lo que pudiese, y por eso me alegre cuando vi que podía salvar a esas dos personas, perdidas, como yo, en la inmensidad de la nada. Había visto lo que sucedía si no las ayudaba y no me había gustado nada, así que, en cuanto tuve ocasión, busque un modo de rescatarlas, de liberarlas de la prisión creada para ellos. Tarde… ya no me acuerdo cuanto, pero las libere, eso lo se, ya que las volví a ver en las gotas de hechos presentes. Extraño lugar en el que me encontraba, había que reconocerlo, me fui, ¿cuando era? mayo, junio, no se… a rescatarlos, y cuando volví, en las esferas que paseaban enfrente de mi, ni siquiera habían comenzado el curso, ¿Qué seria? agosto, septiembre del año anterior…

Al volver, y darme cuenta de esto, comprendí al fin uno de los misterio que tenia al principio, comprendí que era a lo que se refería la voz, voz extraña e inquietante por cierto, cuando hablaba de que en este lugar no existía el concepto de tiempo ni espacio, que estaba fuera de esos limites, me costo trabajo comprenderlo, como todo lo que allí me rodeaba.

Extraño lugar, y extraña nada.

Inquietante, pero a la vez, calida y agradable.

Me incorpore de la columna donde estaba apoyado, de nuevo la voz estaba hablando, a veces no decía nada interesante, otras acertijos sin respuestas, no me ayudaba, sólo incrementar mis dudas. Esta vez, preste atención a lo que empezaba a decir, me pareció interesante:

- Zeus era el dios supremo, padre espiritual de los dioses y de los hombres. Su mujer, Hera, reina de los cielos y la guardiana del matrimonio. Los dioses asociados con los cielos eran Hefesto, dios del fuego y de los herreros, Atenea, diosa de la sabiduría y de la guerra, y Apolo, dios de la luz, la poesía y la música. Ártemis, diosa de la fauna y de la luna, Ares, dios de la guerra y Afrodita, diosa del amor, eran otros dioses del firmamento. Quienes los reunían eran Hestia, diosa del hogar, y Hermes, mensajero de los dioses y soberano de la ciencia y la invención…

Oh, no, lo que al principio parecía interesante se fue diluyéndose en una lección teórica sobre la mitología griega, ya antes había pasado por la egipcia, la inca, la maya, la azteca… y alguna mas creo recordar.

Al empezar con esas explicaciones, había atendido, puede que quizás algo me sirviese para salir, pero ya, después de muchas y muchas charlas sobre el nacimiento del mundo, las relaciones de los dioses con los hombres y todas las proezas y hazañas habidas y por haber, opte por no atender.

Me volví a recostar en la columna, así se pasaba el tiempo, viendo imágenes, escuchando la voz o incluso llegando a los mismos limites de la sala, que no era infinita como parecía en un principio, como todo tenia un limite, pero estos eran muy remotos y había que saber buscarlos, pues eran como pasos a otras dimensiones dentro de esta (como el que utilice para liberar a esos dos pelirrojos, después de una y mil dificultades puede llegar a tiempo para que volvieran, yo no, recordé, yo todavía no, tristemente).

¿Cuándo regresaría? ¿Cuándo volvería? ¿Cuándo…? La voz no me daba respuestas, me evadía, me creaba dudas, me ignoraba, como estaba haciendo en esos momentos. Yo sólo quería saber, quería conocer como volver, pero no podía, no sabia como, intente todo, pero por más que busqué y busqué, no encontré nada. Sabia todo lo que había que saber sobre ese lugar, como salir de los diferentes lugares del que se componía el lugar, pero en mi caso… nada funcionaba.

Recordé una de mis múltiples charlas con la extraña voz, una en que me dijo "Volverás cuando estés listo, cuando cumplas lo previsto", pero ¿que era estar listo? ¿Que tenia que hacer para volver? Sabía todo, todos los conocimientos estaban a mi alcance y yo, pobre de mi, no podía regresar, tenia que quedarme allí sin poder participar…

Deje a la voz atrás, mientras hablaba de un tal Prometeo, y me dispuse a dar una vuelta sobre los extraños dominios de la nada, a ver si encontraba algo interesante que hacer, en eso consistía mi rutina, pues no había otras cosas que hacer mas que pasear o ver inquietantes imágenes de lo que ocurría en el mundo.

Tras dar un vistazo a las imágenes que pasaban enfrente de mi y comprobar que todos se encontraban en perfecto orden (había conseguido averiguar como poder agrupar las importantes para mi, teniéndolas siempre a mano, eso, después de muchos intentos): vi a Harry en un parque mientras esperaba, se balanceaba en un oxidado columpio y las brisas del atardecer ya estaban apareciendo; vi a la familia Weasley, junto con las dos personas a las que yo había ayudado a regresar, en el salón, gastándose bromas unos a otros (no tenían remedio, siempre tendrían ese toque para alegrar a los demás); vi a mis amigos y a la orden del Fénix preparando emboscadas a los ataques previstos de los mortifagos; en fin… la guerra había dado comienzo, pero en esos momentos, las cosas parecían calmarse.

Todo estaba en relativo orden, así que me fui a dar una vuelta…

*****

- Avada Kedavra!!!!

Forcé a mi memoria a recordar, tenia que hacerlo, tenia que acordarme de lo ocurrido, un poco mas, unos instantes antes de la maldición, ¿Qué había sucedido?

- Levanta y mira a la muerte a la cara!!!

Los dedos del mortifago me apretaban el cuello obligándome a mirar en la dirección en la que estaba el aprendiz del mortifago, me acuerdo que los cerré fuertemente.

- Bien, bien, el voluntario esta listo para la sentencia.

¿Cómo llegue a esa situación? Ah, ya me acuerdo, no quería que le matasen, estaba dispuesto a morir antes que ella.

- Cogerle!!! Si tantas ganas tiene de morir, que se cumpla su deseo

Si, mi deseo era que me matasen, tal y como había dicho antes.

- Yo seré el siguiente!!! Mátame a mí!!! Seré el siguiente en morir!!!

Se que grite mientras me abandonaba en los brazos de la desesperación, quería morir, si, morir, antes que ver morir a mi amor.

¿Qué más pasó?

- Ron…… sssshhhh…… no es lo que parece…… ¿no te has dado cuenta?…… tu familia ya lo sabe…… están aquí……

Todavía no comprendía lo que me había dicho Hermione, esas frases sin sentido, esas palabras sin razón, todavía no tenían significado para mi, ya que después de ver caer a mi hermana bajo la maldición asesina, nada tenia sentido para mi. Y ahora… tumbado en la cama donde estaba, eran las palabras que mas me venían a la mente, no sabia por qué, pero había algo ahí que no encajaba.

¿Qué podía ser? no lo sabia, pero algo extraño había sucedido, no parecía preocupada al ver caer a su amiga muerta, vi sus lágrimas, pero parecían fingidas, como si representase una obra de teatro y se pusiera una mascara en el exterior. ¿Qué había ocurrido y que era lo que yo no me había dado cuenta?

Volvió a mí la película de los hechos de aquella noche, desde que entraron en la cocina los mortifagos a atacarnos hasta que recibí la maldición. Otro misterio para mi, ya que… no se suponía que estaba muerto, ¿no se suponía que la maldición mataba al instante?, pero… ¿Qué hacia en ese lugar? ¿Cómo era que podía pensar?

De nuevo recordé lo sucedido… el beso, tan fugaz, tan inesperado, tan repentino, oh, dios mío, todavía no se de donde saque las fuerzas para hacer eso, que vergüenza hubiera pasado si no hubiera muerto, que situación mas incomoda. No me arrepentía, y seguro que si volviera a pasar lo mismo, haría exactamente igual, la besaría de nuevo y moriría, de nuevo, con el sabor de sus labios en mi boca, cerraría los ojos y me abandonaría a la oscuridad con ese feliz recuerdo en mi mente, moriría sabiendo que ella estaría viva un poco mas. Pienso que, en condiciones normales, nunca me hubiera atrevido a hacerlo, era mi amiga, rectifico, mi mejor amiga, siempre a mi lado, siempre cerca de mi, mi compañera, mi anhelada alma gemela, lo se, aunque intente negarlo, pero… esa noche, ya no pude mas, el amor estalló… y se rompió en pedazos al alcanzarme el rayo. Ójala no hubiera muerto, ¿Qué hubiera pasado entonces?

Despierto, tiemblo al mirarte,

dormido, me atrevo a verte;

por eso, alma de mi alma,

yo velo mientras tú duermes.

Otra vez su voz resuena por la extraña sala, otra vez unos versos que hablan de sueño y vigilia, otra vez parece que me miran en la solitaria sala. Y se que no hay nadie, nadie excepto yo, pero su voz, clara y risueña, aunque cargada de cansancio a veces, me recita poemas de un autor desconocido para mi.

Hermione, mi Hermione, me habla y yo la escucho, me canta y yo me pierdo en los versos que hablan de amor, de pareja, de despertar, de vivir… mas ¿que puedo hacer yo en la habitación en la que me encuentro?, ¿que puedo hacer desde la muerte?, que es donde creo que me encuentro....

- Mira, mira, mira, ¿pero que me encuentro aquí? – una voz, diferente a las demás, parece resonar en la sala, a diferencia de las otras, esta parece estar cerca, no fuera como las otras, como las de mis conocidos. – Otro… pelirrojo – dice burlonamente, ¿quién será?, la voz parece que me suena, no de hace mucho - ¿Quién será ahora? – oigo pasos cerca de mi, pero desde mi posición no distingo nada, le oigo acercarse, ya esta a mi altura, pero no le veo, sigo con los ojos cerrados ensimismado en mis recuerdos, en el recuerdo de aquel beso – Que sorpresa!!! – exclama, siento su respiración encima de mi – RON ¿Qué haces aquí? – ahora si abro los ojos, de sorpresa, ¿quien esta en aquella extraña sala y me conoce? De la impresión cierro los ojos de nuevo, no, no podía ser él, estaba….

Vuelvo a abrir los ojos, esperando a que fuera un espejismo, pero no, seguía allí, apoyado en una columna, con ese aire que le caracterizaba, acariciando su largo pelo negro y apartándoselo de los ojos, con una sonrisa burlona en la cara, mientras mira en dirección a la cama donde me encuentro tumbado.

*****

- ¿¿¿Si… Si… Sirius????

- Si, ese es mi nombre.

- ¿Sirius?

- Te he dicho que si.

- ¿Sirius?

- Me vas a desgastar el nombre como sigas repitiéndolo.

- ¿Sirius? ¿De verdad eres tú?

- ¿No me crees? Oh, ¿que hay que hacer para que creas que soy yo?

- ¿Esto es el cielo? – el muchacho pelirrojo miraba hacia el hombre, que parecía sonreír burlonamente.

- No lo creo – contestó mientras se incorporaba de la columna donde estaba apoyado, al ver la cara del muchacho prosiguió – Esto es… como explicarlo… un lugar… no es el cielo… - aclaro al ver al joven mirando detenidamente la estancia blanca – es… pues… como decirlo… un lugar intermedio… si… eso es… algo fuera de los limites del espacio y del tiempo – se acordó de pronto de lo primero que oyó al llegar al lugar.

- ¿Y donde esta?

- No lo se.

- ¿Y como has llegado tú, y como he llegado yo, aquí?

- Tampoco lo se – alzo los brazos, tampoco el sabía la respuesta, solo se acordaba de estar luchando contra Bellatrix Lestrange en la sala esa tan rara del ministerio y después… nada. – Venga, esto parece ya un interrogatorio, ¿vienes? – tendió la mano para ayudar a levantarle de la cama.

- Ehmm… Sirius, perdona, pero es que no puedo levantarme – giro la cabeza hasta encontrarse cara a cara con el adulto.

- Bobadas, eso es porque no quieres – esta vez estaba ya al lado de la cama y de un tirón, le arrebató las sabanas que le cubrían – El cuerpo sigue a la mente, si tu piensas que estas inmóvil, seguirás inmóvil, si te quieres mover, tu cuerpo se moverá contigo, así que levántate… vago!!! – ahora le había dado tal empujón que el muchacho cayó de la cama por un lado, pero antes de aterrizar en el extraño suelo (extraño porque no se veía que fuera de ningún material conocido) se había agarrado al hombre y ambos cayeron al suelo. – Ves, lo que te he dicho, te puedes mover. - después de unos instantes Sirius se levantó del suelo mientras se daba en la parte dolorida (mas o menos donde la espalda pierde su orgulloso nombre)

- Pues… es verdad!!! ¿Y como lo sabias? – Ron se incorporo del suelo mientras movía cada extremidad en comprobación, para ver si su funcionamiento era el correcto.

- Aquí todo funciona con la mente – fue la única explicación que obtuvo de labios del hombre antes de que este desapareciera tras una columna.

- ¿Sirius? – se había quedado solo de nuevo, en aquella extraña estancia, aunque ahora ya podía caminar. Dio varias vueltas por la habitación, alrededor de la cama, tras las columnas que, justo ahora, había descubierto que allí se encontraban, pero nada, ni rastro del padrino de su mejor amigo y única compañía, ahora, en aquel lugar.

- Ron ¿vas a quedarte ahí para siempre o vienes conmigo? – la cabeza de Sirius Black apareció en medio de la columna por la que había desaparecido, era similar a cuando se hablaba con las personas a través de polvos flu, pero a diferencia de estos, la cabeza no estaba rodeada de llamas de fuego, era como si sólo traspasase la lisa superficie.

- ¿Qué….? – sin habla, era como se podía denominar al estado del muchacho ahora.

- Lo mejor es que vengas conmigo – de la columna surgió de repente uno de sus brazos y agarrando fuertemente al muchacho de una mano, lo atrajo hacia la columna, desapareciendo los dos de la habitación donde antes se encontraban.

*****

- Entonces… ¿no recuerdas como llegaste a este lugar?

- No, ya te lo he contado – se rascó la parte de atrás de la cabeza – vi como el rayo que me mando Bellatrix – el nombre sonó de forma furiosa – me dio en el pecho y después… pase un… velo?? – miró al muchacho que asentía, Harry ya le había contado lo sucedido en aquella sala a final del curso pasado – aunque… me parece… creo que… oí voces… si, ahora que recuerdo… oí voces antes de caer a través del velo…

- ¿Y que decían?

- Pues – se paró un momento, iban caminando por un gran pasillo, el pelirrojo se paró inmediatamente después, unos pasos delante suyo. Tras un breve silencio, Sirius continuo hablando – Ahora que lo dices… hablaban sobre si había dado resultado algo o no, y parecían muchas voces, como tres o cuatro diferentes, ya no me acuerdo. – empezó a caminar de nuevo, era extraño, nunca se había preguntado como había llegado a ese lugar y lo que había pasado tras la pelea en el ministerio.

Siguieron caminando por la gran estancia blanca, en eso momentos las imágenes pasaban a gran velocidad por enfrente de ellos, se notaba que, posiblemente, era de noche en algún lado, ya que, como le explicó Sirius a Ron, las imágenes que se veían pasar representaban sueños e invenciones de la mente. Ese lugar parecía almacenar todos los sucesos habidos y por haber, todos los posibles hilos que podían surgir en un momento determinado y todas las tramas que componían la infinita telaraña que eran las historias.

- ¿Esto que es? – el pelirrojo señalaba una gran esfera de un color entre violeta y naranja, en esa imagen se podía ver a dos pelirrojos, un poco mas mayores del que miraba (y posiblemente hermanos suyos, debido al parentesco que parecían tener), estos se encontraban en un gran parque jugando y riendo despreocupadamente – Fred y George nunca me han hablado de ese lugar.

- Espera – Sirius se puso a su altura, había estado mirando un par de esferas un poco mas alejado del muchacho, y que, posiblemente, después se las enseñaría a este – Ah, ya recuerdo – dijo tras mirar la escena y sonreír al comprobar de que se trataba – Pasaron mucho tiempo allí.

- No comprendo

- Se me olvidaba. Verás, ellos estuvieron en este sitio, muchos, muchos meses, hasta que lograron salir.

- Sigo sin comprender, la imagen parece que sea de hace poco

- Y lo es, es un poco después de que desaparecieran. Pasaron unos… veamos… ¿nueve?, ¿diez meses en ese lugar?, si, creo que si.

- Ahora si que ya no comprendo nada. Si dices que fue un poco después de que desaparecieran y que pasaron varios meses ahí – señaló el parque que aparecía en la imagen - ¿Cómo es que volvieron al cabo de varias horas a casa?... y otra cosa… si te vieron, ¿como no dijeron nada?

- Lo ultimo que dices tiene fácil solución, yo se lo pedí, como también te voy a pedir que no le digas nada a nadie, ni siquiera a Harry, sobretodo a él, no le digas nada – añadió enfatizando las ultimas palabras, conocía muy bien al amigo de su ahijado – Todavía no puedo volver, no se como, ni cuando regresaré, pero se que él no debe saber nada, no quiero que sufra por mi, ya he visto lo que ha pasado antes, y se que, ahora, se encuentra bien. Le veo, le veo cada día, os veo a todos, y se que, como todos, a él también le gustaría que regresase, que vuelva a ser todo como antes, pero no puedo, todavía no – un suspiro salio de sus labios – si alguien le dijese algo, seguro que se aventuraría en mi búsqueda, pero no puede, él no puede venir a este lugar, no todavía, y no se puede arriesgar más, tiene una misión que cumplir, y tiene que ser fuerte para eso. Yo… regresaré, se que regresaré, pero todavía no ha llegado mi hora, todavía no puedo. Lo sabré… cuando llegue el momento – dejo una pausa al hablar mientras se limpiaba unas lágrimas que le caían silenciosas por las mejillas – Por eso te pido que guardes el secreto, ¿lo harás? – miró a Ron que se encontraba a su lado, este asintió con la cabeza, no le gustaba mentir a su mejor amigo, pero esta vez había una razón poderosa para hacerlo, tal y como habían hecho sus hermanos antes – Gracias – agradeció Sirius – Veamos, lo que dices del tiempo que pasaron aquí, pues, eso se debe a que, como te dije, en este lugar no existe el tiempo ni el espacio…. – continuo explicando al joven mientras seguían caminando por la gran estancia blanca y poblada de columnas e imágenes que pasaban alrededor de ambas figuras.

*****

- Espera – dijo de repente el hombre de pelo negro, había visto algo que le había llamado la atención, cogiendo del brazo al pelirrojo le arrastro hasta ponerse ambos enfrente de una minúscula gota – Mira – los dos se agacharon hasta casi tocar la imagen, Sirius ya le había advertido del peligro de tocar las imágenes, ya que estas se desvanecían al ligero contacto de las manos.

La escena que mostraba la imagen, al principio no parecía nada interesante, era el ático de una casa, vacío, sin luz casi, pero de repente, como una tromba, entraron tres figuras a ese sitio, dos de ellas se veían mayores, no en cambio la ultima que entro, una muchacha pelirroja que, además, llevaba una varita en la mano y cara de determinación.

- Ginny!!! – exclamo Ron al verla, según intuía, esa gota le estaba mostrando parte del ataque que había sufrido su casa, se intentó apartar de la visión de la imagen, pero la mano firme de Sirius se lo impidió, un gesto de este le indico que siguiera viendo lo que pasaba.

De nuevo en el ático se veía como la joven pelirroja miraba por un resquicio que había hecho en la pared, por donde veía el desarrollo de la batalla. En un momento dado, se apartó de la pared donde estaba apoyada y, tras decir unas palabras a las personas que la acompañaban, se puso en posición para atacar al primero que traspasase la puerta, varita en mano y dispuesta a defender aquella habitación. Al poco rato, la puerta cerrada por un hechizo lanzado por la muchacha se abrió, Ginny entonces se dispuso a atacar, pero algo se lo impidió… el mortifago que había abierto la puerta había caído al suelo fuertemente desmayado, haciendo un gran ruido, como si de un objeto pesado cayera al suelo… a causa de un hechizo que le habían lanzado por detrás. La persona que había lanzado el hechizo contra su "compañero" entró al ático y se sacó, de entre su túnica negra, un objeto que Ginny reconoció al instante. Después, le enseño un recipiente que llevaba, e indicándoles por señas a la muchacha, ambos se acercaron al hombre desmayado, y, mientras el otro hombre separaba en dos el liquido que tenia, Ginny se acercó y cortó un trozo del pelo del mortifago desmayado, seguidamente, se cortó un poco de su pelo. El hombre vestido con la túnica negra se acercó con las pócimas y la joven echó los cabellos a ellas.

Lo siguiente que se vio fue que dos figuras vestidas de negro salían del ático portando a una muchacha pelirroja desmayada en sus hombros, y delante de ellos, fingiendo terror, las otras dos personas que se encontraban con la muchacha en el ático.

- ¿Qué?!!!!!!!! – exclamó Ron tras ver desaparecer enfrente de sus ojos la imagen, que se había desvanecido al terminar – Entonces… entonces… ya lo comprendo todo!!! – se acababa de dar cuenta de lo que significaba lo que le había dicho Hermione, ella lo sabia, y ahora, pensándolo mejor y recordando los acontecimientos, él era el único que no conocía la artimaña que había sucedido, por el comportamiento de sus padres y hermanos, ellos también sabia que no era Ginny, la verdadera Ginny, la que había muerto bajo aquella maldición, era un impostor, él era el único que ignoraba todo el engaño. – No… no… - cayó al suelo de rodillas y llorando de alegría – no esta muerta, Ginny no está muerta – la voz le salía en medio de los sollozos, había creído que su hermana, su adorada hermana pequeña, había caído victima de la maldición asesina, pero no era así, todo había sido un engaño. Sirius se agachó a su altura, comprendía, de alguna manera, lo que significaba esto para el muchacho y por eso le pasó un brazo por encima de los hombros del joven.

Largo rato trascurrieron en esa posición los dos, el hombre y el muchacho, apoyándose uno al otro, uno repleto de alegría y, el otro, de igual forma, ya que, a pesar de haber visto parte del ataque, también se había imaginado que la muchacha había muerto. Esa noticia era lo mejor que les había pasado en todo el tiempo que llevaban juntos (habían trascurrido ya varias horas desde que Sirius encontrase a Ron en esa habitación). De repente, como surgida de la nada, una voz se escuchó.

- … Vuelve… vuelve a mí…

Ambos se levantaron del suelo, estaban extrañados, desde que estaban en la sala la voz que habitualmente oía Sirius no había aparecido, y ahora, de repente, se escuchaba algo, pero nada a la vez, ¿que significaba aquello? Además, la voz no parecía la misma que otras veces, según observo Sirius, esta vez, el sonido que resonaba por la estancia parecía tintineante, calido, agradable, como si se tratase de una voz femenina y, que además, parecía llorosa y cansada. Después de esas únicas palabras, el eco se perdió en la inmensidad de la sala.

Cuando el ultimo sonido se había extinguido, apareció tras el muchacho pelirrojo una gota, una especie de cristal, liso, trasparente, traslucido, que se volvió de mil colores, formando un remolino bastante grande, tanto como el joven, y empezó a reflejarse en él formar formas e imágenes: Ron de pequeño, sus primeros pasos, su llegada al colegio, aventuras trascurridas, enfados, reconciliaciones, amistades… hasta llegar a lo ultimo que había sucedido en su vida, un beso, un beso antes de caer en aquella extraña dimensión.

Sirius, en cuanto se dio cuenta de lo que pasaba, se abrazó del muchacho y sonriéndole, intentaba quitarle importancia a la sensación de absorción que experimentaba el pelirrojo en esos momentos.

- No te resistas, vas a volver. – decía alegre el hombre.

- ¿Ahora? ¿Ya? ¿Tan pronto? – en el fondo quería regresar, volver a ver a su familia, pero… un pensamiento le había cruzado por la mente, si no estaba muerto e iba a regresar, ¿Cómo se tomaría Hermione el arrebato que él, Ron Weasley, había tenido? ¿Se acordaría? ¿Qué pasaría a partir de entonces con ellos?...

- Gracias Sirius, por todo lo que me has enseñado – fue lo ultimo que oyó el hombre de labios del muchacho antes de ser absorbido completamente por el remolino de su vida.

Regresaba, no estaba muerto, volvía, una nueva oportunidad se le concedía y la aprovecharía, si, la aprovecharía al máximo… Con un beso había terminado todo y con un beso volvería a empezar de nuevo.

Sirius se quedó de nuevo solo en la estancia, después de unos interminables segundos para asimilar de nuevo su situación, se dispuso a buscar el grupo de recuerdos de sus seres queridos. Ahí lo encontró, todos juntos: estaba Harry despidiéndose de una muchacha, de unos cuantos años menor que él, y que al hombre le parecía haber visto en otra ocasión, pero no recordaba cuando; de una triste Hermione apoyada encima de la cama de un joven dormido, parecía cansada, pero en un momento dado, se acerco a la cara de él y le dio un tierno beso en los labios; volvió a ver a la muchacha desconocida para él acompañada por Ginny en la estación King Cross, sería comienzo de curso por la cantidad de personas que se veía en la estación con baúles y demás bultos; de nuevo, en otra imagen, vio a Dumbledore hablar con su ahijado y como este negó con la cabeza mientras el director le enseñaba algo de su mano….

Muchas imágenes vio y se alegró por la mayoría, y todavía más cuando vio a Ron volver y como este era correspondido por su amiga, el comienzo de curso había sido muy normal, y ya todos se disponían a dormir, así que él también fue a hacer lo mismo.

Antes de cerrar los ojos, le pareció ver en una imagen, curiosa porque ese color nunca lo había visto, una escena realmente extraña, la muchacha que estaba con Harry al principio, ahora se encontraba frente a unas llamas, pero no unas llamas cualquiera, si no de un color que oscilaba entre verde claro a verde oscuro, entre verde-mar a verde-esmeralda, todas las tonalidades de ese color aparecían en las llamas que se alzaban frente a la joven sin que esta se asustase, aparte, parecía que le gustaban, pues sus manos estaban frente a las llamas y sus ojos cerrados, en gesto de máxima concentración, como si invocase algo… la escena había sido tan rápida en desaparecer que Sirius hubiera pensado que eran imaginaciones suyas, pero la nitidez y la claridad de toda la imagen le hicieron comprender que no era así, que realmente la imagen no era una ilusión, que no lo había soñado.

Tras cerrar los ojos finalmente se durmió, no sin tener un extraño presentimiento respecto a la imagen que había vislumbrado anteriormente, algo le decía que había relación entre esa imagen y el sitio en donde se encontraba.

Un punto distinto en medio de la nada, de toda esa claridad y blancura, lo único que destacaba de aquel lugar extraño, otra vez solo, pero, de nuevo, con la conciencia de haber hecho lo correcto, de haber ayudado a alguien a encontrar su camino, se sentía útil de nuevo, a pesar de estar en esa situación.

Sirius Black se volvió a dormir en la misma columna de siempre, ahora comprendía un poco mas aquel lugar, puede que empezara a comprender el por qué él se encontraba allí…

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Fin capitulo 17.

Espero que les haya gustado y dejen sus opiniones y criticas (reviews :-P)

Ciao y hasta el siguiente capi.

Muchos besos.