Lo siento por la "obligada" espera, he tenido unos "ligeros" problemas con el ordenador y con mi conexión a Internet (se me metió un virus muy dañino y tuve que formatear e instalar todo de nuevo) :-P Desde entonces he estado escribiendo en una libreta que tengo, así que tardare en actualizar lo que tarde en pasar al ordenador y lo que mis dedos me dejen (hasta que echen humo, jeje)
Aquí les traigo el siguiente capitulo, espero que les guste, y ya saben, déjenme reviews con sus opiniones y criticas (tanto positivas como negativas, ayudan a mejorar).
Contestaciones, al final del capitulo (si no se hacia muy largo)
Disfruten.
Capitulo 19_ Robin
(-Pase lo que pase, seguiremos siendo amigos-)
Harry y Ginny ya se encontraban a menos de veinte metros de las dos figuras abrazadas, pero todavía no acaban de distinguir quien era el acompañante de su amiga, una gran capa negra le cubría de pies a cabeza, no revelando así su identidad, quien fuera, tenia una gran fuerza, ya que pocos alumnos sabían lanzar ese tipo de hechizos derribando al contrario de la forma en que lo había hecho (el único estudiante que se tenia constancia de que lo había hecho era una de las personas que iban corriendo, por lo que, claramente, estaba descartado). Considerando que todos los alumnos se encontraban en el comedor en esos instantes, y no ocurriéndose ninguna otra persona más, una idea se formaba en la cabeza de los dos muchachos: el defensor de Hermione era un profesor.
A menos de quince metros para llegar a las dos figuras, vieron como las dos se fundían en un beso, robándose mutuamente el aire, al intuir lo que ocurría, y rogando que no fuera el profesor que tenia en mente, Harry aceleró el paso, adelantándose a la muchacha pelirroja que le acompañaba. Al cabo de unos pocos metros de carrera, los suficientes para poder distinguir algo que reconoció, entonces, una ligera sonrisa apareció en sus labios, y, aminorando el paso, dejó de correr, no se daría prisa en llegar a las dos personas.
- Harry, ¿que te pasa? – Ginny se detuvo a la par que el muchacho, ella no entendía la situación.
- Mira bien – le susurró este en voz baja a la vez que se acercaba cautelosamente a la pareja, intentando por todos los medios que no le descubrieran – Ven – le hizo un gesto con la mano invitándole a colocarse al lado suyo, a unos pocos metros de Hermione y su misterioso acompañante.
- Pero si es…
- Shhhhh – Harry le tapó la boca, e inclinándose a su oído le hablo – déjales que disfruten, por una vez que se han decidido.
Ese comentario hizo reír también a la muchacha, era verdad, por una vez iban a dejar que disfrutasen.
Al cabo de un rato, los dos espectadores de excepción entablaron de nuevo conversación.
- Ehmmm, Harry, no crees que ya deberíamos, ya sabes – la pelirroja hizo un gesto como si separase dos cosas con la mano – a este paso se van a ahogar – terminó con una risa silenciosa.
- Oh, vale – dijo este mientras se reincorporaba de la pared en la que se había apoyado y desde la cual había estado viendo la escena sonriendo todo el tiempo – Pero les diré que ha sido culpa tuya – este comentario se gano una mirada de reproche de la otra persona, pero esta, con un gesto, le indico que siguiera.
Así pues, el muchacho de ojos verdes se acercó a las dos figuras que se encontraban en medio del pasillo, y alzando un poco la voz, hizo un pequeño gran carraspeo.
- Ejem, ejem – como las otras dos personas no parecieron oírle, alzo un poco mas la voz – Ejem!!! Ejem!!! – ni caso, la pareja que estaba al final del pasillo, a tan solo unos dos metros de ellos seguían ignorándole – EJEM!!! EJEM!!! – ahora si, cualquier persona que estuviera a veinte metros a la redonda hubiera oído eso.
- ¿Qué? ¿Quién? ¿Qué ocurre? – la persona encapuchada de repente es sacada de su ensimismamiento, y turbada, miraba alrededor.
- HARRY!!! – Hermione gritó enfadada al reconocer al dueño de la voz que le había interrumpido y al verle de frente a ella.
- Ya era hora – fue la única respuesta que dio el joven por disculparse de su súbita e inesperada interrupción – además, tienes que dejar un poco para los demás, no lo agotes antes de tiempo – concluyó mientras empezaba a reírse al ver como las dos personas que tenia enfrente se sonrojaban, una mas que la otra, pero las dos con las caras mas rojas casi que el pelo de una de ellas.
- Ron!!! Que alegría verte recuperado. Y ya veo que recuperas el tiempo perdido – Ginny se abalanzó sobre su hermano, a lo que a este le subieron todavía mas los colores por el ultimo comentario de su hermana pequeña (ahora ya no se distinguía donde acababa su cara y donde empezaba su pelo de lo rojo que estaba) por la mirada picara de esta y la risa de su amigo, seguro que llevaban bastante tiempo mirándoles, en ese momento si quiso que la tierra se le tragase entero.
- Venga, venga, que no es para tanto – Harry apartó del lado de Ron a Ginny, en un gesto de querer decir que se pasaba de abrazarle, pero de inmediato él fue quien se abrazó al otro muchacho, como diciéndole que le había echado de menos (al fin y al cabo era su mejor amigo). Como estaba cerca del oído del otro, y viendo que Ginny se preocupaba por el estado de Hermione (que lucia una cara de completa felicidad) le susurró a Ron – Ya era hora de que te decidieses, amigo.
Tras esto, ambos se separaron y levantaron del frío y duro suelo, aunque al pelirrojo todavía no se le había quitado de la cara la misma expresión de felicidad que portaba igualmente la joven de cabellos castaños.
Pensando para sus adentros, el pelirrojo se dijo a si mismo: - "Ayuda he tenido. Gracias Sirius" y miró hacia el techo intentando recordar el lugar donde unos segundos antes había estado.
----- Flash Back-----
"Con un beso terminó todo, con un beso empezará todo"
Ese pensamiento fue el único que rondaba por su mente al ver como era absorbido por la vorágine que tenia tras su espalda. Enfrente de él se encontraba un hombre de cabellos negros y ojos azules que le sonreirá y le decía que no se preocupase.
Tras sentir como era absorbido, sensación mas extraña aun que utilizando un traslador, decidió que lo primero que haría seria decirle sus sentimientos a su amiga, quizás, y con un poco de suerte, fuera correspondido, o quizás, no lo fuera, pero sabia que pasase lo que pasase, seguirían siendo amigos, si ella no quería nada con él, lucharía por la amistad que tenían ambos, no quería perderla como amiga también.
Aunque estaba ensimismado en sus pensamientos, el muchacho notó como caía en una cama, un golpe fuerte, y brusco contra un colchón suave y delicado: ya estaba de vuelta.
Sin ni siquiera comprobar si estaba todo entero o no, sin mirarse en ningún espejo (y ver de ese modo que las heridas que tenia en la cara habían sanado), y sin hacer caso al grito del enfermera que en esos instantes entraba a su habitación y le decía que se tumbase para examinarle (loca de alegría por supuesto al ver que el estudiante se había curado), Ron salio de la enfermería en pijama y agarrando una capa negra que colgaba en una silla, para no pasar frío por supuesto, ya tenia suficiente frío en los pies y no quería volver a la enfermería por un simple resfriado, tenia cosas mas importantes que hacer, como, por ejemplo, un encuentro con una muchacha de pelo castaño.
Así pues, salio de la enfermería abrochándose la capa por encima, quería darle una sorpresa a su amiga. Corrió y corrió rumbo a la torre de Gryffindor, pero extrañamente no había nadie allí, de repente, oyó ruido de carruajes fuera, y asomándose vio como multitud de estos entraba a los terrenos del castillo, atando cabos, llego a la conclusión de que seria comienzo de curso, tenia que bajar hacia el comedor, allí encontraría al resto de sus compañeros y a la persona que estaba buscando.
Una sombra negra bajaba por las escaleras, nadie se daba cuenta de su presencia, todo el mundo tenía otras cosas que hacer, como ponerse al corriente de los sucesos ocurridos en verano. De esta forma, el cambio imprevisto de la dirección de la escalera sorprendió solo a esa persona, ya que, mientras bajaba corriendo, en mitad del recorrido, la pasarela en donde se encontraba cambio de dirección desviándole de su objetivo y llevándole a la dirección contraria, a unos pasillos apenas iluminados.
Lamentándose de su mala suerte, Ron se dispuso a correr cuanto pudiese, tenia que llegar a la entrada al Gran Comedor antes que nadie, quería verla a ella. De repente, unas voces le sorprendieron se oían lejanas, pero aun así, amenazantes.
- La próxima vez, te aseguro que no fallaran. Fue de ineptos que se dejaran engañar de esa forma.
- Veo que sabes muy bien como funcionan los mortifagos, ¿tu padre ya te ha presentado a Voldemort?
- Tienes la lengua muy larga, quizás una dosis de dolor te la acortara, sangre-sucia. Cruc…
El muchacho ya no pudo aguantar mas, la rabia se apoderó de él de una forma incontrolable, había reconocido las dos voces que resonaban en el pasillo, y no le había gustado nada lo que había oído, nada de nada. Agarrando la varita fuertemente, pronuncio el primer hechizo que le vino a la mente (sin percatarse que otras personas atacaban desde otro lado, pero sin lograr el objetivo común de todos)
- STUPEFY!!!! – gritó con todas sus fuerzas, y el ruido de algo golpeándose contra la pared le indico que había logrado su objetivo.
Sin mirar alrededor, el pelirrojo corrió a la figura que había quedado tendida en el suelo.
- Shhhh, ya pasó, ya pasó. – le dijo mientras la abrazaba contra su pecho, parecía dañada.
- ¿Ron? – esta preguntó, había reconocido la voz, pero dudaba de que fuera él, no le veía la cara ya que este estaba tapado por una capucha negra.
- Yo siempre te protegeré, Hermione – le contestó este mirándole directamente a los ojos, en ellos veía agradecimiento, gratitud y… ¿amor?
Hermione le reconoció también, los ojos que había soñado ver despertar desde hace dos semanas, estaban ahí, frente a ella, mirándole de forma protectora y… ¿cariñosa?
El contacto visual que mantenía los dos, a pesar de estar en esa zona del pasillo apenas iluminada, solo se vio roto cuando sus bocas se buscaron mutuamente, era algo largamente deseado por los dos, al fin habían reconocido ambos lo que sentían y lo que estaban intentando negar desde unos cursos atrás, ninguno de los dos quería perder la amistad con el otro, pero el sentimiento recién descubierto era algo mas fuerte.
¿Cuánto duró el primer beso de los dos? ¿Cuánto tiempo? ¿Cuánto…? Para ellos una eternidad, se sentían solos en el universo, los dos juntos, no había nadie que les molestase, nadie que impidiese que siguiesen mostrándose el amor que se profesaban, nadie que…
- EJEM!!! EJEM!!! – una voz les hizo aterrizar en la tierra, habían estado abstraídos hasta entonces.
-----Fin Flash Back-----
La entrada al comedor de un grupo de cuatro personas no era cosa infrecuente en el castillo, pero si una de ellas estaba en pijama y, según rumores, se suponía en coma en la enfermería, eso si que se consideraba algo extraordinario y por ello, todas las cabezas de los estudiantes (excepto una parte de ellos, claro esta, enemigos declarados de la casa de las cuatro personas que entraban) se volvieron a ver la entrada.
Dos personas rápidamente se levantaron de la mesa de Gryffindor, estaban asombrados, y dirigiéndose hacia el grupo, cogieron a hombros a Ron y lo llevaron vitoreando hasta su sitio, a pesar de las quejas de este y de su asombro también, no se esperaba aquel recibimiento.
Tras unos minutos de saludos, preguntas, asombros por parte de sus compañeros y vagas explicaciones de lo ocurrido en esas dos semanas de "ausencia", al final, se vio libre para preguntar al grupo que le rodeaba.
- ¿Vosotros que hacéis aquí? – se dirigió a las dos personas que le habían llevado en hombros desde la entrada hasta el sitio donde le habían sentado.
- Si, nosotros también nos alegramos de verte, Ronnie – contestó Fred.
- Fred!!! – dijo Ginny.
- Veras, alguien nos propuso volver para los EXTASIS…. – empezó a explicar el otro gemelo, pero alguien le interrumpió.
- Veo que ya esta recuperado señor Weasley – el director acababa de entrar al comedor, tenia unos asuntos que hacer fuera y por ello la ceremonia de selección se estaba retrasando (y el banquete también, para desgracia de los gemelos, comilones incansables) – Harry – se dirigió a una de las dos personas que tenia el pelirrojo sentada al lado – veo que tenias razón, nuestro prefecto volvió a tiempo. – concluyó y se dirigió hacia la mesa de los profesores con una sonrisa en los labios.
- ¿Qué ha querido decir con eso Harry? – preguntó Ron
- Ah, eso, pues… me ofreció el puesto de prefecto esta mañana
- ¿Y lo rechazaste?
- Pero Harry… - empezó a decir la otra ocupante del puesto de prefecto de Gryffindor, la persona que se sentaba al otro lado del pelirrojo y que sostenía, inconscientemente, la mano de este.
- Tenía… más bien, sabia, que regresarías pronto. – una sonrisa apareció en la boca del muchacho, a principios del año pasado había deseado ese puesto, pero veía que era mejor que su amigo lo tuviese, además, él ya tenia suficientes responsabilidades encima para ser también prefecto de su casa. – Miren, ya entran los de primer año – un grupo numeroso de niños y niñas de unos once años entraban tras la profesora McGonagall. – Espero que Liz quede en Gryffindor
- ¿Quien es Liz?
- Ay, Ron, ¿te acuerdas de la chica que nos encontramos cuando salimos a pasear en el cumpleaños de Harry? – contestó Hermione.
- ¿Esa a la que casi atropellan y que nos llevó en traslador hasta la orden?
- Si esa. Es bruja y entra este año a Hogwarts.
- Ahhh, ¿y donde esta?
- Pues… - Harry intentó buscar con la mirada a la chica – Ahí, junto a esa muchacha pelirroja – le señaló en la dirección correcta - Eh, se parece un poco a vosotros su amiga…
- Se llama Robin – explicó Ginny – y sus padres son parientes del director.
- ¿Qué? – exclamaron todos.
- Si, lo dedujimos en el tren… - empezó a explicar como había sido el encuentro de ambas en el anden 9 y ¾ y como habían llegado a esa conclusión.
----- Flash Back-----
En la mañana del día 1 de septiembre, en la estación King Cross de Londres, se vivía un autentico atrejeo debido a los extraños viajeros que pululaban antes de las once de la mañana y que portaban, la mayoría, jaulas con búhos o extraños baúles en los carritos normales de la estación. No se sabia donde iban estas personas, o que tren cogian, pues, como si la tierra les tragase, desaparecían súbitamente de la vista cerca de un anden y cualquier persona que se aventurase a acercarse a ese lugar (entre los andenes 9 y 10, que era por donde parecían desaparecer los extraños viajeros) se acordaba de repente de que tenia algún asunto urgente y se iba de allí. Así pues, nadie, absolutamente nadie, podía nunca averiguar que en medio de esos dos normales andenes se escondía la entrada al andén 9 y ¾ y que el expreso del colegio Hogwarts partía, como cada comienzo de curso, de allí.
A las once menos cuarto, un numeroso grupo de pelirrojos y una muchacha de unos once años entró de la estación corriendo, venían de un callejón cercano, donde habían aparecido a través del traslador cogido en el colegio (las protecciones se habían reducido un momento para permitir salir a estas personas). Parecían no llevar equipajes y se dirigían raudos al espacio entre los andenes nueve y diez.
- Aquí es – el que parecía el padre de los pelirrojos hablo al fin, enfrente de ellos se encontraba la barrera que separaba los dos andenes, una pared de sólida roca.
- ¿Dónde esta el tren? – preguntó la mas joven de todos, la única que no tenia el pelo rojo como los demás.
- Tenemos que cruzar la barrera – le respondió uno de los muchachos mayores – Ven, te acompaño, Liz.
De este modo, Charlie y Liz atravesaron la barrera y entraron en el andén 9 y ¾.
Al cabo de unos instantes, el resto de los acompañantes les siguieron, admirando una vez mas, como en todos los años que llevaban yendo a ese lugar en esa fecha, la locomotora de vapor, de color rojo escarlata que llevaba a los estudiantes al castillo y escuela de magia Hogwarts.
- Impresionante – fue la única palabra que acertó a decir la muchacha, era la primera vez que entraba a ese lugar y, aunque ya se había sorprendido en su visita al callejón Diagon (una semana antes), todavía se admiraba de todo lo que sucedía en el mundo mágico al que pertenecía.
- ¿Liz? ¿Liz? ¡Liz! ¡LIZ! – una niña pelirroja de su misma edad venia corriendo hacia ella.
- ¡Robin! – exclamo esta al reconocer a su mejor amiga.
Ambas se abrazaron, hacia un mes que no se veían y ninguna de las dos esperaba encontrar a la otra en ese lugar.
- ¿Pero… pero cómo? – preguntó Robin al ver a su amiga – Pensé que te habías ido con tus padres, mi madre me dijo que les vio hace aproximadamente un mes llegar a tu casa, y desde entonces no hemos sabido de vosotros. ¿Dónde están?
- Murieron – dijo Elizabeth triste, gracias a alguien había podido averiguar lo que sucedió aquella noche – murieron el 31 de julio. Vi como los mataron…
- ¿Cómo?, no puede ser, mi madre dijo que los ha visto en tu casa varias veces…
- Es largo de explicar – cortó la conversación el señor Weasley – Ahora, venga, tienen que subir al tren – la locomotora ya estaba preparada para partir, y faltaban pocos minutos para las once – Toma, tu equipaje Elizabeth – Arthur sacó de sus bolsillos un pequeño paquete que, con un golpe de varita, trasformó en un baúl. – Hasta que nos veamos – se despidió este.
- Muchas gracias por todo señor y señora Weasley – se despidió a su vez la muchacha – Adiós chicos, hasta fin de curso – dijo mirando a los pelirrojos que acompañaban a la pareja, ella y Ginny, junto con su amiga Robin, se subieron finalmente al tren: iban a comenzar su nueva etapa escolar.
- Y bien, ¿que decidieron? – pregunto Molly Weasley a sus dos hijos gemelos, estos regresaban de hablar con Lee Jordan (se lo habían encontrado en el anden un poco después de despedirse de su hermana).
- Pues… - Fred se rascó la cabeza, parecía pensar una respuesta.
- Pues… - su gemelo lo imitó.
Un alto silbido procedente de la locomotora se escucho por toda la estación, y una gran marea de estudiantes corrieron para poder subir al tren antes de que este partiese. Los dos pelirrojos se miraron a los ojos y empezaron a correr hacia una de las puertas de un compartimiento. Lo único que oyó su madre antes de que estos desaparecieran fue una cosa parecida a "la bruja tuerta tendrá mucho trabajo este año". Molly sacudió la cabeza, no sabia lo que podían significar esas palabras, pero seguro que no tenían buenas intenciones los dos ese año, pero al menos habían aceptado la propuesta del director para regresar a la escuela.
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- Que complicado es – exclamo Robin tras escuchar la explicación de boca de su mejor amiga de todo lo sucedido en aquel ultimo mes.
- Lo se, pero el director Dumbledore me lo confirmo, no se cómo, pero él también sabe que murieron mis padres. He estado este último mes en diferentes lugares como….
- ¿Has dicho "director Dumbledore"?
- Si, ¿por?
- Me suena ese apellido… pero no se de que.
- Chicas, ¿quieren alguna rana de chocolate? – en ese momento entraba en el compartimiento Ginny, había ido en busca de sus amigas de curso y, a la vuelta, se había encontrado con el carrito de comida.
- Vale. –contestó una de ellas.
- ¿Que son? - pregunto la otra muchacha pelirroja, aunque se había enterado de que era una bruja a principios de verano, todavía no conocía muchas cosas de ese mundo (Elizabeth si conocía la mayor parte, pues vivir casi un mes entre magos le había servido como aprendizaje de todo lo que le rodeaba, aunque, lo admitía, todavía se sorprendía de muchas de las cosas que sucedían)
- Son golosinas, mira – Ginny le tendió un envoltorio – además, llevan cromos de magos y brujas famosos.
- Están muy buenas – dijo Liz con la boca llena.
- Gracias
- De nada. Come los que quieras – índico la otra joven señalando los otros paquetes que llevaba.
Al cabo de un rato, casi todos los envoltorios de ranas de chocolate se encontraban vacíos encima de un asiento, y tres muchachas estaban hablando sobre los personajes que aparecían en los cromos.
- Mira, este es "Newt Scamander" es el autor de "Animales fantásticos y como encontrarlos" – un brujo de rostro bonachón sonreía desde la tarjeta, portaba un uniforme de explorador.
- Esta es "Hesper Starkey" – Robin miró la tarjeta y leyó – "1881 – 1973" "Estudió como las fases lunares afectan a la fabricación de pociones" – una bruja con un vestido de época le observaba mientras unas esferas (semejantes a las fases de la luna) giraban alrededor de ella.
Tenían mas tarjetas de muchos magos y brujas famosos, entre ellos se encontraba una tarjeta con el nombre de Agripa, "guárdala para mi hermano" le recomendó Ginny a Liz, a lo que esta se la guardó en la túnica, esperando poder dársela pronto al joven.
- He encontrado al director Dumbledore – exclamó de pronto Elizabeth al desenvolver la ultima rana de chocolate. El rostro de un hombre con gafas de media luna, una nariz larga y encorvada, cabello plateado suelto, barba y bigotes miraba a la joven, debajo venia puesto el nombre: "Albus Dumbledore".
- Déjame ver – su amiga le alargo la mano para coger la tarjeta y poder conocer a la persona que dirigía el colegio al que iba a asistir, y en el que tanta confianza tenia su amiga - ¡Eh!, se parece a mi bisabuelo. No, es igual que mi bisabuelo – exclamo esta atónita al ver la tarjeta. – No puede ser, hace muchos años que no le veo, desde que era muy pequeña, pensé que no lo volvería a ver.
- Robin, ¿que dices?
- Hace años, cuando yo tenía unos dos o tres años, creo que tú también estabas en casa – recordó la pelirroja de once años – vino mi bisabuelo a casa, a ver a mis padres. Llevaba ropa normal, pero… si… las gafas son inconfundibles… Es él… es mi bisabuelo…. Liz… es él – ahora lloraba de alegría, se había encontrado con familiar, y nada menos que era una de las personas más importantes del mundo mágico.
- Pero ¿Cómo?...
- Puede que sus padres le escondieran que eran magos – le susurró Ginny al oído – y puede que lo hicieran por alguna razón.
- Si, puede que si – concluyó la otra muchacha.
Poco a poco, el sol iba escondiéndose tras las montañas, ya iban llegando a su destino: el colegio de magia y hechicería de Hogwarts.
-----Fin Flash Back-----
- Así es como nos enteramos de que era la bisnieta del director – concluyó en voz baja el relato a sus compañeros la pelirroja.
- Y después de eso, nos las encontramos en el tren – dijo Fred
- Íbamos de excursión, y nos pareció buena idea hacer una "agradable" visita a nuestra querida hermanita.
- Yo no se que le veis de agradable a las bombas fétidas – recordó Ginny – tuvimos que salir del compartimiento e ir a otro, el olor se quedó durante horas…
- … Cuando yo os llame, deberéis poneros el sombrero y sentaros en el taburete para que os seleccionen… - la voz de la profesora McGonagall sacó al grupo de su conversación, se habían perdido la canción del sombrero seleccionador, aunque, seguramente, era como la del año pasado, llena de consejos y advertencias por la situación de la comunidad mágica. – ¡Abaws, Jennifer!
Una muchacha rubia se adelantó de la fila, inmediatamente el sombrero proclamó - ¡Hufflepuf!
- ¡Abercrombie, Eric! – ahora era el turno de un muchacho de mirada atemorizada y prominentes orejas, que se acercaba nerviosamente al sombrero.
- ¿No tiene un hermano ya en Hogwarts? – preguntó Harry como acordándose de algo.
- Si, se llama Euan, esta en segundo este año – Hermione señaló unas cuantos asientos más delante de ellos, allí estaba una replica, un poco mas mayor del joven que se encontraba sentado en el taburete.
Después de un largo rato de silencio, el sombrero dijo con voz decidida - ¡Gryffindor!
- Han quedado en la misma casa – se escucho susurrar en el mismo grupo que antes.
- ¿Cuándo le toca a…? – empezó a preguntar Ron, pero en ese mismo instante se escuchó la voz de la profesora decir un nombre.
- ¡Andra, Elizabeth! – la joven que Harry había conocido se adelantó de entre la filas de estudiantes y se sentó en el taburete, el cual le tapó casi por completo la cara.
En el mismo instante en que se escucho el nombre de la muchacha, una persona en la mesa de los profesores tuvo un, apenas imperceptible, escalofrío, sólo notado por el director, este entonces sonrió, sabia porque le pasaba eso a su profesor de pociones.
- ¡Gryffindor! – se oyó decir al sombrero seleccionador al cabo de unos segundos. La decisión tan rápida de este, y la casa que le había tocado, no habían gustado mucho a uno de los ocupantes de la mesa que presidía el comedor.
- Severus, contrólate, ya sabes que el sombrero pone a las personas en el lugar adecuado, no por su sangre – le dijo el director a su acompañante (en contra de otras veces, estaba sentado a la diestra del director) – aunque su madre fuera de Ravenclaw, no significa que ella quedará allí… o en Slytherin – miró de reojo a la otra persona, aunque la ultima parte sólo la había pensado para sus adentros.
Así siguió el sorteo, los estudiantes nuevos se dividieron en las cuatro casas de la escuela: a Gryffindor, los valientes, osados y caballerosos; a Hufflepuff, los justos, leales y perseverantes; a Ravenclaw, los inteligentes y eruditos; y a Slytherin, los astutos y de mente aguda. Todos fueron enviados donde el sombrero decidió que podían desarrollar más sus cualidades y donde se agruparían desde entonces.
- Podría haber quedado en Gryffindor – dijo en medio de la cena la primera muchacha en ser sorteada, miraba hacia otra mesa del comedor.
- No te preocupes, la verás en clase – le contestó un joven de pelo negro y gafas redondas – además, pronto harás buenos amigos en esta casa.
- Me hubiera gustado mucho que Robin también se quedase aquí – Elizabeth miraba hacia la mesa de Hufflepuff, donde veía a su mejor amiga hablar con Zak Jordan (hermano de Lee Jordan, que había entrado ese año al colegio)
- ¿Tu eres Harry Potter? – un niño de mirada curiosa se acercó hasta el grupo, habían terminado de cenar ya y todos se encontraban saliendo del gran comedor en dirección a sus salas comunes. Ron y Hermione, en su papel de prefectos, indicaban la ruta a seguir hasta la torre escarlata.
- Si, ¿y tu eres? – preguntó el aludido, le sonaba mucho ese niño, le había parecido verlo antes, en algún lugar.
- Mark, Mark Evans
- ¿Mark Evans? – repitió Harry – ¿no vives cerca de Privet Drive, en Little Whinging? – este asintió con la cabeza y, seguidamente, caminó tras el resto de sus compañeros, dejando a un muy extrañado muchacho en medio de las escaleras.
- Harry, mañana te quiero ver en mi despacho – el director le apoyó una mano en un hombro y guiñándole un ojo a través de las gafas de media luna que portaba continuó – Es para lo que tu sabes.
- Si, estaré allí
- De acuerdo, ahora ve, que quedas rezagado.
- Hasta mañana director.
- Hasta mañana – respondió este y seguidamente, cada uno tomó su camino correspondiente.
Al cabo de un rato, un jaleo se escuchó provenir de la sala común de Gryffindor, justo cuando un joven rezagado entraba por el retrato de la dama gorda que delimitaba el acceso a esa torre.
- ¡¡¡¿Dónde se esconde Dean Thomas?!!! – un muy enfadado Ron Weasley estaba buscando por toda la sala, revolviendo hasta el ultimo rincón de esta, buscando a un compañero suyo de habitación. - ¿Dónde está escondido? – continuaba la búsqueda desesperada y dando alaridos por toda la estancia.
- ¿Que le pasa? – preguntó a la primera persona que encontró conocida.
- Se acaba de acordar de que Ginny tiene nuevo novio – contestó Hermione con una sonrisa de oreja a oreja.
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Fin capitulo 19
Espero que les haya agradado.
Contestaciones a los reviews:
Syringen = Lo de Bécquer, pues estaba leyendo sus poesías en esos momentos, y me pareció buena idea meter varios aquí (creo que están en el capitulo 17 y 18, los dos son de ese magnifico poeta) También me encanta la forma en que escribe todo. Otra cosa, lo de actualizar rápido, si, yo quería, pero mi ordenador no (ni arrancaba el pobre), así que me puse manos a la obra, y en una semana estaba listo (proyecto de ingeniera informática que soy) Ahora esta blindado 100% contra todo tipo de virus. Mas, pues lo de Hermione, ya lo has visto al principio, y lo de la propuesta, ya creo que adivinaste (o mas bien leíste, la insignia de prefecto le hubiera quedado bien, pero se la dejaba de nuevo a su amigo). Ah, y ya veras, tengo muchas sorpresas guardadas bajo la manga. Hasta el próximo capitulo. Muchos besos
Lix = Ya has visto, no me ha pasado nada grave, sólo que mi ordenador no le daba la gana de funcionar (el que tengo enchufado a Internet, el otro ha estado funcionando bien), eso y las cosas que me han tenido ocupada (maratón de Esdla, trabajos de clase, y etc…) han hecho que la reparación fuera muy lenta, pero ahora… ya estoy de vuelta, y seguro que actualizare mas rápido que nunca. Bien, lo que dices en uno de tus mensajes (ya he visto que has puesto dos, muchas gracias –ventajas de firmar anónimamente, a mi no me deja si me registro para poner reviews, uno solo por capitulo-), veamos, creo que se han resuelto muchas de las cosas que dices en este capitulo (lo de Hermione, lo de Liz y Robin, lo de… creo que he resuelto muchas de tus dudas, y espero que este capitulo te guste también. Pobre de Dean, lo que le espera, jeje. (Ah, y parece que me leíste la mente con el planteamiento de este capitulo, acertaste algunas de las cosas que ocurren, aunque ya lo había escrito en mis folios, jeje). Ahora (creo que me alargo demasiado), hasta la próxima actualización. Nos vemos. Muchos besos.
Pd: lo de Draco, pues si te has leído el 5 libro, ya ves que es muy, muy cruel a veces.
vortice_panqueque = Oooh. Otro lector nuevo. Espero que te guste la historia como a mi me gusta escribirla. Y si, tengo muchoooos ases debajo de la manga y cosas inesperadas. Disfruta. Hasta el próximo capitulo. Muchos besos.
lanirina = Siii, al final despertó, y ya has visto cómo, espero que te haya gustado el principio de este capitulo (aunque quería dejar un poco de misterio al principio, pero creo que no ha resultado, me ha gustado como ha quedado). Lo de Draco, ya ves, él es así, muy… "mortifago" por su parte. Y los gemelos, al final regresaron, y la que se va a armar con ellos y con la reciente generación de merodeadores, jeje. Espero que te haya gustado el capitulo. Te espero en la siguiente actualización. Pd: No me apetece repetir por qué no he podido actualizar antes, pero solo te digo que mi ordenador ha estado muy malito por culpa de un molesto virus. Muchos besos.
Pekenyita = La intriga es lo mío, se nota ¿no? Bueno, espero que en este capitulo te haya resuelto algunas de tus dudas (otras se quedan, jeje). Te espero en la próxima actualización de esta historia, o en la tuya, que también esta muy bien, continua pronto. Muchos besos y hasta pronto.
Ahora ya, felices fiestas a todos, disfruten de las vacaciones y a disfrutar de estos días maravillosos. Y cuídense.
Feliz Navidad y prospero año nuevo 2004
(Espero tener el capitulo 20 antes de terminar, pero si no, queda la felicitación)
Muchos besos a tod@s los que leen la historia y especialmente a los que dejan reviews, pero para todos, mis mejores deseos para estas navidades.
