Hello, y saludos de nuevo para todos.
Me alegra saber que el anterior capitulo os gustase, hay veces que las escenas se escriben solas y otras veces directamente piden a gritos que aparezcan (sobretodo con un par de personajes que andan deambulando por sus anchas por el fic, creo que pueden adivinar de quienes se trata, jeje)
También me alegra mucho el ver todos los reviews que recibí, agradezco mucho el apoyo de la gente y las opiniones que dan, estoy encantada!!!
Tengo que dar las gracias a todos los que dejaron reviews y a todos los que están leyendo esto (aunque no dejen su opinión, anímense, no muerdo)
Contestaciones (para los que las quieran leer, y si no, pasen al capitulo)
blackspirit = Me alegra que te gustase el capitulo anterior, espero que este no te defraude. Por cierto, la escena que dices (la de la araña), se metió sola, no la había pensado, y de repente me encuentro con eso… pero bueno, tampoco ha quedado tan mal y da un toque divertido. Espero que te guste este capitulo.
vortice_panqueque = Gracias por el review de nuevo. Y el profesor no es perverso (uhm… solo un poquito, pero poquito, jeje), solo que es necesario, ya veras para qué. Lo de Hermione, ya se sabrá, he pensado algo que seguro gustara, por cierto, ya muchas personas me han preguntado lo mismo, veo que todo el mundo esta con la duda :-) Lo del profesor, sipi, lo del aroma es algo, una pista, pero no es un animal, es un hombre, humano… pronto se sabrá mas de él, en este capitulo hay parte, y algo muy importante en el siguiente (eso si mi musa y los exámenes dejan de incordiarme, pero espero tenerlo listo pronto) Ay, lo de los ojos de la araña, bueno, creo que me pillaste, no me fije muy bien en eso, pero me imagine que, aunque muchos, habría también dos importantes, y bueno, al final me lo pase. Lo de Dardo, muy bueno, ya se vera (algún día, que voy muy lenta a veces), que puede ser… Y me encanta Esdla, creo que se nota mucho en varias partes, y lugares, jeje. Viva por las 11 nominaciones a los Oscars que tiene, esperemos que consiga los más importantes. Un beso y disfruta del capitulo.
Diana-Lily-Potter = Gracias por gustarte la historia :-) Lo del profesor de la asignatura de Defensa, ahora, en este capitulo adivinaras mas sobre él, y en el siguiente todavía mas. Sirius… uhm… Sirius ya veremos cuando aparece, jeje. Será una aparición muy "inolvidable" ya lo veras. Aquí tienes el capitulo 23, pronto nos veremos con el siguiente. Pd: Me gusta el nick, ¿será por uno de los nombres?, :-P Nos vemos.
Syringen = Gracias, me alegra mucho que te gustase el capitulo, y sipi, mi mente va a mas velocidad que mis manos, y a veces, suele estar dos o tres capítulos mas avanzada de lo que tengo escrito (estoy en plena época de trabajos y exámenes de universidad, así que hiperactiva total) Espero que pronto tenga un par de minutos libres, y haré recopilación de historias (al menos ver lo que tengo para leer), y en un rato en que las musas me abandonen (o las mande un rato a paseo, que bien a gusto me quedaba, jeje) me actualizo. Ah, y si, me gustaría leer lo que piensas hacer, yo también tengo un par de ideas sueltas por ahí, y algún día no muy lejano (que raro suena eso), pienso hacerles caso, ya se verá. Bueno, ya no se que mas poner, solo que te guste este capitulo también, besos.
lix = Ya veo, también estas falta de tiempo como yo :-), yo, ahora en febrero, empiezo los exámenes, y en un par de semanas voy a estar "evadida del mundo", todo por sacarme la carrera (cruzo los dedos, esperando que este sea mi ultimo año). No se de donde saco el tiempo, entre los trabajos que nos mandan, y todo (viajes en bus, cursillos, seminarios, y un largo etcétera….) a veces me sorprendo a mi misma. Y no te preocupes, tú escribe cuando y lo que quieras. Y bueno, lo de la postdata, en este capi, veras algo de la relación (y no me culpes, ellos se lo buscaron, ya se sabrá mas adelante el porqué). También muchos besos para ti, y suerte en los exámenes.
Gerardo = Gracias, muchas gracias por la felicitación!!! Y disculpado, no importa que no dejases un RR por capitulo, veo que estuviste muy abstraído con la historia y no te pudiste despegar de ella, jeje. Espero que todo lo siguiente te guste :-) Ah, y muchas gracias por el piropo, no eres el primero que me lo dice, toda la gente me dice que soy un poquitín "mala" con los finales, pero es que… yo soy así, no puedo remediarlo, jeje (por cierto, este capitulo, lo iba a cortar en un trozo, pero "alguien" me dijo que si lo hacia me mataba, así que lo continué, y por una vez, no voy a ser mala, pero que no sirva como precedente, jeje) Lo de las actualizaciones, bueno, échale la culpa a la universidad, a los exámenes, a los trabajos, y a todas esas cosas que no tienes cuando estas de vacaciones, ah, y también a que cada vez los capítulos son mas largos, por lo tanto, tardan mas en estar terminados. Espero que la espera (jo, como suena eso) no haya sido en vano, y que este capitulo te guste. Muchos besos.
Pd: Acabo de verlo, gracias por el R/R del otro fic (el de la profecía), muchas gracias. Y lo se, es un poco, como decirlo… malo, no me gusta mucho, pero al ser la primera historia completa que escribí, pues ahí se quedó, y puedo decirte, con la mano en el corazón, que después de todo este tiempo, se ha mejorado mucho (ya entiendo lo que quieren decir que contra mas escribes, mejor lo haces) La otra que tengo completa ("El valor de las cosas") esa si que estoy orgullosa de ella, aunque fuera la segunda, esa es la que mas me gusta de todas las que son fics de mas de un capitulo y terminadas. Ya sabes, cuando te aburras, pásate por ella y me dices. Espero que disfrutes de este capitulo.
Nolee = Muchas gracias por el reviews, te lo agradezco mucho. El numero de capítulos aun no esta por definir, ya que, si te has dado cuenta, soy muuuuuuuuuuy lenta con el desarrollo (si ya me costo cerca de 20 capitulo empezar el curso), pero todo ira viéndose. Ah, y ya veras lo que sucede en el curso, va a ser de todo menos aburrido. (Cuando llegues hasta aquí, ya veras que no han estado muy quietos, jeje). Y por cierto, muchas gracias por leer también la otra historia, fue la primera que escribí, y tengo que decirte que, desde aquella, he mejorado mucho, (ya lo habrás notado, ¿no?), después de tanto tiempo, no se como se me ocurrió la idea de H/Hr, pero que se le va a hacer, al menos eso me sirvió para darme cuenta de que parejas son mejores y cuales son un poco "imposibles". Y lo de los capítulos rápidos, pues, ahora ya no tanto, pero al principio de la historia, casi ponía dos capis por semana, ahora ya voy mas pausada, es que la universidad deja menos tiempo (triste, triste…) Pero no te preocupes, yo sigo con ella, y voy poniendo las cosas conforme se me ocurren :-) Mucha suerte también con los estudios. Besos.
"""""""""" Ahora si, ya pueden empezar con el capitulo 23, donde muchas cosas acontecen. Pónganse cómodos y empiecen a disfrutar. Se despide, esperando vuestras opiniones, este humilde proyecto de escritora (que sabe que va a recibir unas cuantas amenazas de muerte al final del capitulo, jeje). Muchos besos para todos ustedes (y lo de siempre, dejen sus criticas, opiniones, amenazas, o lo que se les ocurra en los reviews). Ciao. Pd: Empiezo la temporada de exámenes en febrero, así que no se extrañen si no consigo actualizar en unas semanas, pero no se preocupen, en el momento menos esperado tendrán noticias mías. Muchos besos """"""""""
Capitulo 23_ La hora se acerca
Acababa de salir del despacho del director, lentamente caminaba por los pasillos, todavía sin poder creerse lo que acababa de oír, era imposible que sucediera eso, y precisamente ahora… se detuvo y observó el cielo, las estrellas empezaban a brillar: el día se estaba acabando, y dentro de él sentía un inmenso dolor por la noticia que oyó salir de los labios de su director.
No, tenia que ser mentira, no podía suceder eso, no, no, no, se repitió a si mismo mientras observaba la niebla que empezaba a extenderse sobre los terrenos de la escuela.
No podía ser, eso no…
Las lágrimas empañaron su visión, trataba de impedir que salieran, pero no podía, no lograba evitar la pena por la perdida… una vez mas, un ser querido había desaparecido…
Las palabras del director se agolpaban en sus oídos, le retumbaban en la cabeza "no lo encontramos… vimos su capa en el suelo… su compañero está gravemente herido en San Mungo… no hay esperanzas de encontrarlo con vida… creemos… cayó valerosamente…" ¿Por qué él?, ¿Por qué…? ¿Por qué…?
Parado, enfrente de la gran ventana, empezó a recordar todas las muertes de las personas que conocía: sus padres, Cedric, Sirius… y hoy le daban la noticia de su muerte, desaparecido bajo los ataques de los mortifagos, sin esperanza de encontrarlo con vida… Así era, los que alguna vez se relacionaban de algún modo con él, acababan muertos…
Tristeza y rabia, no podía hacer nada, ahora sabía como se sentía su padrino el año anterior, encerrado en el cuartel sin ni siquiera poder actuar, sabiendo que la guerra estaba presente y no pudiendo ayudar.
Y ahora…otro mas se había ido, otra persona cercana a él había muerto.
Con una mano se retiró las lagrimas que caían por sus mejillas, aunque rápidamente otras las reemplazaban, se había prometido a si mismo ser fuerte, pero en esos momentos, lo que mas le apetecía era llorar, sacar su pena y dolor, mirar al cielo plagado de estrellas y recordar la ultima vez que le había visto… la luna llena brillaba blanca y redonda en medio de la niebla y le hacia recordar al ultimo miembro fiel de los merodeadores.
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- No llores por aquellos que no se han ido – una voz se escuchó en el solitario pasillo, haciendo que el joven bajase su mente del cielo.
- ¿Quién esta ahí? – preguntó Harry mirando a su alrededor, no había nadie, pero podía sentir una presencia allí.
- No dejes que la sombra invada tu alma. Explora, pregunta a tu corazón si aquel a quien crees perdido esta realmente fuera de la vida – siguió hablando la misma voz – Las personas que realmente queremos forman un vinculo muy fuerte con nosotros, si él esta muerto, lo sabrás. No dejes que la oscuridad te alcance, es lo que pretende Voldemort, hacerte caer, hacerte débil, engañarte e intentar llevarte a su lado, donde la venganza y las ansias de poder son mas grandes porque él no conoce nada bueno e intenta arrastrar a los demás. Y, Harry, ¿desearías que él venciera, destruyera lo bueno del mundo, por lo que tantos han sacrificado su vida?
- No… realmente no… - dijo titubeante el muchacho, pero al cabo de unos instantes siguió hablando, al principio solo para él, pero ese murmullo empezaba a levantarse, como un grito en medio de la noche, comprobaba que las palabras fluían de su boca haciendo que el otro las escuchase – No permitiré que las cosas acaben mal, ellos murieron por defender lo correcto, yo también lo haré… no buscaré el camino fácil. – se retiro las lagrimas que corrían por sus mejillas.
- Bien, así me gusta. – acababa de aparecer de la nada un hombre, tapado entero por una túnica que no permitió identificar quien era – Hay que aprender a convivir con los sentimientos, encauzarlos y no dejarse arrastrar por ellos, la ira y el miedo no llevan a ningún sitio, la desesperación solo a un pozo oscuro, el dolor a una oscuridad imposible… Tenemos que aprender a convivir con ellos, no dejarles que nos dominen. – apoyo una mano en el hombro del Gryffindor y, como recordando una memoria lejana, sus ojos miraron también a la luna llena que resplandecía en el horizonte.
Al cabo de un rato pregunto al muchacho que le acompañaba - ¿Qué te dice tu interior?
- Remus sigue vivo – alcanzo a decir el adolescente mientras observaba igualmente el cielo, ahora ya despejado de toda nube, pero no quiso decir el otro sentimiento que empezaba a florecer en su corazón, algo le decía que una persona, a la que creía muerta, no lo estaba…
Cuando se dio la vuelta para preguntarle al hombre algo más, comprobó que este se había ido inesperadamente, había sentido hasta ese momento su mano pero ahora ya no estaba y no se veía a nadie por los pasillos. Solo quedaba él y una ligera brisa procedente de la ventana, nadie más…
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El primer día de Octubre, en las salas comunes de todas las casas, se podía ver carteles anunciando el retorno de las clases de Defensa contra las Artes Oscuras, terminando así con las murmuraciones y teorías que tenia la gente en torno a esta asignatura.
Muchos comentarios se oyeron al respecto a la hora del desayuno, todo el mundo daba consejos y empezaba a fantasear con lo que harían aquel curso en esa asignatura.
- He oído que Dumbledore tuvo que convencerle para que diera clases…
- Nadie quería el puesto...
- Esa asignatura esta maldita, ningún profesor ha durado más de un año…
Estos y muchos rumores corrían entre las mesas, y los que llevaban ya unos cuantos años allí comentaban:
- Ójala sea tan bueno como el profesor Lupin.
- Ese ha sido el mejor…
- Que pena que fuera hombre-lobo…
En una esquina de la mesa de Gryffindor, tres personas se encontraban sumergidas en otro tema, hablaban sobre lo que sabían acerca de ese misterioso profesor.
- No creo que las clases sean muy divertidas. – susurro la única muchacha del grupo, como respondiendo a un comentario que acababa de alcanzar a escuchar de una persona de Ravenclaw.
- En eso estoy de acuerdo, ya sabemos que le gusta mucho asustar a las personas, ¿no es así? – el pelirrojo apoyó a su compañera.
- Así es, aunque creo que esos ataques tenían un propósito. ¿Que dices Harry? – Hermione se volvió hacia su otro amigo, que permanecía callado y pensativo desde unos días atrás, desde que había vuelto del despacho del director.
- Eh… si – alcanzo a decir este mientras la mirada se le iba hacia la mesa de los profesores donde un cansado Albus Dumbledore hablaba con la profesora de Astronomía.
Todas las conversaciones se detuvieron en esos momentos, varias lechuzas estaban entrando por los altos ventanales, trayendo cartas y noticias del exterior, la mayoría llevaban en sus garras el mismo paquete, en esos días tenían que estar informados de lo que acontecía en el mundo mágico.
Una de las lechuzas se posó enfrente del trío, y tras ser pagada, deposito el periódico frente a uno de ellos, lo mismo que hacían muchas de las que habían entrado, todo el mundo se informaba, oficialmente, a través del diario "El profeta" de lo que ocurría.
- ¿Algo interesante? – preguntó Harry al ver que Hermione hojeaba rápidamente el periódico, era bastante hábil en descubrir las cosas que ocultaban las noticias.
"AMOS DIGGORY OTRO POSIBLE CANDIDATO"
Ayer, inesperadamente, una nueva candidatura se presentó para el puesto de Ministro de Magia. Con este ya son cuatro los candidatos a suceder al fallecido Cornelius Fugde, que como todos recodaran, fue asesinado por un mortifago infiltrado en el ministerio, hecho que llevo a un inocente a la prisión de Azkaban, pero que al final se logró descubrir la verdad gracias a un colaborador…
Como todo el mundo se acordara, su hijo Cedric, estudiante de Hogwarts cayó asesinado por el-que-no-debe-ser-nombrado en la noche de su regreso… (más información y extenso reportaje en páginas interiores)
"PERCY IGNATIUS WEASLEY RECIBIRÁ UNA INDEMNIZACIÓN"
Después del nombramiento del ministro de magia (a principios de año), se prevee que el ex ayudante del antiguo ministro de magia sea recompensado por todos los daños y prejuicios causados que le llevaron a pasar varios días en Azkaban… (Mas información en paginas 5 a 12)
Al lado de cada noticia había una fotografía: en la primera se veía a un hombre con una pequeña barba castaña y ojos cansados, de alguien que no espera ya nada mas de la vida, al lado de una placa donde ponía su lugar de trabajo "Departamento de Regulación y Control de las Criaturas Mágicas"; y en la otra, aparecía el retrato del hermano de Ron, Percy, el cual todavía llevaba una sombra de los sufrimientos trascurridos en la prisión. Después de la captura y confesión de Perkins, se le declaraba inocente de todos los cargos, pero todavía no podía andar tranquilamente, ya que algunos recelaban de él, y nadie sabía donde estaba ahora, excepto su familia.
Las ultimas páginas del periódico se dedicaban exclusivamente a informar sobre las medidas de protección, las ultimas informaciones sobre los ataques (aunque cabe decir que en esto no daban mucho detalles de los caídos, las cifras oficiales solían ser mucho menor que lo que realmente sucedía), los últimos consejos y, una vez mas, se instauraba a la población a seguir las guías de defensa básica personal repartidas en el verano.
Estas últimas informaciones eran las que ignoraban los tres componentes de la mesa de Gryffindor, ya que siempre repetían lo mismo y lo que realmente les interesaban eran las noticias que pudiera haber sobre la gente que conocían.
- Nada – concluyo Hermione tras hojear todo el periódico – Nada interesante – lo apartó a un lado de la mesa, gesto que aprovecho un compañero de séptimo para pedirles el periódico y poder él informarse, lo cual accedieron.
- Me preguntó quien ganara las elecciones, todos los candidatos son muy conocidos – empezó a hablar el mismo muchacho de séptimo tras leer en el periódico la noticia que ocupaba casi toda la portada.
- ¿Por que no se presenta tu padre Ron? – pregunto Harry tras ver que ya les dejaban solos en su lado de la mesa.
- Dice que no le interesa, ya tiene suficiente trabajo con la orden. Ahora están tratando de contratar con los vampiros, no quieren que se unan al bando de… ya-saben-quien – dio una mirada hacia la otra parte de la mesa, por si alguien le había alcanzado a oír, pero todos seguían con sus desayunos y las lecturas de los periódicos.
- Son muy peligrosos…
- Chicos, chicos – Ginny venia corriendo hacia ellos arrastrando a una Luna nerviosa – creo que tenemos noticias – en la mano llevaba el ultimo ejemplar de la revista El Sofista – Estábamos en lo cierto – dejó enfrente el ejemplar.
Al comprobar que empezaban a leer el artículo, Luna murmuró solo para ellos, bastante preocupada – Mi padre se ha arriesgado mucho escribiendo ese texto…
"LOS CAMBIOS ATMOSFÉRICOS, ¿PRODUCTO DE LAS ALTERACIONES EN LA CAPA DE OZONO O DE YA-SABEN-QUIEN?"
En los últimos años se ha hablado mucho de que las diversas invenciones de los muggles estaban destrozando la capa de ozono produciéndose así diversos agujeros por los que entraban mas radiaciones ultravioleta, lo que justificaba el aumento de temperatura según ellos. Lo que ahora sabemos es que muchas de estas teorías pueden ser injustificadas, no todos los repentinos cambios producidos desde el año pasado (dígase mucho frío en verano o temperaturas no acordes con la época) se debieran a este fenómeno. Según un científico muggle entrevistado, "el tiempo se ha vuelto, inesperadamente, inestable. No es posible que lo que esperábamos para dentro de varios siglos se produzca de repente…" lo que demostraría que algo superior, o alguien, esta influyendo sobre el comportamientos producido en estos días.
Como ya apuntamos en su momento (y como bien se hizo eco "El profeta"), se cree que quien-ustedes-saben esta manipulándolo de alguna manera, pero esa información se vio rectificada unos días después por medio de un trabajador del ministerio que consideraba imposible que los fenómenos atmosféricos se pudieran manipular.
Frío en verano, calor en invierno, cambios bruscos de temperatura en unas horas, olas de calor o de frío que permanecen en países produciendo la muerte de muchas personas… consideramos que esto no es normal y que no es producto de un proceso destructivo de los muggles o de sus productos nocivos, solo existe una justificación a pesar de que parezca increíble, el poder del-que-no-debe-ser-nombrado es más fuerte que nunca…
La revista se estrujó entre las manos de aquel que lo estaba leyendo, quedándose reducido a una pequeña bola de papel, que se estrelló en las llamas de la chimenea que tenia enfrente. La expresión de su rostro se vio invadida por una rabia pocas veces vista en el hombre, los labios se contrajeron en una mueca de enfado y los ojos empezaron a brillar de ira.
Un llamado urgente se escuchó en la gran mansión, y una persona contesto rápidamente a el, una figura vestida totalmente de negro, con una mascara inexpresiva blanca cubriéndole el rostro, se inclinó ante la figura que estaba sentada en el gran salón, al lado de una gran serpiente.
- Maten… a… ese… periodista – se escuchó decir de forma tajante al hombre, una orden sin rechazo posible.
****************
Expectación, esa era la sensación general del grupo de alumnos que se encontraban frente a la puerta, cerrada a cal y canto, de la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras.
Expectación y ganas de conocer al misterioso profesor, del que no se sabía nada.
Dudas sobre la clase, ¿Qué les deparaba?, ¿Qué aprenderían? ¿Cómo lo harían?
Llevaban varios minutos allí, frente a la entrada, frente al marco cerrado, todo el resto del pasillo estaba desierto, sólo ellos, los alumnos que iban a tener la primera clase de Defensa Contra las Artes Oscuras se encontraban sin hacer nada… a la espera del nuevo profesor.
Ellos serian los que dictaminarían lo bueno o malo del enseñante, los que irían por vez primera a una de las clases de esa asignatura en el año en que estaban y los que condenarían o alabarían el método de enseñanza del profesor, comparándolo con sus precesores (de los que solo uno se salvaba de las malas criticas)
Un mes, un largo mes sin clases, y ahora la expectación era mucha, y mas en los tiempos en lo que estaban, las ganas de aprender se habían incrementado en todos y, aunque no habían estado ociosos en ese tiempo, siempre venia bien a alguien con mas experiencia (que se suponía se tenia si se iba a dar clases de esa asignatura), que aquel que enseñaba medio clandestinamente en la escuela; el mismo que se encontraba hablando con otras dos personas a la espera de comenzar la clase.
Mas de un cuarto de hora había pasado ya, veinte largos minutos en los que la espera se había hecho muy larga para el grupo de sexto curso de la casa de Gryffindor. Todos ellos se encontraban allí, unos porque era asignatura obligatoria para los estudios elegidos, y otros, porque la habían cogido como optativa, nadie, nadie quería dejar de aprender como combatir y defenderse en los tiempos que corrían, donde, por suerte para la mayoría, todavía no habían sufrido grandes males.
Así que, todos los miembros de esa casa se encontraban a la espera de la llegada del profesor para dar por iniciada la clase y poder entrar en ella, pues… desde que abandonaran el comedor para ir a clase como todo el mundo, estaban esperando fuera del aula asignada: no podían entrar.
Normalmente, se podía entrar en las clases libremente, incluso varios minutos antes del comienzo, pero en este caso, todos se habían encontrado con que la puerta estaba fuertemente cerrada, sin posibilidad de apertura, y, hasta que no viniese el profesor, no podían entrar, pues ningún hechizo o fuerza bruta había podido abrir la puerta de la clase, hasta entonces, solo les quedaba esperar.
De repente, cortando todas las conversaciones banales iniciadas en un intento de hacer pasar el tiempo mas rápidamente, una voz, algo conocida para varias personas que se encontraban esperando fuera, se oyó desde dentro de la habitación.
- La clase va a dar comienzo, por favor, vayan entrando conforme diga vuestro nombre. Esta es una prueba que servirá para evaluar vuestros conocimientos de la asignatura y los objetivos que vamos a ir viendo a lo largo del curso. - una pausa siguió, y la puerta pareció moverse unos milímetros, pero sin abrirse del todo, un ligero movimiento que pocos percibieron.
Los estudiantes se sintieron de pronto algo intranquilos, no habían esperado esto nada más comenzar la clase, se suponían que por la tarde tendrían las clases prácticas de la asignatura, no ahora.
- Finnigan, Seamus. – se escucho decir, cortando las conversaciones airadas que empezaban en ese instante. Tras un momento de silencio, la puerta se abrió para dejar pasó a un sorprendido Gryffindor.
En cuanto el muchacho traspasó la puerta, esta se cerró violentamente, dejando al resto sin saber en que pensar. Todos se miraron, y durante unos segundos, el silencio se apoderó del pasillo, hasta que, de nuevo, se escuchó la voz llamando a otra persona:
- Granger, Hermione – la aludida sintió como le apretaban la mano al oír su nombre y, antes de que desapareciese por la puerta, escucho como alguien le deseaba suerte.
Poco a poco, el número de las personas que esperaban fuera se fue reduciendo, inexorablemente, cada minuto, uno era llamado a entrar al aula, y los que entraban no salían. Los que esperaban fuera miraban como sus compañeros atravesaban la puerta y ellos se quedaban fuera.
Neville Longbottom ya había atravesado la puerta un rato después y cada vez quedaban menos a la espera.
Uno tras otro fueron pasando, en orden alfabético, según les iban mencionando la voz.
Ya pocos quedaban, en el frío pasillo de la escuela, esperando a entrar a la clase, y sin saber lo que les deparaba el traspasar la puerta.
- Patil, Parvati – la siguiente en entrar, ya quedaban menos…
*****
- Y pensar que me caía bien al principio de curso – en otra aula del castillo, cerca de las mazmorras dos chicas se encontraban en una entretenida conversación, mientras añadían ingredientes a la poción humeante que tenían enfrente de cada una de ellas.
- Espera – la pelirroja levantó la mano para hacer callar a su interlocutora, a la vez que contaba con los dedos – Tres… Dos… Uno… Ya
Cuando terminaba la cuenta regresiva, un caldero estalló a un par de metros de ellas, un compañero suyo había hecho estallar la poción, haciendo que esta se esparciese por un radio de varios pupitres, salpicándolas a ellas también. El profesor, rápidamente, caminó hacia el causante del alboroto, le lanzó una mirada que podría haberle matado en el sitio, y, tras echar un vistazo alrededor, sus ojos se posaron en la pareja que hacían las dos muchachas de primer año.
- Diez puntos menos para Gryffindor y cinco menos para Hufflepuff – comentó malhumorado antes de echar a andar hacia el otro extremo de la clase.
- Lo dicho, creo que me tiene manía por algo.
- No se por qué lo dices – comentó en tono irónico Robin, sacando un trozo de pergamino y tras tachar la cifra de 190, puso al lado 200 – Creo que los 10 puntos de principio de curso – señaló la columna de la derecha con la pluma y después agregó un ingrediente mas a su poción – te los dio porque te confundió de persona.
Un bufido salio de la boca de Elizabeth, que ahora estaba revolviendo la poción en el sentido de las agujas del reloj, tal y como ponía en la pizarra, el humo que salía de su caldero era azul celeste, contrariamente al de su amiga (de un amarillo un tanto anaranjado), pero exactamente el mismo tono que tenia que tener por las instrucciones dadas por el profesor Snape al principio de la clase.
- Injusticia, eso es lo que es – logró decir esta en voz muy baja cuando vio pasar al profesor al lado de sus pupitres y no dedicar ni tan siquiera una mirada a las dos pociones, una de ellas perfecta.
*****
- Potter, Harry – se escuchó decir en el solitario pasillo, ya todos habían pasado adentro de la clase, dejándole a él fuera, saltando su nombre hasta que había llegado al ultimo, Ron había pasado unos minutos atrás.
La puerta se abrió lentamente, y el muchacho, cogiendo la mochila, se encamino hacia dentro, ya tenia ganas de empezar la clase y ver que era lo que les deparaba el nuevo curso y el nuevo profesor.
En cuanto sus dos pies atravesaron el marco de la clase, sintió un tremendo golpe atrás, la puerta se había cerrado violentamente en su espalda, y frente a él no había nada, solo oscuridad, no era como la recordaba, y además, no veía a ningún otro compañero, ¿Dónde se habían metido los demás?
Sacó la varita, pronunció el hechizo lumus, para así ver mejor lo que le deparaba la estancia, pero nada mas que unas minúsculas luces salieron de la punta, chispas que se desvanecieron y se perdieron en la negrura, no funcionaba ese hechizo ahí.
Empezó a caminar en línea recta, algo le decía que tenia que buscar la salida, sin adentrarse en los túneles que le salían a cada paso, lugares donde se veía algo de luz o de claridad al final… no, su instinto le decía que tenia que ir recto, sin desviarse del rumbo elegido, en línea recta hacia el lugar donde se veía menos luz, hacia donde parecía que se encontraba la oscuridad total.
No tenia que tener miedo, eso era, no le iba a ocurrir nada, sabia defenderse de lo que le saliera al paso, él era capaz, estaba preparado para enfrentarse a cualquier cosa.
A tientas caminó un rato y una distancia que no supo medir, siempre en línea recta, siempre adelante, agarrando firmemente la varita en una mano y en la otra, el asa de su mochila, sin temor, y sin descanso.
Una idea pasó fugazmente por su cabeza, ¿sus amigos y compañeros también habían tenido que pasa por eso? Y, si era así, ¿Dónde estaban?, pues no oía ningún ruido en ese lugar, ninguna voz, ninguna pisada, ningún indicio de vida aparte de él, y sus pasos al caminar y el roce de sus libros en la bolsa que llevaba, solo eso…
Al cabo de un rato en esa oscuridad, se dio cuenta de que los demás sentidos que poseía se agudizaban, sus oídos empezaron a captar susurros lejanos, los olores se intensificaban en aquel lugar, el tacto parecía que captaba los sutiles matices de la bolsa que portaba… y, el mismo instinto que le decía de ir hacia adelante, ahora le indicaba que torciera a la derecha en ese mismo momento.
En un acto reflejo, alzó la mano en esa dirección, encontrándose con una superficie lisa. Tanteó con las dos el espacio que se alzaba ahí: dura y fría parecía la pared, intraspasable, lisa como un cristal… deslizó sus dedos sobre la superficie, buscando algún resquicio, pero nada encontró.
Recurrió a la varita, tendría que funcionar algún hechizo en esa superficie, pues tenia que cruzar de algún modo, algo le decía que era el lugar correcto, que no había otra salida.
Lanzando el primer hechizo que se le vino a la cabeza, y que resulto ser uno de desarme, la superficie pareció ceder, o mas bien, desaparecer frente a sus ojos, dejándole a la vista el aula que había estado buscando… no había nadie… exceptuando una figura encapuchada, negra.
- Felicidades, has sido el primero – le dijo nada mas traspasar la extraña puerta y con un gesto de varita del hombre, esta se volvió a construir en cuanto Harry dio dos pasos fuera – Siéntate y haz lo que quieras, tenemos que esperar a los demás – señaló los vacíos pupitres.
No sabiendo que decir, por la sorpresa o por el desconcierto que tenia en la mente, hizo lo que le sugirió su profesor, se sentó en una de las mesas, dejando la bolsa guardando dos asientos a su lado, y sacando varias plumas y pergaminos se dedicó a terminar la redacción que les habían mandado en pociones (tres pergaminos sobre los usos y consecuencias de la poción de la verdad y derivadas)
Cuando ya llevaba media tarea, levantó su vista del pupitre y observó detenidamente al profesor que iban a tener en la asignatura ese año, desde que había entrado, este estaba de pie frente a la puerta, a unos metros de ella, tal y como Harry le había visto por primera vez. Parecía concentrado, aunque podía jurar que varias veces le había mirado a él, había sentido algo clavarse en su espalda, unos cuantos leves escalofríos le habían recorrido varias veces mientras estaba escribiendo.
No podía observar ningún rasgo del hombre, todo él estaba tapado por una capucha negra, pero algo se le hacia familiar, como una presencia que ya había visto antes, que le sonaba de algo, mucho antes de que lo viera en el pasillo al principio de semana… según recordó la conversación con su director, él podía ser la persona con la que tenia algún tipo de relación… no sabia, pero ese aroma se le hacia extrañamente muy, pero que muy conocido.
El siguiente en salir, sorprendiendo al único estudiante que ese encontraba en la habitación, fue Neville, seguido muy de cerca de Hermione y de Ron, que traspasaron la extraña puerta a la vez. Estos entraron corriendo, aunque la joven le recriminaba algo a su compañero, pero callaron de inmediato la discusión al ver a las otras personas.
- Lo sabia – exclamó el pelirrojo al distinguir a su amigo – pero no me esperaba que ya tuvieras compañía – se refirió a Neville, que miraba con sorpresa como la pared comenzaba a reconstruirse.
- A veces, señor Weasley – dijo el profesor, dirigiéndose a los cuatro que ya se encontraban allí – las personas esconden muchos secretos, algunos de ellos ni siquiera saben cual es el más importante. – dirigió una mirada fugaz de Ron a Neville, deteniéndose en cada uno un tiempo. – Los dos son valientes y atrevidos, aunque todavía no hayan demostrado todas sus capacidades, ya una muestra de su poder demostraron en un reto. Mientras que, la señorita aquí presente – ahora sus ojos parecieron dirigirse a Hermione – una prueba ya ha pasado, demostrando así ser digna poseedora de una gran inteligencia y audacia, algo muy bueno, por cierto, en estos tiempos que corren. Inteligencia y valor muy bien complementados. – Ahora la mirada del profesor la sintió Harry encima suyo – El destino no esta marcado para nadie, todo puede cambiar, no te fíes de algo que mucho atrás se profetizo, pues muchas cosas pueden cambiar, para bien o para mal, a lo largo del tiempo. En esos momentos, no se sabía que una fuerza poderosa actuaría mas adelante. Las circunstancias ya no son las mismas, algo sucedió que cambio el rumbo de la historia… alguien esta ayudando y eso no se sabía aún – se dio la vuelta, mirando a la puerta, como si esperase a alguien mas, dejando a los cuatro un poco intrigados con las palabras oídas.
- ¿Quién es usted? – se atrevió a preguntar Hermione al cabo de unos segundos, tras haber meditado un poco las palabras del hombre, pero este no respondió y siguió concentrado en la puerta, con los brazos cruzados en el pecho y la varita en una mano, como si esperase a alguien que debería de llegar en ese instante.
- Hace usted la pregunta equivocada, no es quien soy, si no, lo que soy. Soy alguien que os va a ayudar, eso es todo lo que puedo decir – volvió a fijar los ojos en la puerta, como si escudriñara a través de esta. – Bien, ya estamos todos – con un ruido, apareció Dean en la puerta, y seguidamente, los demás compañeros de Gryffindor de los cuatro que allí se encontraban. No tardaron ni cinco minutos en estar al completo.
- Acomódense, vamos a empezar la clase – el profesor hizo un extraño gesto, y la puerta resplandeció unos segundos, hasta volverse a su color habitual. Entonces, cruzando los pupitres donde todo el mundo ya se encontraba sentado, se dirigió al comienzo de la clase.
- Bienvenidos a la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras, he observado que todos tienen un nivel bastante alto en esta asignatura, a pesar de no contar con buenos profesores durante casi todos los cursos en los que han tenido la asignatura. Muchas personas que han tenido anteriormente en este puesto no les han enseñado debidamente, unos por afán de protagonismo, otros por fanatismo con el cumplimiento, otros por miedo o por temor. Los demás, cabe reseñar, han sido, en la medida en lo que pudieron, buenos profesores, aunque uno actuara bajo un disfraz. De todos ellos han aprendido muchas cosas, algunas buenas, otras malas, pero todos contribuyeron a enseñarles algo. Se que el único al que todos ustedes consideraron un buen profesor fue expulsado por su condición de licántropo, pese a las merecidas opiniones de sus alumnos. Así es la vida, dura e injusta a veces, esa es una lección que aprendieron ese año junto con las clases recibidas – el resto de la clase asintió con la cabeza
- El profesor que tuvieron el primer año, si mal no me han informado, no les dejó una buena impresión, esa fue la lección de no fiarse de las apariencias, no todo es como pensamos que es. El segundo año, la fama no hace a la gente mejor, y no hay que aprovecharse de los demás. Llegamos a vuestro cuarto año, un impostor os tocó, alguien que actuaba de incógnito y bajo la máscara de la traición, de nuevo. Ese año aprendieron hechizos que deberían haber dado este año, el sexto, como las maldiciones imperdonables, y a pesar de actuar bajo el nombre de otro, os enseño otra magnifica lección: a superarlos a vosotros mismos, pues os obligo a dar mas de si en sus clases, mas alto del nivel que correspondería a vuestro grado, cosa que a alguna persona le sirvió para mas adelante.
- El quinto, el año pasado, que decir de ese año que no sepáis ya. Podéis pensar que ese año fue inútil, pero ya habéis oído que, aunque malos profesores, todos los años aprendieron algo básico e importante, y ese año fue el que mas. Si, no digo mal, el año pasado demostrasteis una madurez digna de los adultos al decidir por vosotros mismos lo que ibais a aprender, superándoos y arriesgando todo por lo que creías correcto. Las clases de Defensa Avanzada (o Armada de Dumbledore como queráis llamarla), os sirvieron para daros cuenta de que muchos adultos todavía se resignan con mantenerse de brazos cruzados contra todo lo que ven. Vosotros no, vosotros decidisteis actuar, no ser meros espectadores en un espectáculo, eso es lo que aprendisteis y demostrasteis con mayor nota el año pasado,
- Me alegra encontrarme con tan excelentes alumnos, curtidos bajo circunstancias adversas, pero que han demostrado que no se amedrentan con nada, dispuestos a aprender a cualquier precio. Este año, no seré yo el profesor y vosotros los alumnos, no, todos aprenderemos de todos, la cooperación, cuando se tiene un objetivo común, es la mejor arma. No os enseñare cosas que ya sabéis, no perderemos el tiempo en pasajes inservibles de teoría, iremos directos a lo que necesitáis para defenderos de las artes oscuras. Yo seré vuestro guía, os diré a donde deberéis encaminaros, y vosotros recorréis y aprenderéis en el camino.
- ¿Si?, señorita Granger – la mano de Hermione se había alzado al finalizar el profesor.
- Entonces, según lo que ha dicho, todo el mundo enseña algo a los demás y todas las pruebas que hemos pasado eran con un objetivo común – asentimiento del profesor – Dígame entonces, como puede alguien decir nos fiemos de él si siquiera conocemos con quien hablamos…
- Muy aguda, veo que la experiencia le ha valido la pena. Permítanme que me presente, me llamo Jigme Vlaxs, profesor Vlaxs – seguidamente, el profesor dejó caer la capucha que le cubría el rostro, descubriendo así su verdadero aspecto, y sorprendiendo a varias de las personas que se encontraba en ese instante en el aula: lo mas característico y lo que mas llamaba la atención, eran sus ojos, de un color sin definir, a veces, azules como el océano, otras veces azules como en un día de tormenta, parecían ir mas allá de lo que miraban hasta lo mas profundo y oculto de las personas, parecían ir mas lejos incluso. Su cara, joven, pero a la vez demostraba experiencia, madurez, muchos años vividos aunque no lo reflejaran sus rasgos, era algo que se intuía al observarle un cierto tiempo después…
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- ¿Que tal os ha ido la primera clase? – un par de gemelos venían corriendo por el pasillo en dirección a tres personas que salían de un aula, un tanto sorprendidas.
- Es… es… - empezó a hablar el pelirrojo, pero las palabras no salían de su boca.
- ¿Duro, divertido, exigente?, dimos algo
- No es eso, es que… - el otro muchacho intentó echarle un cable a su amigo, pero no encontraba palabras para describir al profesor.
- Es a la vez inquietante y una persona en la que se puede confiar. Sabe mas de lo que nos dice, y lo que nos dice es mas de lo que sabemos, pero que podemos descubrir por nosotros mismos. – dejo a las dos personas un poco boquiabiertas – No se, me parece alguien con mucho poder y muchos secretos por descubrir – Hermione les contestó tras pensarlo por unos instantes, a ella también le había sorprendido el aspecto de ese profesor, le sonaba de algo, pero no sabia de qué.
- Parece que vamos a tener que esperar a mañana para conocerlo, es injusto que no nos puedan decir más sobre él. Parece interesante…
- Cuando lo conozcan, ya lo verán – les dijo su hermano, ya recuperado de la impresión – No se aburrirán nada con él – se tocó el brazo izquierdo donde todavía tenia secuelas de un ataque lanzado en clase, uno de desarme bastante poderoso que habían estado aprendiendo y ensayando esas horas de clase.
- No te rasques – un manotazo bien dirigido apartó la mano del muchacho de su codo – Cuanto mas lo hagas, mas te picará, no hay otra forma de que se te pase, no lo toques y se te curara antes. – el muchacho tenia una venda alrededor del brazo, encima de la pomada que le habían aplicado tras el atraque (mas de uno llevaba ese tipo de vendajes, y es que la clase había sido, aparte de bastante útil, muy aparatosa)
- Bueno, nosotros nos vamos a pociones – los gemelos se despidieron del trío – y Ronnie, no dejes que tu novia te domine – dijeron entre murmullos mientras se alejaban riéndose.
- Mira lo que has conseguido, ahora ya tienen mas motivos para reírse de mi – una discusión se veía venir entre los dos compañeros.
- ¿Y que?, yo no tengo la culpa de que no sepas hacerte respetar entre tus hermanos
- Tú no tienes, no puedes opinar sobre eso
- No, no tengo, pero se como hacerme respetar
- No sabes lo que es tenerlos todo el día encima de ti, riéndose de ti, tener que demostrar lo que sabes, tener que ver que tus logros son menores que los suyos porque ya antes lo han hecho ellos, tener que resignarse a ver como tu no tienes nada que ellos no tuvieran antes. ¡¡NO, NO LO SABES!! – saltó Ron en un tono furioso, mientras se alejaba a toda prisa, corriendo por los pasillos, seguido muy de cerca por alguien, una persona que pensaba hacerle entrar en razón, no soportaba aquellas peleas entre sus dos amigos.
- Déjame, Harry, no quiero hablar de ella – ya se encontraban en la habitación de ambos., y Ron estaba tirando las cosas por los aires, desahogando su enfado, cólera e ira que tenia, habían intentado hablar ambos al terminar del día, pero la conversación había llegado a unos limites un tanto extremos, llegándose a decir cosas muy graves en ella, la amistad de ambos estaba al borde de un precipicio.
- Cálmate, no ha sido tan grave – agarró la escoba que pasaba ahora por su lado, rumbo a la pared, aquella misma escoba que le habían regalado el año anterior por su puesto de prefecto – Solo es un pequeño bache, pronto lo solucionareis…
- Son demasiadas cosas, no lo comprendes, demasiados secretos entre ambos – ahora ya se había calmado y estaba tumbado en la cama, con las manos tras la cabeza, mirando al techo – y la confianza es la base.
- Pero no son tan graves… - Ron se apartó y evitó la mirada de su amigo al oír esta frase, seguía teniendo el remordimiento de saber lo que sabia y no podérselo decir a su amigo, así que optó por no contestar nada y dejar eso en el aire.
- Déjame solo por favor, tengo que pensar – suplico al cabo de un rato de silencio entre ambos. El ruido de la puerta al cerrarse le indicó que el otro había accedido a su petición.
- No lo se, no se porqué se puso así – en la sala común de Gryffindor ahora se encontraba hablando Harry con la otra parte afectada, después de unos días en los que se evitaban mutuamente Ron y Hermione, siendo él el intermediario entre ambos.
- Entiéndelo, él tiene sus dudas, y piensa que no te merece
- Pero eso no es razón
- Eso mismo pienso yo, Hermione – ambos se encontraban sentados frente al fuego, la muchacha con las rodillas encogidas y agarradas con las manos, apoyada en un extremo del sofá, mientras que su amigo se encontraba junto a ella. – Pero dice que hay demasiados secretos entre los dos, aunque no se a que se refiere, no lo comprendo.
- Yo puede que si – dijo en un tono muy bajo la muchacha, sabia algo que nadie mas conocía, un secreto que guardaba exclusivamente para ella. – Yo puede que si le comprenda – enterró su cabeza entre sus brazos, escondiéndose de esta forma para dejar salir las lágrimas que amenazaban con aparecer inmediatamente – Demasiados secretos, demasiados entre ambos… - ya no logró escuchar más su amigo, las palabras se perdían antes de llegar a sus oídos, perdidas entre los sollozos que se oían.
Se acercó un poco más a la muchacha y le ofreció un abrazo verdadero, uno de grandes amigos que se apoyan en momentos de necesidad, un abrazo que Hermione aceptó encantada, sin saber que, desde las escaleras, alguien observaba la escena también con lágrimas en los ojos.
- Lo siento – el pelirrojo descendió a la sala medio vacía, aproximándose hacia donde se encontraban sus dos amigos – Se que he sido un poco tonto al decirte todas esas estupideces, pero es que necesitaba desahogarme…
- No te disculpes, yo también me he pasado un poco, no debería haberte dicho nada…
- El que tiene que disculparse soy yo, todavía me tengo que controlar, - dijo con la mirada hacia el suelo, arrepentido - ¿Amigos? – tendió la mano hacia la muchacha.
- Mas que eso, Ron – se abalanzó sobre él, y le dio un abrazo muy fuerte, lo suficiente para decirle algo al oído y que no lo oyera nadie más, algo que hizo que este se sintiera mucho mejor y esbozase una sonrisa mirando a su chica.
- Gracias
- Lo sabia, no podéis estar el uno sin el otro – desde el sillón se escuchó una voz, y los tres se rieron de buena gana, ya estaban de nuevo juntos, esto solo había sido un bache, tal y como había afirmado Harry en la primera de las muchas conversaciones que había mantenido con su mejor amigo. – Este fin de semana lo tenemos que celebrar en Hogsmeade – agregó, ya que pronto tendría lugar la primera salida al pueblo mágico, era algo largamente esperado por todos los alumnos (y con unas medidas de seguridad altamente estudiadas, y preparadas desde la escuela, llevaban varios días preparando ese acontecimiento)
