Aquí esta el nuevo capitulo (ejem, es sólo la primera parte, lo siento, pero creo que si no, acumulaba mucho polvo, y no quiero dejarles mucho tiempo sin fic). En este capitulo hay interesantes revelaciones, y, aunque me hubiera gustado ponerlo completo, no puedo, ya que todavía me falta la segunda parte de pasar al ordenador (y son bastantes hojas mas), he tenido "ligeros" problemas con él, ya que a principio de semana perdí la carpeta, el cuaderno (donde escribo) y algunas cosas y datos muy importantes… (y no pierdo la cabeza porque la tengo encima de mis hombros, que si no, jeje), pero no preocuparse, que ya encontré todo (aunque mi cordura creo que no).
Reviews (me encantan ver como estáis tan atentos a la historia y peguntáis lo que se os ocurre, muchísimas gracias a tod@s por ellos)
Syringen = Me veras pronto, muy pronto :-) y ya veras (frotandose las manos) Respecto a esta historia…Sipi, el "sueño/encuentro" en la salida al pueblo fue por esto, ya estaba previsto, ademas, ya lo leiste, pronto lo volvera a ver (uhm… muy pronto, jeje) Y creo que me he vuelto a quedar atrancada en una fecha, las navidades van a alargarse un poquito (todavía estamos en la noche de Navidad, y le espera un regalo muy "especial" a Harry) En cuanto pueda, ya me veras por tu historia. Muchos besos.
Gabriela de Black = Ok, si se pueden resolver algunas de las dudas (algo que no suele suceder…) Veamos, Estel/Vlaxs es el mismo, y sipi, es actualmente el profesor de defensa, sólo que tiene algo mas que no vamos a revelar, jeje. Estel = es un nombre sacado de Esdla (el señor de los anillos) y significa lo mismo que ahí, "esperanza" (es un nombre de hombre) El nombre que tiene en Hogwarts tambien significa algo, pero ninguno de los dos es su verdadero… Sirius empezó detrás del velo, en aquel lugar tan extraño, y va investigando las diferentes salas, y… en una de ellas se encontró con esta persona. Y no es la voz (otra persona que me lo pregunta), "ella" esta muy presente, pero no tiene forma visible. Ahora Sirius y Remus estan en medio de lo que parece un desierto (auqneu no por mucho tiempo, jeje) Ya me pasare por tu fic (en cuanto tenga un poco de tiempo, que es lo que me falta, pero no te preocupes, que ya le echare un vistazo) Besos. Pd: Personaje… pues… no sabria, ya que es por racha, de pronto es una persona y de pronto otra (por example, ahora es Hermione… -por algo estoy con un nuevo fic de ella)… pero asi, pues… No lo se, jeje, pero Sirius tambien esta en los primeros puestos de la lista. Ciao
Alejandra Vigo = Gracias. El sueño de Harry fue en la misma noche de Navidad y él estaba solo… en medio de un desierto. Sirius y el profesor Vlaxs hablaron mas o menos al empezar el curso (y por eso, en la primera salida, pudo ver a su padrino, porque si no, no) Ah, y acuerdate de lo ultimo que le dijeron a Sirius. Ah, y Remus (y Sirius añado) siguen estando en ese extraño desierto donde siempre es de noche (por las estrellas, ok) El libro… no puedo decir nada sobre él, el remitente me lo prohibio, jeje. Pero ya vereis. Besos y que te siga gustando este capitulo tambien.
)3âD)3ÿ666 = Vlaxs, ¿que Vlaxs? Ah, ese, ya lo veras, pero no es la proimera vez (ni la ultima) que se veran. Dumbledore, pues ha encontrado algo muy importante, y no se puede decir mas :-P Y si, no puedo decir muchas cosas porque sino desvelaria mucho (y conociendome, hay veces que me tengo que morder la lengua – o atar las manos, según se vea, jeje- ) pero todo se vera en su momento (empiezo a pensar que un personaje se parece a mi, ¿o sera al reves?...) Ciao y cuidate. Besos.
jessy_tonks = Gracias a ti por leer la historia ^.^ Y si, ya se terminaron las vacaciones… donde no hice nada (cosa comun, ahora toca ponerse las pilas y sacar todavía mas tiempo de debajo de las piedras) Espero que te lo hayas pasado tu tambien muy, muy, pero que muy bien. Besos. Pd: Actualizacion semanal :-)
Alexander Carballo = Tambien mis mejores deseos para ti (y para todos los que leen el fic) Y seguire actualizando si nada me lo impide (porque la musa no me deja en paz, y tengo la cabeza a rebosar de ideas… tengo ideas de sexto y septimo curso…) Ya nos veremos. Muchos besos.
Erpandi = Ok, muchas gracia por tu correo. Nos vemos pronto. Y que te siga gustando la historia. Besos.
Ahora si, ya podéis empezar con el capitulo, que les aseguro que es muy, muy, muy….ya lo verán. Epsero que les guste y dejen sus lindas opiniones.
Pd: Aprovecho para hacerme un poco de publi extra :-). Estoy escribiendo otra historia (una corta, no creo que tenga mas de 5 o 6 capítulos), se llama "Prisionera del silencio", en mi perfil encontraran la dirección de esta historia si la quieren leer (les agradecería mucho que me comentaran sobre ella). Sin mas dilación, ya pasamos al capitulo.
Capitulo 32_Adiós es la palabra más difícil (1ª parte)
Una sombra andaba lentamente entre las largas hileras que formaban las mesas del comedor. Iba pensativa, y observando atentamente los asientos vacíos, ¿Cuántos habrían sufrido la perdida de sus seres queridos? ¿Cuántos regresarían a comienzo de año? ¿Cuántos renegarían de aquel don que tenían y se alejarían del mundo mágico, en un vano intento de alejarse de la guerra que acechaba?
Se detuvo frente a la mesa de los profesores, vacía como todo el recinto, era noche cerrada, las estrellas centellaban limpiamente en el techo, producto del encantamiento que él, desde que recordaba, existía en el castillo.
Pensativo, fue paseando los ojos por cada asiento, recordándose mentalmente al propietario y a la razón por la que estaban allí ahora, algunos era por vocación, y otros… bueno, otros tenían diversos motivos para ser parte del cuerpo de profesores de Hogwarts. Recordó también los respectivos antecesores de cada cargo, quien era el que ocupó cada asiento en todo el tiempo que recordaba. Y uno de ellos, el puesto de profesor de defensa contra las artes oscuras era uno de los que mas propietarios había tenido. Desde hace varios años, ese puesto parecía estar gafado, no había profesor que durase más de un curso escolar, y, muy posiblemente, según lo que sabía, tendría que empezar a buscar uno nuevo.
Lo que unas horas antes había sido el escenario de una alegre comida de navidad, ahora era el lugar donde el actual director de Hogwarts estaba haciendo recuento de la vida de la escuela. ¿Lograrían sobrevivir a la guerra? No lo sabía ¿Lograría mantenerse Hogwarts como lugar seguro? Tampoco encontraba una clara respuesta, lo que si sabia era que, como nunca antes se había visto, los estudiantes estaban empezando a reaccionar y unos cuantos se habían unido en un frente común para combatir al mal que se avecinaba, muestra de ello la férrea defensa que tuvieron cuando unas cuantas fuerzas oscuras quisieron entrar al castillo la noche de Halloween. Por desgracia, y pese a todo, uno de los estudiantes había sucumbido en el ataque.
Sus pasos le llevaron hacia el lugar de la tragedia, y su mente empezó a recordar los instantes previos a la victoria, cuando una fuerza muy poderosa pudo percibir, una que hace tiempo, mucho tiempo, no aparecía… quizás, ahora cuando parecían que las leyendas se juntaban con la realidad, todo fuera mas simple y mas complicado a la vez.
Flash Back
- ¿Que sabes sobre ella?
- Mucho más de lo que piensas
- ¡Quédense donde están! Esto todavía no ha acabado
Las personas del despacho se quedaron clavadas en el sitio al oír aquella voz tan tajante, les decía que se quedasen absolutamente inmóviles, sin hacer nada ante lo que habían visto, sin poder comprobar, por si mismos, si, en esa noche de Halloween, uno de los ocupantes había sucumbido ante el poder de la oscuridad, de la negrura mas profunda, si se había adentrado, para no volver… en los oscuros ríos de la muerte.
Y de repente, todo se hizo mas irreal, oyeron mas cerca que nunca los sonidos de la batalla que se desarrollaba en las puertas del castillo y como, en un vano intento, habían sacado todo el potencial defensivo que tenían para hacer frente a las criaturas.
Dos miradas se cruzaron, y la directora adjunta del colegio supo que tenían que ir a ayudar a los alumnos, si no se podía hacer ya nada por uno de ellos (aunque fuera todo lo importante que fuera) tenían que poder defender a los demás.
Con un leve asentimiento de la cabeza, se dirigió hacia la puerta que cerraba el despacho, siendo seguida por el otro profesor que ahí se encontraba y por dos estudiantes atónitos, que más que andar, eran arrastrados y no dejaban de observar el cuerpo que se encontraba en una silla.
Una ultima mirada y ambos estudiantes desaparecieron rumbo a ayudar, si, eso era lo que él hubiera querido, y todavía confiaban en las ultimas palabras escuchadas en el despacho: "todavía no ha acabado"
Se quedaron solos, el director y el alumno, aunque este inconsciente después de lo sufrido. ¿Tardaría mucho en recuperarse? ¿Se acordaría de lo que hizo? ¿De las palabras y amenazas de Voldemort? ¿De las súplicas de que le matara para acabar con su agonía?... Muchas preguntas, y ninguna respuesta, sólo queda esperar, lo sabia, y confiaría en la suerte para que no se acordase mucho del sufrimiento padecido.
Despacio, se acercó hasta una de sus estanterías, y de ahí, sacó el pensadero, para guardar los recuerdos vividos aquella noche (no tenia dudas, la unión hacia la fuerza, y, aunque sólo se unieran tres casas, de las cuatro en las que estaba dividida la escuela, si se unieran con un objetivo común, podrían rechazar el ataque hasta que llegasen nuevas fuerzas). Con su varita, y repitiendo el ritual que se requería, depositó ese recuerdo, y algunas de las reacciones sucedidas antes de ello… ya encontraría alguna conexión mas adelante.
Cuando la neblina que cubría el recipiente se calmó definitivamente, dio un último vistazo a Harry, parecía que no tuviera signos vitales, pero una ligera energía todavía residía en él, una muy pequeña, casi imperceptible, pero que sólo unos pocos podían percibir… y sólo dos personas en la habitación la habían descubierto poco después de creer que todo había terminado.
- A descansar ahora – suavemente se acercó al cuerpo, y con un hechizo, transformó la silla donde se encontraba atado en una mullida cama. Mas adelante ya lo llevarían a la enfermería, pero por ahora, ese era el sitio mas seguro.
En cuanto vio que todo estaba ya arreglado (cosa en la que no tardo mas de cinco segundos), se concentró en el punto donde se ubicaba la entrada al colegio, allí donde todavía seguían luchando sus alumnos y los profesores, y donde acababan de llegar los otros ocupantes del despacho.
En una primera impresión, el actual director de la escuela, Albus Dumbledore, podría parecer un simpático y agradable anciano, su barba blanca, su sonrisa casi permanente, sus ojos vivos, escondidos detrás de unas gafas de media luna, que gustaba de jugar a los bolos y la música de cámara… le hacían ver mas como un abuelo que como un poderoso mago, que era, al fin y al cabo, lo que era. Mas de cincuenta años habían pasado desde que derrotara a Grindelwald, un mago tenebroso y también era el único al que Lord Voldemort temía, prueba de ello la tenían sus enfrentamientos en el pasado, y, el más reciente, en junio de ese año.
Y así pues, en cuanto hizo éste aparición, los mortifagos que estaban intentando penetrar en la escuela temblaron, ya no podían, definitivamente, ganar… pero… ¿Por qué su amo les había enviado, sabiendo que Dumbledore estaba en la escuela? Según sus informaciones, el lord iba a conseguir que el director fuera al ministerio de magia, donde un ataque mayor se estaba desarrollando en los mismo momentos en que atacaban la escuela… y no era así… tenían todas las de perder.
En un abrir y cerrar los ojos, todos los aprendices (cosa que vieron al levantar la túnica, la marca tenebrosa todavía no estaba presente en ninguno de ellos) estaban atados en cuerdas mágicas, derrotados, y el intento de ataque se había quedado en eso, en un intento. Los gigantes se encontraban huidos, y las banshees, que también habían ayudado, habían desaparecido al desvanecerse su jefa cuando atacaba a una chica pelirroja.
- ¡Ginny! – abriéndose paso entre la gente, Ron llegó hasta donde se encontraba su hermana inconsciente. En cuanto comprobó que tenia pulso respiró tranquilo y accedió a ser llevado a San Mungo, uno de sus brazos lucia en un extraño ángulo y, aunque él dijera que no le pasaba nada mas, sufrir una maldición imperdonable era algo por lo que ir al hospital a revisar cuidadosamente. El problema del transporte hacia el hospital quedó finalmente resuelto gracias a un traslador hecho por el director a partir de un trozo de roca que se había desprendido de la pared.
Los rostros cansados de los profesores y de los alumnos que quedaban en pie se dirigieron hacia la máxima autoridad y esperaron a que este diese las indicaciones necesarias para descansar esa noche, los heridos a la enfermería, a reponerse, y los demás, a descansar, lo que pudiesen, en las salas comunes. Ayudados por sus compañeros, los que estaban mas graves enseguida se vieron sumergidos en las sabanas blancas de seda de la enfermería, se ayudaban unos a otros sin distinguir de que casa eran, pero como en todo, siempre hay gente que se abstiene de echar una mano y los, pocos había que reconocerlo, alumnos de Slytherin que estaban (casi contra su voluntad) en las puertas del gran comedor corrieron hacia las mazmorras, rumbo a su sala común.
- Lo has notado ¿verdad?
- ¿Te refieres a ese poder? – preguntó el profesor actual de defensa contra las artes oscuras. El director asintió, mirando uno de los pasillos, uno donde ahora un profesor impedía el paso, un estudiante había muerto ahí desgraciadamente – Lo noté levemente ya en el despacho, pero no tanto como antes de llegar aquí.
- Ha terminado de despertar… - sus ojos observaron el lugar donde minutos antes encontraron a alguien vivo – y Voldemort sabe que la protegemos. No dudara en atacar más veces con tal de conseguir alguno de sus dos objetivos…
Fin Flash Back
Otra profecía, una ya olvidada, de hace tiempo atrás, hablaba sobre un poder dormido, que despertaría y ayudaría a encontrar su camino a almas perdidas. Una luz, la llamaban algunos, una luz que ayudaría y protegería, que estaba oculta y a la vista. Un poder que bien podía ser utilizado por unos o por otros, ya que no tenia bando, haría mas poderoso a quien lo poseyera… pero su camino no seria fácil, también la profecía decía… condenada, la luz, a sufrir, a ser arrancada de sus seres queridos, a ver el sufrimiento y la muerte de cerca, a ver morir delante de ella… y a decidir al final a quien ayudar… no era fácil su decisión, y concluía la profecía, todo estaría a su elección.
Para muchos, esa luz no existía, ese poder era sólo un mito, pues… ¿que se espera de una profecía hecha en Italia, a principios del siglo XIV, cuando comenzaba el Renacimiento? Y para unos pocos, los que mas se adentraban en los conocimientos de la magia (tanto con buenos propósitos, como con malos), la protagonista de esta leyenda se la conocía como Noor, un nombre antiguo que venia a significar lo mismo que el objeto de la profecía: "Luz"
En esos instantes, Albus Dumbledore sabía claramente que aquella antigua leyenda era cierta, y le tocaba un difícil dilema: no podía tener bajo el mismo techo a esos dos claros objetivos de Voldemort sin poner en peligro a los demás estudiantes. Tendría que pensar muy bien que hacer el curso siguiente, se veía muy complicado todo, ya que, de cierta manera, ambos estaban relacionados. Seis meses por delante le quedaban para solucionar ese problema.
Mientras caminaba de vuelta al despacho, miró por uno de los grandes ventanales que existían por los pasillos, y, a aquella hora tan tardía, le pareció ver una estrella cruzar el cielo con una luz superior a las demás, y supo que, pese a todo, las cosas hallarían solución al final.
*****
El cielo, en esa noche de Navidad, estaba plagado de estrellas que relucían limpiamente en la bóveda celeste. Mientras, en una casa, una niña de once años se encontraba apoyada en el vidrio de la ventana, recordando todo lo que su vida había cambiado hasta entonces. De forma intuitiva, comprendió que esa noche de finales de Julio de ese año, su vida había dado un giro completo, en cuanto sintió el dolor de sus padres, vio y comprendió que ellos ya no volverían… Dejó que su pelo oscuro resbalara por encima de su rostro, ocultando así las lágrimas que empezaban a surcar sus mejillas, estaba sola, sin familia… y con muchas preguntas en la cabeza como ¿Por qué sus padres no eran sus padres biológicos? ¿Quien era aquella mujer, su autentica madre, y por qué no se había podido quedar con ella? ¿Seguiría vivo su padre?... Una estrella fugaz cruzó el cielo de parte a parte, iluminando toda la oscuridad y abriendo una rendija en ese corazón solitario, una por la que se coló una esperanza…
- ¿Crees en las estrellas fugaces? – preguntó a la otra ocupante de la habitación, esta ya se encontraba medio dormida encima de una de las dos camas que allí había (una de ellas era supletoria, y no habían tenido problemas para ponerla)
- Uhmmm… ¿que dices, Liz? – la pelirroja se giró hasta quedar fuera de las sabanas de su cama, resultaba extraño que a esas horas de la noche todavía no se hubiera acostado.
- Te pregunto si crees en las estrellas fugaces
- Pues, como todo el mundo, pides un deseo cuando ves una.
- Yo no lo creo así – volvió la vista al frente – Las estrellas son personas que nos quieren y velan por nosotros, nos vigilan a la luz de la luna… y las estrellas fugaces son sólo la realización de un deseo formulado por ellos… si les pides de corazón a las estrellas un deseo, una estrella fugaz se encargara de trasmitírselo y… y realizarlo…
- Mi niña, no llores – Robin, su mejor amiga y la que le había invitado a pasar las vacaciones en su casa, se aproximó hasta la ventana y la confortó con un abrazo sincero, seguro que de nuevo estaba recordando a sus padres – Seguro que ellos están ahí mirándote cada día, que se alegran de los logros que haces… Mira – señaló una porción de cielo – esas dos estrellas que brillan mas son ellos, y ves, siempre están, nunca estarás sola…. ¿Por qué te ríes? – una clara y sincera sonrisa se estaba dibujando en el rostro lloroso de la otra muchacha.
- Es que… si unes esas dos a esa estrella – señaló con los dedos los puntos luminosos que señalaba su amiga y las unió con otra que se encontraba cercana – te sale un triangulo y además… esta última es mi estrella preferida.
- ¿Como se llaman?
- Esa es Arcturus – indicó la primera que había señalado Robin – esa otra es la Estrella Polar…
- Ya decía yo que me sonaba, la de veces que la ha nombrado la profesora Sinistra en clase
- Y por ultima, "mi estrella", Vega. Un triangulo casi perfecto – dibujo la figura con vaho en la ventana, ya casi se le había pasado toda la pena, pero todavía alguna lagrima solitaria recorría sus mejillas húmedas aun.
- ¿Quien te enseñó los nombres?, yo casi no las distingo unas de otras.
- Fue mi madre, a ella le gustaba mucho mirar el cielo y me contaba leyendas sobre cada constelación y como se formó la Vía Láctea, el universo… decía que todo esta relacionado, y que las estrellas marcan los caminos a seguir. Por eso, si alguna vez te pierdes en el campo y no sabes por donde seguir, hay que buscar esa estrella – señaló una que brillaba bastante – y ella te señalará el norte…
- Una lección muy buena, profesora, pero creo que… - cabeceó un poco, era ya muy avanzada la noche y el sueño la estaba venciendo - … hay que dormir. Buenas noches, Liz.
- Buenas noches… dormilona.
- Si, si, lo que tu digas, pero quiero dormir
Un segundo mas tarde, el cabello rojo de esta estaba ya desperdigado por encima de la almohada y su propietaria durmiendo el sueño de los justos.
- Nunca cambiara – con un ultimo vistazo al cielo, y borrando con una mano el rastro de aquel triangulo que había dibujado en la ventana, se quedó mirando fijamente aquellas tres estrellas, que curioso, lo parecido que podían ser los nombres de las personas a los nombres de estas, y se preguntó, también, por qué, desde el primer momento en que vio esa estrella azul, se había sentido tan conectada a ella… quizás, se dijo a si misma mientras se metía entre las sabanas, el brillo de esta la atraía, no por algo era la mas brillante del cielo boreal…
*****
No podía ser, era imposible, pero a pesar de todo ahí se encontraba, frente al fuego que tantas veces había estado observando en sus años de estudiante. Las llamas, ahora casi resquicios, todavía sobrevivían aunque la noche ya era avanzada, mientras él las observaba como para cerciorarse de que no era un sueño, y al alargar la mano y sentir su calor, supo que era realidad, pero que tenia muy poco tiempo para lo que tuviera que hacer, esa era su sensación.
La media luz que iluminaba la estancia le ayudo a reconocer que el paso del tiempo había sido más benevolente en el castillo que para él, todavía tenia huellas de su paso, e injusta encarcelación, en Azkaban y de todos los años desde que abandonara los tiempos de niñez y adolescencia.
No le costó mucho reconocer el camino, ya tantas veces recorrido, hacia las habitaciones de los muchachos, sorteando las piezas de ajedrez que estaban desperdigadas por el suelo, las sillas en cualquier lugar y el desorden existente. Así llego finalmente a la puerta cerrada que indicaba "Sexto Año"
Tomó aire, inspiró y expiró varias veces, intentando que los nervios que se acumulaban en su interior se fueran, intentando que la respiración fuera normal, que todo pareciese normal, pero no podía, era tan indescriptible aquel momento…
Tras unos largo segundos de incertidumbre, al fin agarró el picaporte que le separaba de tan ansiado momento, y lo giró, para dejarle paso a esa habitación que tantos recuerdos felices le traía, y que ahora estaba siendo ocupada por otras personas. No le costó mucho localizarlo, ahí estaba, en una de las dos camas ocupadas, un joven dormido, ajeno a todo lo que ocurría a su alrededor y que se encontraba soñando apaciblemente.
Con pasos lentos se aproximó a la cama, no quería despertarle, arrancarle de su dulce sueño, y se le quedó mirando, a poca distancia de la cama, abriendo las cortinas del todo, cuanto había sufrido por su culpa.
Un movimiento, apenas imperceptible, hizo que el hombre se fijase mejor en la cara, parecía que los ojos no estaban tan relajados como debieran de estar en el caso del descanso. Se aproximó un poco más, y agachándose, retiró delicadamente un poco de pelo que le caía al muchacho por la cara.
Pero el contacto no surtió el efecto que él deseara, en vez de seguir durmiendo, dos ojos verdes se abrieron en la oscuridad, chispeantes de alegría, y una de sus manos se posó en la mano que tenia el adulto todavía congelada encima de la mejilla.
- Sabía que vendrías… Sirius – se alcanzó a oír en la silenciosa habitación, rota de vez en cuando por los ronquidos provenientes de la otra cama ocupada.
Los dos rostros quedaron frente a frente, y los dos sabían lo mismo que el otro, que ese encuentro sería efímero, que no duraría mucho…
- Jure protegerte, y eso es lo que hago, velo por ti, te cuido en la distancia.
No se lo podía creer, tenia a su padrino en carne y hueso enfrente de él, como si nada hubiera pasado
- ¿Donde has estado?....... Te extrañe mucho.
- No lo se – los ojos azules de Sirius estaban plagados de lagrimas
- ¿Sabes? Hace tiempo me imagine que nos encontrábamos, en una colina, pero se que fue sólo un sueño, que nunca sucedió.
- No, Harry, sí sucedió, fue real, nos vimos.
- Y ¿Por qué he estado pensando que nunca nos volveríamos a ver? ¿Que nunca regresarías?
- No era el momento
- ¿Y lo es ahora? – los ojos se clavaron en el rostro semioculto por la oscuridad, pero podía percibir que por las mejillas del hombre había lagrimas deslizándose.
- Lo sabes… - fue lo que alcanzó a decir.
- Entonces… entonces… te irás… de nuevo
- No puedo quedarme por más tiempo. Todavía no puedo regresar… para siempre.
- Sirius…
- Shhh, calla, disfrutemos lo que nos queda.
Pasaron la mayor parte de la noche hablando, el adulto sentado a un lateral de la cama, con las cortinas abiertas, pero no estorbaban, ya que, según dijo Harry, Ron tenia el sueño mas pesado que nunca había visto (ni aunque viniese un trol a la habitación y gritase, no se despertaría, añadió)
Y aunque Sirius lo que mas hacia era escuchar, veía que, pese a lo acontecido, a lo vivido, su ahijado seguía teniendo aquella sombra de tristeza por no poder verlo hasta no se sabia cuando.
Tras unos cuantos cabezazos de sueño, Harry se quedó dormido apoyado en uno de los hombros del hombre, que, mirando a la habitación, se preguntaba cuando volvería, cuando terminaría todo.
Mirándole, quiso quedarse, protegerle tal y como había prometido el primer día que lo tuvo en los brazos, era tan pequeño, tan frágil, y ahora, a pesar de haber crecido, seguía tan necesitado de cariño. Cuanto tendría que sufrir más para poder vivir en paz.
Sabiendo que la hora de partir se acercaba, se movió de la cama con cuidado de no alterar el tranquilo sueño del adolescente, ahora con una sonrisa sincera en el rostro como no la haba visto desde hace mucho tiempo, aun incluso cuando lo observaba en la distancia, nunca, nunca le había visto tan relajado como en ese instante, y todo se lo debía a la breve visita que había hecho, o mas bien, le habían permitido, antes de una dura prueba que tenia que pasar.
- Descansa. Siempre velaré por ti – se agachó y le puso por encima una capa que llevaba, aquella que le dieran unos buenos amigos el día que se vieron y aquella que le había permitido recordar que tenia una misión por cumplir. Lo arropó todo lo que pudo, que no sufriera el frío de la mañana y así, dando un último vistazo, se despidió de su ahijado… hasta que se volvieran a ver.
*****
