Disculpen por el retraso, ya saben, los exámenes no son muy compatibles con el tiempo libre Llevo unas semanas de locuras, pero al menos, me ha compensado robar horas al sueño ya que he tenido bastante suerte con los resultados obtenidos (mucho mejores de lo que había pensado) Espero que también hayan obtenido buenas notas :D
Entre rato y rato libre he estado escribiendo este capitulo (me estoy aficionando a hacerlos largos) así que si encuentran alguna cosa extraña, échenle la culpa al estrés. Las contestaciones, como son las del los dos capítulos anteriores, están al final, ya que ocupaban mucho (eso me pasa por dejar las cosas para mas adelante, jeje)
No se me ocurre nada mas de introducción, sólo que espero que les guste el capitulo y no olviden que pueden opinar y decir todo lo que se les ocurra. Besos
Capitulo 34 Consecuencias
Llevaban rato caminando, sin decir ni una sola palabra, sólo le seguía silencioso a donde se dirigiese. Era extraño, seguir a un niño, de unos siete u ocho años que no conocías, pero que te resultaba familiar, tremendamente familiar y conocido. Seguirle en un lugar por donde no había sendas ni caminos, ni una ruta o indicación para salir. Extraño y, a la vez, se sentía tranquilo, porque… confiaba en él, perturbadora sensación para alguien a quien acababas de conocer…
- ¿Por qué piensas eso? – el niño le pregunto de repente, parándose en medio del desierto, ya que todavía no habían salido de ahí.
- ¿Pensar el qué? – Sirius se quedó aturdido, él no había dicho nada, ni siquiera había abierto la boca desde que le encontrase al regresar.
- Crees que soy un extraño para ti… - "es que eres totalmente desconocido para mi" pensaba el hombre, pero el niño continuaba hablando como si no lo hubiese oído, ahora con las manos a la altura del pecho, enfadado, y mostrando de nuevo esa mueca que tanto le sonaba a Sirius. – Te conozco más de lo que tú piensas, más de lo que te imaginas… Black – y seguidamente siguió su camino, dando así por finalizada la conversación.
- Espera, espera… - el paso del niño era bastante mas rápido que antes, y ahora se alejaba con mayor velocidad, corriendo, perdiéndose en las arenas del desierto - ¿Cómo… como sabes mi apellido? – al final le pudo alcanzar, no sin antes agotar las pocas energías que le quedaban.
Como respuesta, los labios del niño se curvaron en una sonrisa infantil… pero no dijo nada, sólo siguió caminando, ahora ya más despacio, como si quisiese que el hombre no le perdiese de vista…
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Todo sucedió a cámara lenta, el preparado, la poción que tenía, había actuado inmediatamente, incluso más rápido de lo que había pensado: todas las personas habían caído bajo los efectos del líquido, desplomándose sobre la mesa. Ahora el caos era inminente en el comedor, los profesores rápidamente habían abandonado sus puestos y se dirigían a toda prisa hacia esa zona, allí, a unos metros de él, varios alumnos se encontraban derrumbados sobre sus sillas, sumidos en una oscuridad de la que él era artífice.
En ese momento, la culpabilidad, la abrumadora realidad, le golpeó duramente, ¿cómo había sido capaz de hacer eso? ¿de servir al mago al que todos odiaban? ¿Cuando y como se había convertido en un asesino?...
Mientras miraba los intentos de la gente por reanimar a sus victimas, pudo darse cuenta de que era un cobarde, no merecía estar en la casa donde estaba, no merecía ser un Gryffindor… había antepuesto antes la seguridad de su familia a la seguridad y la vida de otras personas que conocía, e incluso compañeros y amigos suyos.
Tomo una drástica decisión, cerrando fuertemente entre sus manos el frasco casi vacío que le habían proporcionado anteriormente. Ojala su familia comprendiese por qué lo había hecho…
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"Veneno", la palabra se extendió rápidamente por todo el comedor, los estudiantes que todavía se encontraban allí permanecían mudos ante tal evidencia, preguntándose quien había sido capaz de esa acción contra varios de los estudiantes de Gryffindor, bueno, casi todos, pues los pocos alumnos que se encontraban en la mesa de Slytherin sólo sonreían y se alegraban por esa acción, lo excelente de ese caso es que no podían culparles de nada: el traidor se encontraba en la misma casa, nadie mas podía haber tocado la comida de esa mesa.
Inmediatamente después de ver caer a la primera victima, una niña de segundo año, de origen muggle, los profesores se habían puesto en acción, y no bien llegaron a ella, cuando los demás empezaron a caer… entre ellos uno de los prefectos y… Harry Potter.
Ahora, el profesor de pociones examinaba la comida y bebida de todos ellos, intentando determinar cual seria el remedio, si es que lo había, después de detectar la causa, pero todo resultaba inútil, no encontraba ni rastro de lo que pudiera solucionar aquel estado.
Dirigió sus ojos hasta la victima más cercana, de los tantos que había, estaba siendo atendida por la enfermera en medio de los delirios causados por la oscuridad que la embargada, inútilmente, pues el veneno era más fuerte y sin antídoto, causaría el daño más tremendo posible. Con los conocimientos adquiridos en todos los años de servicio a Lord Voldemort sabía que era un veneno muy potente, demasiado poderoso y que no había solución posible… a no ser que consiguieran unas gotas del líquido concentrado, no mezclado con nada, algo imposible si él que había cometido el crimen lo había agotado… Sus divagaciones fueron rotas por la voz del Director que se había acercado a donde él estaba, en un lado de la mesa de Gryffindor.
- Podemos tener algo – anunció despacio y susurrante, para que ningún otro lo oyera, cosa posible cuando el comedor entero estaba en absoluto silencio. La mirada del oscuro profesor de pociones se dirigió hacia donde le indicaba el hombre, a un extremo de la larga mesa, allí estaba un alumno de esa casa con la cara hundida entre las manos.
- ¿Él? – preguntó incrédulo, nunca había tolerado a ese chico, era todo menos valiente, a veces no se podía explicar como había sido designado en la casa de los leones.
- ¿Has averiguado algo mas? – Albus Dumbledore cambió de tema, observando los diferentes tonos de colores que tomaban los vasos de las victimas.
- Creo saber que veneno es – observó el tono anaranjado de una de las copas, finalmente el test de reconocimiento había dado resultados, no los que esperaba, pero si sabia mas que antes – Necesitamos el antídoto, si no… - no hizo falta mas explicaciones, ambos sabían lo que pasaría.
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- ¿Estas bien? – una voz conocida le preguntó, pero estaba tan abstraído en su culpa que le costó varios segundos reconocerla. Con lágrimas en los ojos, pudo levantar la mirada y encontrarse con el rostro preocupado de su hermano.
- Si, si estoy bien, no te preocupes – intentó que el otro no viese el frasco que aprisionaba entre sus manos
Desde la distancia, dos pares de ojos seguían esta escena con detenimiento, uno de ellos confiando en que todo se resolviera bien.
- ¿Seguro? Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea.
Hundió su rostro de nuevo entre sus manos, intentando que así no viera la culpa que atenazaba su corazón y que emergía al ver, a una cercana distancia, los intentos por reanimar a "sus" victimas, a aquellos a los que había envenenado.
- No, en esto no creo que me puedas ayudar – logró balbucear entre sollozos.
- Dennis, por favor – su hermano se sentó en el mismo banco – Se que todavía no confías en mi, pero quiero que sepas que, pase lo que pase, yo siempre estaré contigo, por algo soy tu hermano mayor – una sonrisa apareció en su cara.
- Incluso… incluso si yo… si yo he hecho… eso – con un gesto en la mano señaló a la zona donde estaba la enfermera y la mayoría de profesores, el resto había sido encargado de desalojar, en la medida de lo posible, el comedor, sólo quedándose los alumnos de Gryffindor allí.
Desde que había entrado a primera hora de la mañana en el comedor, Dennis se había sentado en un lado aparte de la larga mesa, rehuyendo a todo el mundo, y como el resto de la casa sabían que quería estar solo (habían visto su comportamiento la noche de su llegada, y como buscaba la soledad en las clases), nadie había cerca de esa zona, el resto se encontraban con los afectados.
- ¿Has sido tú? – las palabras dejaron sus labios como si dudara, pero no había duda, ahora casi todas las piezas encajaban – Pero… ¿Por qué?
- Por ti, y por mama y papa… ellos dijeron que os matarían si no lo hacia… no tuve mas remedio – de nuevo hundió su cabeza entre sus brazos.
Ahora todo encajaba realmente, la actitud de su hermano en el funeral de su íntimo amigo, su extraño comportamiento, y sus pocas ganas de volver al colegio… ahora todo tenia sentido.
- No te preocupes, encontraremos una solución.
- Ya no hay solución – una mirada de tristeza se dirigió hacia los cuerpo tendidos en precarias camillas hacia la enfermería – ellos… ellos me dijeron que el veneno no tiene antídoto. Ni el mejor experto en pociones podría encontrarlo… es una poción de magia oscura – le enseñó el frasco, donde unas pocas gotas quedaban – Soy un asesino… no tengo otra salida.
Ya el borde del cristal rozaba sus labios cuando la mano de su hermano detuvo el avance.
- Dennis, por favor, no lo hagas. Sólo tienes catorce años, te queda mucha vida por delante… - el tono de su hermano era sincero, a pesar de saber que era el culpable de ese crimen, todavía seguía estando con él.
La mano temblaba, tenia un gran dilema mental, por una parte la culpa de haber matado a varias personas era muy grande, pero por otra…
- Por favor – volvió a repetir Colin
Ocurrió todo en un par de segundos, muy rápidamente: en cuanto el brazo del muchacho de cuarto año bajo hasta la mesa, apareció el director al lado y el profesor Snape apresó el frasco y se fue rápidamente hacia las mazmorras, desapareciendo para preparar el antídoto, todavía estaban a tiempo.
- Señor Creevey, ha hecho lo que debía – dijo Albus Dumbledore dirigiéndose al menor de los dos hermanos, les habían estado observando durante todo el proceso, dispuesto a intervenir si hubiese hecho falta.
- Merezco la expulsión – Dennis seguía con la mirada baja, no queriendo enfrentarse con los profundos ojos del director.
- Acompañadme ambos a mi despacho, tenemos que hablar de todo lo que ha sucedido.
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Así, sin que nadie se diese cuenta de lo que había pasado, abandonaron el comedor el director y esos dos alumnos de Gryffindor. Nadie murmuró nada, nadie sospechó nada, pues… nadie había visto nada: al sospechar de ese alumno en particular, el director había lanzado un potente hechizo sobre esa parte del comedor para que todo el mundo pensase que estaba vacía… así pues, nadie iba a descubrir lo que sucedió aquel extraño día… hasta mucho tiempo después…
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La enfermera del colegio caminaba nerviosamente de una a otra parte del lugar. Continuamente consultaba el reloj que portaba y miraba hacia las camas ocupadas, estaba tardando mucho y tenían muy poco tiempo.
Desde una de las camas se escuchó un quejido, el veneno estaba avanzando, rápidamente se encaminó hacia allá y aplicó una toalla húmeda sobre la frente del enfermo, el cuerpo tenía una temperatura bastante más superior a lo normal: una de las etapas finales del proceso.
El resto de los componentes de la casa de Gryffindor se arremolinaban fuera de las estancias, después de haberles tenido que echar de ahí por el bien de los enfermos, ya que no le dejaban trabajar con la paciencia y tranquilidad que se requería en esos casos. Sólo dos excepciones se habían permitido, la otra prefecta y la hermana del otro prefecto, esta ultima aquejada de una extraña dolencia en el estomago causada por haber bebido unas gotas de la bebida envenenada, no las suficientes para caer en el grave estado de sus compañeros, pero si para estar en la enfermería.
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Hermione, sentada junto a una cama, estaba pensando muy profundamente, recurriendo a su memoria para intentar buscar la causa, recurriendo a todos sus conocimientos para descifrar lo ocurrido, y una pregunta rondaba por su mente insistentemente ¿Por qué ella, siendo hija de muggles, no había sido afectada cuando el resto, a excepción de sus dos mejores amigos, lo eran? Aunque… se extraño al pensarlo, ese día se había sentado en otro lugar, en el sitio de Ginny, y esta en el suyo, ¿significaría esto algo?
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El ruido de la puerta de la enfermería golpeando fuertemente la pared le sacó de esos extraños pensamientos. Allí, en el marco de la puerta, se encontraba su profesor de pociones, Severus Snape, portando lo que parecía ser un caldero humeante.
La enfermera Pomfrey corrió como un vendaval desde el otro extremo de la enfermería hasta la puerta, agarró lo que le daba su compañero y, con un suspiro de alivio, se dirigió hacia su mesa de trabajo, dispuesta a preparar las soluciones necesarias para la recuperación de todos sus pacientes.
Sin llegar a oír las gracias de parte de la enfermera, el oscuro profesor abandonó la estancia, camino del despacho del director, había algo importante que comunicarle antes de partir (la marca de su brazo izquierdo estaba ardiendo desde hace un rato, justo después de lo sucedido en el comedor), y es que había visto y oído algo que le había perturbado, algo muy conocido y algo que, verdaderamente, nunca habría creído volver a ver… no hasta esa noche, sus dudas ya estaban casi despejadas y necesitaba saber que había ocurrido exactamente una noche de hace mucho tiempo atrás.
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Una lechuza negra surcó el cielo en las primeras horas de la mañana de ese día. En sus patas llevaba enrollado un pergamino y, nadie mas que ella, conocía la localización del remitente, cualquier otra lechuza que intentase enviar algún mensaje se encontraría con que su sentido innato para localizar a las persona seria anulado, no por algo un hechizo de magia oscura protegía la mansión y a la mayoría de sus ocupantes.
Dio un giro completo, centrándose en una gran extensión de terreno inhóspito, una tierra llena de malas vibraciones… exactamente lo que ella buscaba.
De repente, una figura vestida de negro apareció frente a ella, cubierta totalmente con una capa oscura, sin entrever rasgo alguno, encima de la escoba se enfrentó a la lechuza. Defendiendo como podía el mensaje a entregar, el animal lanzó a diestro y siniestro sus garras y, pese a toda la fuerza de la que era poseedora, no pudo impedir que el otro mago le atrapase… a ella y al mensaje.
- Shhh, calma, no te voy a hacer nada – con una mano, el desconocido intentaba calmar a la lechuza, que se debatía entre sus brazos, por su tono de voz parecía un hombre que había visto y conocido mucho de la vida – Shh, pequeña… - ya no pudo escuchar mas, puesto que un hechizo susurrado por el mago la sumió en un profundo sueño.
Lentamente, tras comprobar que todo iba según lo planeado, el mago aplicó otro hechizo al animal, uno que le avisaría cuando saliese nuevamente de Hogwarts, todavía no sabia quien era el espía que tenían dentro, pero pronto lo averiguarían.
Aterrizó lentamente cerca de un lugar bastante lejano de donde se dirigía, manteniendo el rumbo de la escoba con una mano, y con la otra a la lechuza dormida, encontrándose con el resto de sus compañeros de la orden del fénix.
- Kingsley, yo la cuidare – una bruja joven se adelantó al frente de todo y cogió con sumo cuidado la lechuza que su compañero había capturado, era Tonks, casi ya recuperada de sus heridas.
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- ¿Descifráis algo? – otro de los aurores encargados de la misión se interesó en el pergamino que ya habían desenrollado de su lugar. Escondidos en una casa abandonada intentaban desbaratar algunos de los planes de Voldemort.
- Esta protegido igual que las demás – dictamino el mas veterano de todos ellos, pasando por encima del pergamino extendido su varita – El espía es poseedor de una gran magia… uhmmm….parece que la ha incrementado… Esperar… - todos los rostros se volvieron rápidamente, centrando su atención en la mesa, bueno, casi todos, puesto que la única mujer que formaba parte del grupo todavía se encontraba cuidando a la lechuza en un rincón, apartada de los demás.
- ¿Qué es lo que pasa Moody? – preguntó alguien, pero consiguió como contestación un profundo y largo silencio por parte del auror.
- No, no es posible… - murmuró viendo formarse un mensaje, cuando ya casi estaba completo, su rostro se palideció y, en una voz que no admitía replica alguna, gritó una orden tajante – Fuera todos de aquí, váyanse… ¡Rápido!, nos han descubierto…… Era una trampa… - no pudo acabar la frase, un humo empezó a salir del pergamino, llenando la habitación con un gas venenoso, casi imposible de detectar a primera vista - Kingsley – llamó al que tenia mas cercano, el resto había desaparecido ya del lugar.
Kingsley Shackebolt paró su carrera hacia el exterior, dispuesto a escuchar lo que le tenía que decir Alastor Moody. Este ultimo venia tosiendo, había recibido el gas de pleno, venia tosiendo y apoyándose en las paredes, buscando un apoyo para no caer.
- Kingsley… vaya a Hogwarts… están en peligro… hoy… veneno… no… esa no era la amenaza… irán a por él… sus planes son… quiddicth…partido…febrero… - con esta ultima palabra, Alastor se desplomó en el suelo, frente a un dubitativo auror, puesto que no tenia suficiente tiempo para las dos cosas que había que hacer: avisar a Dumbledore y llevar a Alastor a San Mungo para curarle.
Se agachó, tapándose la cara con parte de la capa que llevaba, y arrastró el cuerpo de su compañero lejos de la amenaza. Después, conjuró un escudo protector sobre él y, echando un último vistazo, se dispuso a desaparecer del lugar… ya volvería mas tarde, las prioridades había que respetarlas, y era la lucha contra Voldemort lo más importante.
Nadie se acordó de que quedaba un miembro más en la casa, alguien que la mayoría de sus compañeros consideraban algo torpe, pero que ella se definía como patosa pero eficaz. Ella era Nymphadora Tonks, una joven auror, perteneciente a la orden del fénix desde hacia poco tiempo, no tan experimentada como la mayoría de los que hay había, pero si espabilada, y todavía buscaba alguna oportunidad para demostrar que estaba a la altura de lo que se requería en la lucha contra el mal.
Una vez que la mayoría del humo se disipó, pudo salir de su escondite, llevaba con ella a la lechuza que había estado cuidando, y tomando el pergamino, ya inofensivo, de la mesa, y agarrando de la túnica el cuerpo inmóvil del otro auror, desapareció de allí.
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Nunca había caminado por esos pasillos, a pesar de todos los años que llevaba allí, lo que demostraba que el castillo era sumamente grande y complejo: los fundadores habían elegido un buen emplazamiento para el colegio.
Conforme avanzaba, aparte de darse cuenta que entraba en una zona desconocida, también comprobaba que las dudas que tenia se estaban disipando rápidamente, que había sido una locura hacer lo que había hecho… ahora lo comprendía, demasiado tarde…
- Director ¿se recuperarán? – preguntó con tímida voz, esperando que la respuesta fuese afirmativa.
- Si señor Creevey. Hemos llegado a tiempo – Dumbledore se paró en ese momento frente a una gran gárgola de piedra: la entrada a su despacho - Merengues de regaliz – dijo, y la estatua se movió para dar paso a una escalera que no paraba de moverse.
En cuanto pasaron todos, con un golpe, la entrada al despacho del director se cerró tras ellos.
- Acomódense – señaló los sillones que estaban a un lado de la mesa, mientras él se sentaba en el otro extremo – Dennis, cuéntame como ocurrió todo – los penetrantes ojos del director se clavaron en la figura del estudiante de cuarto curso, pero en vez de darle temor, le infundieron una tranquilidad que le permitió hablar de sus miedos ocultos.
Sintiéndose además protegido por su hermano, que le daba ánimos para hablar, comenzó su relato: cuando y como se había enterado de que su mejor amigo (su vecino de toda la vida) era un aprendiz de mortifago, y como le obligaron a realizar "aquello" de lo que ahora se arrepentía.
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- "La ola de frío que permanece cubriendo Europa desde hace unos meses es un gran misterio para los científicos expertos…" – la televisión seguía dando las noticias, aunque nadie la escuchaba: los dos muchachos que estaban en el salón se ponían al día de sus vidas, hacia mucho tiempo que no se veían y ese era el primer día de vacaciones de navidad, había que aprovecharlo bien - "…Las temperaturas descenderán mas estas fiestas…"
- No se de que se quejan, en mi nueva escuela hace mas frío que aquí – comentó uno de ellos, se veía que estaba ya acostumbrado al frío ya que portaba una camiseta de manga corta, al contrario que su invitado, que todavía permanecía con un jersey encima.
- ¿Dónde esta tu colegio?, Todavía no me lo has dicho – preguntó Dennis, frotándose las manos, en un intento de conseguir calor.
- Bueno… es difícil de decir… digamos que esta algo lejos de aquí. No como la tuya, esta muy cerca de aquí – el otro muchacho sonrió al ver que recordaba ese dato, falso ya que no podía decir donde realmente estudiaba.
- Si, Cambridge esta muy cerca. No se por qué tus padres te han cambiado de colegio.
- Ya sabes como son, además, fue por asuntos de trabajo – pareció que recordaba algo – Y lo están haciendo muy bien…
En ese instante, algo llamó poderosamente la atención a Dennis, un ruido, como un aleteo, pero… no podía ser, a menos que…
- ¿Lo has oído? – se levantó y se dirigió rápidamente hacia la ventana, justo a tiempo para ver como una lechuza penetraba en una de las ventanas de la casa, donde se encontraba el despacho del padre de su amigo. Sin esperar respuesta, salió del salón y corrió hacia la habitación contigua.
- Dennis, para. No es lo que piensas… - sus suplicas no sirvieron de nada, Dennis ya había visto lo suficiente para averiguarlo todo.
- Pero ¿que tenemos aquí? – en el despacho de su padre había una persona mas, una mujer con una larga capa negra, y, sobre la mesa, una mascara blanca, signo inequívoco de lo que era. Arrastraba las palabras, produciendo así un estremecimiento a sus oyentes – No sabia que tuvieras tratos con muggles – se dirigió desafiante hacia el otro hombre, el padre de Stephen, que revisaba unos planos encima de la mesa, y miraba con cara de sorpresa a su hijo y a su amigo.
- Dennis… vamonos. Te lo puedo explicar – alguien le tiraba del jersey, pero estaba tan sorprendido que no se dio cuenta.
- No, ambos se van a quedar aquí – con un golpe de varita, la mortifaga cerró la puerta – Nos vamos a divertir un rato, hace tiempo que no torturo a un muggle – su mirada se clavó en el invitado sorpresa – Y así aprenderás – se dirigió al otro joven de la habitación – a que los siervos del Señor Oscuro no tienen que hacer tratos con los muggles…
- Malditos mortifagos – exclamó Dennis mostrando su rabia en las palabras, y se encontró con tres pares de ojos mirándolo, sólo los que conocían el mundo mágico sabían esa palabra, lo que demostraba que no era lo que aparentaba ser.
- Uhmm… parece ser que el niñito es un mago… - la mortifaga le evaluó de arriba abajo, pensando en las posibilidades que eso le daba.
No supo bien como logró escapar de la casa, sólo que la furia de descubrir lo que su amigo era le había dado fuerza suficiente para empujar a todos y escaparse por una de las ventanas que tenia el despacho. Por fortuna, este se encontraba en la planta baja de la casa, y no hubo que lamentar grandes daños, sólo unas raspaduras en los vaqueros al aterrizar en los matorrales que había abajo. Siguió corriendo durante un buen rato, sin pararse a pensar en lo iba a hacer a partir de entonces. Se paró para tomar el aire que reclamaban sus pulmones y entonces lo decidió: no diría nada a nadie, confiaba en poder convencer a su amigo de que lo que estaba haciendo estaba mal, él ya había visto lo que causaba el poder del mal en su escuela, y esperaba que, a finales de vacaciones, Stephen reflexionara y no siguiera formando parte de las filas del Innombrable. Eso era lo que pensaba mientras andaba mas calmadamente camino a su casa, unas calles mas abajo… lo que no sabía era que todo eso terminaría bastante peor de lo que había pensado.
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Unos días mas tarde, cuando las vacaciones ya casi estaban acabando, un grupo de aurores frustró el ataque al callejón Diagon, cosa que no se vio reflejada en los periódicos ya que estos estaban mas centrados en las inminentes elecciones a ministro de magia que se realizarían pronto. No hubo muertes en ninguno de los dos bandos, y se logró detener a varios miembros del lado de Voldemort para enviarlos inmediatamente a la prisión habilitada para ellos. Estas desapariciones, para no causar inquietudes tanto en el mundo mágico como en el no mágico, fueron encubiertas como "accidentes" y se celebraron funerales para dar más credibilidad, algo de lo que muchos aurores se encargaron…
- Dennis Creevey, si no me equivoco – una mano se posó sobre su hombro. Reconocía la voz, la ultima vez que la había oído fue cuando averiguó que su amigo, que ahora yacía en la fría tierra, era una de las seguidoras de Voldemort – Tenemos que hablar – mas que una suplica era una orden difícilmente rechazable, acompañada de la amenaza de una varita clavándose en su espalda.
Ambos se dirigieron hacia un espacio del cementerio, donde nadie les podía oír. Mientras caminaban, el adolescente pudo observar que había algunos mortifagos vigilando el funeral, estaban bien escondidos.
- Me he enterado que vas a Hogwarts – acababan de llegar a la parte mas alejada del cementerio, nadie les encontraría allí – Y estas en Gryffindor – concluyó con una maquiavélica sonrisa en la cara - Así que, tengo un encargo para ti – de los pliegues de la capa sacó una botella pequeña llena de liquido – Y si no accedes, tu familia… - la varita describió un arco cerca de su cuello…
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- El resto de la historia ya la conocen – Dennis terminó el relato con los ojos húmedos – Yo… yo no quería hacerlo, pero me mandó muchas amenazas los últimos días, y la ultima… fue… - se volvió hacia su hermano que estaba a su lado - … fue una descripción minuciosa de lo que iba a haceros… era horrible…- se cubrió la cara con las manos.
Su hermano se levantó de su asiento y le abrazó muy fuerte, juntos afrontarían las cosas como fueran.
- Si, desgraciadamente la sombra de Voldemort es muy larga – el director miraba a los dos muchachos que tenia enfrente, las cosas empezaba a ser mas graves que en el primer reinado del mal. – Haremos lo que podamos para impedir… De momento, daré instrucciones para poner a salvo a sus familiares más directos. No se preocupen, todo va a salir bien. Vayan a descansar ahora – con un gesto indicó la salida.
- Gracias profesor Dumbledore – se despidieron, pero antes de cruzar la puerta totalmente, un rayo impactó en ambos, y cuando se volvieron para preguntar el por qué estaban en el despacho del director, este les devolvió una sonrisa inocente y les recomendó ir a sus dormitorios a recuperarse, por lo visto se habían desmayado en el comedor…no recordaban nada de lo sucedido, ni nada referente a aquel asunto.
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En cuanto comprobó que los dos jóvenes gryffindors estaban ya lejos, Albus Dumbledore sacó el pensadero que guardaba en uno de sus estantes y se dispuso a almacenar lo ocurrido en esa ultima media hora en el despacho. Si, las cosas estaban avanzando mas deprisa de lo que hubiera querido, la guerra era mas sangrienta y despiadada que la anterior, aunque… todavía había esperanzas, una pequeña esperanza para que las cosas no se desbordasen… con sus ojos cansados miraba la imagen que se había aventurado al frente de todo.
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- ¿Quién… es… exactamente… ella? – gritó pronunciando cada palabra con furia el profesor de pociones al entrar al despacho, su enfado era mucho y eso no era muy bueno.
- Ah, Severus – le contestó el director, subiendo los ojos desde el libro que estaba consultando, daba gracias interiormente de haber guardado en su sitio el pensadero unos minutos antes.
- Quiero una respuesta. Ella tiene una marca.
- ¿De que hablas? – cada vez entendía menos de lo que hablaba el hombre.
- Ella… ella no es quien dice ser… o quien le han dicho que es… Alguien me contó una vez que TODAS las mujeres de su familia tienen una marca en el hombro. EXACTAMENTE la misma que tiene ella – se aferraba con una mano su brazo izquierdo, la marca tenebrosa seguía doliéndole bastante, pero antes tenia que resolver ese asunto – No iras a decirme que es simple casualidad ¿verdad?... Si, se parecían mucho, no era extraño que confiara en su mejor amiga para cuidar a SU hija. Nadie se daría cuenta…
- Severus, por favor, calmate – el profesor se estaba alterando mucho y eso no era nada bueno.
- Además… murmuró algo a causa del veneno, algo como averiguar quien fue su verdadera madre…Si es quien pienso que es…
- Es peligroso tanto para ella como para todos – terminó la frase el director. Cada vez había mas preocupaciones – Yo también lo sospeche la primera vez que la vi – invocó con la varita un objeto pequeño, el mismo que recogió un día de finales de julio, cuando llegó inesperadamente. - ¿Lo reconoces verdad?
- No puede ser… es imposible… - muchos recuerdos llegaron a su mente en esos segundos, recuerdos que intentaba olvidar, como todo lo que se refería a su vida anterior, antes de… Se mordió los labios a causa del dolor, la marca lanzaba un recordatorio más fuerte, tenia que ir al llamado rápidamente, antes de que sospechasen…
- Cuando vuelvas lo resolveremos… - dijo el director antes de ver desaparecer a su profesor de pociones del despacho, tras tomar el traslador preparado para esos casos.
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No terminarían los sustos ese día, ya que nuevamente se requirió su presencia en otro lugar, Fawkes, el fénix que tenia y que había permanecido dormido hasta entonces, le indicó que un miembro de la orden se quería poner en contacto con él…
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- ¿Nunca sale la luna aquí? – preguntó Remus a su acompañante, ahora es cuando se daba cuenta de ese extraño suceso.
- No… y es mejor así – respondió el niño, mordiéndose ligeramente el labio inferior, de nuevo había hablado de mas.
- ¿Por qué?
- Pues… pues… porque… porque es así… - dijo enfadado.
Viendo que no le iba a resolver ese misterio, el adulto decidió pasar a otro tema.
- ¿Sabes donde están tus amigos? – eso atrajo la atención del niño, que se había encerrado en si mismo.
- Mas o menos – respondió con optimismo en la cara – Ellos se escondieron para que les buscase, están en lugares donde me da miedo entrar – volvió su rostro a Remus – por eso me tienes que ayudar. Yo no se solo. Necesito ayuda.
- Pero… no sabes quien soy, no sabes si soy buena o mala persona… no sabes cómo soy realmente.
- No lo necesito, te conozco más de lo que imaginas, más de lo que piensas… - dijo riendo y traspasó una barrera que se alzaba en uno de los extremos del desierto por donde caminaban.
La risa infantil resonó el breve tiempo en que le costó al hombre llegar al lugar por donde había salido el niño, en su interior se estaba formando una teoría, algo extraña si, pero ese lugar parecía que desafiaba todas las leyes existentes del universo.
Traspasó la barrera con temor, pero después se dio cuenta que no se alejaba mucho de traspasar una fina cortina de agua.
- Has tardado mucho rato – le saludó un niño de unos diez años, a simple vista no parecía el mismo niño de antes, pero sus ojos y pelo claro indicaban que si era así. En ese instante comprobó que su hipótesis podía tener sentido, se parecía mucho a…
- ¿Cómo?
- Era la consecuencia de pasar a este lado – con una mano se echó el pelo hacia atrás – Todas las decisiones que tomamos tienen consecuencias, unas malas, otras buenas, otras no tan favorables para nosotros, pero todos los actos, absolutamente todo lo que hacemos tiene consecuencias. Incluso lo que pareciera que no influye en nada, cualquier cosa que hacemos, después influye en nuestra vida… - señaló con una mano a su derecha, ahí se veía la imagen de una estación… y una gran locomotora roja se alzaba en el centro. El anden parecía lleno de gente, muchos niños de diversas edades empujaban carritos con baúles dirigiéndose a los vagones; otros, en cambio, se despedían de sus familiares, y, particularmente uno, se veía perdido dentro de los pasillos del tren… hasta que entró a un compartimiento donde encontró a tres niños mas de su edad, los cuales le saludaron con entusiasmo, invitándole a entrar y estar con ellos…
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Colores, cuerpos difusos, formas que no lograba descifrar, remolinos desconocidos que volaban de aquí a allá… Todo le daba vueltas sin parar…
Había pasado de una oscuridad, de un lugar donde el negro gobernaba a ese otro estado extraño, donde por mas que intentase enfocar la vista, se encontraba con… nada, nada concreto.
Además… sentía que la temperatura de su cuerpo estaba bastante mas elevada que de costumbre, el calor era cada vez mayor, y eso era, quizás, lo que hacia que se sumiese en la inconsciencia, y en el delirio…
Unas formas se empezaron a dibujar, al principio eran extrañas, colores, rojos, dorados, verdes, negros… predominantes... hasta que delimitaron unos rostros que inmediatamente reconoció, eran sus amigos, sus padres, sus seres queridos… pero… no, no podía ser… se alejaban.. y él no les podía alcanzar… estaban demasiado lejos y, aunque hacia un esfuerzo, alzando la mano para intentar tocarlos, una barrera se interponía entre él y los demás.
Quiso gritar, pero la voz no se oyó, no tenia fuerzas para decirles que no le abandonasen, no de nuevo, no quería estar otra vez solo, como en sus primeros años. Que no se fueran ahora, pues una vez conocido el amor, el afecto…una vez conocida la amistad… era más difícil despedirse de todo aquello…
Su mano quedó suspendida mientras veía como el viento arrastraba las figuras dibujadas de sus amigos, eso era lo que mas valoraba ahora, y lo que hacia que siguiese hacia delante… una vez que los demás se habían ido…
- Ron… Hermione… no me dejéis solo… - suplicó al espacio ahora vacío, nadie estaba excepto él… Mientras intentaba alzar su voz, sintió como algo le tocaba los labios, algo húmedo, algo tibio… un liquido que no sabia de donde provenía.
De pronto, la oscuridad que se había apoderado del lugar empezó a disiparse, despacio, pero sin detenerse… y pudo escuchar unas voces, al principio algo lejanas, pero después, claras y con la sensación de ser conocidas.
- Pero ¿quien ha podido hacer esto? – decía alguien cerca de él.
- No se, pero el veneno era de magia oscura. Se lo oí decir a la profesora McGonagall – otra voz, igualmente femenina, le respondió. Ambas parecían estar en medio de una conversación.
Una de ellas dijo algo que no pudo distinguir muy bien.
- Se pondrá bien, te lo aseguro, él es muy fuerte – en su voz se escuchaba determinación en lo que decía –Y, además, no creo que un simple veneno pueda con… - de nuevo una palabra que no pudo escuchar ya que se alejaban andando.
Dudó un poco antes de abrir los ojos, se encontraba muy bien así, no sabia lo que le había ocurrido, pero era como si acabase de despertar de una pesadilla y ahora estaba en el estado de paz que antecede al despertar.
- Ron ya se ha despertado – una de las voces anteriores se escuchó cerca de él, ahora la reconocía, era Hermione y se dirigía a alguien más que se encontraba cerca. Unos pasos la acompañaron al lugar de donde había venido.
Después de unos segundos de silencio, dos, no, tres personas corrían hacia la cama donde estaba tumbado y con los ojos cerrados, disfrutando del descanso y del sueño reparador.
- ¿Qué tal esta? – una mano se posó sobre su frente.
- Ya esta recuperado – esa era la voz de la enfermera – No tiene fiebre y no delira. Ahora sólo necesita descansar, ¿saben si ha dormido bien estos últimos días?... – los acompañantes balbucearon que si, según tenían entendido ellos.
Con una rápida despedida, la señora Pomfrey se alejó para seguir revisando al resto de sus pacientes, que evolucionaban mejor de lo que ella había previsto: o el antídoto era sumamente eficaz, o se habían equivocado al catalogar el veneno como mortal.
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Al día siguiente, la escuela ya había recuperado, en parte, su desarrollo normal, las clases seguían su curso, y todos habían dejado atrás el incidente ocurrido en el comedor, ya que no había pasado nada importante, no había sido tan grave como se imaginó al principio, ahora todos estaban perfectamente, exceptuando la enfermera, que descansaba en una cama después de todo el trabajo que había hecho.
Así pues, todo se reanudó:
- Ha sido un gryffindor, de eso estoy seguro – exclamó alguien de forma airosa en medio de la discusión que estaban manteniendo en una habitación de la séptima planta, el llamado Cuarto del Requisito, lugar que sólo conocían los pocos que hay estaban en esos momentos.
- No puedes decir eso, nadie vio nada – Hermione intentaba, de nuevo, que se calmasen los ánimos y lanzaba miradas furiosas a los que tenia al lado, Harry y Ron, ya que no la ayudaban en nada, puesto que estaban enfrascados en una charla sobre el entrenamiento que iban a tener al día siguiente, donde se ensayarían las tácticas definitivas para el primer partido de quiddicth, bueno, eso era lo que parecía estar haciendo unos momentos antes.
- ¿Qué te hace pensar que no fuera uno de vuestra casa? – volvió a preguntar Zacharias Smith, era uno de los que había iniciado las discusiones, puesto que su hermana se encontraba en esa casa, era una de las personas que había entrado nueva ese año.
- Porque… porque….
- Porque no podemos culpar a nadie sin tener pruebas – dijo tajante Harry levantándose, harto ya de que la reunión no avanzara y, acordándose en ese instante de su padrino y de su injusto encarcelamiento – Y, una palabra mas, y se suspende la reunión. No hemos venido hoy para discutir el intento de envenenamiento – hizo un gesto con la mano para que le dejasen terminar – nadie ha resultado herido, así que no debemos preocuparnos mas de ese asunto.
- Y… ¿si lo vuelven a intentar?
- No creo, los profesores están ahora mas atentos en lo que se refiere a la comida y bebida, no permitirán que nadie haga cosas extrañas en las mesas, además, Voldemort – unos cuantos presentes temblaron ligeramente al oír el nombre, pero ya eran menos que la ultima vez – no es tan descuidado, intentara otras formas de atacarnos… de forma mas directa como esta ¡Expelliarmus! – de un rápido giro, mandó el hechizo a uno de sus compañeros mas cercanos.
La maldición de desarme rozó apenas a Ron, se había apartado justo a tiempo, y el rayo impactó en la pared que tenía detrás suyo. Pero no le dejó descansar, otro rayo rojo se acercaba a él. El resto de la sala se fue apartando poco a poco para no resultar herido, pues parecía que ambos estaban luchando con todas sus fuerzas. ¿Qué estaba pasando ahí?
Uno y otro repelía el ataque del contrario y contraatacaba con otro hechizo, se veía todo tipo de hechizos de ataque y de defensa, aprendidos tanto en las clases como en las reuniones que mantenían semanalmente, la lucha era feroz, pero sin llegar a causar daños mayores.
Así siguieron largo rato mientras el resto les observaba atentamente, no por algo eran los que tenían el dominio mas avanzado en los duelos y en la aplicación de los hechizos, y por lo que estaban viendo, al rato de empezar, no se intentaba dañar al contrario, sólo enseñar lo que se sabía.
Una vez que decidieron terminar, o mas bien, se obligaron a parar debido al cansancio, aclararon porque lo habían hecho (era bueno tener reflejos, ya que nunca sabes lo que te puede suceder) y les dijeron que se pusieran en pareja para ensayar algunos de los contraataques de los que se había hablado antes del duelo, a la vez, y para descansar, los duelistas se sentaron en el suelo para comentar los fallos y errores que habían observado a lo largo de la demostración.
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- La próxima vez me avisáis antes – les dijo Hermione algo enfadada con ellos, hasta entonces no les había dirigido la palabra a ambos. Estaban saliendo de la sala, siempre eran los últimos en abandonarla, caminaban de vuelta a la torre, era tarde y al día siguiente tenían clases, había que descansar un poco.
- No hubiera sido una sorpresa.
- Opino lo mismo que Harry, queríamos sorprendieron a todos. Además… así he visto como te preocupabas de mí… ¿verdad? – se acercó un poco mas a su amiga.
- ¿Seguro? – con una sonrisa se alejó de ellos, quería dejarle con esa duda a Ron, pero de verdad se había preocupado bastante al principio del duelo, hasta que había descubierto que todo era una demostración calculada.
- ¿Qué ha querido decir con eso?
- Ron – Harry le dio una palmada en el hombro – No te preocupes, son cosas de mujeres. Además – se acercó a su oído – ya veras que la próxima vez no se da cuenta tan pronto.
- No se, es Hermione… y ya sabes como es. Nulo modo – pronunció la contraseña de acceso a la torre de Gryffindor, en todo el camino no se habían encontrado con nadie más
- Si, queridos, pueden pasar. Pero ya saben, nada es imposible – la Dama Gorda les permitió el paso.
Siguieron hablando en la sala común (como habían previsto, esta se encontraba vacía), esta vez si, del próximo partido que tendrían dentro de unas semanas, de las montañas de deberes que ya tenían (y eso que se encontraban solamente en los primeros días después de volver de las vacaciones de Navidad) y de cualquier tema que les surgiese hasta que les entró el sueño y se fueron a dormir.
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Final del capitulo… en algún sitio tenia que terminar, porque si no, estoy iba a ser demasiado, demasiado largo. Por cierto, hay un guiño perdido en alguna parte del capitulo, a ver si son atentos y lo encuentran :-D Besitos.
Reviews (muchas gracias a todos por escribir… cuanto trabajo acumulado):
Alejandra Vigo = Muchas gracias. Y, bueno, Sirius y Remus todavía tienen "ciertos" asuntos que atender (como se ha visto en este capitulo) pero pueden regresar cuando menos te lo esperas… (música de misterio) Besos.
Syringen = Reeview 1: Puede que si, puede que no :P, esos niños todavía van a dar mucho que hablar (aunque creo que en este caso, la mayoría va a estar muy cerca de la solución, jeje) Reviews 2: Muchas gracias por la felicitación, si, me lo pase muy bien (por algo era uno de los últimos días de la uni, pero por otra… empezaban los exámenes…. Triste, una no puede celebrar como se debería su cumple desde hace unos años) Lo de quien dice y que hace que… aaaa, ya mas adelante te darás cuenta, jeje. Bien, Draco mató a… una chica (¿crees que te lo iba a decir? Jejeje) bueno, si "mat" a alguien. Era una visión hecha por el Lord para sacarle sus miedos ocultos y destruirle las cosas que pudiera interferirse entre él y su servicio de mortifago… una especie de prueba, así que, "ella" no esta muerta, y Draco se ha rendido al poder del mal (vaya, quien lo diría – tono irónico-) Y el final… sin comentarios. (pero por aquí tengo unas cuantas demandas de aseguradoras por ataques al corazón y todo eso, jeje). Lo de tardar… me remito a la nota inicial del capitulo. Y lo dicho: no te preocupes, deja reviews cuando puedas (y te deje tu ordenador), conozco los problemas de tener poco tiempo (si es que solo me ha dado tiempo de escribir esto, nada más…) No te podrás quejar, este capitulo es largo. Besitos.
jessytonks = Reviews 1: Intento escribir cuando puedo y en los ratos que tengo libres (es mas, tengo muchas ideas y cosas que no esperáis, jeje), así que todavía le queda mucha vida al fic :) Review 2: Espero que no te haya dado un ataque al corazón, jeje. Doy sustos, pero ya no tantos como antes. Capitulo largo también esta vez (como habrás podido ver) Espero que te siga gustando (ah, y gracias, me ha servido para bien la suerte) Besos.
)3âD)3ÿ666 = Saludos :) creo que tu ligera idea coincidirá con la mayoría, jeje (no creo que os sorprendáis de quienes son… ¿o si?... ya veremos, jeje) Y como le digo a alguien antes, la historia va a ser bastante larga (si no fíjate por la fecha en la que nos encontramos) (cof, coff, creo que a este paso el verdadero libro seis saldrá antes de terminar yo esta historia, jejeje) Y mi idea es hacer la continuación, el séptimo libro ya que tengo bocetos e ideas de lo que sucederá después (… hay muchas cosas escondidas en esta historia y que sirven de base para lo que sigue… .… ya tengo cosas previstas, sólo hace falta acabar este, jeje) Besos y espero que tb te haya gustado este capitulo.
Gabriela de Black = Muchas gracias también por los dos reviews. Cuando empecé con esta historia no tenia mucha confianza en que gustase, y ya ves, ahora se ha convertido en una de mis favoritas :) (no hago otra cosa que pensar en el desarrollo). Besos y espero que te haya gustado el cap (y no sea tan confuso como el anterior, jeje)
Zonko = ¡!!Hello y bienvenido al fic!!! Que ganas, yo no se si seria capaz de leerla toda entera ahora… son muchas hojas… uff, como pasa el tiempo desde que empecé. Y lo del principio, te doy la razón, eso siempre suele pasar, y ya ves, ahora ya estoy a mi aire (se nota lo trascurrido) Y ¿misteriosa yo?... ¿Por qué?, jeje, si bueno, lo reconozco, ¿será por el tipo de novelas que me gusta leer? ¿será por las películas…? Hay muchos factores que influyen, y tb que me encuentro a gusto escribiendo de este modo (aunque no aparto a un lado los demás, me gusta experimentar las diferentes opciones, pero si, en este fic me encuentro muy a gusto, no por algo es mi preferido :) ) Y no creo que deje de escribir, ya que lo que escribo es lo que me gustaría a mí leer, así que verán la finalización (algún día) de esta historia (interminable) (aunque ver que a la gente le gusta da muchos ánimos más) Besos y espero que te siga gustando
Alexander Carballo = Muchas gracias por los reviews :D Sabes, has ido justo a los extremos, la de la profecía fue la primera historia completa que escribí (y me digne a ponerla en la red) y la de prisionera ha sido la ultima completada (no cuentan las que están en proceso) Ya ves lo que hace la experiencia… creo que cada vez se va encontrando un estilo propio. Review 2: ¿A medio Gryffindor?... uhmmm, no me des mas ideas, jeje (ya has visto, no ha sido realmente nada grave ¿o si?... conmigo nada es seguro, jeje) Lo que fue… daba pistas antes, y ya has podido ver lo que era. Cuando tenga tiempo, ya me pasare por tu fic, no te preocupes que algún milenio de estos lograre ponerme al día de todos y dejar mis comentarios por ahí :-) (cuantas cosas se acumulan…) De nuevo muchas gracias por leerme y espero que te siga gustando la historia. Muchos besos.
LoOnYMeCh! = No, no te has equivocado de fic, jeje. Esa parte esta reservada para algo especial (Hermione tiene muchos secretos escondidos) Si, yo tb tengo a veces problemas en ubicar las cosas ya que sigo muchos fics (bueno, lo hacia antes de caer en el pozo de los exámenes) Voy a tener un veranito movidito. Espero que te siga gustando, a pesar de lo largo que se esta poniendo, jeje (al pasar de las cien hojas no me creía, al llegar a las 200, me quede .… y vamos camino de las 300… si alguien me lo dice antes, no me lo creo). Besos.
Karin = Muchas gracias, pero no creo que llegue a ese honor, Jk es inalcanzable, jeje. Ah, y que rápido lees, como no es cortita ni nada la historia… Ah, y ya no vamos por las vacaciones de Navidad… ahora estamos en la primera semana (un poco mas) del segundo trimestre, jeje, ya se ve que a esta historia le queda cuerda para rato (queda mucho por escribir) Y Fred y George, pues… la mayoría de las cosas que hacen las hacen sin mi consentimiento, parecen que tengan vida propia, ¡es verdad aunque no te lo creas!, . Son muy, muy como ellos, y les esperan muchas cosas que hacer en el colegio (que ganas de volver a la escuela). Lo de las advertencias, fue porque en las fechas en las que empecé a escribir esta historia (meses ha – nueve meses - , el quinto libro estaba sólo en ingles, así que mucha gente todavía no sabia lo que había ocurrido (yo me lo leí en pocos días, y eso que ingles no es una asignatura que me apasiona mucho… bueno si, dependiendo de que es, jeje) Y lo que dices de los astros y la mitología… tengo una gran fuente de información y me gusta mucho documentarme para escribir eso (además, he aprendido muchas cosas que antes no sabia, y eso que me apasiona el tema), ha sido una manía que ha adquirido para este fic. De tus dudas, pues Cho anda por ahí (es un curso superior, no ha dejado todavía el colegio), pero Harry no le hace mucho caso por lo que pasó el año anterior (uhmmm… pero vistas las fechas en las que estamos… ya veremos, jeje) Y la otra duda: si, te he agregado al msn, sólo que tengo "ligeros" problemas para conectarme cuando quiero (comparto ordenador), así que pocas veces puedo entrar y hablar con la gente (pena…ya me gustaría mucho hablar con todos) Aunque espero que algún día nos veamos, la esperanza es lo ultimo que se pierde. Y soy de un lugar "de cuyo nombre no puedo acordarme"… jaja, bueno, soy de España, algo lejos de Chile, pero con la magia de la red todo se puede. Besos y que te siga gustando el fic.
Terry = Gracias por el review. Si, pero como no sabemos lo que va a suceder en el verdadero sexto libro, se puede imaginar cualquier cosa. Besos.
heyheyhey = Me alegra que te guste y espero que siga siendo así. Besos.
LetticeEvansPotter = Hola, muchas gracias por empezar a leer el fic (espero que hayas llegado hasta aquí, y no me hayas abandonado…jeje). Como habrás podido ver (mejor dicho, leer), no están muertos, pero me encanta dar esos sustos, como por ejemplo el capitulo anterior, es que sin acción no pasa nada (y lo que falta por suceder). Y "general"… uhmm… es que es un poco incalificable, ya que sucede de todo y no se puede decir en concreto lo que es. Intentare pasarme a ver tu fic… lo dejare en la lista para leer que tengo (ahora, al terminar los exámenes es cuando empieza otro reto). Besos y espero que te siga gustando la historia.
zoemusa = Ya me gustaría que me abandonasen un rato las musa (las tengo muy alteradas), pero por causas de fuerza mayor no he podido escribir hasta ahora. A cambio de tan larga espera, un capitulo largo. Besos.
Erpandi = Si, aquí también sufrimos el caos llamado exámenes (ya conoces porque no ha habido capítulos hasta entonces) Espero que te haya gustado y yo seguiré hasta terminar el curso (aunque al paso que llevamos, se va haciendo muy largo, jeje). Beso y espero que te diga gustando la historia.
Harry-Black86 = Si, me llego el correo. En cuanto vuelva mi lechuza te enviare la respuesta, a la pobre la tengo mareada, lleva muchos días viajando y todavía le quedan muchos correos por entregar (aparte de pila de historias por leer, reviews para contestar – por lo menos esto lo quito ahora – también se acumulan correos en el buzón). No te preocupes, mi lechuza es eficaz en entregar el correo aunque tarde unos días :-) Me alegra ver que la gente se atreve con esta historia… como no es larga ni nada… felicidades por haber llegado hasta aquí. Y de amenazas… ya casi soy inmune, jeje. Espero que te siga gustando. Besos y abrazos.
jarlaxe-Bregan = :-) Justo a tiempo para aparecer aquí (tengo una lechuza muy rapida y veloz) Si, algun dia se sabra quien es realmente la niña (aunque a veces ya se da algunas ligeras pistas). Espero que te siga gustando y dejes tus comentarios. Besos.
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Si han llegado hasta aquí (a pesar de todo el rollo de las contestaciones), les aguarda una sorpresa (por aguantarme todo este rato). Espero que les agrade.
En el siguiente capitulo (para que la espera sea menos larga dándole vueltas a la cabeza, jeje): Clases en Hogwarts, nuevo ministro de magia (y se conocerá porque se ha tardado tanto en decidirse :P), localización del padre de Luna (recuerden que se metió en un buen lío a principios de curso), una visita "interesante" y primer partido de la temporada… además de mas sorpresas… (uff… creo que también va a ser bastante largo)
Besitos a tods y espero que les haya gustado este capitulo. Reviews para alegrar :) (si quieren, con tal de que lean la historia me conformo, pero… si dejan sus opiniones me alegrare muchísimo más) Un gran abrazo a todo el mundo.
