Saludos :) ya estoy de nuevo con un nuevo capitulo de este (interminable) fic.
Mi intención era haberlo subido hace casi una semana como dije/comente a varias personas (el domingo o el lunes sin falta pues ya lo tenia), pero a ultima hora los planetas se alinearon en mi contra… y hasta ahora ("cuando las cosas pueden ir mal… irán fatal" comprobado estos días >.> )
Si se acuerdan de lo que comentaba al final del capitulo 40, se darán cuenta de que este no es exactamente el titulo que dije, es otro distinto . pero todo tiene una explicación, ya que yo pensaba en ese titulo para unos determinados hechos y escribiendo y escribiendo, al final eso que sucede no ocurre hasta el capitulo siguiente (he aquí otra razón por la que considero el fic interminable, jejejeje, hay veces que salen cosas no planteadas) En fin, cosas que pasan (y mas con la loca de mi musa).
Ahora si, ya pueden empezar a leer el capitulo nuevo y, de nuevo, muchas gracias por leer :D (y agradecimientos muy especiales a todos los que dejan sus comentarios /reviews – las contestaciones, como siempre, al final :D)
Besos y espero que les guste.
Capitulo 41 Sombríos descubrimientos
El acceso a la sala común de Slytherin se abrió y dejó paso a un desgarbado estudiante de cuarto año.
Nadie se intereso por su llegada tan tardía, después de ver el partido de quidditch; ni se preguntó porqué venia acalorado o porqué se estaba arreglando la ropa y colocándose la corbata (que todos los estudiantes llevaban siempre) en el mismo momento en que cruzaba la puerta. Nadie levantó la vista y ni le preguntó en su camino a la habitación, pues desde su primer año había sido muy reservado y nunca se había relacionado con nadie en particular: evitaba el contacto con la gente y sólo accedía a hablar para realizar tareas que les mandasen en clase.
A excepción de eso, nadie sabía que existía. Bueno, casi nadie, pues alguien había estado vigilando casi imperceptiblemente la entrada y esperando esta llegada con bastante ansia.
Disculpándose con sus compañeros de estudio, y aludiendo que tenia que ir a buscar algo en el baúl, ese alguien subió las escaleras de acceso a los dormitorios, pero en vez de dirigirse al propio, torció antes y tomó el camino hacia las habitaciones de cuarto año, justo el mismo camino que había tomado el recién llegado unos segundos antes.
.-.¿Esta hecho? – dijo al llegar a la habitación y observar los intentos de este por vestirse adecuadamente, como si se acabase de cambiar la ropa
.-Ha sido fácil – respondió este, mientras sacaba de su bolsa de libros una túnica de Gryffindor y una bufanda del mismo equipo y las tiraba a continuación a los pies del recién llegado – Para la próxima vez
.-.Si va todo bien, no habrá próxima vez – respondió este de forma triunfal a la vez que se agachaba para coger los ropajes y los hacia desaparecer con un hechizo de magia negra.
.-.No se lo que puede querer nuestro Señor de esa niña…
.-.Sus razones tendrá – dijo vagamente el segundo en llegar – Además, ni siquiera el viejo sabrá que lo has hecho tú… todos sospecharan de otra persona – una sonrisa pérfida apareció en su cara.
.-.Ah, si, la pelirroja. Esa Weasley no me caía nada bien, las comadrejas están mejor en sus cuevas – rió por el comentario – Y si llegan a sospechar de alguien, no creo que esperen que el callado, tímido y retraído alumno de cuarto año Graham Pritchard sea el culpable de suplantar y secuestrar a la niña esa de primer año – se dirigió a su baúl y sacó los libros que había sacado para hacer sitio al disfraz, ahora tendría que volver a fingir aquel personaje y hacerse invisible a los demás.
El gesto de agacharse y remover el baúl dio a entender que la conversación había acabado, por lo que el otro alumno se fue, cerrando la puerta de forma cuidadosa, y dirigiéndose de nuevo a la sala común, con sus compañeros de curso
Graham, al oír cerrarse la puerta, supo que su "superior" en el castillo ya se había marchado, había cumplido bastante bien su misión y dentro de muy poco el Lord le recompensaría: servia como un eficiente espía en el colegio, y nadie, nadie, absolutamente nadie podía sospechar de las cartas inocentes que mandaba, cartas que iban en clave, y que estaban siendo el único correo que llegaba con seguridad, el resto lo interceptaban por el camino. ¿Cómo? No lo sabían, pero las únicas noticias de lo que ocurría en el colegio eran las que llegaban en aquellas "inocentes" cartas de un niño a su abuela preferida.
Sentándose en la cama, tomó pergamino y pluma y se puso a escribir, tenia que informar de las nuevas novedades.
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Querida abuela:
En el colegio los niños se portan bastante mal conmigo. No me dejan participar en las partidas de ajedrez ni al snap explosivo. Lo peor es que Slytherin no va ganando la Copa de las Casas, los odiosos leones van ganando por cien puntos. Hoy ha sido el partido del que te hable. Muy mal, ahora nos aventajan por bastantes puntos. Su buscador es bastante bueno, pero a punto ha estado de caerse de la escoba. No se porqué siempre están tan alegres al ganar, ojala conozcan la derrota alguna vez.
Por lo demás, las notas bien.
Tu nieto
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Nada más terminar la carta, la miró satisfecho, había escrito lo sucedido en el partido (seguro que el Lord estará satisfecho, pues su plan estaba saliendo a la perfección), y el éxito de su misión. Todo eso estaba escrito en clave, tal y como su padre le había enseñado desde pequeño: darle a las letras otro significado que sólo alguien que lo supiera ver lo pudiera descifrar… para el resto era una inocente carta.
Miró la hora en el reloj, todavía le quedaba tiempo para ir a la lechucería y mandar la carta con alguna de las aves de la escuela, así no levantaba sospechas. Dicho y hecho: volvió a recorrer el camino hacia la salida de la sala común.
.-.-.-.-.-.-.-.
.-.¿No habías ido a buscar un libro, Draco? – Pansy levantó la vista al ver llegar al rubio a la mesa, unos segundos antes este se había ido alegando que necesitaba con urgencia aquel ejemplar para hacer el trabajo de Herbologia.
.-.Si, pero me olvide que se lo había prestado a Goyle – replicó este sentándose en su sitio.
.-.Pues… pideselo¿no dices que lo necesitas?
.-.Ya lo haré, pero de momento… no –dijo y el tono con que terminó dio a entender a la muchacha que no iba a decirle nada más, por lo que ambos continuaron con los apuntes y trabajos que tenían esparcidos por encima de la mesa, deberes que cada vez eran mas abundantes debido a la cercanía de los exámenes.
.-.-.-.-.-.-.-.
En un determinado instante, Draco levantó la vista del pergamino en el que escribía y acertó a ver como alguien desaparecía por la entrada a la sala común. Si no se equivocaba, y sabia que no lo estaba, Pritchard iba a mandar otra de sus cartas. Sonrió triunfalmente, había sido todo un acierto que este supiera tanto de mensajes cifrados y que su padre fuera una persona que le había inculcado desde pequeño aquel odio hacia los muggles y demás personas de sangre no pura… por lo que no fue difícil convencerles para unirse a ellos y realizar misiones que, en otras circunstancias, harían otras personas mas cercanas al Lord, pero que en esos instantes estaban muy vigiladas. Si, había sido todo un acierto, y nadie sospecharía de una persona tan reservada como él.
Volvió a concentrarse en los pergaminos y en la redacción que debía entregar al día siguiente, había que aparentar cierta normalidad, aunque sabia que, en cuanto descubriesen algo mas la normalidad seria cuestión del pasado (sólo había una mínima posibilidad de éxito, pero por lo que había visto después del partido, quizás era cierto que a "alguien" le gustaba tremendamente "hacerse el héroe", y eso le costaría muy caro) Rió para sus adentros, los planes estaban saliendo a la perfección.
oooooOOOOOOOoooooo
En otro lugar de las mazmorras, en una habitación donde los humos y los vapores se amontonaban en el techo, sin ventanas y con la puerta de acceso cerrada a cal y canto, sin posibilidad de entrar sin que el ocupante lo permitiera, Severus Snape se enfrascaba en las pociones que tenia enfrente suyo. Tenía el ceño fruncido y miraba con detenimiento y concentración cada uno de los vidrios que estaban en la mesa. En su mano sostenía un tubo de ensayo con varias gotas de lo que parecía un líquido espeso y rojo: era sangre y sólo quedaban unos pocos centímetro cúbicos, por lo que tendría que tener cuidado si no quería que se le gastase, ya que era lo único que tenía y no podría conseguir más sin levantar sospechas.
Con cuidado, dejó caer una gota en la poción recién hecha, la que humeaba enfrente suyo, un liquido oscuro y bastante maloliente (el olor no le importaba mucho, ya estaba acostumbrado a eso desde hace años). Al contacto con esa única gota, el líquido reaccionó de inmediato, tornándose mas claro en el lugar donde había impactado… aunque de inmediato, la superficie y el liquido entero se volvieron del mismo color que al inicio.
Mascullo una maldición, cada vez quedaban menos gotas, y tenia que descubrir lo que ocurría pronto, lo descubierto unas semanas atrás así se lo indicaba… no quedaba mucho tiempo.
Levantó los ojos, y tras observar algunos de los ingredientes que había en la estantería de encima de la mesa, decidió coger algunos de los más raros y peligrosos: había que probar todas las posibilidades, no había otra opción.
Llevaba haciendo eso bastantes días, desde que el director le pidiese que analizase esa sangre, sin llegar a decirle de quien era, aunque estaba seguro de que era de algún estudiante, ningún profesor había pasado por la enfermería recientemente, pero saber de quien era exactamente era complicado, pues muchos eran los alumnos que visitaban a la enfermera por cualquier causa, y ésta bien podía haber sacado sangre a cualquiera de ellos sin levantar sospechar
¿De quien se podría tratar? Pensó mientras agregaba sangre de dragón a la poción recién comenzada y removía lentamente en el sentido de las agujas del reloj.
Y ¿Por qué existía tal cantidad de veneno en la sangre y nadie daba muestras de encontrarse mal?...
A no ser que…
Se detuvo en seco, preocupado por lo que se le acababa de pasar por la cabeza.
No, no podía ser eso, aunque…
Pero no, era demasiado peligroso y…
Pero…
Todo indicaba que podía tratarse de, precisamente, "eso"
Aunque…
Hace años que no se utilizaba… era demasiado peligroso y, además, estaba prohibidísimo por el Ministerio de Magia.
¿Y si…?
La poción que había estado haciendo empezó a calentarse más de la cuenta y algunas burbujas ya amenazaban con explotar en la superficie. Con un rápido gesto apagó el fuego, un poco más y habría habido una explosión bastante fuerte en esa habitación: los ingredientes que contenía la poción eran extremadamente peligrosos.
Todavía rondaba esa peligrosa idea por su cabeza.
No, no podía ser.
Pero… ¿y si era?
Cogio cuidadosamente el frasco de la mesa y miró su contenido poniéndolo cerca de una de las antorchas que alumbraban la habitación.
Se veía normal, demasiado normal.
Pero…
Acercándose a la estantería, con el frasco en la mano, seleccionó unos cuantos líquidos y los mezclo en las partes exactas en uno de los pocos tubos que todavía permanecían sin utilizar encima de la mesa. Algunos de estos ingredientes, al entrar en contacto, reaccionaban expulsando diversos vapores y tornándose de colores diferentes a los que eran.
Al final, después de mezclar casi todos los líquidos que había, extrajo un frasco muy pequeño de un armario (allí donde guardaba todos los ingredientes mas valiosos y raros de encontrar) y depositó varias gotas en la poción que había realizado.
Esperó un segundo.
Ojala no fuera aquello que intuía.
Dos segundos.
La poción empezaba a reaccionar al contacto con las mandrágoras.
Tres segundos.
Lo bueno de esa poción era que no necesitaba casi tiempo para prepararla, sólo mezclar los ingredientes y esperar a que tomase un color azulado oscuro.
Cuatro segundos.
La astrancia empezaba a reaccionar, dominando la poción y volviéndose de un color azul claro.
Cinco segundos.
El pelo de unicornio hacia su efecto ahora.
Seis segundos.
La piel de serpiente oscurece la poción.
Siete segundos.
Ya sólo faltaban pocos segundos para tener terminada la primera parte de la preparación.
Diez segundos y la poción esta ya humeante y lista para reaccionar.
Intentando que sólo se derramase lo necesario, inclinó el frasco con la sangre encima de la poción. Tres gotas bastarían y sabría si sus temores eran sólo eso: temores.
Una, dos… Tres.
La última gota impactó sobre la superficie y no hubo ningún cambio…
Suspiró como si se quitase un gran peso de encima. Menos mal… ¿O no?
En el lugar donde había impactado la última gota empezaba a mostrar un color más claro que el resto, se estaba volviendo de un azul más claro y estaba extendiéndose…
¡No era posible!
Se agachó, no quería creer lo que sus ojos estaban viendo. ¡Era imposible!
Sólo había muy poca personas que supieran que esa poción existía (la que acababa de preparar era de las únicas que podían detectarla), y menos aun que la supieran preparar, ni él, que se suponía experto en pociones sabia cuales eran exactamente los ingredientes.
Ahora, que ya sabia que era lo que tenia la sangre, ahora sólo faltaba esperar y ver el grado de peligrosidad que tenia: cuánto mas claro, mas oscura era la poción… y el efecto.
¿Pero quien?
Bueno, si, había una única persona que podía conocer perfectamente la poción y el modo de prepararla. Fijo los ojos en el frasco que todavía sostenía en las manos, y después en la poción recién preparada: cada vez era más y más clara. Un nombre… mejor dicho, dos nombres le vinieron a la mente: el nombre de quien la preparó y quien podía ser el dueño de la sangre que estaba analizando.
Pero ¿cómo no se le había ocurrido antes ese nombre? Si es que era tan obvio: actuar desde el interior del chico, destruirlo con pesadillas, bajarle las defensas, ofuscarle con temores, atraparle en la oscuridad… quitándole la vida poco a poco y sin que se diese cuenta… y todo ello bajo la mirada segura de Dumbledore, y en el lugar, se suponía, mas seguro del mundo. Una victoria muy limpia.
Sin dejar que terminará de reaccionar la poción, Severus Snape salió del despacho a toda prisa, tenia que comunicarle al director todo lo descubierto, tenían que encontrar una solución a ese veneno… y pronto, pues no quedaba mucho tiempo.
Al salir a toda prisa, una ráfaga de viento entró a la habitación y jugueteo durante unos momentos con las antorchas antes de apagarlas. Un instante antes de que la luz se extinguiese definitivamente del lugar, el frasco que contenía la última poción hecha estaba de un color… transparente.
oooooOOOOOOOoooooo
.-.El partido ha estado muy interesante. Cada vez Potter hace las jugadas mas arriesgadas, ese Amago de Wronski le ha salido perfecto – comentaba Sprout, profesora de Herbologia y Cabeza de Casa de Hufflepuff, a su acompañante, la profesora de vuelo Hooch
.-.Si, pero hay algo extraño. Eso no me ha parecido un Amago de Wronski, parecía demasiado sorprendido al final y no parecía concentrado mientras caía, era como si no estuviese exactamente allí.
.-.Bueno, tu sabrás, tu eres la que entiendes de jugadas de quidditch mejor que yo – se disculpó Sprout – Ahora mi casa tendrá que luchar por el segundo puesto, el primero creo que ya tiene dueño. No había visto tantos goles desde hace años, y con la coordinación que han conseguido este año, Gryffindor no tiene rival.
.-.No te olvides que tienen que jugar a mediados de mayo contra Slytherin y que…
La conversación quedó interrumpida bruscamente en ese momento al divisar una figura apoyada en la pared, se sostenía con mucha dificultad y si no fuera porque acababan de divisarla en esos instantes, la persona habría acabado en el suelo irremediablemente. Rápidamente, las dos profesoras acudieron a socorrerla y se dieron cuenta entonces de quien se trataba.
.-.¡McGonagall! – exclamaron las dos a la vez.
La profesora de transformaciones estaba sumamente malherida, como si la hubieran atacado recientemente y de forma bastante salvaje.
Con cuidado, ambas apoyaron a su compañera en la pared, esta permanecía semi inconsciente y solo acertaba a balbucear algunas palabras sin sentido.
.-.Hay que avisar a la enfermera.
.-.Pero… ¿quien ha podido hacer esto?
Las miradas de las dos profesoras se volvieron muy preocupantes, cada vez pasaban mas cosas graves en el castillo.
oooooOOOOOOOoooooo
.-.No te preocupes Hermione – Ron se había sentado a su lado y le pasaba un brazo por encima de sus hombros, tratando de consolarla – Nadie puede decir que no has hecho lo correcto. Si tú pensabas que eso era lo correcto, que había que cambiar lo que viste, es que había que hacerlo. Nunca he visto a una persona más sensata y con más sentido común que tú…
.-.Pero es que no comprendes Ron, no se el alcance de lo que he cambiado. Puede que, incluso, sea peor de lo que yo vi – le interrumpió mirándole a través de las lagrimas que caían de sus ojos.
.-.O puede que mejor – dijo Fred, sentándose a su izquierda en el lado contrario al de su hermano menor – Quizás hayas salvado vidas, quizás has evitado más desastres…
.-.Si, y puede que incluso, eso que viste, fuera para que cambiases el futuro. Un aliciente, un empujón para que lo evitases.
.-.¿De verdad crees eso George? – la muchacha le miró esperanzada, no se le había ocurrido esa posibilidad.
.-.Después de estar allí, y ver lo que vimos – dijo en referencia a su estancia y a la de su hermano gemelo en aquel lugar – me creo todo. Hay muchas cosas que engañan, y muchas que no son lo que parecen. Y ahora¿Por qué no vamos a hablar con el profesor Vlaxs? Pienso que nos tiene que dar muchas explicaciones – propuso, después de que Hermione recordara y reconociese que era él, efectivamente, a quién encontrase en la extraña habitación del Destino.
En vista de que todos estaban de acuerdo en lo último propuesto, y tras secarse las lagrimas y admitir que la teoría de George bien podía ser, Hermione se levantó y se unió a los tres pelirrojos que empezaban a salir de la habitación de los gemelos.
Tenían muchas cosas que aclaran con ese enigmático profesor.
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Ignorantes de todos los hechos que habían trascurrido en ese corto espacio de tiempo, los cuatro caminaban por los pasillos en dirección al despacho que pertenecía a los profesores de Defensa Contra las Artes Oscuras, y así fue como se encontraron con dos profesoras en el pasillo: una de ella atendiendo a la otra, que se encontraba malherida. La profesora Sprout se había ido unos segundos atrás en busca de la enfermera, en vista de que no podían mover a la enferma: las heridas eran bastante graves y profundas.
.-.¿Pero que? – exclamó la única chica del grupo al reconocer a la herida, haciendo que, de este modo, la profesora Hooch se diera cuenta de su llegada, hasta entonces había estado muy concentrada en intentar contener una herida profunda que la profesora tenia en un brazo, causada probadamente por un hechizo cortante.
.-.No sabemos lo que ha pasado – contestó la profesora de Vuelo rápidamente y al ver que eran los prefectos de Gryffindor y los gemelos Weasley – Vayan a avisar al Director, la contraseña del despacho es "Caramelos de Fresa y Nieve", tienen que ir al Ministerio, está allí. Ah, y que venga rápido…
Sin esperar nada más, los cuatro se pusieron rápidamente de camino al despacho del Director, corriendo no tardarían mas de dos minutos y si se encontraban con Filch siempre podrían mostrar sus placas de Prefectos y decirle que era un asunto de máxima urgencia (y en verdad se trataba de eso, de máxima urgencia)
oooooOOOOOOOoooooo
En el ministerio, e ignorantes de todos los hechos que sucedían en torno al colegio y a lo sucedido en su despacho, Dumbledore se encontraba hablando con varios de los empleados de ese departamento y con el ministro en persona. Este ultimo, a pesar de no haber cumplido todavía el año en el cargo, estaba actuando como si toda su vida lo hubiese sido y tomaba decisiones rápidamente, cosa nunca antes vista con Fugde (el anterior ministro hasta su asesinato en el verano), que demoraba siempre las cosas importantes.
Todavía se encontraban en la sala donde antes había estado el arco, objeto recordado tristemente por el Director por los sucesos acontecidos a finales del curso pasado. Miraba como ausente el lugar donde había permanecido el velo colgado, a su lado, el ministro seguía dando instrucciones para inspeccionar la zona y ver si se habían llevado algo más del lugar. Ya habían recogido los cuerpos de los dos valientes empleados muertos en el robo, y ahora se estaban dedicando a rastrear hechizos y ver que podía haber sucedido para que se lo pudiesen llevar de esa sala tan bien protegida.
.-.No encontraran nada – determinó tristemente Dumbledore al quedarse a solas con el ministro en lo alto de las gradas, fuera del alcance de otros oídos, al ver unos cuantos inefables lanzar hechizos localizadores y de rastreo alrededor del lugar donde ahora existía un vacío.
.-.Son expertos en robos – dijo este a su lado, ya había terminado, al fin, de dar instrucciones – Son los mejores de toda Inglaterra.
.-.No es suficiente, ellos también son expertos. Los mortifagos que han entrado aquí sabían exactamente qué buscar y cómo sacarlo sin dañarlo.
.-.Creo que conseguimos descubrir a todos los infiltrados en el ministerio desde el, tristemente, asesinato de Fugde. No creo que quede alguno por aquí. Todos son de confianza.
.-.¿Y los visitantes? – preguntaba eso, aun sabiendo la respuesta por adelantado
.-.Examinamos las varitas en busca de magia negra en la entrada, no permitimos que nadie entre si hay un atisbo de esta magia.
.-.Ya – los ojos del director todavía seguían observando el vacío creado en medio de esa sala.
.-.Pero, no comprendo ¿para que lo quiere? Nadie del departamento de Misterios ha logrado descifrar lo que es, y nadie sabe exactamente para lo que sirve y como se utiliza.
.-.Voldemort – el ministro se estremeció, todavía no se acostumbraba a que Dumbledore dijera tan tranquilamente el nombre del que-no-debe-ser-nombrado – sabe lo que es, y cómo se utiliza. Una persona que ha estado estudiando y experimentando durante años con la idea de la inmortalidad y la muerte sabe los misterios que esta entraña y cómo manejarla. No por nada, en vez de morir al recibir la maldición asesina, se quedó vagando como una sombra espectral y refugiándose en otros seres hasta poder volver a "nacer"
.-.¿Quieres decir que, con eso, – dijo refiriéndose al velo – puede alcanzar lo que todo el mundo desea alguna vez?. ¿puede hacerse inmortal?
.-.No todo el mundo desea vivir para siempre, la vida cansa bastante y alguna vez hay que descansar de todo este trabajo. Pero si, quizás haya encontrado la manera de burlar a la muerte una vez más, y puede que en eso este trabajando… además de evitar por todos los medios que alguien pueda derrotarle.
.-.Te refieres a Potter¿verdad? Nunca he podido imaginar cómo un niño pudo salir casi ileso de esa masacre.
.-.Si, a Harry, pero no salió ileso, sus padres murieron y él quedó marcado para siempre. Voldemort sabe, o intuye, que terminaran como empezaron, es decir, los dos solos.
.-.Es sólo un muchacho, no creo que pueda…
.-.Había una profecía que hablaba sobre alguien que tenia "el único poder para derrotar al Señor Oscuro", es decir, derrotar a Voldemort – le interrumpió el director, sabia que estaba hablando demasiado, pero si quería que el ministro le ayudase en lo que se proponía hacer, tendría que mostrar algunas de sus cartas y dar información que antes no hubiera dado, pero ahora eran circunstancias especiales, bastantes especiales – ese alguien, indudablemente es Harry Potter. Todo, absolutamente todo, lo indica y más con la cicatriz que tiene en la frente, esa es su señal de ser el elegido para derrotarle.
.-.Y esa profecía…
.-.Se destruyó el año pasado, en el ataque, al igual que varios objetos muy útiles para las investigaciones, pero estas hablando con la persona que la escuchó de los labios de quién la dijo. Yo era la persona que escuchó la profecía, y puedo asegurar que es realmente cierta.
El ministro se quedó con la boca abierta del asombro que le había causado aquella pequeña charla en privado con el director de Hogwarts, había escuchado mucha información interesante y ahora tenia que digerirla y comprenderla.
.-.Ah, y algo más.
.-.¿Más? – preguntó atónito el ministro¿Qué podría haber más?
.-.Si, necesito que me ayudes con el traslado de un alumno a otro colegio. Sin preguntas.
.-.Por supuesto. Si, de acuerdo – por su mente habían pasado multitud de opciones y de catástrofes varias, pero nunca se había imaginado una petición tan… ¿normal? Bueno, de acuerdo, era extraño cambiar a un alumno de colegio, en el ultimo siglo pocos habían sido los merecedores de tal castigo y siempre por causas graves, así que esta vez, algo debía haber hecho el alumno (o la alumna) en cuestión para que se pidiese al ministro que iniciase los tramites para cambiar de colegio – Una pregunta – se atrevió a decir, aun escuchando lo ultimo dicho por el otro hombre, así que no esperaba respuesta cuando dijo .-.¿De quien se trata?
Sabia que el ministro le iba a preguntar eso en algún momento del proceso (aunque tan pronto no se lo había esperado realmente), y después de largas deliberaciones y charlas con varias personas y de valorar los pros y los contras de que siguiera en la escuela, al fin habían tomado una decisión. No seria fácil el comunicárselo, de eso estaba seguro, pero no podían seguir arriesgado más a los estudiantes de Hogwarts, en demasiado peligro estaban ya para agravarlo al año siguiente con la presencia de dos objetivos de Voldemort estudiando allí. Como decía un dicho "Divide y vencerás", así pues habían acordado que no estuvieran juntos, sino separados, a bastantes kilómetros y, de esa forma, Voldemort tendría que dividir sus fuerzas y no concentrarlas en un único lugar.
.-.Harry Potter – dijo al fin Dumbledore y dando un último vistazo a la sala, se fue en dirección a las chimeneas, para regresar al colegio, dejando al ministro con la mayor cara de sorpresa que se pueda imaginar.
oooooOOOOOOOoooooo
Al llegar a la entrada del despacho los cuatro, casi se dieron de bruces contra Snape, que también venia deprisa a hablar con el director, había ido todo lo rápido que había podido desde las mazmorras y todavía llevaba en sus manos el frasco con unas gotas de sangre. Si no sospechaba mal, ya sabia de quién podía tratarse, y el qué le afectaba, desgraciadamente, también.
Sin ni siquiera preguntarles el porqué iban corriendo por los pasillos, el profesor de pociones se dirigió a la gárgola para decir la contraseña… y ahí fue cuando se dieron cuenta de que algo fallaba, la estatua no estaba totalmente cerrada, era como si alguien hubiese entrado a toda prisa… y eso no era propio del director: algo grave pasaba.
Al llegar a la entrada del despacho, y ver el interior, las sospechas de que algo muy, muy grave había pasado se confirmaron: todos los papeles estaban esparcidos por doquier, como si un vendaval hubiera pasado por el lugar; todos los libros estaban fuera de sus estantes, y todo estaba revuelto y fuera de su lugar. Los cinco recién llegados se quedaron clavados en el sitio mientras miraban el desastre causado ¿quién podría haber hecho una cosa así mientras el director se encontraba fuera?
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Entrando con cuidado al despacho, y evitando pisar cualquier objeto, pergamino o libro del suelo, Severus Snape se dirigió a un armario: tenia que asegurarse de que no se hubieran llevado el pensadero del director, allí era donde había depositado, bastantes años atrás, la razón por la que se había pasado al bando del "bien", es decir, la razón por la que había traicionado a Voldemort… y si ahora él la tenia en su poder… se podía considerar como muerto.
La primera impresión era que toda esa parte había quedado intacta, pero no se fió, por lo que abrió de golpe las puertas del armario y se encontró con… nada.
Se lo habían llevado.
Definitivamente, ya no podría salir a la calle nunca más mientras Voldemort viviese, su cabeza, en esos instantes, ya tendría puesto un precio. La razón por la que lo traicionó (y que sólo una persona sabia, y ese alguien era el director y por eso confiaba plenamente en él) sería descubierta, y su tapadera de normalidad seria destruida en cuanto accediese a ese recuerdo concreto. Cerró la puerta del armario con fuerza, ahora si tenía que hablar con el director urgentemente.
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Todavía estaban recuperándose del shock causado por la impresión de ver el despacho del director en ese estado, cuando Ron se dio cuenta de que había algo en el suelo, cerca de ellos… un algo que conocía muy bien, aunque esperaba que sólo fuese un efecto óptico y no lo que, efectivamente, podía distinguir en parte entre los alborotados papeles del suelo.
Acercándose a recogerlo (todavía seguía con la esperanza de que no fuera realmente eso y fuese cualquier otra cosa: una replica, un adorno, o cualquier cosa que se pareciera a un palo de madera), y tras apartar varios de los objetos que lo cubrían parcialmente, supo que sus sospechas no erraban: aquella era la escoba de su mejor amigo, de Harry. Un vistazo a su alrededor confirmó sus peores temores, ahí estaba, bajo un montón de libros rotos, su varita, estaba sin su dueño y eso significaba que algo muy terrible, algo bastante grave había pasado, puesto que Harry nunca dejaba tirada su varita, e incluso en los partidos de quidditch la llevaba bajo la túnica por seguridad.
Levantando las dos cosas con cuidado pudo leer en los ojos impactados de sus hermanos y de Hermione lo que él sospechaba desde que vislumbrase un extremo de la escoba: Harry había sido secuestrado… y, desgraciadamente, no tenía su varita.
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El ministro se dirigió rápidamente hacia las salidas auxiliares del ministerio, las principales, por alguna razón desconocida estaban desconectadas y no funcionaban. Los trasladores que habían fabricado para salir no funcionaban tampoco: se encontraban rodeados por una fuerte barrera mágica que impedía la salida… una barrera que sólo alguien podía fabricar: Voldemort.
Aun después de intentar romperla, el director de Hogwarts se dio cuenta que él solo no podía, era demasiado el poder invertido en aquel hechizo y si lograba abrir, aunque sólo fuera mínimamente una parte, sólo él podría pasar, nadie más pues se necesitaba de mucha energía y mucho esfuerzo para mantenerla abierta, e incluso traspasarla.
Así que, confiando en que nada pasase en el colegio (todavía no conocía los sucesos tan graves que habían sucedido en ese breve lapsus de tiempo desde que abandonase el lugar) y siguiendo a los empleados del ministerio por varios recónditos pasillos, confiaba salir de alguna manera del ministerio.
Después de dar la alarma, casi todas las personas que se encontraban en el edificio se estaban concentrando cerca de las salas donde se hacían los juicios, desde ahí, y tras pasar por algunos de los pasillos menos transitados se podía llegar al antiguo acceso del ministerio: unos pasillos que comunicaban con los bajos de la ciudad. Una vez fuera de la barrera, ya podrían trasladarse a donde quisieran.
.-.¿Qué es lo que esta pasando? – siempre preguntaban los recién llegados a la gran sala donde antiguamente se juzgaba a mortifagos.
.-.Sólo sígannos, es una situación de alerta máxima – era la frase con la cual respondían los pocos, por desgracia, aurores que se encontraban en esas horas en el ministerio. La mayoría estaban todavía rastreando el ultimo ataque de Voldemort en Privet Drive y averiguando lo sucedido ¿para que querría él a tres muggles con vida, cuando lo que siempre hacia era matarlos sin miramientos?
Varios grupos se adentraron en los pasillos, pero tuvieron que retroceder inmediatamente, pues ahí también había algo que impedía el paso y la salida.
.-.Estamos encerrados.
.-.Es una trampa.
La histeria se empezó a adueñar de las personas, y no si razón, pues hace años había sucedido lo mismo, hacia unos veinte años, cuando Voldemort estaba en su apogeo y todos sabían que eso sólo terminaría con un determinado final: muertos.
Aunque… todavía quedaba una esperanza. Por suerte para todos, Albus Dumbledore, uno de los magos más poderosos de la actualidad se encontraba con ellos.
¿Había sido suerte…casualidad… o coincidencia?
YaRoN > Saludos! Muchas gracias por el comentario lo primero :) Y si, ahora me estoy dando prisa en actualizar ya que lo quiero (si se puede) terminar antes de la salida del 6 oficial (aunque al paso que vamos…) Y bueno, ahora he tenido "ligeros" problemas con un profesor de mi universidad que hicieron que no pudiera subir el capitulo cuando ya lo tenia hecho (según él no tenia nada bien escrito un trabajo y lo tuve que repetir… desde el principio, y eran mas de 100 hojas… a entregarlo en cinco días, pero lo hice :D, a ver si ahora se vuelve a quejar, que voy y le pongo el doble... de nuevo, jejeje) Dejando desvaríos varios a un lado, me alegra de que te guste, no sabes lo alegre que me pongo cuando veo que sigue gustando. Y si, la continuación sigue en pie, tengo varios apuntes para ella (y no todo se va a resolver en esta parte – guiño-) Por cierto, tardaste sólo UNA hora desde que puse la continuación hasta tu cometario (ya que lo puse sobre las 10 y media… también soy española, concretamente de la ciudad maña, jeje) Ya ves, al ser el primero, tienes un gran comentario :D Besos y espero que este capitulo te haya gustado (aunque creo que es un poco de transición hasta el siguiente)
Isaurita > Hola Isa! Jejeje, ya no se que puedo ponerte... como te encuentro en muchos sitios – súper guiño y gran sonrisa – Lo de Ginny y Harry, pues te vuelvo a comunicar que ahora están juntos "teóricamente" ya que ellos están separados "físicamente", jejeje, os toca sufrir todavía :D El tema del destino, me gusto pensar sobre las "dos caras de la moneda" tal y como dices, me gustó pensar en las dos posibilidades aunque… a saber cual es la correcta . ahh (sólo yo lo se, jejeje) Lo del foro, pues mira que son malos con vosotros, restringiros el acceso a esa "simpática" pagina (cada día me llevo peor con ella, lo siento), pero ya sabes, de momento a aguantar toca :( Sobre el fin de Harry, pues ahora mismo barajo tres finales (es mas, los tengo escritos/en borrador/en sucio, etc, etc) y a veces me parece que uno esta bien, pero al cabo de los días me parece que es otro… y así continuamente, por lo que pienso que hasta que no llegue a esa parte no lo tendré seguro (y puede que ahí cambie de idea, así soy yo ) Ya veré lo que hago entonces con esos finales "descartados" Bueno, yo también paro de hablar y sólo decirte que muchos besscicuuuus y vemos! (cuídate en el trabajo y suerte en los estudios)
Barby-Black > Saludos! Muchas gracias por el comentario . Y si, no estoy tan ocupada como antes, pero en esta semana los astros se han alineado en mi contra (cuando normalmente me llevo muy bien con ellos) y me han provocado una semana muy movida en cuanto a trabajo y cosas que hacer en la universidad (espero que la semana que viene los ánimos se calmen y sólo sea todo positivo :D) Espero que este capitulo también te haya gustado igual que el anterior. Muchos besos y nos vemos.
Gabriela Luthien Black > Hola Gaby! Por aquí las cosas bien (mejorando después de una semana un poco mala, ya se sabe que después de bajar sólo se puede subir :D) Sobre lo de leer, no te preocupes, cuando puedas y cuando quieras, nadie te obliga. Y sobre el sitio, si, últimamente esta haciendo reformas y cambiado muchas cosas (las direcciones y varios mas – como la forma de los reviews-) Y muchas gracias de nuevo por acercarse tu premier año como lectora del fic (si ya lo digo yo, se esta haciendo interminable, jejeje), espero que no llegue a cumplir los dos años (actualmente tiene unos meses mas que tu como lectora :P) Sobre lo de mejorar, si, yo también lo creo, se que hay ciertas partes al principio que son un poco "liosas", pero ponerse ahora a rescribirlas… no hay ganas – ni tiempo- Como siempre digo, sólo escribiendo se aprende a escribir (y leyendo mucho, pero de eso ya soy una crack, jejeje), así que "aporreando el teclado" sin parar (y cuando me deja el tiempo) Uhm… creo que ahora si, pasemos a lo siguiente (que me extiendo y extiendo y no paro) Sobre la misión de Sirius, pues si a ver si tu intuición es correcta (aunque todavía falta un poco para desvelarlo), si es que los lectores sois todos unos fenómenos :D En fin, que yo también paro, que hay que contestar a varios reviews mas y me van a dar las uvas con este, jejeje. Suerte con tu musa .. Besos Pd: Podrías mandar un poquillo de calor a estos lares, tenemos unas olas de frío que parece que les gusta mucho la península y no se van (el martes 22 nevó en mi ciudad… y desde hace casi mas de 30 años no caía una nevada igual. Unos 30 cm de nieve en mi calle! Nos lo pasamos genial) Disfruta con el sol :D Besos.
Celina > Saludos tinerfeña :D! Ya me han contado (una persona que también es de las islas) que tuvisteis doble celebración por causa de la lluvia ¡Que morro! Y aquí, después de los exámenes (de momento no me han dado ni una nota, pero en todos los casos salí con la intuición de haber aprobado – y no me suelen fallar, por suerte :D) nos toca la temporada de trabajo sin cesar. De momento, y en solo cinco días, tuve que rehacer uno muy importante (y eran mas de 100 hojas) porque según el profesor "tenia que profundizar mas, explicar todos los esquemas…" y demás cosas que no se yo porqué las quiere allí, pero si hay que ponerlas se ponen (lo que llamamos "paja"/relleno que no sirve para nada, excepto para hacer bulto, jejeje) Yo espero con ansia a que termine este año, es mi ultimo y tengo unas ganas! Me alegra mucho que te haya gustado el capitulo y, si, pobre Ginny, como debe sentirse de defraudada y triste… Y la profecía, ya lo averiguaras :D pero era lo que faltaba para cumplirse "totalmente" :P Un gran besazoooooo. Pd: Siii, los zaragozanos nos estamos preparando muy bien para la Expo del Agua. Ah, y el martes día 22 nos nevó como hace siglos que no hacia (unos 30 cms de nieve en mi calle), creo que no había nacido ni yo cuando fue la última Gran Nevada. Besos y espero que te haya gustado el capitulo :D
mss.potter > Hola y bienvenida a este fic mss.potter! Muchas gracias por el honor de ser el primer review que escribes . Me alegra mucho que la historia te este gustando. Sobre lo que sugieres, pues no puedo adelantar mucho, ya que seria desvelar parte de lo que sucederá a continuación, pero te puedo asegurar que una batalla muy decisiva se acerca :P Y sobre los presos, por causas comentadas al principio del capitulo, no aparecen aquí, pero en el próximo si sabrás que es lo que sucede con ellos (y que pasa en las celdas) Un besazo muy grande y espero que ese capitulo también te haya gustado :D
Nimmy > Saludos! Si, yo pienso que es también un buen final, ya que deja todo para pensar . y además, así os dejo en suspense y tenéis que seguir leyendo, jejeje. Lo de la antorcha, ahhh, no te puedo responder, pero solo decirte que muchas veces pensamos en algo de una forma y al final suele ser de otra manera que no se nos había ocurrido . (y ya me callo que mi musa me mira muy mal) Y no le eches la culpa a Hermione, ninguno habría muerto, pero si que hubiese ocurrido algo peor (¿o mejor? Nunca se sabe lo que el destino había previsto) y la situación hubiera sido totalmente diferente :D Espero que este capitulo también te haya gustado (aunque pienso que es un poco de transición, ya que la acción propiamente dicha empieza en el siguiente ;D…) Un beso muy grande y nos vemos.
