CARD CAPTOR SAKURA
"En este mundo no existen las coincidencias, sólo existe lo inevitable"
By: Tsuki No Youkai
Capítulo 24: Leyenda
Varios días pasaron mientras Clow envió mensajeros a solicitar un viaje rumbo a China, dos meses tuvo que esperar para que este se realizará, aún así, estaba más tranquilo una vez que había decidido que era hora de regresar a "casa".
Shang había sido quemada, como era la tradición, pero además de eso, esa sería la forma más práctica para transportarla hasta China, ambos pendientes permanecerían en la mansión Reed, Shang y Aniron permanecerían juntos, tal y como se lo habían prometido, nadie, ni la misma muerte los separaría.
Después de los sueños tan extraños que el mago había experimentado comenzaron a llegar con más frecuencia esas visiones, el mago estudió por días y noches completas, deseaba detenerlos ¡no lo soportaba! Era algo angustiante, y con el tiempo incluso, aburrido ¿Qué clase de vida era esa? Las sorpresas ya no existían, todo cuanto fuera a pasar comenzaba a develarse para él, afortunadamente, estos sueños habían desaparecido por un tiempo tras la utilización de un hechizo, pero Clow temía ahora dos cosas: La primera, que pronto no pudiera controlarlas, si es que su poder crecía día con día; y la segunda, la apariencia de un Yue jamás visto, un alegre muchacho de vestimentas extrañas, cabellos corto, con ojos amables…
¿Qué significa esto? Se preguntaba el mago una y otra vez, aún así no obtenía respuesta. Después de algunos días de pensarlo Clow pidió a Yue siguiera lo mejor posible sus instrucciones.
¿Qué dice Amo?- el guardián le miraba con extrañeza.
¿Crees poder lograrlo?- pregunto con una copa de vino en su mano. Yue le miró con un poco de angustia, el mago estaba ahora más tranquilo, pero desde la muerte de Shang esa mirada melancólica que Yue tanto odiaba había quedado plasmada en su amo, como si se tratará de una pincelada de color sobre un lienzo demasiado antiguo como para poder borrarlo.
Puedo intentarlo si es tu deseo.- Clow asintió. Díos, como desearía tocar ese ángel, pero lo más que había hecho (y se había atrevido) era besarlo, cierto era que día con día la pasión entre ellos era más incontrolable, pero el mago tenía miedo, Yue había sufrido un abuso por parte de ese maldito de Zoch, él no quería obligarle, no quería que sufriera al recordarlo, lo mejor sería esperar un poco más, hasta que el guardián se sintiese seguro en sus brazos, dispuesto a compartir su cama por las noches, dispuesto a permanecer a su lado por toda su vida.
Después de un incomodo silencio, Clow habló.
Intenta esto: de tu misma altura, ojos oscuros…no, cafés y el cabello del mismo color.- Yue frunció el seño ¿Qué planeaba Clow? Después de unos momentos de concentración se elevó del piso y sus alas le rodearon como la primera vez que cambió de forma, tardo unos segundos en abrirse de nuevo, un pequeño circulo dorado se formó en medio de su cuerpo, después atravesó sus plumas formando así una cadena de estos, pareciera una noche de estrellas fugaces. Cuando por fin se hubo abierto, parpadeo varias veces; para desgracia de una jovencita de hermosos ojos verdes y sonrisa angelical, Kerberus, el guardián del Sol no estaba presente para observar al que en un futuro sería "Yukito Tsukishiro", su gran amor, y la falsa identidad del futuro Juez de las Cartas Clow.
Yue tenía una mirada calida, su piel era blanca, pero no era el color que normalmente le acompañaba, la piel de Luna le había abandonado, su cascada de plata fue sustituida por cabellos cortos color café tal y como su amo le había pedido, y sus ojos magníficos habían sido ocultos por la bondad y dulzura misma. Clow se acercó con un rostro aparentemente asustado.
Entonces es verdad…-y un silenció lleno el lugar, Yue iba a preguntar a que se refería, cuando Clow volvió a hablar.- Que tu eres ese chico…- Yue le miró expectante. Clow sonrió después de un momento, en su corazón gran amargura nacía, pero no podía demostrarlo, no deseaba preocupar a sus guardianes, no más.- Durante el viaje a China quiero que mantengas esa forma.-
!Amo?- Yue le miró sorprendido.- ¿podrá mi magia soportar toda esta carga?- Clow sonrió.
Soportará.- Yue se acercó con tranquilidad.- Te lo aseguro, ya lo he visto.
?- Clow le atrajo hacía él, llevaba horas sin probar sus labios y ya no podía esperar más, se acercó con tranquilidad a su rostro, deseaba tocar ese calido terciopelo, una vez unidos continuaron explorando por un momento sus bocas, pero el guardián perdió toda concentración existente, su forma falsa se desvaneció en pequeños brillos azulados. -No podré concentrarme si estoy todo el tiempo contigo…-dijo con una sonrisa. El mago rió ¡adoraba esa sonrisa! Era tan cristalina y suave, tan hermosa e intensa¿Qué más podría pedir él?
Frías noches pasaron desde ese día, cuando por fin llegó el anunció de su partida todos salieron de la mansión, ni Consuelo se quedaría, Clow no arriesgaría nada más, nunca más. Llegasen al puerto de Liverpool para poder partir rumbo a China; un viaje que era lo menos esperado por Clow ¿Cuándo hubiese él pensado en volver a su hogar¿Cuándo? Lo hizo cuando su corazón se lleno de amargura al ver a su hermana en su lecho de muerte, dejándose llevar por la cobardía de no haber hablando antes con su madre; no lo permitiría, muchos errores habían sido ya cometidos como para continuar con el legado de estos, era hora de ir y enfrentar sus problemas, no perdería más su tiempo.
Sobre los comentarios de los hechiceros acerca de su relación con Yue, su guardián ¿a él que le importaban? Adelante, hacedlos ¿Qué consecuencias podrían traer para él? Él era poderoso, a su edad ya había hecho lo que miles de hechiceros habían intentado por siglos…siglos…¿Acaso eso era lo que le esperaba a él¿Encarnaría vidas y vidas? Ya que importaba, ahora solo esperaba que Yue y Kerberus estuvieran a su lado y nunca le dejaran solo ¡estúpido corazón humano! Si él hubiese sabido desde ese momento que sería él quien les abandonaría, muy distinta hubiese sido su reacción, pero no lo sabía, ni debía saberlo, aún era joven como para pensar en la muerte, aún era demasiado pronto para preocuparse por eso…al menos hasta que llegará con su madre, cuando estuviera frente a ella, ahí si podría pensarlo; lo haría.
Durante el viaje hubo pocos incidentes, algunas tormentas agobiaron a las personas, a Clow simplemente le parecía hermoso ver furioso al mar que una vez le había llevado rumbo a Francia, vaya que extrañaba aquella época, cuando su hermana vivía…pero ¿Podría vivir sin Yue?...Ya no lo sabía, ni quería saberlo, no, él daría todo por sus amadas creaciones, no se permitiría perder a una sola de ellas, nunca, ni la muerte los separaría…
…Las promesas de los humanos mueren con ellos…
Pero el sobreviviría, por ellos.
…A todos nos llega la muerte…
Pero el lucharía contra ella, no dejaría a sus creaciones solas, no lo haría ¡no lo haría!
El tiempo continuo pasando y pasando, los mares se agitaban furiosos y la gente bajaba en cada lugar que su destino indicase, muchos descensos hubo, pero ninguno que a él importase mas allá de la pena que cualquier humano siente al ver sufrir a otro. Yue por su parte parecía molestarle el viajar en barco, a Kerberus tampoco le beneficiaba mucho, ambos se mareaban con facilidad y normalmente no salían de sus habitaciones, era espantoso, sus pobres creaciones se sentían enfermizas en ese lugar; Clow hubiese dado gustoso parte de su vida para que estos estuviesen a gusto, pero no podría hacerlo, y suplico que todo terminará pronto, no deseaba que sufrieran…
Por otro lado le preocupaba lo que pasaría cuando llegará a China, su familia no le reconocería ante la deshonra de Nekoi, pero si eso no fuera todo, seguramente su madre le intentaría arrebatar la vida de cualquier forma…¿Qué mejor forma que quitándole a sus hermosas creaciones?
Primero te mataré…-dijo al mar.- No te permitiré tocarlas.- ya lo sabía, su madre aplaudiría sus logros unos minutos para después matarlo y arrebatarle todo, y él, no lo permitiría, no más. Eran todo cuanto tenía y no pensaba perderlos.
Cuando por fin llegaron a China aún esperaba un viaje corto de algunas horas, su casa estaba cerca del mar, y aún así, la vieja Consuelo necesitaba un descansó, así permanecieron en una posada durante una noche, esa misma noche, Clow Reed salió con Yue sin rumbó fijo, quería caminar un poco por esa tierra que hace tantos años había abandonado, se sentía tan bien, caminar sin la mirada de esa mujer sobre sus hombros, observando cada equivocación, cada inclinación de cabeza inadecuada, cada palabra mal pronunciada…cada error existente.
Sabes Yue…-
Dime Amo- dijo tranquilo el guardián, aun con la apariencia del joven Tsukishiro, sus ropas eran de un azul suave, una luna en su espalda estaba finamente bordaba, Clow había comprado esas ropas especialmente para él. El mago por su parte vestía de azul marino, sus puños y cuello eran blancos, esos pantalones que hace tanto tiempo no tenía oportunidad de ver, y esos zapatos tan cómodos…si, hace varios años se había acostumbrado a vestir así, su madre se lo había impuesto, obligándole a olvidar la suave ropa de algodón para usar ropa de seda, los suaves chalecos de terciopelo que su padre compraba para él fueron quemados para ser sustituidos por chaquetas chinas, y su cabello antes largo había sido cortado para llevarlo arriba de los hombros, esa fue la principal razón por la que el mago había dejado su cabello crecer una vez fuera de China, intentaba recuperar algo de lo que fue una vez…de lo que había sido Clow Reed, no Clow Reed Li.
Estas tierras me vieron crecer hace muchos años, creo que las extrañaba.- Yue sonrió, su amo era tan amable, jamás podría dejar de amarlo… jamás.- Me hace feliz volver, ojala no fuera por los motivos que me traen en esta ocasión.-
Ya verás amo, volverás a estas tierras cuantas veces quieras, igual que fuiste a Inglaterra y no volverás a verte sujeto a nada, nunca. Eres un hombre libre.- Clow le dio una mirada llena de sorpresa, después de un momento le miró con seriedad.
¿Y tu Yue?- El guardián se extraño ante la pregunta- ¿Tu eres libre?- Yue le dio una calida sonrisa.
Yo estoy a tu lado…-se acercó y beso su mano- porque ese es mi deseo…soy libre.- Clow sonrió, acarició el rostro del joven, como desearía tener el cabello plateado en sus manos, pero si le pidiese algo como eso, llamaría la atención ante su exquisita y exótica belleza, y entonces, tendría problemas.
Yue yo…-
¡Hey, forastero!- la voz de una joven mujer llamó su atención.- ¿No quieres que lea tu fortuna?- la mujer era hermosa, sus cabellos largos estaban sujetos en una alta coleta, sus labios carmín y sus ojos bellamente delineados. Clow se acerco con una sonrisa.
¿Crees poder hacerlo?- la joven sonrió con orgullo.
Pertenezco a una familia de adivinos, nunca me equivoco.- su mirada se tornó seria.-Eres poderoso mago ¿Qué haces en estas tierras?- Clow sonrió.
¿Usas magia también?- la chica dirigió su mirada hacía "Yue".
Un tortuoso futuro espera criatura, ten cuidado con tus sentimientos pues un dolor eterno a tu corazón pueden traer.- Clow se sorprendió ante ese comentario, Yue solo parpadeo.
Su futuro no esta decidido mujer.- dijo tranquilo.
Lo esta.-dijo con tranquilidad.- yo leo el agua. - Yue la miró con frialdad ¿Qué trataba de decirle?- Ven mago, te mostraré tu futuro.- Clow se negó.
No quiero saberlo.
¿Por qué razón?- dijo sorprendida.
Tal vez en otra ocasión- Clow no deseaba saberlo ¡ya bastante tenía con sus sueños como para que una adivina quisiera decirle su fortuna! Dio media vuelta y caminó rumbo a la posada, con la mano de Yue en sus manos.- No quiero saberlo- dijo en voz baja.
¿Por qué amo?- el guardián no comprendía, la chica había tomado la dirección contraria. Estaba segura que algo pasaría, no sabía porque, pero ese hombre tenía algo en su mirada que no podría olvidar, algo que en un futuro lejano le llevaría a atacar a la joven heredera de las cartas Clow, aunque sería en Hong Kong, cuando Clow muriera, cuando ella se diese cuenta que ese solo era el principio de múltiples encuentros con un mago excitante y estrafalario, arrogante y molesto, extremadamente simpático…irresistible al enamorarse; pero este mismo mago sería el que traería desgracias a sus oráculos, todos fallarían, su trabajo nunca más sería reconocido…todo acabaría para ella, todo.
No necesito saberlo- dijo sonriendo fingidamente, Yue le detuvo.- Estoy bien, simplemente no quiero saberlo, no es algo importante- tomo su rostro entre sus manos y acarició sus labios.- no siempre se muestran cosas agradables, Yue.-
Comprendo.-
Al día siguiente partieron rumbo a la Residencia Li, esta era conocida por prácticamente todos los habitantes, se sabía que la nueva líder del Clan había sido la esposa de un hombre muy importante en la política, también que sus dos hijos habían desaparecido misteriosamente, algunos incluso afirmaban que ella les había asesinado.
Antes de que llegasen al lugar indicado, Clow obligo a Consuelo a permanecer en el pueblo, no se arriesgaría a que algo le pasase.
¡No puedes!-
¡Por favor nana!-
Te digo que no, yo soy tu nana, mi deber es cuidarte- Kerberus gruño "para eso estamos nosotros también".- Si, pero yo soy más vieja.-
Por favor, quédate aquí, necesito saber que estas bien, si te llevo conmigo no me sentiré tranquilo.- Nana refunfuñó- Nana, esto no es un juego, mi familia es peligrosa, atacarán a cualquiera que se acerque a ellos, lo he visto. Yo mismo lo hice en el pasado, compréndeme.- Nana volvió el rostro.- Nana…-
Tienes un día, si no vuelves en un día iré por ti, jalaré tus orejas y te traeré de regreso para golpear tu trasero.- Clow sonrió.
Esta bien- Nana le abrazo para después besarle en la mejilla.
Cuidadle bien niños- Los guardianes ya estaban en sus formas originales, estos asintieron.- Que Dios los proteja.- Clow se despidió, subió a un caballo e inició su arribó a la casa Li.
El camino era cuesta arriba, varias veces el caballo había tenido problemas para llevar a Clow, el caballo de Yue había tenido el mismo problema, Kerberus renegaba del por que no podían usar sus poderes.
Es mala idea Kerberus, estamos cerca de mi familia, se darán cuenta con más facilidad.-
Deja de quejarte ya y camina- Yue regaño a Kerberus.
¡Claro¡Tu porque no tienes que caminar! El que tiene que cargar todo tu peso es ese pobre animal.
!Que dijiste?-
¡Gordo!- Yue se volvió con una sonrisa.
¡No me digas¿no te has visto en un espejo?-
¿Qué tratas de decir! –
¿Yo¡Oh, Nada!- Clow rió.
…Miserable…- y continuaron su discusión durante un largo tiempo.
Cuando por fin estuvieron frente a la Residencia Li el tiempo se detuvo durante unos segundos, Clow observó el lugar, era muy similar a la ultima vez, los árboles eran ahora más altos, su puerta había sido reforzada con bronce, dos nuevas figuras de oro se mostraban orgullosas sobre la puerta, eran dos tigres, algo que a Kerberus le molesto, argumentando que era "de mal gusto" existiendo los leones. La puerta era más alta que la última vez, pensó Clow, además de que la energía desprendida por la casa ahora estaba llena de furia, seguramente grandes peleas familiares habían ocurrido desde la ultima vez…peleas familiares en la familia Li no era para mofarse, peleas en la Residencia Li significaban: magia, sangre, llanto y muerte.
Pues bien mi querido maniático, si te vas a arrepentir pa' luego es tarde- Kerberus sonrió. Yue observaba el rostro de su amo, parecía molesto al ver ese lugar ¿Qué sería lo que pasaría por la mente de Clow en ese momento?
El mago levanto su brazo y recogió su chaqueta azul, aquella con adornos chinos y cuello naranja, aquella que usaba junto con esa capa tan estrafalaria, aquella que unía sus raíces chinas e inglesas, aquel traje que homenajeaba a las dos culturas que le vieron crecer. En su mano, había una cicatriz, pocos podrían verla, pero ahí seguía, tal vez ya no en su piel, pero en su alma y corazón ahí seguía, por mucho, mucho tiempo.
Es hora…-el mago se acercó a la puerta- de acabar con todo esto.- y llamó.- Necesito hablar con vuestra líder, con Wang Li.- una voz se escucho retumbar en el aire, la respuesta a su petición.
Wang Li no recibe a nadie-
Me recibirá a mi.- Clow sonrió, ya esperaba algo como eso- ¡Abridme la puerta! Soy Reed….- En ese momento el suelo retumbo, Yue y Kerberus volaron hacía Clow.- Retrocedan.-
¿Qué?-
Es un hechizo común de defensa- El mago miró el piso.- No se muevan.- en ese momento varias ramas salieron de la tierra, todas con agudas espinas, esperando por desgarrar su ropa y piel.
!Clow?- Yue se acercó al mago.
Calma, en seguida entraremos.- Cuando las ramas terminaron de llegar al borde de la casa, estas se comenzaron a enrollar formando espirales, protegiendo la casa de cualquier humano "normal".- Esta bien…- buscó entre sus ropajes la llave de oro que tanto cuidaba- !LIBERATE!- Yue y Kerberus se acercaron a él- Ya estoy harto esto…!Ve y destruye este conjuro¡FIREY!- de una carta surgió un joven de cabellos rojizos, una sonrisa maligna se formo en sus labios, voló hacía las ramas y las consumió en unos momentos. Cuando estuvo todo eliminado Clow volvió a iniciar su camino, una niebla espesa se formó alrededor de la casa. – ¡WINDY!- un golpe en el aire, una joven mujer rodeo el lugar, la niebla se disipo para dar paso a su antiguo hogar.- ¡Vamos!- Una vez frente a la puerta advirtió a los guardias para que abriesen la puerta, estos arrojaron pergaminos de control, el mago utilizo nuevamente a Firey, y al ver que su llegada no sería aceptada decidió llamar a "POWER", así una vez abierta la puerta continuo su camino. Varias hombres le esperaban, entre ellos estaban algunos muy jóvenes, tal vez, tanto como él había sido una vez; todos con armas chinas.- A un lado…- dijo con seriedad. Los chicos le atacaron. Kerberus se elevó y arrojó fuego por su boca, había llegado el momento de intervenir.
Por otro lado unas mujeres atacaron con arcos, estaban lejos de ellos y aún así, su puntería era excelente.
Como se atreven- Yue movió su mano de forma extraña, una vez hecho esto, formo un campo protector. Después levanto su mano izquierda, y con su movimiento un arco de luz se formó, estiró su mano derecha y de esta surgió una flecha hecha de la misma materia. Disparó.
¡Ayúdanos¡FIGHT!- La carta atacó a cuanto joven se puso frente a él, los más jóvenes no se movieron¡ese hombre había sacado a una mujer de una carta!- Quítense de mi camino- dijo una vez que los adultos estuvieron en el piso, la carta se coloco en posición de batalla, nadie le detendría más que su Amo. Algunos de ellos se arrodillaron en señal de respeto, otros le atacaron, sin tener mucho éxito.- Deseo ver a su líder, Wang Li.- un adolescente se acercó-
Ella no ve a nadie hechicero.- le miró con odio- ¿Quién eres y que es lo que quieres?- Clow vio en los ojos de chico, miedo ¿le temían? Así era, eso no era algo que le agradase, a él no le interesaba poder, el solo quería unas cuantas cosas.
Sólo quiero hablar con ella.- dijo con tranquilidad.-
¿Qué asunto te exige verla?-
…Soy su hijo…- el chico le miró con sorpresa.-
¿Qué dice?- dijo molesto.- Los herederos al Clan no existen ya.- Clow cerró sus ojos, una sonrisa en su rostro. "De modo que nos ha asesinado"
Si, eso es verdad- dijo con una amplia sonrisa.- No queremos heredar esto- miró a su alrededor, armas y guerreros ¿para que? Muy pocos les atacarían, además, una vida llena de peleas no era lo que él deseaba.- Soy Reed Li Clow, y soy su hijo, no su heredero.- Un joven mayor al que tenía frente a él levantó el rostro.
!Maestro Clow?- el mago levanto el rostro; solían llamarle así los hijos de las damas de Li. -¡Esta vivo!-se acercó.-¿Cómo?-
Un viaje largo, muy largo.- El muchacho sonrió.
¿Desea ver a su madre, no?- Clow asintió. El chico iba a guiarle cuando otros le detuvieron.
¡Te castigaran!-
¡Te golpearan!-
¡Len, no!- el muchacho se detuvo por un momento.
Pero él es el Maestro Clow, es futuro líder de este Clan- Clow miró al chico, y su mirada se centró en una línea en su cuello.
¿Quién te hizo esto?- dijo moviendo su túnica: una cicatriz.
Madre se molesto, no logre hacer funcionar el Raishiban- los ojos del mago se abrieron con sorpresa y odio a la vez.- Dice que mi Reiken es débil.-
"!A ESO LE LLAMAS REIKEN¡Hazlo nuevamente!"
Ya basta…-su rostro se ensombreció.- Basta…-
Pero…Maestro…- Clow sonrió y negó. El chico le dio una mirada sorpresiva, después su rostro mostró seriedad, le ayudaría al menos diciéndole a donde debía de ir- Esta en el tercer piso del Ala Norte.- Clow agradeció y continuo su camino. Sus guardianes le siguieron- ¿y esos dos?-
El camino siguió lleno de hechizos y auris, ninguno le detuvo, no estaba dispuesto a detenerle, no hasta hablar con su madre, ya mucho tiempo había durado esa "guerra". Largos jardines recorrieron, todos tenían altos pinos y algunas plataformas con un Ying Yang dibujado en medio de ellos, un Raishiban, la base para crear la tablilla que algún día utilizaría uno de sus descendientes lejanos, Syaoran Li.
¡Rápido!- Clow corrió con todas sus fuerzas.- ¡Rápido!- sus guardianes volaban a su lado, eran veloces, pero no comprendían porque su Amo comenzaba a impacientarse. Un gran miedo se formó en el corazón de Clow. En ese momento dos Auris de gran tamaño se colocaron frente a él.
No podéis dar un paso más- dijeron al unísono, su voz era profunda y fría.
…- el mago se detuvo, sus guardianes se colocaron en posición de ataque.
¡Quítate gigante!- Kerberus se alzó en alto vuelo y una vez en los cielos agitó sus alas con fuerza, estas provocaron un golpe en el piso que dio con fuerza los auris. Pero estos no se movieron. -!Qué?- Yue creó su arco y disparó, tampoco funcionó.
No es posible- el guardián miró molesto a esos seres. Eran enormes, tenían la cabeza de un lobo, el cuerpo de un hombre cubierto por pelo, eran musculosos, y sus colmillos advertían sobre su mortalidad.- ¿Cómo…?
Los ha creado mi madre- dijo Clow colocándose frente a ellos.- seguramente no sabe quien soy, de saberlo no me hubiese mandado una muerte tan generosa.- Kerberus y Yue le miraron asombrados ¿eso era una muestra de la generosidad de Wang Li? -¡Destruidlos THUNDER!- del cielo surgió un gran lobo plateado, aulló y un gran trueno cayó sobre los guardianes, una explosión llenó de humo el lugar, Clow sonrió. Dio un paso más y en ese momento…
Un golpe en seco, un gran dolor en su estomago le llevó a dejarse caer sobre el piso, sangre fue escupida después de un momento.
¡Clow!- Yue y Kerberus volaron hacía él. El mago se sostenía en su báculo¡no había logrado dañarlos siquiera!
Cuando sus guardianes se acercaron más a él, los auris se arrojaron contra ellos, arrojándolos al piso.
¡Kerberus, Yue!- estos se defendían con fuerza, Kerberus tenía rasguños graves, la blanca ropa de Yue comenzaba a teñirse con el carmesí de su sangre.- Soltadles…- el mago se sujeto con fuerza su báculo, intentaba levantarse, su cuerpo temblaba junto con su llave mágica. Se sujeto con más fuerza, la fricción del oro y su piel provoco que esta se cortará cubriendo el metal de sangre. Uno de los auris golpeo a Kerberus. -…sol…soltadles…- el mago logró incorporarse- ¡SOLTADLES!- Ambos auris fueron arrojados por un viento frío que surgió de los pies del mago, su circulo mágico apareció bajo sus pies, su capa flotaba con furia, su rostro mostraba odio y sus cabellos estaban libres del listón que antes les ataba. Los auris incorporaron.
Desaparece hechicero…-
¡Amo Clow!- los guardianes intentaron incorporarse.
…malditos…los lastimaron…-unas cuantas lagrimas corrieron por el rostro de Clow- no los perdonaré…!no te perdonaré¡SAL A ENFRENTARTE CONMIGO!- los auris se arrojaron contra él- ¡desapareced!- Introdujo su mano a su capa y sacó tres cartas- ¡THUNDER, WATERY, SWORD!-
Un lobo surgió de los cielos, una sirena surgió de una carta, cubriendo a los auris con ella, el lobo vio su objetivo y se arrojó contra estos, un grito de dolor se apreció en estos. El báculo de Clow desapareció en una niebla de color rojo para mostrar una fina espada, cuando estos auris cayeron al piso el mago comenzó alzó la espada.- ¡DESAPARECED!- y un as de luz partió en dos a esos seres. Yue y Kerberus le observaban.- Nadie les tocará…-levantó la vista- nadie…- Clow se acercó a sus guardianes. -¿están bien?-
Sip- Kerberus sonrió con tranquilidad. Yue asintió, su cabello caía sobre su rostro.
Perdonen mis descuidos…- Yue le abrazó, al tiempo que Kerberus acarició su cabeza contra la mano herida de su amo. Clow sonrió.- perdónenme…- en ese pequeño lapso de descuido varios pergaminos de control fueron arrojados contra los intrusos.
"Nosotros nos protegemos los unos a los otros, y si protegemos al Amo Clow…
Es porque le queremos…"
Pero un circulo de cartas les rodeaba evitando que estos pergaminos lograsen su objetivo.
Muchas gracias- dijo sonriendo, las cartas resplandecieron.- ¡Ocúltanos en tu velo¡MIST!- una espesa niebla evito que los demás enemigos pudiesen seguirles, las tres figuras continuaban su camino, rumbo a el Ala Norte, donde la madre de Clow se encontraba. Muchos obstáculos tuvieron que pasar para logar entrar al lugar, varias cartas de pelea siguieron siendo utilizadas para que finalmente se encontraran frente a la gran puerta de ébano.- Llegamos.- de pronto la puerta comenzó a abrirse. El mago entró, al igual que sus guardianes; el interior parecía un templo, varios pilares se alzaban y en estos estaba tallada la forma de un dios elemental, el lugar tenía un aire helado, cuando por fin entraron completamente, las puertas se cerraron con lentitud, creando un rechinen agudo.
¿Quién eres?- la voz de una mujer se escucho entre los muros.
…¿Dónde esta?- Clow buscó con la vista a su madre pero no la encontraba, Yue señalo un punto lejano.
Poder mágico, ahí se concentra- Clow bajo la mano de Yue.
No apuntes- Yue parpadeo varias veces, pero la mirada seria de Clow le hizo entender sobre su error.- Nos esta viendo, si le apuntas dirá que la estas retando.- Clow volvió el rostro- ¿Dónde esta?- volvió a preguntar.
¿Cómo? Un joven hechicero logra pasar las barreras de mi casa y aún así ¿no es capaz de localizarme?-
Conozco este cuarto, se perfectamente que si uso mi poder este regresara a mi como un espejo.- el rostro de una mujer entre las sombras se mostró sorprendido.-
Pocos conocen este cuarto ¿Cómo es que tu…?-
He estado aquí.- La mujer salió de entre las sombras, su tocado no estaba sobre su cabello, este caía sobre parte de su rostro, era largo, muy largo y de un negro profundo, su piel blanca relucía al igual que sus profundos ojos azules, el color de los de su hermana pero estos ojos reflejaban una frialdad que ella jamás tuvo. Sólo un hilo de carmín que corría desde su frente hasta su barbilla empañaba su belleza.
¿Quién eres?-
Reed Li Clow-
…-
Te traigo un mensaje y una noticia, desgraciadamente, desagradable.-
Contigo y tu hermana todo se vuelve oscuro ¿Qué han cometido ahora?- dijo con ira.
El mensaje es de mi hermana- dijo ignorando el comentario de su madre- Quería que todo esto terminara-
¿Esto?- después de un momento rió.- Si fueron ustedes mismos lo que lo comenzaron- dijo caminando hacía él.-
No es verdad madre.- dijo con frialdad, sujeto su báculo con fuerza. Wang sintió un gran poder alrededor de Clow, así que se detuvo.
¿La noticia?- Clow bajo el rostro.
…-
¡Contesta Reed!- estaba molesta, Clow la había herido cuando había destruido a los auris y ella lo sabía ¡atacado a su propia madre! Wang no suponía que esa solo era un muestra del poder que Clow algún día tendría, además de ser sólo una muestra de su odio.
Mi hermana…-El rostro de Wang mostró horror; sentía un vacío en su pecho, y rogó con todas sus fuerzas que ese presentimiento fuera mentira.
¿Esta bien?- angustia en su voz. Clow se acercó.-¿…Clow…?
Mi hermana esta muerta, madre.- Wang sujeto su pecho; no era posible que su pequeña hija hubiese muerto, no tan joven, no Shang Li…no su pequeña. Algunas lagrimas recorrieron su rostro.
…¿Quién fue?- dijo finalmente.
La muerte- dijo Clow con pena.-Parece ser que estaba enferma.- Wang cubrió su rostro, Clow cerró sus ojos, podía escuchar a su madre llorar, y no sabía porque, pero le dolía, le dolía enormemente escucharla llorar, a una mujer tan fuerte como ella, a su madre.
¿Cuándo?-
Hace un año.- Wang descubrió su rostro, miraba a su hijo con ira y desprecio, se había llevado a su única hija con él, tal vez, si ella hubiese estado con el Clan ella no estaría muerta…tal vez.
¡Has sido un tonto!- dijo molesta- ¡tu, Clow…!-
¡Te equivocas!- Clow olvido cualquier formalismo que pudo haber existido entre su madre y él.- ¡Tu has tenido tanta culpa como yo!-
¿Qué!- Wang estaba furiosa.
¡Tu nos obligaste a eso¡Convertiste nuestra vida en un infierno!- Wang parpadeo varias veces ¿infierno¿Eso había significado para él el haber vivido con ella?- ¡Aprendimos tus reglas, hablábamos como nos ordenarás, caminábamos rectos, saludábamos con respeto, vestíamos adecuadamente¡hicimos todo cuanto pudimos para agradarte!- los ojos de Wang se abrieron con sorpresa- ¡y nada¿me oyes¡NADA, Te complacía!-
¿…tan mala madre he sido para ustedes?- Clow no dijo nada. Wang sonrió con amargura.
No conozco otra madre, no puedo juzgarte.-
Querrás decir compararme.- Clow tenía lagrimas formándose en sus ojos, si hablaría, diría todo cuanto necesitaba decir, no guardaría ningún secreto.
Nosotros te amábamos- Wang se sorprendió.- Te amamos; nos dolió dejarte, mucho.- Wang tenía sus ojos empañados por las lagrimas que no dejaban de correr por sus mejillas. Yue y Kerberus guardaron un silencioso respeto, sabían lo difícil que era para su amo hablar con su madre, no porque le hubiesen conocido antes, sino por el tono de su voz, por toda la indecisión que hubo durante esos largos años, y por el rostro de la mujer frente a sus ojos, podían ver claramente que ella también sufría.
Hiradatsu me dijo que estuviste en el Concilio de Magia- Clow asintió.- Que lograste grandes cosas.- el mago volvió a asentir- …Que eras feliz…- el mago se sorprendió ante esas palabras.
Lo soy.- dijo, sus pupilas temblaban, apunto de dejar correr sus lagrimas con libertad. Wang levanto el rostro, con una bella sonrisa.
¿Lo eres?- Clow asintió.- Mucho tiempo pensé en ustedes…si tendrían frío, hambre…un techo con el cual refugiarse. No tienes idea lo que he sufrido.
¿Madre?- Clow le miraba sin comprender, jamás la había visto así.
Eres un malcriado ¿crees que a mi no me importaban en lo más mínimo?- Una solitaria lagrima cruzó el rostro de Clow. Wang se acercó a él, el mago la miró estupefacto; la mujer limpio con su mano la mejilla de su hijo.- Lo dicho, eres un malcriado.- varias lagrimas siguieron a aquella, con una muestra de dolor en su rostro que Wang no había visto desde hacía muchos años.- ¿Qué te ocurre?- su madre sonreía, muy a pesar de las lagrimas que aún humedecían su rostro.
Perdóname-
¿Por qué? Ustedes se fueron para buscar su felicidad…- Wang le miró con dulzura- Sus errores como hijos son mis errores como madre…-
"Jamás te culpes por lo que no fue, no es…y por lo que no será…Querida Wang…"
Después de este día Clow salió de lugar para buscar a Consuelo y para traer las cenizas de su hermana, su madre tenía derecho a llorarlas, como él lo había hecho.
Su relación cambió mucho, altos miembros del Clan se molestaban por el comportamiento que Wang estaba teniendo con Clow, "muy benevolente" habían dicho "demasiado, que tu hija haya muerto no debería afectarte tanto"; pero a Wang ya no le importaba, ese mismo Clan le había arrebatado una de las múltiples formas en las que la felicidad se había acercado a ella, y la había dejado ir por mantenerse firme a principios injustos, duros y fríos; se había olvidado de ella misma para mirar única y exclusivamente el bienestar de "El Clan Li" y lo había pagado caro: su abuela, su amante y su hija, poco falto para que su hijo también sufriese esa destrucción tan atroz a la que algunas costumbres nos arrastran, pero había escapado y había vuelto, solo para verla, para disculparse y para demostrarle que no le odiaba, como ella (y él mismo) creía.
Varios meses pasó Clow en el Clan, ya había explicado a su madre quienes eran "el Hijo de la Luna" y "el Dios Dorado"; además de explicarle sobre la creación de las cartas Clow. "!Sabía que Serías algo grande!" había dicho su madre.
"!YO SABIA QUE SERIAS ALGO GRANDE HERMANO!"
Clow sonrió al escuchar esas palabras en los labios de su madre, tal vez…Wang Li había sido como Shang, hace mucho, mucho tiempo…
¿Aún no has decidido casarte?- Wang rió al ver a su hijo atragantarse con un poco de vino.- Veo que no.-
Esto…Madre…-Clow miró a su derecha (Yue) e izquierda (Kerberus). El guardián solar le miraba con picardía, el guardián lunar cerró sus ojos "intentando" no mostrar interés.- Esto…-
¿mph?- Wang observó al guardián lunar.- ¿Ustedes le conocen pareja?-
¡Yo si!- Consuelo se irguió orgullosa. Ella también era parte de la familia de Clow, y para Wang sería un placer aceptarla.
¿quién?- Pregunto sonriente Wang, en inglés, pues español le era imposible hablar.
¡Es…!- Clow cubrió su boca. –
¡No le haga caso madre!- sonrió con nerviosismo.- Yo mismo se lo diré…-Yue le miró con angustia ¡en que pensaba su amo!- Ejem…Lune.-
¿Lune?- Wang miró al techo -¿Lune…lune¿En que lengua esta eso?-
Sólo hablas Chino, japonés y un poco de Inglés ¿cierto, madre?- Wang asintió.
¿Quién es Lune, Clow?- dijo con inquisidora mirada. Clow sonrió.- ¿Qué idioma es ese?-
Francés, naturalmente.-
!Clow!...-miró al guardián de la Luna- Yue, tu sabes Francés, dime que significa lo que me ha dicho.-
¿Eh?- Yue le miró ligeramente sonrojado.- Bien es…-
¡El nombre mas horrible existente!- Kerberus se regocijó al ver el rostro molesto de Yue.
¿Cómo puedes decir algo semejante!- Clow le miró acusadoramente.
¡es la verdad!- el león defendía su punto.
¡pero si me torturé por días para ese nombre!-dijo el mago.
¿Qué?- Wang no comprendía absolutamente nada…o tal vez…
¡Pero si esa misma noche lo decidiste!- Clow le miró con recelo. Kerberus igual.
No habrá postre para ti.-
¿Qué!
Después de una larga discusión sobre lo "patético" del nombre "Luna". Clow decidió salir a caminar un poco, estaba cerca del mar, podía escuchar el agua golpear contra el acantilado, no veía sus agua a pesar de la resplandeciente Luna que le acompañaba esa noche, pero podía escuchar ese mar furioso, golpeando las rocas, una gran sonrisa estaba en su rostro.
Amo…-una suave voz le llamo.- Entra a la casa, ya es tarde…-entre las sombras de la noche Wang les observaba.
Pero la vida volvía a sonreírle…como a todos los humanos…
No-
¿Amo?- Clow se incorporo para tomar las manos del guardián entre las suyas, este le sonrió con dulzura. Adoraba esa sonrisa, si tan solo pudiera congelar el tiempo y tenerla para siempre…si tan sólo pudiese inmortalizarla. Acariciase su rostro con ternura para después acercarse a su rostro, y probar sus labios…
No es tarde…-dijo una vez que rompió el beso.- Tenemos toda una vida por delante…
Este solo era el inicio de su propia leyenda, de la leyenda que fue, es y será: Reed Li Clow.
FIN
CARD CAPTOR SAKURA(C)CLAMP
FANFIC hecho SIN fin de lucro.
