Bueno, soy nueva en esto y espero les agrade. Frank y Lisa son personajes de mi propiedad, pero Tom es de mi amada Jk. Rowling. Contiene lenguaje vulgar y próximamente tendrá escenas fuertes. Quien quiera leerlo, con cualquier criterio, léalo. Pero, déjenme ¡Reviews! Dedicado a mi prima Carola V. Lucero. Y a Lynn. También inspirado en mi author idol: The Fox Lady.

Una noche de Furia.

By: Anne M. Riddle.

II Capitulo.

"Lisa and the madness."

Un sonido sordo se astilló en la garganta de la joven como si fuera una uña resquebrajada. Sus gritos se ahogaron en la habitación cubierta de colchones. La puerta se cerró tras de Frank.

Eso quería decir que Frank había vuelto... y no necesariamente vivo.

Todo se volvió a la oscuridad.

...

¿Lisa?

Abrió sus ojos. Estaba mareada, cansada y no recordaba un por qué. Su cabeza se balanceaba lado a lado.

¿Lisa?

Se vio sentada en una pequeña silla, dentro de una habitación pequeña y de colores claros. Su largo cabello dorado tapaba su rostro pero aún así podía ver que enfrente de ella había varias personas vestidas de blanco. Observándola y anotando cada uno de sus movimientos.

¿Lisa?

Esas voces. ¿Por qué la llamaban? No lo supo. Pero contestó con un pequeño murmullo que denotó que estaba viva.

¿Mmm?

Lisa. Dinos, ¿Cómo te sientes? – Habló una persona que parecía ser un doctor, ya que estaba vestido de blanco y llevaba un informe en sus manos.

Mareada... – murmuró.

Eso es por las medicinas, pronto te sentirás mejor. – Hablaban pausadamente y con cuidado tratando de que ella escuchara todo con más claridad. – Queremos hacerte una pregunta. – Tomó unos papeles. – Tenemos aquí unos dibujos tuyos y queremos saber... ¿Por que los haces? ¿Por qué dibujas a un conejo? – Abrió sus ojos antes entrecerrados, al ver las imágenes que aquellas personas le mostraban.

Ahora lo recordaba... era su 5 semana en el hospital. Había sido trasladada ahí después de la muerte de Frank, y desde su estancia... Frank la había estado visitando.

Al principio estaba aterrorizada pero conforme había pasado el tiempo se había acostumbrado a su compañía. Él la había perdonado.

¿Lisa?... ¿Porqué haces esos dibujos? ¿Qué representan para ti? – Repitió el hombre ante la mirada perdida de Lisa.

Yo no los hago... – susurró. Su cabeza se fue de lado.

¿Quién... ejem, entonces quien los hace? – Tartamudeó.

Frank... –Fijó su vista en un lugar en especial. – Frank me dice que los haga...

Ya veo... – El doctor miró a sus compañeros y negó con la cabeza para después preguntar. - ¿Quién es Frank... Lisa? – Los ojos de Lisa se tornaron de negro.

Ignoró la pregunta puesto que a su lado se encontraba el nombrado... con su ridículo disfraz de conejo, la máscara en su mano y su bella cara con un ojo ensangrentado. Una sonrisa descarada se asomó en el rostro de Lisa.

"Cariño, ¿Por qué permites que te tomen por loca? Mírate nada mas... – negó con la cabeza. – Estás echa un desastre... – Intentó tocarle la cara pero ella le dio un manotazo."

Déjame Frank... no me gusta que me toques. –Levantó la vista enojada. Los doctores estaban perplejos al verla mover la mano al aire y hablar sola.

Lisa... ¿Esta Frank ahí contigo?

"¡Uy! Lo siento."

Lisa. Te repito la pregunta. ¿Esta Frank ahí contigo?

"Te hablan... Vamos. Diles, platícales de mí... Hazme famoso. – Rió a carcajada suelta."

Lisa... ¿Lisa?

Frank... eres un cretino. No me estés molestando. – Sus ojos seguían en la penumbra, su aspecto fantasmagórico contrastaba perfectamente con su notable cambio de ojos.

¿Lisa... contesta... esta Frank contigo en estos momentos? – Repitió por tercera vez aquel hombre.

Lisa volvió a ladear la cabeza haciendo que su cabello tapara por completo su rostro albino. Pareció meditarlo unos momentos. Movió su cabeza nuevamente hacia la dirección donde estaba Frank, pero no vio nada.

Si... – Respondió mientras sus ojos volvían a ser ambarinos.

Bien. Pueden llevársela... la sesión ha concluido. –Acto seguido dos enfermeros entraron a aquella pequeña habitación y tomaron a Lisa de los brazos para llevársela.

En cuanto la ausencia de Lisa se hizo notable, la doctora encargada de Lisa habló con la voz cansada.

Este Frank nos está ocasionando muchos problemas... –Los demás doctores asintieron afirmativamente. – Pobre Lisa... esta empeorando, no veo mejoras en ella.

Lo sé... Lo peor es... ¿Cómo hace esos dibujos? A ningún interno de este hospital se le permite tener objetos como papel o lápiz... ¿Cómo los hace... si ni siquiera tiene acceso a ese tipo de materiales? – Preguntó otro doctor dejando a todos con un nudo en la garganta, menos a una doctora.

Valerie Smith, de descendencia hindú, piel negra y ojos marrones. Amable a simple vista, de aproximadamente unos 38 o 40 años de edad.

Señores... eso se debe a solo una razón - Guardó silencio unos momentos para después decir.-... la pequeña Lisa es una bruja. – Valerie sonrió ante su propio comentario. Mas de uno de los presentes en esa habitación abrió sus ojos desmesuradamente ante aquella confesión.

Lisa no podía... simplemente era imposible que Lisa Rowe fuera una bruja. Todo mundo sabía que estaba en ese hospital inferior para magos enfermos mentales solo por las sospechas, ya que la muerte de los padres de Lisa aún era un misterio que se debía investigar, pero ella había vivido como Muggle toda su vida... ¿Cierto?

No podían saber. Era un caso serio. Ahí había gato encerrado.

3 años después.

15 de Julio de 1946.

Hospital San Mungo para Magos.

¿Qué demonios hacía ahí? Esa es la pregunta que se hacía cada día que pasaba. Tom no era como las demás personas que residían en ese lugar, él... a diferencia de algunos internos; No estaba loco. ¡Vamos!... Sólo había matado a sus padres y tenia planes para ser el mago obscuro mas temido de todos. ¿Y? ¿Eso que? Había peores.

La realidad del asunto era que estaba condenado a estar en ese loquero verano tras verano hasta que saliera de Hogwarts. Y si, era loquero para magos... no un hotel de cinco estrellas, aunque ciertamente nada parecido a azkaban. Lo curioso era que nadie en Hogwarts estaba enterado de que a Tom Riddle lo tenían clasificado como un "Enfermo Paranoico Mental".

Llevaba dos años. Dos malditos años conviviendo con dementes. Dos años de planes. Esos dos años y toda su vida... Solo. Nadie que lo comprendiera y eso no le importaba demasiado necesariamente. Le importaba mas que nada encontrar a alguien que pensara como él... que lo ayudara con sus planes. Solo eso.

El lugar estaba extrañamente tranquilo. Escribía pensativo recostado en su cama, terminando sus deberes hasta escuchó una conmoción en el pasillo. Salió para ver de qué se trataba y alcanzó a ver a varios enfermeros forcejeando con alguno de los internos. El pequeño Eddie, un jorobado de mediana estatura clasificado como el chismoso del lugar se acercó a él.

¡Tom! ¿Ya supiste la nueva? – Comentó el pequeño disimuladamente mientras observaba la violenta escena que estaba frente a sus ojos y respiraba a un ritmo fuera de lo normal. O no, disculpen, se estaba riendo, mostrando todos sus amarillentos dientes, algunos podridos. Tom hizo un gesto de asco. –

Suéltala mocoso. ¿Qué es lo que sabes? – Gruñó el moreno exigiendo información.

Acaba de llegar. Di... dicen que está loca, bastante chiflada. – Tom rodó los ojos ante el estúpido comentario del pequeño. Si no estuviera loca no estaría ahí. ¿O Sí? Imbécil. –

¿Y? ¿Qué mas?

También dicen que... que ve cosas. Es muy a.. Agresiva... Es todo lo que sé. – Se enroscó de miedo ante la mirada que Tom le estaba dedicando.

Vete de aquí mocoso. – Concluyó satisfecho con la información.

El pequeño se escabulló como un roedor del lugar. Fue entonces cuando la vio con claridad... cabellos dorados y ojos color de la miel, color ámbar. Interesante. Muy interesante.

La joven se convulsionaba violentamente entre los brazos de los enfermeros, pataleaba y gritaba insultos. Lo único que le faltaba era que le saliera espuma por la boca, y vaya que era bastante agresiva. Segundos después llegaron otros enfermeros con una camilla para después arremeter contra ella.

No pudo ver que era lo que ocurría en esos momentos ya que los enfermeros se abultaban contra ella. Valerie había llegado y observaba la escena bastante molesta.

Tom podía escuchar a distancia que la nueva interna gritaba algo. Agudizó su oído y trato de distinguir las palabras que salían de la boca de ella.

¡Frank! Deja de mirarme como idiota. ¡Ayúdame! ¡No dejes que me hagan esto! – Gritaba a todo pulmón aquella chica. Frank no la escuchaba.

Sus súplicas se dejaron de escuchar cuando Valerie habló.

Frank no puede ayudarte Lisa. – Murmuró Valerie. Los enfermeros se hicieron a un

Lado. Tom pudo observar que estaba atada de pies a cabeza, una camisa de fuerza bastante apretada, amarrada a una camilla acomodada verticalmente y un bozal que cubría sus apetitosos pero también peligrosos labios de seda.

Val, tanto tiempo sin verte. – Susurró Lisa respirando agotadamente.

Demasiado podría decirse... has llegado a robarte el silencio de este hospital. ¿No es así?

Bueno, mas que nadie, tu bien sabes que me gusta dejar huella en cada lugar que puedo.

Si, me he dado cuenta de eso; pero déjame decirte una cosa, en este lugar YO mando. Y escúchame bien... no dejaré que hagas daño a ninguno de mis internos. Así que más te vale obedecer las normas. Recuerda que es tu último año en el colegio.

Si, lo sé. Aunque no puedo asegurarlo. –Sonrió mostrando sus blancos dientes. – Y conforme a lo del colegio. ¿A quién me asignarás ahora? ¿Quién será mi mal afortunado acompañante?

Bueno, ya que insistes. – Volteó a ver hacia la dirección en la que Tom se encontraba. Y le sonrió con la mirada. – Tom, ve para acá. Quiero que conozcas a tu nueva acompañante.

Los ojos de Tom se abrieron al máximo ante tal proposición. Lisa se quedó callada.

Por alguno razón ella encontró aquellos ojos aceitunados que al igual que ella estaba perplejo. Era la primera vez que el la veía a los ojos y que ella le devolvía la mirada, era la primera vez que se perdía en las profundidades de aquellos ojos ambarinos, la primera vez... que la observaba con detenimiento y memorizaba cada pequeño detalle de su rostro.

La piel sin color, pálida, suave y enfermiza. En sus grandes ojos color ámbar, en la línea rojiza que se escabullía por debajo de sus ojos... sus pestañas largas y enroscadas, sus cejas tan frágiles, tan divinas y perfectas, su nariz puntiaguda y respingada y sin nada mas que decir... sus gráciles labios, carnosos que parecían nunca haber conocido el brillo labial que otorga a cualquier mujer su feminidad.

Tom. Ella es Lisa. Te encargarás de cuidarla este año, en Hogwarts.

Am... Tom Riddle. Un placer.

Li... Lisa Rowe. ¿Riddle? Me suena. – Titubeó la chica. Algo en él le había llamado la atención.

Por si no lo sabes Lisa. Tom es el mejor de todo el colegio de Magia y Hechicería de Hogwarts. – Contestó Val notablemente orgullosa de su más preciado interno. – Y dudo que logres hacerle daño como a los otros...

Eso lo veremos. Así que... mucho cuidado Riddle. – Entrecerró los ojos y sonrió tras el bozal como si planeara hacerle algo muy malo. ¿Eso era un reto?

Eso lo veremos Rowe. – Si lo era... le encantaban los retos, y más los de esa intensidad.

Lisa, por su parte había quedado hipnotizada. Trataba de grabar en su mente cualquier detalle de aquel rostro masculino tan peculiar. Tez morena y ceniza... ojos de aceituna, no lo sabia... no sabía si era verde o castaño. Pero no le importaba. Sus pestañas que escaseaban y sus cejas que eran bastante abundantes y varoniles. Su nariz recta sin defectos y sus labios delgados, casi femeninos, delicados... como si de un beso se fueran a consumir en la existencia.

No, no podía estar pensando esas pendejadas. Y menos de él. Lo acaba de conocer, no; no podía ser posible. Tal vez solo le gustaba su apariencia... era muy guapo, y tenía una gran personalidad. Pero no, simplemente no. Frank era el único que ocupaba su corazón, y así sería siempre. Siempre.

Sacudió la cabeza como pudo, intentando borrar todo tipo de pensamientos que en ese momento la atormentaban. Cuando abrió los ojos pudo observar a distancia a Frank observándola con una sonrisa de oreja a oreja. Sus ojos negros, nuevamente.

"Bien... entonces... Nos veremos en Hogwarts preciosa..."

Después de eso, abrió una puerta, y desapareció de su vista. Sus ojos se normalizaron y asintió con la cabeza hasta que se vio interrumpida. Notó que se movía... y volvió su vista a sus costados y se dio cuenta de que los enfermeros se la llevaban ya. Valerie y Tom se perdieron de vista. Suspiró. Tal vez mañana... mañana sería otro día... si es que quería salir de ahí.

En otro lugar...

Cuando estén en Hogwarts, te recomiendo que hechices muy bien cualquier objeto punzo-cortante antes de dárselo, ella sabe muy bien de qué manera utilizar cualquier cosa que corte. Y solo le darás su varita en clases, nunca y por ningún motivo fuera de ellas. ¿Podrás hacerlo? – Valerie le daba instrucciones a Tom, solo por si las dudas. Sabia que Tom, podrían controlarla muy bien.

Puedo hacerlo, es un hechizo fácil. Una pregunta Val... –Dudó el Riddle, antes de proseguir con la pregunta. - ¿Por qué yo?

Simplemente porque quiero que te distraigas Tom... eres un chico muy listo y bastante atractivo. – Tom se sonrojo ante el comentario de Val. Ella solo sonrió y siguió hablando. – Quiero que salgas... que te diviertas... Lisa tiene... en ocasiones muy buenos pensamientos, solo que a veces es medio agresiva... pero era una buena chica, ayúdala a que vuelva a hacer como antes. ¿Sí? ¿Me ayudarías?

Claro Val... – Sonrió con hipocresía.

Ese es mi muchacho, bueno... es hora de irme, tengo que hacer algunos deberes. No te molesto más. – Y sin más que decir se marchó.

Ilusa... hasta crees. – Murmuró con una sonrisa a lo muy Slytherin, cuando ella se perdió de vista.

Así que... esos eran los planes de Valerie. Bueno, le daría el gusto, solo que a su manera. Lisa mejoraría, claro que sí... Pero Val no le dijo de qué manera ¿Cierto? Entonces la convencería de unirse a él... y de esa manera su plan estaría mas que completo.

Ahora lo tenía todo. Sus planes estaban casi realizados, tenía mortifagos, tenía a Nagini, tenía al basilisco y muy pronto, la tendría a ella. Perfecto, más que perfecto.

.... Otro capítulo, medio aburridón, pero pues con todas mis ganas. Espero les agrade y a carola, gracias por el Review, y a naria, creo gracias también , no te fallaré, trataré de impresionarte más. =)

Los personajes que tengo por ahora... son los siguientes, creo que es conveniente que tengan un personaje para que se imaginen como es el actor.

Am, aquí van.

Lisa Marie Rowe: Mena Suvari.

Tom Marvolo Riddle: Tom Welling.

Frank Beddingfield: Ashton Kutcher.

No lo olviden

R

E

V

I

E

W