HARRY POTTER Y LA ORDEN DEL FÉNIX

TODOS LOS PERSONAJES QUE APARECEN EN ESTE FIC SON PROPIEDAD DE J.K ROWLING.

LES AGRADEZCO LA LECTURA DE ESTE FIC Y LES PIDO QUE ME DEJEN MENSAJES CON SU OPINIÓN Y CON SUGERENCIAS PORFA.

CAPITULO 6:

Harry se levantó a primera hora de la mañana con un terrible dolor de cabeza. En un principio no recordaba lo que había pasado, ni porque había dormido tanto. Se incorporó lentamente. Parecía que la cabeza le iba a explotar y de repente recordó todo lo que había pasado ayer. Lentamente fue al cuarto de baño donde se dio una ducha con agua helada, para así espabilarse. Se vistió y bajó a desayunar. Allí le estaba esperando Hermione, con el desayuno en la mesa.

Vaya Harry. ¿Qué te ha pasado? Rara vez se te pegan las sábanas.

Es por el duelo de ayer, al absorber el hechizo de Snape, gasté mucha energía, y al realizar mi hechizo también, así que esta mañana me he levantado con un dolor. Supongo que Arabela por las horas que son, ya se habrá ido.

Pues sí. Al ver que no te despertabas me mandó a mí, pero por más que lo intentaba no conseguía despertarte, así que me di por vencida y Arabela se fue un poco enfadada la verdad.

Mañana tendré que disculparme con ella.- Harry se concentró en su comida. Cuando ya estaba terminando al parecer reaccionó.- He estado pensando,- dijo con calma- que te parece si vamos hoy al callejón Diagon a comprar los libros? Así durante las dos semanas que quedan podemos repasarlos e ir un poco más ligeros este curso que tengo el presentimiento que va a ser muy duro para todos.

Esta bien, recogemos esto y nos vamos. Iremos en autobús hasta el callejón.

Subió cada uno a su habitación a por sus cosas, cogieron dinero y se fueron. Cerca de casa de Hermione había una parada de autobús, donde esperaron pacientemente el autobús.

Por fin llegaron al Callejón Diagon.

No puedo creer como los mugles pueden ir montando en eso. La mujer de al lado me estaba clavando su codo en las costillas, y además hemos tardado una eternidad en llegar.- dijo Harry un poco molesto y frotándose el costado por el dolor. Entraron en un bar bastante sombrío y destartalado que no llamaba la atención de los mugles.

Hola Sr. Potter, que alegría de volver a verlo- sonó una voz detrás de la barra. Al momento apareció un hombre calvo, pero con cara afable, que llevaba una enorme sonrisa en la cara.

Buenos días Tom.¿Que tal por aquí?- dijo mientras le daba la mano.

Tirandillo, no va mal el negocio. No hay que quejarse.

Vamos a comprar los materiales de la escuela ¿Nos podías preparar una mesa para comer?

Para dos señor?- dijo mirándole con una mirada pícara.

Sí por favor.¡¡¡Ah! Y no comentes que estamos por aquí. Me harías ese favor?

Claro señor.

Salieron a un pequeño patio cerrado, Harry sacó su varita y empezó a contar ladrillos, hasta que tocó uno de ellos, y la pared se abrió permitiéndoles el paso al callejón Diagon.

Primero tengo que ir a Gringotts, necesito sacar dinero de la cámara.

Se dirigieron hacia allí, y fueron atendidos por uno de los gnomos.

He venido ha sacar algo de dinero de mi cámara.

¿Me permite su llave, por favor?

Claro- dijo entregándosela.

Tras comprobar que todo estaba bien, se dirigieron hacia un carro, que les llevó hasta la cámara. Harry cogió bastante dinero, y volvieron al hall del banco. Con los bolsillos llenos de dinero, se fueron a hacer las compras.

¿Por donde empezamos?- Le dijo Harry a Hermione. Esta sacó la lista de materiales.

Este año también se va a necesitar una túnica de gala. ¿Qué tal si vamos a Madame MalKim.

Vale, además necesito túnicas nuevas de diario que las que tengo ya me están pequeñas, además con las pruebas muchas se me estropearon... - esto último lo dijo un poco más triste, cosa que Hermione notó (no se le pasaba nada de lo que ocurría a Harry.

Se pusieron en camino.

Buenos días- dijo una amable señora.

Hola- queríamos túnicas para Howarts y ...- dijo Hermione.

Compraron las túnicas y luego cada uno se fue en busca de su túnica de gala. Querían que fuese una sorpresa. A la media hora se volvieron a encontrar, ya cargados de bolsas.

Anda que como tengamos que ir así a todos lados.. Nos podemos morir.- dijo una Hermione con tono cansado.

Espera tengo una idea- miró a los lados, para ver que no hubiese nadie, sacó su varita y dijo- Reductio.

Al instante los paquetes empequeñecieron y se los guardaron en los bolsillos.

Gracias-dijo Hermione- Vamos a por los libros.

Así pasaron toda la mañana, de aquí para allá, y empequeñeciendo cada paquete que compraban. Llegó la hora de comer y se fueron para el bar. Allí los estaba esperando Tom el tabernero.

Aquí tengo una mesa para ustedes.- dijo mientras se sentaban- ¿Qué quieren tomar?

Yo quiero... Mmmm... Una cerveza de mantequilla y... un filete con patatas cocidas- dijo Harry.

Yo lo mismo.

Enseguida estará.

Estaban hablando sobre los libros que habían comprado cuando alguien se les acercó.

Hermione ¿Eres tu?- dijo una voz. Hermione se dio la vuelta y se encontró con Parvati una compañera de habitación.

Si soy yo.

Valla, si que has cambiado- dijo mientras se sentaba en la mesa.- ¿Pero no me vas a presentar?- dijo mirando a Harry de una manera insinuante, lo que ocasionó que Hermione se pusiese a 100.

¿Pero es que no le conoces?- dijo mirando muy cabreada a Parvati.- ¡Es Harry!

¿Harry? Harry Potter?- dijo muy extrañada.

Si, soy yo.- dijo un poco colorado. Mientras que Parvati se acercaba sensualmente a darle dos besos. Poniendo a Hermione mucho más furiosa que antes si eso era posible.

¿Que tal las vacaciones? Yo, acabo de venir de EE.UU., me lo he pasado de miedo- dijo entusiasmada.

El mío no es que sea muy bueno, teniendo que soportar a los Dursley.- dijo Harry, mintiendo para guardar el secreto.

Vaya, Parvati creo que tu madre te está llamando- dijo muy aliviada Hermione, ya que había visto a la madre de Parvati buscándola por todo el bar.

Si, es verdad- dijo mirando hacia ella- será mejor que me vaya no sea que se enfade. Ya nos veremos en Howarts. Adiós.- Le dio dos besos a cada uno y se fue rápidamente.

Vaya, Harry si que vas a ser popular este año en el colegio.- dijo Hermione con el ceño fruncido.

¿Tu crees?- dijo inocentemente.

Pero, ¿no te has dado cuenta de cómo te miraba?- dijo aún más cabreada.

Pues no.

Durante el resto de la comida hablaron de cosas triviales, ya que en el bar no podían mencionar nada de sus estudios o de sus planes, pero eso no impidió que se lo pasaran bien, y que a Hermione se le quitase el mal humor.

Harry, querría pasar a comprar una lechuza, no me parece bien que siempre que la necesite os la esté pidiendo a vosotros.

Sabes que no nos importa.

Ya, pero lo prefiero.

Como quieras.

Volvieron de nuevo al callejón Diagon y se dirigieron a una tienda de mascotas. Hermione y Harry empezaron a dar vueltas por la tienda, para seleccionar a la afortunada. Era una tienda muy grande, estaba llena de animales de todas clases, no solo lechuzas, había ratas, tortugas, conejos... Estaba muy bien iluminada, y como todos los establecimientos en estas fechas, estaba abarrotado de gente.

Yo iré por aquí. ¿Vale?- dijo Harry.

De acuerdo.

Harry iba examinando lechuza por lechuza viendo la que más le gustaba, o la que pensaba que iba a ser la adecuada, pero algo le llamó la atención. En una especie de urna había una serpiente, que estaba enroscada en un palo, esta le miraba fijamente. Se dio la vuelta, y se volvió a esconder. Miró el cartel que estaba pegado al cristal:

VÍVORA DE LASTRE

Esta Especie se encuentra en España y en el norte de África, ocupando hábitats diversos. De tamaño pequeño (unos 60 cm), su veneno no es muy tóxico, pero resulta suficiente para matar a las pequeñas presas que devora: pequeños mamíferos y pajarillos.

Te gusta?- dijo una voz detrás de Harry. Este se dio la vuelta y se encontró con la dueña de la tienda.

Sí. Me gustaría llevarme, ¿cuanto cuesta?

Verás no todo el mundo puede llevarse esta serpiente, llevo con ella aquí casi dos años, y teniendo en cuenta que las serpientes tienen muy mala fama y no todo el mundo las quiere, y que además esta no es muy dócil, no hay quien se la lleve, así que si alguien la quiere y la serpiente acepta irse con ella, yo la regalaría.

¿Cómo que si la serpiente acepta irse con ella?

La serpiente ha atacado a todas las personas que han estado interesadas en ella.

Me gustaría llevármela.

No creo que tu puedas... - dijo muy dudosa, y con una sonrisa burlona- Muchos otros lo han intentado, y no creo que un niñ...

Déjeme intentarlo por lo menos- la cortó Harry.

Como quieras, si consigues sacarla avísame.

Vale.

La dependienta se fue un poco malhumorada, y mientras Harry se acercó a la serpiente. Dio unos golpecitos en el cristal y la serpiente salió a su encuentro. La serpiente le miró con arrogancia.

(Lo que está en cursiva se habla en Parsel)

Hola, me llamo Harry Potter. ¿Y tú?- dijo dejando a la serpiente muy asombrada.

No tengo nombre, ya que nadie me ha comprado.

No te han comprado por que no has querido.

En eso tienes razón, pero no voy a servir a gente tenebrosa, aunque las serpientes tengamos esa fama, no todas somos así.- dijo dándole la espalda.

No te vallas, quiero que te vengas conmigo, si aceptas, claro- La serpiente se dio la vuelta y le miró.

¿Para que me quieres?

El señor tenebroso resucitó, no sé si habrás oído hablar de él, y creo que tu me serías útil en mi misión, destruirle.

Sé de buena tinta que tus palabras son ciertas, así que acepto irme contigo.

Estar conmigo, no será ningún camino de rosas, siempre vendrás conmigo oculto entre mi ropa, por lo menos hasta que crezcas y desde mañana te entrenaré para la lucha, aunque tu veneno no sea mortal para los humanos, es paralizante ¿no?

Si, y además, se regenera rápidamente.

No podrás dejarte ver, excepto a mis más allegados, si tu quieres claro. Entonces ¿aceptas?

Sí, sé que valdrá la pena.

Muy bien, métete por mi manga- Harry introdujo su mano en la urna y la serpiente ágilmente subió por ella.

Antes de nada, tu nombre será Zora ¿Te gusta?

No está nada mal.

Fueron en busca de la dueña de la tienda. Estuvieron dando vueltas por la tienda, hasta que la vieron junto a Hermione. La dueña sujetaba una jaula con una lechuza marrón, muy elegante y distinguida.

Harry ¿Dónde te habías metido? Mira ya he elegido la lechuza, es la que más me ha gustado de toda la tienda. Espero que también le guste a Crockants.- dijo muy ilusionada.

Fueron a pagar. La dependienta no dejaba de mirar a Harry. Cuando estaban saliendo de la tienda, la dependienta llamó al chico y este se acercó dejando salir a Hermione.

¿Qué?¿No te atreviste a cogerla?- le dijo burlándose claramente de él.

Creo que está equivocada. Perdóneme, que se me olvidaba decirle que me la llevo. Sal Zora.- Ante este mandato, la serpiente asomó la cabeza por una de sus mangas, dejando que la dependienta la viera y volviéndose a esconder rápidamente dejando a la mujer helada. Verdaderamente no creía que un chiquillo pudiese domesticar a un animal tan salvaje como este. Harry la dejó allí y salió de la tienda donde lo estaba esperando Hermione.

¿Qué quería la mujer?- dijo con curiosidad Hermione.

Nada importante.- dijo cortante. Hermione al ver que no le iba a sacar nada más dejó el tema.

Volvieron al Caldero Chorreante, donde mediante polvos Flu volvieron a casa de Hermione.

No me has dicho como la vas a llamar.

No se, no lo he pensado todavía, veamos... es hembra... ¿qué tal Nemis?

Está bien, me gusta.

Bien, ahora la prueba- Abrió la puerta de la jaula y llamó a Crockants, esta la olió y finalmente ronroneo, dando por buena a la lechuza.

Parece que la pasó. Creo que me iré a colocar todo esto.- Hermione cogió sus pequeños paquetes y se fue escaleras arriba.

Harry aprovechó este momento, sacó a la serpiente y dejó que Crockants la oliese, esta vez tardó mucho más y empezó a dar vueltas a su alrededor, pero finalmente también ronroneó.

Muy bien.

Puedes examinar la casa y buscar comida por los alrededores, pero que no te vean. Mañana por la mañana empezaremos muy temprano a entrenar y te sugiero que vengas descansada, soy muy exigente. Si ves que no hay comida avísame.

Como usted diga amo.

La serpiente salió por una ventana que había abierta justo a tiempo ya que venía Hermione. Cenaron un poco y se fueron a acostar, el día había sido cansado, aunque se lo habían pasado muy bien.