CAPITULO 3: UN BUEN AÑO
El tren se detuvo. Poco a poco el expreso de Hogwarts comenzó a vaciarse. No volvería a llenarse hasta que el curso acabara. Cuando Hermione notó el frío de los alrededores del castillo se sintió mucho mejor. Momentos después estaba helada de frío arrepentida de no haber sacado una chaqueta a tiempo del baúl. Se protegió con los brazos el frío que sentía. No le importaba demasiado. Estaba delante del castillo que tanto ansiaba ver. Comenzó a observarlo como si jamás lo hubiese visto y no se dio cuenta de que alguien se había puesto a su lado. De repente sintió como algo suave le abrigaba por los hombros. Harry le había puesto por encima su sudadera. Hermione se lo agradeció con una sonrisa. Ron habló:
- Otro curso más. ¿Cómo la armaremos este año?
- ¿Hay algo que no hayamos hecho? – preguntó Herm divertida
- Hay muchas cosas que aún no hemos hecho – le contestó Ron. A Hermione se le encendieron las mejillas pensando en los muchos significados de esa frase.
- Siento estropear este momento especial – interrumpió Ginny – pero a diferencia de Herm yo no tengo la sudadera de nadie por encima y me estoy helando. ¿Entramos?
- Vamos Ginny – Hermione la cogió del brazo y comenzaron a andar dejando atrás a los chicos.
- ¿A que ha venido lo de ponerle la sudadera por encima? – preguntó Ron mordazmente a Harry.
- ¿Cómo te atreves a preguntarme eso después del numerito seductor en el pasillo del tren? – rió Harry.
- ¿Quién nos iba a decir que nuestra sabelotodo se iba a convertir en una chica así?- dijo el pelirrojo mientras recordaba su primer encuentro con Hermione en el tren.
- Está guapa ¿verdad Ron?
- Dos palabras amigo, IM PRESIONANTE – contestó Ron riendo.
- Pues tu hermana tampoco se queda atrás – reconoció Harry.
- Eh tío, que es mi hermana – respondió algo molesto.
- Y Hermione es nuestra mejor amiga – apuntó Harry
- Hermione, Hermy, Herm... quien la visto y quien la ve – canturreó Ron – ¿Sabes Harry? Creo que este va a ser un buen año...
Algo mas allá. Hermione y Ginny charlaban cogidas del brazo.
- Que romántico ¿verdad Herm? Pasa frío pero te da su sudadera. ¡Hombres!
- Oh vamos Ginny ¿no te habrá molestado? Es solo un amigo.
- ¿El qué? ¿Lo de la sudadera de Harry? ¡Ni hablar! Harry es un bonito recuerdo del pasado pero nada más. Y en cuanto a lo de que solo amigos... Tendrías que ver de lo que se puede enterar una fingiéndose la dormida en el tren.
- ¿De qué hablas Ginny?
- Te digo lo que he oído. Esos dos te están comiendo con los ojos Herm. Han reconocido que estás muy bien. Lo he oído todo.
- ¡Que mala eres! Así que ¿te has dedicado a espiar? – Ginny sonrió con malicia.
- Venga Herm, no me digas que eres de piedra. Te acabo de ver sonreír... estás encantada de tener los favores del niño que vivió y de mi hermanito. Reconócelo...
- De acuerdo está bien, lo admito. Ambos están muy pero que muy bien – Hermione se echó a reír mientras Ginny abría la boca con incredulidad.
- ¡Por Merlin! ¡Que se entere todo el mundo! ¡Hermione quiere dejar de ser una doncella virginal y recatada! ¡Hay que publicarlo!
- ¡Ginny! – replicó Hermione avergonzada y divertida – No hace falta que se entere todo el mundo. ¿Ginny? ¿Hola? ¿Ginny? Eh, te estoy hablando – pero su amiga estaba obnubilada desnudando con la mirada a un joven de pelo platino y tez blanca.
- ¡Santo Merlín! ¿Es Draco Malfoy? – a la pelirroja se le caía la baba – No me digas que no es el chico mas buenorro de la faz de la tierra... Malfoy ven con mamá – las dos chicas estallaron en risas.
- ¿Sabes Ginny? – dijo Hermione sonriendo – Creo que este va a ser un buen año...
Como todos los años el banquete de bienvenida fue exquisito. Tras la prueba del sombrero seleccionador y el habitual discurso de Dumbledore las mesas de las cuatro casas se llenaron de comida y bebida. Ginny no dejaba de cuchichear en el oído de Hermione ante la sorpresa de Harry y Ron ya que Hermione nunca había sido de esas. Finalmente aburridos de los cuchicheos decidieron acabar con la situación. Ron sabía la excusa perfecta:
- Hablando de las clases (nadie había dicho nada sobre ninguna clase), qué lástima no tener libro en convivencia mágica ¿verdad? – Hermione fulminó al chico con la mirada.
- No te preocupes tanto hermanito. Ya sabemos que sin libro del que copiarte las vas a pasar canutas pero seguro que Hermione está encantada de echarte una mano – dijo Ginny mientras le daba un codazo a Herm por debajo de la mesa.
- ¿Estarías encantada de echarme una mano Herm? – le preguntó el chico con sorna.
- Ya te gustaría Ronald Wesley – todos se echaron a reír
- Eh, por aquí viene Luna – dijo Ginny emocionada. Luna ataviada con la túnica de Hogwarts y el pelo rubio recogido en muchas trenzas se acercó a la mesa de Gryfindor.
- Hola chicos – saludó Luna – ¿qué tal?
- Dichosos los ojos – la regañó Ginny – por fin te veo el pelo. Me tienes que contar todo lo que has hecho este verano. Especialmente detalles sobre tu novio italiano...
- Querrás decir mi ex novio italiano – la corrigió Luna – Le dejé cuando volví a Londres. Necesitaba estar libre, tengo una presa a la que cazar – esta última frase la dijo sin quitar ojo de encima a Ron.
- ¿Quién es la pobre victima? – preguntó Ron riendo. Luna se acercó a él y rozó sus labios contra los del chico de manera muy fugaz. Ron se quedó de piedra. Luna sonrió.
- Eres tu – le contestó la joven seductoramente. Hermione apretó los puños con fuerza intentando resistir la tentación de coger por los pelos a Luna. Ron era suyo. Y Harry también.
- ¿Mi hermano?- dijo Ginny atónita y mirando con preocupación a Hermione. Luna se acercó a Ginny y le susurró algo al oído que nadie mas pudo oír. Luego lanzó un beso al aire para Ron y se fue hacia su mesa.
- ¿Pero qué se cree esa? – pensó Hermione indignada. Un momento, ¿por qué se estaba riendo Ginny? ¿Y por qué sonreía Ron de esa manera? – ¿Lo he dicho en voz alta? – preguntó la joven avergonzada. Todos asintieron
- Lo dices por esos aires de grandeza que traía ¿verdad Hermione? – la ayudó Ginny
- ¿Por qué lo voy a decir sino? – dijo la joven con firmeza.
- Se me olvidaba, me toca acompañar a los de primer curso a sus habitaciones – dijo la pelirroja – ¿me podrías acompañar Hermione?. Tu ya has sido prefecta antes.
- Por supuesto – respondió la castaña. Después de cómo la acababa de salvar su amiga de morir de vergüenza era lo mínimo que podía hacer.
Las dos chicas desaparecieron con un grupo de primero por la puerta del comedor.
- Que raras están – afirmó Harry.
- Ginny siempre ha sido así – explicó Ron – pero Hermione...
- No me refería solo a ellas. También Luna.
- Esa chica nació rara – dijo Ron todavía consternado por el beso de antes.
- Ron , ¿te habían besado así antes? – preguntó mordazmente
- Eso no ha sido un beso, ha sido un amago. Y si lo que preguntas es si alguna vez he besado a una chica la respuesta es sí. Lo he hecho.
- ¿Cómo dices? ¿Y tú eres mi mejor amigo? ¡No sabía nada! – replicó Harry.
- Bueno, la persona a la que besé tampoco lo sabe – reconoció el pelirrojo. Harry le miraba sin entender lo que decía – Algún día te lo explicaré – sonrió.
- Ron eres de lo que no hay - le reprochó Harry.
- Por eso soy tu mejor amigo – dijo riendo.
Hasta aquí el tercer capítulo. Solo para abrir boca. Os peudo asegurar que a partir del siguiente capitulo la temperatura subirá considerablemente, quién será el afortunado? ¿Harry? ¿Ron? ¿Draco? ¿Los tres? AAAAAAHHHHHH.... jejeje. Sugerencias, maldiciones y cualquier cosa REVIEW. Muaks!!
