Bueno, volví. Resucité de entre los muertos. Pero en fin, aquí esta el capítulo 7, no esta tan largo porque no lo requería y no vienen tantas estupideces como en los otros. (Ya le pare a las estupideces un rato, me puse seria y pare de joder, por supuesto). Es que está bien que el fic tenga sus buenos ratos y sus pendejadas, pero ya es hora de ponerlo en angustia y suspenso, que es donde debe de estar.
Ya saben que los quiero mucho y que agradezco sus reviews de todo corazón, son los reviews los que me ayudan a que la inspiración llegue y pues, que yo escriba estas porquerías que a ustedes tanto les gusta.
Así que, como ya es costumbre responderé los pocos, pero buenos reviews que me han llegado al capítulo seis, que espero en el 7 sean un poco mas. (Ahora no está la carola con nosotros, pero en fin… "Te queremos" Carola… y si, entre comillas… como te gusta).
Merodeadora-Chii: Quiero agradecerte en verdad por tus reviews, increíblemente todos seguidos, y perdona por haberte tenido desvelada. Tom de por sí es encantador y si uno lo pone un poquito más, pues el resultado es el hombre perfecto, déjame decirte que yo también debo de estar bajo amenaza de Lord Voldemort, Imagínate, a veces saco a Tom de lo que debe ser su personaje, creo que, me llegará un atentado terrorista por eso. Siento la tardanza al actualizar pero supongo que tu también estarás en vacaciones de semana santa así que podrás leer este capítulo, aunque te aseguro que seguirás viviendo con curiosidad. Bueno, te dejo, espero que te guste. Besitos. ¡Cuídate, Ciao!
sherezade1: Am, tu duda. Frank era producto de la imaginación, o más bien de la enfermedad de Lisa… Tu sabes como es esto, es un fic, uno escribe lo que quiere, pero se debe de escribir con un porqué específico, pues, el mundo mágico guarda muchas sorpresas ¿No crees? Si Tom, pudo dejar su recuerdo en un diario y volverlo realidad mediante alguien, pues creo que pasa lo mismo con Lisa, pero con un hechizo y con alguna cosa que perteneció a Frank, tu sabes… Cosas de la magia. Me da gusto a mi también que los tórtolos esos, por fin lleven algo bien, no oficial, pero sin golpes. No imaginaba que Malfoy te hiciera reír tanto, lo puse así porque, supongo que antes de que la era oscuro azotara al mundo mágico, y antes de que Tom fuera amargado y cegado por el poder, los mortífagos eran felices y con cierto sentido del humor así como Malfoy. Quede oO con eso del capítulo 34 del libro, tendré que quitárselo a la carola y leerlo. Gracias por tu review chica, te apoyo, me apoyas y todos nos apoyamos. ¡Ja! Ando media simple, pero igual. Gracias. Besos. Bye bye.
Dark-Sly: ¡Bienvenida! Que bueno que te hayas topado con mi fic, la verdad necesito mas seguidores, ando depresiva últimamente y como tengo pocos reviews, me deprimo y me dan ganas de suicidarme. No me creas, como le digo a sherezade1 ando muy simplona, Jajaja. Bueno, Tom siempre me ha parecido adorable y lo amo, por eso pensé en escribir sobre él. Malfoy, pues pensé que hacerlo gracioso estaría bien y sobre la relación Tom/Lisa pues, todo viene de mi enferma mente, ¿Qué más puedes esperar de ellos? Sigue leyendo, y gracias. Bye, besos.
Carola: Ay, carola quien, ¿Qué voy a hacer contigo? Esperas que responda el review ¿Verdad? ¿Qué te pongo pues? Ah, sin comentarios, bueno. Si, lo sé, estamos bien pendejas, andale pues, luego te vienes a mi cantona a tomarte una tacita de té, al caño con el té, mejor a que te tragues todos los camarones de mi mamá. xD. Esto, ah si… Sorry por ponerlos joteando, si esta bien, no volverá a suceder. Y no, no se donde comprar a un Tom esponjosito y abrazable, si lo encuentras me compras uno. Y un Draco de paso, también. Este capítulo pues, verás sufrir a la Lisa, ya que tanto la quieres. Si si, Feliz Cuaresma y semana santa, ya hazte de la religión pinche atea. Am, supongo que ahora si ignoraré tus posdatas, no mames wei, 11 mugres posdatas, estoy de acuerdo contigo de que tienes el cerebro seco, neta que si, ¿Vamos a hacernos un lavado al Tec? "rale pues, luego me dices, subiré este capítulo, me vale madres si te gusta o no. Sle, pues. Bye. ¬¬
Eledhwen Moonlight Spell: Oye, neta tengo que seguir leyendo tu fic, creo que las dos estamos igual, oO! Yo así y tu así O_O que viene siendo mas o menos lo mismo. Vaya, ¿No te dio flojera leerlo tantas veces? Jajaja, no te creas. Bueno sobre las explicaciones, si Frank no es real, ¿De donde salio la mascara? Am, pues yo creo que es uno de esos misterios como los de las caricaturas anime, (¿de donde saque eso? Me lo copie de un review en un fic anime, jojojo ando de ratera) Pues, puede ser interpretado por dos situaciones, una podría ser que los mismos poderes de bruja de Lisa, la hayan llevado hasta ahí, a su baúl, y otra, que al empacar sus cosas para entrar a Hogwarts, también empacó la máscara y se sorprendió al verla en el baúl cuando Frank le dijo sobre la sorpresa, porque pues, está loca… enferma, se olvida de cosas, se mete con cosas que no debe, e incluso se atormenta por cosas que no debería. Y sobre si Frank es real o no, el hechizo que uso Lisa para traerlo al mundo real, "dizque" no funcionó, ja, ya lo veremos. Y estoy de acuerdo contigo, cada loco con su tema. Gracias por haber leído y aquí esta el capítulo siete, ya actualicé es hora de que tu también actualices, mujer. Te dejo, besos. ¡Adiós!
alSuvEr: ¡Gracias! Que bueno que te acordaste a tiempo, no sabes lo feliz que me hace tener un buen review como el tuyo. Sobre tu mención a la marihuana, bueno ya que leas el fic sabrás de lo que estoy hablando, es suave, pero es algo, dedicado a ti. Sobre si Lisa aflojará, aún no puedo decirte, pero creo que te agradará este capítulo, ya verás lo que le pasa por hacerse del rogar. Lo más seguro es que afloje con Tom, porque en primer lugar a Lisa no le gusta Malfoy, en segundo si aflojaran, Malfoy y Lisa estarían muertos a manos de Tom y tercero, la peraza aquí son Lisa y Tom, por más piruja que sea la Rowe, no creo que sea con otro mas que con Tom. Sobre la lucha entre Tom y Frank, aquí se resuelven tus dudas, y sobe la hermandad Sly, durará un poco más, pero nada es para siempre. Y aquí esta el capitulo, espero que lo disfrutes. Besos. Bye.
Bueno, ya los respondí, un poco largos ¿No? Pero valieron la pena, además tenía tiempo de sobra, nada me costada ponerle otras cositas por ahí. Quiero agradecerles por los reviews, de verdad, no saben lo que me inspiran, espero no tardar tanto la próxima vez, pero bueno… esto se pone bueno.
Este capítulo va especialmente dedicado a:
Carola Quien.
Merodeadora-Chii
Sherezade1
Dark-Sly
Eledhwen Moonlight Spell
alSuvEr
¡Mil Gracias por sus comentarios! (Y criticas, *eh carola* xD)
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Una noche de Furia
By: Anne M. Riddle.
Capítulo VII
The Lisa's Nightmare.
El trigueño se le quedó viendo, torciendo sus labios en una sonrisa. Estaba como nuevo, había vuelto a nacer, no había traje ni la estúpida máscara de conejo, ni mucho menos la perforación en su ojo izquierdo.
Las rodillas de la rubia comenzaron a flaquear, pero intentó no mostrarse débil. Una vez. Por tan siquiera una vez, quería demostrarle a Frank que no le tenía miedo. ¿Pero como conseguirlo? Si Frank ya no era producto de su imaginación, se veía tan real… tan verdadero. Y eso, le aterraba.
- ¿No me invitas a pasar, Lisa? – Siseó tan lento, que la piel de Lisa, comenzó a erizarse.
Tardo un poco en reaccionar, lo miraba directamente a los ojos, se sentía tan intimidada… Pero, Frank no le haría daño, ¿O sí? No le haría daño puesto que ella lo acababa de ayudar a ser real, algo prácticamente imposible en el mundo de las personas sin magia, de los muggles. Pero en el mundo de los magos, todo era posible… La magia parecía no tener límites.
- Claro… Pasa… - Tartamudeó un poco mientras él se aventuraba con descaro dentro de la habitación.
- Lindo camisón… Un poco traslucido, pero me agrada… - Ni siquiera un gracias, sólo un comentario obsceno de una mente sucia como la de Frank. Ella no se inmutó y se acercó a la cama, sentándose quedando de espaldas hacia él.
Hubo un silencio incómodo. Frank husmeaba en el closet de ella, mientras ella ni siquiera le decía algo.
- ¿No me vas a decir nada? – Preguntó algo ofendido. Rompiendo el silencio.
- No tengo palabras, para expresarte lo que siento en estos momentos… - Aclaró titubeando mientras se abrazaba las rodillas.
- Entiendo, aunque… yo si tengo algo que preguntarte… - La rubia se encogió de hombros incitándole a que continuara. – Lisa… ¿Me amas?
La pregunta le cayó como un cubetazo de agua fría, sentía un nudo insoportable en la garganta. ¿Qué le diría? Era muy diferente estando en su cabeza, que viviendo en el mundo real. Optó por la opción que la salvaría de unos cuantos golpes e insultos.
- Si… Tú lo sabes. – Cerró los ojos esperando una respuesta seca y dura.
- Claro, Claro… - Jugueteó con sus dedos y caminó hacia la cama. – Entonces, dímelo. Dime que me amas. – Había un brillo de lujuria en sus ojos, cualquier pensamiento que estuviese cruzando por su mente, era sin duda alguna, completamente mounstroso. – Quiero escucharlo de tus labios…
- Te amo, Frank… - Sus ojos comenzaron a brillar. ¿Por qué tenía que ser tan llorona? Tom tenía razón, incluso Frank, era solo una niña llorona. Pero, ¿Por qué las lágrimas luchaban furiosas por salir? Frank no le estaba haciendo nada, al menos, eso creía.
- Y dime… ¿Me amas mucho? – La ambarina asintió débilmente, y éste solo sonrió maliciosamente. – ¿Y harías lo que fuera por mí?... ¿Lo que fuera? – Recalcó.
- ¿De qué estas hablando… Frank? – Ahora sí tenía miedo. ¿Por qué le preguntaba esas cosas? ¿Qué tenía en su maquiavélica mente? ¿Y ahora que tramaba?
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Tom deambulaba por los pasillos maldiciendo todo lo que se encontraba a su paso, lo que, a pesar de que se sentía frustrado, no era ninguna novedad. El puto frío que hacía, la puta navidad de mierda, que nomás era pura pérdida de su valioso tiempo y la puta maña que tenía Lisa de dejarlo con las ganas.
A medio pasillo, se encontró a Stephen y a Blake, que al perecer ayudaban a Drake a mantenerse en pie. Levantó una ceja dedicándoles una mirada fría, a la cual ellos respondieron con estruendosas carcajadas. Idiotas, pensó.
Lo dejaron con mucha "delicadeza" en su habitación, en la cual Stephen lo acompañó, no podía ni mantenerse en pie. Blake se le acercó rascándose la nuca con pereza.
- Hace frío… - ¡Ah! ¿De verdad?, pensó Tom. – ¿Salimos a fumarnos un cigarrillo?
- Si, por qué no. Lo necesito. – Comenzaron a caminar inconscientemente hacia la salida del castillo, cuando Tom se detuvo preguntando irónicamente. - ¿Qué no dijiste que ya ibas a dejar la mota?
- Pues, supuestamente. Pero es navidad, merezco mis vicios. – Le sonrió con malicia, mientras metía las manos a sus bolsillos buscando un poco de calor.
Salieron del castillo siendo atacados por un viento de los mil demonios, a lo que sus capas de cuero respondieron, brindándoles calor. Se quedaron un momento cerca de las grandes puertas del castillo y después emprendieron camino a las orillas del bosque prohibido, donde tomaron sitio bajo un árbol.
Tom se quitó sus guantes de cuero, dejando sus manos pálidas y perfectas, suaves y siempre frías, al descubierto. Blake se dispuso a hacer los cigarrillos, pocas veces fumaban marihuana, tampoco eran unos adictos, sólo lo hacían para relajarse.
Era algo sencillo y rápido, ventajas que el mundo mágico les ofrecía. Una vez listos los encendieron y se los llevaron a la boca, inhalando el humo. Y ya que rara vez hablaban como amigos, es fue el momento perfecto para hablar.
- Y dime, ¿Qué pasó con Lisa? ¿Te acostaste con ella? – Directo al grano. Una sonrisa se curvó en los labios de Tom, Blake, siempre tan directo e imprudente. Tom soltó una risita, mientras se recargaba en el árbol, con una mano en el bolsillo, soltando el humo que se confundió con el vapor de su aliento contra el ambiente helado.
- No. – Le dio una última calada al cigarro y lo tiró dejándolo a medias. – Aún no. Es más difícil de lo que pensé. Justo cuando pienso que ya lo conseguí, su conciencia la perturba… que es virgen, que hasta que se case… bla bla bla. Patrañas, esas son chingaderas Blake, primero me incita, me sigue el juego y después se arrepiente y me deja, así como así. Ah, puto frío. – Se quejó.
- Si, conozco a ese tipo de mujeres… claro, todas putas… Siempre son las víctimas, las santas. Pero no, ellas son las que te provocan, te siguen el juego un rato y te dejan excitado, como si no les importara dejarnos con "nuestros" problemas masculinos. – Tiró la colilla y con el humo que había en su boca, comenzó a jugar, haciendo aros de humo. – Aunque, déjame decirte que, en el caso tuyo y de Lisa, esta grave la cosa… Lisa es muy diferente a todas las mujeres que he conocido… Tiene un "algo"… que no se cómo definirlo.
- Ese "algo" es que es una pinche loca, por eso no es como las otras… Es especial, es cómo un jodido animalito, ¿No crees? – Sonrió ante su propio comentario. Blake sonrío a medias, vaya… si que estaba enamorado. ¿Tom haciendo ese tipo de comparaciones? – Es escurridiza, la regañas y se atemoriza ella sola, a veces anda como perra en celo, no le puedes ni hablar… pero claro, siempre hace lo que me conviene. No le conviene tenerme enojado con ella… Bien sabe como le va. Me la chingo.
- ¿Será?... Vaya, ahora que lo dices, tienes razón. Y a todo esto, ¿Cuándo crees que se te haga? Digo, no creo que estés dispuesto a soportar que te dejen a medias… Te conozco lo suficiente como para saber que tu paciencia, pronto se acabará… No queda mucho para que te la cojas.
- Si, hasta ahora, ya está al límite… A la próxima, no respondo. Jodida mujer que me salió, Pinche Lisa cabrona.
- Así se habla, cabrón. Y si se te resiste, ya sabes que hacer, la violencia, amigo, la puta violencia es la que se impone, y verás que antes de que te ruegue que la dejes, te va a rogar por otra cosa. – Miró a Tom, orgulloso de su comentario.
- Lo sé, eso es lo que voy a hacer… Esa hija de la chingada no se me va a escapar de nuevo.
- Eso espero, luego te apendejas y valió made, cabrón. – Ya acabados sus cigarros sacaron otros, pero esta ves sin droga, simplemente, tabaco, del más refinado; por cierto. Y continuaron con su plática de hombres.
- ¿Yo? No chingues, es decir… He tenido paciencia con ella, pero de aquí a acá… para apendejarme, nunca. – Dejó bastante claro, con aquel comentario. Blake sonrió.
Estaba enamorado, sin duda… La luz estaba llegando, para apagar las tinieblas en las que Tom se encontraba. Se lo merecía, merecía afecto después de todo, pero amor. Era bastante para él. Y de verdad se sentía muy feliz, porque antes que su jefe era su amigo, y Tom, no tenía muchos amigos, muy pocos estaban con él, solo por ser Tom, los demás, sólo querían poder…
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- Nada, es sólo una simple pregunta… una simple y sencilla… pregunta. – Sus ojos esmeraldas brillaban, y la sonrisa en su rostro era imborrable en esos momentos.
- Pero, ¿A que te referías con eso… con eso de que yo lo haría todo por ti? No te entiendo… ¿A qué quieres llegar con eso? – Preguntó ella con angustia, mientras los vellos de su nuca comenzaban a erizarse… No. Se estremeció al sentir una respiración muy cerca de su oído. Frank estaba acercándose demasiado a ella. No quiso girarse, porque de hacerlo le daría un paro cardiaco en esos momentos. – Frank… ¿Qué estas haciendo?
- Hace mucho tiempo… que no te tocaba… - Aspiró su aroma, mientras ella se paralizaba por completo. Detenlo, gritaba su mente, pero su cuerpo estaba inmóvil, siendo presa del pánico. – Tu piel es tan suave… lo había olvidado, es tan suave… - Su corazón se detuvo mientras sus ojos salían de sus orbitas… El dedo de Frank delineó peligrosamente su espalda y hombros, provocándole escalofríos.
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Entre plática y plática, algunos comentarios sarcásticos, unos malos chistes, groserías y cosas de hombres, el frío parecía no ser obstáculo para ellos. Slytherins, fríos y con el corazón de hielo, era como si la nieve y el tormentoso frío fuera agradable a sus cuerpos, como si fuera parte de ellos.
- Y fue así como me enteré de que la piruja aquella estaba muerta. De verdad, si no fuera por Lisa, ahí anduviera todavía… - Murmuró divertido Blake, cruzándose de brazos.
- Y eso que no la viste, si la hubieras visto, no chingues… aquella jodida le partió la madre, a veces me sorprende lo que Lisa puede hacer, y eso que no cursó Hogwarts los 7 años debidos, si los hubiera cursado, quien sabe de lo que sería capaz, a lo mejor y… - No pudo seguir hablando. Se detuvo con los ojos desorbitados al sentir una fuerte punzada en el pecho.
- ¿Y tu que chingados traes? – Se acercó preocupado a él, no era muy común que Tom se quejase de algo.
- Puta madre… -Gruñó mientras tiraba el cigarro y se oprimió el pecho, tratando de calmar el dolor…
- ¿Tom? – Escuchó a Blake hablarle a lo lejos… estaba muy lejos y no podía sentirlo.
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- Frank… No… - Alcanzó a decir, pero Frank la acalló.
- Shh… - La cama se movió cuando el comenzó a gatear sobre ella, esta vez, poniendo las palmas de sus manos sobre los hombros de seda de ella. – Tranquila. Calma, pequeña. Frank está aquí. – Depositó brevemente un beso sobre su cuello, mientras ella temblaba aterrorizada.
- Frank… - Murmuró nuevamente, esperando que el chico se detuviera… "Por favor Frank, detente, por favor, no otra vez, por favor… no más…" Su mente gritaba para que él se alejase, pero ella no podía hacer nada, nada.
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- Tom, respóndeme con una chingada. – Le reclamó bastante preocupado, pero Tom volteó a verlo y suspiró.
- Ya ya, fue sólo un dolorcito, no te alarmes, Pendejo. – Aliviado, suspiró nuevamente, el dolor había desaparecido. Lastimosamente Blake se la creyó, pero la punzada que tanto le dolió, un poco menos fuerte, seguía ahí. – Y… ¿En qué íbamos?
- Que si no fuera por Lisa, la puta estaría viva. Oye, ¿De verdad la dejó bien jodida?
- Ni te imaginas, le despedazó la cara, y ni siquiera se ensució las manos. Parece que aprendió bastante bien la maldición de Imperius. – Dijo orgulloso de su chica.
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- Tu lo prometiste, Lisa. Dijiste que lo harías todo por mí, Todo. – Jugó con su cabello, lentamente. Haciendo rizos imposibles en su cabello tan liso, tocó su espalda y llegó de nuevo a los hombros, donde detuvo sus manos traviesas.
La respiración de Lisa, se hizo aún más rápida. ¿Qué hacía? Era real, sin duda era real, lo sentía, en realidad podía sentirlo.
- Así que… digamos que aún, aún me debes algo. – Eso fue lo último que escuchó.
Todo fue tan rápido y violento, sus manos llegaron a su espalda, donde tomaron el camisón de seda con una inmensa fuerza, y fue cuando Lisa no pudo más, el camisón se desgarró y un gritó desesperado salió de su garganta acompañado de las lágrimas que tiempo atrás había contenido.
El gritó se cortó abruptamente, cuando sintió una mano contra su cara, golpeándole con fuerza. Y la pesadilla comenzó.
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Tom volvió a retorcerse de dolor. ¿Acaso estaba enfermando? ¿Moriría de dolor? No, no podía ser. El sería inmortal en muy poco tiempo, un simple dolor no podía acabar con su vida. Él era Voldemort. Un maldito dolor de mierda no podía hacerlo fallecer.
Blake estaba angustiado. ¿Qué le pasaba a Tom? Lo observó desfigurar el rostro mientras se contraía dolorosamente.
- Tom, me vale madre lo que digas, vamos… con Madame Promfey, no estas bien, cabrón, nada más mírate la cara, imbécil. – Lo tomó del brazo, pero esté le aventó bruscamente. No desistiría a una cosa sin chiste.
- Déjame, chingada madre, déjame. Se me pasará. – Habló entrecortadamente, después de unos segundos, se incorporó con los cabellos en el rostro. - ¿Ves? Ya pasó. No era nada.
- ¿Qué fue eso, Tom? Es decir, tu nunca te enfermas… ¿Eres cardiaco o que jodidos? – Le preguntó Zabinni con el entrecejo fruncido.
- No seas imbécil Blake… Yo nunca me enfermo.
- Eso lo se, pero bueno, aún eres un humano… - Calló. Tom lo fulmino con la mirada. - ¿Pues qué? Es la verdad…
- Olvídalo, idiota, olvídalo... – Dijo Tom rodando los ojos. Blake sonrió. Tom nunca cambiaría.
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Nadie escuchaba sus gritos. La pesadilla que le había robado sueños enteros, ahora era una realidad. Lloró, imploró e incluso pataleó, nadie le negaría que no hubiera luchado contra él, pero Frank era más fuerte y a cada patada, ella recibía un golpe. Su labio empezaba a sangrar, y las manos de Frank no se detenían.
Él, besaba su cuello con brusquedad, dejando marcas rojas… Ella, lloraba estruendosamente mientras observaba su camisón hecho jiras en el piso.
"Tom…" Susurró con vehemencia entre sollozos ahogados. Tiempo atrás lo había corrido de su habitación, y ahora se arrepentía. Al escucharla, Frank se detuvo de golpe, sentándose el cuerpo desnudo y moreteado de ella, haciéndole más daño con su peso.
- ¿Cómo acabas de llamarme estúpida? – En un intento vago por responder, Lisa abrió la boca… más no dijo nada porque la bofetada azotó directamente sobre su pómulo izquierdo, volteando su cabeza sobre la almohada.
- No me pegues… por favor, ya no… - Fue interrumpida. Frank la había tomado de los cabellos acercándola a él, casi sentándola sobre la cama, ella cerró los ojos, mientras otra lágrima caía.
- Soy Frank, ¿Comprendes? ¡Frank! – Le gritó en la cara. – Tu Tom no está aquí para salvarte, el no te salvará… Serás mía… ¡Serás mía! ¡Mía! – La golpeó nuevamente, soltando sus cabellos enmarañados dejándola caer bruscamente sobre la cama otra vez.
Lisa lo observó con terror, mientras él se desabrochaba la hebilla del cinturón.
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- ¿Regresamos al castillo? – Preguntó el moreno Zabinni, mientras emprendía camino hacia las puertas del inmenso Hogwarts. Tom lo siguió asintiendo con la cabeza.
- Bueno… - El moreno perdió de vista a Blake, sólo para mirar hacia sus pies. ¿Qué había sido todo eso? Jamás había sentido dolor… de nada, en particular. Y ahora… ¿Por qué?
Caminaron en silencio, satisfechos por haber hablado como la gente normal, por haberse fumado unos cuantos para calmar el frío, y por haber disfrutado del paisaje que más les agradaba.
Oscuro, frío, fúnebre pero relajante. Se adentraron en el castillo, sin decir palabra alguna, solo caminaron uno al lado del otro. No había peligro de que los atraparan, Tom era un prefecto muy corrupto, y se había salvado de muchas, no había razón para preocuparse, de seguro los pocos que había en el castillo estarían pedos hasta el tope. Serían pocos los que tuvieran cordura en esos momentos.
Les faltaba medio camino para llegar y Tom decidió que era momento de que su conciencia funcionara, bueno, no quería decir que no funcionara, de que servía, servía, otra cosa era que él la ignorara por completo. Se detuvo a pensar unos momentos en qué era aquello que le había ocasionado tanto dolor.
Pero nada se le venía a la cabeza, no estaba enfermo, tal vez alguien lo habido embrujado, una maldición, quien sabe. No importaba mucho, porque el dolor ya había desaparecido, había sufrido unos cuantos momentos, y mucho. Bah, otro día arreglaría eso con el imbécil que se atrevió a hacerlo sentir dolor, él le enseñaría lo que es el dolor, vaya que si.
Y siguieron caminando…
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El grito no pudo salir de su boca, ya no podía llorar, no había lágrimas. El dolor de su cuerpo ya era invisible, ya no lo sentía, había sido opacado por el dolor de perder su virginidad. Así. Sin tratos amables, sin amor.
Sintió como se desgarraba por dentro y entonces gritó, gritó y gritó. Pero Frank ya no la golpeaba, estaba tan sumido en su propio placer que el callar a la rubia ya no le era importante.
La cama se movía junto con ellos, con brusquedad y violencia. Ella le gritaba, le imploraba que la dejase, más él, no hacía nada, más que disfrutar el momento, disfrutar aquel delicioso cuerpo que llevaba deseado desde que tenía memoria. Y ahora, era suya.
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Se encontraron frente a la entrada de Slytherin, Blake estaba a punto de decir la contraseña, cuando le causaron curiosidad los gritos que se escuchaban dentro de la torre sur.
Iba a preguntarle a Tom una incoherencia de las suyas, cuando lo vio. Otra vez doblado, contrayéndose de dolor con las manos en el pecho y la cara contorsionada. Respiraba agitadamente y sus párpados se apretaban mientras una gota de sudor le recorría la sien.
Cayó de rodillas, deteniéndose con las manos sobre el piso de piedra. Y fue cuando supo el por qué de todo. Oía la voz de Blake a lo lejos, muy lejana a él. Y lo vio todo. Todo.
Cómo la golpeada, cómo la desnudaba sin reparos, sin fragilidad, cómo la manoseaba y la besaba, le dio asco y repugnancia, y le dio coraje, le dio rabia y su cuerpo se tensó. El dolor había terminado y comprendió lo que estaba sucediendo.
El brazalete. No. No podía estar pasando…
Se levantó con rapidez, ignorando lo que Blake le estaba diciendo o reclamando. Casi le gritó la contraseña al cuadro de la entrada y corrió como el mismo diablo. Blake, aún sin entender las reacciones de su amigo, lo siguió presuroso.
Subió las escaleras a los dormitorios, mientras Blake lo seguía a tropezones, recorrieron los pasillos con agilidad llegando a su objetivo. La habitación de Lisa, que extrañamente se encontraba silenciosa. Miró a Zabinni mientras sacaba su varita, el moreno de ojos azules lo imitó con seguridad. ¿Por algo era un mortífago, no?
- ¿Lisa, estás ahí? – Susurró contra la puerta, poniendo a prueba las visiones que había tenido segundos atrás. No obtuvo una respuesta, más si un sollozo ahogado que posiblemente la rubia trató de esconder. El colmo.
Tumbó la puerta de una patada, Zabinni lo miraba impresionado. Hace un momento estaba debilitándose víctima de un dolor infernal y ahora… ¿La hacía de superman? Vaya, eso si que era una novedad.
Como si de un felino se tratase, camino sobre la puerta con cautela, como si fuera a cazar a su presa, se llevó un dedo a los labios mientras le indicaba al chico de cabellos cenizos que no hiciera ruido.
Un sollozo más… A ver, ¿En donde demonios se encontraba Lisa?
- Lisa, sal de dondequiera que estés… No estamos jugando a las escondidillas. – Sus palabras fueron como hielo puro, sin rastro de sentimiento.
- ¿Qué jijos de la chingada pasó aquí, cabrón? Checa esto, está hecho la madre… - Murmuró Blake mientras observaba la cama fuera de lugar, las sábanas revueltas y manchadas de… ¿Sangre? - ¡Ah, cabrón! ¿Y eso?...
- ¿Blake, quisieras ser tan amable de callarte el pinche hocico? – Inmediatamente el ojiazul se calló. – Gracias… - Le dijo sarcásticamente.
Sabiendo lo que se encontraría abrió la puerta del armario, y se encontró con la imagen más desgarradora que hubiera visto jamás. Se le cortó el aliento por unos instantes, más no dijo nada. ¿Qué podía decir?
Lisa, Su Lisa, se encontraba hecha un desastre, su piel blanca y tersa, estaba llena de manchas rojas, que muy pronto serían dolorosos moretones, marcas de dientes, cortadas y sangre. Dios… ¿Quién le había hecho eso?
Fue todo, como si estuviera en cámara lenta. Se agachó, mientras ella sollozaba silenciosamente, llevó una mano a su rostro y ella se alejó al sentir una punzada en su pómulo izquierdo. Aún así, el no se detuvo y acarició lentamente su mejilla hasta llegar a su mentón.
Una vez que la hubo tomado del mentón, observó su rostro y le partió el alma verla en ese estado, la giro sobre su derecha… el labio partido a golpes y a mordidas, su ceja sangrante, su ojo izquierdo rojo, su pómulo de modelo, amoratado… luego a la izquierda, su ojo casi cerrado por la hinchazón, y un rasguño.
La miró a los ojos todo el tiempo, luego, simplemente se quitó su gruesa capa de cuero y la cubrió con ella. La sacó en brazos de ese oscuro armario y la recostó sobre la cama, una sola mirada fue suficiente para hacer que Blake se acercara a ella y la abrazara protectoramente una vez que él se hubo alejado de ella.
Se incorporó con la cabeza en alto, sin expresión alguna y con los brazos cruzados, meneando impacientemente su varita.
- Sólo preguntaré una vez… ¿Quién hizo esto? – Preguntó con voz dura, pero no era el Tom de siempre, y ciertamente no le estaba preguntando a ella. Blake comenzó a desconocerlo cuando sus ojos se volvieron rojos y vio como Tom apretaba los dientes haciéndolos rechinar de furia. Pero estaba calmado, furioso, pero sereno.
Todo se quedó en silencio, Blake miró a Tom, y luego a Lisa, quien no lo miraba a él, ni a Tom… Ella se abrazó más a Zabinni, quién aceptó inconscientemente, mientras ella temblaba llorando más aún entre sus brazos.
Fue entonces cuando unos pasos, seguidos por una voz… rompieron totalmente el silencio. Tom se giró antes de que la figura comenzara a hablar…
- Fui yo… - Murmuro Frank, sonriendo con maldad. Blake quedo sin palabras, Lisa ahogó otro sollozo y Tom… Tom le devolvió la sonrisa a Frank, el famoso conejo.
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Chaca cha Chan, leche con pan… ._. Ni idea de qué fue eso, bueno… lo dejé en suspenso como toda la vida, me encanta que me exijan que actualice así que esto lo hago con oda la maña del mundo, sólo para que me digan, sigue escribiendo. ¿A quien no le gusta eso?
Bueno, me despido porque tengo sueño. ¿Va? Son vacaciones y es normal que tenga weba. Sas, pues.
Fumar puede causar cáncer…
La marihuana es una droga que te hace sentir raro y hacer cosas que… genial… Relax hermanos… sigan mi consejo. "Tiren barra… tranquilamente"… Paz.
Chido… ¬¬ Estoy mal neta. Sigan leyendo y gracias de nuevo.
R E V I E W !
