Hola. He vuelto, resucite de entre los muertos, a la bestia. Ya es mucho tiempo sin escribir, estoy en las últimas en la escuela... y luego salí bien mal en los exámenes, si no, pregúntenle a la carola, me van a violar si les enseño la boleta, gracias a Dios no me la dieron.

Bueno, déjenme avisar que a este fic le faltan 2 capítulos más y ya saben como soy de mala, así que no esperen lo mejor… y pues creo que responderé los reviews, y golpéenme, tírenme tomates, échenme de la mamá y todo lo que ustedes quieran, por la tardanza.

Reviews, ay, que bonitos, Gracias, gracias y miles de Gracias.

MalfoyDarkness: Te apoyo, yo también soy una ridícula y sobretodo estúpida, así que ya somos dos xD. Casi lloro cuando me dices que no me ibas a dejar esas madrecitas de review, amo los reviews largos, snif, muchas gracias. Tienes razón, eres de las mías, a mi tampoco me gustan esos cochineros que nomás puro romance, no mames… y claro, es necesario sangre, por supuesto. Violencia Rules. Aquí tienes como Tom le parte su madre a Frank, espero que te guste, porque pues, creo que se ve muy obvio quien va a ganar, ¿no? Y si, Lisa es una puta de primera, pero pues, la dejaremos en paz, a Tom le gusta así, porque si no se dejara, pues… no tendría caso. Sobre las revolcadas, fueron muy necesarias, Lisa NO es una santa, y Tom tiene que tenerla con los cabos bien atados, sobre todo cuando él es quien manda (Claro) Disculpa por la tardanza, tu sabes como es eso de escuela y todas esas madres, creo que ya me leí tu fic y ya te deje un review, si es que mi memoria no me falla, como verás poseo cuatro increíbles cerebros, pero tres y medio, no me funcionan xD. Bueno, sobre la inspiración, música, obviamente, y ando medio jodida así que necesito ir a un SPA a ver si ahí me llega la inspiración, pero bueno, en este capítulo si llegó, así que aquí lo tienes, espero que te guste y muchas gracias por tu review. Agradezco además tu consejo, "La leche es buena fuente de calcio" Me servirá. See ya!

sherezade1: Hola mujer. Hace mucho que no te veía por aquí, me resulta muy curioso que siempre actualicemos casi al mismo tiempo, me leí tu fic y te dejé review, ya sabes que te soy fiel, espero que te guste este capítulo, tiene un poco de misterio, al final… pero no es tan peligroso como parece. Sobre la lástima, a mi también me da lástima, pobre tonta ¿Verdad? Si ahorita te da lástima, verás en el final… Buaaa! Este fic se me acaba, snif… pero bueno, todo tiene un final, y espero dar buena impresión con mi final…Que bueno que te gustaron los cambios de escena, fueron un poco difíciles, sobretodo hacer una plática de hombre a hombre, uno que es mujer, se le dificulta mucho saber cómo piensa un hombre, y no cualquier clase de hombre, es decir, estamos hablando de Tom! Si, por fin el Señor tenebroso esta como que quiere despertar, todavía le falta un poquito, ya verás cuando despierte, te va a parecer demasiado blando en estos momentos. Y Sexy. xD. Aquí esta el capítulo, disfrútalo y actualiza pronto, que a mi me tienes con el alma en un hilo. Bye, besitos!

alSuvEr: Hola chica! Am, sobre lo de loca, si llegué a pensarlo, Jajaja no te creas, no tengo derecho a hablar de locos cuando yo soy una de ellos. ¿Te pareció que subí rápido, a mi me parece una eternidad, siento que me van a tirar con todo por lo mucho que me tardo, pero en fin, solo pido paciencia y espero que comprendan que uno no puede escribir cuando la inspiración no llega. Uu, Bueno, ah si. Quiero agradecerte por recomendarle mi fic a MalfoyDarkness, ya me leí su fic y esta muy bueno, aunque también se ha tardado en actualizar, pero en fin, gracias. Sé que no te sorprenden, empecé siendo vulgar y nadie me lo quita además, son hombres, los hombres hablan de todo, Frank es un maldito violador urgido, lo sé, me cae gordo, pero hasta en la vida de los villanos hay otros villanos. La máscara de conejo, pues, puse dos opciones, una Lisa es una bruja, ella pudo haberla traído con su magia, o dos, ella la guardó todo ese tiempo en su baúl. Discúlpame, fue un pequeño detalle que se me escapó, gracias por tu observación. Si, Lisa ha sufrido mucho, pero en fin, así debe de ser, y claro que Tom no se va a quedar sin hacer nada. O sea, él es Tom Riddle! Lord Voldemort! El heredero! El más guapo del fic! Debe de hacer algo y aquí es donde lo hace, espero que te guste el capitulo. Aquí está y disculpa por la tardanza, espero que te guste. Bye!

Carola: Fuck You! Ya se que son críticas, pero en fin, se que te gusta chingar. Pinche mala suerte que tienes, neta, yo quería un review largo, no esta madrecita que me dejaste. Tu crítica Número 1: Me vale madre que ya haya uno en el libro. Dos: Si, mi imaginación no tiene límites, (sarcasmo) 3: Si, lo que tu digas pendeja, y se dice Spanglish, naca de mierda. 4: Se que son tres y si las se contar, y no me interesa. 5: Metete a tu Lisa Poser por donde te quepa, y repetidas veces. Jajajaja, ya se que lo haces por enfadarme, y ya sabes que me enojo, pero tmb sabes que sin ti no escribiría esto.  Ya no los pondré Gays, bueno, un poquito, tu sabes que es el chiste, nomás para agarrar cura, tampoco no quiere decir que van a serlo de verdad, pero comprendo, puedo poner a todos Gays, menos a Tom ¿Verdad? Si, ya se. Y si en este capitulo no me dejas un review largo, Carola Quien, te golpearé, neta que sí, ¿Qué es esta mierdita? No mames… Sale pues, te cuidas, (Já! Como si no tuviera suficiente contigo en la escuela) Bueno, aquí está el capítulo terminado, no te leíste el final así que espero y lo leas. Sobres, pues. Ahí los vidrios. Nos vemos en la escuela mañana. Disfruta de tu webonada dominguera. Bye.

Eledhwen Moonlight Spell: Tienes razón, es lógico que sin suspenso la gente no ruega por que escribas más, es por eso que escogí el suspenso como principal en mis fics, también el romance, pero a mi me gusta el romance con alguna trama, no como miel sobre hojuelas, como sabiamente dijo, MalfoyDarkness. No me agradezcas, las dedicaciones te las mereces, de verdad, te has ganado un lugar en mi corazón y en mi fic. (Se oye muy mamón, pero es cierto.) Yo sé que el tiempo nunca alcanza, dímelo a mi, que siempre actualizo a las quinientas sólo porque la escuela me exprime, y nunca tengo tiempo para escribir, pero uno hace sus sacrificios. Si, ya me leí tu capítulo, ya sabes que me encanta como escribes, y que tiene, uno también tiene derecho a echarse flores de vez en cuando, no por dárselas de muy buen escritor, pero a veces es necesario. Bueno, aquí está el capítulo, espero que te guste. Besos. Adiós.

Dark-Sly: Hola! Gracias por tu review. ¿El por qué le hice esto a Lisa? Pues, porque soy mala, porque, como dije antes, en mi fic nada es color de rosa y si algo bueno pasa, no dura mucho. Es así como he podido mantenerlo en angustia, ¿A que sí? Si, pobre Tom, yo también sufrí con el, aunque pues, pensé que un poco dolor sería una perfecta manera por la cual el brazalete le comunicaría cuándo Lisa iba a estar en aprietos, y claro él es inteligente, obviamente tenía que darse cuenta de qué era lo que le causaba tal dolor. Y si, el capítulo se llama Tom vs. Frank. Y como puedes imaginártelo, ya se sabe de antemano quien es el ganador. Gracias, y aquí esta el cap. Espero que te guste. See ya!

Lira Garbo: Hola preciosa! No sabes lo feliz que me haces con tu review, me siento honrada de que me hayas dejado un review, vale mucho para mí. De verdad. Verás, yo amo a Tom, y creo que los malos merecen una oportunidad después de todo, no hay que juzgar sin saber, aunque su adolescencia sea inventada, quería dar mucho que pensar. Sobre Lisa, me gusta escribir cosas enfermas, y la esquizofrenia y la locura y todo lo que eso conlleva, me atraen mucho. Que bueno que te haya gustado y sobre lo intrigada, me alegro aún más, esa es la impresión que quería dejar, y aún más en ti. Nos vemos, y espero que te guste este capítulo, besos. Gracias Preciosa! Bye!

El Vigilante: Hola, hace mucho que no pasabas por aquí, te agradezco mucho que hayas dejado review después de tanto tiempo, te comprendo, muchas veces uno no tiene la tranquilidad deseada como para sentarse a leer y dejar reviews, pero en fin. Gracias. Que bueno que te haya gustado la violación, no se si me quedó fuerte, pero no quería meterme con el Lime o Lemon aún, soy un poco miedosa, ya veremos más tarde. Si, parecen más mexicanos, pero pues, yo soy mexicana, y más aún Sonorense, es mi fuente decir palabrotas, y mucho más escribirlas, supongo que así sería una conversación de hombre a hombre, con muchas groserías. Sobre la reacción de Tom hacia Frank, la verás en este capítulo que espeto y te guste. Nos vemos, Besos. See ya!

Merodeadora-Chii: Gracias, me sonroja que me alabes tanto, no pensé en eso de escribir demasiado bien, pero me alegra que tú me lo digas, me encantan tus reviews, siempre me hacen sentir alegre. Sobre lo de sorprendida, me alegra haberlo logrado, y si, supongo que si vale la pena la espera. Sé que debo continuarlo, y pues gracias a tu review, aquí, listo para dejarte de nuevo intrigada (espero lograrlo una vez más) Y adorar a Tom… Debes hacerlo! No se por qué razón le guardas rencor si es el mejor y más guapo de los villanos (claro, cuando es Tom Riddle) que bueno que mi fic te hizo adorarlo, vale la pena amar a ese hombre. Stephen es adorable también, pero a mi me gusta más Malfoy y Zabinni, que tienen un no se qué tan sexy que me encanta, cualquier cosa que digan, aunque sea una tontería, me hace amarlos más. El grupo, a mi me parece adorable, aunque a Stephen y a Max casi no les presto tanta atención como a los otros dos, pienso que Malfoy y Zabinni, son los dos apellidos que más se alzan en el libro como fieles seguidores a Voldemort. Así que por eso, son mis favoritos. Aquí está la continuación, la cual espero sea de tu agrado. ¿Admiradora? Voy a llorar… Gracias, de verdad, no me siento tan merecedora de un admirador, pero… siendo tu, snif. Gracias. Mil Gracias, eres un amor. Nos vemos linda. Bye! Besitos!

Abraham: Gracias, me alegra mucho haberte admitido en mi Messenger, eres un tipo súper lindo, y me da gusto que tu mente esté igual de enferma que la mía. Espero que te guste este capítulo y gracias por pedirme que sea tu beta, me siento muy honrada. Otra cosa, tienes que seguir con tu fic, no hagas caso a lo que te digan y escribe, o sea, esta súper emocionante, no puedes dejarlo así como así. Tienes que seguirlo. Por favor, yo te lo pido. Nos vemos. Espero que te guste este cap. Y que actualices pronto. Bye! Besos!

Gracias a todos, y también les vuelvo a dedicar este capítulo, que ojalá y sea de su agrado.

Una Noche de Furia

By: Anne M. Riddle.

Capítulo 8

Tom vs. Frank.

Y entonces Tom, le devolvió la sonrisa. Una sonrisa cargada de malicia, de venganza, ocultando toda la rabia que sentía al ver a su pequeña, derrumbada. Nadie tenía ese derecho de tocarla, mas que él… Nadie. Nunca. Jamás.

Sin embargo, Frank, el famoso conejo, osó retarlo. Era entonces cuando la oportunidad de partirle la cara y enseñarle que nadie desafiaba a Tom Riddle, estaba más que presente. Era el destino.

El momento estaba cargado de tensión, los nervios de Blake y Lisa pendía de un delgado hilo, que muy pronto se rompería… Más Tom estaba seguro, siempre seguro, confiado. ¿Qué heridas podía ocasionarle semejante escoria? Un muggle, era un muggle, pertenecía a esa inmunda raza, que tanto le causaba nauseas. En cambio él, era un mago. Y el mejor de todos.

Mientras el contacto visual no se rompía, oliva contra esmeralda, tonos verdosos que luchaban entre sí. Entonces el moreno, rompió el silencio.

- Así que… tu eres el famoso, Frank. – Siseó venenosamente, arrogante. Imponiendo autoridad sobre él. Lo miró de abajo hacia arriba, y la sonrisa se torció con repugnancia.

- El mismo… - Bueno. Parecía muy orgulloso de sí mismo. Pobre imbécil, pensó Tom.

- Un muggle… ¿Cierto? – Al instante, Blake reconoció esa forma que tenía Tom para arrastrar las palabras, arrogancia de primera clase. Slytherin, claro.

- ¿Muggle?... – Preguntó Frank. ¿Qué era un muggle? Seguía sin entender, aún después de la muerte, ese mundo loco en el cual Lisa vivía. Estaba plagado de locos, o quizá… el loco era él, después de todo.         

- Personas sin magia… - De nuevo lo recorrió con la vista, para después enfrentarse a sus ojos. – Escoria… como tu. – Soltó una pequeña risita, mientras se cruzaba de brazos.

- ¿Y tu qué? – Al parecer, no le había gustado el comentario de Tom. Pero… ¿Qué errores podía haber en Tom? Era el mago perfecto. Blake Y Lisa coincidieron en pensamiento mientras observaban. – Te crees mucho solo porque puedes usar una varita y hacer magia con ella… - Tom rodó los ojos. A lo que sabía de los muggles, veían demasiada… demasiada ¿Televisión?

- Pues, que puedo decirte… - Todo seguía calmado, había enojo, furia, e incluso ira. Por las dos partes, Frank lo demostraba más al apretar los puños, más Tom, seguía calmado, pero a través de sus ojos se podían ver las ganas que tenía de apretarle el cuello y retorcérselo con sus propias manos.

- Te escondes detrás de ella, porque sabes que sin tu preciada varita mágica, no sobrevivirías… ¿O me equivoco? – Tom encarnó una ceja. ¿Era eso un insulto, un chiste o un reto?

- ¿En realidad… deseas comprobarlo? Acabas de resucitar, no sería muy conveniente que murieras en este mismo instante… Pero, ya que insistes… - Sacó su varita y la puso frente a su rostro, observándola con detenimiento, sonrió y la tiró al suelo. Acto seguido, comenzó a quitarse la capa, la túnica, la gabardina, para quedar solo en una camisa impecablemente blanca, aflojó su corbata, y comenzó a subirse las mangas.

Lisa miraba todo asombrada, con cierto terror, las lágrimas estaba secas en sus mejillas, y el dolor de los golpes, aumentaba con el paso de los minutos, pero lo que más le dolía era haber perdido su virginidad de esa manera, había sido inhumano. Pero estaba a salvo, se acurrucó asustada en los brazos de Blake, mientras observaba atenta, a lo que muy pronto pasaría.

Blake decidió intervenir, dejando a Lisa sobre la cama al momento en que se ponía de pie.

- Tom… ¿Qué jodidos piensas hacer? No me digas que… - Tom lo interrumpió.

- Si es lo que piensas, Blake. Le voy a partir la madre a putazos a este pendejo… - Blake no le dijo nada, el semblante de Tom estaba cambiando nuevamente, y no le era conveniente molestarlo, más de lo que ya estaba.

- ¡Ja! Ya lo veremos… - Se burló Frank.

El momento había llegado, las dos figuras se mantenían a un paso de distancia. Frank lo miraba, examinándolo. Tom mantenía su vista perdida en el suelo, mientras los mechones azabaches cubrían sus ojos, y susurró.

- La tocaste. – Su voz retumbó en la habitación, como una avalancha de nieve, fría, sin sentimientos, bueno, sólo uno. Furia. Frank sonrió enfermizamente.

- Si, lo hice. Y no sabes cómo lo disfruté, es hermosa… Gocé como nunca. – Miró a Lisa quien reprimió un gemido. Al mirarla sintió una punzada proveniente del que estaba frente a él. Miró de nuevo al moreno, y se sintió indefenso. No era humano, Dios…

- No te atrevas a mirarla de nuevo… - Los ojos de Tom estaban hechos sangre, y la vena de su cuello estaba a punto de explotar de rabia.

Zabinni los miró, atento. Y entonces el tiempo se detuvo, y las dos figuras se abalanzaron la una contra la otra, Lisa gritó. Y Blake, sólo murmuró un "Insonorus", dejando que ellos se golpearan entre sí.

El primer puño golpeó directo en la mejilla de Tom, quien se tambaleó unos instantes y arremetió contra el trigueño, que era fuerte, pero lento.

Frank era fuerte, Tom bastante ágil y con una velocidad increíble. Era impresionante. Un golpe para Tom, tres para Frank. En un descuido Tom cayó al suelo produciendo un sonido sordo, Blake le tapó los ojos a Lisa, que nuevamente había comenzado a llorar.

Frank le miró con los ojos desorbitados e comenzó patearlo, solo le atestó una patada que se dirigió directo a sus costillas, pero el Slytherin era ágil como una serpiente. Tom rodó sobre su costado, y se puso de pie en cuanto tuvo la oportunidad. Tom pateó con violencia la espinilla de Frank que se dobló de dolor, fue entonces cuando lo tomó del cuello y lo lanzó hacia la pared, donde su cabeza golpeó.

Y ahí, Frank Beddingfield, indefenso, y con la cabeza sangrando, miró hacia arriba, donde Tom se alzaba victorioso. Escupió sangre que comenzaba a brotar de su labio, y comenzó a patearlo, con tanta fuerza que sentía como las costillas de Frank se rompían a cada impacto.

- Esta va por tocarla… - Atestó una patada a su estómago. – Esta por golpearla… - Tom no se medía, Frank gemía a cada golpe. El Slytherin arrugó los ojos y le pateó la cabeza ocasionándole un grito desesperado. – Esta por quitarle lo que me pertenecía a mí… ¿Me escuchas hijo de tu puta madre? Nunca volverá a ser tuya porque eres sólo un desgraciado, un pinche muggle, Pendejo de mierda… ¿Y sabes por qué? ¡Porque Ella es mía! ¡Mía! – Y cesó. Dejó de golpearlo mientras se limpiaba el labio con la manga de su camisa.

- ¿No… no te la… has cojido… aún?... Es una puta… me extraña... de ella… - Comenzó Frank, hablando con dificultad.

- Mas vale que te calles el hocico, Pendejo. No quiero verme obligado a usar mi magia… Pero me estas obligando a hacerlo. Veamos a que te sabe uno de mis crucios – Recogió su varita del suelo, y miró nuevamente al ojiverde que yacía en el suelo.

- Hazlo… - Frank seguía de altanero, pero lo que no sabía era que el castigo que se avecinaba era una tortura inhumana, que podría matarlo de dolor en segundos. Esa varita prodigiosa a manos de Riddle, sobrepasaba los poderes de un mago normal.

- No necesitas decírmelo… - Miró a Lisa que lo miraba, incitándolo a continuar para calmar su sufrimiento. Tom, sin quitarle la vista de encima notó como Frank intentaba ponerse de pie, por lo que murmuró… - Crucio.

Y Frank sintió como sus órganos internos se contraían y se apretaban ocasionándole un intenso dolor. Se retorció en el suelo, aferrándose al piso de piedra, destrozándose las yemas de los dedos en el intento. Se mordió los labios, quiso gritar pero su lengua también ardía y se encontraba entumecida.

- ¿Qué dices… Conejito? No logro escucharte… Gritas como toda una mariquita. – Blake observó como Tom descargaba toda su ira en ese tortuoso hechizo, no se iba a detener.

El pedazo de carne que se revolvía en el suelo, balbuceó palabras inteligibles, de las cuales, un "basta" desesperado luchaba por salir.

- No. Esa no es la palabra que busco… Veamos, probemos de nuevo. – Aplicó mas fuerza al hechizo, ganándose más suplicas. - ¿Cómo se dice, Frank? "Lo siento"… - Agregó con una voz estúpida, fingiendo.

- No… ja... jamá...s – Dijo como pudo. Blake y Lisa sólo observaban boquiabiertos.

- Tú lo pediste, pendejo. –Detuvo la maldición Cruciatus, y pronunció un hechizo de levitación con el cual Frank se elevó retorciéndose en el aire, entonces… Tom lo azotó contra el techo y después contra el piso, repitiendo la acción varias veces hasta que lo dejó reposar en el suelo con "delicadeza". - ¿Escuché un Lo siento? – Preguntó el moreno con sarcasmo en la voz.

- L...lo… lo… si…s…sient…to… ¡argh! – Tom se detuvo, no por las palabras del conejo, sino por una pequeña voz que se escuchó, que no era precisamente de hombre.

- Basta, Tom. – Fue todo lo que Lisa pudo decir ya que una mirada asesina de color sangre la atravesó de punta a punta.

- ¿Qué dices Lisa? – Aún incrédulo, se atrevió a preguntarle.

- Que ya basta… - Se levantó con una mano en el vientre, aún dolía, y arropada con las sábanas caminó a duras penas hacia donde Tom se encontraba. Lo encaró. – Es mi turno. – El semblante de Tom se suavizó, si la respuesta hubiera sido otra, la hubiera torturado nuevamente, hasta morir. Ese mal nacido no merecía esa preocupación, y menos de parte de Lisa.

- Vaya… Serías capaz… ¿Lisa? Me... dañarías… ¿de nuevo?... N… - Fue interrumpido, la varita en manos de Tom parecía casi actuar por si sola, un hechizo lo envolvió nuevamente, esta vez no era de tortura, sólo sintió como se ponía de pie rápidamente y sus brazos y pies quedaba atados a la pared por medio de sogas. Lisa miró a Tom.

- Es más fácil así… - Respondió tajante. – Pero creo que sería mejor si las cuerdas tuvieran espinas ¿No? El cuadro sería más agradable. – Y con esa rapidez que lo caracterizaba, un movimiento de varita y las espinas comenzaban a crecer y a encajarse en la piel de Frank. Y de nuevo, los gritos invadieron su garganta, pero calló al observar a su Lisa avanzar casi con seguridad hacia él.

- Escúchame bien Frank… - La voz le temblaba, pero ya era tiempo de vencer ese temor… lo peor ya había pasado, ya había sido ultrajada y usada, lo suficiente como para decir basta. – Nunca… - Una lágrima rodó por su mejilla, pero la limpió bruscamente. – Nunca, te lo voy a perdonar… No sabes cuánto te odio… y si pude matarte una vez, puedo volver a hacerlo… Y esta vez, no me va a poder. Adiós Frank. – Se acercó a él y de su bolsillo, sacó la pistola que había estado reposando en él, y que le era inútil siendo víctima de Tom Riddle.

- Hazlo… Ya tengo lo que quiero, yo se que me amas Lisa…  - Tom rodó los ojos. Blake, quien ya se encontraba a su lado, lo miró. Le era imposible que Tom Hiciera todo esto por Lisa… Mira que pelear a mano limpia, no era lo suyo. – Y se que no lo harás… Porque si me matas de nuevo, no te quedará nadie. – Lisa lo apuntó con manos temblorosas. Estaba reviviendo lo sucedido casi cuatro años atrás, volteó hacia atrás y su corazón se sintió cálido y reconfortante al ver a Blake y a Tom parados, observándola, sin decir nada, pero apoyándola con sus miradas.

- Si para matarte… tengo que quedarme sola… Entonces, que así sea. – Y jaló el gatillo. Frank se vio en problemas, y comenzó a hablar, quería entrar en la mente débil de la pequeña Lisa, y ella flaquearía al instante si lo conseguía.

- Crees que ellos son tus amigos… ¿Cierto? Observa a tu preciado Tom, esta contigo sólo porque quiere tener relaciones… ¿Tu crees que le importa lo que sientas o no? Cuando se dé la ocasión, no te lo preguntará, simplemente lo hará… al igual que yo. Y después esta ese sujeto que esta al lado de él, ¿Crees que le importas? Sólo esta contigo porque le teme a Tom, al poderoso… Teme sufrir alguna de sus torturas, por eso hace todo lo que él le dice…

- ¿Lisa, no me digas que vas a creerte las estupideces de este infeliz? – Y ahí estaba su apoyo, Blake quien después de la impresión que se había llevado, habló. – Tú sabes que no es cierto… Tom es como mi compadre… Chingado, mátalo ya ¿No? – Lisa sonrió un poco y volvió a apuntar a Frank, quien tragó con dificultad.

- Hazlo Lisa. – La voz de Tom seguía siendo fría, pero era como su apoyo, él no era muy expresivo, por lo que Lisa se sintió más segura.

- Adiós para siempre Frank. – Si su puntería no fallaba, el balazo impactaría justo en su ojo izquierdo.

- ¡Lo lamentarás Lisa! ¿Me oyes? ¡Lo vas a lamentar! ¡Tu felicidad no durará tanto tiempo! ¡No lo hará! ¡Se va acabar, todo termina! ¡Nada es…! - Un sonido sordo. Una bala en su ojo. Gotas de sangre en el rostro de Lisa, y en abundancia en el de Frank. Estaba muerto. Al fin. Y la pistola cayó al piso.

Lisa sin creer que lo había, que ya no le había temido, se sintió inmensamente feliz, pero la felicidad no le duró mucho, cuando el cuerpo de Frank se transformó en pequeñas partículas que fueron desapareciendo lentamente, dejando algo que no quería tener de recuerdo. La máscara de conejo.

La observó unos momentos, sintió pasos y se relajó al ver que era Tom, quien sin decir nada tomó la máscara, caminó hacia la ventana, abriéndola, y después sin flaquear, la tiró. Ámbar con oliva se encontraron fijamente, y se sonrieron con la mirada.

- Muy bien Lisa, eres muy valiente. Lo hiciste. – La reconfortó Blake, quien le sonreía con sinceridad.  Se acercó a ella, sólo para abrazarla.

- Si. – Sólo pudo decir eso, mientras unas lágrimas se deslizaban por sus mejillas, esta vez, de felicidad. Todo había terminado. "Ahora si me puedo desmayar" Pensó la rubia mentalmente mientras se dejaba caer en los brazos de Blake, quien la tomó en brazos al instante.

- Llévala con Stephen y Drake. Curen sus heridas. – Dijo Tom de espaldas, observando como el cielo comenzaba a aclarase, lentamente. Blake no dijo nada, sólo abrió la puerta, y antes de salir por ella con la rubia en brazos, dijo.

- ¿Y tú? ¿No necesitas atención? Máximo te rompiste dos costillas… - Agregó con burla. Tom sonrió, pero su respuesta fue igual que siempre que Blake hacía ese tipo de comentarios.

- No seas imbécil, Blake… Estoy perfectamente bien, sólo son unos rasguños, nada de qué preocuparse. – El semblante de Tom era duro, pero a la vez sereno.

- Bueno, si tú lo dices, cabrón… Me voy. – Y salió de la habitación dando un portazo. Y entonces Tom se encontró sólo, y calculando el tiempo que Blake se tomaría para alejarse lo suficiente del cuarto de Lisa, llevó una mano a su costado.

- Mierda… - Si, esa era su costilla que en esos momentos se encontraba partida en dos partes, como mínimo.

Al parecer lo más difícil ya había pasado, pero no había sido difícil deshacerse de Frank, aquel quien atormentaba a Lisa, lo que se les dificultaba ahora, era reconfortar a la rubia, quien se encontraba demacrada, amarilla, y atormentada.

Ya había pasado un mes después del sangriento incidente navideño. Lisa, quien ahora sufría más que cualquier otro, se preguntaba por qué. ¿Por qué su primera navidad, tenía que ser así? ¿Por qué era tan tonta? ¿Por qué había confiando en Frank de tal modo, que este, casi le había quitado la vida?

Era tan ciega, tan ilusa. ¿Por qué confiaba tan ciegamente? ¿Por qué se arruinaba la vida ella misma? ¿Por qué? Y más preguntas se fueron amontonando en esa débil cabeza, que plagada de esquizofrenia, jamás sanaría.

Seguía ahí, sentada en la cama, con las manos en el regazo. Pensando. Tratando de encontrar una razón, ¿Por qué ella? ¿Qué había hecho para merecer tanto mal? ¿Por qué nadie la había amado hasta ahora? ¿Acaso creían que no sentía, que era una muñeca de trapo con la cual podrían hacer lo que quisieran?

Y ahora que todo parecía tan normal, tan cálido, tan lleno de afecto y comprensión hacia su parte. ¿Por qué lo arruinaba? ¿Estaba ya tan enferma? ¿Era necesario regresar a San Mungo y morir vieja, loca y amargada, para no sufrir más?

El sonido de la puerta rechinando al abrirse, la sobresaltó. Estaba tan ensimismada, que no notó la presencia de Tom, entrar a la habitación.

Nadie de los dos dijo nada, el moreno, vestido con su pijama de vestir, que consistía en un pantalón gris y una camisa verde, y con unas pantuflas que lo hacían ver gracioso y aun así, apuesto. Los mechones cenizos se encontraban revueltos, rebeldes sobre su frente.

El moreno le sonrió débilmente, pero no obtuvo la misma respuesta. Ella se encontraba muy mal, de verdad, muy mal. Físicamente, se encontraba bastante bien, pero… a pesar de que sus heridas habían sanado, aún seguía encerrada, sin habla… y muy pensativa.

- Lisa… - Aún bajo tanta tensión, era su deber ayudarla, brindarla apoyo, por más difícil que le fuera decirle cosas bonitas, para traer de regreso a la Lisa que amaba.

- He estado pensándolo mucho Tom… - Ella se abrazó las rodillas y hundió su rostro en sus brazos. Tom solamente, escuchando pacientemente, se sentó en la cama, muy cerca de ella.

- Puedes decírmelo Lisa… estoy aquí… - Apoyo, eso era todo lo que podía darle.

- Creo que… - Su labio inferior empezó a temblar, Tom supo que comenzaría a llorar. – Creo que es mejor, que regrese a San Mungo, con Valerie… y los demás como

- yo… - Tom se quedó en blanco. ¿San Mungo? ¿Pero cómo…? ¿Por qué querría regresar a ese lugar?

- Lisa, no… - Ella lo interrumpió poniendo un dedo en sus labios.

- Es lo mejor, Tom. Las personas como yo, deben estar en lugares como ese… - Y la primera lágrima cayó. – He sufrido lo suficiente como para querer regresar al loquero… y me duele mucho Tom… me duele tener que tomar esta decisión, pero es lo mejor… yo, no se si podré soportar más…

- Lisa, no estés diciendo pendejadas, por favor. No puedes irte, Frank ya no está, estás a salvo… Nada te dañará de nuevo… - Trató de convencerla, más ella… quien había estando reteniendo su verdadero llanto con inocentes lágrimas, lo soltó todo.

- ¡No lo entiendes! ¡Estoy enferma! Soy de ese tipo de personas… que la gente evita, esas personas que nadie ama, que… no soportan sufrir tanto… y yo ya no quiero sufrir… sólo, sólo quiero estar en paz.. antes era muy fácil hacerla de salvaje, hacerme creer que era una loca, que nadie podría vencer, que nadie se metería con ella… incluso, llegué a matar… y tu me has visto… yo ya no puedo seguir así… - Tom la miró, y por primera vez, su rostro estaba conmovido, no había hielo en su mirada, ni mucho menos en sus palabras.

- Ya no llores Lisa, sólo… sólo intenta guardar en tu memoria, todo aquello que te atormenta, cierra los ojos e intenta olvidar…

- Prefiero llorar… - Lo miró y en sus ojos tristes, manchados de lágrimas se reflejaba todo aquel sufrimiento. – y después, tal vez… algún día… hacer el resto. Pero hoy, sólo quiero llorar… - Se limpió las lágrimas, para dar paso a las nuevas que venían, y preguntó. - ¿Por qué no llorar, Tom?

- Llorar es de débiles Lisa… Y tu no perteneces a los débiles, si lo fueras… no hubieras soportado tanto… otros no lo harían… - Otra vez, la dureza en sus palabras se había hecho presente. ¿No podía mantenerse, comprensivo por un momento?

- Soy humana, por lo tanto necesito desahogarme de alguna manera… - Se hundió de nuevo en sus brazos, y Tom perdió contacto con aquellos ojos color ámbar. – el que no lo hagas, no es un signo de debilidad… los dos somos humanos…

- Lisa… yo… - Y por primera vez se quedó sin palabras. Ella tenía razón.

- Acéptalo, Tom. Aún no gobiernas el mundo mágico… eres un niño, sólo tienes 17 años, y ya aparentas ser un lord, cuando todavía te falta para lograrlo… - De no ser por el momento, Tom se hubiera enfurecido, pero a estas alturas sólo se había guardado sus comentarios por miedo a herir más a la rubia. – Yo sé que dentro de ti… existe un Tom, al que le duele ser tan frío… no puedes ocultarte en esa máscara de frialdad para siempre…

- Tal vez tengas razón, tal vez en verdad no soy tan frío como aparento… - Se acercó más a ella para ayudarle a escuchar mejor. - ¿No tienes idea del efecto que tienes en mi verdad? Yo, estoy aquí… diciéndote todo esto, jamás me atrevería a decirle tanto a alguien. Tu eres lo único que mantiene a mi corazón vivo, y no sabes como duele verte sufrir… duele mucho, Lisa…

- No me digas eso… por favor, no puedo ser la única razón para ti… No te debe de doler, este dolor es mío… No quiero ser una razón para que te sientas mal… - Sollozó levemente mientras trataba de que el moreno no se preocupara tanto por ella.

- Lisa. ¿No lo entiendes verdad? Eres mucho más que eso… - ¿Por qué era tan cabeza hueca? ¿Acaso no entendía lo mucho que la amaba? Pero, si no lo entendía… no sabría como decírselo, no. No podría hacerlo. Atentaba contra todos sus principios.

- Tom, no sigas… Por favor. Sabes muy bien que todo lo que tocó lo destruyo, todo lo que amo, se me escapa de las manos… y no… no quiero, no puedo dañarte a ti…

- No seas necia, por favor. Déjame demostrarte que significas todo para mí, te prometo que no me lastimarás… Déjame hacerte olvidar. – Susurró contra su oído, ella tembló.

- No puedo, este dolor es muy fuerte, sólo el tiempo me hará superar todo lo vivido, es muy temprano aún…. – Lo miró a los ojos, sonrojada. – Lo siento…

- Entonces… - Algo decepcionado, se resignó, algo nuevo y raro en él. – Sólo déjame abrazarte… no te tocaré, puedes estar segura de eso…

Silencio. Sin pensarlo más, abrazó al chico como si la vida se le fuera en ello, y se quedaron así, abrazados, uno junto al otro. Tom recostado acariciando su cabello y ella sollozando sobre su pecho. Y fue entonces, cuando Lisa hubo dejado de llorar, que Tom rompió el silencio.

- Lisa… No te permitiré que vuelvas a San Mungo… ¿Me oyes? No irás… Te quedarás aquí conmigo, y con aquellos idiotas, ¿Quedó claro? – Ella sonrió aún entre lágrimas, y lo abrazó con fuerza, afirmando. Y no hubo más pesadillas, no hubo más Frank, sólo paz, junto a él.

Febrero llegó inesperadamente, y los alumnos en el colegio lo recibieron con regocijo, parejas enamoradas y unas que otras conquistas andaban de aquí para allá. Los cuatro Slytherin aprovechaban estas épocas para conquistar a una que otra chica, o mas bien, para pasar el rato, mientras que a Tom, era la parte del año que más detestaba, pero en esta ocasión hubo excepciones. No pasaría otro asqueroso San Valentín aburrido, Oh no.

Lisa se había recuperado casi en su totalidad, omitiendo la parte emocional, desde aquel incidente navideño, donde Frank había desaparecido... al menos físicamente. Todo pareció volver a su total normalidad.

Blake y Drake siempre bromeando, Stephen tratando de calmar cualquier disputa entre ellos, Max estudiando y pasando tiempo con su chica, Tom y Lisa… un poco más cariñosos que de costumbre, pero no había llegado a tocarla como quisiera, aún seguía temerosa.

Eso no era un obstáculo para Riddle. Esperaría lo que su paciencia pudiera soportar, hasta que ella estuviese lista, porque queriéndolo admitir y no, la amaba. Había hecho cosas estúpidas, casi imposibles para su criterio, solo por ella. Para este tiempo, negarlo sería inútil.

Esa mañana desayunaban como acostumbraban a hacerlo. El gran Salón estaba infestado de corazones rojos y adornos rosados, el hechizo usado para decorar el inmenso techo, mostraba una mañana soleada dejando ver varias parejitas de pájaros sumamente enamorados.

- Me enferma, me enferma… - Masculló Drake entre dientes, mientras casi rompía el plato con la fuerza que aplicaba sobre el tenedor. - ¿Por qué rosa? – Decía mientras miraba el techo, y hasta las servilletas rosadas con corazones estampados.

- Vamos Malfoy, ¿No me digas que te molesta el decorado rosa? – Stephen sonrió ampliamente, mientras observaba el rostro del platinado deformarse con asco.

- No eres el único, nosotros también estamos inconformes aquí… - Blake se volvió al moreno, quien tomaba café en silencio mientras leía minuciosamente el ejemplar del profeta. – Tom, ya que tu eres el premio anual… deberías quejarte con Dippet, por lo menos que quiten los adornos que pusieron en Slytherin, es humillante… ¡En

- Slytherin! ¿Cómo chingados se atreven a manchar nuestro orgullo con corazoncitos? Dile a Dippet que se meta sus corazoncitos por el culo…

- Y repetidas veces… - Murmuró Drake.

- ¿Algo más? – Ojos verdes sobresalieron del papel. – Ustedes saben que Dippet no es el responsable… son ideas de Dumbledore, pinche viejo chiflado… ya le traigo ganas…

- Tom solo defiende a Dippet porque es su alumno favorito… - Se logró escuchar la voz de Max, que hace tiempo había estado distante. Tom azotó el periódico sobre la mesa.

- Mira que te pones pesadito Maximus, no se que tipo de novia te hayas conseguido, pero tanta cojida te esta lavando el cerebro… - Max se acomodó los lentes, mientras sonreía mirando a Tom. – Y si, bola de pendejos, envidiosos… No tengo la culpa de ser el mejor ni de que todo lo que haga sea tan perfecto… - Después de ese comentario, nadie volvió a hablar. Pero una voz femenina rompió el silencio.

- No se porqué se quejan tanto, la decoración es bonita… a mi me gusta, hay hombres que utilizan ese color… no veo por que a ustedes les tiene que desagradar. – Los cinco la miraron incrédulos, y una vez más, Blake con sus pendejadas.

- Lisa, esa clase de "hombres" que usan el color rosa, son putos… así como Drake. – Una bolita de cereal se estampó en su ojo.

- Bueno Zabinni… Bueno. Vamos a ver quien es más puto…

- Ya, basta. ¿Cuándo jodidos voy a poder leer el diario sin que estén chingando? – Masculló el lord venenosamente mientras tomaba un sorbo de su café, tan negro como su cabello.

- Pues yo no sé… digan lo que quieran, tengo demasiada hambre como para que me molesten sus comentarios, no estoy tan amargada. – Dijo Lisa, disfrazando una pedrada para Tom.

- Escuché eso, Marie…

- ¿Y qué vas a comer? ¿Queso y lechuga? – Se burló Drake, que andaba un poco más cabrón que de costumbre, ese día.

- Ja… ja… ja… Por lo menos yo no trago como cerdo, aunque siendo tu no te preocupas en hacer dieta, tanta follada te tiene como modelito… - Max, Stephen y Blake, estallaron a carcajadas. Tom solo soltó una risita.

- ¿Y tu qué? Estas peor que las mujerzuelas de Ravenclaw… Dime algo, Lisa… ¿Cuánto pesas?... – Lisa entrecerró los ojos mientras tomaba el cuchillo, una cortadita no le haría tanto daño.

- ¿20 Kilos? – Tom murmuró divertido mientras observaba de reojo a una rubia furiosa. Todos estallaron a carcajadas.

- Muy graciosos… Para su información peso 45 kilos… - Anunció bastante orgullosa.

- ¿Y? ¿De verdad crees que eso es mucho?... – Tom alzó las cejas… Mientras esperaba una respuesta violenta por parte de ella…

- Me voy.

- ¿A dónde… a vomitar? – Todos volvieron a reír mientras Drake recibía un pellizco.

- Vete a la mierda Malfoy… A la chingada, con todos…- Y después de una seña obscena, se fue meneando las caderas, enojada.

Después de unos momentos, los cinco se voltearon a ver y sonrieron, algunos ampliamente, y otros, con recato. Lisa, su Lisa de siempre había vuelto.

Todo se encontraba perfectamente decorado. El Baile de San Valentín, ese baile que muchos esperaban para hacerse promesas mutuas de amor eterno, pero en Slytherin la idea era muy contraria la de las otras casas. Febrero significaba que muchas jovencitas enamoradas estarían dispuestas a entregarse a sus galanes, sólo por la pizca de amor que no recibirían, algunas correrían con suerte, pero la realidad era.

Los cinco Slytherins se encontraban algo ocupados, Tom, no podía sentirse más dichoso, su pequeña se había recuperado, había vuelto a ser esa loca que tanto quería, y había vuelto a entrarse a sus besos. Por merlín, llegó a pensar que el tanto extrañar el sabor dulce de sus labios lo volvería loco.

Lisa vestía un hermoso vestido rosa con pequeños destellos brillantes y su cabello largo y rizado cayendo por su espalda. Qué belleza más soberbia, pensó el heredero de Slytherin al observarla bajar por las escaleras lentamente, provocándole una tortura interna, en cámara lenta.

Llegó hasta él y le dio un pequeño beso en los labios. Tom sonrió embelesado, pero con la mirada fría, había aprendido a soportar aquellas flaqueadas, más aún así se comportaba altivo y calculador. Era una Slytherin después de todo.

La noche se tornó larga, bailaron suavemente, bebieron y se demostraron caricias recatadas durante la cena. El baile terminó tan rápido que ni siquiera sintieron la noción del tiempo. Y quería decir que si el baile terminaba, la fiesta en Slytherin, apenas comenzaba.

Después de otros tragos y de cosas ilegales, el amanecer avecinaba un nuevo día.

Acarició un poco más debajo de donde la espalda pierde su nombre, bajándola más delineando las delgadas y torneadas piernas albinas, subiendo un poco su vestido, tan sólo para sentir el contacto con aquella piel de seda que tanto añoraba.

El beso que se profesaban se hacía más intenso y más apasionado. Una cabeza rubia había perdido la conciencia, mientras que aquella espesura de hilos negros, aún permanecía consiente, aún no. No era el momento, más todo parecía perfecto. Pero el lord mandaba, él tenía la autoridad, y en este caso, ignoraría sus deseos.

Se separaron respirando agitadamente, tratando de recuperar el pulso. Y ahí estaba, despeinada, con los labios y mejillas rosados, contra la pared de su habitación, la cual había sido testigo de muchos acontecimientos importantes en su vida, que la dejarían marcada para siempre. Sus ojos destellaban deseo y lujuria. Pasión oculta.

- Descansa, Lisa… Luces cansada. – Sus ojos oliverdes brillaban conteniendo el deseo de poseerla ahí mismo, de arrancarle las prendas con salvajismo, más era muy rápido, después de lo sucedido, se sentiría muy mal el hacerle el amor, cuando aún su piel tenían grabado aquel infeliz nombre. Frank.

- Tu también… - Estaba cansada, entrecerró sus ojos apoyándose en el hombro del moreno. Dejándose llevar hacia un sueño profundo. Él la levantó en brazos y la llevó hacia la cama, la desnudó, para después vestirla con un suave camisón de seda, está vez nuevo, ya que el otro había sido desgarrado… No, ya no pensaría en ello.

La arropó cerrando el dosel de su cama, besó sus labios tratando de llevárselos consigo en ese amanecer, más tarde serían suyos de nuevo. Y salió silenciosamente, la nieve aún caía, y ahí en el balcón, fumando un cigarrillo, encontró la paz anhelada. Tom Riddle necesitaba paz, necesitaba pensar, necesitaba planear lo que muy pronto sucedería y eso, ya no tenía que ver con Lisa.

La pluma se deslizaba rápidamente a través de esos dedos ágiles, sus ojos verdes cubiertos por unos lentes cuadrados con las orillas negras, recorrían con agilidad el mapa. Había sido muy difícil trazarlo, pero ahora, estaba terminado. Unos ojos grises y otros zafiro, lo acompañaban.

- Tom. – Una puerta rechinó al abrirse, y la voz femenina se escuchó con claridad.

- ¿Qué quieres, Lisa? ¿No ves que estoy ocupado? – Sonaba molesto y cansado, pero su voz tenía algo nuevo, como si estuviera emocionado. Malfoy y Zabinni, los más fieles, la observaron divertidos.

- Sabes que no me importa… ¿Qué haces? – Se acercó dando brinquitos hacia la gran mesa, la cual estaba llena de papeles, se sentó en el borde con sensualidad.

- Tom está terminando de trazar las coordenadas. – Murmuró Zabinni, mirando el mapa, y señalándole a Tom algún lugar en él, el cual el Slytherin rodeo con una línea verde.

- ¿Coordenadas? – Preguntó la rubia con curiosidad. No tenía idea de para qué servirían las dichosas coordenadas.

- Aún no lo sabe. – Murmuró secamente el Riddle.

- Oh, ¿Se lo dirás? Digo, a menos que no quieras que participe en esto… - Digo Drake. Tom se quitó los lentes, los cuales sólo utilizaba para leer o descifrar runas y claves, cuando se sentía cansado. Los puso sobre la mesa, y talló sus ojos, su camisa estaba desabrochada y la corbata mal puesta, las mangas estaban dobladas hacia los codos, al parecer tanto trabajo le había ocasionado un descontrol de temperatura. Los inicios de Abril no favorecían a la casa de la serpiente, el calor comenzaba a hacerse presente, y las paredes frías no helaban lo suficiente.

- Verás… Iré directo al grano, atacaremos Hogwarts en la graduación, después de todo el papeleo… claro. – Lisa ensanchó sus ojos.

- ¿De verdad? Wow… No sabía que se necesitaba tanto papel y mapa, no parece divertido.

- No es tan fácil como parece, necesito los mapas, porque requiero que los mortífagos se encuentren en puntos estratégicos, no puedo arriesgar a que se descubra antes de tiempo. – Tom subió los pies a la mesa, recostándose en el asiento. – Es cosa de tiempo, estamos en los últimos detalles…

- Pero, ¿Me dejarás participar?

- Sólo participarán los mortífagos, y que yo recuerde tu no eres uno de ellos… - Agregó burlonamente.

- ¿No soy? Pero… - Alegó. ¿Cómo es que no la dejaría participar en algo tan grande? Si matar era lo que mejor sabía hacer.

- Claro que no eres un mortífago pequeña. – Drake, quien pelaba una manzana con una pequeña daga, vestía sólo una camisa de resaque, mostró la marca que reposaba sobre su brazo izquierdo. Una calavera y una serpiente se alzaron victoriosas sobre esa piel blanca.

- Todos los mortífagos llevamos la marca tenebrosa. ¿Ves? Tu no tienes una de esas… - Blake, también la mostró, éste, así con tal descaro, no llevaba nada puesto

- encima, más que unos pantalones.

- Eso te pasa por escaparte… - Le espetó Riddle. La rubia pareció molesta, y se cruzó de brazos.

- Entonces… ¿Qué voy a hacer yo?

- Pues, tienes todas las cualidad de una víctima, esperarás en el castillo y uno de nosotros te raptará, ¿verdad Tom? – El platinado volteó a ver a Tom. El moreno, asintió. Era un buen plan, después de todo Malfoy si era capaz de pensar seriamente.

- Exactamente. – Hubo un silencio incómodo, y después, la Rowe habló.

- Esta bien, me toco lo fácil. – Los demás sonrieron ante el sarcasmo de la chica.

La daga de la familia Malfoy, se encajó en la mesa. Zabinni, Riddle y Rowe le prestaron atención. El rubio platinado parecía serio.

- ¿Ahora qué Malfoy? – Preguntó Tom.

- ¿Qué hay de la llorona? Esa tal Myrtle. Ha estado husmeando donde no debe, la he cachado varias veces.

- Oh si, ya se quien es… pinche puta chillona, yo también la he visto espiándonos. – El ojiazul de cabellos azabache, confirmó al rubio. Todos miraron a Tom.

Silencio.

Tom levantó una ceja y torció los labios, como solía hacerlo cuando una idea macabra le cruzaba por la mente. 

- Suelten al basilisco. – Ordenó y los dos fieles Slytherin se miraron sonriendo. Lisa aún no podía creer, lo oscuro y maligno que Tom podía llegar a ser.

Salieron del mini despacho que se había adjudicado a sí mismo el joven Riddle, después de todo estaba abandonado. Sólo quedaron Lisa y el Lord. Ella se levantó y caminó hacia el moreno, para después sentarse sobre sus piernas. Lo acercó  a ella tomándolo por la corbata y  susurró a su oído.

- El 23 de Abril es mi cumpleaños, faltan tres semanas y quisiera saber, ¿Qué es lo que me vas a regalar? – Ronroneó melosamente, y entonces, la sonrisa maligna del moreno, se agrandó aún más, mostrando una sonrisa burlona y perfecta.

¿De verdad quería saberlo? Bueno, entonces… la dejaría con la duda.

"Esperemos a que llegue el 23… y entonces, ese día te daré un regalo que jamás olvidarás, Lisa…"

Continuar

Y, eso es todo. El capitulo octavo está un poco mejorcito, digo, parece ser que las cosas mejoran, pero veremos…

Anuncio nuevamente que al fic le quedan dos capítulos más, y tal vez, tal vez, un epílogo, pero no estoy muy segura de eso, a lo mejor el capitulo décimo será el epílogo, aún no estoy segura de eso.

Para quienes no comprendieron la sonrisa de Riddle, cuando Lisa menciona la fecha de su cumpleaños, pues… xxx.

Ustedes saben a lo que me refiero. No me obliguen a decirlo, ya me siento una pervertida sexual. En fin.

See ya! Hasta el próximo capítulo. Nos vemos y prometo escribir más rápido.

PD1: La leche es buena fuente de calcio.

PD2: Don't Worry… Be Huggies.

PD3: Lean Pecados Capitales.

PD4: Proximamente, Atrapados…

Besos, bye...