Hola, ejem... supongo que quieren matarme, ¿No es así? Taaanto tiempo sin escribir y... ah, lo siento. ¡Lo siento! xD, ustedes saben como es esto, la preparatoria, tareas, pendejadas de los maestros, cosas de la chica nueva, aunque... la carola me acompaña, así que, soy feliz, y no es que sea antisocial, si no pregúntenle a la caro, y bueno, próximamente se va a integrar una amiga, la lynn, este... quiere meter sus criticas para mi fic de Pecados Capitales, solo es que es menos... perra que la carola, bueno, es linda, se pasa de buena, así que.. Digamos que más perra que la carola no hay nadie. Sle Carola.
Creo que no voy a hablar mucho porque, ps, lo que ustedes quieren es fic, ¿O no?...
Reviews:
Sherezade1
No te preocupes, últimamente esta sucediendo eso de los reviews. Si, lo se... De cierto modo Lisa & Tom a pesar de que no son y nunca serán pareja oficial en HP, son mis personajes favoritos. Realistas pero dementes. Si, el ataque esta bastante cerca, y creo que será una buena escena para el capítulo final, es decir, el siguiente a este, porque me despido con 10 capítulos. Myrtle, pues, tenía que morir de una vez por todas, sólo que esta vez murió por una razón diferente, por estar en el lugar equivocado a la hora incorrecta, tu sabes... Inocente pero aún así, un estorbo. Mis condolencias para ella. xD Que bueno que te gustó la pelea, y si crees que no has tenido suficiente de Frank, espera a leerte este capítulo. Es el mejor, (: Bueno, nos vemos. Cuídate, besos.
Lira Garbo
Niña preciosa! Yo también tengo muchas ganas de leerte, aunque claro tu actualizas más rápido que yo, pero no te preocupes me acostumbraré a mi nueva escuela y trataré de actualizar rápidamente, que es lo que me hace falta. Yo amo la pareja, algo loca, pero la amo... desearía haber nacido como hermana de Rowling, así poder adjudicar este personaje a la historia, aunque claro, ya no sería del todo Harry Potter que todos conocemos, pero si me gustaría que en realidad ella fuera un recuerdo de Tom y una razón para que Tom perdiera sus sentimientos. Uy, nadie quiere a Frank Uu y sólo porque surgió un milagro y alguien lo quiso... bueno, no te lo diré, es mejor que leas... Bueno te dejo bellísima. Besos. Cuídate.
Satine
Vaya, creo que malquiera lloraría de la emoción de actualizo cada mil años. Lo siento de verdad, es que la escuela, bueno tu sabes... todas esas boberías que te quitan tiempo. Se que Voldy es el mejor, aunque lo prefiero con el nombre de Tom (ejem) Yo lo amo. Es un bello. Y si pudiera escribir todos mis fics sobre Tom, lo haría, pero también tengo otros personajes y series favoritas, aunque... Tom, es el mejor. Sobre la fecha, la saqué al azar, no tenía idea, pero bien se dice que se aprende algo todos los días y en este caso, aprendí sobre una fiesta de España. Cool. Bueno, gracias por leerme, aquí esta el siguiente cap. Espero que te guste. See Ya.
Carola
Oye carola, la neta, que es esa madrecita que me dejaste de Review? A eso le llamas review? Se me hace que te esta ganando la T. Clover, ella si me quiere y me deja buenos reviews, no pendejaditas como estas. Wei, pintar topes... Te acuerdas? Pinté tres rayas y me tiré a la fuga. xD, Chido. Bueno, supongo que ya somos felices, ya vimos HP3, y si, aún estoy traumada porque Ron y Hermione se agarran las manos... osea, en el 4 va beso y en el 5 se cojen? Jajajaja, no vdd? Bueno, tenía que romper el encanto. Y eres una mentirosa de mierda, me dices que me vas a dejar otro review mas largo después y nunca llega, que casualidad no? ¬¬. Bueno, te contesto así poquito porque, te lo mereces, sle, bye.
Eledhwen Moonlight Spell
Lo sé, ¬¬, fanfiction nos la está poniendo difícil con eso de los reviews. Te imaginas bien, cuando termines de leer sabrás de lo que hablo. Sí, lo sé, nn me encanta poner cosas así y creo que este capítulo es crucial, ya que es el penúltimo y aquí viene lo mejor, bueno, eso creo yo. Claro, tu también cuentas conmigo en lo que quieras, ya sabes, cuando necesites algo o yo que se, un review, o un mail, y aquí estará tu servidora para apoyarte en todo lo que pueda. Si, eso de escribir los capítulos, es algo estresante, pero si va a tener buenos resultados, adelante, espero que actualices pronto, a mi ya se me acaban los capítulos, este y uno más, nada más, espero que tu tengas más todavía.
T. Clover
Con esta loca quería llegar yo, Jajajaja, leo tus primeros reviews y digo, esta Clover que tendrá en la cabeza? Sabrá Dios, yo creo que algo más que Draco&Hermione, no? Me reí mucho cuando dijiste que no entendías porque le decían Marie a Lisa, es porque así es su segundo nombre, dork. Em, osea que si tu me apuras, yo también tengo derecho de apurarte? Seguro que si, o si no, te mataré, aunque no hace falta, con que te amenace y te acuse con Frank es más que suficiente. Me creo mucho, porque gracias a mi te gustaron fics que no fueran Dr&Hr, y eso es bueno, no hay que traumarse con una sola pareja, hay muchas y muy adorables y sexy's. Perfecta? Yo? Que va! Por supuesto! Siendo esposa de mi perfecto esposo Tom, como mínimo ser perfecta como él, que no?
Si, entendí, Pecados Capitales, apenas empieza, y la verdad haré unos cambios por ahí, pero la trama no será cambiada, Mm., para nada. Claro, tengo muchísimos fics en mente, y tengo uno que te gustará mucho, luego nos echamos una tacita de café, con algunos terroncitos de azúcar, para que veas que tengo un fic perfecto para alguien a quien tu amas mucho, y no por nada escribes sobre el... (Mmm, pregunta capciosa, no creo que tardes tanteen adivinarlo.) Ah, sí. Lo olvidaba, eres la unica loca desquiciada capaz de amar a un ser con un ojo perforado como Frank, sólo a ti se te ocurre!. Claro que está bueno! Aunque no como Tom... Y por cierto, NO, no y no!... Los personajes los pondré en el último capítulo aunque el de Frank es el único que no me cuadra, estaría bien el que me dijiste, pero no es rubio, así que búscame uno que sea castaño, plis. Y te hago caras bonitas. (:
No tengo Money, así que no habrá apuestas... tal vez apostemos sobre algún fic, o algo, pero no tengo cash, efectivo, Money ni nada parecido. Malfoy y Zabinni, tienen un papel más especial que el de los otros dos, tal vez porque están mas familiarizados con ell libro, y no se.. me encanta Malfoy y Zabinni, creo que alguna vez fueron felices, desmadrosos y cero amargados. Hacemos apuesta? Como quieras.. xD. Violencia con Tom? Por supuesto y sobre todo porque no es un hombre de mucha paciencia, ya sabrás como me lo controlo en casa, hago todo lo que el dice, y no es que me moleste, pero a este hombre no se le niega nada. xD Te hago daño? Tu me haces más daño cuando tardas en actualizar y a la hora que actualizas me sales con que no hay escenas de amor.. que es eso?.. es injusticia!
Si, tranquila yo se que amas a Frank, y te hice una promesa que cumpliré en este capitulo. Se escribe desahogarme cariño, necesito darte unas clases de gramática. ¬¬ Eres una ignorante, (No te preocupes, te amo tal y como eres.. xD) Si, bla bla bla, ya se me todo ese rollo que se avientan los autores, pero no me importa, tienes que actualizar, aquí estoy yo actualizando y pues, te va! Te toca!.. Oye, se me va a poner celosa la carola porque tu reseña de review es aun más larga que la de ella como mínimo, más del triple. Bueno ya sabes que te devuelvo a Frank por que me paso de buena y de linda, peor también te dejo una condición, quiero mi escena de amor y mi idea.. lo recuerdas? Creo que deberíamos de hacer una apuesta mas o menos de que quien pierda hace un fic.. Sobre.. Bueno sobre algo que nunca ha hecho como por ejemplo.. tu uno sobre Tom y yo y Draco&Hermione, te parece? Seria un gran reto para las dos.
Por cierto, le contaste a tu hermanito la historia de Lisa? Muajajajaja, pobre niño inverbe, no sabe con lo que se mete, y tu, eres una malvada, estas viendo que el pobre ya es miedoso y de por si te pones a contarle cosas como esas, luego lo vas a hacer insensible como Fran y Tom.. y luego tu te vas a ver atrapada en sus garras.. y sufrirás, muahahahaha, no te creas, estoy un poco loca, yo creo que por eso nos llevamos tan bien.
Bueno, ya! Suficiente, escribiría mas pero, tengo que escribirles a los otros también y pues, hacer menos largo el fic, así que me largo y espero estés contenta, eres la mas larga así como yo. Te cuidas loca, y actualizas pronto que quiero leerte. See ya! Bye.
Lara Evans
Hola, que bueno que me dejaste un review, me encanta y no sabes lo bien que me siento contestarles a personas nuevas que han leído mis historias, me alegro. Gracias. Ojalá que te encante Tom como a mí, porque yo lo adoro y si te gusta, pues eres una de las mías. Si, Lisa es algo desdichada pero pues, una persona enferma con esquizofrenia como ella, va a tener sus malos ratos y a veces buenos ratos, es cuestión de cómo se comporte. Si, Lisa Marie Rowe, su segundo nombre, es que me parece que es bueno que tengan segundo nombre para cuando los regañen, este haga uso de presencia. Bueno, gracias aquí esta el otro capítulo, que lo disfrutes. Bye.
Lynn
Hey, Lynn, que pasa contigo? Que haces, que ondas?.. que idiota... te veo todos los días en la escuela y te escribo como si nunca en mi vida te hubiera visto. Te comprendo Linda, te borraste del mapa desapareciendo completamente, ni siquiera fics de digimon, que ya se me pasó el trauma, además, dejamos pendiente un fic estupida! Así que le vas metiendo ganas y te me pones las pilas, porque ya sabes que vamos a hacer con Pecados Capitales.. y la otra cosa que no tengo ni idea de cómo le íbamos a poner al fic de las tatu. En fin, see ya!.. te amo cariño, cuídate.
Silence-messiah
Soy rechazada a veces, no te preocupes, a veces me comporto depresiva, y en cierta manera creo que Lisa tiene mucho que ver con mi carácter, digo, múltiples personalidades, aquella vez dije eso porque así me sentía, pero ahora me siento muy Tom, poderosa, bella, perfecta.. así que, tu tranquila, yo estoy bien. Si, como ya he dicho, la idea de que los mortífagos tengan más diversión que trabajo, y aún estando al mando de Tom, pues necesitaba de una buena razón, en este momento, pues es porque Tom se enamora de Lisa, y se convierte en un ser que si ama en verdad, pero.. Bueno, no tengo por qué contarte todo, porque luego me entenderás cómo llegará a destruirse el imperio de armonía, y nace la verdadera era oscura. Lo, se. No me siento pervertida porque lo soy, xD Sólo me disculpo porque hay personas que tienen bajo criterio o se sienten incomodas, no me disculpo por mi persona, porque en realidad también lo veo muy normal. Bueno, gracias por tu review y espero que te guste este capítulo. Ciao.
Dark-Sly
Hola, gracias por tu review, me da gusto que te esté gustando la historia, continua leyéndola porque ya se me acaba. Gracias por tus comentarios. Espero que te agrade el capítulo. See ya. Bye, besos.
LineRm
Wei, neta, que pedo con ese nick? ¬¬ En fin, gracias te dignaste a dejarme un review después de Taaanto tiempo, pero en fin, ta bien. No te agites. Sip, son 10 capítulos y actualizaré luego, ya que ps, tengo mucho trabajo en la escuela, ando súper busy, así que no molestes, algún día pondré el último capítulo, aunque dudo que lo leas. ¬¬ So, see ya! Y dice la carola que no seas copiona, lo de los pds, es de ella nada mas. Paz.
Gracias.
Una Noche de Furia
Capítulo IV
Dedicado a: Carola por su cumpleaños.
Gracias por criticarme y por ser tan perra,
Eres como un chicle pegado, no me dejas en paz
Eres la mejor crítica que ha existido en la tierra
Y si sigues chingando, por el culo, el fic te lo voy a dar.
¿Chilo mi poema, ne? ¡Pues va dedicado a ti!... De a neta,
Ya sin groserías... Gracias.
Agradecimientos a Lynn porque me ayudó con la
Última escena de este capítulo, y...
Dedicado a T. Clover. UD sabe por qué y por quién en este cap.
The Reason
La habitación reposaba en penumbras, había paz, mucha paz. Gráciles hilo dorados se encontraban desparramados sobre una almohada hecha nudos y llena de arrugas, sus párpados cerrados, las mejillas coloreadas de un rosa tenue, un frágil y delgado cuerpo se extendía sobre la cama, descansando sobre su costado, con una mano en el vientre y otra en la almohada al lado de su cabeza. Dormía plácidamente, disfrutando el descanso eterno en sus sueños, esperanzo un nuevo día. Un nuevo día, repitió su conciencia, la cual había despertado.
La rubia arrugó los ojos al sentir los molestos rayos de luz, que se había colado por la ventana, filtrándose por sus párpados, más no los abrió. Tenía mucha pereza. Pero, había algo extraño... La ventana no se acostumbraba a estar abierta, a menos que ella lo hiciera... Agudizó los oídos y notó respiraciones cerca de su rostro. Su corazón dio un vuelco... Había alguien ahí.
Se decidió por fin y abrió los ojos, dejando ver dos piedras ámbar, que vislumbraron la imagen que había frente a ella. Cuatro cabezas la miraban con una sonrisa de oreja a oreja. Y gritó espantada.
· ¡¡¡Fuera!!! – Gritó como una desquiciada mientras sacaba a empujones a 4 Slytherins que había logrado colarse en cuarto. Uno de ellos cargaba un pastel de chocolate cuidadosamente.
· Tranquila mujer, cuidado con el pastel... - Advirtió Malfoy mientras esquivaba los manotazos que la chica le proporcionaba para echarlo fuera de la habitación. – Bueno, pero si yo no he hecho nada... ¡échame, échame, no me importa, pero cuando quieras pastel vas a metértelo por el...! – Y no terminó ya que la puerta se estrechó casi en su nariz.
Los cuatro se miraron incrédulos a lo que había pasado y guardaron silencio. Era increíble, ¿Andaba en sus días o que chingados? ¡Pero si era su cumpleaños! La gente normal se llevaría una sorpresa, y brincaría como loca, recibiendo pasteles, abrazos y regalos, pero en fin... Ella era Lisa, y podía ser todo, menos normal. Y se rompió el silencio.
· Quisiera saber, qué fue lo que hicimos mal... - Murmuró Stephen, apoyado contra la pared con una mano en el mentón, dándose una apariencia pensativa.
· Yo sé... - Anunció Blake. Los demás se volvieron hacia él.
· Anda, genio... - Apresuró Maximus.
· Olvidamos un pequeño detalle... - Puso un dedo sobre su nariz, como meditándolo y dijo. – Olvidamos decirle "Feliz Cumpleaños" – Y fue la gota que derramó el vaso, Max rodó los ojos, Stephen comenzó a golpearse la cabeza levemente contra la pared y Malfoy, Drake simplemente...
· ¡Malfoy! ¡Chingada Madre! ¡Es el pastel de Lisa, por Dios! – Le reclamó Zabinni al observar como el rubio platinado engullía todo lo que podía de pastel, al escuchar el regaño, levantó la cabeza y habló con la boca llena de chocolate.
· Era... – Dijo, bueno... al menos eso se entendió.
Diez minutos después. La puerta se abrió dejando ver la figura de Lisa, quien llevaba un ligero vestido negro, que contrastaba a la perfección con su pálida piel, los cuatro jóvenes morífagos la miraron con una sonrisa, entonces Blake comenzó a contar con los dedos... 1, 2, 3.
Y se abalanzaron a ella, colmándola de abrazos y caricias, mientras ella sonreía divertida. La felicidad la embargaba, nunca había tenido una fiesta de cumpleaños, y esta, era la primera, y la mejor. Casi sintió como una lágrima se le escapaba de los ojos cuando todos le felicitaron. Todos ellos contaban ya con 18 años bien cumplidos, y Lisa era la ultima que los cumplía en aquel círculo tenebroso.
· Nuestra Lisa ya es toda una mujer... – Y ahí estaba Malfoy, quien fingía como si se estuviera limpiando una lágrima. Y si, ya se había atascado todo el pastel, que no era más que una pequeña torta que ellos mismos habían horneado secretamente la noche anterior, en las cocinas del castillo.
· Gracias chicos, no saben lo feliz que me siento... – Dijo la rubia mientras los abrazaba.
· ¿Y bien? ¿Qué vamos a hacer primero? – Cuestionó el castaño de los lentes.
· Pues obviamente darle el mejor de los banquetes de desayuno a nuestra chica... – Contestó Stephen mientras pasaba un brazo por los hombros de la rubia. Ella sonrió con dicha.
· ¡Y después... después la llevaremos de compras! – Drake dio un gritito de la emoción ante su propia propuesta, todos lo miraron con los ojos desorbitados, se sabía que era un puto, pero ¿Homosexual?
· Vamos chicos, ya me dio miedo... – Se burló Lisa con cinismo, mientras comenzaban a andar hacia el gran comedor. Malfoy los siguió sonriendo con malicia.
Llegando al comedor, ocuparon sus respectivos lugares y comenzaron un banquete con una gran variedad de frutas, seguidos por unas tratas de mora, y por última, unos hot cakes. Todo estaba delicioso, pero hacía falta algo, o mas bien, alguien.
Aún con el tenedor en la boca, volteó hacia su derecha, después, a su izquierda, más nada. No estaba. En las puertas del salón, tampoco, con alguno de los profesores, menos. ¿En dónde demonios se encontraba Tom?
· Oigan. – Todos le prestaron atención desinteresadamente. - ¿Y Tom? – Sospechosamente después de haber cuestionado a los cuatro Slytherins, Max la ignoró por completo, sacándole plática a su novia, que se encontraba enseguida de él. Drake, misteriosamente comenzó a ahogarse, mientras que Stephen le palmeaba la espalda, fijó su vista en Blake, quien ocultaba su nerviosismo, mordiendo una tostada. - ¿Y bien? ¿Dónde está? – Oh no, Zabinni. No te escaparías.
· Pues... él está... ¿Cómo decírtelo? Él está resolviendo unos asuntos muy importantes... – Lisa lo miró incrédula. ¿Importantes? ¿Tan importantes como para abandonarla el día de su cumpleaños?
· ¿Qué puede ser más importante que mi cumpleaños, Blake? – No estaba molesta, más bien, un poco decepcionada. Tom le había dicho semanas antes que le tendría una sorpresa de la cual nunca se olvidaría, pero no se veía por ningún lado.
· No sabría decirte. – Dejo de mirar a Lisa, sabía que la chica se sentiría decepcionada de no ver a Tom, y él había recibido fuertes órdenes de no decirle a Lisa, la ubicación del moreno.
· Si sabes. – Casi se sube arriba de la mesa, cuando obligó a Zabinni a que la mirara a los ojos. Azul contra ámbar se encontraron, y el zafiro pudo ver que los ojos de la rubia estaba cubiertos de melancolía, y brillaban orgullosos, sosteniendo las lágrimas.
· Lo siento, Lisa. Pero no puedo decírtelo... – Rowe suspiró y se acomodó en su asiento mientras prosiguió a jugar con lo poco que le quedaba de desayuno.
Hubo un silencio incómodo para los Slytherins, quienes observaban como la rubia comía desganada. Cada uno maldijo al Riddle perdido en la mente, ¡Cómo le gustaba hacerla sufrir! Pero, sin duda. Aquel asunto, si era importante, demasiado importante. El silencio fue roto, más no por ninguno de ellos.
· Queridos alumnos, me temo que tenemos noticias dolorosas. – Dippet guardó silencio un momento, para que toda la atención en el gran comedor se centrara en su persona. – Ha ocurrido una desgracia, su compañera Myrtle Bulstrode, ha sido encontrada en los baños... – Suspiró. – Muerta. – El gran Salón comenzó a murmurar, las casas se mostraron nerviosas, excepto una. Y no era de asombrarse que Slytherin sólo guardara silencio. – Sólo me resta informarles que esta prohibido salir pasadas las 9 de la noche, entre clase y clase, serán acompañados por el prefecto de su casa, además... no deberá de haber menos de dos alumnos solos, por los pasillos...
· ¿Y qué hay de la salida a Hosmeadge? ¿Se suspenderá? – Preguntó una alumna de Griffindor. Bueno, Myrtle La Llorona había muerto. ¿Por su culpa se suspenderían las compras de ese día? ¡Por favor!
· Me temo que sería algo desalentador para ustedes, por lo que irán acompañados de maestros, y prefectos... no pierdan de vista a ningún alumno. A ninguno. –Recalcó. Comenzó con un tono agradable, pero después su rostro se ensombreció. – Deben seguir todas normas, por su seguridad... Un mounstro anda suelto, y me temo que si otro alumno muere, tendremos que cerrar el colegio. – La Griffindor que se encontraba de pie, gimió asustada, más aún así se atrevió a cuestionar nuevamente.
· ¿Qué está sucediendo en el colegio, Director? – El profesor se acomodó los lentes y dijo.
· La Cámara de Los Secretos ha sido abierta. El heredero de Slytherin ha regresado, y esta aquí... en Hogwarts. – Miró a todos, que empezaban a murmurar asustados, nuevamente. – Terminen su desayuno, los carruajes nos esperan... – Y volvió a sentarse.
Había cierta tensión en el salón, Slytherin estaba como si nada hubiera sucedido, más aún guardaban las apariencias, murmurándose cosas, nada aterradoras.
· ¿Escucharon eso? El heredero de Slytherin esta suelto... – Se burló Drake. – Vaya, jamás pensé que Dippet fuera tan bueno con esos cuentos... ¿Se imaginan la cara de satisfacción que pondría Tom si hubiera escuchado todo este sermón? ¡Uff! No se la hubiera acabado.
· Pues, me pareció bastante bueno. Mira que tanto como para cerrar Hogwarts... es decir, este pinche colegio es el más seguro del mundo. ¡El lugar más seguro del mundo! – Alegó Stephen.
· Eso quiere decir que casi lo hemos conseguido, si el basilisco mata a otro estudiante... cerrarán el colegio, y el plan se irá a la mierda... – Maximus susurró acercándose al centro de la mesa, hablar de esos asuntos en la mesa de Slytherin era muy seguro, pero... estaban acompañados de la mesa de Griffindor, y los Griffindors eran los seres más chismosos que conocían, así que tendrían que mantener todo en el anonimato, sólo por el momento. – Pero Tom no hará semejante cosa...
· No, no lo hará. Mató a esa pendeja porque siempre estaba en el lugar equivocado a la hora equivocada, pero... dudo que se arriesgue a que cierren el colegio. Si lo cierran, no habrá graduación, y si no hay graduación, no habrá... sorpresa. – Habló Blake. Después de que los demás asintieron de acuerdo a las suposiciones que tenían, fijaron su vista y atención en la rubia que se encontraba con los brazos cruzados sobre la mensa, y su mentón apoyado en ellos. Su mirada estaba vaga, y su rostro serio y aburrido.
· Preciosa, creo que es hora de que tengas un buen día, después de todo es tu cumpleaños... así que, hoy te compraremos muchas cosas. ¿Está bien? – Preguntó el rubio Malfoy mientras le acariciaba el cabello.
· Mhj. – Y fue toda la respuesta que obtuvo. El platinado se encogió de hombros y acto seguido se levantaron para emprender camino hacia Hosmeadge.
El Colegio se quedó... casi sólo.
Excepto porque un Slytherin caminaba pacíficamente por los corredores, arrugando los ojos por la luz molesta del sol que se colaba por las ventanas de los pasillos. Odiaba pasar por ahí, pero tenía que hacerle una visita al director. Sonrió con descaro. Era hora de actuar como aquel chico noble y humilde que Dippet conocía, sin llegar a pensar que éste mismo, era el que estaba ocasionando tales agresiones, por el que peligraba la seguridad de sus alumnos y por el que podría llegar a ser el fin de Hogwarts. Pero nadie lo sabía, nadie sospechaba de él... excepto Dumbledore.
Ese viejo decrépito que tanto odiaba. Se las cobraría, nadie lo miraba con desconfianza, nadie. Y apretando la varita bajo su túnica siguió caminando con la frente en alto, como todo un Slytherin, como todo un Lord.
Llegó hasta la gárgola que guardaba el despacho de Dippet, recitó suavemente la contraseña y subió los peldaños hasta encontrarse con una puerta de madera. Se arregló la corbata que últimamente acostumbraba a portar mal puesta, y se acomodó algunos mechones cenizos que le impedían ver con claridad. También, últimamente se estaba haciendo demasiado vanidoso, y es que no era para más, era un Slytherin digno de portar la insignia. Belleza, astucia y perfección.
· Entre - dijo el viejo mago con voz débil. Dippet se acomodó las gafas levantando su cabeza para observar a un joven moreno con cabellos azabache. En el pecho le brillaba la insignia de prefecto. Un Slytherin.
· Ah, Riddle - dijo el director asemejando un saludo.
· ¿Quería verme profesor Dippet? -pregunto el muchacho. Parecía azorado. Tom sabía cómo parecer indefenso y bien portado, escondiendo detrás de una perfecta máscara, aquel ser que en realidad habitaba en él. Malvado, astuto, perfecto.
· Siéntese. -Indico Dippet. Tom tomó asiento obedeciendo las órdenes que su profesor favorito le mandaba.- Acabo de leer la carta que me envió.
· ¡Ah! - exclamó Riddle y se sentó cogiéndose con fuerza las manos. Esa actitud de plebeyo inocente le había funcionado sus 7 años de vida en Hogwarts.
· Muchacho, me temo que no puedo permitirte quedarte en el colegio durante el verano. Supongo que querrá ir a casa para pasar las vacaciones...
· No- respondió Riddle enseguida, alzó las cejas con angustia y se encogió en el asiento. - Preferiría quedarme en Hogwarts a volver a ese... a ese... – No continuó. Observó esperanzado a que su director se amparara de él. Y el Tom verdadero en su interior rió a carcajadas, ganaría un oscar con toda esa farsa.
· Según creo, pasa las vacaciones en un orfanato muggle ¿verdad? - preguntó Dippet con curiosidad. ¿Orfanato? ¡Ja!
· Si, señor - respondió Riddle, ruborizándose ligeramente. ¿De dónde había salido ese maldito rubor?
· ¿Es usted de familia muggle? – Cuestionó Dippet. Oh si, de ahí salió, le daba tanta vergüenza ser mitad muggle, con lo mucho que odiaba a esos jodidos sangre sucia. Él era un de ellos, pero, ya no más. No lo sería más. El plan marchaba viento en popa, y entonces... Cuando se convirtiera en el mago más poderoso y más temido del mundo, nadie sabría ese oscuro secreto. Ese vergonzoso secreto.
· A medias, señor, de padre muggle y madre bruja. – ¿Llegó a amar a su madre? Nunca estuvo seguro de eso, no la conoció pero un ligero recuerdo de ello lo acompañaba siempre. No sabía si era un recuerdo verdadero, o imaginaciones suyas. En realidad no tenía importancia, pero siempre se quedaría con la duda.
· ¿Y tanto el uno como el otro estan...? – Si. Muertos. ¿Y adivine quién los mató viejo pendejo? Pensó Tom. Bueno, sólo al mal nacido de aquel que osó a llamarse su padre.
· Mi madre murió al nacer yo, señor. En el orfanato me dijeron que vivió solo lo suficiente para ponerme nombre. Tom: por mi padre y Marvolo por mi abuelo. – Nombre jodido que me fueron a poner, pero pronto seré Lord Voldemort. Si, que bien se oye.
· La cuestión, es Tom -suspiró- que se podría haber echo con usted una excepción – El Moreno se acercó un poco poniendo cara de esperanza. Más no duró mucho. - pero en las actuales circunstancias...
· ¿Se refiere a los ataques señor? – dijo Riddle y el corazón le dio un brinco. ¿Sospecharía de él? Se acercó lo más posible para no perderse ninguna silaba de lo que allí se dijera.
· Exactamente - dijo el director - Muchacho, tiene que darse cuenta de lo irresponsable que sería permitirle quedarse en el castillo al término de trimestre. Especialmente después de la tragedia... – El viejo negó con la cabeza tristemente. - La muerte de esa pobre muchacha... Usted estará mucho más seguro en el orfanato. – Aseguró. De hecho el ministerio de magia, esta planeando cerrar el colegio. No creo que podamos localizar al... – A Tom le dio un vuelco en el corazón, pero al parecer el director se arrepintió.- Descubrir el origen de esos sucesos tan desagradables... - Riddle abrió mas lo ojos. Una ligera chispa de emoción rodeó aquellos ojos olivescos.
· Señor, si esa persona fuera capturada, si todo acabara... – El Slytherin mojó sus labios y no pudo terminar.
· ¿Que quieres decir? - dijo Dippet y se incorporo en su asiento- ¿Riddle, sabe usted algo sobre estas agresiones?
· No señor, Nada. - Respondió Riddle rápidamente esbozando una sonrisa infantil. Sin duda, se ganaría un oscar. Ni siquiera el viejo ese, había notado el descaro en esa pequeña frase salida de sus labios.
· Puede irse, Tom. – Musitó el viejo Dippet, para después bajar su vista al montón de papeles que tenía sobre el escritorio, y una vez más, Tom salió inocente y libre de toda culpa, de aquel despacho. Los ojos cansados del anciano, nunca se había mostrado decepcionados, mucho menos, sospechando de su persona. Y esta no sería la excepción.
Salió del despacho a paso lento, dedicándole una mirada de despedida al anciano, y se marchó. Caminó en silencio hacia la torre sur y justo a la entrada descubrió que todo estaba demasiado oscuro, fresco y tenebroso, justo como le gustaba. El ambiente se tornaba austero, y su mente retorcida y llena de ambición comenzó a llenarse de imágenes, que lo hicieron soltar una pequeña risita anticipando victoria.
Todo estaba en llamas, los patéticos estudiantes de grados menores a séptimo, lloraban, rogaban por vivir. Gritos, sangre, y destellos de maldiciones. Sus aprendices efectuando la labor que él mismo les había enseñado, asesinando con destreza. Y él, por encima de todos, caminando por entre las víctimas y sus agresores, dirigiéndose al comedor, para encontrarse con dos personas, dos ancianos, Dippet y Dumbledore. Su varita en mano, las palabras en sus labios y un destello verde.
Y ahí, sentado en los sillones de cuero negro, aquellos hermosos ojos verdes dieron el primer resplandor rojo al brillo de las llamas. El fuego en sus ojos, la sangre que sería derramada, sus sentidos se agudizaron, las manos le temblaban de emoción, sus pupilas se dilataron, olfateó una victoria por venir, y sus labios se abrieron dejando salir una sonora carcajada que fue aumentando. Todo era perfecto, era hermoso, un demonio hermoso.
Y de pronto su victoria, su felicidad fue abruptamente cortada ante un recuerdo, sus ojos brillantes volvieron a enverdecerse. Aún había algo por hacer, aún debía culpar a alguien de sus fechorías, y sabía a quién dejarle la carga. Un ser despreciable que jamás debió haber sido aceptado en Hogwarts. Torció los labios con maldad cuando un nombre en particular flotó en su mente.
Hagrid, Rubeus Hagrid. Otra víctima perfecta.
Sonrió.
Mientras tanto, Hogsmeadge nunca le había resultado tan aburrido. Agradecía con débiles sonrisas a los cuatro Slytherin que intentaban en vano hacerla reír, el tiempo pasaba lenta y se convertía en un augurio, varias veces había tenido ganas de dejar salir las lágrimas que se acumulaban en sus ojos ambarinos, más, mientras más se ponía a pensar en aquellos jóvenes que tanto habían hecho por ella, desistía de la idea. Tenía que dejar de ser tan llorona.
Se encontraban en una prestigiada tienda de ropa y accesorios que volvía locas a las jóvenes brujas, no todas tenían el privilegio de comprarse algún fino vestido en aquel lugar, pero Lisa sí, y es que era la chica más afortunada del planeta. Justo cuando entraron al lugar, Malfoy y Zabinni enloquecieron como si fueran del sexo femenino, y se emocionaran al ver tanta ropa sensual, y poniendo en marcha su plan, comenzaron a escoger ropa al azar, y su objetivo, era: Hacer que la rubia riera un poco.
· Mira nada más, Max. ¿Ya viste a estos putos? – Preguntó Stephen con una sonrisa socarrona en el rostro. Era divertido ver las ocurrencias de aquellos dos, siempre habían sido los más locos del grupo, y no le extrañaba que de pronto salieron con tendencias homosexuales, claro está... Sólo era un juego.
· Lo sé, pero no me vas a negar que es divertido. Lo único que espero es que funcione y Lisa se sienta feliz. – Maximus se quitó los y comenzó a limpiarlos con una suave franela mientras que dirigía su vista a Lisa, quien se encontraba siendo víctima de la moda. Volvió a mirar a Wilkes, y susurró levemente. - ¿Crees que Tom haya terminado con todo lo que tenía que hacer?...
· Yo sólo espero que no se sospeche. – Fue lo único que dijo Stephen, y en silencio se volvieron a disfrutar de la cómica escena.
Lisa sentada en un banquito, mientras que Drake se miraba al espejo y se acomodaba un escandaloso sombrero de plumas color fushia, se sabía de antemano que el rubio platinado era completamente narcisista y que aprovechaba cada oportunidad para verse a un espejo, y es que no era para menos, era demasiado sexy. Detrás de él llegó Blake con una estola de piel rosada y con miles de brillantes, ambos se dedicaron miradas pícaras y comenzaron su tan esperado Gay Show.
· Soy tan hermoso... – Murmuró Blake mientras posaba una mano en el borde del espejo, dándose un aspecto ultra sexy. Drake soltó una estruendosa carcajada, y con una mirada maliciosa, se dedicó a lo que mejor sabía hacer, arrastrar las palabras mientras insultaba.
· ¿Hermoso? No lo creo, querido. – Negó con la cabeza y se paró a lado del ojiazul. – No estás muy dotado, si sabes lo que quiero decir. Te falta trasero.
· Mira, Malfoy que tú tengas en exceso no es mi problema, pero... has de saber, que a mi falta de trasero se le recompensa porque aunque tenga menos de atrás, tengo más por delante. – Max y Stephen comenzaron a reír, y Lisa, con la mirada aún triste y perdida, solo sonrió. – Además tengo lo suficiente como para que una mujer se fije.
· Ya veremos. – Entrecerró los ojos y se acercó a Blake bastante serio, tanto que todos se asustaron. Pero sorpresivamente en lugar de que Zabinni recibiera una ofensa mayor, recibió una nalgada.
· ¡Ay! ¿Qué chingados...? – Se dio cuenta de lo sucedido y su dignidad fue pisoteada. – No, no... No mames, Malfoy. Te va a cargar la chingada, cabrón. – Habló en un tono previo a una entretenida pelea. – Ponte, pendejo. No te la vas a acabar. – Se quitó la estola, la túnica, quedando solamente en una camisa de botones de manga corta. Malfoy sonrió, y se quitó el sombrero, la túnica, y la camisa, quedando solo en una de resaque.
Y se tiraron al suelo, revolcándose, golpeándose, y todo era un juego, y todo era risa y diversión.
Lisa observó a su alrededor, Max estaba de intermedio, tratando de que la pelea no llegara a más, Drake y Blake, reían y decían vulgaridades, mientras que Stephen ofrecía una decente cantidad de dinero a la dueña de la tienda, para que los dejara armar semejante escándalo. Agradeció internamente el que aquellos cuatro jóvenes trataran de hacerla sentir mejor, eran adorables y era obvio que se preocupaban con ella, pero, lo que la haría más feliz, era que Tom fuera el que portara esa preocupación hacia su persona, más, aquellos estúpidos planes de ser el mago más poderosos del mundo, lo cegaban.
¿Acaso no se daba cuenta aún? ¿Tenía ella que decirle que lo amaba? ¿No era tan obvio como para darse cuenta de que moría por una palabra suya? Acaso... ¿El no sentía lo mismo por ella que lo que sentía ella por el? De no ser así, entonces ¿por qué la besaba, por qué la acariciaba, por qué la protegía? ¿Por qué? ¿Estaba jugando con ella? ¿Por qué era tan difícil comprender lo que pasaba por la mente del moreno de cual se había enamorado? ¿Era tan difícil para él decir un te quiero? ¿Un Te necesito? Un... ¿Te amo?
Y por más que quisiera sonreír, por más que quisiera mostrar un agradecimiento a aquellos hombres que tantas veces habían ocasionado una sonrisa en ella, no podía. Se sentía vacía, no había felicidad, no podía sentir ninguna emoción, más que un vacío y un abandono profundo que le carcomía el alma. Quería salir de ahí, pero su alma humana y consiente le negaba el movimiento a sus piernas, quería salir corriendo, llorar. Quería ir con Tom y reclamarle el haberla hecho esperar, golpearle insistentemente en el pecho mientras le declaraba que lo amaba, y entonces esperar... Y recibir el mismo sentimiento.
Pero tenía que quedarse a esperar, a sonreír sin siquiera tener deseos de hacerlo. A agradecer aquel apoyo que tanto necesitaba.
Y esperar. Y esperarlo a él... Y el tiempo trascurrió lento y doloroso.
El atardecer llegaba, junto a un cielo rojo en un paisaje de verano. Alguien había estado haciendo muchos movimientos en el colegio, ante la ausencia de prefectos, profesores e incluso de Filch.
Dos personas, una enorme y robusta, y otro alto y de complexión delgada y fuerte, se hallaban encerrados en un cuarto. Había una varita en alto y unos ocho ojos rojos brillando entrevistos en un baúl. La mano poderosa apuntaba a un gigante temeroso, y la conversación mantenida, para uno era satisfactoria, para el otro, era un augurio.
Vamos Rubeus - dijo Riddle acercándose aún más. Lo miró con desprecio, le repugnaba que Dumbledore lo hubiera aceptado, y aún más que Dippet estuviera de acuerdo con aquel viejo idiota. Hogwarts, era sólo para magos, magos puros, magos de verdad... Cómo el. Era hora de limpiar el Colegio. La sola presencia del gigante le daba asco, y le habló fuerte, escupiéndole las palabras. - Los padres de la chica muerta llegaran mañana, lo menos que puede hacer Hogwarts es asegurarse de que lo que mató a su hija sea sacrificado. Aunque sería más gratificante que los sacrifiquen a los dos, son de la misma especie... Monstruos. ¡No fue el! - Gritó el muchacho. Su voz sonaba en el corredor oscuro, indefenso y desesperado, tratando de defender lo único que comprendía su naturaleza.- ¡No sería capaz! ¡Nunca! ¡Hazte a un lado, imbécil! - dijo Riddle. Lo apuntó con su varita, con la mano temblándole en rabia, y al ver que el gigante no se movía, le gritó. - ¡Quitate Hagrid! – Al no observar movimiento alguno en el gigante, apunto al baúl murmurando un hechizo avanzado y desconocido para el enorme joven. La araña salió a toda prisa buscando refugio, trató de atinarle de nuevo, más el animal era muy ágil, y se perdió de vista.Volvió a apuntar rápidamente hacia el gigante, y siseó venenosamente.
Tú lo pediste así, Hagrid. Te quitarán tu varita, y te expulsarán. – Guardó su varita bajo su túnica y antes de marcharse, amenazó. – Y me aseguraré de que te expulsen, ya veremos a quien le creen más, a un Slytherin o a una bestia. – Levantó las cejas, amenazante y azotó la puerta, donde un cabizbajo Hagrid, sollozó derrotado. Sabía que jamás le ganaría a Tom. Lo único que quedaba era, ir a guardar sus cosas, y decir adiós a lo que alguna vez soñó. Ser como las demás personas. Ser normal.Anochecía y las ganas de llorar se hacía cada vez más insoportables. Permanecían en silencio mientras volvían a la torre. Los cuatro Slytherins derrotados, y la rubia deshecha. Cargaban globos, muñecos de felpa, dulces, y miles de chucherías, las cuales habían sido en vano. Todo en vano. Sin embargo ninguno se molestaba por el hecho de haber gastado enormes cantidades de dinero en una chica que ni siquiera era su novia, todos pertenecían a familias multimillonarias, y todos, tenían un cierto cariño hacia la rubia, era a quien les gustaba proteger, hacer enojar, estar con ella. Era pequeña, y tenía una fachada de altanería que los cautivaba.
Llegaron a la habitación de la rubia, estaba exhausta. La miraron con melancolía, sus ojos ambarinos estaban apagados y brillosos. Se despidieron.
Chicos, se los agradezco mucho, la pase de maravilla. – Mintió. Peque... ¿Sabes que si necesitas algo, nosotros estaremos para apoyarte? ¿No es así? Lo sabes. – Habló gentilmente el Slytherin de lentes. Lisa asintió mientras una lágrima estaba apunto de salir. Si necesitas algo, mi habitación esta justo enfrente, puedes dormir ahí o podemos jugar... a algo, no se. – Intentó bromear, tan siquiera una sonrisa falsa, pero que fuera sonrisa. Malfoy... – El platinado fue regañado, su rostro se volvió inocente, como de ángel, y se encogió de hombros. ¿Qué? Sólo estoy diciendo... No quiere decir que vayamos a hacer cosas malas... – Se excusó. Los demás negaron con la cabeza. Bueno, que pases buena noche querida. Has de estar cansada. – La rubia asintió, mientras abrazaba a cada uno de los apuestos jóvenes. Buenas noches. – Dijo en un vago intento de sonar firme, pero su voz se quebraba cada vez más. Los muchachos bajaron la cabeza, mientras cada uno de marchaba a sus respectivas habitaciones.Y justo al cerrar la puerta... Se derrumbó. La lágrima intrusa que quería escaparse de sus ojos, lo hizo, seguida de muchas más. Tapó su boca con su mano, y un gemido lastimero salió de su garganta, sus sollozos se quebraron, trataba en vano de callar con sus manos esos sollozos imposibles de curar. Cuánto dolía.
Había sido una tonta al pensar que ella era importante para Tom. Era tonta por llorar. ¡Y qué más daba si lloraba o no! A la mañana siguiente Tom ni siquiera se daría cuenta de ello, y mucho menos se disculparía. El no era un hombre que decía su sentir, y ahora que lo pensaba, sólo había jugado con ella. Era increíble. Tanto tiempo vagando por una vida de sufrimientos, buscando amor, apoyo y consuelo, y cuando creyó encontrarlo, cuando creyó ser feliz, todo se desmoronaba. ¿Debió creerle aquella vez cuando dijo que no le permitiría marcharse a San Mungo? ¿Debió creer cuando dijo que su lugar estaba con ellos? ¿Con él?
¿Qué podía creer ahora? Después de todo, ¿Quién querría estar con una enferma? Nunca lo había aceptado, nunca le había importado, y es que la vida la había tratado tan mal, que para ella era mejor estar en un cuarto acolchado, y con la imposibilidad de mover sus brazos debido una camisa de fuerza. Y su error no fue haber asesinado a esas personas, no fue haber matado a Frank, no fue nada de eso, nada de lo que pensó erróneo. Su error fue haber aceptado salir del manicomio. ¿Dónde estaba aquella fiera que solía habitar en ella? ¿Dónde había quedado la locura?
Su llanto se fue apagando, quedando solamente unos sollozos casi inaudibles. Se levantó y sintió que la fuerza en sus rodillas le faltaba, caminó hasta la ventana, y se sentó en el borde, mirando al vacío. Con una mano la empujó suavemente, permitiendo que el aire fresco inundara la habitación. Sus cabellos dorados se mecieron, sus lágrimas se secaron formando surcas en sus mejillas, su piel pálida, su nariz roja por el llanto y una línea roja por debajo de sus ojos. Todo su ser entristecido, desmoronado.
Sin pensar que la persona que venía caminando alegremente por los pasillos, se dirigía a un destino fijo. Su fresco aroma a hombre, su aliento oliendo a menta, una chispa de emoción en sus ojos verdes, y en su mano, una rosa. A pesar de haber tenido una tarde abrumadora, atareada y exhaustiva, su semblante era tranquilo, sin una pizca de cansancio.
Tom no era una persona sentimental, ni mucho menos cursi, pero... Esa noche, se encontraba en sus cinco sentidos, alterado, insistente, emocionado. Una mezcla de sensaciones que se tornaban placenteras. Tan seguro de sí mismo, estaba en la gloria. Todo le estaba saliendo a la perfección, y esa media sonrisa lo decía todo. No podía ocultarlo, ese sentimiento que lo invadía era digno de mostrar, era digno de él. La victoria en todas las facetas posibles. Se lamió los labios al encontrarse en el pasillo que lo llevaría a su destino.
Su corazón aceleró su ritmo cuando tomó la perilla de la habitación de ella. De su Lisa. Pero la imagen que encontró no era precisamente la que esperaba ver. Parecía un espectro, sentía su tristeza a metros de distancia. Cerró la puerta llamando la atención de la joven, quién a pesar de tener los ojos apagados, un ligero respingo de emoción de hizo notar en su persona. Pero su dignidad podía más, ésta vez, podía más.
¿No te enseñaron a tocar la puerta, Riddle? – El moreno levantó una ceja ante la insolencia que tuvo ella, en recibirle de ese modo. Lo dijo de un modo tan seco, y el uso del apellido, lo extrañó aún más. No esperaba que me recibieras de esa manera, Lisa. – Descarado, como toda su vida lo había sido. ¿Y qué? De cualquier modo, ella no había nombrado razón para tratarlo de esa manera. ¿Y qué esperabas? ¿Que te recibiera de brazos abiertos? – Iba a contestarle un sí rotundo, después de todo él nunca pensaba qué decir para no herir. Sólo lo decía. Pero no lo hizo, calló. Una lágrima había rodado por la mejilla de la chica. – Pensé que estarías conmigo en este día... Pero veo que no puedes cumplir una promesa, Tom. Sin duda hay asuntos más importantes que cumplir que una promesa hecha a una estúpida que te cree todo. ¿Sabes, Lisa? No me siento culpable, porque después de todo, aquí estoy. Y soy un hombre de palabra, siempre cumplo mis promesas, sólo que me parece estúpido prometer lugar y fecha. Nada importante por lo que te tengas que enojar. - ¿Y qué se pensaba? ¿Qué le iba a seguir la corriente? ¡Por favor! Y no había nada que molestara más a la Rowe, que la indiferencia, y Tom, estaba cargado de ella. Vete... – Murmuró Lisa apretando los dientes, mientras observaba cómo el Slytherin se acostaba descaradamente sobre la cama. Se levantó y lo encaró. – Vete. – Recalcó nuevamente, aplicando más fuerza a sus cuerdas vocales, para oírse segura. ¿Pero cómo? Si apenas voy llegando. – Dijo cínicamente mientras retaba con la mirada a la rubia. Le tendió la rosa, y alzando las cejas inocentemente dijo. – Mira, te traje una rosa. ¡Lárgate! – Le giró tirando la rosa de un manotazo. La flor se vio en el suelo, completamente deshojada. ¡Oye! La corté especialmente para ti, pinche mal agradecida. Sabes que no es fácil cortar rosas de ese tipo en el bosque prohibido. ¡Pude haber salido lastimado! – Más sarcasmo. La bruja soltó una débil carcajada acompañada de lágrimas, se puso una mano en la cara y la otra en su cintura. Te gusta verme sufrir, ¿No es así, Tom? Te gusta lastimarme. – Se limpió las lágrimas mientras dejaba de reír. - ¿Qué te he hecho para que me trates de esta manera? ¡Dímelo! – Gritó desesperada. - ¡¿Acaso estas borracho?! ¡Contéstame, cabrón de mierda!... – Un sollozo más. - ¿Estás borracho? No. – Seco y cortante. Serio, se levantó de la cama y la encaró. Su voz sonó más ronca que de costumbre. – Estoy completamente sobrio. Sólo te estoy probando, Lisa. Una parte de mí me decía que te molestarías, pero intenté evadir esos pensamientos. Aunque ya veo, que tenía toda la razón, tienes tanta atención a tu alrededor que cuando alguien te deja sola, enloqueces. No tienes por qué hacer esos berrinches... Ya que son en vano. No era mi intención dejarte esperando, pero tuve algunos pendientes que resolver, eso es todo... Tu estúpido plan, siempre resulta demasiado importante. Lo sé de sobra. – Dijo con sorna. – Pero tengo sentimientos, siento la soledad, y si te molesta que sea humana, pues allá está la puerta. No es mi maldito problema el que tú no tengas sentimientos, que estés vacío... ¡Así que lárgate de mi vista! – Quiso golpearlo, empujarlo, cualquiera que fuesen sus intenciones con tal de sacarlo de ahí. Pero su mano se vio bruscamente apretada, su cuerpo se repegó con el de Tom, y sintió una presión dolorosa en su muñeca. Cerró los ojos esperando lo peor. ¿En realidad quieres comprobarlo? – Estaba tan tranquilo, tan sereno. Vamos, hazlo. Si quieres golpearme, no dudes en hacerlo. Sólo asegúrate de matarme esta vez. – Aún con los ojos cerrados, esperó con las mejillas mojadas. Un golpe, un hechizo. Algo. Pero nada de eso llegó.La presión en su muñeca disminuyó, y sintió cómo Tom soltaba una risita divertida. Abrió los ojos sorprendida cuando Tom la apretó hacia él en un abrazo. Comenzó a forcejear un momento, pero Tom era demasiado fuerte para ella y cedió. Se dejó abrazar, se dejó envolver por su calor. Y sus sentidos comenzaron a funcionar inevitablemente, comenzó a sentir un cosquilleo en su cuello debido a que el rostro del moreno se encontraba hundido entre su hombro y su cuello. Otra risita, y volvió a estremecerse.
Eres tan tonta, Lisa. – Murmuró en un suspiro cerrando sus ojos con una sonrisa, mientras disfrutaba de aquel reconfortable contacto.La rubia se quedó estática ante la acción del Slytherin. Primero tan hiriente y ¿Ahora tan tierno? Y justo cuando Lisa se había calmado, su piel se erizó al sentir el contacto de unos labios fríos besando su cuello. En cambio Tom se sentía incontrolable, su respiración se tornaba irregular mientras dejaba marcas en el cuello de ella, sus sentidos enloquecieron cuando Lisa dejó escapar un pequeño suspiro.
Tan tonta... – Volvió a repetir mientras subía hacia la barbilla de la joven. Abrió los ojos tan sólo para observar que las mejillas de la Rowe estaban teñidas de carmín, el rastro de las lágrimas se había extinguido, y sus labios sonrosados se entreabrían anhelantes de un beso. La tomó de las mejillas, y con su pulgar rozó sus labios, haciendo que ella entreabriera los ojos que ahora brillaban no por las lágrimas, si no por el deseo y la emoción.Se acercó a su rostro y sus narices se tocaron levemente, sintió su aliento golpeando sus labios, sintió un calor atrayente que lo obligó a cerrar la distancia entre sus bocas, uniéndolas. Un choque eléctrico lo sacudió y lentamente como si por vez primera la fuera a besar, acarició sus labios entre los de él, primero suave y delicadamente, para después tornarse ansioso y hasta cierto punto desesperado.
Se separaron a falta de aire, jadeando ligeramente. Sus miradas se cruzaron y entonces, Tom perdió el control. Volvió a tomar los labios de la rubia, succionándolos con vehemencia, la abrazó tan fuerte por la cintura, repegándola aún más hacia su cuerpo que los pies de la chica sólo rozaran el suelo. Lisa, también fuera de sí lo abrazó por la nuca, apretándolo hacia ella, profundizando el beso. Tan profundo y ansioso que comenzó a juguetear con los mechones azabaches del moreno, despeinándolo.
Los minutos se volvían eternos. Y la pasión los cegó por completo, tanto que al sentir las manos dentro de su falda, se sintió atrevida y comenzó a quitarle la túnica a aquel hombre que la estaba haciendo sentirse mujer. Sin dudar ni un solo segundo, se separó de Riddle, ocasionándole un gruñido de desacuerdo. Lo miró a los ojos, penetrantes y deseosos; y retrocedió lentamente, mientras sin perderlo de vista, bajaba uno de sus tirantes y se sentaba en la cama.
Tom, quien tragó saliva fuertemente, ni tarde ni perezoso acudió a tan silencioso pero pasional llamado. Y sin saber cómo de pronto se encontró besando de nuevo a la rubia quien se encontraba bajo su cuerpo. La túnica había desaparecido y el vestido de la chica ya no cubría lo necesario, el moreno se había encargado de bajarlo hasta la cintura de ella. De pronto comenzó a resultar un estorbo en su tarea de conocer completamente el cuerpo de aquella mujer que lo volvía loco.
Besó aquel blanco cuello, dejando marcas rojas en él. Era suya, suya. La rubia gimió al sentir las manos de él abarcando sus senos, que no eran nada pequeños una vez que se veían de cerca. Estaba tan ansioso por hacerla suya que al llegar al borde del vestido, no tuvo más opción, no tuvo más cabeza, más que desgarrarlo, dejándola cubierta tan sólo por la ropa interior inferior.
Sintió unas manos en su cabeza cuando sus labios atraparon un pecho. La estaba enloqueciendo. Lisa se limitaba a morderse los labios, enrojeciéndolos aún más, tan sólo para evitar gritar. Tom cerraba los ojos deleitándose con lo que hacía, su piel era tan suave y sabía tan dulce, tanto que no pudo resistirse a probar por enésima vez aquellos labios carnosos y sonrosados.
Mientras la besaba fue bajando lentamente sus bragas, haciendo que su pequeño cuerpo temblara bajo el de él. La ropa que había resultado inservible voló hacia algún rincón de la habitación, y fue entonces cuando Tom la miró completa, ahí desnuda bajo sus brazos, ahí, suya, esperando caricias. Y fue entonces, cuando Lisa observó lo más hermoso que hubiera visto en su vida, Tom se encontraba sonrojado y su sonrisa era tan sincera, tan pura, tan única; que no pudo resistirlo más, lo empujó con firmeza haciéndolo caer acostado de espaldas al colchón, mientras ella se montaba encima, ocasionando que Tom, tuviera un peligroso problema entre sus piernas. Problema que esta vez, se solucionaría.
Siguió sonriendo mostrando una hilera de blancos y perfectos dientes, sonrió con diversión, sonrió para ella y por ella. Lisa le devolvió la sonrisa traviesamente mientras metía su mano en el bolsillo del pantalón, haciendo que el moreno dejara de sonreír para apretar sus dientes, ya estaba de por sí, demasiado excitado y ella jugando con él, era una tortura, una deliciosa tortura que estaba dispuesto a sufrir. La de ojos ambarinos encontró lo que buscaba, y sacó la mano y el Slytherin pudo observar que lo había despojado de su varita, los labios de su amante susurraron un conjuro, haciendo que las luces del cuarto se apagaran, dejando la habitación a oscuras a no ser por la luz de la luna que se colaba por la ventana.
Nox... – Acto seguido, dejó el objeto en el buró no sin antes encender la bajo que se encontraba en este mismo. Los ojos de Tom brillaron con la llama de la vela, mientras observaba embelesado el cuerpo desnudo de Lisa cubierto solamente por la brisa, alumbrado levemente por la luz de la vela. Posó sus manos en la estrecha cintura de Rowe mientras ella lo besaba. Todo eso era tan nuevo para el, tanto como para ella; siempre acostumbraba a ser él quien la tocara, y ella se dejaba hacer y deshacer, pero nunca imaginó que ella tomara la iniciativa de tocarlo por su cuenta, y es que el papel de la víctima no era tan malo después de todo.Las manos de ella se aferraron a su camisa, deslizándose lentamente hacia su corbata, la cual utilizó para jalarlo más hacia ella y poder así, profundizar el beso. Mientras seguían en ese juego de besos, ella comenzó a deshacer el nudo, hasta despojarlo completamente de aquel pedazo de tela, después, botón a botón, abrió su camisa, topándose con un torso firme y musculoso, no exagerado, sólo musculoso.
Con una mano en su mejilla lo separó, y comenzó un camino de besos desde aquellos labios delgados hasta su cuello, el cuál atacó sin piedad, vengándose por hacerla sufrir momentos atrás. Tom apretó los párpados mientras sus labios se entreabrían, sin emitir sonido alguno, más que el de su respiración acelerada.
El moreno tuvo que morderse la lengua cuando la rubia bajó un poco más para besar sus pectorales. Aquello era una tortura, y sabía que se la merecía, aunque no estaba dispuesto a reclamar, ni mucho menos a detenerla. Con los ojos abiertos, miró al techo mientras sentía como ésas pequeñas manos desabrochaban su pantalón, liberando un gran problemita que lo había estado molestando desde hacía unos minutos.
Trató de detenerla, nadie dijo que no. Pero de pronto el Slytherin más frío y vil del planeta, se vio como dios lo trajo al mundo, y lo mejor, es que lo estaba disfrutando. Volvió a sentir los labios de la bruja sobre los suyos, sus sentidos se agudizaron cuando aquellas manos femeninas pasaron a ser traviesas, y entonces un sonido levemente ronco salió de su garganta, apretó con sus manos la cintura de la rubia y con una fuera de voluntad increíble, cambiaron de posición. Él encima de ella, tomando sus muñecas sobre su rubia cabeza, y respirando agitadamente con las mejillas encendidas como nunca se vio en el rostro del de ojos verdes.
Me estás matando... Lisa... – Dijo a duras penas, tratando de tranquilizar su respiración. – Si vas a arrepentirte... Hazlo ahora, porque... no me voy a detener. – Advirtió.Mas ella solo sonrió, y el la encontró mas hermosa que nunca, a la luz de la vela. Una sonrisa amorosa y casi maternal se dibujo en la cara de la joven, posó una mano sobre la mejilla de éste y entonces... No supo si fue por el momento, o si lo dijo sin pensarlo, pero, simplemente lo dijo.
Tom... – Acarició su mejilla, mientras con la otra mano retiraba los mechones de cabello que caían por su frente, para mirarlo a los ojos. Tom la miró profundamente, y como si fuera en cámara lenta, escuchó algo provenir de los labios de la chica, algo que lo dejó hipnotizado, y que hizo que el tiempo se detuviera, algo... que él no fue capaz de responder, y que por suerte a ella no le importó, por el momento. – Te amo...La miró, y se inclinó para besarla, dejando a un lado la locura que sentía por poseerla, la pasión, el jugueteo y la desesperación para dar lugar a una paz y una calma que lo hicieron realizar su sueño. Hacer que aquella chiquilla que conoció en el hospital, fuera suya, completamente suya. Y así lo fue, cortaron el beso mientras contenían el aire al sentirse más juntos que nunca, como si fuesen uno sólo.
Lisa olvidó por completo la violación sufrida meses atrás, y se entregó por entero a aquel hombre del cual estaba enamorada. Y se olvidó de todo, no había pensamiento que ocupara su cabeza, que no fuera él. Tom. Sus suspiros se escuchaban, rompiendo el sepulcral silencio de la habitación, entrelazaron sus dedos, tomados de las manos, y de vez en cuando se besaban para sentirse más cerca, más vivos.
Y justo cuando cada uno tocó el cielo con las manos, todo terminó. Ella recostada sobre su pecho, cubiertos los dos, apenas como una delgada sábana que cubría su desnudez, y Tom volvió a estremecerse al oírla confesar entre sueños otro "Te amo". ¿Por qué no le había respondido? ¿Se habría dado cuenta ella? No pudo pensar, tanta paz, tanta tranquilidad, hizo que sus ojos comenzaran a cerrarse debido al peso de sus párpados. Necesitaba pensar al respecto, pero estaba demasiado cansado, estaba feliz, y de pronto durmió. Sin sueños, ni pesadillas, sólo un sueño profundo en el cual su alma descansó.
Y durmieron, sin pensar en un mañana. Sin pensar en las explicaciones que tendrían que darse.
No había un ayer, mucho menos un mañana, sólo existía ese momento, y después, todo se volvió negro, una oscuridad de la cual ninguno de los dos quería salir, la oscuridad ya no era un temor, ni un reto que vencer cuando se estaba al lado de la persona amada, y esta vez, Tom Riddle se convenció. Se lo diría al día siguiente, se lo diría y todo sería perfecto.
Se lo diría, se lo diría... Mañana. Y durmió.
Y al mismo tiempo, olvidó cuándo era mañana.
I'm not a perfect personThere's many things I wish I didn't do
But I continue learning
I never meant to do those things to you
And so I have to say before I go
That I just want you to know
I've found a reason for me
To change who I used to be
A reason to start over new
and the reason is you
I'm sorry that I hurt you
It's something I must live with everyday
And all the pain I put you through
I wish that I could take it all away
And be the one who catches all your tears
That's why I need you to hear
I've found a reason for me
To change who I used to be
A reason to start over new
and the reason is You x4
I'm not a perfect person
I never meant to do those things to you
And so I have to say before I go
That I just want you to know
I've found a reason for me
To change who I used to be
A reason to start over new
and the reason is you
I've found a reason to show
A side of me you didn't know
A reason for all that I do
And the reason is you
Unos ojos verdes se abrieron con lentitud, despegando poco a poco sus pestañas, las cuales sentían haber dormido demasiado. Se quedó quieto, en una cómoda posición de la cual no quería moverse; más no tardó en echar un vistazo al reloj que se encontraba en el buró para que se levantara pesadamente. Con sumo cuidado quitó su brazo de la cintura de rubia que dormía tranquilamente con los cabellos desparramados sobre la almohada, y se levantó sin hacer siquiera un mínimo ruido, para poder vestirse.
Se mal puso su uniforme. Tenía calor, por lo que sólo se puso la camisa y los pantalones, la corbata la pasó sobre sus hombros, se puso los zapatos y tomó la capa que seguramente no usaría esa mañana, debido a la temperatura, y la colocó solamente sobre sus hombros. No se molestó ni siquiera en arreglarse el cabello, eran alrededor de las 7 de la mañana y los pasillos estarían casi deshabitados.
Antes de marcharse observó a la rubia, la cual dormía sin reservas envuelta por una sábana delgada y de color blanco, haciendo que su esbelto cuerpo se trasluciese, dejando poco a la imaginación. Sonrió. Se acercó lentamente inclinándose hacia ella, apartó algunos mechones de cabello dorado que cubrían su blanco rostro y después de admirarla unos segundos, besó suavemente sus labios y se marchó.
Con lo que no contaba el Slytherin, era que justo cuando se disponía a cerrar la puerta, escuchó un par de voces sumamente familiares.
Vaya, vaya. Romeo se quedó dormido... – Una pequeña carcajada repleta de picardía. Vamos, picarón, nos tienes que contar cada detalle, por mínimo que sea... ¿Cuánto duro? – ésta voz fue acompañada por una risa estridente, mucho más descarada que la otra. Y no necesitaba ser adivino, justo cuando volteó para encararlos, les dedicó una seña obscena.Malfoy y Zabinni, sobre todo Malfoy, tenían que ser.
Lo siento chicos, tengo asuntos pendientes por hacer, como para estar contestando ese tipo de pendejadas. – Alzó una ceja con ironía. – Así que, debo suponer que cuando el jefe se levanta tarde, los súbditos ya deben de tener el trabajo hecho, ¿No es así? – Dijo con una mirada retadora el moreno. ¿Oíste Zabinni? Acaba de llamarlos súbditos. ¡Ja! Se cree mucho porque ya folló... – Se quejó el platinado, jugando con su pulgar y su índice formando un agujero, mientras que metía el índice de la otra mano a través de éste, dando mucho que entender. Ignoraré eso. ¿Y bien? – Los dos Slytherin se vieron fríamente atravesados por una mirada asesina. Vamos, Tom. No te enojes, sólo queremos saber si te fue bien, aunque por lo visto... – El cenizo de ojos azules observó con malicia la apariencia descuidada del Riddle, mientras él entrecerraba los ojos, hostigado. ¿Quieren un poco de trabajo extra? – Ambos negaron con la cabeza, y entonces después de una breve sonrisa torcida, el lord ordenó. – Lárguense, putos. Uyuyuy, que geniecito te cargas... – Otra mirada asesina, y el Malfoy optó por dejar de hacer comentarios impropios, su especialidad. – Está bien, está bien. Vámonos Blake.Y se largaron murmurando y riendo con lujuria, entre ellos. Tom rodó los ojos. Después de todo, era un buen día.
O al menos eso creía.
Mientras tanto...
La rubia despertó demasiado descansada, tanto que pensó que era fuera de lo normal. Se quedó unos momentos con los ojos abiertos, acostada sobre el suave colchón que había sido testigo de la noche anterior. Recordó las caricias, los besos, recordó lo que había sentido, tantos sentimientos en un solo cuerpo, que era tan difícil de expresar. No había tenido relaciones sexuales. No, por supuesto que no. Había hecho el amor, y por primera vez supo de lo que los enamorados hablaban sobre esa ciencia. Indiscutiblemente era fantástico, algo divino.
Ese día también sería glorioso. Se arreglaría muy bonita para que Tom se fijara en ella. Y por primera vez se comportarían como una pareja.
Aquellos recuerdos vagos que le llegaron a la mente la hicieron sonreír como una tonta enamorada, se levantó envuelta aún en la sábana, sosteniéndole de los bordes a la altura de su pecho, y dando brinquitos se fue directo al peinador, del cual tomó un cepillo. Lentamente comenzó a cepillarse mientras tarareaba una canción. Estaba feliz. Inmensamente feliz. La noche anterior había sido estúpida al principio, debido a la discusión, pero después de eso, todo fue perfecto. Simplemente perfecto.
Y de tantos recuerdos del día anterior, uno en particular atacó su mente, y dejó de cepillarse abruptamente. Recordaba claramente como ella le había confesado su sentir a Tom, pero, no recordaba si él le había correspondido. Y ahora que lo pensaba bien, no es que no lo recordara, es que él no se lo había dicho. Pero la amaba, ¿Verdad? Habían hecho el amor juntos, y el se había comportado como un caballero, tierno, sensible, lo que nunca pensó, entonces la amaba, ¿Cómo si no? O... ¿La había utilizado? Sintió una punzada dolorosa, y lo que vio en el espejo cuando se giró hacia éste, la sorprendió, más no sintió temor.
Su propia mirada estaba perdida y apagada, y sus ojos ya no eran de aquel color ámbar que lo caracterizaba. No, ya no. Eran completamente negros, haciéndola ver demoníaca, y su mente volvió a dividirse, el bien y el mal. La normalidad y la enfermedad. Y entonces lo supo, y lo atestiguó aterrorizada. Había vuelto. Su enfermedad se volvía a hacer presente. ¿Por qué ahora? ¿Por qué cuando todo comenzaba a salirle bien?
El reflejo del espejo ya no mostraba a una persona, sino a dos. Aquel ojo sangrado, y su par color verde esmeralda, la miraban. La miraban obscenamente, con descaro. Un susurro llegó a sus oídos.
"Hola Lisa..."
Otra vez tú. ¿Qué quieres pendejo? – Escupió palabras amargas provenientes de pensamientos que la volvían a atormentar, aquella violación, la risa de Frank mientras la golpeaba, los insultos.No. Volvió a mirar el espejo y se observó que tenía las manos en la cabeza. Las quitó con violencia y se levantó encarando al muchacho que se encontraba descaradamente acostado sobre su cama.
¿Qué es lo que quieres, Frank? ¿No has molestado bastante ya? – Más el trigueño la ignoró, mientras observaba el cuerpo ya maduro de aquella que alguna vez fue suya."Así que... ya lo hiciste. Quiso decir, de la manera adecuada. Sin obligaciones y todas esas patrañas... – Sonrió macabramente mientras apoyaba su cabeza sobre su brazo. – Y dime. ¿Es mejor que yo? ¿Te hizo gritar de placer?"
Y a ti que te importa, idiota. – Frank se mojó los labios al observar cómo la rubia cruzaba los brazos sobre su pecho, protegiéndose de toda mirada impertinente de él. La bruja pareció quedarse pensando unos minutos y luego su rostro se transformó con interrogación. – Un momento. ¿Cómo lo sabes?"Sólo lo sé... Estoy muerto. ¿Lo recuerdas? – Murmuró con ironía mientras se levantaba yendo hacia el espejo, en el cual, observó su ojo perforado."
Lisa soltó una risa sarcástica, y con el mismo tono, dijo.
Claro que lo recuerdo. Es difícil olvidar algo como eso. – Frank sonrió divertido."¿Siempre tan amable? – Preguntó alzando las cejas con una sonrisa en el rostro."
Sólo con mis amigos... – Murmuró ella haciendo contacto visual con él, sus ojos negros centellearon. Lisa torció los labios y entonces Frank supo que a pesar de su actitud rebelde, ella siempre sería una niña caprichosa y berrinchuda."Pensé que yo era tu amigo, también. – Usó su gesto de inocencia tratando de convencerla, más no pudo hacerlo."
No lo eres. Digamos que... tú sobrepasas lo que es la amistad. – Dijo fríamente. Había aprendido a controlarse, y no era por nada, pero Frank estaba muerto y no podía hacerle ningún daño."Oh, ¿Debo estar agradecido? – Murmuró con sorna. Se estaba enojando, tanto desprecio de parte de Lisa lo estaba haciendo enojar."
No, no debes. – Lo retó nuevamente ella."¿Por qué? – Susurró ya enojado, acercándose a ella, que ésta vez, no trató de evitarlo. Lo encaró."
Digamos que reservo la amistad para los que están vivos y para los que no me han hecho daño. – El dedo en la llaga, y Frank rápidamente se encontró a milímetros de aquel rostro albino. Ella arqueó una ceja y sus ojos se dilataron."Eres una puta. – Le dijo fuertemente. - ¿Ahora si, no? Empiezas a comportarte altanera conmigo y eso no me está gustando... – Entrecerró sus ojos haciendo que su ojo herido comenzara a sangrar. La sangre comenzó a correr por su mejilla y después por su cuello, adentrándose en su sudadera. – Ese pendejo de Tom Riddle ha de ser muy potente ¿No es así? Ahora hasta te comportas como él."
Así es, Frank. ¿Tienes algo en contra de eso? – Le dijo defendiéndose. – Después de todo tengo derecho. Tu arruinaste mi vida, era justo que yo arruinara la tuya, matándote de una vez por todas. Y estás en lo correcto hijo de tu puta madre... Ya no te temo. Ya no.Frank la miró desconcertado y furioso. La respiración de Lisa era tranquila, sumamente tranquila, lo que quería decir que ya no le temía. ¿Y ahora con qué la influenciaba? ¿Qué le decía para alejarla de aquel que osó robársela?
Y entonces, sonrió torciendo sus labios, la sangré que caía de su ojo manchó sus labios haciéndolo ver monstruoso. Mientras ambos reñían una batalla de miradas, inesperadamente Frank alzó las cejas, captando la atención de Lisa aún más, y arremetió contra ella, susurrando un juguetón "Bu".
La atravesó, y Lisa comenzó a reír. Pobre imbécil. ¿Aún pensaba que le temía? ¡Por favor!
"Es verdad. Olvidé que ya no me tienes miedo. – Murmuró falsamente decepcionado, el conejo."
Eres un pobre diablo, Frank. Lo que pasa es que estás enojado porque Tom te partió la madre, y después llegué yo a desaparecerte del mapa de una vez por todas. – Dijo orgullosamente la Slytherin."Y ya va el grandioso Tom al tema. – Dijo amargado. – Dime Lisa, ¿En verdad crees que Tom te ama? ¿Te lo ha dicho? – Al ver que la rubia se había sobresaltado de pronto, supo que había dado en el blanco."
Por... Por supuesto... que si. – Mintió la Rowe con las pupilas dilatadas y los ojos abiertos a más no poder. No, él no se lo había dicho. Y era entonces cuando empezaba a dudar si la amaba o no, si la había usado o en verdad la quería suya."¿Pero cómo puede ser eso, Lisa? ¿Cómo? – Se acercó a su oído y comenzó a susurrar muy bajito, lo suficiente como para que ella escuchara. – Nadie te ama, Lisa... Perdiste todas tus oportunidades de ser amada cuando te atreviste a matar a tus padres..."
Se le fue el aliento, y una lágrima comenzó a rodar por su mejilla ante semejante recuerdo. Aquel doloroso recuerdo con el cuál soñaba, convirtiendo aquellas noches de sueño en pesadilla. Mentira. Era mentira. ¡Mentira! ¡Ella no había matado a sus padres! Su padre había golpeado a su madre, y entonces ella vio la pistola... ¡Había sido un accidente!
"Pero aún tenías tu preciada libertad... – Chasqueó la lengua y negó maliciosamente con la cabeza. – Y la perdiste también, cuando me mataste..."
Basta... – Murmuró ella. Su delgado cuerpo temblando. Lloraba de nuevo y su belleza se arruinaba por la locura de un hombre con sueños rotos al igual que los de ella. Dos almas perdidas."¿Cómo esperas ser amada si has acabado con todas tus oportunidades, Lisa? Eso está muy mal. – La regañó como a una niña pequeña, delicadamente."
Yo... Yo no... Tu no estás diciéndome la verdad Frank, sí soy amada. – Intentó convencerse así misma, más que a él. Pero aquellas palabras no dichas, la estaban lastimando de nuevo."¿Amada por quién? ¿Por Tom? – Soltó una risa irónica y cargada de maldad. - ¿Crees que Tom te ama? ¡Por favor, Lisa! ¡Si ni siquiera te lo dijo! ¿No te das cuenta que él ha acabado con todo lo que tu eras? Ha hecho de ti lo que eres ahora... ¡Mírate nada más! – La hizo que se observaba a sí misma en el espejo, su rostro sufriendo, y las lágrimas cayendo, en un llanto silencioso. – Mírate, nadie podría amarte con ese aspecto de pendeja, de llorona, de loca y de tonta... ¿Puedes ver lo que eres? – Ella asintió llevándose una mano a la cara, deslizándola lentamente por ella, adolorida. – Eras hermosa y fuerte... tanto como... para matar... me. – Terminó lentamente, sabiendo que esas palabras, la harían entrar en razón."
Y lo hicieron. Ella dejó de llorar de pronto, y se volvió para enfrentar a Frank, se limpió las lágrimas y dijo.
¿De verdad crees eso, Frank? – Preguntó incrédula. Frank, sin saber cómo responder se encogió de hombros, diciendo."¿Creer qué?"
¿Estás seguro que fue Tom quien me convirtió en esto? ¿No te estarás poniendo en su lugar? – Preguntó aún no muy convencida, pero varias ideas se le venían a la mente, y entonces dejó de escuchar a Frank."¿Qué diablos estás diciendo, Lisa?"
Entonces... – Y los pensamientos la embargaron, dejándola con la mirada perdida sentada en la cama. Sin poner atención a lo que pasaba a su alededor."¡Lisa! Lisa..."
Pero la joven no escuchó a aquel ser que habitaba en su mente. Y entonces, Tom había cometido otro error aparte de olvidar, si tal vez, la hubiera despertado, todo hubiera sido diferente, y la esquizofrenia no hubiera regresado.
Pero ahí estaba la enfermedad. La locura se hacía presente de nuevo. Frank había vuelto dentro de ella, con un solo objetivo.
Destruir. Alejarla del amor. Tenerla para él.
Tal vez, después de todo, aún seguía siendo un error haber salido de San Mungo.
Ahora, se pagarían las últimas consecuencias de eso.
¡Ah! Por fin… No saben cuanto tarde en terminar este mugroso capítulo, tuvimos exámenes toda esta semana y pues, surgieron algunas desgracias, ni escribía ni estudiaba, sólo me preocupada y hasta ahí. Por cierto, condolencias para la pobre de la Carola que casi reprueba un examen, ella tan nerda, y le hacen esto... ¿Cómo así, pues?
Bueno, no me maten, me queda un capítulo, y ustedes saben... Depende de sus reviews, lo seguiré. Jajajajaja, no se crean, lo seguiré, yo no soy tan chantajista como T. Clover. (No se me enoje doña, usted sabe que la quiero.) Pero, pues, espero que me despidan bien este fic, ustedes saben, buenos reviews, y esas cosas, muchos halagos y menos tomatazos. Bueno, me largo. Tengo que irme de viaje y como soy muy buena no pude irme sin subir el fic.
Que Linda soy ¿No? Ah, por cierto, Linda... Aún te voy a golpear por haber tardado tanto en mandarme el mugre archivo, yo todavía que me paso de buena haciéndote un agradecimiento.
En fin. Sle. Bye.
R
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