Capítulo 14: En nombre del amor
Ron se quedó quieto en el mismo lugar en el que Hermione le había dado una bofetada, bajo la atenta mirada de los gryffindors que, curiosos, intentaban averiguar qué había dicho el pelirrojo para ganarse tal premio. Ginny se levantó y se acercó a su hermano:
Bueno¿qué esperabas?
¿Tú también lo sabías?- preguntó el pelirrojo con un hilo de voz incapaz de reaccionar.
Me lo contó Luna. Fui la primera en enterarme
Ginny¿qué hago?- le preguntó su hermano con mirada suplicante. La chica torció el gesto.
Dale tiempo – le sugirió la pelirroja – voy a ver como está... – Ginny desapareció por el pasillo hacia la habitación de las chicas. Lavender Brown y Parvati Patil fueron hacia allí poco después presas de la curiosidad. Ron se dejó caer en un sillón y suspiró.
Herm... dijo la pelirroja con suavidad entrando en la habitación. Cerró la puerta tras ella y lanzó un hechizo de insonoridad para evitar los cotilleos de Lavender y Parvati. Miró a su amiga. Hermione tenía los ojos llenos de rabia y no dejaba de mover las piernas.
Ese capullo mentiroso repugnante – farfulló la castaña, un par de lagrimas caían por sus mejillas – jamás le perdonaré.
Herm, sé que se ha pasado pero... a ti el te importa , te ha costado darte cuenta y desde luego no ha sido la mejor forma pero...
Jamás Ginny. Jamás podré perdonarle.
Eso lo dices ahora porque estás muy enfadada. Date tiempo.
Ginny me acosté con él, primero casi no me dio las buenas noches, y luego, luego él me dice que siente haberse acostado conmigo que solo fue sexo... y... de repente... de repente todo es mentira. No lo entiendo – Hermione hablaba a trompicones, le era difícil poner en orden los recuerdos de su cabeza. La pelirroja abrazó a su amiga.
Desde luego es que los chicos no se aclaran – bufó Ginny, Hermione la miró con las cejas levantadas esperando una explicación.
No es nada -concluyó la pelirroja- Harry ha decidido después de casi 7 años que soy la chica de su vida – Ginny habló sin darle ninguna importancia. Hermione abrió la boca sorprendida.
¿Que no es nada¡Pero Ginny! Has estado enamorada de Harry desde... desde antes de conocerle¿como puedes decir ahora que no es nada?
Ha pasado mucho tiempo, él se lo ha buscado – respondió la chica con indiferencia.
Pero aún así después de tanto tiempo no puedes olvidar a una persona que ha significado tanto para ti... seguro que aun te gusta... pese a todo – Hermione parecía acelerada, era incomprensible que después de tantos años ahora la pelirroja fuese a dar calabazas a Harry Potter.
Si bueno – admitió Ginny – supongo que pese a todo cuando una persona te importa, te importa haga lo que haga ¿Verdad Herm? – una sonrisa maliciosa se dibujó en el rostro de la pelirroja
¡Yo me refería a Harry y tu! No a... – gritó sorprendida Hermione entendiendo lo que intentaba hacer su amiga.
La castaña miró a Ginny y luego perdió la vista en el suelo. Su cabeza trabajaba a marchas forzadas. Las dos amigas estuvieron juntas toda la noche (para desgracia de Lavender y Parvati que se quedaron sin habitación y sin cotilleos)
En el gran salón a la hora de la cena la noticia mas comentada por todo el mundo era la ruptura de Luna Lovegood y Ron Weasley. Al parecer Luna había decidido terminar con la relación porque quería disfrutar de la juventud, este comentario animó a muchos chicos a acercarse a la rubia que se mostraba encantada con la situación.
En la mesa de Gryffindor, Ron comenzaba a hartarse de que todos los chicos a su alrededor le dijeran:
Lo siento tío, encontrarás a otra.
En el mismo salón, cierto rubio oía con gran interés la noticia de la ruptura entre el pelirrojo y la rubia y se preguntaba si una castaña sería en verdad la causa de la ruptura. Por primera vez en su vida notó que algo ardía de rabia dentro de él.
A la mañana siguiente el castillo entero se despertó revolucionado debido a la fiesta Romeo y Julieta. Chicos y chicas corrían por los pasillos ultimando los detalles, buscando parejas de última hora, y comentando con los amigos sus planes para aquella noche. En la torre de Gryffindor dos chicas jóvenes despertaban tras una noche en la que no habían dejado de hablar.
Ginny, Ginny despierta. Ya es de día. Tenemos que bajar a desayunar. Me muero de hambre- decía Hermione que no había probado bocado desde la comida del día anterior.
Mmmm... ya voy – contestó la pelirroja intentando abrir los ojos con gran esfuerzo y maldiciendo a su amiga por dentro por no dejarla dormir 5 minutos mas.
Vaya cara que llevas – observó Hermione. Ginny tenía todo el pelo alborotado, ojeras y el rimel negro que llevaba en las pestañas le había hecho una gran raya en la cara.
Dijo Miss Mundo- comentó irónica mirando a la castaña – Llevas los ojos mas hinchados que jamás he visto. Eso te pasa por llorar tanto. Y por favor, no me hables de pelos – Hermione torció el gesto.
Creo que deberíamos usar unas cuantas pociones... Parvati y Lavender las usan todos los días. Deben estar por aquí... – Hermione comenzó a buscar por la habitación el neceser de sus compañeras de habitación. Ginny la ayudó.
Crees que les importará? Preguntó la pelirroja temerosa con los botes en la mano
Las hemos dejado sin habitación y sin historia toda la noche, no creo que esto les vaya a molestar mas – contestó Hermione divertida.
Las dos chicas se pusieron delante de un espejo y empezaron a usar las pociones. Cuando acabaron decidieron usar también algo de maquillaje, por alguna razón que ninguna de las dos admitían deseaban estar radiantes esta mañana.
En el gran salón, el desayuno estaba servido. El salón estaba decorado al mas puro estilo Shakespeare: Flores, balcones de piedra, grandes lianas, cantos, los fantasmas del castillo interpretando distintas partes de Romeo y Julieta.
Entonces, el Romeo este ¿se mató antes de que se despertara Julieta? – preguntó Ron a Harry.
Si, y nada mas matarse se despertó Julieta, encontró muerto a Romeo y también se mató ella – le explicó el chico.
¿Y le hubiese costado mucho esperar 5 minutos mas? Si creía que ella estaba muerta¿le hubiese costado mucho esperar 5 minutos mas a matarse?
Ron, la historia es así. Piensa que la persona a la que mas quieres en este mundo muere – La voz de Harry tomó un aire melancólico recordando a Sirius – tiene que ser muy duro...
La culpa de todo la tienen el cura y Julieta por no habérselo contado a tiempo a Romeo. Es que estos montajes siempre salen mal – resopló el pelirrojo – y luego muere gente, o haces daño a gente, o te dan una bofetada, pero claro, es normal, la culpa es tuya por hacer el capullo – Harry se echó a reír, tras el primer momento de depresión que el pelirrojo había tenido por la bofetada de Hermione, había pasado a un estado pesimista ácido y en cierto sentido bastante cómico.
No sé de que te ríes – protestó Ron algo molesto – A ti te ha costado darte cuenta de que te gusta Ginny 6 años, 6 años en los que ella ha estado loca por ti, y justo, cuando te decides, coge ella y se cansa – La risa de Harry paró en seco. Ron sonrió, por suerte no era el único desgraciado – Por cierto Harry¿con quien vas a ir al baile?
Estoy dudando entre ir solo o ir solo. ¿Con cual de los dos crees que debería ir? – bromeo ácidamente el moreno.
Ninguno de los dos. Yo creo que deberías ir contigo mismo. Yo por ejemplo voy conmigo mismo. Es una buena pareja, no me obligará a bailar, no tendré que hablar con ella, y, en caso de que vea a Hermione en brazos de otro, no tendrá ningún reparo en tirarse por la ventana conmigo.
Sin duda, una gran pareja – observó Harry. En ese momento Ginny Weasley y Hermione Granger entraron en el salón. A pesar de que ambas llevaban el uniforme como de costumbre algo había distinto en ellas. Se les veía muy bonitas. Con la piel brillante, mejillas algo sonrosadas, labios jugosos... Harry le dio un codazo a Ron.
¿Ron crees que es cosa del amor o están hoy mas guapas que de costumbre? – preguntó el moreno. Ron se limitó a acceder con la cabeza incapaz de articular palabra.
¿Te has dado cuenta? – preguntó Ginny a Hermione – No dejan de mirarnos. Creo que deberíamos usar estas pociones mas a menudo – Ginny se mostraba encantada con la situación, no solo Harry y Ron las miraban sino que chicos de otras casas las miraban con interés. La pelirroja decidió dar mas vuelta de la acostumbrada hasta llegar a la mesa de gryffindor para saborear el momento.
Jódete Ron¿a que me ves guapa? – se decía Hermione a sí misma. Andaba recta siguiendo a su amiga pero por el rabillo del ojo no perdía contacto con el pelirrojo. Esto provocó que chocara con alguien.
Granger – dijo una voz conocida – deberías mirar por donde andas – Hermione miró a la persona con la que se había chocado. Era Draco Malfoy, la chica sonrió orgullosa cuando vio como el rostro de Malfoy cambiaba al mirarla detenidamente.
Parece que a alguien le ha sentado bien que cierto pelirrojo rompiese con su novia – sonrió seductoramente Draco.
Te equivocas Malfoy – sonrió la castaña- no necesito a ningún pelirrojo para estar así de guapa – La sonrisa del slytherin se amplió considerablemente.
¿Sigues con la idea de ir sola al baile Granger? – La joven asintió con la cabeza – Bien, supongo entonces que nos veremos, te dedicaré un baile – dijo guiñándole un ojo, Herm arqueó las cejas
Nos veremos Malfoy – dijo Hermione mientras andaba alcanzando a Ginny – y... me pensaré lo del baile – añadió.
Las chicas llegaron a la mesa de gryffindor y, momentos después, fueron acorraladas por chicos de todas las casas invitándolas al baile de esa noche. Ron y Harry intentaban no mirar.
Yo tengo pareja pero Ginny, por ti, la dejo si me dices que vienes conmigo – le decía un chico castaño que jamás antes había visto.
Gracias pero no gracias – le rechazó Ginny – ya tengo pareja. Desanimados por el comentario varios chicos volvieron a sus desayunos. Hermione se deshizo de sus pretendientes alegando que no pensaba ir al baile y se dirigió a la pelirroja.
No me habías dicho que tenias pareja ¿Con quien vas a ir?
Ginny contestó en voz alta asegurándose de que toda la mesa de gryffindor le escuchase:
Con Harry Potter- contestó sin duda alguna y muy recta. Harry había pegó un brinco de su sitio y la miró sin entender nada. Ginny se levantó de la mesa, se acercó a él y le susurro.
Me llevas debiendo un baile desde cuarto curso.
Harry se giró hacía la pelirroja y sus ojos verdes se encontraron con los de la chica. Ginny sonreía con picardía. Harry se levantó de la mesa y le cogió la mano, y besándosela contestó:
Será un placer – La sonrisa de Ginny se amplió.
Oh, no seas tan caballero- Y tirando de la camisa del chico le acercó a ella y le plantó un beso en los labios.
De repente toda la mesa de gryffindor se deshizo en aplausos. Todas las chicas miraban emocionadas la escena, mientras los chicos vitoreaban a Harry por quedarse con ese bombón.
Hermione sonreía orgullosa de su amiga mientras sentía como una mirada se clavaba en ella. Devolvió la mirada. El pelirrojo y la castaña se miraron durante unos segundos sin decir nada, fue ella la que retiró la mirada, aunque por el rabillo del ojo no perdió el contacto visual y se percató de que Ron miraba la mesa murmurando algo. Siguió observándole con disimulo. Algo había cambiado en la expresión del pelirrojo. Su cara mostraba decisión, fuerza. Volvió a mirar a Hermione, asintió con la cabeza y acto seguido, desapareció del comedor.
La chica no dejó de mirar al pelirrojo hasta que desapareció completamente, presa de la curiosidad, sorprendida por esa firmeza repentina.
En qué estará pensando... -comentó para ella misma.
Las horas pasaron y el momento del baile se acercaba. Todas las chicas estaban revolucionadas, mirándose en los espejos, intentando arreglarse el pelo, escondiendo los defectos, deseando que su vestido fuera el mas bonito.
Ginny no había dejado de canturrear en todo el rato, tras el romance en el comedor se había pasado todo el día con Harry, riendo, hablando, besándose. Sus ojos y sus mejillas brillaban de forma especial.
Ginny- dijo Hermione mientras se cepillaba el pelo – se te ve muy feliz, como resplandeciente – Ginny se sonrojó.
Parezco idiota, no puedo dejar de sonreír. Ni de pensar en él, en todos estos años muriéndome por él, y ahora... Ahora es mío, solo mío, y es maravilloso – suspiró.
Entonces¿Ha merecido la pena? – preguntó Hermione.
Cada momento. Mis años de espera, lo mala que he sido con el en lo que llevamos de curso, ya sabes, hacerle sufrir un poquito, como sufrí yo todo este tiempo. Y sin duda, lanzarme esta mañana. Y ahora el baile. ¡Estoy deseando que llegue! Va a ser el baile perfecto, con el vestido perfecto y el chico perfecto.
Oye respecto al beso con Harry en convivencias... – comenzó a explicarse Hermione.
Ni tú ni él sentisteis nada – le cortó su amiga- Además ¿qué son dos minutos comparado con lo que yo le voy a dar? – Ginny sonrió con malicia. Hermione se echó a reír.
¿Ah si¿¿Y qué le vas a dar? – Ginny sin dejar de sonreír contestó sin cortarse.
Justo lo que necesita – dijo chasqueando la lengua provocadoramente. Y luego cambiando de tema se interesó por su amiga – Bueno, y tu qué, que vas a hacer.
¿Que qué voy a hacer? No sé, disfrutar del baile.
Me refiero a mi hermano.
Ya, ya lo sé. No sé, tengo la espinita ahí clavada pero aun así no le odio, intento odiarle, por merlín que lo intento, pero esta mañana, cuando ha pasado todo lo de Harry y tu, le he mirado, nos hemos mirado y... me he tenido que recordar a mi misma lo enfadada que estaba. Y cuando le miraba, no sentía odio, sentía impotencia, como si después de todo lo que ha pasado fuese imposible que algún día estemos juntos. No sé, es raro.
¿No hay ninguna posibilidad de que le perdones y olvides todo?
¿Olvidar¿Olvidar lo humillada que me he sentido? Humillada y despreciada. Pensando que no sentía nada por mi. Recordando que todo ha sido un juego. Quiero perdonarle, pero no podré hacerlo hasta que le vea sentirse tan humillado y avergonzado como me he sentido yo – Hermione torció el gesto mientras Ginny la abrazaba reconfortándola. La castaña decidió animarse, iban a ir a un baile tenía un vestido precioso y pensaba disfrutar de la fiesta.
Cambiando de tema ¿Qué sombra de ojos crees que debería llevar? – le preguntó a la pelirroja. Ginny sonrió y se lanzó a por el estuche de sombras de colores.
Mientras tanto en la torre de los chicos. Harry y Ron se preparaban para el baile.
¿Estás seguro de lo que vas a hacer? – preguntaba Harry al pelirrojo – Es un poco arriesgado.
Tengo que intentarlo. No pienso perderla tan fácilmente.
El baile Romeo y Julieta dio comienzo. El salón era simplemente maravilloso, una noche estrellada, música suave, arbustos, árboles y flores, una fuente en el centro, suelo de piedra, trovadores... Parecían trasladados al patio de Verona, lleno de romance.
Hermione entró sola, algo asustada. A su alrededor todo eran parejas besándose, bailando, riendo. Se arrepintió de haber rechazado todas las invitaciones esa mañana. Decidió servirse una copa para refrescarse. Malfoy apareció a su lado.
¿Que ocurre Granger te vas a dar ahora a la bebida?
Malfoy ¿como te atreves? Solo me estoy refrescando.
No veo a ningún pelirrojo a tu lado¿a qué se debe?
Ya ves, he decidido venir sola. Abierta a las posibilidades.
Quieres decir, abierta a mí – se burló el slytherin.
Si lo que quieres es que baile contigo solo tienes que pedirlo – contestó la gryffindor mordazmente.
A qué esperamos entonces – dijo el rubio ofreciéndole el brazo.
Hermione Granger y Draco Malfoy comenzaron a bailar bajo la atenta mirada de toda la escuela incluidos profesores. La pareja se dio cuenta de la expectación que estaban causando.
Te encanta llamar la atención¿verdad Malfoy? – le espetó Herm
Digamos que no pierdo oportunidad de bailar con una chica guapa. Por cierto, bonito colgante, quien te lo regalo.
Un corderito escondido en una piel de serpiente – respondió la chica.
Me ofendes.
Asi que, al final hasta las serpientes tienen corazón ¿eh Malfoy?
¿Corazón? Me río yo de la gente con corazón. Tu y yo siempre seremos enemigos. Pero, por esta noche, bailaremos juntos. Por Romeo y Julieta.
Ellos también eran enemigos y se enamoraron ¿sabes?.
Oh l´amour, l´amour. ¿Es amor cuando solo uno de los dos lo siente?
Por supuesto. Mira a Ginny, lleva amando a Harry desde siempre.
El que la sigue la consigue. Pero¿es amor cuando te enamoras de una persona enamorada de otra persona y correspondida a la vez por esa persona?
Te refieres enamorarte de una persona con pareja – preguntó la chica.
Pse, algo así – contestó el slytherin con indiferencia.
Sigue siendo amor – le respondió la chica.
No, es una injusticia. Todos deberían ser correspondidos por la persona a la que amamos. Por eso me gusta el sexo, te lo pasas bien, te corresponden durante ese periodo de tiempo, repites si te gusta, y eres libre de tener mas de una pareja.
Entonces¿mantienes que nunca te has enamorado como dijiste en la biblioteca?
Mantengo que el amor apesta. Y que no estoy interesado en él.
Increíble pero cierto. Draco Malfoy es capaz de amar. Tengo que escribirlo en la redacción para mañana.
Hazlo y será lo último que hagas sangre sucia. Recuerda que te odio – le recordó el sly.
Del amor al odio solo hay un paso – parafraseó Hermione
Ni te imaginas lo cierta que es esa frase. Sobretodo contigo – Draco soltó la frase sin importancia, Hermione se sonrojó entendiendo el verdadero significado.
Me ha gustado estar esta semana contigo. Ha sido... intensa.
La pequeña leoncita ha despertado de su letargo sexual gracias a la malvada serpiente.
Se puede decir que sí.
Eres mucho mas interesante así. Incluso podrías entrar en slytherin. Si no fueras una sangre sucia y estuvieras enamorada de un pobre león – bromeó.
Ni en mi peor pesadilla – aseguró la gryffindor.
¿ Mantienes que no estás enamorada del pobretón?
Negarlo es engañarme a mi misma – contesto la castaña con sinceridad absoluta.
Entonces no te deberías perder esto. Creo que el pobretón se va a suicidar – y señalando el balcón, Malfoy mostró a Hermione como Ron Weasley se encontraba ahí, solo, en las alturas mirando hacia abajo. Hermione paró de bailar.
¿Pero qué...? – murmuró la chica intentado adivinar la intención del pelirrojo subido en ese balcón.
Poco a poco todo el salón se dio cuenta de la presencia de Ron en el balcón y prestaron atención presos por la curiosidad y el morbo de que realmente pareciera que se fuera a suicidar. Hermione se echó a correr hacia Ginny y Harry para avisarles.
¡Hay que hacer algo¡Se va a matar! – les dijo preocupada la chica.
Tranquila – Dijo Harry – No se va a suicidar, espera y verás.
De repente y ante el asombro de todos, Ron cogió un micrófono:
Never Knew i could feel like this
Nunca supe que me podía sentir así
Like i´ve never seen the sky before
Como si jamás hubiese visto antes el cielo
Want to vanish inside ur kiss
Me quiero desvanecer en tu beso
Everyday i love you more and more
Cada día te quiero mas y mas
¿Está cantando? Preguntó atónita Hermione. Todo el salón se burlaba de él. El pelirrojo continuó, esta vez acompañado de música.
Listen to my Heart can you hear it singEscucha a mi corazón¿puedes oírle cantar?
Telling me to give you everythingMe dice que te lo de todo
Seasons may change winter to springQue las estaciones pueden cambiar de invierno a primavera
But i love u until the end of time
Pero que yo te querré hasta el final de los tiempos
Que vergüenza, por merlín ¡hacerlo parar! – pidió Hermione a sus amigos- ¡Todo el mundo se está riendo de él!
En mi opinión está lo que se dice humillado- Dijo Ginny con picardía.
No va a parar – aclaró Harry – lo está haciendo en nombre del amor- Hermione se giró hacia sus amigos confusa y luego hacia el pelirrojo que seguía cantando.
Come what may Pase lo que pase
Come what may Pase lo que pase
I will love you Te querré
Until my dying day Hasta el día que muera
Incapaz de aguantar un segundo mas. Hermione salió del salón. Ron paró en seco, Harry y Ginny miraron al chico con pena. Ron Weasley bajó del balcón con cuidado bajo la atenta mirada de todos los estudiantes que pese a la burla inicial se apiadaron de él y le intentaron reconfortar. Ginny y Harry se acercaron a él:
Se ha ido – dijo el pelirrojo cabizbajo.
Lo siento tío – contestó Harry.
Seguro que en el fondo y pese a tus dotes de cantante le ha hecho ilusión – añadió Ginny.
Me lo merezco, he sido un cabrón... Me voy a dar una vuelta, necesito que me de el aire.
Si nos necesitas... – se ofreció Harry.
Lo sé, lo sé – agradeció Ron dejando el salón.
Ron salió del castillo y comenzó a deambular, sin saber por qué apareció en el campo de quidditch, en el mismo sitio donde, por primera vez, se había declarado a Hermione y se le había roto el corazón.
Se sentó, el césped estaba frío y húmedo. Comenzó a llover, no le importó, no le importaba nada, solo ella, y la había perdido.
Estaba a punto de derramar una lagrima cuando una capa le cayó por encima de la cabeza nublándole la visión.
Vas a coger un resfriado, y estamos a punto de empezar los exámenes.
Ron se quitó con rapidez la capa de la cabeza y se giró hacia ella. Solo una persona era capaz de decirle algo así.
Allí estaba Hermione, con semblante serio, mirándole a los ojos, recriminándole cosas, como de costumbre, Ron torció el gesto fingiéndose ofendido lo que hizo que la chica sonriese.
Por si no te has dado cuenta, está lloviendo – apuntó la muchacha, mientras se cubría el pelo con una capa. No estaba dispuesta a que su pelo volviera a su estado natural, después del esfuerzo que le había costado arreglarlo.
¿Te sientas conmigo? - Preguntó Ron clavando sus ojos azules en Hermione.
No vas a cantar de nuevo ¿verdad? – se burló Hermione arrepintiéndose al momento de sus palabras. Ron negó con la cabeza, no parecía haberle molestado. La chica se sentó guardando la distancia.
Hermione, yo... lo siento. Lo siento muchísimo. Si pudiera volver atrás lo cambiaría todo pero es que flipé tanto cuando me enteré de lo de Malfoy y Harry... sobretodo cuando acababa de declararme a ti. Y... hice una tontería. Una tontería tras otra, tras otra, tras otra, y al final he acabado cantando en un balcón delante de todo el colegio... probablemente la mayor tontería de todas.
El tono de resignación de Ron provocó que Hermione sonriese.
La canción... no ha estado tan mal – intentó animarle la castaña. Ron arqueó las cejas incrédulo.
Claro, por eso te has ido del salón - Hermione volvió a reír.
Necesitaba pensar.
Aún no te he dicho lo guapa que vas esta noche – dijo el chico volviendo a mirar a los ojos castaños de la chica.
De hecho es la primera vez en tu vida que me hechas un piropo – contestó Hermione agachando la cabeza.
Muchas veces he querido decirlo, pero por alguna razón me atraía mas discutir contigo – el pelirrojo se acercó un poco a ella.
Es lo único que sabemos hacer – contestó con tristeza Herm – hacernos daño.
Bueno... también hemos hecho otras cosas – intentó defenderse el chico. Hermione enrojeció recordando la noche pasada. Ron al darse cuenta tosió nerviosamente – No... no me refería a la clase de herbología.
Bueno, teóricamente, esa noche no existió, al menos eso fue lo que dijiste antes de que... ya sabes – La chica no se sentía capaz de mirar a los ojos al pelirrojo. Él la cogió de la barbilla y le obligó a mirarle.
Existió. Y por esa noche mas que nada tengo que pedirte perdón.
Bueno, fui yo la que se lanzó – contestó entre orgullosa y avergonzada. Por alguna razón, sintiendo la mano del pelirrojo en su barbilla y mirando esos ojos azules todo lo que había ocurrido hasta ese momento, parecía a años luz y sin ninguna importancia – Y no estuvo mal...
Demasiado pasional para una primera vez ¿no? - Hermione se liberó de la mano del pelirrojo avergonzada por el comentario.
Fue sexo, se supone que debe ser pasional – contestó mirando al suelo.
¿Es solo sexo cuando alguien te dice te quiero en el momento cumbre? – preguntó Ron algo avergonzado. Hermione levantó la cabeza de golpe, sorprendida por la confesión.
¿Eso, eso fue lo que dijiste? - preguntó la chica aturdida recordando el momento en el que le había sentido decir algo pero debido a sus propios gemidos no le había escuchado.
Ron no contestó, se acercó a ella y le susurró al oído:
Te quiero.
El corazón de Hermione latía a toda velocidad mientras el pelirrojo volvía a separarse de ella buscando su mirada. ¿Por qué no estaban juntos¿por qué habían pasado tantos años discutiendo¿por qué seguía preguntándose estupideces en lugar de besarle de una vez?
Hermione se abalanzó a los brazos de Ron y le besó. Al chico el arrebato de su amiga le pilló por sorpresa y cayó para atrás quedándose tumbados sobre el suelo. Ella sobre él. Besándole sin parar. Ron la abrazaba intensamente con miedo de que volviera a escaparse de sus brazos en cualquier momento, Hermione intentaba pegarse al cuerpo del pelirrojo lo máximo posible.
Perdieron la noción del tiempo. No sabían cuanto tiempo llevaban besándose. Cuando se separaron para recuperar la respiración, Hermione se sentó entre las piernas del chico. Apoyada contra su cuerpo, sintiendo como el pelirrojo cubría su cuello de suaves y sensuales besos mientras la tenía abrazada. Cerró los ojos satisfecha.
Entonces¿todo lo de Luna fue un montaje¿Jamás hiciste nada con ella? – preguntó Hermione para asegurarse.
¿Besarla delante de todo el salón y fingir que la deseaba y la adoraba cada vez que tu estabas alrededor no te parece bastante?
Conmigo que no era tu novia hiciste bastante mas... –bromeó la castaña.
Ah... ese es el privilegio de las que no son mi novia – se rió el pelirrojo antes de volver a besar a su chica.
¿Sabes que si me entero que haces eso con alguien mas te voy a meter una araña entre las sabanas verdad? – le avisó
Vaya... y yo que tenía la esperanza de que fueras tu la que te metieras entre mis sabanas... – Hermione le miró y sonrió con malicia.
Pervertido.
¡Habló la que tiene sueños eróticos conmigo!
Eh, no te lo creas tanto guapito... estas bueno pero hay mas chicos en Hogwarts.
No creo que juntándolos a todos te quieran tanto como te quiero, te he querido y te querré yo.
Desde luego no se suben a balcones a cantar – apuntó Hermione
Ni fingen una falsa novia para darte celos.
Ni discuten conmigo tanto como tu – volvió a contestar la chica.
Ni parten la cara a su mejor amigo por un beso.
Ni entran en mis sueños – dijo antes de volver a besarle – Te quiero.
Hablando de ese sueño tan famoso tuyo, deberías darme todos los detalles, para ver si puedo hacer algo para realizarlo.
Bien... empieza mas o menos así – dijo mientras le desabrochaba la camisa y le besaba el pecho.
¿Y continua así? – preguntó el chico mientras le desabrochaba el vestido. Hermione asintió con una sonrisa.
Y sigue en la sala común de gryffindor, contra una pared, el fuego encendido, y música – dijo con voz sensual – Salvaje, y terriblemente sexy.
Nos pueden pillar – advirtió Ron.
Todos están en el baile. Ni se enterarán – contestó Herm juguetona poniéndose de pie y levantando del suelo a su chico – Vamos.
Espera. Primero tenemos que ir a herbología.
¿Por qué?
Tengo una primera vez que repetir. Y esta vez – dijo susurrando al oído de la chica mientras le acariciaba por encima del vestido – voy a hacerte el amor, con suavidad, con tiempo, disfrutando de cada detalle y diciéndote cientos de veces: Te quiero.
La pareja se besó dulce y sensualmente. Luego, Ron cogió en brazos a Hermione, y entre besos y risas, la puerta de la clase de herbología se cerró tras ellos. Acabando con una vida de peleas, insultos y provocaciones y dando paso a una nueva vida.
