:: "Crystal Memories." ::

Autor: Lena Hiyasaki.

Advertencias: YAOI-Lime.

Categoría: Drama/Romance

Pairing: SetoxJoey.

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Disclaimer:Yu-Gi-Oh! no me pertenece, es propiedad de su creador, Kazuki Takahashi. Yo sólo soy una fan que publica esto sin fines de lucro, y que lo único que gana haciéndolo, es recibir algunos Reviews de los lectores.

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Capítulo 5.- "Muchas gracias."

Ni falta hace decir que desde el momento en que Seto Kaiba dijo que correría con todos los gastos, se formó todo un escándalo en la recepción del hospital, donde se podían apreciar a algunos camarógrafos grabando concentrados a sus conductores, quienes intentaban conseguir alguna información de las enfermeras allí presentes.

Muchas de ellas sí estaban pendientes de su trabajo, encargándose de curar a los pacientes que arribaban, sabiendo que si estaban en un hospital era para llevar a cabo su trabajo, del cual debían estarse sintiendo orgullosas; pero había otras que vagaban por los pasillos, iniciando rumores sobre Kaiba, algunas diciendo que lo vieron llorando por el rubio que llegó casi muriendo al hospital.

Todas las cadenas televisivas buscaban una entrevista con el CEO, ya que llegaron los rumores que el joven rubio que llegó al hospital, en estado de gravedad, era amante del apuesto joven de ojos azules.

"Disculpe, señorita," se oyó una voz pequeñita surgir de entre una multitud que esperaba en la puerta. La noticia de Seto Kaiba en el hospital causó gran revuelo. "¿podría decirme dónde se encuentra Seto Kaiba?" Preguntó. "Soy su hermano, Mokuba Kaiba."

Cuando el pequeñito terminó de hablar le cayeron encima, como leones a su presa, al pobre Kaiba, quien entrecerró un ojo al montón de preguntas que le hicieron al mismo tiempo.

"¡¿Estás bien, Mokuba?!" Preguntó Tea.

Sus ojos vieron fijamente al pequeñín, y Yami se encargó de sacarlo de allí, sin lastimar a ninguno de los reporteros, que, en cambio, golpeaban a Yami para que éste soltara al más pequeño de los Kaiba.

¡Querían su entrevista!

Y más aún si todo eso era verdad. La noticia sería un éxito mundial: Seto Kaiba declarado homosexual, su amante estuvo a punto de morir.

Aunque claro, lástima chicas. No está disponible.

"¿Dónde está mi hermano?" Preguntó más firmemente esta vez.

"¿Podrían seguirme?" Quiso saber una enfermera, que se encargó de deshacerse de algunos reporteros que querían reemplazar los lugares de los amigos de Joey, y que se aferraban a Mokuba, queriendo hacerse pasar por sus amigos.

Logrando esquivar a todos los reporteros del pasillo, Mokuba pudo divisar la silueta de su hermano, que entraba a un cuarto que tenía el nombre de 'cuidados intensivos' escrito en una placa que colgaba de la puerta.

Corrió, ignorando las indicaciones de la enfermera, queriendo alcanzarlo.

Resultado: se estrelló contra la puerta.

Logró abrirla luego y pudo apreciar el perfil de su hermano, quien observaba fijamente al rubio.

Seto Kaiba estaba sumido en sus pensamientos, pero, para sorpresa de Mokuba, una sonrisa adornaba sus labios rosáceos.

«Perdió la memoria, pero no perdió su inusual... belleza.» Pensó el CEO, percatándose de sus pensamientos y de la no esperada audiencia, tuvo la decencia de sonrojarse levemente.

"¡Hermano!" Exclamó el pequeño, ignorando el sonrojo en las mejillas de su hermano y lanzándose contra éste, quien recibió a su hermano menor con los brazos abiertos.

Él sabía que Mokuba apreciaba al cachorro y por eso mismo no quería que lo viera aún.

"Vamos afuera." Dijo, pero Mokuba supo claramente distinguir que la orden que estaba diciendo era porque no quería que viera al rubio, eso le hizo sentir miedo por su amigo, pero un fuerte apretón en su hombro por parte de su hermano, le hizo asentir y salir con su hermano.

"¿Está muy mal?" Quiso saber el más pequeño.

Sus ojos violetas veían al apuesto joven en que se había convertido su hermano, esperando una negativa.

Seto sólo negó.

"Fueron leves golpes." Aclaró. "El problema es otro."

Mokuba agrandó aún más sus ojazos, fijó su mirada en su hermano y sintió como las lágrimas se acumulaban en sus ojos.

"¿Otro?" Preguntó, con un sollozo.

Seto le miró de reojo.

¿Dónde estaban los otros?

Justo cuando iba a preguntar, vio como se veía al faraón doblando la esquina que lo llevaría a él, tras él iban Yuugi, Tea y Tristán. Suspiró.

Sería complicado de explicar.

Finalmente llegaron hasta donde Seto les esperaba.

"Kaiba." Saludó Yami, simplemente inclinando un poco su cabeza, en un gesto respetuoso.

"Buenas noches, Kaiba-kun." Fue el saludo de Yuugi, quien le sonrió al joven y éste asintió.

"Kaiba." Tea, sonando un poco desconfiada y molesta.

Tristán ni siquiera se molestó en hablar.

"Buenas noches." Contestó Kaiba.

Mokuba miró fijamente a su hermano. "¿Cuál otro, Seto?" Interrumpió el silencio.

"Bien. Cuando encontré al perro..."

Un empujón de Tristán lo obligó a interrumpir su explicación, haciéndolo estar a punto de caer al suelo... Recuperó su postura y en ese momento el amigo del perro iba a lanzar un golpe dirigido a su rostro, que Kaiba fácilmente esquivó, haciendo que Tristán se encontrara de cara con el azulejo que cubría el suelo.

"¡Tristán!" Exclamó Yuugi. "Vinimos a ver a Joey, no a buscar pelea con Kaiba-kun."

Tea murmuró algo ininteligible, que hizo a Yami arquear una ceja.

"¿Cómo encontraste a Joey?" Dijo, esta vez mostrando desconfianza.

Kaiba y Joey no se llevaban muy bien que digamos, pero también no era justo decir que había golpeado a Joey con su automóvil.

"¡Yami! Sólo, dime cómo está él, Seto-kun." Pidió.

"Sólo lo encontré en el suelo, ¿bien? Creí que sería un buen acto traerlo a un hospital." Explicó.

"¿Y pagar por todo?" Fue Tea. "¿Con que motivo?"

"Esto no lo hice por mí." Dijo el CEO, lanzándole una obvia mirada de desprecio a la castaña, quien entrecerró los ojos en molestia, sin comprender el comportamiento del usualmente frío y antipático Seto Kaiba. No que ella lo odiara, sino que esa actitud tan arrogante siempre la exasperaba.

Un gemido de molestia se oyó, un poco lejano.

Era Joey.

Y sus amigos lo supieron porque, rápidamente corrieron al lugar de origen del sonido, vieron como un sonriente rubio estaba sentado en la cama, pero su sonrisa se borró al momento en que los cuatro jóvenes entraron a la habitación que estaba ocupando.

Miró a todos lados.

"¿Dónde está Kaiba?" Preguntó.

"Ese pesado está allá afuera, con su hermano. ¿No te lastimó?" Preguntó Tristán, acercándose al rubio y dándole un abrazo fuerte que lo hizo quejarse de dolor...

Estaba asustándose un poco.

Sí, quizá eran conocidos suyos, quizá hasta familiares, pero no esperó que llegaran de esa forma... siendo tan emotivos con él, ¿no les explicó Kaiba que no los podía recordar?

¡Quería estar solo con Kaiba!

El tipo ojiazul no era así con él, sino que le daba su espacio.

"Te ves terrible, Joey." Habló Tea, bromeando un poco con él.

Pero Joey no le encontró nada cómico al asunto, estaba incómodo, seriamente incómodo entre aquellos maniáticos. Incluso el silencio del CEO era más reconfortante, especialmente si tomaba en cuenta que lo había engañado y no estuvo durmiendo, sino observándolo con los ojos entrecerrados.

"Joey, ¿estás bien?" Preguntó Yuugi, sus ojos fijos en el rostro de su amigo rubio.

Aquel golpe en su rostro se veía tan anormal, así como las vendas que cubrían parte de sus cabellos dorados, dejando solamente libres los mechones de aquel flequillo que cubría su frente.

En eso, Tea se abrazó, fuertemente a él, y se sintió ahogar entre aquel demasiado estrecho abrazo.

Y no pudo más.

"¡DÉJENME!" Gritó, sí, gritó.

El simple hecho lanzó a Tea y a Tristán al otro lado de la habitación.

Yami entrecerró los ojos y Yuugi cerró los suyos.

"¿Dónde está Kaiba?" Volvió a preguntar.

"Estoy aquí." Contestó el castaño, haciendo que con su entrada el rubio sonriera.

"Oh, Gracias a Dios." Dijo en voz baja, pero lo suficientemente audible para sus compañeros y Kaiba.

"Joey, ¿estás bien?" Preguntó Mokuba, cuidadosamente, acercándose a paso lento. "Ah, sí. Mi nombre es Mokuba Kaiba, y soy hermano de Seto... nos conocimos hace algún tiempo y tú eres uno de mis mejores amigos."

Kaiba tuvo la oportunidad de explicarle a su hermano menor lo que los otros cuatro desconocían.

Y Kaiba se burló mentalmente al ver la mirada confundida de los cuatro jóvenes.

"¿Mokuba?" Preguntó, el niño solamente asintió. "¡Hola!"

El niño suspiró, aliviado.

"Bueno, por si no lo habían notado... Joey padece de amnesia." Explicó calmadamente el CEO de Kaiba Corp. "Si me disculpan, debo volver a mi casa, terminar mis tareas, e ir a pagar lo que deba pagar por la operación de Joey." Dijo, tan tranquilo como pudo.

"¿Me dejarás con ellos?" Señaló a sus amigos.

El CEO se detuvo a mitad de un paso al oír la voz temblorosa del rubio, como quien le pide algo a alguien que saben, se lo negará.

"¿Qué?" Preguntó, un poco sorprendido por la pregunta que el rubio había hecho.

"Kaiba, ¿eres sordo o qué? Ya van dos veces que me preguntas eso en el día." Comentó el rubio. "Te pregunté si me dejarás con ellos."

"Son tus amigos." Explicó el castaño.

Joey suspiró.

"Pero no los recuerdo." Dijo haciendo un puchero.

Aquello se ganó una leve sonrisa del CEO.

"¿Puede ir a casa con nosotros, hermano?" Preguntó Mokuba.

Kaiba miró a su hermano fijamente... ¿qué acababa de hacer?

Volteó a ver a Joey, quien casi suplicaba porque aceptara lo que su hermano más pequeño le pedía... él sólo asintió una vez.

"Pero sólo si, cuando te dan de alta, no has recuperado la memoria." Dijo, decidido.

Una parte de él rogó que no recuperara la memoria, mientras que la otra quería exactamente lo contrario.

Tomó a Mokuba del brazo y se despidió del rubio con un cordial 'Hasta mañana'.

Los amigos del rubio se vieron forzados a retirarse, completamente derrotados por la única persona que nunca pensaron... Seto Kaiba.

"Kaiba-kun, aún así," Sonrió Yuugi, inclinándose frente a él. "¡muchas gracias por traerlo!"

Tristán asintió, aún con un gesto de fastidio en el rostro, odiando el hecho que su amigo estuviera prefiriendo al pesado de Kaiba, él seguía pensando que el CEO lo atropelló, para deshacerse de él.

"Supongo que te debemos una disculpa." Empezó Tea. "Sé que no fuiste tú, pero todos nos dejamos llevar por todo lo que ha sucedido... Hasta mañana, Kaiba." Dijo ella, despidiéndose amablemente y caminando a la salida del hospital.

"Que los lleve el chofer, Mokuba. Te alcanzaré en la casa." Explicó.

El más pequeño de los Kaiba asintió.

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"¡Kaiba!" Exclamó, sorprendido, Joey. "Creí que te habías ido a casa a descansar." Habló el rubio, no dejando que el CEO hablara al momento de entrar; había algo en aquellos ojos azules que le gustaba mucho, en aquellos labios rosáceos que le atraían y en aquellos mechones castaños que acariciaban aquella pálida frente.

El CEO le sonrió amablemente por primera vez en toda su vida. Era la primera vez, también, que podía ver a Joey y no encontrarle todos los defectos que normalmente le asociaría.

"Envié a tus amigos a sus casas y a mi hermano con ellos." Habló.

"Que bueno que no te has ido." Dijo el joven. Había un extraño rubor en sus mejillas. "Sabes que salí en las noticias... Esa niña que vino tiene razón... ¡me veo terrible!" Se rió. "También sales tú... y dicen algunas cosas de ti, y me gustaría aclarar una contigo... una en especial."

Kaiba enarcó una ceja.

"Habla."

"Bueno, tú eres compañero mío, ¿no?" Kaiba asintió ante la extraña pregunta. "Bien." El rubio suspiró largamente, y apartó la mirada al continuar. "¿Sólo compañeros?"

"Exclusivamente compañeros." Aclaró el castaño. "¿Por qué?"

"Bueno, hay extraños rumores en las noticias... dicen que..." Se detuvo, incómodo.

Kaiba gruñó.

"¿Qué dicen?" Presionó, sin saber que hubiese sido mejor dejar las cosas tal y como estaban, todo hubiera sido más sencillo.

"¡Dicen que soy tu amante!"

Los ojos de Kaiba se abrieron en sorpresa, sin creer lo que acababa de oír de la boca del rubio... Lo miró fijamente, demasiado atónito como para poder decir algo, y de pronto, vio como el joven Wheeler escondía el rostro en la almohada.

"Wheeler." Le llamó, pero el joven no respondió a su llamado. "Joey."

Finalmente, éste abrió los ojos, apartando su rostro del mullido almohadón, enfrentándose con Seto Kaiba.

"¿Quién dijo eso?" Preguntó, ya recuperado de la inicial sorpresa.

"En los noticieros." Explicó Joey.

La mirada azul se fijó de forma suave en su cuerpo vendado y pudo sonreírle naturalmente, dándose cuenta luego.

"Bueno, debería decirte que no es así." Aclaró, viendo como Joey se sonrojaba ante la explicación, viendo fijamente el rostro atractivo del CEO, que parecía hipnotizado por la mirada cargada de un sentimiento demasiado profundo, que atravesaba sus ojos azules... fuego puro en la mirada del rubio. "Tú y yo sólo somos compañeros de clases."

Vio que el rubio asentía.

"Me gustaría recordarte y saber quién eres en mi vida, Kaiba." Admitió.

Y el CEO sintió una extraña punzada dentro de él.

«Te llevarás más de una gran sorpresa, cachorro.» No pudo evitar pensar.

Se acercó a la cama y pasó una mano por el cabello despeinado del rubio, deslizándola hasta su mejilla; allí la apoyó durante un momento y luego le sonrió... maravillándose de ver como aquella piel clara se teñía levemente de un delicioso rubor.

«Más de una sorpresa.» Volvió a pensar.

"Hasta mañana, Wheeler." Se despidió, usando el mismo tono frío que había empleado en toda la conversación con él.

"Sí, hasta mañana, Kaiba." Cerró los ojos, y con el recuerdo de la mano de Kaiba apoyada en su mejilla, durmió tranquilamente.

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"¿Qué haremos con Serenity?" Quiso saber Yuugi, sin saber cómo hacérselo saber a la chica, porque probablemente ya estaba en las noticias el hecho que el importante CEO de Kaiba Corp se había ofrecido a pagar la operación de un 'lindo rubio' que llegó al hospital herido.

Tea se encogió de hombros, lo mismo que Tristán. Yami, por su parte, parecía demasiado ensimismado en sus pensamientos.

Y Mokuba, pensaba en lo que acababa de suceder en aquel cuarto de hospital, donde su hermano aceptó cuidar de Joey si cuando le dieran de alta en la clínica, aún seguía amnésico.

Miró, por la ventana de la limosina en que el chofer los había llevado.

Su hermano se mostró diferente con el rubio, más calmado y amable... incluso un poco amigable... aquello significaba que su hermano no era una persona sin corazón, como el mismo Joey solía decir.

La situación era un poco cómica, admitió... Sí, sólo un poco cómica, porque su amigo estaba en un hospital, herido.

"Ni siquiera nos recuerda." Gruñó Tristán.

"Sí... bueno, pero, es una amnesia temporal... quizá a causa del fuerte impacto, ¿no creen? Lo más probable es que pronto volvamos a tener a Joey aquí con nosotros, como siempre ha sido..." Comentó Yuugi.

Sonaba tan triste no estar con Joey... ahora, el rubio parecía consagrado a Seto Kaiba.

"Kaiba fue a la primera persona que vio, y no debió ser nada emotivo con él, por lo que lo más probable es que le respondió algunas dudas y ahora se siente en confianza con él. Hay que admitir que Kaiba tiene un lado agradable." Explicó, tranquilamente el faraón. Era cosa de entenderle y aceptar que el rubio no iba a arriesgarse a ser tratado tan familiarmente si él no recordaba nada, el joven se sentiría incómodo. Sin embargo, estaba seguro que con Kaiba sólo fue una conversación, no hubo abrazos, ni comentarios íntimos... esta vez, ni siquiera insultos y molestas discusiones: sólo dos personas conversando.

Mokuba sonrió, feliz que alguien apoyara a su hermano.

Aunque su hermano nunca lo dijera, éste ya había admitido que admiraba a Yuugi y al faraón, por ser los primeros en vencerlo alguna vez en su vida.

Resultó extraño cuando todos se enteraron que Yuugi compartía su cuerpo con un espíritu milenario del antiguo Egipto, para mayor comprensión, el mismísimo faraón.

"Sí." Empezó Tristán. "Pronto recobrará la memoria, y las cosas serán como antes... igual de amigos con Yuugi, Tea, Yami y conmigo."

«Y los mismos problemas con Seto.» Pensó el pequeño de ojos violeta, un poco menos feliz.

Yuugi se percató de la tristeza en el semblante del menor de los Kaiba y le sonrió.

"Todo saldrá bien, Mokuba." Confió Yuugi, sus ojos fijos en Mokuba, quien asintió.

"Hai."

La limosina avanzaba rápido... tendría que llevar a todos a casa, y finalmente, llevar al pequeño Mokuba a su enorme mansión, donde quizá, su hermano ya lo estaría esperando.

El chofer suspiró, un poco cansado.

Si no fuera por la buena paga y el agradable carácter del más pequeño, no estaría allí... Ahora, las cosas estaban a punto de cambiar... porque Joey Wheeler pondría 'patas arriba' la mansión Kaiba.

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Continúa...

Notas de Lena:

Terminé el capítulo!! Creí que nunca lo sacaría adelante, ahora sí, hijas mías... juzguen por ustedes... ¿les gustó? Bueno, espero que sí... y no se preocupen, que no recuperará muy pronto la memoria, que se me acaba la trama si lo hago muy pronto... Hasta el próximo capítulo.

Reviews.-

Oriko Asakura.- Gracias!! Je, a mí también me ha pasado eso, muchas veces no recuerdo nada del fic que estoy leyendo y tengo que releer... que bueno que te guste como va hasta ahora. Nos leemos!

Ishida Rio.- Hola! Yo cuando imaginé a Kaiba acabé con dolor de estómago de tanto reírme, es tan OOC. Sí, Mokuba siempre fue, es y será dulce, al menos es lo que pienso de él... ¡un terroncito de azúcar! Ah, y antes que se me olvide, gracias por reviewar °Blue Feelings° y sí, Jounouchi es un personaje más sencillo de llevar al angst.

Guerrera lunar.- Sí, Seto Kaiba siendo amable con Joey pero fue sólo porque el rubio no recuerda nada. No creo que se aproveche de él, Seto tiene una mente más limpia que la mía. Lo del YYXY, tendré que pensarlo un poco, a lo mejor y si ponga cuando menos un poco más. Torturar a Tea? Sí, creo que puedo torturarla un poco, pero no sé cómo, así que déjame pensarlo... aunque se aceptan sugerencias.

AGUILA FANEL.- Es bueno ver que no soy la única que piensa eso del desgraciado que atropelló a nuestro cachorro... Y lo de una nueva relación, no tienes idea de cuán buena será... jeje.

jose kaiba.- Bien, yo sé que hay personas a quienes no les gusta el género, por eso mismo me tomé la molestia de dejar una advertencia en el summary y en la información del fic: YAOI-Lime. Si consideras que lo que he escrito no te gusta, te pido, cortésmente, que dejes de leer, ya que no pienso cambiar todo lo que ya tengo planeado. Algún día escribiré un fic no-YAOI, porque Yu-Gi-Oh tiene buena historia. Con éste, no hay mucho que pueda hacer para cambiarlo... de todas formas, se agradece el tiempo que te tomaste dejándome un review. Ciao.

Selene Sumeragi.- Lo de los celos tendré que verlo un poquito, ¿sí? Ahorita me estoy librando de otros fics, así que tenme un poquito de paciencia. Yo también he visto de esos tres, ja, uno donde Joey y Yami pelean por Seto, y uno en inglés, donde Seto y Yami pelean por Joey. A mí me gusta el SetoxJoey, porque fue la primera que leí, pero el YamixSeto o SetoxYami también me parece una buena pareja, eso sí, debe haber una buena historia respaldándolos. Y a lo mejor, de lo bien que me hablan de YamixYuugi, termine incluyendo algo de esos dos.