Capítulo Tres.

En la pirámide de Mumm-Ra.

Mumm-Ra se separó de los labios de Tygra y s ele quedo viendo fijamente. El Thundercat estaba asustado, a parte porque estaba con el que consideraban su mayor enemigo.

-No hay por qué temer cachorro –Mumm-Ra lo rodeó con sus brazos la cintura cuidadosamente y lo atrajo hacia si –A mi lado no tienes por qué temer. Ahora entiendo lo que los espíritus del mal quisieron darme a entender, al decirme que contigo despertaría algo en mí... Que bonito color de ojos tienes –le alzó el rostro de nuevo para verlo fijamente.

Tygra comenzó a preguntarse el por qué sus compañeros no acudían aún en su auxilio. No podía creer que el ojo de Thundera aún no le avisaba a Lion-O (no sabía que su comunicación con el ojo de Thundera había sido interrumpida) y7 Tampoco sabía por que sus amigos no habían tratado de comunicarse con él.

Comenzó a creer que sus antiguos amigos realmente lo odiaban, pero lo que realmente estaba pasando era: Lion-O no dejaba de dar vueltas en su habitación y sumamente preocupado.

-Ya siéntate Lion-O –le decía Snarf.

-No puedo, Tygra aún no regresa –Lion-O se asomó por 150 vez a la ventana.

-Ya volverá. Mañana ya estará aquí cuando todos despierten –de un saltó se trepó a la cama –Aparte si Tygra estuviera en peligro, la espada ya no los hubiera dicho –Lion-O vio que Snarf pudiera tener razón.

De vez en cuando a Lion-O se le crispaban los dedos d e las manos y en los ojos se le veía, que deseaba tener ahí a Ben-gali y tomarle con ambas manos el cuello y apretar con todas sus fuerzas o de sacudirlo como sonaja, para ver si algo se agitaba en su cabeza y dejar de creer que esta estaba hueca.

No, Tygra no conocía la realidad. No sabía que el señor de los Thundercats pensaba en él y quería saber sí estaba bien.

-La noche está helando cada vez más –Tygra pegó un brinco, no recordaba que Mumm-Ra estaba ahí, y que hace unos instantes lo había besado –Lo siento –Mumm-Ra se acercó a él y le rodeó al cintura con un brazo.

-No importa –dijo Tygra en un susurro –A decir verdad ya nada me importa –agachó al cabeza y Mumm-Ra lo giró hacia él.

-Me encantaría saber el motivo por el cual estás así –le dijo.

-No importa cual sea, es salgo que ya no tiene solución –iba a dejarse caer sentado sobre al hierba, pero Mumm-Ra se lo impidió. -A mi lado volverás a levantarte, incluso aún más (Y sobre todo yo), sólo es cuestión de que quieras venirte conmigo –le besó la frente.

-No lo sé, aún no estoy seguro –Tygra se alejó un poco de él. Aún tenía dudas sobre lo que le había dicho y tenía la certeza de que sólo jugaba con él.

-Veo que dudas de mi –Mumm-Ra se acercó a su espalda y le puso ambas manos sobre los hombros -, y no te culpo de ello. Es difícil creer que tu enemigo cambie contigo de la noche a la mañana –suspiró sobre al cabeza del felino y Tygra se estremeció un poco –Sólo te pido una oportunidad.

-¿Una oportunidad para que? –susurró.

-Para que veas que yo si puedo hacerte sentir bien, como te lo mereces –Al oírlo, Tygra lanzó una sonrisita forzada "Una oportunidad para hacerte feliz" ¿Cuántas veces no había oído eso?. Incluso Claudus y Jaga se lo habían dicho, al momento de rescatarlo de las garras de su horrible pasado y entregar lo a Panthro, para que lo cuidara y le enseñara a pelear.

-Que fácil es decir eso –Tygra aún no se giraba a ver a Mumm-Ra.

-Sé que tengo fama de no cumplir lo que prometo, pero contigo no será así –Tygra al escucharlo no sabía si creerle o no.

-Y ¿Qué quieres que haga? –parecía que se resignaba.

-Nada de eso, es sí tú quieres. Yo no te forzaré a nada –Mumm-Ra lo rodeó más cariñosamente con los brazos, al ver que el chico comenzaba a temblar de frió.

-Perdóname, pero no te creo –Mumm-Ra al oírlo no dijo nada, ya se esperaba algo así.

-No me pilla de sorpresa que me digas eso. Ya te dije que no es fácil que creas en tu enemigo de la noche a la mañana.. Para ti, ahora mis palabras son un cuento chino, ye s por eso que te pido una oportunidad –le besó la cabeza.

-Es algo que tengo que pensar muy bien –Tygra bajó la cabeza.

-De acuerdo –en cambio Mumm-Ra vio fijamente el cielo.

Tygra se convenció así mismo (y muy equivocadamente), que sus antiguos amigos ya no querían saber nada de él.

-Muy Bien –suspiró -.Me iré contigo –dijo sin voltear a verlo, mientras que Mumm-Ra sonreía con crueldad al mismo tiempo.

-Ya verás que vas a estar muy bien –Mumm-Ra se tele transportó con él a la pirámide.

Al llegara esta, Tygra sintió un escalofrío y Mumm-Ra lo abrazó.

-No hay por que temer. Ven –Mumm-Ra lo acercó con él al sarcófago y lo metió (Claro que Tygra se preguntó como iba a caber ambos en un lugar tan pequeño). Pero al cerrarse el sarcófago. Detrás se reveló una gran habitación.

-Wo –Tygra se asombró y pasó a la habitación –Mumm,-Ra se quedó detrás de él.

-Veo que te ha gustado la habitación; ¿a porco creáis que yo dormía dentro del sarcófago? Bueno pues cuando tengo mi apariencia más poderosa, puedo gozar de otros privilegios. Es como si tuviera vida propia, como si no tuviera que depender del sarcófago –se acercó a él mientras lo observaba que veía por la ventana que estaba cerca de la cama.

-La noche está bastante estrellada –al oírlo, Mumm-Ra caminó hacia él.

-Pero si en el día, el sol está muy fuerte, tendré que taparla,.El sol me molesta cuando está muy fuerte.

-Ya veo –Tygra se puso a ver ambos lados de la ventana.

-Veo que te gusta mirar al cielo por las noches –Mumm-Ra le puso las manos sobre los hombros.

-Sí, por qué... -no pudo seguir hablando ya que Mumm-Ra le comenzó a besar el cuello suavemente, haciéndole soltar un quejido de placer.

-"Veo que será muy sencillo dominarte, cachorro" –lentamente le tomó el rostro con ambas manos y lo besó de nuevo.

Esta vez Tygra sí correspondió al beso, y este se profundizaba cada vez más, cosa que hacia a Mumm-Ra desearlo aún más.

-Te lo preguntaré, cachorro –Mumm-Ra se separó de él y se le acercó a un oído -: ¿Estás seguro de querer quedarte conmigo? –Tygra se giró a verlo -¿De querer estar siempre en la pirámide negra, y jamás volver a ver la luz del sol? No creo que eso te agrade, Thundercat... Voy a darte una oportunidad. Te daré la espalda por un minuto, el cual podrás aprovechar para irte de aquí, y será tu última oportunidad –Mumm-Ra le dio la espalda y realmente pensó que Tygra se lanzaría a correr, pero...

-No, no me iré, estoy harto y no quiero volver jamás al cubil felino –Mumm- Ra se giró lentamente a verlo -. Tú me convenciste de venir acá y veo que fue lo mejor, era tu voluntad y te pido que cumplas con ella –dio un suspiro y vio a Mumm-Ra directamente a esos ojos rojos y fríos -, y tu voluntad la acepto, puedes hacer conmigo lo que tú más desees –el que realmente quedó sorprendido fue Mumm-Ra.

Ante sus ojos, Mumm-Ra podía ver que el cachorro (como él solía llamarlo), estaba dispuesto a prestarse para ser ultrajado sexualmente (sé que suena feo). Pero lo que realmente le llamó la atención, fue mirarlo directamente a sus ojos ambarinos, los cuales ya no se veían como antes. Ahora eran fríos y calculadores, y con un destello de odio que doblegaría a alguien mucho más cruel que Mumm-Ra.

Incluso se veía que jamás volvería a sonreír sinceramente, y eso que ni los espíritus y ni Mumm-Ra tuvieron que hipnotizarlo. Tygra había cambiado, dejando salir todo el rencor e ira que estaban dentro de él.

-Muy bien –por tercera vez Mumm-Ra lo besó y comenzó a desnudarlo poco a poco, y finalmente lo acostó en la cama.

Tygra no daba señales de estarse arrepintiendo por lo que estaba pasando. Si no todo lo contrario y parecía disfrutar de los besos y caricias que Mumm-Ra le daba en todo el cuerpo.

-Creo que está pensando en una venganza bastante cruel ¿Podría saber contra quién? –Mumm-Ra lo vio de nuevo a los ojos.

-Sí –Tygra se sentó un poco en la cama... En contra de los Thundercats... -Mumm- Ra comenzó a hacerle un sexo oral –Pero principalmente –dio un suspiro -... contra –su respiración era entrecortada -... Lion-o, el señor de los Thundercats.

Sin dejar lo que estaba haciendo. Mumm-Ra dibujó una sonrisa en sus labios.

-Sí quieres, yo puedo ayudarte a llevara a cabo tu venganza –al oírlo, Tygra se rió de una manera realmente escalofriante, que incluso hizo estremecerse a Mumm-Ra, pero esta risa al mismo tiempo le hizo ver que estaba de acuerdo.

-Muy bien –de repente pegó un grito y contrajo el estómago, viniéndose dentro de la boca del otro, él cual ya había reanudado su faena.

-Creo que ya es tiempo de acabar con esto –Mumm-Ra de nuevo lo acostó suavemente en la cama y le separó las piernas para acomodarse entre ellas -¿Estás listo? –Tygra asintió levemente con la cabeza -, entonces así será –el felino fue penetrado de una sola embestida y pegó un grito. Durante muchos años había olvidado el dolor que producía ser invadido por otros, dentro de tu propio cuerpo –Lo siento –Mumm-Ra lo besó para calmarlo un poco.

-Maldita sea –dijo Tygra en un susurro y ene se momento Mumm-Ra se le acercó a un oído.

-Ya eres completamente mío cachorro –rió fríamente y le besó una mejilla suavemente.

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Continuará...

Lion-O esta más que desesperado y va en busca de su amigo