:: "Crystal Memories." ::

Autor: Lena Hiyasaki.

Advertencias: YAOI-Lemon.

Categoría: Drama/Romance

Pairing: SetoxJoey.

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Disclaimer:Yu-Gi-Oh! no me pertenece, es propiedad de su creador, Kazuki Takahashi. Yo sólo soy una fan que publica esto sin fines de lucro, y que lo único que gana haciéndolo, es recibir algunos Reviews de los lectores.

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Capítulo 9.- "Curando Las Heridas."

La puerta de la habitación que Kaiba mandó preparar para su invitado se abrió lentamente, Mokuba estuvo tocando antes de darse cuenta que, probablemente, debido a la agitación, quizá Joey estuviera descansando, pero en lugar de retirarse, sucumbió a la tentación y entró.

Los mechones de cabello rubio que escapaban del vendaje cubrían su frente y parte de sus parpados y el golpe, en su rostro, opacaba la palidez de su piel, mientras descansaba con el brazo enyesado sobre su torso.

Por la ventana entraba una luz brillante que hacía brillar intensamente los rubios cabellos, y Mokuba pensó que el rubio era realmente alguien lindo.

Tanto en personalidad como en físico, y sonrió a la idea de algo entre Joey y Seto.

Desde el principio su hermano demostró interés en el chico, quizá no del tipo que él pensaba en esos momentos, pero sí lo tomaba en cuenta, y a diferencia de muchos otros, él sí prestaba atención a Joey, y no lo ignoraba, como hacía con el resto, que en realidad no le interesaban.

Además, también sabía que la única relación que unía a su hermano con Yami, realmente era la rivalidad y los vínculos casi desgastados de un pasado que compartieron, aunque realmente su hermano no tuviera muchos recuerdos de lo que pasó en su vida anterior, cuando fue Seth.

Sonrió con dulzura, él pensaba que su hermano usaba el trabajo como un escape de sus sentimientos, más bien, estaba seguro de eso, porque estaba aterrado de encontrarse siendo dependiente de alguien, para que al final, terminara sufriendo.

Por eso mismo estaba entregado a él y al trabajo, concluyendo abruptamente a la corta edad de 18 su vida social.

Caminó hasta donde se encontraba Joey y tomó entre sus manos una manta para estirarse a cubrir el cuerpo de su amigo.

Y justo cuando estaba haciéndolo, la puerta se volvió a abrir, sólo que esta vez entró una enfermera.

"Buenas tardes, Joven Mokuba." Saludó la joven con una sonrisa e inclinó levemente la cabeza, avanzó hasta donde estaba Joey y de la pequeña maleta que tenía entre sus manos sacó unas vendas nuevas, algunas gasas y alcohol. "Lamento tener que hacer esto," Se excusó con Mokuba, en verdad tenía que encargarse de desinfectar las heridas de su ahora paciente. "pero debo despertarlo."

El pequeño asintió dulcemente y se alejó del rubio.

Las heridas del cachorro arderían cuando se aplicara el líquido en su piel, así que no pensó demasiado antes de decidir que él no quería ser participe de aquella tortura a su amigo rubio, pero tampoco sería muy amigable dejarlo a merced de la enfermera.

Se detuvo en la puerta y miró en dirección a la habitación de su hermano.

Así que quedó decidido, llamaría a su hermano para que él se encargara de brindarle apoyo al cachorro.

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Kaiba suspiró resignado mientras entraba a la habitación donde se suponía estaba el cachorro, recibió una mirada de agradecimiento del joven rubio y se encaminó a él, viendo como éste le indicaba un lugar a su lado, en la cama, para que lo apoyara.

Ojos azules contra ojos color miel, encontrándose súbitamente y un suave sonrojo ocupó lugar en las mejillas pálidas y maltratadas del rubio.

Y cuando se mordió los labios, tuvo que tragarse el quejido de dolor, porque era suficiente manifestar su maltrato y su debilidad quejándose y necesitando su apoyo en la curación, como para demostrarle que también necesitaba de su apoyo al morderse el labio herido por culpa de su nerviosismo.

Sonrió cuando tuvo a su lado el cuerpo de Kaiba y le dirigió una segunda mirada que no fue correspondida.

"¿Planea empezar?" Indagó Kaiba un poco brusco a la enfermera, mientras ésta se disculpaba inclinando la cabeza y procediendo a humedecer las gasas con alcohol, con sumo cuidado la paso por el brazo no enyesado.

Un ardor alertó a Joey cuando la gasa se posicionó sobre una de sus heridas y envió una descarga de dolor por todo su cuerpo, cerró con fuerza los ojos y sintió como Seto lo sujetaba por los hombros, impidiendo algún movimiento hosco que amenazara la seguridad de la enfermera.

"Lo lamento." Se disculpó Joey.

Sólo se encogió de hombros y apartó su mirada del cuerpo de Joey, no quería pensar demasiado en él, por eso mismo pasó a observar como lo curaban y como se encargaba de remover cuidadosamente algunas gasas que parecían haberse adherido a las heridas y que, si no se hacía con precaución, terminarían arrastrando consigo algo de piel del chico.

"Terminé con el brazo." Anunció la chica y miró suplicante a Kaiba. "Pero ahora viene la herida de su cabeza, supongo que podré atenderla, pero para estar seguro, Señor Kaiba, le aconsejaría que lo llevara a un hospital."

Una negación por parte de Joey.

"Yo puedo con esto, además, ¿no se infectaría si pasa demasiado tiempo sin ser atendida?" Comentó mirando casualmente a Seto, que asintió.

"Eso es cierto, la herida podría capturar alguna infección y sería perjudicial para su salud, por lo que debo insistir en que lo haga ahora. Mañana mismo, después de todo, tendremos que ir al hospital." Habló.

La chica asintió y se hizo de más vendas, para poder sustituir la que iba a remover. La herida no era muy grande, pero no podía permanecer al aire libre, porque corría demasiados riesgos, y hasta que cicatrizara sería mejor cubrirla con las vendas, del mismo modo que hicieron en el hospital.

"Voltéese, por favor." Solicitó la chica, indicándole a Seto que mantuviera firmemente sujeto al rubio, porque a diferencia de las otras curaciones, ésta sería mucho más difícil, especialmente porque era una herida más grande.

Se deshizo con facilidad de la venda, y el rostro de Joey adquirió un matiz de dolor cuando la gasa adherida a la piel se desprendió con cuidado. La mano de Seto sujetó firmemente la suya, brindándole apoyo.

Una sonrisa curveó sus labios, pero no duró demasiado.

Las manos de la chica temblaron en el aire cuando aterrizó el húmedo algodón en la parte baja de la cabeza de Joey, el temblor del chico contagió a su mano de nerviosismo, pero la mirada firme de un Kaiba estático la hizo recuperar un poco de valentía.

Limpió la herida firmemente, llevándose los rastros de sangre seca del cráneo, pero no del cabello rubio.

No era demasiado complicado, lo malo era el sufrimiento que aquello le imprimía al chico, que parecía querer soltar su brazo del yeso y girarse para golpear a la enfermera, pero el agarre del CEO era firme, por lo que no corría riesgos.

Estiró la mano, sujetó la venda y se encargó de volver a cubrir la herida con una gasa, un poco de cinta y luego a vendarlo nuevamente.

"Listo." Anunció, y sonrió divertida cuando el suspiro del rubio alcanzó sus oídos. "Los golpes no son graves, y los moretones son algo que desaparecerán por si solos, ¿bien?" Preguntó y recibió un asentimiento de Joey.

"Puede retirarse." Se oyó decir a Kaiba y con una inclinación, la enfermera recogió todo y se marchó.

Él permaneció un poco más sentado en la cama, viendo el rostro de Joey, que no se apartaba de la ventana, mientras admiraba los juegos de sombras, que se creaban en el suelo debido a la luz que se infiltraba por la ventana entreabierta.

Soltó la mano de Joey rápidamente.

"Mañana iremos al hospital a ver un poco más." Comentó. "Tenemos que ver si esto es permanente o sólo es algo temporal."

Los ojos de Joey se volvieron a él, y suspiró derrotado, aquello que entendió fue que Seto no lo quería tener cerca de él, porque su tono de voz apesumbrado denotaba que realmente la relación de 'Compañeros De Clase' tampoco parecía adecuada; era más como si él y Kaiba fueran rivales o enemigos, de forma que por eso el CEO hacía eso sólo por lástima.

"Lo siento." Empezó Joey consiguiendo una mirada sorprendida por parte de Kaiba, él no entendió el significado de la disculpa del rubio, hasta que éste se vio en la necesidad de aclararlo, él no dejaría las cosas a medias. "Si soy una molestia para ti, creo que deberías decírmelo. Probablemente alguno de mis amigos decida que no sería una mala idea que estuviera con ellos."

Kaiba suspiró.

Él no quería, aún, deshacerse del cachorro, era suficientemente capaz de controlar sus impulsos, pero habló de esa forma porque por algún motivo le molestaba el hecho que Joey no lo recordara, y empezar de nuevo, pero de forma diferente, no era algo que él contemplara.

Negó un par de veces y miró fijamente a Joey, sus ojos cerúleos brillaron a la emoción del momento, mientras el rubio buscaba una forma de no dejarse capturar por aquella mirada intensa.

Algo en Kaiba le inspiraba seguridad, y sabía que con él no corría el mismo riesgo que en el hospital.

"No eres una molestia, Wheeler. Lo que sucede es que me siento un poco agotado, he tenido demasiado trabajo últimamente." Se justificó sin darse cuenta. Él por lo general no hacía eso, y no tenía que rendir cuentas de sus acciones, ni siquiera con Mokuba, pero sintió que debía levantarle los ánimos al cachorro. "Y es complicado tener que ser tu guía ahora."

"No es necesario, Kaiba." Sonrió el joven, apartó el cabello de sus ojos, dejando completamente al descubierto el reciente golpe de su padre, que marcaba toda la extensión de su mejilla. "Sería mejor que no te tomaras todo tan en serio. Aquello no debe ser bueno para ti."

"No debería preocuparte qué es o qué no es bueno para mí, Wheeler." Opinó con el tono usual, una cosa era sentirse confuso con respecto a la cercanía casi obligatoria del cachorro, otra muy distinta era tener que demostrarla o cambiar su actitud sólo por el bienestar mental del chico. "Eso es asunto mío."

Joey se levantó de la cama y caminó hacia la ventana con una sonrisa tímida en el rostro, y la luz de lleno iluminó sus ojos, dándoles un matiz casi dorado, como la miel a la luz del sol.

Apretó entre sus manos el alfeizar de la ventana y cerró los ojos cuando la brisa veraniega rozó sus mejilas. La suave canción del viento era un silbido rítmico y suave que hacía bailar lentamente las copas de los árboles y los arbustos, así como las rosas y flores del enorme jardín de la mansión Kaiba.

Un enorme paraiso se abría paso ante los ojos del joven que los abrió para apreciar el paisaje, la enorme fuente que había allí, el agua cristalina que salpicaba, reflectando los rayos de luz y transformándola en algo similar a cristales de colores que aterrizaban en la superficie de concreto; los árboles que teñían el camino a la salida de un hermoso color verde, los rosales, que adornaban los arbustos, las mariposas de colores que volaban, pájaros, etcétera. Y a él le agradó la paz que se respiraba allí, como si nunca en su vida hubiese sentido algo similar, y fue hermoso experimentarlo por primera vez en compañía de Seto Kaiba, quien parecía haberse quedado sin palabras ante su propio espectáculo: La sonrisa de Joey era contagiosa, pero él se resistió, aún así fue bello ver cuando el viento despeinó sus mechones rubios y cuando sus ojos brillaron ante la majestuosa belleza de su mansión.

"Sé que no es asunto mío, Kaiba." Le dijo con suavidad y se giró, dándole la espalda a su paisaje favorito. "Pero no deberías ser tan cerrado... hay un mundo muy bello allá afuera, y pareces estar perdiéndote el Show entero. Permanecer aquí debe tener sentido para ti, pero, cómo podrás asegurar que has vivido si toda tu vida nunca has considerado una sonrisa como una cura."

Kaiba estuvo a punto de comentar algo rudo y desacreditar los pensamientos del rubio.

"Yo no sé quién soy, o quién fui para ti. De todas formas, al menos yo no quiero sufrir más." Recordó el penoso accidente en el hospital, la forma en que su padre decidió hacer su entrada. "A lo mejor lo único que te hace falta es un pequeño empujón."

Pensó en Mokuba y sus insinuaciones a divertirse, era cierto que él tomaba las cosas en serio, pero era por la forma en que fue criado, porque además, siendo joven, tuvo que hacerse cargo de su hermano y aquello no permitía a un adolescente infantil y con deseos de ir a jugar, aquello realmente exigía a un hombre capaz de soportar una vida dura para proveer de lo mejor a su pequeño hermano.

Aunque ahora Mokuba ya tenía lo mejor.

La sonrisa de Joey le hizo pensar que tal vez tenía razón, pero aún así, él siendo quien era, no cambiaría su método de trabajo porque el hecho que Joey hubiese llegado a iluminar su vida no significaba que realmente tendría que empezar de nuevo, y él estaba demasiado hundido, y nada lo podría salvar.

Pero la sonrisa del rubio y sus palabras le hicieron ver que al menos había una forma de recuperar la fe, y de darse cuenta que su alma no estaba irremediablemente perdida, aunque no lo consideró demasiado.

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Continúa...

Notas De Lena:

No tengo mucho que decir, es obvio que al Joey amnésico le atraiga alguien como Kaiba, y a Kaiba ya le gustaba Joey, estamos en la fase de gusto, y en Kaiba, ya dejó su estado de negación, pero aún así opone algo de resistencia. El siguiente capítulo intentaré que sea cuando menos algo Shonen Ai, para ir desarrollando más rápido el yaoi. De todas formas aún falta un poco para que Joey recupere la memoria, y ése será un golpe duro para ambos chicos.

LAMENTO MUCHÍSIMO la demora de este capítulo, pero he estado ocupada en la escuela, y además, no tengo Internet [por no portarme bien], y tengo que ingeniármelas para rentar Internet o ir a casa de mis amigas, pero es más complicado subir un capítulo ya que no lo había pasado al disquete.

Reviews.-

Oriko Asakura-Tao Lee.- Vamos con las respuestas: Yo quiero que Mokuba intervenga en su unión, porque siendo hermano de Kaiba se preocupa por su felicidad, de modo que él desea ver a su hermano feliz. Joey más que dar un primer paso, está tanteando el terreno, ya que no quiere cometer errores. Tengo planes de hacer un capítulo como ése, pero son planes, con la escuela a mis espaldas casi no tengo tiempo. Bueno, lemon, no sé si a la gente le guste como escribo lemon, pero, en sí, en mi vida de fic-writer [muy corta] apenas he escrito dos lemon y un lime. Pero al menos, a mí me encanta que haya algo que los haga vibrar, más que de placer, de amor, y me gusta más cuando ese sentimiento es relatado, así que, eso mismo intento hacer. Veremos como me queda. Un abrazo de oso, y no importa, que si el lemon no te gusta, gustosa aceptaré comentarios.

Forfirith-Greenleaf.- Eh, lamento haber demorado con el capítulo anterior, con éste tome mucho más tiempo, así que también me disculpo por tardar con éste. Y ten por seguro que sentirá algo por Seto, lo difícil vendría siendo cómo aceptarlo. Cuídate mucho, eh? Besos.

Selene Sumeragi.- Sí, ya estoy en clases, pero no es nada feo, al menos por el momento, las cosas van muy light, así que por eso mismo el fic no se verá afectado. Oye, créeme a veces estar solo tiene sus virtudes... en mi escuela aunque hay gente muy pesada y con quienes de plano no me llevo, hay otros que aunque esté un poquito loca, son muy agradable, sólo hay que saber escarbar. Pero, como tú dices, ése no es el punto... n.nU Contestando tu pregunta, creo que la mayoría de los fans del anime [chicas y chicos (a un amigo mío le gusta el CEO)] están obsesionados con Kaiba. Bueno, con SetoXYami, fue porque encontré muchas imágenes de ellos, y me gustaron mucho juntos, por eso pensé en hacer uno, pero no te preocupes, que será muy corto y seguiré publicando de SetoXJoey. Gracias por los ánimos, en la escuela siempre vienen bien. Ja Ne!!

Moogle.- Hola! Me alegra que te guste mi excusa de fic, y estoy de acuerdo contigo, la pareja en sí es muy buena, y como tú dices, muy tierna. El papá de Jou es eso y más, pero no se preocupen, planeo darle un poquito de sufrimiento. Y sí, el pueblo lo pide: Por eso les daré el Lemon, pero aún falta un poco para eso.

Aguila Fanel.- Gracias por el comentario, y bueno, pronto vendrán las locuras de Joey. Guerrera Lunar.- Bueno, Gracias por su comentario, sí, sólo Serenity va a entrar, y sobre el papá de Joey ni me hagan hablar, que si no se me acaba el suspenso. Bye.