Capitulo VI

Primera batalla en la pirámide negra.

La thundertank continuaba su viaje velozmente.

-¡Cómo demonios no se me ocurrió ir primero a la pirámide de Mumm-Ra! –Lion- O apretaba con furia uno de los bordes de la thundertank, y esta crujió –La espada del Augurio no puede ver el interior de la pirámide de Mumm-Ra –arrojó la parte que arrancó, lejos de su alcance.

-Pero eso no da pie a que quieras destruir el tanque ¡Snarf1 –su amigo lo tomó del brazo.

-En estos momentos mi tampoco me importa la Thundertank –Panthro aumento la velocidad, y no le importaba si los mutantes que venían en la cajuela estaban cómodos o no.

-Mumm-Ra a caído muy bajo –la thundertank seguía avanzando.

-Ha caído lo más bajo que se puede caer –Cheetara observaba a Panthro.

-Estén listos por qué en cualquier momento llegaremos a la pirámide –Panthro viró hacia la izquierda.

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En la pirámide negra. Mumm-Ra ya esperaba su llegada; incluso ya se había transformado de nuevo en: Mumm-Ra el inmortal.

-¿Qué te parece mi pequeño cachorro? "tus amigos" vienen a buscarte ¿Qué piensas? –A toda respuesta obtuvo una carcajada realmente escalofriante -.Creo que estás resultando ser peor que yo –Mumm-Ra se llevó una copa de vino color rojo sangre a los labios.

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En otra cuestión de segundos, el Thundertank chirrío frente a la pirámide de Mumm-Ra, y Panthro lo frenó bruscamente (sí la cajuela hubiera estado abierta, con toda seguridad los mutantes hubieran salido disparados).

-¡A esta pirámide no hay que entrar por las buenas! –Lion-O agarró su espada y apuntó con ella hacia al pirámide.

-Por supuesto que no –Panthro por su parte tenía bajo un brazo a los mutantes, y se veía que estaba dispuesto para usar sus cabezas para abrir un boquete en la pirámide.

-¡Ho! –dijo Lion-O y de la espada salió un rayo que se proyectó hacia la pirámide y derrumbó una parte de la pared. -Vamos adentro –los Thundercats se adentraron.

-¡Hasta la cámara de Mumm-Ra! ¡No se detengan! –Lion-O corría delante de todos y Panthro ahora llevaba a los mutantes arrastrándolos detrás de él.

-¿Preparados? –todos asienten y entran en la cámara principal.

-Sean bie3nvenidos Thundercats –todos voltearon y vieron a Mumm-Ra sentado en su trono y escucharon la misma carcajada que Mumm-Ra escuchó hace unos momentos (Mumm-Ra si sabía de donde provenía).

La carcajada fue tan escalofriante que les congelo hasta los huesos y les erizó los pelillos de la nuca.

-¡¿Dónde está Tygra?! –fue al preguntad e Lion-O.

-Más cerca de lo que tú crees –Mumm-Ra sonrió irónicamente y de nuevo la carcajada proveniente detrás del trono -¿Y para que lo quieres? –Mumm-Ra de nuevo se llevó al copa a los labios.

-¿Cómo que para que lo quiero? ¡Esa pregunta no deberías de hacerla! ¡Tygra es mi amigo! –la carcajada de nuevo se escuchó y esta vez más fría.

-¿Quién se estará riendo? –Wilykit s escondió detrás de Panthro.

-¿No será acaso la risa de los espíritus? –opinó Wilykat.

-No lo sé, pero es escalofriante –Snarfer salió detrás de Ben-Gali.

-¡Mumm-Ra, nosotros te devolveremos a tus asquerosos mutantes y tú regrésanos a Tygra! –ordenó Panthro.

-Deberías de dejarlo en libertad –Lion-O habló determinante –no detenerlo aquí en contra de su voluntad.

-Te equivocas –de repente vieron salir a alguien detrás del trono de Mumm- Ra -. Soy yo él que no quiere irse –esa persona los miró con un odio y rencor realmente indescriptibles, y dibujo en su rostro una sonrisa bastante cruel.

-¡Tygra! –Lion –O lo había reconocido.

-¿Qué rayos te ha hecho Mumm-Ra, viejo amigo? –Panthro lo observaba incrédulo.

-Ese no puede ser Tygra –Wilykit lo veía desde atrás de Panthro.

--Es él –dijo Cheetara -¿pero que le habrá sucedido?

-¿Qué le has hecho? –el señor de los Thundercats estaba bastante perplejo.

-Es una pregunta un tanto estúpida, ¿no lo crees así Thundercat? –Tygra lanzó una carcajada que los demás reconocieron como la que habían escuchado las veces anteriores.

-Esa risa no pide provenir de él –los Thundercats restantes prepararon sus armas.

-Yo más bien les reclamaría lo que ustedes me han hecho –Tygra habló de nuevo -¿Dónde estaban cuando más los necesitaba? –los miró con odio -. Me sentía solo, y aún esperaba que alguno de ustedes fuera a buscarme, pero no... Él único que lo hizo fue Mumm-Ra.

-¡Yo quería salir a buscarte Tygra! –dijo Lion-O.

-Ah, Vaya –lo miró con desprecio -¿Puedo saber por qué no lo hiciste?. En ese tiempo me hubiera alegrado muchísimo el verte, no como ahora –Mumm-Ra veía la escena que se estaba desarrollando frente a él y parecía divertido.

Lion-O lo miró fijamente, no podía decirle que no fue en su busca por qué los otros se lo impidieron.

-¿Acaso no es tu deber como señor del os Thundercats preocuparte por tus aliados? ¿Acaso son ellos los únicos que deben de preocuparse por ti? –Tygra lo miró fijamente.

-Por supuesto que es mi deber preocuparme por ustedes –dijo Lion-O.

-No ¿en serio? –Tygra habló irónicamente y después se giró hacia Mumm-Ra -. Quédate con el ojo de Thundera si quieres, pero a mi déjame la vida de Lion-O –Mumm-Ra al escucharlo rió fríamente y los Thundercats se vieron estupefactos unos a otros.

-Será como gustes –dijo Mumm-Ra.

-Ten cuidado Lion-O –Panthro se paro a su lado -, Parece que Tygra habla en serio –blandió los chacos en su mano.

-Lo que me preocupa en estos momentos es saber que clase de hechizo utilizo Mumm-Ra ahora en él –Lion-O le dijo a su amigo en el oído.

-¡Lion-O cuidado! –gritó Wilykit y Lion-O alcanzó a voltear y a esquivar un rayo.

-¡Rayos! –Tygra bajó la mano -, te has salvado –lo miró con odio.

-¿Por qué lo has hecho? –Lion-O lo miró a los ojos.

-Creí que ya te lo había dicho: Quiero tu vida –lo señaló.

Lion –O dio un suspiro sin dejar de verlo a los ojos mientras pensaba "Tygra, sí tan sólo supieras que mi vida ya te la entregué, desde el primer día que comprendí que te amaba".

-No pelaré contigo –dijo el Sr. de los Thundercats.

-¿Escuché bien? –Tygra lo miró con desprecio.

-Vaya, espero que no le estés temiendo –Mumm-Ra se levantó de su trono.

-No e s por temor Mumm-Ra –Lion-O sonrió para sí -. Sólo que no quisiera enfrentarlo –ahora se giró hacia Tygra y éste a toda respuesta sólo alzó una ceja (al puro estilo Snape).

-Veo que temes por la gran diferencia de poderes –Mumm-Ra avanzó y se puso detrás de Tygra, poniéndole ambas manos sobre los hombros.

-Ya te dije que no es eso. No quiero una pelea innecesaria –guardó su espada en al garra felina.

-Creo que me pones las cosas fáciles –Tygra se acercó a él.

-No, no es por eso el que yo no quiera atacarte, pero descúbrelo por ti mismo –Lion-O le da la espalda –Vámonos –los demás Thundercats lo siguen.