Capitulo VIII

Empieza el rescate (el espejo de la verdad).

Mientras eso tenía lugar en el cubil felino. En la pirámide de Mumm-Ra se daba lo siguiente.

Mumm-Ra había llevado a Tygra a la habitación que se revelaba atrás del sarcófago.

-Espérame aquí cachorro, Mumm-Ra tiene algo que hacer –le pidió a Tygra que se quedara adentro de la habitación y él asintió en silencio.

Cuando Mumm-Ra salió de la habitación, Tygra se sentó en la cama, y después se acostó en ella de perfil, poniendo su mejilla en el dorso de su mano.

De nuevo pensaba en porque el señor de los Thundercats no quiso enfrentarlo, y aparte pensaba en lo que el susodicho hizo afuera de la ventana y prometiéndole que volvería.

-Bah, esas son tonterías ¿por qué querría volver por mí, después de lo que me hizo? –Tygra se giró boca arriba -.Lo más probable es que se haya ido a entrenar para nuestra batalla –otra vez se giró, pero esta vez al lado contrario ¿Qué es eso? –Detrás de un cuadro vio brillar algo. Lentamente se dirigió a él y lo retiro con cuidado, y cual fue su sorpresa al ver los tesoros de Thundera. Los sacó ¿Acaso ese Thundercat regresará por esto? –los revisaba hasta que su mano tropezó con un espejo.

Era un espejo bastante especial, como Tygra pudo comprobar, en el se leí "El espejo de la verdad", cosa que le hizo dudar y decidió ver que pasaba.

Al principio el espejo le mostró su reflejo: A un muchacho de mirada vacía y llena de rencor, pero de repente el reflejo cambio y su mirada se volvió más dulce y sonrió. Tygra se quedó estupefacto y un rayo de luz proveniente del espejo lo cegó por unos momentos, para después mostrarle lo que verdaderamente sucedía en el Cubil felino ne esos momentos

En el Cubil, Cheetara habìa abierto la canasta de dulces que les habìa dado Gu Berbil. De repente, Lion-O separò uan cierta cantidad de dulces iguales.

-Los preferidos de Tygra ¿verdad? –Panthro se giro a verlo.

-Exacto –Estos eran unos dulces de color balnco: Chocolate blanco, el centro amargo y relleno de chocolate lìquido de leche con ya sea; almendras, trufa, nuez o pistache –Se los darè cuando vuelva –los guardò en un lugar aparte.

-Cierto, a Tygra lo enloquecen los chocolates, peor especialmente los rellenos –Wilykit se comìa un dulce de chabacano.

-Y a mi me enloquece èl –Lion-O los vio fijamente –Les juroq eu si Mumm-Ra me diera a escoger entre los tesoros de Thundera o Tygra; me escogerìa a Tygra sin pensàrmelo dos veces y al respuesta es simple: Me estarìa dando a escoger entre la persona que amo y los tesoros de Thundera –dio un suspiro y se recargò en su silla -.Nunca me perdonarè el qeu no haya corrido detràs de èl cuando huyo del cubil, cuando más me necesitaba y sobre todo, no me4 perdonarè el que nunca le dijese lo importante que es èl para mi, que mi vida se la entregue cuando comence a amarlo –el reflejo del espejo se desvaneciò

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Tygra bastente estupefacto bajò el espejo, ahora entendía el por que Lion-O se había negado a pelear contra él. El resultado era muy simple: Lion-O lo amaba y habìa dicho que para èl era muy importante.

Abrazò con fuerza y contra su pecho al espejo de Thundera, ahora sabìa que quien estaba equivocado era èl y que por su gran estùpides se habìa aliado a Mumm-Ra

Decidió no decir que ya sabía la verdad y dejando los tesoros de Thundera donde los encontró, se guardó consigo el espejo de Thundera en el bolsillo donde anteriormente había guardado su símbolo y bolo whip.

También comprendió que cuando Lion-O convocó al ojo de Thundera fuera de la pirámide, lo hizo por el y no por otra cosa, volvería por él.

Se quitó la gabardina y se tumbó nuevamente en la cama, curvo sus labios con una hermosa sonrisa, aquellos labios que a cualquiera le gustaría besar he incluso perderse, incluyendo perderse también entre sus dos profundidades ambarinas.

Tygra se puso la mano sobre el pecho, justamente sobre el símbolo de Mumm-Ra.

Tanto estuvo pensando que sin darse cuenta se quedó dormido.

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En el Cubil felino se daban los últimos toques al plan de rescate felino.

-Entrar de nuevo a la pirámide de Mumm-Ra no será fácil –Panthro señalaba algo sobre un mapa que tenía dibujado.

En ese momento se oye el timbre.

¡Son Willa y Nayda! –les dijo Pumyra.

-Déjalas entrar –las dos chicas amazonas entraron al cubil.

¿Ya han sabido algo de Tygra? –preguntó Willa.

-Sí, está en la pirámide de Mumm-Ra –dijo Lion-O

¿Con Mumm-Ra¿Por qué no han ido por él? –Willa estaba asombrada.

-Hoy fuimos a verificar la situación y mañana se repartirán los guamazos –dijo Panthro.

-Sí, sobre todo a Mumm-Ra y ya veremos que hacemos para que Tygra abra los ojos y vuelva a la normalidad –Wilykat revisaba sus cápsulas

-.-Ya veo, bueno, sólo veníamos para saber si ya sabían algo de él –las dos chicas se marchan.

-Bueno, ya mañana o más bien dicho más al rato, iremos ala pirámide para recuperar a Tygra –Lion-O mandó a todos a la cama para que pusieran descansar tan siquiera un rato.

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Cuando iba a su habitación Lion-O se tropezó con una mesa de tamaño pequeño y vio en ella "la cadena de la lealtad". La tomó entre sus manos y vio que debajo de la foto de Tygra aún decía Betrayer.

-Calla, tú no sabes que ha ocurrido –dijo Lion-O dirigiéndose al collar y después lo volvió a dejar en la mesa.

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Mumm-Ra llegó casi al amanecer a la pirámide y se metió en la habitación donde dejó a Tygra.

Tygra estaba tan dormido que ni cuenta se dio de que el ciervo del mal ya habia llegado.

¿Duermes, mi pequeño cachorro? –Mumm-ra le susurró al oído –veo que sí –le quitó los zapatos y después se le quedó viendo fijamente, después se agachó un poco y lo besó.

Deslizó suavemente el dorso de su mano sobre la mejilla del felino, y este, inconscientemente, abrió la boca para dejar pasar la alengua del otro.

Sin creer poder aguantarse más, Mumm-ra retiró la playera negra que el chico traía puesta, comenzándole a besar con desesperación el pecho, mientras se lo acariciaba lentamente.

-Me gustas y mucho cachorro- lo besó ahora en el cuello y con las manos le desabrochó el pantalón y le metió una mano adentró. Tygra gimió de placer, peor no abrió los ojos y Mumm-ra comenzó a hacerle sexo oral.

Tygra se movía al ritmo de la caricias y sobre todo aun estando dormido, y Mumm-ra seguí jugueteando con el cuerpo de su cachorro.

La sensualidad con la que se movía era demasiada, cosa que hacía a Mumm-Ra excitarse demasiado. Lo giró con cuidado y comenzó a besarlo y acariciarlo. Tygra por su lado seguía sin despertar, pero de repente Mumm-ra le comenzó a hacer algo que nadie nunca antes le había hecho: Un sexo oral por atrás –Tygra gimió y ahora sí abrió los ojos.

¿Mumm-ra? –preguntó.

-Sí, mi cachorro –Mumm-ra se acostó sobre su espalda y le besó una mejilla.

Tygra se giró a verlo y aún s veía un destello de odio en su mirada, pero no para Mumm-Ra. Cabe recordar que el símbolo de Mumm-ra aún lo estaba controlando, pero su corazón muy débilmente le sugería que huyera con la persona que realmente amaba.

-Cada vez que te veo, me pregunto cuanto odias a los Thundercats, pero en especial a Lion-O –al oírlo, Tygra no supo que decir.

-No lo sé, no creo que el odio se mida con una vara o con un grado de exactitud, puede que te diga que lo odio más a que a unas personas y menos que a otras –dio un suspiro.

-Eso es 1 pensamiento filosófico –con eso Mumm-ra lo besó de nuevo y llevó sus dedos a la entrada del felino.

Los nuevos quejidos de Tygra eran acallados por el beso, que ahora era más profundo y ardiente de deseo por parte del otro (tanto era su anhelo que con la lengua parecía que le quería tocar el interior de la garganta).

La mano que Mumm-ra tenía libre la uso para acariciarle todo el cuerpo.

-No creo que sea necesario el preguntarte si ya estás listo –Mumm-ra se separó de él y lo vio a los ojos y sin más de nuevo lo penetró.

Permanecieron así, por unos momentos, entregados al dulce éxtasis del sexo, por casi dos horas; entre caricias. Besos y quejidos suaves de placer.

Tygra no podía pensar en nada más, peor de repente escuchó una voz en su cabeza.

-"Es necesario que te unas a Mumm-Ra, pues ese es el destino que se tiene marcado para ambos… sabemos que tienes en tus manos el espejo de la verdad, y no creemos que quieras que tus amigos sufran de nuevo por tu culpa. Lion-O dice quererte o amarte más bien dicho, pero elije, amar a Lion-O y que muera por tu culpa o quedarte con Mumm-Ra para siempre y dejarlo vivir" –Tygra supo que se trataba de la voz de los 4 espíritus malignos.

-"No, no quiero que Lion-o muera por mi culpa" –se dijo asimismo.

-"Entonces decide" –las voces de nuevo se escucharon.

-"No tengo opción, elijo a Mumm-ra" –dijo en su cabeza y los 4 espíritus rieron en su mente.

Mumm-ra se aferró más a su cintura y lo penetró aún más. Tygra gritó ya que sentía que se le habían desgarrado los intestinos.

-Creo que me he sobrepasado un poco –Tygra al escucharlo no le dijo nada, su pensamiento estaba en que quería que Lion-O viviera y él se quedara para siempre con Mumm-ra. Ya que para Tygra la vida de su amigo valía más que su propia libertad y felicidad.

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Continuará…

Pero Lion-o no se quedará así.

Y veremos que cosa le regresa a Tygra al señor de lso Thundercats.